Tu silencio por valeeop

— Sasuke aquí estoy — Itachi apareció por la ventana siendo cargado por Deidara, puede que ahí Itachi Uchiha fuese el alfa pero era un genio táctico cuyo mayor atributo era su gran cerebro e ingenio, en cuanto a la fuerza física su omega Deidara, aún con toda su delicadeza propia de un omega, le superaba con creces, por ello cuando el genio estratégico del país del fuego Itachi Uchiha debía ir al frente Deidara se convertía automáticamente en su escolta predefinido, pues además de ser su pareja contaba también con toda su confianza.

—Ubicación — preguntó Sasuke parándose en el marco de la ventana listo para saltar, en los techos de los edificios circundantes se divisaban una gran cantidad de soldados formados en distintas divisiones, eran poderosos eso estaba claro, eran los soldados más fuertes de cada uno de los países que conformaban el mundo donde habitaban, pero no eran suficientes...antes se necesitó la ayuda de una docena de dioses y varios millares de hombres...

— Están en la casa del objetivo, en el sótano, los informes no muestran actividad sospechosa dentro del lugar — dijo Deidara con toda la profesionalidad que requería el asunto —tenemos el lugar rodeado, procederemos cuando todas las fuerzas estén presentes y dispuestas en el área —Deidara le lanzó a Sasuke un comunicador.

—marchemos —ordenó Sasuke tomando el mando después de ponerse el comunicador en su oído derecho, justo después de su orden todas las siluetas de los soldados en los edificios se movilizaron rumbo al lugar donde se hallaba el principal objetivo a neutralizar, Jiraiya.

Rodearon la casa en cuestión de segundos y con eficiencia características de los más entrenados, los espías enviados a vigilar el lugar se sumaron a los escuadrones y bajo las ordenes de Itachi se decidió quién entraría por qué parte, el punto era no dejar sitio sin cubrir, Sasuke aún no estaba desesperado, pues el lazo le indicaba que Naruto se encontraba estable, tranquilo, que aún no le habían hecho algún daño y la marca sobre el niño se encontraba en perfectas condiciones, confiado en que Kaguya si revivía lo primero que haría sería marcar a Naruto pensó ingenuamente que esa diosa malvada aún no había vuelto a poner un pie en este mundo, vaya, que equivocado estaba, que inocente era, y que cruel era por su parte el destino.

Pues cuando él acompañado de los principales oficiales bajó al sótano lo primero que vieron fue a Kaguya sentada tranquilamente sobre una silla con Naruto inconsciente en sus brazos, sin poder decir nada en absoluto observaban la escena, el primer objetivo, Jiraiya yacía en el suelo abrazado con Orochimaru, pero en sus rostros solo se veía una enorme serenidad.

— supe que vendrían — habló la diosa con parsimonia mientras acariciaba la melena rubia del dormido omega que se hallaba en su regazo, poseía ella entonces un cuerpo etéreo y fantasmal, de transparencia inhumana, el hecho de que pudiera tener a Naruto en su regazo demostraba de forma verídica que podía intervenir en la realidad pero ella, esa malvada diosa de moral cuestionable no parecía hacer parte, al menos por completo, de la realidad en la que Sasuke, Naruto y los demás habitaban.

— Kaguya... —murmuró ese nombre Sasuke poniendo ahínco en cada silaba y también gran dolor, se sentía enormemente impotente al igual que aquellos que estaban detrás suyo, congelado, pues de hacer un movimiento en falso todo terminaría, sin previo aviso, estaban en la peor situación que podrían haber imaginado, no solo Kaguya había vuelto a la vida pese a su forma traslucida que daba testimonio de que aún estaba en el proceso de despertar por completo, sino que también tenía a Naruto con ella.

— ¿cómo está Jiraiya? —preguntó Itachi dando un paso al frente para ponerse al lado de su hermano menor, para tratar inútilmente de darle ánimos, al escuchar la pregunta Kaguya, con ademanes elegantes y con mucha paciencia se tomó el tiempo de responder — ¿lo ha matado? — insistió Itachi manteniendo el debido respeto con la diosa traslucida de cabello blanco temiendo que de enojarla su ira seria incontrolable, Kaguya mantenía sin responder, en un momento determinado observó los dos cuerpos intactos que estaban cerca suyo.

—Ah —exclamó Kaguya dándose cuenta de algo —Jiraiya es el nombre de la persona que me revivió — una elegante y delicada sonrisa se presentó en los labios de la diosa alfa antes de continuar —soy alguien agradecido con los que me ayudan y pese a que desprecio a los humanos con todo mi ser pague correctamente el favor que estos efímeros desgraciados me confirieron. Los he matado...si, pero antes de hacerlo les hice vivir al menos en el mundo de sus sueños la vida que deseaban y cumplí el motivo por el cual me ayudaron a resucitar — la diosa hizo una pausa poniendo un mechón de cabello tras su oreja —repito, ellos murieron, sí, pero antes, al menos dentro de sus memorias, vivieron una dichosa vida, la que siempre habían deseado —aquella revelación no se fue sorpresa para nadie, al menos para ninguno de los ahí presentes.

— ¿Qué planeas hacer ahora...Kaguya? — preguntó Sasuke diciendo aquel nombre con enorme amargura y mirando a Naruto antes de con una filosa mirada dirigir sus ojos a los tranquilos de la alfa diosa.

—bueno...mi plan original no ha cambiado en lo absoluto — empezó a decir Kaguya poniéndose de pie y depositando con cuidado a Naruto en la silla donde antes ella se hallaba sentada, la tranquilidad que poseía solo dejaba entrever a los presentes que estaba confiada en que los recién llegados no representaban al menos para ella y para sus planes amenaza alguna —los mataré a todos y creare una raza más digna que provenga de mí y que sea concebida por mi nieto —entonces por primera vez el semblante de Kaguya se perturbo, frunció el ceño enojada —mi sorpresa al enterarme de que mi querido nieto había sido marcado no fue grata en absoluto...escoria inmunda...

Sasuke reaccionó rápido al ataque de Kaguya liberando su chakra, sus ojos rojos de puro milagro pudieron igualar la velocidad de la diosa que furibunda no pudo acertar el golpe mortal que iba dirigido a Sasuke, las personas alrededor, incluidos Itachi, Deidara y Tsunade que hacían parte del primer grupo se alejaron del par cuando al fin pudieron reaccionar del estupor inicial, el siguiente golpe, esta vez por parte de Sasuke, destruyó con su onda expansiva la casa que estaba por encima de ellos dejando el sótano al descubierto, el cielo era demasiado azul y los pájaros volaban demasiado alegres para la tensión que se encontraba en el aire sobre todo cuando los escuadrones que se habían quedado fuera rodeando la casa observaron cómo esta había sido hecha añicos y como el sótano había quedado a la intemperie como un cráter en medio de los dos jardines que poseía esa antes pintoresca casa que había sido reducida prácticamente a la nada.

Poco tiempo tardaron los miembros del ejército global improvisado en dar soporte a Sasuke, arrojando desde sus "seguras" posiciones ataques a distancia para tratar de hacer el mayor daño posible a la diosa mientras sus cabelleras eran brutalmente golpeadas y mecidas por las ondas expansivas de los golpes que intercambiaban la diosa y el general del país del fuego, mismas culpables de destruir poco a poco las construcciones de los alrededores, entonces Itachi agradeció que la gente de varios kilómetros a la redonda en tan corto tiempo haya podido ser evacuada pues ni el mismo podría imaginar la destrucción que sería causada a la ciudad en esa contienda, se sensibilizó más con Sasuke y con Naruto, entendiendo su miedo palpable ante el inminente hecho de tenerse que enfrentar nuevamente a una enemiga que creían derrotada.

— Nos hemos oxidado con los milenios — dijo Kaguya cuando ambos pararon de intercambiar golpes, entre Sasuke y Kaguya había una importante distancia de más de seis metros, ambos se veían relajados pero ambos a su vez no podían estar más alerta —sobre todo yo...por "morir" ...aún así tu eres muy arrogante.

— ¿Por qué lo dices? —preguntó Sasuke ganando tiempo, preparándose para el próximo asalto, igualar la velocidad y la fuerza de la diosa por mucho que le doliera admitirlo le estaba costando un poco.

— ¿de verdad crees en tu arrogancia y delirio de grandeza que podrás salir victorioso nueva mente? —la silueta de sonrisa a labios cerrados de Kaguya se convirtió en un instante en una débil pero notable mueca burlona —no podrás conmigo...que me hallan derrotado antes ha sido mera casualidad, no te hagas ilusiones vanas, consiguieron "matarme" porque estaba en tu cuerpo pero mi alma de diosa no murió, solo que no poseía recipiente donde manifestarla para traerla de vuelta a este mundo, tantos milenios perdida en la nada y la completa oscuridad ha hecho que mi odio por ustedes de afiance, solo que mi mayor deseo ahora mismo es acabar contigo de la forma más lenta y dolorosa posible... —para desgracia de Sasuke, Kaguya con aquella conversación también estaba ganando tiempo, el azabache cayó en la cuenta de ello cuando notó que después de decir eso último el cuerpo fantasmal de Kaguya se materializó por completo perdiendo su transparencia, para detener el próximo golpe brutal que la diosa le propinó tuvo que transformarse en cerberos, aún así, la onda expansiva mando a volar a algunos soldados de los alrededores y pocos fueron los que a duras penas no fueron llevados, las cinco casas detrás de Sasuke fueron hechas añicos...pese a eso Kaguya apenas estaba calentando y Sasuke era quién más consciente era de eso. Cada golpe que esa alfa le daba Sasuke lo bloqueaba pero eran tan poderosos que sin poderlo evitar recibía daño por ello, antes era capaz de soportarlos bien, porque hace diez mil años su cuerpo era el de un alfa maduro, pero ahora su cuerpo era el de un adolescente y su poder total se veía afectado por ello.

Entonces Kaguya pudo asestarle el primer golpe a Sasuke, un puñetazo que mandó al enorme cerberos a volar varias decenas de metros derribando edificios a medida los atravesaba, Sasuke se había distraído porque el lazo que lo unía a Naruto había reaccionado, demostrándole a Sasuke que su omega, aquel niño rubio de apariencia angelical que hasta ese momento había dormido imperturbable en una silla protegido del fulgor de la batalla por un campo de fuerza, había despertado, haciendo uso de sus poderosos ojos cuya mirada era potenciada gracias al poder del sharingan vio a Naruto, se veía igual, dormido e imperturbable, pero el azabache cerberos sabia por el lazo que estaba despierto...y por su calma...había despertado con un plan para derrotar a Kaguya, por su actuar, conociéndole, Sasuke dedujo que Naruto necesitaría algo de tiempo para efectuar el plan, supo interpretar lo inentendible y comprender que su omega deseaba que ganara tiempo para el evitando que alguien muriera en el proceso...era un deseo que Sasuke iba a cumplir...el intercambio de golpes se reanudó.

Poco después la pelea se detuvo nuevamente cuando Naruto se puso de pie absolutamente sin previo aviso y levantando su mano al cielo atrapó algo que había venido volando de la nada, los dos seres ancestrales a parte de Naruto, Kaguya y Sasuke supieron de qué se trataba, a diferencia del resto que desconocía la identidad del objeto.

— me resulta bastante curioso verlo después de tanto tiempo...a ti y a ese objeto...el báculo de mi difunto esposo — en efecto tal y como dijo Kaguya aquel objeto era el báculo sagrado del sabio de los seis caminos, el señor y dios más amado por los humanos.

—¡Naruto! — gritó Sasuke enormemente preocupado perdiendo el semblante tranquilo que había aparentado en todo momento, temía por la seguridad de su omega, su tesoro más preciado, así como en el pasado Kaguya podría intentar dejarlo preñado por métodos poco ortodoxos y en un lugar bastante inadecuado, gracias a aquello Sasuke temía, esa mujer no era más que una violadora, exhibicionista, lujuriosa e indolente — por favor aléjate de aquí — pidió Sasuke algo dolido, olvidando por completo el posible plan que Naruto tenía, su instinto alfa le llevaba a proteger por sobre todo a su omega, a su otra mitad, aún si el volvía a morir deseaba que Naruto siguiera con vida, porque aunque el muriera viviría dentro de su pareja, el pequeño omega de cabellos dorados contrario la petición de su alfa y le envió una mirada tranquilizadora que hizo a Sasuke calmarse un poco y confiar en que las cosas saldrían bien, pues esas eran las palabras silenciosas que el semblante de Naruto le transmitían. Naruto suspiró al ver que Sasuke había recuperado la compostura.

—¡Naruto ven acá por favor! — escuchó la voz preocupada de Tsunade a sus espaldas llamándole, el omega de los ojos de cielo sabia sin necesidad de ver que Itachi, el actual hermano de su alfa y Deidara también rezaban silenciosamente porque el huyera, pero eso era lo último que iba a hacer.

—abuela — la llamó Naruto con una solemnidad que no se había evidenciado mucho en él y que daba testimonio innegable de su origen divino, su voz, calma, parecía tener un eco ancestral, esa misma voz tuvo un efecto tranquilizador en todos aquellos quienes le rodeaban, los miembros del ejército heridos los que al ser alcanzados por las ondas expansivas de la pelea entre Kaguya y Sasuke notaron como sus heridas eran curadas por una magia misteriosa y desconocida la cual acertadamente atribuyeron al pequeño Naruto — para mi dicha llevamos mucho sin vernos y para mi desgracia nos hemos vuelto a encontrar.

—mi niño eres hábil con las palabras, en ti veo mi verdadera descendencia, lamento profundamente no ser digna de tu dicha si no de tu desgracia — Kaguya le dio la espalda a Sasuke para ver a Naruto, era una directa ofensa por parte de la diosa al alfa que le decía con aquel gesto que no era digno de toda su atención, aún así, Sasuke no se ofendió y mantuvo la calma que recién había recuperado, pues no era mentira para nadie que ahora recuperada de quererlo Kaguya podía volverlo polvo.

— honestamente abuela me siento en el deber de corregir algo erróneo que has dicho — una ligera sonrisa de dibujo en el rostro sereno de Naruto.

— y cual vendría a ser mi error nieto mío — preguntó la diosa sonriendo con la misma mesura que el niño omega, en ese momento un aura dorada rodeó a Naruto, sus orejas y cola de zorro dorado se asomaron saliendo y mostrándose acompañando la forma humana después de más de diez milenios, el cielo se oscureció haciendo que aquel brillo dorado irradiara en la tiniebla — siempre me ha cautivado esa apariencia tuya — la sonrisa de Kaguya se hizo más grande hasta mostrar ligeramente sus dientes, Sasuke entrecerró los ojos ante esto —digna semblanza del que se convertirá en mi esposo omega y la madre de la nueva raza de dioses — fue complicado para Sasuke seguir manteniendo la calma ante esa declaración, en su forma de cerbero un gruñido escapó de sus peligrosas fauces mientras su hocico se arrugaba y sus ojos ya rojos brillaban coléricos, Naruto era su pareja, su omega, al igual que él era el alfa de Naruto, por tanto...los únicos cachorros que Naruto iba a tener serían los suyos — me parece que habrá que envenenar al perro callejero — Kaguya se giró con la intención de acabar con Sasuke de una vez, pero fue detenida por una voz que creyó en su inmortal existencia nunca volver a escuchar. Con la cara desencajada de la sorpresa y los ojos abiertos de par en par volvió a voltear a donde estaba Naruto y casi cae al suelo al ver aquella silueta que era tan conocida para ella.

—me parece querida...que tú no tienes la potestad de acabar con el esposo de nuestro nieto —ahí estaba al lado del pequeño Naruto y de pie frente a ella Hagoromo Otsutsuki, el desconcierto de Kaguya no podía ser medido, sus labios estaban abiertos y sus ojos no podían despegarse del recién llegado — creíste erróneamente que jamás me volverías a ver, no te preocupes querida, tiempo tengo para responder cualquier interrogante que me presentes.

—c-como... —el sabio de los seis caminos la interrumpió, para ese momento todos los presentes recién estaban estableciendo relaciones para saber quién era el recién llegado de apariencia similar a Kaguya...el abuelo de Naruto...el padre de Naruto era el dios sol Amaterasu Namikaze Minato...la madre del dios sol y abuela de Naruto es Kaguya...el esposo de Kaguya y abuelo de Naruto era por tanto...

...el sabio de los seis caminos...en persona.

—Primero que todo pónganse de pie queridos hijos — pidió el sabio a los humanos quiénes se arrodillaron bajando las cabezas a su alrededor, como si se presentaran ante un gran emperador, al escuchar la orden estos obedecieron de inmediato pero inquietos por semejante personaje que se halla delante suyo se mantuvieron firmes, en silencio y atentos a los sucesos —bueno querida esposa respondiendo a tu duda, yo si morí, pero antes había dejado parte de mi alma en este báculo que mantenía en orden la sociedad cambia forma, aunque me haya materializado esto solo es la forma física de lo que queda de mi alma, al igual que tú, después de tanto tiempo con tu alma flotando a la intemperie estas en las mismas condiciones que yo, ambos para volver a este mundo necesitamos incluso ser invocados.

—pensar que terminamos en la misma penosa forma, nosotros los grandes dioses primigenios — respondió Kaguya.

—bueno, siendo sincero a mi lo que más me disgusta es lo que has llegado a hacer...¿Qué te ha llevado a acabar con tu familia y querer tomar a tu nieto...un omega con un alfa destinado como esposo? Sé tus intenciones pero no tus motivos, al igual que yo contigo querida quiero que seas sincera conmigo — una apacible sonrisa de dibujo en el rostro del sabio y Kaguya no pudo hacer más que corresponderle sin querer, mordiéndose en el proceso el labio inferior, ella sabía lo que iba a pasar, así como su hijo Minato había hecho en el pasado el alma restante del sabio se sacrificaría para destruirla a ella, esta vez por completo, no había escapatoria pues aunque ambos estaban en su peor forma el sabio estaba en mejor estado que ella, pensó, que al menos antes de morir y hacerse nada debía ser sincera, poco o nada le valía ya el orgullo que tanto tiempo la condujo.

—¿serias capaz de creerme si te digo...que solo estaba celosa? — Kaguya miró al suelo.

— pues es difícil de creer, pero para mí no — el sabio de los seis caminos se acercó a su esposa hasta que ambos quedaron solo con un metro de distancia que les separaba, Sasuke aprovechó para correr hacia Naruto volviendo a su forma humana y abrazarlo, ambos se abrazaron unos instantes en los que el mundo no significó nada para ellos — míralos...cuanto amor manifiestan el uno por el otro —dijo el sabio mientras él y Kaguya observaban al par — ¿Por qué querrías separarlos? Si ahí se encuentra la felicidad de tu nieto.

—Naruto... ¿Qué pasará ahora? — preguntó Sasuke permitiendo que el comunicador de su oreja grabara lo que iba a decir Naruto, si las cosas se iban a solucionar aquellos cientos de soldados que inquietos temían la muerte tenían el derecho se saberlo.

— ya no hay nada de qué preocuparse — dijo Naruto con una sonrisa — mi abuelo se encargará de todo — la mirada triste de Naruto fue acompañada de un suspiro general por parte de los soldados que hasta entonces habían tenido el cuello tenso bajo la idea de que tarde o temprano iban a morir.

— antes de que nos hagamos parte de la nada nuevamente —empezó a decir Kaguya sentándose en uno de los escombros que había en los alrededores, el sabio hizo lo mismo, fue sorprendente para todo el mundo ver como de una encarnizada batalla por el destino del mundo la situación pasaba a una tranquila charla sentimental de esposos que no se veían en mucho tiempo...