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No more Dream || YoonMin por Nayu - san

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Notas del fanfic:

Park Ji Min es un joven que atraviesa su primer año de preparatoria; es un chico alegre que ama a su familia, le gusta la música, estudiar y pasar tiempo con su amigo Taehyung. Odia no ser bueno en el baloncesto, los días demasiado calurosos, los lugares concurridos y lo que empieza a sentir cuando vuelve a encontrarse con aquel chico que lo abandonó.

> YoonMin.

> Aparición de NamJin y GTOP.

> El título de la historia no tiene relación con la canción.

> ThreeShot.

> Lemon de principiante.

> Fanfic puramente hecho para Angella (@Gin_Ha) por el cuarto aniversario de BTS. <3

> Hermosa portada hecha por @DeniJam <3

 

Para Angella.
Mi mocosa y ChimChim, porque preferimos cantar la parodia a la canción original y por esos malos chistes que me hacen reír.
Gracias por tu linda amistad, esta pequeña historia es para ti.

Notas del capitulo:

Para Angella.
Mi mocosa y ChimChim, porque preferimos cantar la parodia a la canción original y por esos malos chistes que me hacen reír.
Gracias por tu linda amistad, esta pequeña historia es para ti.

 

Acaparaba el perímetro el sonido de las suelas contra el piso pulido del Tercer Gimnasio, a la par de sudor y respiraciones agitadas acompañado del constante sonido de la pelota de baloncesto dando botes.

Park Ji Min nunca se había considerado siquiera un buen deportista; debido a su tamaño había sido marginado en diferentes ocasiones y su miedo al balón era colosal. Por ello le sorprendió que su capitán le hiciera formar parte del equipo en este partido de práctica.

El balón lanzado por Taehyung encuentra lugar entre las manos de un pequeño chico de cabellera naranja. Park tiembla al ver que ahora las miradas de los contrincantes están sobre él, y siente mucho más miedo cuando estos empiezan a correr.

Jimin no era una persona presumida, sin embargo en este momento, con el balón rozando la palma de sus manos, sin saber por qué, el miedo lo abandona y siente la necesidad de mostrarle a los demás de lo que es capaz.

-¡Jimin por aquí! -grita Jungkook, saltando a pasos agigantados detrás de su oponente. 
Si la pelota llegaba a él la apuesta era segura y el partido estaría ganado; era la estrategia que habían practicado toda la semana.

De repente el más bajo se detiene, debatiéndose entre pasar el balón a su compañero y dar el triunfo a su equipo, o intentarlo por sí mismo y lograr que el equipo, en especial, su hyung se sienta orgulloso de él.

Tal vez ser presumido de vez en cuando no estaba mal.

Toma una gran bocanada de aire y con todo el valor que logra reunir, se desliza con agilidad, logrando agacharse en cuanto su oponente se abalanza sobre él, ocultando la pelota bajo su cuerpo.

-¡Jimin lanza el maldito balón de una jodida vez!

Ahora era Namjoon el que gritaba; el menor apretó los ojos imaginando la buena reprimenda que le daría su capitán cuando terminara el partido, pero ahora eso no le importaba.

Derecha, izquierda, con las rodillas flexionadas mientras mantiene el balón en movimiento para no ser sancionado; sentía la adrenalina a flor de piel y recorrer por sus venas, activando cada uno de sus sentidos como si se tratara de un circuito eléctrico.

En cuanto al fin logra incorporarse da una vista rápida hacia el panorama, encontrándose por una milésima de segundo con la mirada de Suga sobre él, no podría leer exactamente que decían sus ojos en ese momento, pero el simple hecho de saber que estaba presente y pendiente de él fue suficiente para que Park diera rienda suelta a sus sentidos y empezara a correr.

Las voces y llamados a su alrededor se oían como un eco vacío y sin importancia, el sonido de su respiración agitada y el ritmo de sus piernas era lo único que importaba ahora, a la par del bote del balón y el ángulo perfecto que formaría su salto.

Jimin nunca había sido bueno en los deportes, según Taehyung, él era más "Un chico de Interiores".

-Yo... estaba pensando en unirme al equipo de baloncesto. -anunció un muchacho regordete con la cabeza gacha.

El chico alien cerró la puerta de su casillero, y apoyó la espalda sobre él, dirigiendo una mano hacia su mentón, pensativo.

-¿Acaso quieres formar parte de las porristas, Jiminnie? -respondió antes de recibir un golpe en el hombro por parte del otro muchacho y salir juntos del establecimiento.

Entre risas y galletas de chocolate, caminaron bajo las luces de la ciudad nocturna, mientras V no dejaba de preguntarse el por qué de repente su amigo salía con esa loca idea si nunca había sido una persona con inclinación deportiva.

Por su lado, Park sentía la extraña necesidad de ingresar a ese club para convertirse en alguien, un miembro valioso del equipo... o bueno al menos esa era su única motivación hasta encontrarse con aquel joven de piel nívea que paseaba el balón entre sus manos como si se tratara del objeto más valioso que pudiera existir.

¿Casualidad? ¿Destino? Llámalo como quieras, pero Jimin quedó prendado de él desde el primer instante.

Su vista parecía ser una cámara profesional, y de repente el aro de la canasta era su único enfoque, iluminado por todas las luces que pudieran existir.

Uno, dos, tres pasos antes de incorporar su cuerpo completamente en un salto perfecto, ambos brazos extendiéndose de manera exacta y sentir el peso del balón abandonando sus manos antes de ingresar a aquel aro de metal que les daría el triunfo. Su cuerpo cae como peso muerto, y puede sentir un tipo de corriente recorrer sus piernas en cuanto estas dan con el suelo, mientras sus ojos no pierden de vista la esfera que se balancea en la duda de ingresar o no.

El sonido del silbato, aplausos y gritos de júbilo en cuanto el balón encuentra su lugar. Jimin siente la felicidad corroer su pecho, incluso pareciera que podría volar de alegría; gira con una amplia sonrisa en el rostro, pero lo único con lo que se encuentra es el rostro decaído de sus compañeros. Namjoon respira con dificultad, apoyando los brazos en sus caderas con mirada furiosa, Kook y Tae lo observan apenados y Yoongi desordena su verde cabellera, frustrado, prefiriendo mirar a otro lado; mientras en la banca Jin aprieta con fuerza las toallas que tiene en manos, meneando la cabeza con una sonrisa triste en el rostro.

Confundido, Park observa la pizarra y aprecia como la delgada chica encargada del marcador, baja un cartón para darle el punto triunfal al equipo contrario: BIG BANG.

El pelinaranja avanza hacia la chica para corregirla, explicarle con amabilidad que la canasta ha sido suya y el partido fue a favor de su equipo. Atraviesa el tumulto de personas, llegando al fin a su objetivo, iniciando con una pequeña sonrisa.

-Eh, señorita, disculpe pero creo que se ha equivocado.

La muchacha lo observa confundida y Jin lo llama, pero su voz se oye demasiado distante.

Es entonces cuando cae en cuenta de su posición, y lo distante que se encuentra de sus compañeros, lo alejado que estuvo todo este tiempo de la estrategia que habían practicado las últimas semanas.

Anotó en su propia canasta.

Qué patético.

-¡Fórmense todos para despedir a los invitados!

Jimin sale de su trance, consciente de la situación en la que se encuentra y, por su puesto, lo que le esJimin

-¡Gracias por el partido! -gritan los cinco miembros del equipo BTS con una reverencia, despidiéndose así de los sempais que los han visitado para el partido de práctica.

Namjoon da el primer paso adelante y estrecha la mano amistosamente con Kwon Ji Yong; observando los tatuajes de su diestra, y la extensión del brazo del chico en lo que su vista alcanza a ver.

-Fue un buen partido, gracias por invitarnos. -dice un rubio G-Dragon con una pequeña sonrisa-. Tienen mucho potencial no dudo que llegarán muy lejos.

El moreno asiente muchas veces, emocionado por las palabras del mayor; de no ser por la presencia de Jin, quien lo observa desde las bancas, ya se habría lanzado a sus brazos y llorado como un niño pequeño al recibir un encomio de alguien a quien admira.

-El gusto fue nuestro, nunca pensamos compartir cancha con un equipo tan reconocido en Corea.

BIGBANG, un equipo universitario de baloncesto conformado por cinco muchachos reconocidos más allá de Seúl. G-Dragon, su capitán, se encargaba personalmente del entrenamiento y rendimiento de cada miembro, pero sabía perfectamente que el tiempo avanza y pronto aquella etapa de su vida terminaría tal como lo hizo la preparatoria, así que le preocupaba quienes serían herederos de los reyes.

-Eres un buen capitán, solo hace falta pulir un poco al gordito, Namjoomie. -agregó el mayor, señalando con el índice hacia Jimin que buscaba insistentemente a su hyung, quien no hacía más que esquivar su mirada.

El rostro de Namjoon sintió palidecer ante la forma en que acababa de llamarlo, asintiendo apresuradamente antes de bajar la vista, provocando una risita por parte de Ji Yong. Si Jin había visto su reacción, era hombre muerto.

-Hora de irnos Giyongchy. -anunció un pelinegro con cejas gruesas, rodeando por el cuello al más bajo.

-Pero Seunghyunnie, yo quiero quedarme un poco más con los maknaes. -lloriqueó Jiyong, formando un pequeño puchero en el rostro.

-Sabes que tenemos cosas importantes que hacer. -añadió el mayor en tono serio, observando encantado las reacciones de su pareja.

Entre mofletes y lloriqueos, ambos terminaron despidiéndose del líder de BTS.

Mientras tanto en otro extremo, al ver que no haría nada para que su hyung le hablara por lo menos en mil años, Park logró alcanzar a aquel chico que lo había impresionado con sus técnicas en el juego, Taeyang; pudo compartir unas palabras con el moreno antes que un pelinegro bajito con mucho aegyo se colgara del fuerte brazo de Youngbae y lo sacara del lugar junto a los otros tres miembros de su equipo; dando por finalizado aquel partido de práctica.

***

-Gracias omma. -dijo el más pequeño en cuanto Jin le tendió una toalla de color rosa.

-Ya quita esa carita Jiminnie, todos cometemos errores. -intentó reconfortarlo el pelirosa dándole unas palmaditas en el hombro antes de dirigirse hacia V para tenderle una toalla y que no terminara limpiándose en la camiseta de alguien.

Jimin secó el sudor de su frente y rostro, alborotando un poco su cabello antes de dar otro trago a su botella de agua; mientras su mirada se perdía observando a aquel chico silencioso que se encontraba sentado en una banca lejos de ellos y su bullicio.

¡Idiota, idiota, idiota! No dejaba de repetirse, pensando que en vez de impresionar a Yoon Gi, había hecho el peor ridículo del mundo. Tal vez todos tenían razón y debía volverse porrista de una vez por todas.

El ruido de palmas irrumpió el gimnasio e hizo que todos voltearan hacia Namjoon.

-¡Aún nos queda media hora, practicaremos canastas! ¡Andando!

***

Un silbido anunció el fin del entrenamiento, el capitán mandó a todos los muchachos a darse un baño, siendo él el primero en terminar de ducharse, abandonando aquel cuarto con el cabello aún goteando.

Mientras salía con una toalla sobre los hombros, pudo observar a cierto pelirosa cruzado de piernas en el estrado, atendiendo una llamada mientras hacía apuntes en la pequeña libreta del mismo color de su cabello. Namjoon sonrió, pensando en lo lindo que se veía su novio mientras realizaba su trabajo como mánager del equipo.

En cuanto Seokjin colgó, alzó la vista y se encontró con la mirada de su novio sobre él, observándolo como si se tratara de algo precioso. Con parsimonia, Namjoon se acercó al chico y le extendió ambos brazos para ayudarlo a ponerse de pie, Jin dudó un poco, pero finalmente accedió y fue incorporado con ayuda de las manos del moreno.

Un casto beso fue dejado en los labios del mayor, seguros de que estando en las duchas ninguno de los chicos los verían; sin embargo, el menor pudo sentir que su novio se mostraba algo distante.

-¡Suga y Jimin! Hoy ustedes se encargan de la limpieza. -anunció Namjoon, antes de rodear a Jin por los hombros, consciente de que los muchachos aún se duchaban-. Hace rato tienes esa cara de enciclopedia, ¿Por qué ese ceño fruncido, princesa? -dijo bajito, presionando con el índice izquierdo el entrecejo del pelirosa.

-Kim Nam Joon, ¿Acaso crees que no he visto el coqueteo que ha habido entre ese Yidi y tú?

El rostro del moreno se tornó en miles de expresiones antes de dar con la indicada, un rostro de "Me descubriste" acompañado de un leve sonrojo.

-Oh... eso, s-solo me dio consejos de capitán a capitán, ya sabes. -respondió rascándose la nuca, evitando la mirada de su novio.

-¿Y acaso se le metió algo en el ojo para que te lo guiñara cada diez segundos? -refutó guiñando un ojo con burla, intentando verse sexy como lo había hecho Ji Yong.

Esa expresión no causó más que ternura en Namjoon, quien antes de verificar que aún no hubiera rastro de los chicos, se inclinó sobre el más bajo y le estampó un suave beso en los labios; esta acción tomó desprevenido al pelirosa quien sintió que toda la furia de su cuerpo desaparecía en cuanto las manos de su novio empezaban a mimar su espalda y sus labios lo besaban con dulzura.

-Creo que me estás callando.

-Eso fue un "Cierra tu linda boquita". -respondió el moreno, apetrujando con el índice y pulgar las mejillas del chico antes de estamparle un beso en la frente.

-Entiéndeme Monnie, estoy desesperado; ese hombre es más experimentado que yo y te desea, sabe jugar baloncesto y te desea, habla contigo conqueteándote frente a todos... ¡Y te desea! -chilló con un moflete, sacudiéndolo por los hombros.

-Solo estás paranóico, princesa; además no creas que no vi cómo hablabas encandilado con ese cejón. -refutó arqueando una ceja.

Una risita nerviosa escapó de los labios del pelirosa al sentirse atacado.

-Eso es totalmente diferente, Seunghyunnie es una persona muy agradable y...

-Oh, así que "Seunghyunnie" ¿Eh? Entraron en confianza. -añadió con una mirada traviesa, viendo como el cuerpo de su novio se tensaba-. Esta noche eres hombre muerto Jinnie. -sentenció, antes de tomarlo fuertemente por la cintura, cargar las mochilas de ambos con un solo brazo y llevarlo a la puerta del Tercer Gimnasio.

-¡Muchachos, Jin y yo vamos avanzando; tengo que ayudarle a entender una clase! -anunció antes de apretar más su agarre sobre la cintura del pelirosa y cerrar la puerta tras ellos.

Sin duda esta sería una noche muy larga.

***

Park sentía las mejillas calientes mientras el agua fría de la ducha chochaba contra su rostro y el resto de su anatomía; al parecer luego de haber fallado olímpicamente en el partido de práctica, su recién ganada confianza se fue al tacho y ahora sentía que volvía a ser aquel muchacho miedoso y regordete que un día ingresó al tercer gimnasio en busca de Tae, y lo único que vio fue a un joven de piernas delgadas y blancas como la nieve paseándose en ropa interior por el recinto.

Aprieta los ojos al recordar esa imagen, avergonzado, intentando quitarla de su cabeza.

El grito de su capitán provoca un sobresalto en él, y más aún al oír su nombre y el de su compañero. Esto no podía estar pasando.

-¡Si quieres puedo reemplazarte Suga hyung! -gritó V desde una de las duchas.

Jimin apretó los ojos y rogó a todos los dioses que pufiesen existir para que accediera, lo que menos quería ahora era tener que afrontar a solas la indiferencia de Yoongi.

Se oyó el grifo de la ducha del peliverde cerrarse y la cortina siendo deslizada mientras su pasos húmedos indicaban que ya se encontraba fuera, posiblemente vistiéndose.

-No es necesario, puedo quedarme, gracias.

Park bufó, apoyando la frente en los fríos azulejos de la ducha.

-Lo intenté. -soltó Tae, dirigiéndose hacia su amigo.

Eso Jimin lo sabía perfectamemte y luego se lo agradecería, pero por ahora no le quedaba más que afrontar esta situación por sí mismo.

~o~

-¡Nammie!...-se quejó Jin en cuanto sintió la hombría del moreno abandonar su interior, acompañado de un gruñido ronco y un sonido húmedo emitido por su entrada, mientras terminaba sometido ante la nueva posición que había tomado su novio.

-¿Qué pasa princesa? ¿Te incomoda? -preguntó sonriendo divertido, con ese pequeño hoyuelo adornando su rostro.

-Es vergonzoso... -respondió tranquilo pero con un bello carmesí en sus mejillas.

Namjoon sonrió, divertido y feliz de ver esas reacciones tan adorables de su pareja. Siempre estaba inventando cosas nuevas para apenarlo, sus actitudes de diva infantil lo enloquecían totalmente. En esta ocasión decirle a Jin que "iría arriba" había sido suficiente para verlo cubrirse el rostro avergonzado. Jin era anticuado, romántico, soñador y le tiraba más a la ternura de los besos, las caricias y a hacer el amor sin necesidad de querer experimentar todo lo que su novio veía en internet, pero Namjoon era más intenso y metódico lo que ocasionaba un equilibrio en ambos.

Jin podía ser quejoso, caprichoso, sobreprotector y perfeccionista; pero en cuanto sentía el duro miembro de su novio arremeter fuertemente su interior, haciéndole emitir incoherencias, nada de eso importaba.

La lubricada entrada del pelirosa, yacía sobre la potente erección del moreno que se sentía deseoso de ingresar nuevamente en él. Repartiendo un camino de besos por la extensión de su cuello, dejando pequeñas mordidas sobre sus hombros donde no fueran visibles, aunque moría por marcarlo donde todo el mundo pudiera verlo y supiera que ese lindo chico le pertenecía solo a él.

-Deberías sentir vergüenza de coquetar con otros chicos delante de tu novio.

Una electricidad recorrió al pelirosa desde la punta de los pies y Namjoon acarició sus blancas piernas, nunca se cansaría de recorrer su suave piel y marcarla a su gusto.

Jin sentía el gran miembro del otro bajo su húmeda entrada, deseaba que volviera entrar en él y le brindara esas oleadas de placer que estaban disfrutando hasta hace unos minutos.

-Nam... ya... por favor. -gimoteó, frotándose contra el miembro del moreno.

Namjoon lanzó un gruñido, esto estaba llevándolo fuera de su autocontrol, pero por ahora tenía otros planes.

Inició con su lenta torturan tomando el miembro erecto de su novio con la diestra, acariciando la longitud de este mientras dirigía la otra mano hacia su dilatada entrada, introduciendo dos dedos. Con el pulgar de la diestra apretó levemente la punta del miembro contrario, recibiendo un gemido del otro, y con los dígitos en el interior tanteaba en busca de ese punto que hacía a Jin gritar su nombre; solo bastaron segundos para hallarlo y presionar instintivamente en él a la par de su masturbación, haciendo que el pelirosa lanzara una serie de alaridos y quejidos mientras sus dedos se introducían cada vez más rápido.

-Siempre dices que quieres ser quien va a arriba, así que es tu turno de tomar el control. -respondió, abandonando su trabajo, acomodando los brazos tras su cabeza con expresión relajada.

Jin no entendía qué sucedía, se sentía frustrado al verse abandonado de tal forma. Su rostro se tornó en miles de expresiones antes de atinar con la adecuada, ¿Era cierto lo que estaba oyendo?

-Nammie, ¿Acaso quieres que yo te la-

-No -interrumpió inmediatamente incorporándose, con las piernas del otro a ambos lados de su cuerpo. -. Eso ni en tus más locos sueños, princesa.

Una sonrisa compartida, besos fogosos y roces húmedos entre ambos, el moreno aprisionó entre sus manos las mejillas traseras de su compañero, y aunque estaba lo suficiente húmedo, decidió seguir estimulando esa zona, el pelirosa tomó su duro miembro entre sus manos, posicionándolo de manera que pudiera entrar en él, pero necesitaba ayuenor

No mucho tiempo después el menor tomó fuertemente las caderas de su compañero, elevándolo antes de dejarlo caer sobre su hombría, enterrándose con brusquedad en su interior, haciendo gemir fuertemente al otro y sentirlo estremecerse entre sus brazos.

No importaba cuántas veces lo tomara, el interior de Jin seguía siendo tan condenadamente cálido y apretado como la primera vez que lo hicieron. Salió casi por completo antes de volver a introducirse con fuerza en el otro y rozar ese punto dulce que hacía a Seokjin soltar los más melodiosos gemidos.

Sin embargo el moreno decidió no moverse más, dejando que fuera Jin quien tomara el ritmo de las embestidas, observando a su bello novio en toda su gloria sobre él intentando satisfacerlo: el cabello rosa totalmente alborotado con una marca de sudor cayendo sobre su frente, los labios del mismo color hinchados por los besos y mordidas compartidos, dos marcas rosadas al rededor de sus pezones de lo tanto que había jugado con ellos. Sin duda era el ser más hermoso que había visto en su vida; observó al chico unos minutos más, viendo como sus delgados brazos se esforzaban por sostenerse en su fuerte abdomen mientras intentaba complacer a ambos.

El moreno se incoporó nuevamente, atrapando los labios del otro entre los suyos antes de dar su venedicto final.

-Esto te pasa por andar de fácil. Solo yo puedo tenerte ¿Entendiste? Eres mío, solo mío. Nadie puede tocarte como yo.

-Sí... Na-ahhh!

Ni siquiera pudo terminar la afirmación cuando sintió las manos del otro apretar fuertemente sus glúteos y dar una estocada perfecta en su punto dulce, partiéndolo en dos como en antiguas ocasiones.

-Jódeme... solo tú sabes cómo... hacerlo. -respondió el pelirosa con tono travieso, aferrando las manos en los hombros del otro.

Esas palabras fueron suficientes, Jin, tan dulce y erótico sin siquiera intentarlo, encendiendo sus instintos.

Y ahí estaban ambos, el moreno moviéndose contra su cuerpo con fuerza, entrando profundo y directo mientras lo sujetaba firmemente para hacer las estocadas más precisas. Jin se estremecía en varias ocasiones, sintiendo que sus brazos se quebrarían en cualquier momento por soportar su propio peso y optó por inclinarse hacia el pecho de su novio para estar más cómodo, mientras ocultaba el rostro en el cuello del otro, pero no lo suficiente para ocultar sus gemidos.

-Nam... yo creo que me ahh...-era una señal de que el segundo orgasmo de la noche aparecería, el moreno solo continuó con lo suyo hasta sentir como las paredes de su novio se contraían, apretando su gran hombría y su cuerpo temblaba en su totalidad mientras el cálido liquido le manchaba el pecho acompañado de un grito y respiración agitada.
Namjoon siguió en lo suyo tres veces más y en un gruñido leve terminó dentro del chico.

El pelirosa reposó sobre el marcado pecho de su capitán, delineando con el índice cada uno de sus abdominales, disfrutando ambos de ese momento post-orgasmo. El moreno pasaba las manos por la espalda del otro, acariciando de vez en cuando sus mejillas traseras y depositando pequeños besos en su rosada cabellera. Unos minutos después abandonó su cálido interior, recibiendo un leve gemido de parte del otro, algo que le hizo sonreír.

-Vamos, princesa. -indicaba- A tomar un baño y a dormir.

Jin cubrió a ambos con las sábanas, enterrando el rostro en su cuello mientras se quejaba.

-Estoy cansado... ni siquiera en el entrenamiento eres tan duro... -se acurrucó más sobre él.

-La culpa es de alguien que me encanta... -susurró presionando sus muslos, y el otro abrió los ojos avergonzado.

-Basta, basta vamos... a bañarnos -sabía que si lo dejaba seguir hablando, mañana no se podría mover pues en días como esos Namjoon era insaciable.

Se levantó con dificultad y jaló al otro para que le siguiera.

Ingresaron al pequeño cuarto de baño, esperando hasta que la bañera se llenara lo suficiente para ambos y se intrudujeron en ella, provocando que el sobrante de agua se esparciera por el suelo. Decidieron ignorarlo por ahora.

Mientras ambos reposaban en la bañera, con las piernas del moreno acorralándolo, Jin dejó caer su espalda sobre el pecho contrario, dando al descubierto lo que había deducido en las últimas semanas.

-Espera, ¿Yoongi y Jimin? ¿Estás hablando de nuestro Jimin? -preguntó el moreno, incrédulo mientras masajeaba las rosadas hebras del otro con un shampoo de fresas.

-Sí, te lo juro. -exclamó, marcando círculos sobre la rodilla del chico -. Últimamente lo veo actuar raro, siento que algo anda mal con mi Jiminnie, Nam; está muy...

-Solo está muy idiota. -concluyó con burla -. Si no hubiese sido un partido de práctica, su estupidez nos hubiera salido cara.

-No, no es eso, y no seas cruel. -respondió pellizcándole la nariz. -. Solo es un muchacho enamorado, y lo que hizo hoy fue una tontería por amor ¿A que tú también has hecho una?

Namjoon permació pensativo, intentando recordar alguna locura que habría hecho por amor. Pero lo único que le venía a la mente eran las idioteces que había cometido, como por ejemplo cuando al fin tomó el valor suficiente para declararse al pelirosa, y este no le creyó puesto que escogió un mal día para decirlo: el día de los inocentes. Sin duda no había alguien más idiota que él en la faz de la tierra.

-Entiendo, tal vez tengas razón. -concluyó-. Pero de todas las personas del mundo ¿Se le ocurre enamorarse de Min Yoon Gi? ¿Cómo estás tan seguro?

-Mi instinto maternal me lo dice. -soltó inmediatamente-. Las miradas que comparten, sus diálogos cortos e incluso la torpeza de Jimin ha sido el indicador final, lo que lleva a la siguiente conclusión.

El moreno rodó los ojos, apoyando la barbilla sobre la cabeza del otro preparándose para escuchar el discurso que le iba a soltar. A veces llegaba a creer que su novio perdía dinero al no invertir sus conocimientos, sin duda sería un buen agente del FBI.

-No se miran muy seguido, y si lo hacen esquivan la mirada del otro porque se sienten avergonzados, cuando le pido a Jimin que le pregunte algo por mí o simplemente le habla para saber la hora, se le nota apenado; y por último la torpeza de hoy. Vamos, ambos sabemos del pánico que le tiene mi pequeño al balón y que nunca, en el tiempo que lleva con nosotros, ha logrado encestar; pero hoy quería verse distinto, más confiado y seguro... ¡Para YoonGi, pero se equivocó de dirección! -chilló frustrado, formando un puchero en el rostro-. Ahora, tenemos a Suga. Imagina que no hubiera sido mi Jimimnie quien se habría equivocado, y más bien hubiera sido... ehm... Hobi, seguro que había una masacre en plena cancha, y tú lo sabes. -el moreno asintió, en cuanto al baloncesto, Yoon Gi se tomaba las cosas muy en serio-. Pero, puesto que fue Jimin, tuvo que tragarse su maldita rabia. ¿Por qué? ¡Porque le gusta! ¡Le gusta, se gustan! ¡¿Qué diablos están esperando?! -soltó efusivo, enredando sus manos al rededor del cuello del moreno, fingiendo ahorcarlo.

-Tal vez solo quieren coger. -concluyó con una sonrisa-. Tú lo ves como amor, pero según lo que cuentas, yo solo veo tensión sexual entre esos dos.

Jin rodó los ojos, su novio era el ser más superficial y corriente del universo, siempre pensando que todos eran como él.

-¡Namjoon, eres un idiota! -exclamó dándole un pequeño golpe fingido en la mejilla-. Lo que hay entre esos dos es un amor puro e inocente, y yo me encargaré de pulirlo. Además ¿Tensión sexual? ¿Estás hablando en serio? Ambos aún son muy pequeños para eso.

El moreno rió con burla.

-Oh, princesa, por favor, si nosotros empezamos cuando teníamos su edad. -recibió otro golpe fingido y un sonrojo en las mejillas del mayor-. Y no te metas en las relaciones de otros, sabes que soy muy celoso cuando prestas atención a los demás y no a mi. -finalizó, enterrando la nariz en su hombro, aspirando su dulce aroma mientras depositaba pequeños besos sobre este.

-Oh vamos Nammie, por favor, son mis hijos y sabes que no puedo quedarme de brazos cruzados cuando se trata de ellos. -respondió, sintiendo los fuerte brazos del otro apresar su cintura-. No podrás convencerme de lo contrario...

-Apuesto que sí...

-Apuesto que no -concluyó divertido, mientras volteaba hasta encontrarse frente al otro, tendido sobre su pecho, rodeando su cuello con los brazos-. Es más, tú me ayudarás.

-No me meterás en tu juego de cupido. -bufó, acariciando la espalda del pelirosa mientras depositaba un suave beso sobre sus labios, pero estos no correspondieron.

Se alejó extrañado, arqueando una ceja al ver la expresión juguetona de su pareja; Jin lo miraba divertido mientras se mordía el labio inferior con picardía, era como un niño pequeño planeando su próxima travesura.

-Si no me ayudas... estarás en abstinencia por una semana.-concluyó, lanzando una risita ante la expresión desolada que nació en el rostro de su novio.

-No te atreverías...

-Claro que sí.

-¿Y qué hay de ti? También estarías en abstinencia.-respondió, recuperando la confianza.

-Ken puede ayudarme con eso.

Touché.

-Bien... -finalizó rodando los ojos-. Pero no creas que acepto porque estoy celoso, es solo que esa linda boquita tuya da las mejores mamadas del mundo. -dijo apretujando las mejillas del otro entre su dedo índice y pulgar.

-Olvidaste decir que cojo como los ángeles. -añadió tirando del cuello del menor para juntar sus labios en un beso húmedo, sintiendo como la erección del otro crecía bajo su abdomen.

-Claro, princesa. -respondió, tomando las mejillas traseras del mayor para elevarlo más y profundizar el beso.

Sin duda, esta sería una noche larga, ya mañana Jin tendría tiempo para explicarle a su capitán de qué manera podría ayudarlo con el lío amoroso de sus dos pequeños.

Notas finales:

* * *

HI!
Este es mi primer fanfic de BTS, y me alegra mucho hacerlo con una shipp que me encanta; aún estoy empezando así que espero haya quedado decente, lamento si encontraron uno que otro error ortográfico.

ACLARACIÓN: En este ff V, Kook y Jimin son de primer año; Yoongi y Hoseok de segundo, y Namjoon y Jin de tercero.

Bueno, creo que no hay más que decir, este planea ser un ThreeShot y su último capítulo será publicado el 13 de junio por razones obvias.b25;

Angie, fue hecho para ti y espero que te guste como va, me esforcé mucho CofEnEspecialConEl"Lemon"Cof. ;3;)9💕

¡Gracias por leer!
BYE!<3


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