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Tu silencio por valeeop

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Cuando salieron de casa el día de la coronación el aire patrio se respiraba en el ambiente, por donde el carro pasaba habían banderas de la nación del fuego, colocadas en cada edificación fuese publica o privada, la gente caminaba por las calles utilizando sus mejores galas y los supermercados estaban a reventar pues la gente compraba víveres para la celebración, los salones de belleza tenían las listas llenas y las calles por las que iba a pasar el desfile estaban perfectamente decoradas, con pasacalles, globos e inflables, algunas gradas para la gente importante y muchas pero muchas banderas, a causa de esto todo el trayecto desde el apartamento a la estética de omegas recomendada por Hinata, Naruto se la pasó con la cara pegada al vidrio observando todo con una gran emoción y haciendo una pregunta tras otra con las que conseguía que un poco de su emoción se pegara al amargado Sasuke…


Si, estaba amargado, porque tenía que trabajar arduamente toda la mañana en estúpidos protocolos del desfile mientras estaba separado de su omega quién estaría en la estética preparándose y a quién por consiguiente no vería hasta la tarde para la coronación…un día fantástico.

Contrario a lo que esperaba y deseaba Naruto accedió con demasiada facilidad quedarse en la estética, al menos pensaba que se resistiría o se negaría y querría ir con él pero no, aunque jamás lo diría ni en un susurro por orgullo, se sintió enormemente celoso cuando vio como Naruto se iba con la estilista beta, ella se había ganado la confianza del niño omega en un santiamén.

Y ahora ahí estaba el, ya era de tarde y se encontraba en la gigantesca plaza delante del palacio, de donde saldría el desfile por lo que ya la milicia y la policía estaban formadas y listas para salir en cualquier momento, era de tarde, pocos minutos antes de la hora de inicio de la coronación, Sasuke vestía su uniforme militar de estampado de camuflaje con una gama de colores que variaban entre negros y grises, su cordón de mando dorado y las respectivas distinciones y condecoraciones que gritaban alto su cargo a quiénes le viesen, desde su posición al frente estaba simplemente de pie observando sin emoción alguna a la gente que pasaba para entrar al palacio del país del fuego, todos vestían de rojo como era tradición, la misma túnica de lisa seda roja, dicha túnica por costumbre debía ser vestida por todos los asistentes a la ceremonia exceptuando los jefes militares y la policía quiénes por su parte utilizarían sus respectivos uniformes, Hinata era otra excepción, ella debía vestir un largo kimono blanco el cual simbolizaba su matrimonio con su país, otra excepción por su puesto era el sumo sacerdote de la iglesia del sabio, el padre Tobirama quién vestiría su túnica de gala sacerdotal.

En la puerta del castillo habían incontables vehículos, los reporteros revoloteaban como abejas entrevistando a todo lo que se moviera, estaba seguro que por su dura cara de mal genio la cual habia adquirido gracias a la mezcla de estar separado de Naruto y tener que organizar un desfile ninguno de los reporteros se le acercaban a menos de diez metros, y era mejor así.

A lo lejos notó que los miembros del clan Uchiha que participarían en el desfile habían llegado, entre ellos estaban Obito y Izumi, estos caminaban formados llevando por lo alto el estandarte con el emblema del clan, lanzarían al cielo un jutsu bola de fuego en cada calle, se dio cuenta de que a diferencia de años anteriores esta vez los representantes del clan que participarían en el desfile llevaban una versión algo modernizada de la armadura de guerra que el clan utilizaba en épocas pasadas, hace diez mil años cuando se creó el país del fuego y cuando al parecer Naruto y él se separaron para encontrarse diez milenios de separación forzosa después.

Naruto, su bello omega de ojos azules ¿Cómo se vería vestido con la túnica ceremonial roja? Seguramente bello, porque era bello y todo lo que se ponía lo hacía lucir aún más bello.

Supo que no se equivocaba cuando vio a su hermoso omega rubio bajar de una limosina acompañado de la estilista, quién, al pertenecer a uno de los altos clanes también asistiría a la ceremonia, el cabello de Naruto había sido cortado y aunque se notaba más manejable por efecto del secador seguía manteniendo su habitual rebeldía llena de ternura, la tierna piel tenía una muy fina capa de maquillaje, algo de bálsamo para los rosados labios y un poco de rubor para sus mejillas, la túnica le quedaba algo larga y se arrastraba ligeramente por el suelo, pero tal parece que eso fue intencional pues se ajustaba bien en la cintura por lo que seguro la intención de la estilista era conseguir detallar más la figura de reloj de arena que Naruto por su edad apenas estaba desarrollando, además de eso la mitad del flequillo estaba recogido con una rosa que resaltaba en su rojo escarlata entre la brillante cabellera rubia, si, se veía hermoso y debido a eso su lado alfa quería correr a impregnarlo para que ni un mosquito se le acercara, porque esa belleza era suyo y las miradas que le lanzaban sus subalternos que estaban formados para el desfile no le gustaban nada.

Ah pero eso se solucionaba rápido, simplemente activaba su sharingan, les miraba amenazándoles de muerte silenciosamente y listo, ya no miraban a Naruto, sonrió, ahora a impregnar lo que era suyo.




...



— Naruto, te ves hermoso pequeño — le aduló con una sonrisa una vez Naruto llegó a donde él estaba, se abrazaron bajo la sorprendida mirada del ejército —un excelente trabajo Riko.

— yo siempre hago un excelente trabajo general — dijo la chica de cabello castaño corto con una sonrisa, como era de esperarse de alguien que trabaja en el campo de la moda su maquillaje era perfecto, parecía una muñeca de porcelana, ella portaba la túnica con ciertos ajustes para que se ciñera mas al cuerpo y tuviera corte de sirena al final de la falda — bueno Naru aquí nos despedimos bye bye— se agachó un poco para despedirse y Naruto con una gran sonrisa agitó la mano a modo de despedida, vieron como Riko se alejó de ellos para ir a reunirse en la puerta con una pareja, cuyo alfa era el jefe de otro de los grandes clanes del país y era a la vez él jefe de la policía metropolitana de Konoha, dicha pareja estaba conformada por un alfa de cabello rojo y un omega de cabello blanco azulado que habían contraído nupcias hacía poco, este clan, el clan Kagami era uno de los representantes progresistas que siempre defendió las doctrinas de los Uchiha y la familia real.

—bye bye… —Sasuke escuchó como Naruto dijo aquello en un susurro, para si mismo.

—Deberíamos entrar Naruto —el niño asintió y tomados de la mano se alejaron del formado desfile para adentrarse a los jardines del palacio rumbo a la puerta principal.

— ¡y aquí vemos al general Sasuke Uchiha! Le luce muy bien el uniforme, a su lado está su omega Naruto Namikaze—dos reporteras del canal nacional privado del país del fuego estaban comentando el evento, vestían las túnicas rojas por lo que posiblemente también entrarían al palacio a cubrir la coronación.

— esta pareja creó de que hablar los últimos meses por información difundida a los medios de parte de los ahora encarcelados representantes clasistas — agregó la segunda reportera como detalle sin malas intenciones, Sasuke la escuchó fuerte y claro, Naruto al parecer no se había dado cuenta pues el tema en realidad no fue tan grave, tratando de afectar la imagen de Sasuke los últimos miembros clasistas en ser arrestados difundieron la información del reclamo de Naruto por parte de Sasuke al orfanato de omegas pero aquello no tuvo el efecto que ellos esperaban, pues en vez de criticarlos o repudiarlos la comunidad en general se mostró enormemente conmovida por la acción del general y ahora eran la pareja del momento, debido a los comentarios hostiles de los clasistas en contra del pequeño Naruto la reputación del partido se fue por los suelos.

— Así es Natsumi, pero esos comentarios no han afectado en nada ni al general ni a Naru chan, se los ve muy apegados — puntualizó la otra reportera.

— ¡oh mira Satsuki!en este momento está llegando a la celebración el matrimonio Nikiforov…



La orquesta empezó a tocar una versión más lenta y elegante del himno nacional, el violín predominaba con su suavidad y su tono pulcro, a diferencia de la multitud los miembros de la filarmónica vestían una túnica vino tinto para resaltar, los invitados estaban sentados en orden de importancia a lado y lado de la alfombra central por donde pasaría Hinata, en lo alto, a un lado del trono estaba el sumo sacerdote del sabio de los seis caminos, el padre Tobirama, luciendo sus ropas de sacerdote, como siempre se veía serio y maduro, su cabello blanco caía por sus costados y su piel lechosa brillaba gracias a la luz del sol de la tarde que entraba por los enormes ventanales del salón del trono, sus ojos rojizos e intimidantes observaban las puertas del salón que poco a poco se abrían para recibir a Hinata, como ya era habitual para ese tipo de eventos el sacerdote tenia maquilladas una raya roja en cada mejilla y una en la barbilla.


También a lado y lado del trono, solo que un poco más atrás, sentados, estaban los altos mandos del ejército y los jefes de los diez clanes del país del fuego, justo al lado del trono estaba sentado Sasuke y a la derecha de Sasuke estaba sentado Naruto quién miraba toda la ceremonia con nerviosismo, pues en realidad no tenía idea de cómo comportarse, el sacerdote Tobirama con la corona en las manos le lanzó una sonrisa tranquilizadora que logró bajar el nerviosismo del niño, contrario a lo que cualquiera esperaría del sumo sacerdote al verlo por primera vez este en realidad era una persona amable y entregada a la gente, capaz de soportar las peores torturas con tal de mantener el bienestar de los demás, así era el tío de Tsunade Senju, el sumo sacerdote de la iglesia del sabio de los seis caminos Tobirama Senju.

Las puertas se abrieron de par en par y todas las miradas se fijaron en Hinata, quién a paso lento y elegante entraba al recinto caminando al son de la lenta música y la tonada del violín, su cabello estaba perfectamente recogido dejando suelto dos mechones largos que contorneaban su cara pero no estaba adornado, él peinado estaba dispuesto para la corona por lo que no hacían falta adornos, además del flequillo, estaba bien maquillada, sus largas pestañas se movían como abanico cada que parpadeaba y sus labios resplandecían sonrientes en aquel barniz rojo con el que estaban pintados, el kimono uchikake que vestía se arrastraba por el suelo y tenía muchas capas, parecía bastante pesado aunque Hinata no aparentara hacer ningún esfuerzo, la música se detuvo una vez ella llegó al pie del trono, se inclinó frente al sumo sacerdote Tobirama quién elevó la corona alto para que todos la vieran, como era protocolo.

— Naruto-sama — llamó el sumo sacerdote Tobirama al niño quién lo miró confundido — ¿quiere ponerle a su majestad la corona? — no había forma de describir el rostro de sorpresa que puso Naruto, todos pensaban que aceptaría sin rechistar pero el niño se mostró dubitativo y con algo de vergüenza, lo primero que hizo fue mirar a Sasuke en busca de ayuda.

— si quieres hacerlo ve — le dijo el alfa azabache sin presionarlo demasiado, todos en el salón miraban con una sonrisa al niño, pensaban lo mismo, nada mejor que el nieto del sabio de los seis caminos para tal labor, por su parte los periodistas estaban algo confusos, pero no dijeron nada, pensaron que era un gesto de amabilidad para con el omega del alfa más poderoso del país.

Naruto no lo dudó por mucho tiempo más, con la ayuda de Sasuke bajó de la silla y a paso rápido llegó donde el sumo sacerdote Tobirama, este le entregó la corona, Naruto por poco y la deja caer pues no esperaba que fuese tan pesada, durante un instante todos abrieron la boca del susto y algunos otros cerraron los ojos esperando un estruendo que no llegó, después de hacer algunos malabares Naruto pudo sostener bien la corona y caminando con cuidado llegó frente a Hinata quién seguía arrodillada, aún así la pelinegra quedaba muy alta para Naruto así que ella se inclinó un poco más y Naruto por fin pudo ponerle la corona, la ovación empezó y de nuevo la filarmónica empezó a tocar el himno del país, Naruto suspiró aliviado.

— Lo ha hecho bien Naruto-sama — la felicitación por parte del sumo sacerdote no tardó en llegar —tomemos asiento —con ayuda de Sasuke, Naruto subió a la alta silla mientras Tobirama se sentaba en su respectivo puesto.




El desfile recién había comenzado y todas los habitantes y visitantes estaban aglomerados a lado y lado de las calles detrás de las barandillas de seguridad para apreciar el paso del desfile, llevaban banderas y gorras, los niños sonreían emocionados encima de los hombros de sus padres dejándoles posiblemente y sin darse cuenta un severo dolor de espalda al usarlos como mulas de carga, pese a eso los padres asumían todo con la esperanza de que la vida de la recién coronada reina fuera longeva para no tener que cargar a sus nietos y terminar quedando inválidos.

El carro de la reina Hinata iba dirigiendo el desfile después de la banda de guerra del ejército, sobre este carro estaba un trono hermosamente decorado sobre el cual estaba sentada Hinata saludando, a su lado, de pie y a discreción estaba Sasuke quién se estaba encargando de la seguridad de la chica, Naruto estaba sentado a un lado de Hinata en una silla pequeña mientras el sumo sacerdote Tobirama estaba sentado en un trono no tan decorado como el de Hinata a un lado del niño, este también estaba saludando y lanzando bendiciones.

— Todo está más animado de lo que esperaba — mencionó Hinata saludando con una sonrisa a la gente de la calle.

—Era algo de esperar — le respondió el sacerdote Tobirama — desde la muerte de su padre dieron por hecho que el linaje real había terminado, que no habría nuevo monarca — Hinata iba a responder algo pero entonces detrás de ellos bolas de fuego gigantescas se elevaron al cielo y estallaron como fuegos artificiales en lo alto, la gente gritó extasiada, si, justo detrás de ellos iban los representantes del clan Uchiha lanzando jutsus, Naruto sonreía ilusionado, él también quería aprender a hacer algo así.

—los chicos hacen un excelente trabajo — dijo Hinata viendo que las miradas de la gente había pasado de ella a los miembros del clan Uchiha quiénes ahora seguro hacían una coreografía de artes marciales — sonreír tanto es agotador… — agregó en voz baja quejándose.

— no le sorprenda su majestad, los Uchiha siempre llaman la atención en estos desfiles —dijo Tobirama con su habitual rostro serio, el a pesar de su apariencia ya era un alfa de edad y como tal había visto anteriores coronaciones.

— los Uchiha resaltamos en todo lo que hacemos — dijo Hinata con una sonrisa.

— lo olvidaba, usted fue terminada de criar por los Uchiha — recordó el sumo sacerdote mirando a Hinata quién le devolvía la mirada con una sonrisa — además de que supongo será una reina interesante también será interesante el dolor de cabeza que tendremos con usted ¿está de acuerdo con eso general?

— Se puede decir que yo ya soy en cierto grado inmune a las tonterías de mi familia — Sasuke permanecía en su posición, con el sharingan activo escaneando todo a kilómetros a la redonda, rastrillando el terreno para evitar cualquier amenaza.

—ya le escuchó su majestad, el general no se va a enojar —dijo el sumo sacerdote sin una pisca de expresión en su rostro — hay que mostrar a la gente nuestro agradecimiento a los Uchiha — eso a Sasuke le dio una terrible mala espina. No se equivocó, para cuando volteó a ver el sumo sacerdote y Hinata se habían puesto una camiseta encima de la ropa, la de Hinata decía “¡QUE VIVAN…” y la del sumo sacerdote Tobirama finalizaba la frase “…LOS UCHIHA!” Esto lo hicieron justo cuando iban pasando por la entrada al barrio Uchiha donde estaba el clan reunido, sobre una grada.

— ¡QUE VIVAN LOS UCHIHA! — exclamó el público en general, incluso la banda de guerra y el ejército que participaba en el desfile gritaron aquello a todo pulmón.

— ¡QUE VIVAN! — exclamaron los miembros del clan saltando de las gradas y sumándose al desfile, Sasuke frunció el ceño, retiraba lo dicho, jamás sería capaz de soportar a su familia.

— Naruto nos vamos — le dijo a su omega quién sumisamente asintió poniéndose de pie pues lo notaba, Sasuke estaba en su límite, el aura asesina que le rodeaba daba cuenta de ello.

— ¿te vas Sasuke? — preguntó Hinata poniendo cara de niña buena — ¿y si hay un atentado contra mi vida quién me protegerá? — preguntó la chica haciéndose la damisela en apuros.

—¿Es verdad lo que dice general ? — Tobirama entró a la conversación — ¿va a abandonar a su reina sola e indefensa? Y también a este pobre párroco senil e incapaz de defenderse — todo aquello el peliblanco lo dijo con un rostro serio e inexpresivo, eso acabó un poco más con la ya reducida paciencia de Sasuke, primero que todo Hinata había entrenado con él bajo la tutoría de Kakashi, era una envidiable peleadora y con el Byakugan era casi invencible, después estaba el supuestamente senil sumo sacerdote, por favor, Tobirama de senil no tenía nada, No tenía una sola arruga y los músculos bajo la camiseta y el traje sacerdotal daban cuenta del riguroso entrenamiento al que se sometía diariamente, en sus años mozos el ahora sumo sacerdote fue miembro del ejército, en esos momentos fue conocido como la muerte de fuego, el solo repelió la avanzada de cinco mil invasores del ejercito enemigo quedando con solo un rasguño, él cual se hizo cuando después de vencer al ejercito enemigo se le rompió el vaso donde bebía agua y se cortó recogiendo los cristales, así de débil y senil era el sumo sacerdote Tobirama.

— Naruto. Ven antes de que nos quedemos sin reina y sin párroco senil... — Naruto obedeció y Sasuke le cargó al estilo princesa para desaparecer en un parpadeo, saltando a través de los edificios.

— Nuestro rey se ha desviado del buen camino pues ha ignorado a su sacerdote senil — mencionó Tobirama como broma pero no rió, aún así la carcajada de Hinata no se hizo de esperar.

—el otro día me dijo que se quería mudar con Naruto al barrio Uchiha ¿será masoquista?

— Hinata — le llamó el sumo sacerdote Tobirama, detrás de ellos la gente gritó emocionada cuando los jutsus bola de fuego se elevaron al cielo nuevamente.

— dígame su santidad.

— sabes que tarde o temprano su majestad Sasuke y su majestad Naruto reclamaran su puesto…

— lo sé, la verdad me pregunto porque no lo han hecho — susurró Hinata — quizá sea porque no han recuperado sus memorias, le hemos ofrecido a Sasuke el cargo de rey y se ha negado, debido a eso retrasé tanto mi coronación, para ver si aceptaba en algún momento, por ahora, tomaré el cargo mientras se deciden, el pueblo no puede estar más sin un gobernante.

—Es la decisión correcta —dijo Tobirama mirando a la multitud —después de lo sucedido con los clasistas ellos necesitan en quién confiar…



Aterrizaron en uno de los jardines traseros, Naruto tenía el cabello todo alborotado por el agitado viaje, la rosa la había perdido en algún momento del recorrido, Sasuke le puso en el suelo con cuidado y Naruto tambaleó un poco mareado pero divertido.

— ¡hagámoslo de nuevo Sasuke! — al parecer el niño vio la escapada estratégica de su alfa como una montaña rusa a la que quería volver a subir, Sasuke sonrió.

— Más adelante, las veces que quieras —Sasuke acarició la rubia melena alborotada de Naruto, también le faltaba al niño omega una de las sandalias zori, posiblemente al igual que con la rosa la había perdido en el camino —pero por ahora vamos a descansar, tomar un baño y arreglarnos para el baile.

— ¡sí! — Naruto asintió con la cabeza efusivamente pues estaba impaciente esperando la hora en la que llegara el baile, Sasuke empezó a caminar dentro del castillo hacia la habitación asignada para él y para su pareja dando por hecho que Naruto le seguía, pero cuando sus desarrollados oídos no captaron los pequeños pasos de Naruto siguiéndole supo que algo andaba mal, su lazo lo indicaba pues sintió ganas de llorar, un terrible nudo en la garganta que de repente le cortó la respiración, exaltado dio la vuelta solo para ver a Naruto dándole la espalda, con las manos en el pecho viendo a lo lejos el árbol partido por el rayo, aquel en el que supuesta mente el pequeño había pasado varios milenios durmiendo y esperándole. Supo entonces que algo serio estaba pasando.

— mamá… — la voz de Naruto sonó cortada y casi inentendible.

— Naruto pequeño ¿Qué pasa? — Sasuke se acercó a su omega sintiendo el impulso de protegerlo y tranquilizarlo, Naruto rápidamente se lanzó a sus brazos y Sasuke se arrodilló para abrazarle, el llanto de Naruto se hizo más fuerte y desesperado y empezó a decir cosas sin sentido que Sasuke no podía entender, pero cuando él alfa consiguió entender una de las frases que decía su omega se quedó frio.

— ¡¡c-cuando papá te mató pensé que no te v-volvería a ver!! —entonces Sasuke supo que Naruto había recuperado la memoria.

Notas finales:

¡Buenas! Empieza él salseo esperado, ahora se aclararan todas las dudas que tenían, en los siguientes capítulos veremos lo ocurrido en él pasado y para conmemorar esto hice un dibujo de naru chan, aun no esta terminado, me falta él fondo pero en mi facebook (busquenme como Valeeop Himeko) encontrarán un adelanto pd: para los que me siguen preguntando cuanto saque en él examen les aviso que los resultados salen él 11 de noviembre. Nos leemos pronto!!


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