Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Ojala Algún Día Crea en el Amor por Sieben7

[Reviews - 15]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola! Capitulo nuevo, y esta sea quiza la parte mas dificil de la historia -.- ojala que les guste el capi de hoy, no se olviden comentar al final.

A leer:

 

 

 

-       ¿Tienes algo que hacer hoy en la noche? Tal vez podríamos salir a algún lado para pasar el rato. ¿Qué opinas?- insinuó Tom tímido.

-       Es una buena idea. He tenido demasiado trabajo esta semana, salir me hará bien- pronunció Bill y luego suspiro mirando su trabajo realizado hasta el momento, casi terminaba la edición de la segunda revista.

-       Entonces saliendo nos vamos juntos, tú eliges el lugar- concertó el pelinegro sonriente, se quedaba a ayudarlo solo para estar más tiempo con el rubio, tenía que conquistarlo a toda costa.

-       Ok, ahora prosigamos. Quiero ver si termino de editar hoy- dijo el joven fotógrafo enfocándose en las fotografías que tenia frente a él.

 

Más tarde, se encontraban ambos chicos bebiendo plácidamente en un club, de pronto Bill se tenso tratando de ocultarse tras Tom, este noto su comportamiento y dio un vistazo hacia donde su amigo veía, un grupo mixto de cuatro personas acababa de entrar al lugar.

 

-       ¿Qué pasa?- indago Tom ambiguo volviendo la vista hacia Bill.

-       Son mis amigos. No tengo humor de verlos ahora. Querrán que nos vayamos a parrandear a otro lado o algo así, quiero una noche pacifica- explicó Bill cansado.

 

Tom asintió ligeramente tratando de ignorar a los recién llegados pero al poco tiempo sintió su presencia detrás de él, Bill bufo disimuladamente mirándolos.

 

-       ¡Hey Bill! Que mira que sin ponemos de acuerdo al fin te vemos- dijo una chica rubia acercándose a él y saludándolo con un beso en la mejilla, Tom vio a su amigo removerse incomodo ante eso.

-       Hola chicos, ¿cómo están?- respondió Bill educadamente.

-       Muy bien. Hasta que te dignas a aparecer- apuntó un chico alto de gorra naranja medio riéndose.

-       Haha- rio nervioso Bill- Bueno. Verán, ahora estoy algo ocupado, si me disculpan- expreso serio.

-       Claro. ¿Y él quien es?- dijo otro joven viendo a Tom interesado.

-       Él… él es Tom, mi… novio- menciono Bill agitado- Ya nos íbamos de hecho, ¿verdad?- concluyo mirando a Tom y este afirmo rápidamente dejando algunos billetes al mesero que se les acercaba en ese mismo instante- Disculpen. Nos vemos luego, adiós- se despidió poniéndose de pie y saliendo a toda prisa seguido del pelinegro.

 

Bill y Tom caminaron en silencio hasta el coche del pelinegro, lo abordaron y luego el fotógrafo suspiro largamente, él otro lo miro de reojo tratando de comprender la situación.

 

-       Déjame atar cabos. Tu familia sabe que soy tu novio, tus amigos lo saben ahora también, ¿alguien más debe saberlo?- cuestiono confuso Tom repasando los hechos.

-       No, creo que son todos- bufo Bill y luego sonrió brevemente- Se los acabo de decir a mis amigos porque solo así me dejaran tranquilo. Como nunca me han visto tener una relación con nadie creen que solo vivo para trabajar y para las fiestas, que no me interesan las relaciones serias y eso. El que les haya dicho esto los calmara, no te preocupes. Ellos son personas muy abiertas y me entenderán- explico pensativo.

-       Bill yo… no sé cómo decirlo- murmuro Tom- Es que, vale ¿hasta cuándo vamos a seguir con esto?- dijo al fin armándose de valor, con sus sentimientos de por medio ahora lo que menos quería era fingir que tenían algo.

-       No te puedo pedir que sea toda la vida, ¿o sí?- indago el fotógrafo y el pelinegro lo miro sorprendido despegando la vista brevemente del camino- Ok, supongo que un tiempo considerable, el necesario para que nos dejen en paz. Sé que esta situación no te agrada, pero nos necesitamos- respondió convencido, Tom se sintió algo desilusionado con esa respuesta.

-       “Si. Si estaría contigo toda mi vida”- se dijo mentalmente Tom con dolor volviendo la vista al frente y apretando los labios.

 

Tom llevo a Bill a su departamento, y tras algo de insistencia del rubio se quedo con él un rato, no entendía porque aun no quería que se fuera, tampoco era que no quisiera estar ahí pero no pretendía hacerse falsas esperanzas. Se tumbo en el sofá de la sala esperando que Bill le dijera algo, se vio tentado a encender el televisor mas decidió aguardar a que su amigo llegara a su lado.

 

Un rato después Bill apareció sosteniendo algo entre sus manos, se acerco a Tom y se lo entrego, era un álbum con fotografías tomadas por el rubio. El pelinegro las observo curioso, se fascinaba por algunas irremediablemente y él otro solo lo observaba interesado.

 

-       ¿Qué te parecen?- pregunto Bill ansioso.

-       Son muy buenas- menciono maravillado Tom.

-       ¿De verdad? Se sincero- reitero nervioso Bill.

-       Si, me gustan. Enserio eres bueno con la cámara- le alabo el otro.

-       Ok- susurro el fotógrafo y Tom le devolvió el álbum- Gracias por tu ayuda, era muy importante- expreso alegre.

-       ¿Por qué?- le cuestiono el pelinegro curioso.

-       Eres una persona exigente y observadora, haz tratado con otros fotógrafos antes y mi trabajo tiene que ser sobresaliente.

-       Por supuesto, tus fotos son las mejores que he visto, pero ¿tiene algún objetivo que me las mostraras?

-       Seguro. Todo lo que hago siempre tiene un propósito.

-       ¿Y cuál es este?

-       Es algo de lo que depende mi futuro, pero no puedo contarte mucho ahora.

-       Bueno. Debo irme.

-       Si, supongo.

-       Es algo tarde y aun tengo que conducir a casa.

-       Claro, anda entonces.

-       Nos vemos después. Que tengas buena noche.

-       Igual, descansa. Ve con cuidado.

-       Adiós.

 

Abatido, Tom volvió a su casa cabizbajo. En momentos como ese estaba convencido de que sería imposible conquistar al joven rubio pues al parecer este solo lo veía como un buen amigo, pero debía seguir intentándolo. Sintió que la despedida de hace un instante fue algo larga, él no quería irse, y parecía que Bill no quería que se fuera, buscaba algún pretexto para hacer que se quedara.

 

Sacudió levemente la cabeza quitando esa idea de su mente, tenía que dejar de pensar esas cosas, aunque si lo veía de cierto modo, tal parecía que indirectamente Bill le enviaba señales de querer corresponderlo. Le contaba intimidades que ni sus amigos de toda la vida sabían, se apoyaba mucho en él y, según lo que el mismo rubio le conto, Tom era la primera persona que se quedaba a dormir en su departamento, en resumen, él era la persona en quien más confiaba Bill.

 

Eso a la vez le afectaba, no quería herirlo ni perjudicar su amistad con el fotógrafo por lo que sentía, lo quería demasiado para permitir eso, estaba hecho un mar de confusiones, al parecer todo se resumía a saber que sentía realmente Bill por él, posiblemente eso alejaría sus miedos y obtendría respuestas.

 

El día siguiente transcurrió tranquilo, Tom fue al periódico porque su padre lo mando llamar en la mañana, prácticamente en la universidad ya estaba graduado y solo estaba esperando sus resultados de los exámenes finales, así que como tenía tiempo aprovecho la visita al diario y fue a conversar con Georg.

 

-       Te veo sufriendo. ¿Qué pasa Tom?- cuestiono su amigo mirándolo fijo.

-       Es Bill. Yo… yo no sé qué hacer para saber si me corresponde, él es tan extraño que no puedo dar por hecho algo- explico Tom ansioso.

-       Pues puedes hacer una cosa, ponlo a prueba para ver cómo reacciona y que se delate. O puedes ser más directo e ir a hablar con él, y que el mismo te diga lo que siente- indicio Georg pensativo.

-       No es tan fácil como dices, eso es más o menos lo que yo había pensado. No soy tan listo para inventar algo que lo exponga, puedo terminar delatándome solo, y si solo llego y se lo digo…- gruñó Tom y luego suspiro- Se que primero se reirá, luego me dirá que estoy loco y después me mandara al diablo, y no sé si pueda soportar eso- delibero contrariado.

-       ¿Y qué te hace pensar que no te querrá? Inténtalo. Si no lo intentas, nunca lo sabrás. Sé que es un chico mayor que tu, incluso mayor que yo, pero si no te atreves entonces perderás la oportunidad y siempre tendrás esa duda- le indico el chico castaño.

-       Vale ¿pero que le digo? “Bill me gustas, estoy enamorado de ti. ¿Tú qué opinas?”. No, no es tan fácil, en este tipo de cosas no soy bueno con las palabras, nunca había estado en una situación así ni parecida. Estoy aterrado Geo, ¿me entiendes?

-       Lo sé, sé que no te había sucedido antes, aunque siempre hay una primera vez, y se oirá algo cursi esto que te voy a decir ahora: no pienses en lo que vas a decirle, cuando lo veas deja que hable tu corazón.

 

Tom sopeso las palabras de su amigo por un instante y asintiendo salió de esa pequeña oficina, suspiro largamente y decidió ir a donde creía que Bill se encontraba en ese momento, en el área de edición del periódico.

 

Llego ahí y pregunto por él, no estaba pero le dijeron que volvería en un rato así que decidió esperarlo ya que no tenía prisa, pero conforme pasaban los minutos se iba poniendo cada vez más nervioso. No sabía  que le diría cuando lo viera, miraba insistentemente su reloj por la impaciencia, necesitaba verlo y decirle de una buena vez todo lo que sentía, no quería ni podía ocultarlo más.

 

Lo vio llegar y apenas sonrió bobamente al observarlo acercarse, el pelinegro sintió sudor frio bajarle por la frente y la garganta seca, maldiciéndose internamente por comportarse como una chica adolecente enamorada del hombre de sus sueños, quiso ocultarse y huir pero luego reacciono, tenía que enfrentarse a Bill tarde o temprano, no iba a posponerlo otro día.

 

Bill lo vio y le sonrió mientras abría la puerta de su pequeña oficina, Tom se puso de inmediato de pie caminando hasta él, una vez que lo vio más cerca lo noto preocupado y no pudo evitar sentirse igual con solo mirarlo fijamente a los ojos.

 

-       Hola- menciono tímido Bill.

-       Hola- susurro Tom- Bill, necesito hablar contigo urgentemente- expreso inquieto.

-       Si, yo también quiero hablar contigo. De hecho iba a ir a buscarte más tarde, pero ya estás aquí así que pasa- insinúo el fotógrafo entrando a su oficina  y enseguida el otro chico lo siguió.

 

Lo que hace unos meses era una cómoda oficina ligeramente adornada por algunas fotografías y pequeños cuadros, ahora lucia sus paredes desnudas, un solitario escritorio con un equipo de cómputo y algunas cosas en cajas alrededor, Tom trago duro ante tal visión observando con detalle cada rincón de ese espacio temiendo lo peor.

 

-       ¿Te… te vas?- pregunto Tom incrédulo con voz temblorosa.

-       Así es- dijo apenas Bill en un murmullo- Estoy terminando de guardar mis cosas- señaló con pesar.

-       ¿Por qué? Apenas llevas poco aquí. ¿Y las revistas? ¿Mi padre lo sabe?- se apresuro a cuestionar el joven abogado.

-       Me ofrecieron trabajo en una importante agencia de modelaje en Múnich, es una muy buena oportunidad y aparte me pagaran muy bien. Las fotografías que te enseñe ayer, es el portafolio que les envié de mi trabajo, se los envié esta mañana y ni bien paso una hora me llamaron para contratarme- Bill suspiro y luego prosiguió-  Sobre las revistas, ya adelante los diseños de las portadas para las ediciones faltantes. Vengo de hablar con el señor Kaulitz, me dijo que aceptaba mi decisión- declaro Bill serio con tono vacio y luego suspiro.

-       ¿Solo lo hacías por el dinero? Dime cuanto te propusieron y yo convenceré a mi padre para que supere la oferta- convidó Tom desesperado.

-       No, no es por eso Tom. Como te dije, es una excelente oportunidad, no puedo desaprovecharla, es un gran paso en mi carrera, por eso anoche te dije que de eso dependía mi futuro- dijo el rubio satisfecho.

-       Quédate, por favor- le pidió el pelinegro con voz rota.

-       Me encantaría, este lugar es genial de verdad, pero ha llegado el suceso que había estado esperando. Es una gran agencia, no me iría de aquí si no fuera por algo mejor- pronuncio el fotógrafo melancólico.

-       Lo sé y lo entiendo pero… por favor, por favor Bill, no te vayas- rogó Tom alcanzando la mano del otro chico.

-       ¿Por qué no quieres que me vaya? No comprendo- exhorto Bill confundido, Tom aspiro hondo dándose valor, era ahora o nunca.

-       Porque… porque te amo Bill Trümper

 

 

 

Notas finales:

O.O ¿Y ahora? ¿Que pasara? No se pierdan el siguiente capitulo el viernes que viene, nos acercamos a la recta final de esta historia.

Muchas gracias por leer, espero que les haya gustado el capitulo y me dejen aunque sea un comentario pequeño. Nos seguimos leyendo, salu2.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).