Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Tu silencio por valeeop

[Reviews - 202]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Caminaron por el solitario estacionamiento en absoluto mutismo y tranquilidad, mientras se alejaban Naruto no pudo evitar darle un vistazo al orfanato, las puertas cerradas de aquel edificio blanco que casi no tenía ventanas simbolizaban para él una cárcel, una insuperable prisión de la que él ahora se estaba alejando sosteniendo la mano de un alfa desconocido, en su momento no negó el ofrecimiento de aquel que lo llevaba de la mano, deseando la libertad que en realidad nunca había tenido y que tanto había anhelado en su encierro, pero ahora estaba algo asustado, sabía que una promesa no significaba en realidad nada, en el mundo real la palabra tenía menos valor que las acciones y que a la final quién le agarraba la mano seguía siendo un desconocido… cuyo nombre no había llegado a escuchar…

– ¿Estas bien? – preguntó Sasuke y Naruto se limitó a asentir bajando ligeramente la cabeza y apretándole la mano al mayor, para el pequeño omega la relación con el alfa no era clara, pensaba que sería su concubina, después de todo para ese destino le habían entrenado en el orfanato.

Los azules ojos de Naruto se abrieron mostrando su sorpresa al ver el extravagante y majestuoso automóvil que se presentaba ante él, observando cada detalle del auto al cual se dirigían el rubio tropezó contra sus propios pies.

– ah! – chilló bajito al ver como el suelo se acercaba más siendo inminente la caida pero antes de que callera al suelo, Sasuke quién lo tenía sostenido de la mano, lo haló hacia sí mismo abrazándolo con una ligera sonrisa en el rostro.

– ¿te ha gustado el auto? – preguntó Sasuke con una sonrisa, se había agachado un poco y sostenía al ahora sonrojado omega por la pequeña cintura – me alegro porque ahora es tuyo… – Naruto se sorprendió – ya sabes por eso de “todo lo mío es tuyo”, cuando crezcas un poco más te enseñare a conducirlo – dijo el alfa soltando al omega para sacar las llaves de su bolsillo y abrir el auto, el rubio se quedó estático en su lugar con la mirada gacha y las manos en el pecho, su corazón traqueteaba como loco, era curioso como a pesar de que solía huirle al contacto con otros alfas, no le huía al contacto de ese alfa de nombre desconocido e imponente que en un principio le hubiera inspirado miedo y buscaría alejarse de el – adelante – notó como el alfa dueño de sus pensamientos le abría la puerta del copiloto y sin pensarlo mucho entró al auto rápidamente, aunque en el orfanato le habían metido a fuego en la cabeza que no debía desobedecer a los alfas la razón por la que ahora obedecía tan sumisamente se reducía al simple hecho de querer ver ese auto, que para el parecía un transformer, por dentro, y no se decepcionó, el auto era tan increíble tanto por dentro como por fuera.

El camino fue tranquilo y silencioso, Sasuke condujo como una persona normal por primera vez en mucho tiempo, solo para no asustar al niño quién en el asiento del copiloto veía por las ventanas el mundo a su alrededor. El alfa en varias ocasiones dedicó miradas furtivas al curioso omega, detalló desde su brillante cabellera rubia y desordenada, la bonita piel de su cuello y nuca que era parcialmente cubierta por el cabello, el infantil torso cubierto por el suéter de lana blanco con el emblema del orfanato, los pantalones cortos por encima de la rodilla típicos de un infante en color azul marino, las medias blancas con una línea del mismo color del pantalón que llegaban a la altura de la rodilla, y los zapatos escolares de cordones los cuales demostraban el pequeño tamaño de los pies de aquel omega…Sasuke pudo jurar que casi no había visto la carretera en todo el camino pues aquel pequeño era un imán para sus ojos…



Sasuke dejó la maleta de Naruto en el moderno mueble blanco y volteó para observar al omega quién se mantenía cerca de la puerta de entrada del apartamento mostrándose renuente avanzar más, jugaba con sus manitas nerviosamente mirando el suelo, a Sasuke y otra vez al suelo repetidas veces, Sasuke sonrió buscando tranquilizarlo.

– ¿recuerdas lo que te dije antes? – los hermosos ojos azules de Naruto mostraron confusión, el niño no entendía a que se refería – “todo lo mío es tuyo” ahora esta es tu casa – una expresión tranquilizadora se dibujó en el alfa, expresión que le dió más confianza al pequeño omega e hizo que este, aún mostrándose nervioso, avanzara hasta el sofá donde Sasuke había dejado la maleta del orfanato, con manos torpes Naruto abrió la maleta y de ahí sacó un cuaderno, gris como su anterior vida en el orfanato, y un lápiz que ya tenía la mitad de su tamaño original, con ambos objetos en mano y bajo la atenta mirada del alfa paseó su vista por la sala del departamento para localizar una mesilla de cristal sin nada encima, se acercó a la mesilla casi al trote solo con él objetivo apoyarse en ella para escribir, Sasuke se acercó a ver que hacia el niño, y cuando llegó al lugar este ya había terminado de garabatear con el lápiz de tamaño medio, Naruto le entregó el cuaderno abierto a Sasuke y este lo recibió.

– “¿Cómo te llamas?” – decía en el primer renglón de la hoja, la letra era torpe y desordenada, característica típica de un niño, pero esta tenía muy buena ortografía, la mayúscula al inicio, los signos de puntuación y las interrogantes, después de estarse unos instantes detallando la letra cayó en la cuenta de que el omega ni siquiera conocía su nombre, miró a Naruto quién a su vez le miraba de vuelta con ojos expectantes esperando una respuesta.

– ¿ni siquiera te he dicho mi nombre? – preguntó Sasuke más para sí mismo que para Naruto, aún así el omega negó lentamente con la cabeza dándole una respuesta que el azabache ya conocía y no había pedido, no pudo evitar reír por su torpeza, se sentó en el suelo frente a la baja mesa de cristal y junto al omega quién se apartó un poco del alfa dejando una distancia que no afectara su espacio personal, distancia que para Sasuke era enorme e innecesaria y preferiría no existiera – me llamo Sasuke Uchiha, ese será tu apellido a partir de ahora – empezó a decir Sasuke entregándole el cuaderno a Naruto quién lo recibió para después ponerlo contra su pecho mientras escuchaba cada palabra del azabache con atención – aunque tengo dieciséis años soy general del ejército del país del fuego, tengo méritos que me hacen más que calificado para el puesto – el pequeño niño omega tenía su boca entreabierta, cosa que demostraba su sorpresa e interés por lo que le estaban diciendo, Sasuke apoyó su codo en la mesa y su mejilla en la palma de su mano, siguió contando – sigo en la preparatoria por lo que mi vida es muy ocupada, espero que entiendas eso Naruto – el rubio asintió y después empezó a escribir algo en su libreta, Sasuke se abstuvo de leer lo que escribía hasta que terminara, notó como el rubio borró lo que había escrito, y con una expresión triste volvía a escribir, al terminar, desviando la mirada le acercó el cuaderno y Sasuke lo tomó, el azabache se sorprendió al leer lo nuevo que había escrito sobre la hoja blanca de papel.

– “soy su concubina, la directora dice que las concubinas no debemos exigirle nada a los alfas” – Sasuke notó que la letra del omega era ligeramente temblorosa, observó a Naruto estupefacto y notó que el niño desviaba la mirada con los ojos vidriosos, ese omega, a quién había escogido como su pareja creía que sería solo una concubina, un sirviente sexual que no tendría derecho a mas que a servirle fielmente.

– Parece que no me has entendido – empezó a decir Sasuke dejando el cuaderno en la mesa y cortando la distancia entre él y aquel confundido omega, el infantil e inocente corazón de Naruto empezó a traquetear y sus mejillas se tiñeron de rojo cuando aquel alfa inclinándose tomó las infantiles y tiernas mejillas rosadas entre sus grandes y protectoras manos para así juntar sus frentes, estaban tan cerca y podían sentir en todo su esplendor el aroma del otro, sus respiraciones se cruzaban, la de Naruto agitada mientras la de Sasuke era calma y tranquila – no te he reclamado para que seas mi concubina y supongo que el malentendido ha sido mi culpa, me he precipitado – Sasuke movió un poco el pulgar de su mano acariciando la sonrojada mejilla izquierda del pequeño omega – te reclamé para que fueras mi omega y te casaras conmigo – los grandes y llamativos ojos azules de Naruto se abrieron de la sorpresa y durante unos instantes el color de sus mejillas intentó competir con un rojo escarlata – quiero que adoptes el apellido Uchiha, que estés a mi lado, que tu corazón me pertenezca y cuando crezcas un poco más también me pertenezca tu cuerpo… – aquellas declaraciones solo hacían que el agitado corazón de Naruto se llenara de júbilo y alegría, no sabía porque, quizá aquello era otra de esas cosas sin explicaciones que el hecho de ser omega le hacían experimentar, una estampida de animales que no podía reconocer recorría con fiereza su estómago, algo que Naruto no sabía es que Sasuke pasaba por la misma maraña de emociones para ese momento desconocidas – yo soy tu alfa, mi corazón ya te pertenece y puedes hacer con mi cuerpo lo que te plazca… – Sasuke tomó la manito temblorosa del omega y la llevó a su pecho, una sonrisa se plantó en el rostro del alfa al ver como su omega se sonrojaba aún más al sentir su corazón, puede que en la faz tranquila de Sasuke no se notara, pero el corazón que había dentro de aquella maquina hecha hombre del ejercito estaba palpitando ferozmente, todo a causa del pequeño omega de ojos cristalinos y mejillas rojas.

un solo movimiento, rápido y certero, por parte de Sasuke, solo eso hizo falta para que sus labios se juntaran, era un beso muy superficial, casto e infantil, un simple roce de labios que en un parpadeo ya había finalizado, fue muy rápido pero para el inocente Naruto y para el mismísimo Sasuke fue un momento eterno y único, donde el tiempo se detuvo y sus corazones llegaron al punto máximo mientras la estampida en sus estómagos empeoraba…

– e-eh… – tartamudeó el rubio en un susurró, confundido, llevándose las manos a sus labios, cubriéndose su pequeña boca, mientras sus ojos cristalizados observaban al alfa que con una sonrisa triunfante detallaba sus expresiones.

– Me alegra que haya sido tu primer beso – sonrió y Naruto tembló, pues ¿Cómo se había enterado el alfa que ese había sido su primer beso? – Naruto… – el mencionado salió de sus pensamientos y observó los ojos obsidiana del mayor – ¿puedo enlazarte a mí? – Naruto no se lo pensó mucho, para satisfacción del alfa asintió al instante y en ese mismo instante Sasuke lo tomó por los brazos y cargándolo lo sentó a horcajadas sobre sus piernas, el rubio se dejó hacer, su ser omega le decía que se dejara hacer, que no le iba a suceder nada, que ese alfa lo respetaría, que le cuidaría, que no le haría daño y el creía fielmente en eso.

Sasuke enterró su rostro en el cuello del omega olfateando su aroma con cuidado de no dejarse llevar, para no asustar al niño que tenía sobre sus piernas, abrazó al infante por las caderas para que estando tan tembloroso como estaba no perdiera el equilibrio y cayera, ya hacia un tiempo se había hecho de noche pero ninguno de los dos se había dado cuenta de ese detalle, porque era prescindible, porque lo único que les importaba era el contrario. De forma tímida tal y como lo había hecho dos veces antes el pequeño rubio acercó su nariz respingona al fuerte cuello del alfa, inhalando el aroma varonil que este le ofrecía, un olor que le tranquilizaba y le hacía sentir que ese era el lugar al que pertenecía y que siempre había deseado.

– ah! – aquel sonidillo casi inaudible salió de los silenciosos labios de Naruto en el momento en el cual el alfa sin aviso previo le mordió la nuca, todo su cuerpo tembló y miles de terminales nerviosas se activaron haciéndolo experimentar nuevas sensaciones, después de todo, desde que había conocido a aquel alfa, a su alfa, cada segundo se había convertido en una nueva experiencia, en vivencias nunca antes imaginadas por su joven e inocente mente cuyo mundo se reducía al cerrado orfanato, más recientemente al edificio de la milicia y en un pasado no muy lejano a aquellas cuatro paredes de un encierro que entonces le parecía eterno, para cuando el pequeño se dio cuenta todo se volvió oscuridad, lo último que sus ojos vieron fue el rostro de Sasuke alejándose de su cuello, y aquellos ojos rubí que podía jurar antes eran del color del cielo nocturno sin estrellas y sin luna.



Cuando Naruto despertó vio un techo desconocido, una habitación oscura sumida en silencio, los sucesos del día anterior se le vinieron a la mente en el momento en el cual cayó en la cuenta de los fuertes brazos que le rodeaban por la cintura, llevó su pequeña mano a su nuca retirando los cabellos rubios para tocar la piel, pequeñas hendiduras en la tersa piel de su cuello de decían que ahí habían marcas de dientes, aquella marca significaba el lazo que ahora lo unía con la primera persona en la que se sentía capaz de confiar, se acomodó más contra el cuerpo opuesto que lo abrazaba por la espalda con la intención de dormir pero le fue imposible, después de mucho rato estático con los ojitos cerrados no pudo conciliar el sueño, observó alrededor y notó un reloj digital de tenues números luminosos color azul que indicaban la hora, eran pasadas las cuatro de la mañana, con razón no podía dormir, pues en el orfanato a las cuatro en punto ya estaban todos despiertos y bañados, para esa hora seguro lavando el uniforme y la pijama del día anterior, cepillándose los dientes, arreglando las camas y limpiando el lugar.

se preguntó si debía seguir las instrucciones dadas en el orfanato y ser un omega sumiso que se dedicara a las labores del hogar y a la cocina, pero siendo sinceros no era bueno para ninguna de esas dos cosas, se removió un poco buscando con cuidado liberarse del firme agarre que Sasuke tenía sobre él, tratando de evitar despertarlo, sentía algo duro en el trasero, imaginó que era una linterna, como aquella con la cual dormía uno de sus compañeros de habitación, quién le tenía miedo a la oscuridad, se preguntó si Sasuke también le tenía miedo a la oscuridad.


Sin saber qué tipo de omega debía ser para Sasuke su infantil mente se dejó llevar por el instinto, el cual le dictaba que su alfa lo amaría sin importar como se comportara, que para eso estaban hechos el uno para el otro, pues eran un complemento de su pareja.

Logró liberarse, bajó de la cama con cuidado notando que ya no tenía ni los zapatos ni las medias, aún así seguía con el uniforme del orfanato, observó la ventana de la habitación, el edificio que se cernía a varios metros frente a la enorme ventana estaba en penumbra, solo podía ver las siluetas de los muebles de la habitación, las luces nocturnas de la urbe no llegaban a esas alturas, recordándole que estaban en el penúltimo piso de un rascacielos en el área exclusiva de Konoha, capital del país del fuego, observó a su alrededor cerrando ligeramente los ojos de forma involuntaria tratando de reconocer las cosas y orientarse, no conocía el apartamento, lo mas que había llegado a ver era la sala y de esta no se había fijado mucho por todos los sucesos y emociones que había experimentado desde que llegó, habían tres puertas en aquella habitación, una de ellas seguro era el armario, la otra el baño y la ultima la salida, abrió la primera de ellas y acertó pues esta le llevó al baño, a tientas buscó el interruptor al lado de la puerta, tuvo que ponerse de puntillas para alcanzarlo y encender la luz, en cuanto esta iluminó el baño Naruto entró rápidamente cerrando la puerta detrás de sí para evitar que él brillo levantara al dormido alfa, se sorprendió mucho al ver el lugar, un enorme baño muy bonito de azulejos negros y blancos, habían muchos espejos y detalles en las paredes, mucho dorado, muchas lucecillas pequeñas y brillantes por el techo e incluso por las paredes, el suelo en varios niveles, todo era muy bonito y la bañera era grande, casi como una piscina, el omega lleno de emoción se sacó la ropa a tirones y entró en la bañera donde abrió el grifo llenándola por completo y ahí se entretuvo, jugando con el champú, el agua y la espuma como lo que era, un niño.

Al salir se asomó tímido por la puerta del baño, se aseguró de que el alfa no estuviese despierto, pero Sasuke seguía dormido, abrazando ahora una almohada de forma posesiva, Naruto con su ropa en los brazos y completamente desnudo corrió hacia lo que supuso seria la puerta de salida, por segunda vez acertó, pensó que había pasado mucho tiempo en el baño al notar como el cielo estaba más claro, de un color azul oscuro, lo suficientemente iluminado como para ver por donde caminaba y a donde se dirigía, pero aún no se tornaba anaranjado pues al sol le faltaba para salir a dar los buenos días.

De alguna manera logró llegar a la sala y dar con su maleta del orfanato la cual estaba abierta pero perfectamente organizada, seguro Sasuke la había revisado cosa que no le molestó en lo absoluto, pero si le preocupó, seguro Sasuke había visto su cartilla de notas llena de ceros, sacudió la cabeza y decidió no pensar en ello, sacó otro de sus uniformes con la ropa interior y se lo puso, el suéter blanco limpio con el emblema del orfanato se mojó ligeramente en la parte de atrás, por él área de su espalda pues su cabello goteaba.

Después de caminar un poco llegó a la cocina, para ese momento el cielo era rojizo y el sol se alcanzaba a ver por el horizonte, tenía hambre, no había comido nada desde el día anterior al almuerzo, se acercó a la nevera plateada la cual era enorme e imponente, contaba con dos puertas y un dispensador de agua y hielo con muchos botones cuyas funciones el desconocía y temía averiguar por su cuenta, no quería dañar nada, algo temeroso de estropear algo de aquella casa abrió la enorme nevera y se topó con un montón de cosas, productos que nunca antes había visto, sintió curiosidad y unas inmensas ganas de probarlo todo pero sacudió la cabeza, no, no debía, podría arruinar algo, así que se limitó a tomar lo que el mejor conocía, la caja de leche, la sacó de la nevera y la puso en la encimera, faltaba el cereal, miró los gabinetes altos, seguro ahí debían estar los cereales, observó alrededor buscando una manera de cómo alcanzarlos hasta que notó los cajones, cuyas manijas podría usar como escaleras, se acercó casi corriendo y subió por ahí hasta llegar a los armarios superiores, en el primer armario que abrió encontró el cereal, una sonrisa triunfante se dibujó en su rostro al momento de tomar la caja, ese día estaba contando con mucha suerte, bajó con ella por las manijas de los cajones teniendo cuidado de no caer, al llegar al suelo corrió y puso la caja de cereal en la encimera, después revisó los gabinetes inferiores de dónde sacó un plato y una cuchara, con algo de dificultad subió en uno de los altos taburetes negros modernos y se preparó una ración doble de cereal con mucha leche para después empezar a comer, tenía mucha hambre después de todo.

– eres un niño muy independiente – escuchó decir a una voz de tono orgulloso mientras sentía como su cabello era revuelto por una mano juguetona, casi se atraganta con su cereal, tragó antes de empezar a toser por el susto para después voltearse y mirar como Sasuke, con una pijama de seda negra, se alejaba de el no sin antes dejarle a un lado del plato su libreta y un bolígrafo para acercarse a los gabinetes inferiores y sacar un plato y una cuchara – pensaba levantarme temprano a prepararte el desayuno pero parece que me has ganado ¿a qué hora te levantaste? – Naruto dejó a un lado la cuchara y tomó el cuaderno para escribir, Sasuke se sentó en el taburete alto a su lado.

– “en el orfanato todos despertábamos a las cuatro a hacer los quehaceres” – leyó Sasuke de forma mental sentándo a un lado de Naruto, el azabache observó al niño y luego sonrió imaginándose las dudas que el infante tendría descifrándolas gracias a la mirada preocupada que este le dedicaba.

– olvida todo lo que te enseñaron en el orfanato, se tú mismo y no te tienes que preocupar por los quehaceres – empezó a decir Sasuke ante la mirada de sorpresa de Naruto –en cuanto me voy viene el servicio del edificio a limpiar el apartamento – Sasuke sonrió al ver el sonrojo en las mejillas de su omega – ¿me sirves algo de cereal? – preguntó Sasuke pasándole el plato a Naruto y este asintió al instante sirviendo la leche y el cereal – gracias – dijo el azabache al recibir él plato para ponerlo frente a él, antes de empezar a comer le dio un beso en la frente al rubio, este después del gesto se llevó una mano a la frente en el lugar del beso y sonrió avergonzado – hoy tengo cosas que hacer – dijo Sasuke después de un rato al terminar de tragar captando la atención de Naruto quién aún masticaba el bocado con la cuchara en la mano – te dejaré con una conocida mía quién te hará un par de pruebas para saber tu nivel académico y que puedas entrar al colegio – Sasuke llevó la mano a los mechones rubios de su omega y los acarició con dulzura haciendo que este cerrara los ojos ligeramente disfrutando del contacto – también te acompañará a comprar algo de ropa, ayer revisé tus cosas y solo tienes los uniformes del orfanato – Sasuke tomó otra cucharada del cereal al terminar de hablar mientras bajo su atenta mirada Naruto escribía algo en la libreta.

– “¿viste mis calificaciones?” – Leyó el azabache antes de asentir, la boca del omega se convirtió en una perfecta línea recta, tomó el cuaderno y escribió algo más que le mostro a Sasuke al terminar – “¿estas decepcionado? Yo era el peor de mi clase” – Sasuke sonrió.

– al contrario, estoy orgulloso – el rostro de Naruto, como tantas otras veces en ese corto tiempo reflejaba sorpresa – que saques cero en materias como: sumisión, comportamiento de una concubina y maneras de tratar a la esposa y a los hijos del alfa… – dijo Sasuke mencionando algunas de las absurdas materias que pudo leer en la cartilla de notas – …solo me hacen sentirme orgulloso de mi omega – finalizó el azabache y Naruto sonrió regalándole a Sasuke una vista de lo que para el era la cosa más hermosa que había visto en su vida…y aquella era la sonrisa de su omega.

Notas finales:

Por lo que se viene mas adelante creo que la onu empezará a cazarme :v

En fin espero sus review


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).