— Disfruten su desayuno —dijo con amabilidad la empleada del onsen en el cual se hospedaban, el lugar era a toda voz completamente tradicional y esa construcción parecía haber existido desde el mismo origen de la pequeña ciudad fronteriza Ichiraku, reconocido hogar del ramen, la pareja estaba sentada sobre el tatami en la terraza que daba al pequeño estanque de peces koi que antecedía la puerta al onsen privado de esa habitación , dicho estanque les regalaba un ambiente de nostalgia, pues en el palacio de la fortaleza cerbero aún después de tantos milenios estos peces permanecían y revoloteaban por sus aguas, aquel pequeño lago en el jardín oculto entre los matorrales ancestrales. Tomaron su desayuno, también tradicional, donde el arroz, el pescado y la sopa de miso no podía faltar, como siempre acompañada con un té verde caliente que exudaba espeso vapor por su elevada temperatura.
— hacia bastante que no me relajaba tanto… — susurró Sasuke sintiendo el aroma herbal del té verde que había acercado a su boca para enfriarlo un poco.
— ¿hoy a dónde vamos? — preguntó Naruto notablemente emocionado mientras se inclinaba sobre su comida para acercarse más a Sasuke, después de saborear el corto y efímero sorbo de té que había tomado en la boca de Sasuke se dibujó una ligera sonrisa, Naruto también se veía feliz y tranquilo, entonces, y gracias a esto, Sasuke supo que había logrado su cometido, de hacer olvidar al menos por un tiempo sus tormentos, la sombra tenebrosa de Kaguya que les había seguido hasta el presente y era la anunciante de próximas calamidades.
— es una ciudad pequeña y agrícola, pero tiene un templo que me contaron es icono de esta ciudad al igual que el Ichiraku — Sasuke dejó el té en la mesilla y tomó los palillos para después también tomar de la mesa el tazón de arroz — iremos ahí — concluyó para comer un bocado con satisfacción, adoraba el sabor del arroz tradicional preparado a la antigua, de alguna manera el arroz preparado de forma tradicional tenía un sabor distinto, mas nostálgico, siempre le había gustado la comida tradicional, quizá porque su gusto era similar a la comida del pasado, cuando no se habían descubierto varias especias modernas.
—un templo... — Naruto se emocionó mucho por la idea, los lugares tradicionales de ese estilo siempre le parecieron mágicos, deseaba que este templo tuviera jardines de roca, como los que había visto por Internet. Tomó el tazón de la sopa de miso con las dos manos y sopló tres veces antes de sorber el caldo, estaba delicioso, le recordaba al sabor de las sopas que cocinaba el chef del castillo…hacia diez mil años.
…
— Toca la campana Naruto — le dijo Sasuke alzando al niño para que este tomara la gruesa cuerda de la campana del templo, la agitó y el sonido de la campana resonó en la soledad del tranquilo templo, recorriendo las paredes de papel, Sasuke puso a Naruto en el suelo, y juntos aplaudieron dos veces al unísono para hacer su pedido al sabio, sin saberlo su petición fue la misma, pues sus almas tenían el mismo deseo…por favor que Kaguya no regrese.
— No hay nadie por aquí — dijo Naruto mirando a sus alrededores mientras caminaban con el objetivo de observar mejor el sagrado lugar.
— es un día de semana común y corriente, en general la gente esta concentrada en sus actividades después del descanso que se les ofreció por la coronación de Hinata — explicó Sasuke, ese día los alumnos estaban en sus clases y los adultos en el trabajo haciendo cada uno su deber, al menos hasta la hora de almuerzo las calles estarían solitarias.
— menos mal no había nada importante en la escuela esta semana — dijo Naruto para sí mismo, entonces por su mente pasó uno a uno los rostros de sus amigos, se preguntó por un par de instantes si estarían preocupados por el — Sasuke.
— ¿Qué pasa? — Sasuke miró al pequeño Naruto y ambos detuvieron su andar en aquel camino de piedra rodeado de árboles de cerezo cuyas hojas por la estación en la que estaban ya se empezaban a tornar de un color anaranjado típico de la llegada del otoño, recayendo en este hecho Sasuke pensó que ahí mismo podrían volver en primavera, cuando los cerezos estuviesen en flor, para disfrutar de la caída de los pétalos en la tranquila soledad, ese templo estaría solitario, pues en el centro de Ichiraku había un parque de cerezos el cual seguro era el lugar predestinado para los picnics primaverales de los habitantes de ese lugar, por tanto, el templo estaría tranquilo y solitario.
— ¿los demás saben dónde estamos? — Empezó a preguntarle Naruto — ¿no se preocuparan al ver que desaparecimos?
— no tienes nada de qué preocuparte, los demás creo aún no saben dónde estamos, pero si son conscientes de que estamos a salvo — le tranquilizó Sasuke acariciando su cabeza de hebras rubias y regalándole una ligera sonrisa la cual Naruto devolvió de una manera mucho más efusiva.
— Sospeché que los encontraría por aquí — una voz desconocida hablo a sus espaldas, Sasuke giró ligeramente sorprendido, había sentido la presencia pero no pensó que estaría tan cerca, esa persona era alguien bien entrenado, pero cuando reconoció al desconocido enseguida supo que no sería una amenaza. Naruto en cambio no conocía al alfa de cabello blanco que estaba parado ahí, y por alguna razón sentía un mal presentimiento, pero pese a ello mantuvo la calma, Sasuke parecía conocer y confiar en aquella persona y Naruto confiaba en Sasuke.
— Jiraiya, tiempo de no vernos — ambos alfas se estrecharon las manos como viejos amigos.
— Igual mente general Sasuke — el hombre tenía la misma edad de Tsunade, solo que al menos el si la aparentaba, vestía un sencillo yukata color verde oscuro, tenía el rostro maquillado y la bandana de Konoha que señalaba su puesto como militar — Itachi Uchiha me envió a darte un mensaje, sospeché que estarías en este lugar porque eres un amante de la tranquilidad.
— así mismo como tú lo eres de los hermosos omegas — respondió Sasuke en consecuencia y Jiraiya sonrió, pero para Naruto aquella sonrisa era extraña, su boca demostraba felicidad, pero sus ojos parecían ajenos a esto — este es Naruto.
— Oh yo lo conozco, las memorias selladas me lo mostraron — mencionó Jiraiya señalando su sien con una sonrisa — es idéntico a como era hace diez mil años, si esa es la clave de la vida eterna tendría que sellarme yo también — bromeó.
— Necesitas los poderes de un dios para eso y ya no quedan — contestó Sasuke y Jiraiya volvió a sonreír.
— La información te la puedo dar después, me gustaría hablar un poco contigo antes — dijo Jiraiya — les acompaño en su paseo mientras te cuento mis descubrimientos.
— Me parece bien — aceptó Sasuke — Naruto ¿quieres ir por unos helados?
— ¡sí! — Naruto se emocionó al instante olvidando la curiosa sonrisa del alfa a quien acababa de conocer — ¿habrá helado con sabor a ramen? — la pregunta descolocó por completo a Sasuke.
— Oh gustos raros — dijo Jiraiya mirando al niño con una sonrisa infantil — ¡eso me gusta! Tengo un amigo que hace helados artesanales en Konoha le pediré que haga uno de ese sabor para ti.
— ¡en serio! — exclamó Naruto con una sonrisa igual de infantil que la del adulto que de cabello blanco que estaba delante suyo.
— Aunque no te aseguro que sepa bien — rió Jiraiya de forma burlesca.
— si sabe a ramen ¡tendrá buen sabor! De veras — exclamó el niño pegando un pequeño brinco, jamás creyó que probaría un helado con sabor a ramen, fue solo una idea, un pensamiento que sin querer dijo en voz alta.
— de verdad no has cambiado nada Jiraiya — suspiró Sasuke, recordando las viejas andanzas de aquel alfa junto a Tsunade y el clan Uchiha — cuando escuché que pediste el traslado a este pueblo apartado me sorprendí mucho, aquel día era aún muy pequeño, pero recuerdo claramente tu expresión, era muy extraña.
— Pasaron muchísimas cosas — murmuró Jiraiya mientras su mirada se perdía y Naruto notaba en sus ojos en el aquella expresión que le provocaba una sensación inquietante, bajaron los últimos escalones del templo para terminar en la calle que le rodeaba, el templo estaba sobre una pequeña roca recta de superior plano.
— así que dime ¿cuáles son los descubrimientos de los que me querías hablar? — preguntó Sasuke despertando al alfa de cabello blanco de su ensoñación, los ojos de este recuperaron el brillo antes de sonreír y caminar a la montaña del templo, Sasuke y Naruto le siguieron y observaron atentos cuando este tocó el muro de tierra.
— ¿ves la forma extraña de esta montaña? — Preguntó Jiraiya — parece más un cilindro, la pared de vegetación es un muro perfectamente horizontal que vista desde el cielo forma una circunferencia, y en la cima de forma perfecta hay una planicie ¿sabes porque es así?.
— la verdad no entiendo a qué quieres llegar con todo esto, admito que tiene una forma extraña pero de por si la naturaleza es una entidad que en medio de sus casualidades puede crear cosas así, arboles con formas humanas, montañas extrañas, lagos que parecen piscinas — opinó Sasuke, mientras Naruto a su lado escuchaba atentamente la conversación de los mayores sin intervenir.
— Naruto ¿reconoces esta montaña? — preguntó Jiraiya de repente y el niño no supo que decir, ¿debía reconocer ese lugar? El jamás había estado en Ichiraku.
— no señor Jiraiya, yo jamás he estado aquí — respondió el niño extrañado, y el hombre del yukata verde sonrió.
— bueno en tantos milenios cambió mucho pero esta era tu casa, el árbol del dios Namikaze amaterasu Minato — esta revelación dejó boquiabiertos a Sasuke y a Naruto.
— ¿Cómo estas tan seguro? Era un árbol gigantesco protegido por una barrera, para tener esta forma debió haber sido cortado — Sasuke expuso sus inquietudes al instante mientras Naruto permanecía observando aquella montaña en silencio.
— no lo había confirmado hasta ahora sabes — empezó a responder Jiraiya — pero en las memorias hubo un momento en el que la diosa caída Kaguya te lanzó un ataque de destrucción masiva el cual esquivaste, el ataque se perdió en el horizonte y fue ese mismo ataque el que cortó el árbol.
—…es verdad — admitió Sasuke recordando de repente y girando a ver la montaña con los ojos abiertos de par en par, la escalera por la que habían descendido, al menos los escalones, se conservaban desde aquella era, el tronco se había petrificado y vuelto igual que la piedra, pero era ese el árbol que había servido de casa para sus suegros y su omega, sintió que halaban sus ropas y al ver el rostro de Naruto no pudo evitar levantarlo en brazos para hacer sentir al niño protegido.
— Lo siento, parece que arruiné el ambiente — se disculpó Jiraiya inclinándose ligeramente.
— no se preocupe — empezó a decir Sasuke acariciando la espalda de Naruto que tenía la cabeza escondida en el cuello del alfa, sintiendo desde el origen el aroma a bosque que el poderoso alfa tenía para calmarse, no estaba llorando, pero ganas no le faltaban — de hecho le agradezco que nos lo haya dicho, este fue el hogar de Naruto y ahora sabemos dónde podemos venir a pedir por las almas de mis suegros.
— Naruto-chan ¿estás bien? Vamos por los helados — ofreció Jiraiya al niño quién después de unos instantes de silencio sacó la cabeza del cuello de Sasuke y bajó de sus brazos, una brisa fuerte sopló de repente agitando los suaves y rubios cabellos desordenados del niño con ojos decididos, como si voluntades pertenecientes a otro plano existencial estuviesen de acuerdo con sus palabras.
— estoy bien, mi deber es ser fuerte para Sasuke así como él lo es por mí —aquello fue por completo una sorpresa para los dos alfas, no esperaban aquellas palabras llenas de madurez, pese a ello, escucharlas lleno de calma a Sasuke, Naruto estaba enfrentando las cosas con valentía pese al miedo y la inseguridad, como alfa, se sentía orgulloso de su pareja, a la cual había visto crecer desde que quedó bajo su custodia al salir del cobijo de sus padres.
— bien, entonces te compraré el helado más grande que haya por tu valentía cachorro — dijo Jiraiya señalando una pequeña casa la cual tenía la vitrina de los helados fuera, Naruto, sin pensar en nada mas salió disparado hacia ella.
— preocúpate por tu bolsillo Jiraiya, se llevara toda la tienda, su estómago es pozo sin fondo — bromeó Sasuke y Jiraiya rio.
— sabes no me esperaba que dijera eso, después de todo es un niño — dijo el alfa mayor mirando al alfa más poderoso de piel blanca — a pesar de su corta edad tiene mucha madurez, es como una copia tuya en cierta forma, pero mucho más bonito y sin la cara de amargado.
— yo soy feliz con mi cara de amargado —respondió Sasuke al comentario burlesco colocando sin querer el rostro de amargado que habia mencionado Jiraiya anteriormente.
—acerca del mensaje de Itachi, no te lo quería decir con Naruto cerca —empezó a decir Jiraiya borrando su sonrisa amistosa y frunciendo el ceño — encontraron la base de la rebelión, el lugar donde van a revivir a Kaguya, y también descubrieron quién esa detrás de todo…
— Jiraiya porque no me dijiste algo tan importante mucho antes…
—Quéjate conmigo después, solo toma — el alfa mayor le entregó al menor una llave — es la llave de mi departamento, queda en el edificio más alto de aquí, dudo que se te dificulte encontrarlo, puerta numero cuatrocientos uno, en la mesa hay un computador conectado directamente al centro de operaciones de Konoha, te están esperando para una reunión, por Naruto no te preocupes, yo lo cuidare bien.
— Gracias Jiraiya — agradeció Sasuke tomando las llaves y dando un par de pasos hacia atrás para tomar algo de impulso, corrió un poco y luego dio un salto descomunal para después perderse entre los techos del lugar.
— no tienes absolutamente nada que agradecerme Sasuke…créeme— dijo Jiraiya mirando el techo por el cual Sasuke había desaparecido, poco después, sintió pequeños pasos apresurados detrás suyo.
— ¿y Sasuke? — Jiraiya giró sonriente mirando al niño quien sostenía un helado más grande que su propia cabeza y se arrodilló a su altura.
— se le presentó algo, luego nos reuniremos con el — explicó amablemente al niño —vamos a pagar ese helado y continuemos con el paseo.
— bueno… — a Naruto por alguna razón le causaba una sensación de inseguridad, pero si Sasuke confiaba tanto en aquella persona como para dejarle a su cargo, significaba que era alguien digno de esa confianza.
…
Sasuke entró al apartamento de Jiraiya y se encontró con un lugar que parecía simplemente una habitación de un hotel cualquiera, un sitio sin personalidad, un lugar completamente blanco y negro, sin fotos ni decoraciones, pese a ello no le dio mucha cabeza a este hecho y se limitó a buscar el lugar donde estaba la mentada mesa, pues los asuntos que le traían ahí eran mucho más importantes que la decoración, no tardó mucho pues esta era la mesilla de centro, ahí estaba una computadora portátil color plata, se sentó en el sofá y la encendió presionando el pequeño botón, la computadora se encendió al instante mostrando sus capacidades pese a su delgado acabado, a Sasuke le gustó esto, pensó en comprar una similar…la suya había estallado con su anterior auto.
Lo primero que apareció en la pequeña pantalla fue la entrada al servidor militar de comunicación directa, fue cuestión de entrar con su usuario y su contraseña para después darle click a un par de sitios más y al instante estar llamando directamente a la red privada de Itachi Uchiha. Unos segundos de espera y el rostro de su hermano mayor apareció en pantalla.
— ¿Sasuke? Es raro que me llames a mí — dijo con su habitual tono burlesco Itachi Uchiha, el alfa azabache menor se sorprendió mucho por esto, teniendo en cuenta la naturaleza del mensaje que su hermano le había enviado con Jiraiya esperaba ver aquel otro rostro de Itachi, el Itachi serio, el estratega y el gran líder militar que era.
— sé las noticias, encontraron la base de la rebelión y confirmaron que será el lugar donde revivirán a Kaguya — Sasuke fue al punto, el tiempo era precioso y cada segundo que perdía el hablando con Itachi eran segundos que ganaban sus enemigos para lograr sus cometidos.
—Efectivamente — Itachi pensó que Sasuke pese a haberse escapado para volverse ajeno a la situación había dejado encargado a alguien de informarle a cerca de las noticias importantes — está ahí en Ichiraku, apenas ayer encontramos su base, conseguimos determinar que ahí revivirían a Kaguya y recién ahora creemos saber quién es su líder…tomamos acciones inmediatas.
— ¿acciones inmediatas? — detalles, eso era lo que Sasuke necesitaba saber, confiaba en que Naruto estaría a salvo con Jiraiya y planeaba tomar parte del operativo que Itachi estaba realizando, así, la próxima vez que viera a su pequeño omega seria para abrazarlo y decirle que por fin eran libres de sus fantasmas.
—¿sabes la razón por la cual los otros países no nos querían prestar su ayuda? — preguntó Itachi de repente en respuesta a la anterior pregunta de Sasuke, Sasuke empezó a golpear el piso con el pie produciendo con la suela de su zapato un sonido constante que demostraba lo que su cara no, la impaciencia.
— claro que lo sé ¿creíste que no me enteraría? Ellos querían que yo volviera a poner la corona sobre mi cabeza por no querer seguir a una descendiente de Neji, únicamente por perjuicios de antaño — habían tratado de esconderle esa información, pero si Sasuke afinaba el oído era capaz de escuchar con claridad todo lo que estaban hablando en el edificio donde se encontraba. Así mismo se enteró de esa información que habían pretendido ocultarle.
— pues al saber la información que teníamos, que habíamos localizado el lugar de la resurrección en menos de dos horas los equipos ambu y los jinchuriki de todos los países estaban en Konoha —esto sorprendió un poco a Sasuke, las tribus nómadas de antaño eran muy tercas y orgullosas, aunque vieran que se equivocaban en algo una vez tomaban como conjunto una determinación no cambiaban de parecer.
— Eso me sorprende bastante — señalo Sasuke a su hermano mayor, Itachi sonrió.
—creo que a pesar de nuestras diferencias todos sentimos lo mismo — empezó a decir Itachi perdiendo la apariencia seria que tenía, pasando a su faceta de hermano mayor responsable que pocas veces se veía en el — el agradecimiento por el sacrificio que ustedes hicieron, queremos devolverles ese gran favor, nuestra intención era acabar con los planes de la rebelión, para después poderles dar con orgullo la noticia de que no tendrían que sacrificarse más.
—Entiendo eso — Sasuke no era ajeno a esos sentimientos, era precisamente eso lo que él deseaba hacer por Naruto.
— por eso mismo, en este instante estoy en uno de los aviones militares de la gran flota del país del fuego, conformada por más de doscientas aeronaves de última tecnología, cada una lleva alrededor de cien solados, los más poderosos del mundo — Itachi sonrió orgulloso por tan grande despliegue de poder— estamos a menos de cinco minutos de ichiraku.
— ¿cómo piensas aterrizar toda esa flota? — Preguntó Sasuke — en esta pequeña ciudad no hay ningún lugar adecuado — la sonrisa que se dibujó en el rostro de Itachi hizo que Sasuke sintiera escalofríos, no por tenerle miedo, en lo absoluto, si no porque era la sonrisa que solía poner Itachi Uchiha cuando planeaba algo irracional y exagerado.
— simplemente bajaremos...
— ¿bajar?
— saltaremos de los aviones en pleno vuelo.
— ¿con paracaídas? — preguntó Sasuke.
— No seas tonto Sasuke — Itachi sonrió — con tan poco tiempo no podíamos preparar paracaídas para tanta gente — aquello Itachi lo dijo como si fuera lo más obvio y racional del mundo. Sasuke bufó mientras se preguntaba si ese ejercito sabía que la única manera de bajar era saltando al vacío
—No tienes remedio —susurró Sasuke sintiéndose un poco mas aliviado, las cosas estaban bien, podrían eliminar el peligro antes de que este apareciera, de hecho, en esos instantes las cosas no podían estar mejor.
— por cierto Sasuke ¿y Naruto?—preguntó Itachi, y Sasuke apoyando su espalda en el sillón respondió tranquilamente.
— lo deje al cuidado de Jiraiya — el sonido de algo hecho de vidrio estrellarse en el suelo alerto a Sasuke, miró la pantalla notando el rostro de Itachi sorprendido y pálido como una hoja de papel, la reacción no solo le extraño, si no que también le preocupó.
— déjame aclarar…Jiraiya fue quién te informó de todo y te envió a llamarme… — Sasuke respondió al instante.
— así es, este es su departamento.
— y dejaste a Naruto a su cuidado ¿verdad?
—así es…
—Sasuke.
— Itachi me estas preocupando —dijo Sasuke con voz seria, un silencio sepulcral acompañó las miradas serias que se dirigían los hermanos, la tensión aumentaba poco a poco…
—Sasuke no hagas nada precipitado.
— ¿Por qué lo haría?.
— Jiraiya es el líder de la rebelión.
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