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Tu silencio por valeeop

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Notas del capitulo:

Hola. Pues les tengo una noticia, inscribí esta historia a los wattys, para quienes aun no se habían enterado esta historia también esta en wattpad, los que tengan cuenta ahí si les gusta mi fic por favor vayan y dejenme él voto por allá, ya saben, para que triunfe él mal, en fin, disfruten él capitulo :3

— ¿y bien? — Preguntó sentándose en la misma mesa donde hacía unos instantes el pequeño Naruto había sido obligado a sentarse — ¿se quedaron mudos? ¿Debo utilizar otros métodos para que hablen? — palmeó su pierna y Naruto quién lo miraba desde cierta distancia corrió a sentarse en sus piernas y a aferrarse a él, el rubio estaba determinado a no llorar, debía ser un niño fuerte, Sasuke estaba ahí, ya nadie le haría daño, ya no estaba solo.

 

— Hermanito, estos no van a hablar — dijo Obito Uchiha, mejor conocido como “Tobi”, era un alfa perteneciente a los Uchiha con el típico cabello azabache y ojos oscuros que tanto caracterizaban a su clan, era despreocupado pero algo sádico y calculador, un mal bromista perteneciente a la familia del clan que acogió bajo su yugo a Suigetsu, era un año menor que Sasuke y acostumbraba llamarle “hermanito” porque a Sasuke le molestaba — pero tranquilo, que ya les hago decir hasta de que se les murió el ancestro… — dijo sonriendo animadamente, jugando con sus puños.

 

— ¡esto no va a llegar a ninguna parte! — chilló Izumi enojada saltándole encima a la omega que estaba pisando a Charasuke y tomó su cabello halándoselo con fuerza, la omega trastabilló al perder el equilibrio dejando al pobre Charasuke por fin en paz, Izumi sonrió — ¡démosle su merecido! — la omega trataba de liberarse pero estaba muy por debajo de Izumi en lo que a habilidades se refería, y Izumi seguía sin pausa halando de su largo cabello, los alfas y los betas jóvenes del clan Uchiha aplaudieron con admiración mientras el alfa dicha omega cuyo cabello estaba siendo halado peleaba contra su instinto, si llevaba la contraria a los Uchiha era muerte segura.

 

— ¿ven jóvenes? Esa es una omega con iniciativa — dijo Suigetsu en un tono burlesco y divertido mirando al resto de los Uchiha, estos asentían aguantando la risa, la omega cuyo cabello estaba siendo jaloneado por Izumi soltó un gemido lastimero, el llamado que el omega hace a su alfa en busca de protección.

 

— Oh ...miren quién está llamando a su alfa ahora — dijo Naori en un falso y sobreactuado tono lastimero, justo en ese momento el alfa de la omega de las coletas se lanzó en un ataque instintivo buscando alejar de su pareja a quién le estuviera lastimando, pero en cuanto llegó donde Izumi, esta soltó a la omega chillona que lanzaba constantemente esos llamados de protección y desvió el puñetazo del alfa con gracia solo para devolvérselo en forma de patada, el alfa cayó al suelo, al lado de su omega.

 

— Ahora quién es el inútil — se burló Sasuke mientras se ponía de pie, Naruto ya estaba más calmado — ¿Por qué estabas en el suelo? — preguntó Sasuke al pequeño rubio quién enseguida sacó el celular de su bolsillo, empezó a teclear la respuesta pero alguien que regresaba le ahorró el trabajo.

 

— Ese alfa de ahí lo pateó — dijo un alumno del tumulto señalando al alfa del omega de cabello rubio y mechones rojos, aquel era el único cuya voluntad no había sido mermada por la voz de mando del acosador, estaba acompañado de varios maestros, incluyendo el director Sarutobi, de nueva cuenta los ojos de los Uchiha se inyectaron en sangre, estaban enojados y el alfa que había pateado a Naruto sentía las ansias asesinas contra su persona.

 

— déjame ver eso — Naruto volteó a mirar a la persona quién le había hablado, se trataba de un omega, un desconocido, debido a esto el niño guardó las distancias —soy Akatsuna Sasori, el omega de Obito Uchiha —se presentó el pelirrojo de apariencia confiable, Naruto se acercó a él y permitió que este, después de agacharse para ponerse a su altura, levantara ligeramente la parte de arriba de su uniforme con el fin de ver los daños provocados al cuerpo del infante, una mancha rojiza de buen tamaño se extendía por la bonita piel del niño, enseguida bajó la camisa y el saco —bueno es un feo hematoma — dijo suspirando y poniéndose de pie.

 

— ¿Qué es un hematoma? — preguntó Obito levantando la mano de forma infantil, como preguntándole a un profesor, Sasori rió.

 

— Es un moratón y uno grande — respondió Sasori, entonces un golpe sordo inundó el silencioso comedor lleno de espectadores.

 

— ¡no! — se escuchó el grito del omega de cabello pintado de rojo quién se acercaba corriendo a su alfa el cual estaba en el suelo, Sasuke, en un arranque le había propinado un poderoso puñetazo en el rostro a aquel alfa que se había atrevido a ponerle un dedo encima a Naruto, y ese fue el detonante, para que los Uchiha tomaran a ambos alfas y empezaran a golpearlos — ¡deténganse los van a matar! — chilló de nuevo el omega.

 

— ¡director deténgalos!¿!porque no hace nada!? — preguntó la omega de las coletas acercándose al profesorado quiénes observaban todo desde cierta distancia.

 

— ¿detener qué? Yo no veo nada — dijo Sarutobi con una sonrisa cómplice en el rostro, desviando la mirada y silbando, en un obvio acto de burla.

 

— ¡pero si está sucediendo en frente de sus ojos! — chilló de nuevo desesperada escuchando el sordo sonido de los golpes y los quejidos lastimeros.

 

— Ya le dije joven que no estoy viendo nada — repitió Sarutobi para después voltear a ver al maestro que estaba a su lado derecho —¿usted ve algo profesor?

 

—Nada señor director — dijo el maestro con una sonrisa de complicidad, la omega cayó al suelo de rodillas, sorprendida, estupefacta y sobre todo frustrada.

 

—los cuatro vienen del norte del país del fuego —empezó a decirle uno de los maestros a Sarutobi dirigiéndose también a Sasuke que estaba de pie cerca del profesorado tomando la mano de Naruto — ingresaron a esta institución hace menos de una semana, no conocen las reglas y han tenido un comportamiento reprochable, tienden a molestar a sus compañeros de clases.

 

— ¡todo esto es tu culpa! — Chilló el omega con el cabello pintado de rojo al ver como sus alfas habían cesado de ser golpeados por los Uchiha, estos ahora se burlaban de ellos, mofandose en un acto innegable de venganza hacia quienes habían osado lastimar a uno de los suyos — ¡detenlos! — dijo más como una orden a Naruto, acercándose al niño, poniéndose a su altura, dibujando una mirada amenazante, Sasuke permitía esto porque quería ver como procedería Naruto, pero si veía que ese omega se pasaba de listo le demostraría que el ser un omega no le salvaria — ¡te dije que los detuvie… — una sonora cachetada hizo callar al omega de golpe quién indignado se llevó la mano a la mejilla afectada, Sasuke abrió la boca sorprendido y satisfecho, el pequeño Naruto veía al omega de cabello pintado con los labios apretados y la mano levantada, si volvía a insultarlo tenía más de donde había salido esa cachetada, los Uchiha volvieron a aplaudir sorprendidos por la gallardía del pequeño. 

 

—acepta las consecuencias… —susurró Naruto, para sorpresa de Sasuke, quién abrió los ojos impactado, la voz de Naruto sonaba temblorosa, su pequeño estaba al borde del llanto, pero Sasuke estaba feliz, muy feliz, de haber, por fin, podido escuchar esa hermosa voz la cual era mucho más bella que aquella, la que su mente pudo imaginar, el omega quedó pasmado, debido al timbre bajo que había usado Naruto nadie más había podido escuchar eso, más que todo por la gran cantidad de aplausos provenientes de los Uchiha.  

 

—Ven señores, este es otro omega con iniciativa — dijo Suigetsu en cuanto las ovaciones cesaron.

 

— ¡viva los Uchiha! —chilló Izumi levantando las manos.

 

— ¡QUE VIVAN! — gritaron emocionados todos los que portaban el apellido y aquellas parejas de los miembros del clan, Sasuke se acarició el puente de la nariz, siempre que la familia se reunía para cualquier cosa hacían un montón de locuras, eran un completo dolor de cabeza, no se quería imaginar cómo se descontrolaría el asunto cuando fuera a presentar a su omega a todo el clan, hasta se habían olvidado de los dos alfas a quiénes habían golpeado hasta dejar inconscientes, estos ahora estaban siendo sacados de ahí por el comité de disciplina los que a su vez eran seguidos por los omegas de esos alfas, Naruto por su parte solo sonreía, alegre de estar con Sasuke, y de pertenecer a ese clan, eran una familia muy divertida.

 

— si, si, si — dijo Sarutobi acercándose a los miembros del emocionado clan — que vivan los Uchiha, pero que vivan en los salones, ya se acabó el receso — y justo la campana sonó.

 

— Aguafiestas — bufó Tobi y Sasori rió.

 

 

Sasuke vio como Naruto entraba a su salón de clases en compañía de Obito quién estaba acompañado de Sasori y Sai, ambos miembros del clan Uchiha, los únicos que cursaban el primer año, pues en segundo año estaban el, Izumi, Naori y Suigetsu, los otros siete miembros de su clan ya cursaban tercero de preparatoria.

 

— ¡Uchiha, que bien que te encuentro! — Tsunade apareció por el pasillo contrario a él, estaba agitada, había corrido — lo siento, lo que le sucedió al mocoso es culpa mía.

 

— si lo es — dijo Sasuke cortante y algo enojado — pero en parte es culpa mía, por no tener en cuenta las posibilidades, he estado ocupado y no le dediqué las habituales amenazas a los nuevos.

 

— Esta prestigiosa escuela supuestamente fue creada por el estado — empezó a decir Tsunade observando por la ventana las extensas y lujosas instalaciones — pero en realidad fue creada por los Uchiha, para evitar que a sus miembros se les imparta la educación clasista de sumisión.

 

— ahora mismo esta escuela es nuestro mayor fuerte en contra del consejo — dijo Sasuke mirando también por la ventana, ambos estaban solos en el extenso pasillo, las clases habían empezado — tenemos la intención de derrocarlo, desde aquel día en que la familia real cayo hace ocho años el consejo ha hecho lo que le viene en gana, gracias a nosotros, los clanes más poderosos del país, ellos no han podido establecer una dictadura.

 

— Si no me equivoco. los Uchiha tienen tierras en una isla en el mar del sur de Konoha — Sasuke sonrió asintiendo, esa mujer era como un demonio, no se le escapaba nada.

 

— Nuestra familia, antes de la creación del país del fuego, era un reino que habitaba en esa isla — dijo Sasuke — la familia real de aquella época tiene una línea de sucesión directa que llega hasta mí.

 

— ¿Cómo te llamo ahora? Su serenísima jodida alteza — preguntó en tono burlesco la rubia alfa de grandes atributos.

 

— en todo caso — continuó Sasuke — lo que ellos temen es que nosotros declaremos nuestra independencia y retomemos nuestros territorios, eventualmente, todos los clanes poderosos de Konoha que están de lado de la difunta familia real y por lo tanto de nuestro lado nos seguiran.

 

— Ustedes formarían un país poderoso y el país del fuego perdería al menos un setenta por ciento de su poderío militar —analizó Tsunade con una sonrisa maquiavélica que era muy llamativa en su faz — los otros países tomarían la oportunidad sin dudarlo y conquistarían los territorios del país del fuego — Sasuke asintió.

 

— al consejo no le conviene llevarle la contraria al clan Uchiha. Pero… — Sasuke se llevó la mano a la barbilla con el ceño fruncido — algo planean, no me creo que puedan estar tan tranquilos…sin hacer ningún movimiento, son demasiado ambiciosos y retorcidos como para dejar las cosas estar — Tsunade sonrió, estaba de acuerdo con los pensamientos del Uchiha — tú fuiste por corto tiempo la sucesora de Sarutobi en el consejo ¿tienes alguna idea? 

 

— No tengo ni puta idea — respondió Tsunade chasqueando la lengua —el consejo está dividido en dos partes. Los que están con la difunta familia real y el clan Uchiha, y los otros bastardos — explicó poniendo ambas manos frente a ella, como si fueran los platos de una balanza fluctuante — deberías preguntarle a Kakashi, él es quién me sucedió en el consejo y también te entrenó durante un tiempo. En todo caso yo hare investigaciones por mi lado, tenemos todo el tiempo del mundo, mientras el consejo no se pueda deshacer de los Uchiha no podrán hacer movimiento alguno, por cierto, ya cambie el registro, cuida de Naruto Uchiha — Tsunade se fue sin despedirse, no hacía falta, Sasuke estuvo todo el tiempo buscando la ocasión de decirle a la alfa que Naruto por fin había hablado, todavía le parecía una ilusión, un hermoso sueño, una magnifica fantasía, que por ahora prefería guardarse para sí mismo, Naruto volvería a hablar, pero dejaría que lo hiciera por sí mismo, sin presiones, que el pequeño lo hiciera a su propio ritmo.

 

 

 

Sasuke abrió la puerta del copiloto dejando entrar a Naruto en el auto, se acomodó en los lujosos asientos poniendo la mochila en su regazo y esperando a que Sasuke diera la vuelta y entrara al asiento del conductor, todo esto bajo la atenta mirada de los alumnos de la primera escuela de Konoha Quiénes mentalmente hacían un retrato del pequeño Naruto, para recordar no tocarle ni un cabello.

 

 

El viaje de vuelta a casa fue tranquilo y silencioso, a través de la ventana las dos personas dentro del vehículo podían ver la constante y rápida transformación del paisaje y la pululación de la gente por los alrededores en un revoloteo incesante, cada uno inmerso y preocupado en sus propios asuntos, despreocupándose de lo que era verdaderamente importante, viviendo el día a día, con objetivos tan simples y sosos como limitarse a vivir sin sobresalir para tener un paso tranquilo por la existencia, mientras esperaban la tan inesperada e indeseada muerte.

 

No tenían idea de que conversar, la situación era incomoda, el pequeño se preguntaba ¿Cómo le explicaría al que ahora era el conductor del vehículo que en realidad si podía hablar?, que todo no había sido más que un circo muy bien actuado que se había montado desde que tuvo conciencia y que había mantenido por el deseo de conservación propia, apretó una mano con la otra, ambas descansaban en su regazo para simular tranquilidad, posada sobre el pesado bolso lleno de libros y útiles escolares que en el agite y la emoción de su primer día de clases había empacado en el bolso pero a la final en todo el transcurso del día no había llegado a utilizar.

 

Observó de reojo a su conductor, a su pareja, a la persona que según el instinto y por uno de los múltiples caprichos del destino estaría a su lado hasta que murieran, Sasuke estaba concentrado en el camino, con la mirada fija e inamovible en el asfalto, pendiente de cualquier cambio, conduciendo por primera vez después de mucho tiempo con prudencia, en el pasado, cuando solamente era él en su lamborghini veneno roadster, pisaba a fondo el acelerador, le gustaba el peligro y la sensación de miedo, le resultaba tremendamente vivaz, pues podía sentir en su frente el estruendoso palpitar de su corazón por el estado de alerta y el terror de derrapar en cualquier curva y dirigirse hasta un inevitable final.

 

Algo de lo que estaba orgulloso es que en la ciudad jamás había pasado de la decente velocidad de doscientos kilómetros por hora, aunque en la carretera era una historia diferente, ante la inexistencia de curvas cerradas, señales de tránsito y semáforos dejaba rienda suelta al desenfreno y ponía a toda potencia su muy veloz auto, este rugía fervientemente en cuanto pisaba el acelerador a fondo, el sonido era bastante estruendoso, pero como cualquier experiencia le hacía sentir vivo…

 

Quizá por eso los autos no le duraban más de un mes…  

 

Naruto se alertó al ver que habían pasado el edificio donde estaba el apartamento, curioso por saber a dónde se dirigían, pues el alfa no le había dicho nada al respecto de un cambio de planes, sacó su nuevo celular del bolsillo y empezó a teclear en la aplicación de block de notas, captando la atención de Sasuke por el tintineante sonido que el teclado digital producía con cada pulsación.

 

— no conozco tus motivos para fingir ser mudo pero cuales quiera que sean los respetaré — dijo sin despegar la mirada de la carretera, sus ojos azabache se entrecerraron ante el silencio de su pareja, el pequeño niño parecía dubitativo y nervioso — no haría nada que te lastimara — el niño lo miró haciendo un puchero.

 

— No quiero separarme de Sasuke — dijo en voz baja y Sasuke frenó en seco asustando ligeramente a Naruto, quién creía haber dicho algo que no debía, pero para su sorpresa, después de poner el freno de mano, Sasuke lo tomó y lo cargó sentándolo sobre su regazo para abrazarlo.

 

— no me separare de ti — le susurró al oído, con el abrazo aún vigente, disfrutando del aroma infantil a lavanda, era tan pequeño y tierno, su piel tan suave, su cabello tan sedoso y su olor era tan glorioso — tampoco te haré preguntas, quizá lo que estas guardando es un secreto muy pesado, tomate tu tiempo y cuando quieras yo te escucharé — entonces Sasuke sintió el ligero temblor del niño en sus brazos, el hipido constante y después una cálida humedad en su hombro, el pequeño estaba llorando y al darse cuenta de eso su corazón se sintió oprimido, como si alguien metiera la mano en su interior y con rabia apretara toda la extensión del musculo cardiaco con rabia mal contenida.

 

—y-yo no quiero que Sasuke me odie… — susurró Naruto entre gimoteos lastimeros abrazando a Sasuke por el cuello, aferrándose a él, tomando en sus puños el saco del uniforme de su alfa para apretarlo y tratar de contenerse inútilmente — yo quiero mucho a Sasuke, n-no quiero que Sasuke me odie y me jede….n-no quiero volver a estar solito — entonces dio rienda suelta al llanto y el azabache entró en crisis sin saber cómo consolarlo, solo lo dejó llorar mientras sentía como la humedad tibia de su hombro de extendía con cada lagrima que el niño derramaba, le acarició la espalda con ternura dándole algunas palmaditas buscando tranquilizarlo, lo abrazaba con fuerza y acentuaba su olor para que Naruto al percibirlo, fuerte, varonil y protector se sintiera seguro.

 

— no te voy a dejar solo — dijo Sasuke una vez sintió el llanto del pequeño había mermado, estaban abrazados todavía, Naruto tenía la cabeza hundida en la hendidura del cuello de Sasuke, el aroma había funcionado, Sasuke por su parte teniendo a Naruto aferrado a él y sentado a horcajadas sobre su regazo miraba el techo, analizando las palabras antes de decirlas — eres lo más preciado para mí, no te diré que sin ti moriría, no me pondré cursi con esas cosas ya que es una obviedad — sonrió satisfecho cuando sintió que Naruto se apegaba más a él — eres mi destinado, no podemos vivir separados, somos dos partes de una misma alma y estamos hechos para estar juntos, todo por un maravilloso capricho del destino por el que estoy agradecido, porque si no fuera así no te tuviera conmigo, eres perfecto Naruto…

 

— yo quiero mucho a Sasuke — dijo el niño con palabras calmadas.

 

— yo también te amo… — el alfa depositó un casto beso en su cabeza —puedes seguir con tu silencio, mientras me permitas escuchar tu hermosa voz no me interesa nada más.

 

— Sasuke…

 

— dime.

 

— ¿me das un besito?

 

— todos los que tú quieras —entonces ambos deshicieron el abrazo solo para juntar ahora sus labios, era otro de aquellos besos castos cargados de ternura, que tan salvajes le parecían al pequeño e inexperto Naruto y tan gratificantes resultaban para Sasuke, pues sentía la completa disposición y entrega de su pequeño, mas allá de cualquier tacto morboso con fines lujurioso, aquel beso estaba cargado de significado y sentimientos que de interés sexual, porque se amaban, porque se adoraban y porque estar juntos significaba mucho, al terminar Sasuke lamió los tiernos y dulces belfos de Naruto guardando a fuego en su mente su forma, aquel acto hizo que el pequeño terminara completamente rojo mientras se cubría su boca con sus manitos avergonzado — tengamos una cita Naruto...

 

 

 

 

 

 

 

   

 

    

 

 

  

 

 

 

 

 

 

      


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