‘El tiempo pasa como una brisa que mueve las hojas, levanta la arena y sacude los brotes de un árbol de cerezo llevándose sus flores. Viento que crea ondas en el agua para luego dejar de fluir y dejar todo moviéndose solo con el impulso que el viento les dio’.
~Víctor Montoya~
Las lágrimas escaparon de mis ojos en muchos momentos del año que atrás quedo. A pasado un año más y hoy estoy nuevamente de cumpleaños. Mensualmente recibí alguna parte de mi madre en una caja con nieve. Sus partes quedaron bien conservadas y fue gracias a esos que me quisieron ver enloquecer y a Gray quien conservo a mi madre hasta el mes pasado que pude darle santa sepultura, un entierro digno para aquella que dio más de lo que otros hubiesen podido dar. Incluso su vida por sus hijos. Sus brazos, piernas, pecho, parte baja, pies y manos y de ultimo el dedo índice de la mano izquierda de mi madre. Contando con que su cabeza me la dieron unas semanas antes de darme el brazo derecho de mi madre como regalo en mi cumpleaños pasado.
Hoy creo que es cuando mejor me he sentido en todo el año, y eso se debe a que sé que ya no hay ni un miembro más del cuerpo de mi madre por el que deba esperar. Mi tortura al fin acabo y eso me tranquiliza. Gracias a Erza, Gray y Blake es que pude soportarlo. Poluska-sama me recetó un somnífero y un calmante, literalmente vivía drogado. No podía dormir por las noches y en ocasiones sufría ataques de pánico en los que alucinaba, así que no vi más que aceptar vivir ingiriendo un tratamiento que me dejaba en un estado adormecido cuando me daban los ataques o dormido por 10 horas gracias a los somníferos que aunque me dejaban un poco mareado me permitían dormir. Y quizás nadie lo sepa ni lo sabrán de mi boca, pero vi muchas veces a Laxus visitándome cuando el calmante me anestesiaba y quedaba casi inconsciente. Mientras Erza no estaba o me dejaba solo era cuando Laxus me visitaba entrando por la ventana de mi habitación y me cuidaba así fuese por 5 minutos. Creo que él no sabe que yo lo veía aun así fuese con los ojos semi-cerrados. Él acariciaba mi frente, decía cosas pero no recuerdo ni la más mínima de tales cosas.
Gray por su parte estuvo más cerca de mí que nunca y Blake y yo nos volvimos tan cercanos que podría decir que es tan hermano para mí como lo es Hakuto, mi medio hermano por parte de papá. Somos un equipo y la verdad es que he podido apreciar su magia desde cerca. Claro que muchas veces me trata como a un mocoso pero había ocasiones en las que me trataba como a un igual y no como un niño. Demostró ser más fuerte que Gray y que Natsu, todo gracias a su magia que le permitía crear armaduras que contrarrestaran el fuego o el hielo y cualquier otra magia, pero se la llevan muy bien y eso es lo realmente importante.
En este instante estoy caminando con Hakuto por la ciudad. Tiene 14 años ya. Estoy intentando que se una a Fairy Tail y le digo que le puedo enseñar algún tipo de magia o incluso incrustarle alguna lacrima, pero él se niega.
- Quizá tú quieras que yo sea fuerte como tú, pero creo que vivir una vida normal como un civil es más grato – me dijo razonablemente.
- Ok, ok, no insisto más. Pero tendrás de todas maneras que visitarme y no ser siempre yo quien busque de ti – dije animado.
Desde la primera vez que los visité para saber de Makoto los visito 1 o 2 veces cada mes, pero él solo me ha visitado 4 veces desde que le dije que estaba en Fairy Tail. Esta sería una tarde muy larga.
- Ven, ahora vamos a la librería – dijo más entusiasmado que nunca en el día de hoy.
A él le encanta leer y a mí también. Desde que descubrí como funciona mi magia me estoy dedicando a estudiar las estructuras de todas las magias, la simbología de los sellos o círculos mágicos, la historia tras los orígenes de la magia y que propiedades de las magias que se vieron mutadas con el pasar de los años. Todo ese conocimiento y gracias a la enciclopedia mágica que compré en donde aparecen todas las magias registradas dentro de todo el continente de Ishgar descubrí que mi magia jamás ha sido vista por nadie, al menos no en este continente.
A mi magia la llamo “Magic Soul”, es un “Take Over” así como la magia de los hermanos Strauss, trata en la cambio de forma, una transformación que permite el manejo de una técnica o poder especifico. Mira-san absorbe las magias o esencias demoniacas que le permiten adquirir una nueva transformación. En mi caso, puedo absorber magias, o adquirir el control de los materiales usando mi Magic soul sobre objetos sólidos. Por ahora no puedo transformar mi cuerpo, tan solo puedo extender las extrañas marcas por la zona de mi cuerpo que quiero que sea dotada de alguna cualidad mágica. Cualquier marca mágica, sea de agua, fuego, aire, tierra y/o cualquier elemento o magia, cualquiera, me da resistencia y fuerza, pero según la lógica del elemento o magia. Por ejemplo la tierra; me da más fuerza y resistencia que otros atributos. Hasta ahora solo puedo extender dichas marcas de mis manos a mi pecho y espalda y de mis pies hasta mis rodillas.
Nadie en el gremio sabe la realidad de mi magia, solo creen que soy un mago de tierra y creo que es mejor así, al menos mientras descubro lo que puedo hacer.
En la historia de la magia descubrí que comenzó solo como una manera de reforzar objetos que hoy en día son armaduras, pistolas o cualquier tipo de arma, a esas les llamaron encantamiento y las personas que la usaban eran llamados encantadores, los cuales descubrieron un tiempo después que podían encantar también a los seres vivos. Las magias elementales eran llamadas hechizos, los que habían desarrollado este punto se hacían llamar hechiceros y no tenían que acudir a una sola magia, podían usar cualquier elemento, pero era más trabajado. Estudiaban la simbología de los hechizos para crear nuevas técnicas y con su mente, recordando el patrón exacto podían invocar los círculos mágicos. La magia de espíritus celestiales no fue descubierta, fue un ser de otra dimensión que contacto a los humanos convencido que en algún momento los dragones con los que se convivían podían fallarles por lo que creyó que los espíritus celestiales podrían ser de gran ayuda. Y de la magia Dragón Slayer solo encontré que fue entregada por los propios dragones que convivían en paz con los humanos, al menos en Ishgar, pero la razón de esta magia fue para combatir a los dragones que atacaban desde el oeste. El creador de la alianza con los humanos fue el dragón de la sabiduría llamado Belserion. La guerra dio fin a la existencia de los dragones en la era hace 400 años. Y aunque es demasiado claro con respecto a la historia de la magia, no entiendo cómo es que nunca se vieron dragones recientemente que justifiquen o respalde la historia de Natsu siendo entrenado por un dragón. No lo entiendo.
No hay más. Sigo estudiando para poder hacer mucho más de lo que he aprendido a hacer.
Estoy sentado con Hakuto en una mesa de una cafetería comiendo emparedados y bebiendo té verde, aunque Hakuto prefiere té negro. Como sea. Hakuto compro un libro de cocina y como regalo pago el libro que elegí que habla de magos reconocidos. Solo lo compre puesto que está escrito por el mismo autor de toda la línea de libros que estoy usando para estudiar y porque en el principio del libro habla que los hechiceros existieron solo por 40 años; 10 años conviviendo con dragones y 30 después de la extinción de la poderosa raza. Solo por ello lo elegí.
- ¿Y qué te pareció mi regalo?
- Mantenerme ocupado y alejado del gremio en mi cumpleaños. Ya me suena conocido – dije sonriendo sabiendo lo que tramaban.
- Eso no es un secreto – acepto sorprendiéndome – lo que sí les pedí es que no interrumpieran en el día que quería pasar hoy contigo – sonrío.
Eso no me lo esperaba. Hakuto es la clase de persona que por mucho que se encariñe nunca se molesta en acaparar a una persona para sí solo. Esto sinceramente es nuevo para mí.
- Haru, ¿quieres comer dango?
- ¿Y luego iremos al gremio?
- Sí, hasta iré contigo. Este año te puedo garantizar que no hay nada que pueda arruinar tu cumpleaños.
- Me gusta esa idea.
Reímos y terminamos de comer para pedir dos órdenes de dango. No sé a qué se debe este apego por parte de Hakuto, pero me agrada sentir a mi familia más cerca que sentirla ausente.
Hay una cosa en la que Hakuto tiene razón, y es que este año no hay nada que puedan hacer para estropear mi felicidad.
Salimos de la cafetería y nos dirigimos al gremio. Esta vez entre por aquellas puertas y me sorprendió lo que vi... estaba vacío. Jamás llegue a ver el gremio vacío, esto me sorprendió. Estaban todas las decoraciones puestas, todo colorido pero no había absolutamente nadie en el gremio, pero lo que me causo más intriga, era que las luces estaban encendidas ¿Habrá pasado algo?
Entre con Hakuto a mi lado pero se sentó con la excusa de estar cansado. Cuando di un paso más sentí un hilo a la altura de mi tobillo soltarse cuando lo hale y de pronto una pancarta se abrió y cuando se abrió todos salieron de barriles, tras la barra, la segunda planta y entrando por la puerta gritado “FELIZ CUMPLEAÑOS”. Esta vez la estatua en medio del salón del gremio solo era la insignia del gremio con un pequeño yo sobre ella.
“Un año en Fairy Tail, 365 días, pero cientos de sensaciones compartidas, con la familia que hoy es parte de tu vida”.
Todos se acercaron a abrazarme pero solo uno llego sin que lograse verlo. El único que hacía a mi corazón palpitar de emoción como en este momento. El único que día a día me acompaño intentado estar siempre para mí incluso hoy que se suponía que había ido a una misión. Y el único Gray que deseo conocer.
- Feliz cumpleaños – me dijo al oído antes de que todos se amontonaran sobre mí.
Nuevamente sentí que algo se removía dentro de mí. Una sensación que se endurecía bajo mi pantalón. Sentía el pecho de Gray apegado a mi espalda y una cosa dura que pegaba un poco más arriba de mi trasero que puedo asegurar que por mi altura y la de Gray, él también tiene esa presión que siento bajo mi pantalón. Un calor invadió mis mejillas y no precisamente por estar en medio de un gran y cálido abrazo de familia.
Una vez todos me soltaron Blake se acercó a mí con una caja pequeña en sus manos.
- Cumples 10 para yo en 15 días cumplir 17. No me superarás – dijo riendo.
Extendió su brazo dándome el regalo el cual abrí en este mismo momento. Una pulsera de cuero con una placa de plata que tenía grabada las palabras “Fairy Shadow” que es lo que decimos ser: sombra de hada.
- Gracias.
Todo fue normal, igual al año pasado reímos, bailamos, compartimos y vivimos esa alegría que tanto caracterizaba a nuestro gremio. Empezamos a crear competencias bebiendo, comiendo, bailando, jugando al “adivina qué” y competimos por el mejor traje de la noche. Al final nadie le gano a Cana bebiendo, ni a Natsu comiendo. Eso es imposible. El juego de “adivina qué” lo hicimos de acuerdo a las parejas o grupos conformados para las misiones y quienes acertaron más mímicas fueron Levy con Jet y Droy, de segundo lugar Gray, Hakuto, blake y yo, y sorprendentemente el tercer lugar se lo llevo el equipo de Erza, Natsu y Loky. Puesto que varios no tenían equipos se formaron otros como el de Erza o la inclusión de Gray y Hakuto a mi equipo. Mirajane hacia buenas imitaciones pero Elfman es muy tonto.
Todo está fenomenal. Todos estamos muy a gusto por cómo va todo. Todos están por su parte, hablan, ríen, gritan. Como un día normal solo que de noche.
Hakuto se está llevando bien con Blake, son parecidos en una cosa, cuando no están cerca de gente querida se ponen serios, pero en este momento no están ni alegres en confianza ni serios.
Terremoto. Entre todo el movimiento solo pienso que todo fue muy bello para ser cierto. Erza corrió a la puerta pero se detuvo al ver como un objeto entraba disparado rompiendo la puerta y también la estatua en medio del gremio. Todos quedamos atónitos. Hakuto se levantó de donde estaba y camino estupefacto sin creer lo que era dicho objeto. Todos salían del gremio buscando una explicación. Otro terremoto se sintió, pero esta vez tan fuerte que el gremio se empezó a caer. Los que aún quedaban dentro empezaron a salir del gremio asustados. Yo solo me acerque a Hakuto para decirle que había que correr pero no pude.
Quizá no le tuve tanto aprecio o aquel apego que tenía con Makoto o el mismo Hakuto pero era mi padre a fin de cuentas. Lo que entro por la puerta del gremio fue la cabeza de mi padre, cabeza que Hakuto en esto instante tenía entre sus manos y lloraba sin salir de su shock. En su frente, escrito profanando su piel con algún objeto punzante decía: “Feliz cumpleaños”.
Todos al salir del gremio terminaron por encontrarse con el mar. El gremio estaba viendo hacia lo que se suponía era la parte de atrás. Yo pude mirarlo desde el interior del gremio. Todo se vino encima pero mis fuerzas solo me llevaron a abrazar a mi hermano que no tenía la culpa de esto.
- ¿Qué paso aquí? – preguntaban algunos fuera de los escombros.
Volví a agachar la cabeza para ver aquella expresión que tenía el rostro de mi padre, era un gesto de dolor, mas no hubo escena que me rompiera más el corazón que ver a mi medio hermano abrazar la cabeza de mi padre mientras lloraba en silencio ensuciándose con la sangre que desprendía la cabeza de nuestro progenitor. Por un momento creí que podría tener un día tranquilo, que ya todo había pasado y ya no podrían molestarme, pero me equivoque y la prueba de cuan equivocado estoy esta justo ante mis ojos. Protegidos por un escudo de tierra que levante antes de quedar bajo todos esos escombros, pero heridos muy en el fondo con este “regalo” tan horrible y despiadado.
- ¿¡Donde esta Haru!? – escucho la alterada voz de Gray. Ha de estar preocupado.
Escucho como los demás del gremio mueven escombros y gritan mi nombre buscándome.
Hakuto acaricio el rostro de nuestro padre y junto sus parpados. Lo que más me desgarra es que si consiguieron a mi padre, la madre de Hakuto posiblemente este muerta, y a él menos que a cualquiera deseaba que lo hirieran. Él no tiene por qué pasar por lo que yo. No quiero.
- Pero que lastima.
Esa voz.
- ¿Haru? – pregunto Levy.
- ¿Quiénes son ellos? – pregunto Elfman.
- No soy Haru. Y ellos son mis amigos de Serpent smiling.
Esa era su voz, no hay duda. Me sorprenden sus palabras pero en el fondo de mi ser quiero creer que no es más que una mentira. Es hora de que deje de lado lo que me entristece y en vez de dejar que me afecte, hacerle frente y por una vez, y de aquí en adelante, mirar hacia el frente para lograr mis objetivos sin desviarme de mi camino.
En mi mano unas marcas de color café empezaron a aparecer extendiéndose hasta mi muñeca pero no tomaron a ser parte de mí ante brazo. Los escombros sobre Hakuto y yo se empiezan a apartar con solo mover mi mano, pero tengo que ayudarme con la tierra para mover las vigas de madera.
Empecé a salir de los escombros de manera lenta y con los ojos cerrados, casi dramáticamente; primero por temor de ver lo que me encontraría al abrir los ojos, y segundo por no querer que llegue el momento de abrir los ojos y darme cuenta que posiblemente no es una mentira el que mi hermano este en ese gremio que tanto nos ha herido. Abro mis ojos para mirar a mi hermano y este me mira de regreso con odio. Tenía a tres magos a su lado; ellos no me interesaban, pero el peli-rojo era el tercero de los tres hombres que me violaron aquella vez.
- Cuanto tiempo, Haruka.