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Tu silencio por valeeop

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Caminar de un lado al otro en aquel apartamento no estaba funcionando en lo más mínimo, sus niveles de irritación e impaciencia los cuales llegaban a limites extremos estaban siendo controlados muy a duras penas por su racionalidad intrínseca, pues pese a tener la cabeza vuelta el mayor de los líos existentes sabía que de actuar por su cuenta y de manera apresurada solo podría conducir a resultados contraproducentes que incluían, en ellos, a Naruto lastimado o muerto y eso era algo que bajo ninguna circunstancia podía permitir, lo que más claro tenía desde que sus recuerdos habían regresado es que de morir uno de los dos no habría una tercera oportunidad, poco tiempo faltaba para que Itachi llegara con los refuerzos y aunque por lo que había dicho por la llamada pareciese ser una persona poco confiable que se lanzaba a peligros desconocidos sin ningún plan mínimamente confiable en realidad era todo contrario, de ahí que Sasuke fuera capaz de poner su vida en las manos de Itachi y en la situación actual, contrariando a su instinto alfa, estuviera poniendo la vida de su adorado omega en las manos de su hermano mayor del presente, Itachi era una persona extremadamente inteligente, incluso podría decirse que más que el mismo, precavido y calculador en todo sentido de la palabra, aunque por su manera de ser pareciese el no hacía nada al azar, desde el cepillarse los dientes hasta la forma en la que anudaba sus tenis para salir a trotar, todo estaba para ese alfa previsto y calculado, con el objetivo de ser lo más eficiente posible, esa era la verdadera cara de Itachi Uchiha, su naturaleza, ese era el general táctico más joven del ejercito del país del fuego y de todo el continente, alguien capaz de demostrar que la edad y la experiencia eran solo un agregado.

 

...

 

— lo siento Naruto parece que tendremos que hacer una parada antes de ir a comer las crepas que te prometí —dijo Jiraiya en tono de disculpa al niño omega que caminaba a su lado, Naruto pestañeo un par de veces pero antes de que pudiese preguntar el por qué Jiraiya se explicó, estaban ambos de pie en medio de una calle residencial solitaria de casas con muros altos — mi omega me llamó, al parecer es algo importante —dijo mostrando la llamada perdida en su celular.

 

— ¿su omega? —Preguntó Naruto curioso por saber qué clase de persona seria el omega de Jiraiya, después cayó en la cuenta de lo que el alfa mayor había dicho y un aire de preocupación le sobrevino al instante — debería llamarlo de vuelta ¿y si es algo malo? —los ojos de Naruto miraban centelleantes de preocupación a Jiraiya y este no hizo más que cerrar los ojos para sonreír ligeramente debido a la bondad del niño que se preocupaba por un completo desconocido.

 

—de haber sido así hubiera presionado el botón de emergencia — dijo Jiraiya con una ligera sonrisa —veras...mi omega es a lo que le llaman defectuoso, no puede caminar y por algunas cosas que sucedieron tampoco ha podido darme cachorros — Naruto se sorprendió ante esta información, sobre todo por el hecho de que Jiraiya se lo hubiera dicho, siendo el un niño, Sasuke era el único que pese a querer protegerle le hablaba con toda honestidad independientemente de lo dura de la situación que se presente, por tanto también pensaba que aquel alfa de cabello blanco le trataría como un niño.

 

— vamos a donde se encuentra su omega señor Jiraiya —dijo Naruto con una sonrisa tranquilizante — quiero conocerle — para alguien como el que durante todo el tiempo que estuvo en el orfanato fue tratado como un inútil y un defectuoso era muy importante el hecho de conocer a alguien que quizá haya vivido las mismas situaciones, Jiraiya miró los ojos azules de Naruto con los propios manteniendo una expresión inescrutable, la boca en una línea recta mientras observaba a detalle las facciones del menor que Sasuke había dejado bajo su cuidado.

 

—seguro se llevaran bien... — dijo el mayor en voz baja con un tono de voz el cual parecía ajeno al presente en el que se encontraba y con la mirada perdida sin mostrar cambio alguno en su faz cambio la dirección de su camino y empezó a dar pasos algo apresurados, mientras, el pequeño Naruto inocente e ignorante le seguía hasta aquel destino final.

 

...

 

Hinata estaba sentada en su escritorio tratando de mantener la compostura pero la manera frenética en la cual movía las piernas debajo de la mesa demostraban su estado, se encontraba a punto de perder la calma mientras veía fijas en la pantalla los rostros serios e infranqueables de los dirigentes de los distintos países que formaban el gran continente, eran todos ellos contra ella, tenía las de perder pero debía mantenerse firme para defender los intereses de Naruto y Sasuke quiénes ya en múltiples ocasiones se habían negado a volver a formar parte de la monarquía, no entendía como esas personas querían obligarles después de todo lo que ese par había sacrificado ya, en su situación ella también desearía un retiro tranquilo, no es fácil morir perdiendo todo lo que tienes, haciéndole daño involuntariamente a quienes amas, revivir en un mundo nuevo y volver a perder miembros importantes de tu familia solo para reencontrarte con el amor de tu vida y que justo después te dijeran que la persona causante de todo tu sufrimiento iba a renacer, que además era una diosa y que volvería más poderosa y enojada que nunca...era jodido y ese grupo de señores bien vestidos parecían no entenderlo.

 

—reina Hinata...estamos siendo lo más condescendientes posible, teniendo en cuenta la situación en la que estamos... no deberíamos ni andarnos con formalismos — mencionó uno de los dirigentes desde el monitor, lanzando una indirecta a otro de los dirigentes.

 

— ya actuamos, enviamos nuestros recursos a la batalla lo único que queda es formalizar — dijo ese otro dirigente recibiendo la indirecta del primero, mantenía su ceño fruncido en una expresión de tremenda amargura — una civilización se caracteriza por ser civilizada, este acuerdo hace legítima nuestra colaboración y certifica la paz en nuestras fronteras, triunfaremos frente a la amenaza y esto quedara de legado y ejemplo a las futuras generaciones.

 

— en tiempos de crisis es cuando todos son capaces de ceder y unirse ¿Quién hubiera dicho que después de las ultimas invasiones íbamos a terminar firmando algo así? — señaló otro de los dirigentes con mordaz altanería, él era el principal invasor de fronteras y por ganarse tantos enemigos estaba siendo amenazado por sus vecinos los cuales sin pelos en la lengua ya le habían anunciado sus intereses de devolver los golpes, con este tratado que estaban firmando él se salvaba de recibir represalias por su avaricia.

 

— dejando asuntos pasados de lado...¿estamos todos listos para firmar? —Hinata vio los rostros de aquellos dirigentes mirando al frente, como si se estuvieran tomando una foto para algún documento, serios, estirados, supo aún así que la estaban mirando a ella, a su porte, esperando ser capaces de descifrar a través de su faz sus pensamientos, pero ella no se los permitió.

 

— Aunque yo firme este acuerdo ustedes no podrán conseguir que el rey Sasuke vuelva a gobernar — dejó caer Hinata sus palabras mientras firmaba en una pantalla táctil el final de una hoja virtual que luego cada una de las personas participes de la reunión en línea imprimiría para tener constancia de lo ahí pactado.

 

—pero no podemos saber lo que Naruto sama...

 

—Naruto sama puede ser un dios, el nieto del sabio... — señaló Hinata interrumpiendo las palabras de uno de los dirigentes de los países del continente —pero aún es un niño que ha pasado por mucho y desea un poquito de paz, sean capaces de entender por favor... — y el silencio se hizo mientras todos firmaban el documento e imprimían el físico de este, pese a su apariencia tranquila mantenía el movimiento constante y nervioso de sus piernas bajo el escritorio.

 

— cada quién debe ceder en tiempos de crisis —repitió aquel dirigente que había permanecido todo aquel tiempo en silencio— incluso aquellos que cumplieron su parte tienen responsabilidades, en el caso del rey Sasuke debido a su infortunada muerte su reinado se vio interrumpido, en el caso de Naruto sama es su deber como heredero del sabio hacerse responsable de guiar a la sociedad cambia forma, le harán más caso las gentes a un niño como vuestra merced le llama a un dios de más de diez mil años que a nosotros un grupo de hombres con traje, es por el bien del futuro —Hinata aún manteniendo una postura totalmente opuesta a la que esta persona expuso no pudo evitar pensar que hablando racionalmente el tenia razón...pero analizando las cosas con el corazón, estaban siendo enormemente injustos. De nuevo hubo silencio mientras los dirigentes volvían a observar a la joven reina de forma crítica. Con el afán de terminar con aquel mutismo incómodo y de paso solventar una de sus dudas uno de aquellos hombres trajeados preguntó...

 

— me gustaría saber que ha sido del arma sagrada ¿la han enviado a la misión con las fuerzas? —Hinata supo que aquel alfa se refería a la verdadera arma sagrada, el báculo sagrado del sabio de los seis caminos, se hizo la pensativa durante unos instantes antes de responder pese a tener la respuesta en la punta de la lengua, acompañando su rostro pensativo con una mirada que parecía reflejar la verdad del mundo, aquellas eran sin duda unas maneras equivocadas que representaban una pérdida de tiempo precioso considerando la situación, pero debía hacer uso de esos recursos, se trataba del comportamiento que reflejaba la solemnidad de un monarca, hábitos que había aprendido mediante la observación de su padre desde su más tierna infancia. 

 

— El gran rey Sasuke tenía intenciones de sacar el arma sagrada de la habitación abajo del castillo —empezó a explicar con un tono de voz neutro y calmado, manteniendo un timbre armonioso y halagador para los tímpanos de quienes le oyesen —pero...

 

— ¿pero...? —repitió aquel que había hecho la pregunta con el afán de que la reina respondiera más rápido y de paso quitarle el poderío que ella estaba adquiriendo en la conversación, consideraba que la descendiente de un traidor no debía darse a sí misma tantos aires, pero Hinata no dio su brazo a torcer.

 

— aquel día el rey Sasuke y su hermano mayor de esta época, el general táctico de este país Itachi Uchiha descendieron a la cámara subterránea a adquirir el arma pues la puerta ya no estaba sellada — por la mente de la muchacha pelinegra pasó aquel día, mientras los hermanos Uchiha iban a buscar el arma el pequeño Naruto quedó a su cuidado y tomaron algo de té, cuando por error a Hinata se le escapo el motivo por el que Sasuke había ido ese día al castillo Naruto demostró por primera vez que no era un omega común y corriente, pues al levantarse desapareció por completo de la vista de Hinata, por testimonio de un adolorido Itachi Uchiha supo después que el pequeño Naruto se había tele transportado hasta ponerse entre la puerta de oro e Itachi cuando este estaba estirando la mano para abrirla y como no podía ser de otra manera, pues estamos hablando de Naruto, el niño mordió la mano de Itachi y no la soltó hasta que Sasuke con el afán de salvar a su hermano mayor quiso intervenir, pero el antiguo rey también recibió la furia del zorro, todo este espectáculo ocurrió delante de soldados de alto rango del ejercito quiénes dijeron que los dos alfas más poderosos del país habían sido sometidos y exterminados a punta de mordidas... — como sabrán el sello de la puerta ya no existía puesto que Naruto sama había hablado después de salir del árbol, algo que su madre la altísima amaterasu Namikaze Kushina diosa del fuego había tratado de evitar imprimiendo en su hijo el miedo a hablar utilizando sus últimos vestigios de poder, tal parece que el rey Sasuke aún sin haber recuperado ninguno de los dos sus recuerdos logró romper esa barrera.

 

— Bueno he de admitir que no tenía conocimiento de eso —agregó uno — prosiga...

 

— cuando Itachi Uchiha intentó abrir la puerta Naruto sama le detuvo y prohibió determinantemente tocar el báculo sagrado —Hinata continuó antes de que alguien más hablara — explicó el algo que no estaba en nuestro conocimiento, al parecer el báculo sagrado es lo que permite que ciertas leyes que corrigen errores del mundo se mantengan — la reina recordó nuevamente aquel día, a Sasuke se le sanaron las mordeduras en un santiamén pero tenía la cabeza gacha como perro regañado por su amo, Itachi quién no corría con la misma suerte de poseer tal poder como para sanar al instante tuvo que vendarse las manos hasta la altura de los codos, los cuatro, los hermanos Uchiha, Naruto y ella se hallaban sentados mientras el más pequeño explicaba sus razones —el báculo sagrado desde tiempos anteriores al nacimiento del altísimo Minato amaterasu Namikaze ha servido para mantener el orden en la sociedad cambia forma, limita a uno los omegas a los cuales puede marcar un alfa, evita que los alfas mayores fuercen al coito a omegas sin celo evitando violaciones infantiles, merma los instintos más destructivos de algunas de las especies animales en las cuales se pueden transformar los cambia formas, entre muchas otras cosas que se veían a menudo antes de que el sabio de los seis caminos interviniera, eventos que evitaban que las sociedades se establecieran, pues por ejemplo la mayoría de las parejas para evitar que sus hijos omegas o incluso alfas fuesen ultrajados vivían apartados de sus iguales al menos hasta que sus hijos alfas fueran capaces de defenderse o hasta conseguir una pareja para su hijo omega que fuera capaz de velar por la seguridad de este, por entonces la idea de establecerse en grupos de más de veinte personas era un enorme disparate, al menos hasta que el sabio intervino y puso en orden a la sociedad guiándola por el buen camino...

 

...

 

— debido a que puedo hacer las cosas por mí mismo no necesito en realidad ayuda para hacer lo básico así que me puedo quedar solo sin ningún problema —explicó un omega con aura maternal, tenía la piel pálida y el cabello negro y largo, sus ojos amarillos brillaban con naturalidad tan tranquilos como el lago ojos de zorro, desde su lugar sentado sobre su silla de ruedas y con las manos en su regazo respondía las preguntas del niño que sentado cerca suyo le miraba con admiración, para Naruto el omega de Jiraiya Orochimaru era alguien digno de admirar, él se había retraído por completo de todo frente a el trato que se le daba por quiénes creían era un defectuoso el cual no podía hablar, mientras Orochimaru quién había nacido y vivido toda su vida con esa condición era una persona amigable y sociable, ambos, Naruto al menos por un tiempo, estuvieron en la misma situación, en un orfanato clasista siendo rechazados y marginados.

 

—Jiraiya san es una buena persona... — aquello no fue algo que Naruto quisiese decir, fue algo que pensó y sin querer su boca se movió sola, al conocer a Orochimaru no pudo evitar relacionar a Jiraiya con Sasuke, pues así como Sasuke le había sacado de su oscuridad y le había enseñado de nuevo el amor así mismo imaginó había hecho Jiraiya con Orochimaru pues el primero también había sacado a su omega de un orfanato para que fuese su esposo y pese a no haber podido tener descendencia Jiraiya no buscó concubinas quiénes le pudieran dar cachorros, se mantuvo enormemente fiel llevándole la contraria al fuerte deseo alfa de procrear.

 

—sí, es alguien que vela por mí y por nuestro futuro — Orochimaru dijo eso con una sonrisa la cual fue para Naruto enormemente indescifrable, de tal alfa tal omega, aquella sonrisa era extrañamente similar a la que Jiraiya ponía a veces, incluso, tenía el mismo aire que esos rostros serios de labios rectos que el peliblanco ponía cuando su mirada se perdía en la lejanía.

 

—bueno he traído algo de beber para el par de omegas chismosos —dijo Jiraiya saliendo al jardín con una sonrisa dirigida sobre todo a Orochimaru quién a su vez se la devolvía con enorme cariño, el alfa de cabello blanco dejó la bandeja con los jugos de naranja sobre la mesa y el mismo se sentó con los dos omegas, el vaso que le entregó a Naruto era similar a los otros dos pero el sorbete de color verde neón daba vueltas en intrincadas formas.

 

— lamento que hayas tenido que hacer esto, sé que no querías participar activamente —Naruto escuchaba muy lejana la conversación que habían empezado los dos adultos, pues al ser un niño estaba encantado con ver como el jugo de naranja daba vueltas hasta llegar a su boca cuando sorbía la pajilla, por tanto se había tomado en un santiamén gran parte del jugo ignorando el dolor de cabeza que tenía por beber tan rápido algo tan frio.

 

— no te preocupes — dijo Orochimaru a Jiraiya poniendo su delicada mano sobre la de su alfa —sabes que si necesitas mi ayuda la tendrás, todo sea por el futuro, los métodos que nos lleven a la felicidad puede que no siempre sean los mejores... —en ese momento, Naruto cayó al suelo de pasto verde, desmayado por el sedante que Jiraiya había mezclado con la limonada...

 

...

 

— Seguiremos insistiendo en que abandones la corona y se la entregues a sus legítimos dueños cuando el tiempo sea preciso —dijo uno de los dirigentes continuando con lo que habían estado haciendo toda la reunión, atacar a Hinata.

 

—no podemos esperar mucho de una descendiente de Neji Hyuga y de Iroha Hyuga —Hinata frunció el ceño al escuchar el segundo nombre, perdiendo un poco la compostura, Iroha Hyuga fue un rey que gobernó el país del fuego hacia mil años atrás, un alfa empedernido que para desgracia de los Hyuga fue el fundador de la doctrina clasista, por aquellos tiempos todavía reinaba una de las reglas no escritas pero creadas por Neji Hyuga, la ley de la pareja única, la cual dictaba que un alfa solo podía tener un omega y un omega solo podía tener un alfa, Iroha hyuga con el fin de poder mantener relaciones sexuales con más de una pareja no solo con su omega, se alió con varios miembros del parlamento de aquel entonces a quiénes la idea de tener un harem les llamaba mucho la atención y fundaron a los clasistas quiénes rompiendo con la situación igualitaria que hasta entonces existía entre alfas y omegas extendieron la norma de que un omega solo estaba para servir y obedecer y atender al alfa sumisamente, muchos alfas con el libido guiándoles apoyaron esto y enseñaron a sus hijos omegas en esa doctrina, esta doctrina dominó libremente por las tres décadas restantes en las cuales Iroha Hyuga gobernó antes de morir por una enfermedad de transmisión sexual, misma que Hinata mas tarde descubriría era un castigo por parte del báculo sagrado a aquellos alfas que no respetaran a su omega destinado, una de las funciones de esta arma ancestral. El hijo mayor de Iroha, Tokuma Hyuga, al pasar tanto tiempo viendo la triste vida que llevaba su padre omega por esa doctrina promovida por su padre fundó a los progresistas para que les llevaran la contraria a los clasistas, desde entonces, la familia real del país del fuego mantuvo la doctrina progresista.

 

— él fue sin duda una desgracia para mi clan no lo negaré —dijo Hinata cerrando los ojos, si ellos se metían con Neji Hyuga podía defenderse pues fue una persona honorable y un ejemplo... pero Iroha hyuga... ojala pudiera borrar su existencia, pues la sola mención de su nombre le provocaba repulsión.


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