Tu silencio por valeeop

— Naruto debo salir — avisó Sasuke ya en el recibidor del apartamento, cerca de él estaba Naruto mirándolo atentamente como ya era habitual en él, el pequeño rubio tenía un ipad en la mano, reciente regalo de Sasuke quién en cuanto pudo lo ordenó por internet al igual que un celular de última generación a una empresa de entrega inmediata, dicha empresa hacia honor a si nombre, pues en menos de media hora ya estaban las dos cajas en su puerta, al dárselas se sintió satisfecho al ver la expresión de emoción en su rubio, por suerte este sabia utilizar dichos aparatos pues Tsunade solía prestarle los suyos cuando iba a las habituales revisiones médicas, hablando de Tsunade iba a hacerle una visita por algunos asuntillos que debía saldar con la pelirrubia de grandes atributos.

— “ten cuidado Sasuke” — decía en la brillosa y nueva pantalla del ipad, Sasuke terminó de ponerse la cazadora de cuero negra y se acercó a abrazar al pequeño dejando un beso en su frente.

— lo tendré — las bonitas mejillas de Naruto se sonrojaron ligeramente, cogió el moderno aparato otra vez y empezó a teclear con efusividad para después mostrarle la pantalla nuevamente a Sasuke, poniéndola frente a sí mismo para cubrir su avergonzado rostro.

— “no te tardes, ya no me gusta estar solito” — decía en un derroche de ternura las letras negras en la blanca pantalla, el autocontrol del azabache tuvo que hacer acto de presencia para que este no le saltara encima al omega quién ocultaba su posiblemente roja carita detrás del ipad, no era mentira, con el tiempo Naruto se había habituado a estar solo, a ser independiente, a no necesitar muestra de cariño alguna por parte de nadie, pero ahora se había habituado a las caricias y a las palabras tiernas que ese alfa de duras expresiones le transmitía a cada momento.

— Te prometo que no tardare — dijo Sasuke regalándole una sonrisa tranquilizadora —pero cuando regreses quiero que estés dormido, mañana será un día importante pequeño — Naruto asintió.

— “lo prometo, me portaré bien y me acostaré temprano” — escribió el niño rápidamente para mostrárselo a Sasuke, sus bonitos ojos azules mostraron aquella determinación infantil característica de los niños quiénes solían ser tercos por naturaleza.

— Porque si lo haces Sasuke te traerá un regalo — dijo Sasuke dirigiéndose a sí mismo en tercera persona para después salir por la puerta dejando en casa a un Naruto emocionado que asentía efusivamente.

Subió al ascensor bajando al estacionamiento subterráneo y subió a su auto arrancando sin demora, las cosas se habían puesto algo complicadas en el trabajo, Itachi le había mandado un mensaje informándole de la situación, resulta que la bomba que había estallado en el centro comercial de Konoha no era la única, resulta que habían alrededor de un centenar de bombas colocadas estratégicamente en los cimientos y puntos de apoyo de la estructura, dispuestas para que estallaran a las siete de la noche, hora en la cual dicho centro comercial estaría repleto de gente, hubiera sido una enorme tragedia con demasiado muertos como para siquiera imaginarlo, pero al parecer un error humano al momento de calibrar la bomba hizo que esta estallara varias horas antes dejando un número exacto de tres muertos, lo sentía por las familias de los difuntos, pero eran mejor tres muertos a un montón de cadáveres irreconocibles entre los escombros.

Al parar en un semáforo tragó grueso, recordó que Naruto estaba en el lugar y de no ser por Shizune posiblemente su rubio no hubiera salido bien librado, frunció el ceño, en ese caso no le importaría cuantas personas murieran mientras su omega estuviera a salvo, un poco cruel, lo sabía, lo admitía, pero tenía prioridades y desde hace tan solo dos días aquel niño de rubios cabellos se había convertido en su principal prioridad.

Aceleró pisando a fondo en cuanto el semáforo estuvo en verde, el motor rugió ferviente y con vigor mientras Sasuke seguía recordando el mensaje de Itachi,  el equipo de inteligencia del ejército había logrado dar con los motivos del atentado, era solo una distracción para mover de sitio una base que tenía la rebelión en un sótano de un motel de mala muerte al sur de la ciudad de Konoha,  a pesar del contratiempo habían conseguido su objetivo, cuando el escuadrón de inteligencia llegó a dicho sótano este estaba vacío, era un lugar enorme, como un almacén, completamente desierto y oscuro, de hecho, la misión programada de Sasuke era ir a ese lugar y hacerlo volar por los aires después de arrestar a un par de personas las cuales podrían morir en la misión por “una bala perdida” y nadie se quejaría por eso.

En resumen, estaba libre, hasta próximo aviso, o hasta que dieran con otro lugar que explotar…

Llegó a la casa de Tsunade, una enorme casa de dos pisos blanca y azul con balcones dorados y un extenso jardín la cual se localizaba en uno de los barrios más lujosos y seguros de la ciudad, pero quedaba un poquito lejos del cuartel, mientras los portones eléctricos se abrían pensó que sería bueno ir viendo casas, había escogido su departamento en lo alto de un edificio por la tranquilidad, además de su cercanía con el cuartel y la escuela, pero no era un lugar grande, tampoco era él mas seguro y necesitaría una casa grande para su familia, prefería alejarse del barrio Uchiha para no ser objetivo de las bromas de Itachi, pero siendo honestos ese era el lugar más seguro de toda la ciudad, eran los Uchiha después de todo, el clan más fuerte y poderoso del país del fuego, ya hablaría con Naruto sobre eso.

Al estacionar y bajar del auto notó como alguien abría las puertas modernas de la casa, ante sus ojos estaba un omega de cabello blanco azulado y ojos azules, apareció cargando a un bebé dormido que parecía tener dos años mientras una niña omega de al menos diez años se prendaba de los pantalones de pijama de su madre omega.

— ¡Sasuke es un gusto verte! — Saludó Dan Senju, omega de Tsunade — lamento no tenderte la mano, pero como vez, las tengo ocupadas — dijo haciendo referencia al niño durmiente que descansaba la cabeza en su hombro con dudosa estabilidad.

— no te preocupes por eso — dijo cordial Sasuke mientras veía a la niña quién le dirigía una mirada intensa — ¿dónde está Tsunade?

— Dakota ve a la cama — ordenó Dan a su hija mayor y esta obedeció enseguida desapareciendo por la entrada, el nombre "Dakota" era en honor a una soldado extranjera quién murió en una misión protegiendo con su vida la de Tsunade — disculpa, hace poco pasó por el primer estro y parece que le gustaste — mencionó avergonzado invitándolo a pasar y Sasuke aceptó el ofrecimiento — mi esposa está en el despacho, debo advertirte que está enojada…

— ¿ahora qué le pasa a la histérica? — preguntó con fastidio y Dan le miró con un deje de diversión.

— está enfadada porque te le adelantaste y le quitaste a su cachorro — dijo el omega de cabellos blancos al azabache, este le miró sin entender mientras caminaban juntos por los amplios lugares de la casa rumbo al despacho — verás, nosotros teníamos intención de adoptar a Naruto.

— ¿Cómo? — preguntó Sasuke incrédulo.

— Por una corazonada de Tsunade — empezó a contar Dan con una enorme sonrisa en el rostro — cuando se conocieron mi esposa iba a hacerle una revisión, solo iba a escuchar su corazón pero Naruto se le lanzó y le mordió la mano hasta hacerla sangrar — Dan carcajeó un poco conteniendo su voz — al regresar a casa dijo “ese niño tiene todo el carácter de un Senju, ¡vamos a adoptarlo!” — Repitió el omega imitando muy bien a Tsunade — como debíamos esperar un año a que se adaptara al mundo exterior, ya sabes, por las circunstancias en las que vivió, Tsunade aprovechó para educarlo, es un pequeño muy listo —llegaron a la puerta del despacho — voy a acostar a este dormilón, espero que salgas vivo — dijo el omega con una sonrisa calmada y Sasuke verdaderamente temió por su vida, abrió la puerta del despacho sin tocar, no quería darle tiempo a Tsunade de prepararse para asesinarlo, justo en cuanto entró un cuchillo voló a su rostro, pero Sasuke logró esquivarlo con agilidad, una vez pasada la sorpresa inicial miró a Tsunade con reproche mientras está sentada en su escritorio bebía de una botella de sake.

— ¿y si hubiera sido Dan? Le hubieras asesinado — reganó el Uchiha a la pelirrubia quién le miró sonriendo.

— un mísero cuchillito jamás podría alcanzar a Dan — dijo con autosuficiencia —podría pegarnos una paliza a ti y a mi dejándonos inválidos — Sasuke bufó, de verdad no soportaba a esa mujer —¿y bien? Que quiere el idiota que me robó a mi cachorro en mi humilde casa.

— no te lo robé —bufó Sasuke acercándose a ella y sentándose frente al escritorio —es mi omega, solo lo reclamé.

— espero no le hayas tocado un pelo, aunque supongo que es inevitable — la alfa rubia miró al techo —el ya pasó por su celo, a una edad muy temprana, mi pequeña Dakota apenas y pasó por su primer estro.

— no tengo intenciones de marcarlo hasta que madure — dijo Sasuke — aún es muy pequeño…

—Biológicamente si ya pasó por el estro está preparado para aparearse — señaló Tsunade adquiriendo un tono profesional que logró captar la atención de Sasuke —los omegas que aún no están preparados tienen un fuerte sistema de defensa contra los alfas que quieran profanarlos…si intentan algo con un omega sin estro el amiguito se les cae…

—Aun así no haré nada — afirmó Sasuke frunciendo el ceño y desviando la mirada, sus ojos azabache se fijaron en la pantalla de la computadora de mesa blanca que estaba sobre él escritorio cuyo fondo de pantalla era un curioso árbol de tronco grueso partido por la mitad como con un cuchillo, sus ramas, altas, no tenían ni una sola hoja.

— No creo que puedas aguantar — dijo Tsunade riendo, entonces, mujer alfa siguió la mirada de Sasuke hasta llegar al objetivo de la atención de este — oh, debajo de ese feo árbol Dan y yo decidimos casarnos — mencionó Tsunade.

— ¿Dónde está ese árbol? — preguntó Sasuke, por alguna razón aquel árbol llamaba su atención. 

—es el árbol que queda en el patio del castillo de fuego — dijo Tsunade — está ahí desde incluso antes que el castillo y konoha, han intentado cortarlo miles de veces porque el cabron es feísimo pero ha sido imposible.

— ¿imposible?

—es duro, solo eso, no se puede cortar así que por lo que parece… — Tsunade dio un gran sorbo a su botella de sake antes de continuar — seguirá ahí hasta que le dé la gana de caerse.

—bueno, a lo que vine —dijo Sasuke, se estaba extendiendo mucho y le habia prometido a Naruto regresar pronto —quiero que inscribas a Naruto en la primera preparatoria de Konoha para que asista desde mañana…

— ya lo hice.

— ¿qué?…

— Antes de que tu llegaras y me lo quitaras Naruto iba a ser mi cachorro — bufó Tsunade señalando a Sasuke con un dedo acusador —tengo sus uniformes, todo hechos a medida y puede empezar cuando quiera, aunque fue inscrito como Naruto Senju…ya sabes…porque antes de que llegaras iba a ser mi hijo — Sasuke frunció el ceño al ver como la rubia dejaba de señalarlo solo para mostrarle él dedo medio.

—te compro los uniformes…

— Llévatelos…ya que, después de todo no tengo un hijo omega llamado Naruto al cual ponérselos — la mujer abrió un cajón de su escritorio y sacó una bolsa que le lanzó a Sasuke con fuerza y con todo el odio del mundo.

— ya supéralo…y habla con el director Sarutobi para que le cambie el apellido del registro a Naruto Uchiha —  ordenó Sasuke, ambos se miraron en una fiera y sangrienta batalla de miradas sin un ganador definido.

— no me da la gana…

— De verdad que es imposible lidiar contigo… — bufó Sasuke y salió de la oficina dando un portazo, Tsunade sonrió, estaba enojada, pero también alegre de que el alfa de Naruto fuera Sasuke, no había nadie mejor para el pequeño y silencioso omega lleno de secretos…

….

Regresó algo tarde a casa, había pasado por una pastelería para traerle un postre a su pequeño omega, pero después de buscarlo un poco lo encontró dormido en el sofá cercano a la puerta, abrazando a su muñeco, se limitó a cargarlo y llevárselo a la cama para dormir juntos, tendrían un día pesado después de todo.

…

La mañana estaba muy nublada y la llovizna estaba mesclada con nieve, estaban casi al comienzo de la primavera, no había nevado en todo el invierno y justo ese día la fría llovizna amenazaba con convertirse en una tormenta de nieve, Sasuke bufó, aquello no era buena señal, la nieve siempre se le antojaba como un mal augurio debido a hechos pasados, miró por el cristal como los bordillos de las ventanas se llenaban de nieve aguada la cual amenazaba con derretirse y se perdió en sus recuerdos, se perdió en aquel día de nieve gris que cambio su forma de ser, salio de sus cavilaciones hasta que sintió como una pequeña y conocida mano jalaba de su chaqueta, parpadeó un par de veces volviendo al mundo real y bajó su mirada solo para ver como su omega ya vestido con el uniforme de la primera preparatoria de Konoha le miraba con preocupación.

— calma — dijo Sasuke al notar la preocupación de su omega, se agachó a su altura y le acarició el cabello con ternura, el rubio cerró los ojos percibiendo cada detalle de aquellas grandes manos tibias que acariciaban su cabeza — no me sucede nada, ve a ponerte un abrigo, te puedes resfriar — Naruto obedeció y se dispuso a ponerse su abrigo color blanco con detalles naranjas, Sasuke lo miró atentamente, el uniforme le quedaba muy lindo, la chaqueta negra con bordes rojos estaba sobre una camisa blanca y una corbata, tenía pantalones costos a la altura del muslo mientras lucia las medias blancas y los lustrosos zapatos negros de cordón, notó como tenía problemas para abotonar la chaqueta así que se acercó a ayudarle, le abotonó correctamente la prenda para que después Naruto le agradeciera con un ligero asentimiento de cabeza.

— “¿puedo llevar a Charasuke?” — Naruto le mostró el ipad a Sasuke con esa pregunta escrita y el azabache no pudo descifrar a que se refería hasta que Naruto miró al muñeco de cabello negro y piel de tela pálida, que estaba sentado solo en el sillón, así que le había puesto él nombre Charasuke al muñeco.

— puedes llevarlo — en cuanto Sasuke dio el permiso Naruto prácticamente voló a tomar el muñeco y después se puso su bolso donde llevaba varios útiles que había comprados Shizune —  vamos —  dijo Sasuke terminando de ponerse su chaqueta sobre el uniforme para tomar su maletín y después sostener la mano de Naruto con la intención de partir a la escuela, pero en cuanto pasaron el umbral de la puerta del apartamento se toparon con la peor pesadilla de Sasuke después de Itachi borracho cerca de los altavoces del barrio Uchiha….Tsunade.

— Buenos días…

—Buenos días —respondió Sasuke y sus miradas de fastidio reflejaban lo mal que se llevaban.

—he venido a llevar al que hubiera sido mi cachorro a su primer dia de clases — dijo Tsunade, Sasuke gruñó.

—Pero no es tu cachorro, es mi omega… — discutió el alfa menor mientras Naruto los observaba.

—Déjame llevarlo hoy y no te joderé más…por ahora — Sasuke frunció el ceño, era una oferta tentadora y con eso la alfa dejaría de fastidiarlo con el hecho de haberle quitado a Naruto.

— Bien, pero con una condición —  ahora fue Tsunade quién frunció el ceño y asintió dispuesta a escuchar las demandas de su enemigo — quiero que vayas donde el director Sarutobi y cambies hoy mismo el apellido de Naruto a Uchiha.

— Bien, trato hecho — ambos alfas se tomaron la mano cerrando el trato utilizando mas fuerza de la necesaria, la anterior batalla de miradas se trasladó a una batalla efímera de manos, después, para sorpresa de Sasuke, Naruto aceptó ir con Tsunade sin rechistar, lo vio desaparecer por el ascensor mientras el le ponía el seguro a la puerta de su departamento.

…

Naruto estaba en su nuevo salón de clases sentado en uno de los pupitres de la parte delantera abrazando con fuerza a Charasuke mientras su nerviosismo e inseguridad crecía, al llegar se había sentido emocionado y encantado, la escuela era grande y muy bonita, un magnifico lugar para explorar y encontrar escondites secretos, cuando Tsunade se iba empezo su nerviosismo, pero se sintió aliviado al saber que Sasuke estaría en el segundo piso, de ese mismo edificio, y que en cualquier momento, de sentirse incomodo podría ir donde él, y que Sasuke le abrazara y le consintiera, eso le hacía sentirse más valiente y capaz de enfrentarse solo al montón de desconocidos cuyas miradas estaban sobre él, estaba intimidado, después de todo era el más pequeño ahí, todos tenían alrededor de quince años y su posible salvación, el maestro, no mostraba signos de llegar.

Pero no se echaría para atrás, estaba decidido, a ser el mejor de su clase, a desenvolverse correctamente en el ambiente escolar hasta ahora desconocido para él, todo para hacer que Sasuke se sintiera orgulloso y le felicitara, sobre todo para que le diera otro beso, de esos que tanto le gustaban.

Mientras en su regazo Charasuke estaba sentado mirando al frente con sus negros ojos de botón, en su mesa estaba un cuaderno, su cartuchera y su ipad la cual utilizaría para comunicarse, Tsunade le había dicho que en caso de que alguno de sus compañeros quiénes lo veían desde la cercanía con no muy buena cara se metieran con él, debía ir y avisarle a un maestro lo más pronto posible o en su defecto debía acudir a su alfa para que le protegiera, abrazó a Charasuke, ese muñeco le hacia sentir mas seguro, como si Sasuke estuviera junto a él.

El maestro llegó y las clases empezaron, para sorpresa de Naruto se desenvolvió bien, entendía todo, los maestros eran amables y tomar apuntes era menos complicado de lo imaginado, respondía las preguntas con facilidad ayudado por su ipad, pensó que sería un magnifico día y no podía esperar a que tocaran el timbre del receso para ir corriendo al segundo piso a contarle a Sasuke.

Pero su fantasía acabó al momento en el que el anhelado timbre del receso sonó…

Salió del salón de clases rápidamente dejando atrás su mochila, llevando consigo solo a Charasuke y su ipad, quería buscar a Sasuke para contarle como le había ido, pero entonces antes de subir al segundo piso sintió que alguien le perseguía, miró atrás y notó a un par de omegas junto a sus alfas siguiéndole el paso con notables malas intenciones, nervioso se desvió y de alguna manera terminó en la cafetería de la preparatoria, uno de los omega, de cabello largo rubio con mechones rojizos le tomó del hombro y le obligó a sentarse a la fuerza en una de las mesas, a pesar de que la cafetería estaba repleta de alumnos nadie prestaba atención a lo que sucedía, los omegas se sentaron cerca de él, la otra omega quién llevaba dos coletas altas se sentó a su lado quitándole a Charasuke, Naruto intentó tomarlo de vuelta pero el omega de cabello pintado lo sostuvo para que no se moviera.

— es un muñeco muy lindo y limpio — dijo la omega mientras sus respectivos alfas les observaban riendo — pero no es mi estilo — dijo tirándolo al suelo y poniendo sus pies sobre Charasuke, los ojos de Naruto se llenaron de lágrimas en un lamento silencioso.

—Ow mira — dijo ahora el omega que le sostenía — el cerebrito no puede gritar porque es un defectuoso —entonces el omega notó la mordida en la nuca del rubio — y está enlazado, es una buena mordida.

— ¿enlazado? — preguntó incrédulo el alfa de uno de los omegas — que raro, no está marcado y como es un defectuoso no creo que sirva para más que para follar… —la risa del otro alfa no se hizo esperar.

—ni siquiera tiene el olor de su alfa, seguro que ni lo quiere —dijo el otro alfa tomando uno de los mechones del niño y halándolo mientras este se removía en los brazos del omega, Sasuke si lo quería, siempre lo impregnaba bien, solo que ese día Tsunade se lo había llevado de improviso y Sasuke no pudo impregnarle como era habitual, le empezó a doler la forma en la que su cabello estaba siendo halado, de un movimiento buscando liberarse mordió la mano del omega que le sostenía con fuerza y este le empujó haciendo a Naruto caer al suelo para después de chillar como animal degollado.

— ¡me ha mordido! — chilló indignado y entonces el alfa del omega chillón le dio una patada a Naruto enojado, Naruto gimió en silencio y ahí en ese momento la población estudiantil presente en el comedor reaccionó.

— oye hombre... te estás pasando.

— ¡no le pegues!.

— llamaré a los maestros.

— ¡Silencio! — ordenó el alfa que había pateado a Naruto utilizando su voz de mando, era uno de los alfas más poderosos del lugar por lo que su voz de mando resultó enormemente efectiva, todos callaron mientras un alfa a quién la voz no había hecho doblegar se escabullía a llamar a los maestros, Naruto al ver que ese alfa se acercaba otra vez gimió débilmente como un cachorro herido acurrándose en el suelo.

—oh miren ¡está llamando a su alfa! — se burló la omega de las coletas acercándose a Charasuke para poner uno de sus zapatos sobre la cabeza del muñeco — como si un alfa inútil y débil además de estúpido pudiera con nuestros alfas.

— es verdad — dijo el omega del cabello pintado sosteniéndose la mano, la mordida le dolía mucho pero disimulaba burlándose el causante de su dolor — solo un estúpido se enlazaría a un defectuoso.

—el alfa estúpido, inútil y débil del omega defectuoso llegó—una voz profunda, fría y terrorífica inundó el comedor con eco tenebroso, todos miraron a la puerta donde Sasuke seguido no solo de Izumi, Suigetsu y Naori sino también de todo el resto de los miembros del clan Uchiha que asistian a la escuela, el aura que desprendían era aterradora, todos tenían el sharingan activo, sus vibrantes ojos carmesí mostraban la muerte misma, Naruto se levantó del suelo y dejando a Charasuke y a su ahora roto ipad atrás corrió donde estaba su alfa y se ocultó detrás de el aterrorizado — quiero que me digan en mi cara…y en la cara de mi familia, que mi futuro esposo es un defectuoso y que yo soy un idiota… — un aura de chakra envolvió a los Uchiha cuyo lema era…si te metes con un Uchiha…te metes con todos…