- Quédate. – pedí sonrojado.
Gray se sorprende por mi pedido, pero esa sorpresa de pronto quedo en un segundo plano cuando Gray comenzó a acercarse a mí. De manera lenta e inconsciente seguía acercándose y solo al estar frente a mí se detuvo, parecía dudar, pero eso fue poco antes de apegar sus labios a los míos, entre mi poca consciencia, entre estar dormido y despierto, cerré los ojos sintiendo como Gray movía sus labios sobre los míos. Mi zona baja despierta pero más me importa ahora esto con Gray que la necesidad que tiene mi hombría. La lengua de Gray se introduce en mi boca. Es la primera vez que siento como mi corazón se acelera de esta manera tan desenfrenada pero nada desagradable. Gray llevo su mano hasta mi trasero acariciándolo por encima de la ropa. De un empujón aleje a Gray de mí después que este apretara mi trasero.
- L-lo siento Haru… yo, yo no quería… yo… yo
- Gray. Sé que no eres como esos hombres, pero me asusta pasar por lo mismo otra vez.
- Entiendo. Además, sería horrible esto mientras eres un niño. Estaría mal – Gray miro el techo y lo observo por breves minutos – Ven a tomar un baño.
- Está bien – dije tomándole de la mano – pero me acompañaras.
Gray al principio se reusó, pero accedió al final con un sonrojo igual que yo por haberle hecho tal proposición. No me reconozco.
Este momento fue a dar justo para confesar lo que nunca dijimos o aquello que entre comillas quedo. Aquellos detalles y pensamientos que no contamos a todos, detalles que dejamos para nosotros mismos o con aquellos a los que consideramos más cercanos. Le conté una vez más a Gray lo que tanto él como Erza, Laxus, el maestro y Poluska-sama solo sabían. Sin ocultar detalles y sin que me faltase mencionar algo. Le confesé lo que me hicieron y lo que sentí antes de Fairy Tail e incluso lo que sentí cuando mi hermano confeso sus fechorías en mi contra. No solo hablamos de mí, claro está, también gray me hablo de su historia con sus padres, su maestra y de alguien llamado Lion que fue otro discípulo de Ur y también lo que sintió cuando vio a Deliora quitarle a su familia y maestra, pero también del odio que el tal Lion le tuvo a Gray, etc. Nos abrimos el uno con el otro. Era necesario, porque una persona no puede aguantar sus penas solo, pues termina rompiéndose.
No pensé que fuera a amanecer sin que hubiéramos pegado ni un ojo durante la noche. Después bañarme en la tina junto a un sonriente Gray nos acostamos sin poder quitar la vista del otro. Gray no podía olvidar ni dejar de recordarme que mientras nos bañábamos yo estaba rojo en vergüenza por hallarme completamente desnudo sentado sobre el erecto pene de Gray. “Te rosaba mas no entraba” decía gray haciéndome perder el sueño. Es lo más vergonzoso que alguien pueda decirme y un arma perfecta para hacerme trastabillar.
En un momento de la noche Gray sintió miedo al darse cuenta de que lo que habíamos hecho estaba muy mal, en todos los sentidos. Quise que Gray entendiera que yo estaba con él, y lo estaría siempre pero el insistía en que nuestra relación sería vista como pedófila, que se irían contra él. Me preocupa, no lo niego. Gray me pidió que todo se mantuviese en silencio hasta yo cumplir mayoría de edad. Es algo complicado y mal visto. Me asusta que Gray desista de esto, pero al menos por ahora tendré que esperar.
Pasamos toda la noche con un nudo en nuestros estómagos que nos mataba por el hecho de pensar en las consecuencias, mas decidí tomar la iniciativa para no caer en un incómodo y agobiante silencio. Empecé a cantar y a preparar el desayuno pues el sol estaba próximo a salir. Gray al fin empezaba a entender que todo sería incomodo si permitíamos que los problemas nos ofuscaran, por ende, si había que esperar, era mejor hacer la espera agradable.
Gray acomodaba la mesa mientras yo cocinaba. Al final la mesa quedo decorada con: rebanadas de pan semi-tostado para untarles salsa de atún con queso crema o mermelada, bizcochos con ralladura de nuez levemente adornados con crema batida y una frambuesa, una jarra de jugo de naranja y con una pequeña cesta en medio con una manzana, una pera, higos y ciruelas. Creo que los pequeños detalles deben hacerse con cariño, sino, no sirve de nada hacerlos. Gray lo probo todo, y aunque no le gustaron muchos los bizcochos puesto que no era fanático de lo dulce admitió que le gusto el sabor de estos. Creo que no hay nada más gratificante que sentir que disfrutan de lo que uno hace.
El sol había salido hace no más de una hora y después de desayunar y lavar los trastes junto a Gray nos alistamos para salir. Le pedí a Gray que me llevaras en su espalda. No hay razón a fondo más que la de sentir la altura y disfrutar de ella. Creo que no hay niño que no disfrute de esto. Anoche no pude ver el camino pero la casa de Gray queda un poco lejos del centro de la ciudad. El invierno en magnolia dura muy poco, es una ciudad cálida la mayor parte del año, sin embargo a veces nieva mientras la temporada de invierno está presente.
El clima es perfecto, las adormiladas camas de flores se despiertan de su sueño invernal y las aves e insectos como las mariposas vuelven a aparecer anunciando la primavera larga y placentera al olfato con sus innumerables y variados aromas y fragancias.
Olvidemos el cómo conocí a la nueva miembro de Fairy Tail. Ya ha salido a una misión. Bueno, creo que no pueda decir que es sorprendente su partida a misiones, a fin de cuentas estando en equipo con Natsu, toma misiones casi de inmediato.
- Haru. Vamos a una misión – dijo Blake.
- Claro, solo elígela – respondí dejando a Gray.
Si soy sincero, no tengo ganas de hacer misiones, solo quiero atender el gremio y quitarle un poco de trabajo de encima a Mira-san quien aunque no lo diga, puede ser demasiado y a la vez agotador.
- ¿Qué has elegido?
Blake siempre elige cosas peligrosas. Dice que así aprenderé más rápido a lidiar con oponentes fuertes. A veces solo elige cosas que no sabe manejar para tomar experiencia en estas. Es gracioso puesto que es muy poco cuidadoso, es listo pero a la vez muy atarantado en lo que respecta a su comportamiento. Es un niño más, con la leve diferencia de que es un pervertido. Una vez quiso tocar los senos de Erza, pero antes de que lo matara ella lo detuve. Solo a un idiota se le ocurre tal cosa. Él tiene un cierto problema de obsesión con la peli-roja, pero no se le puede hacer nada, algún día entenderá que hacer o intentar alguno de sus pensamientos pervertidos con Erza es igual a dictar su sentencia de muerte.
Al final nos unimos a Levy en una competencia en vez de ir a una misión Blake y yo. Ninguna misión resulto gustosa para él y nuestra amiga maga de la escritura pedía que la acompañaran así que nos ofrecimos, aunque de hecho después de que Levy contará de lo que trataba Blake se retractó y solo nos acompañó para “entretenerse viéndonos perder”. La competencia es entre gremios pero es más un simple enfrentamiento semanal al que cualquier gremio legal puede inscribirse y medir fuerzas con los otros gremios, la cosa es que no son los miembros más fuertes de todos los gremios, son solo para ganar experiencia y entretener a los ciudadanos que pagan por esto. El evento paga 10.000 por entrar entre los 8 gremios y 100.000 por ganar el torneo.
7 gremios ya habían entrado a la ronda principal del torneo semanal y el último puesto teníamos que ganarlo enfrentándonos a un gremio llamado “Black Daimonds”.
Jet corrió hacia los oponentes con su magia de velocidad golpeándolos, Droy aprovecho para usar su magia de plantas para atarlos. Uno de los cuatro magos se liberó de las ataduras de Droy e hizo uso de su magia de ácido atacando a Jet quien fue protegido por Levy que puso piedras en medio de nuestro compañero y el ácido. Otro de nuestros oponentes se liberó utilizando una peculiar magia de burbujas la cual no me inspiraba mucha confianza. Estaba llenando el campo de batalla con aquellas burbujas pero yo preferí no arriesgar a nadie, así que cree un círculo bajo mis pies y uno en mi mano. Recuerdo a mamá, pero claro está que no es magia God Slayer. Al colisionar ambos círculos mágicos toda la tierra en el pequeño coliseo se deformo logrando que el mago de burbujas se desconcentrara y perdiera el control sobre su magia deshaciéndola al instante. Jet golpeó y detuvo al mago de burbujas mientras yo golpeaba al mago de ácido en el estómago con tal fuerza que lo deje fuera de combate.
El marcador de enfrentamientos dicto quienes se enfrentarían con quienes:
Lamia scale vs Mermaid heels
Phantom lord vs Sabers tooth
Serpent smiling vs Quatro Cerberus
Blue pegasus vs Fairy Tail.
Mi sorpresa fue ver a Serpent smiling en esa lista. No estoy al tanto de que Serpent smiling sea un gremio oficial, y de ser así, entonces tendré mucho que averiguar.
El torneo consta de 3 combates; intelectual, en pareja y otro de poder.
Los ganadores de la lista fueron Phantons, Mermaid y Serpent, claro que nosotros también ganamos; al igual que los señores de los fantasmas y las serpientes sonrientes arrasamos, más ahora nos tocaba justo en ese orden. Phanton Lord gano su combate y ahora nos toca contra Serpent smiling y me intriga mucho pues no vi ni su combate pasado no nada que me ayudará a saber a lo que me enfrento.
Levy gano el combate intelectual sin problema, Jet y Droy perdieron la batalla en pareja dejándonos 1 a 1. Entro al campo de batalla y aunque me tambalean un poco las piernas me siento más firme que nunca.
Mi oponente sale desde la puerta opuesta por la que salí. Reconocí aquel cabello blanco, el tipo se sorprendió al mirarme. No me gusta para nada la idea de enfrentarme a un mago clase S cuando a duras penas puedo hacerle frente a un mago clase A. Siento algo diferente en él. Su mirada no es igual a aquel entonces, su magia no se siente perturbadora ni ofuscante como aquel entonces, pero es él y de eso no hay duda.
- Maldito, ¿¡Cómo es que estas aquí!? - grite desgarrando mi garganta.
No quiero hacer una escena, pero esto me está matando de la ira que siento de verlo. Hizo un gesto de tristeza ¿¡A QUÉ SE DEBE ESO!? ME DESGRACIA LA VIDA ¿¡Y AHORA SE SIENTE CULPABLE!? No lo creo.
- ¡MIRAME!
- No soy quien crees.
- No quieras que no te culpe por lo que me hiciste – advertí haciendo un gesto de dolor.
No hubo más palabras, la batalla había empezado y dando lugar a la ira que me envolvía salí disparado a por él.
<<Narra Blake>>
Haruka salió corriendo en un ataque de frente, directo a su oponente el cual no me da pista del porque Haru haya perdido todo sentido de planificación u orden. Es estúpido salir en un ataque frontal sin considerar el posible poder de su oponente. Me sorprende ver como la tierra sobre la que antes corrió Haru se levanta y sale disparada en dirección de su oponente, esto aparentando un ataque de alguna ametralladora de rocas. El sujeto corre esquivando las rocas a las cuales mi pequeño amigo hace cambiar de dirección mientras frenaba su carrera abruptamente para seguir al mago del nuevo gremio de magos Serpent smiling. Una de las rocas me da en la frente cuando disparó todas aquellas piedras siguiendo el movimiento del sujeto que no aparenta más que mi edad o la de Erza.
- ¡Estúpido Haruka! ¡mira a donde atacas…! – grite dándome cuenta de que nada que dijese lo haría reaccionar.
Me volví a sentar cayendo sobre el asiento con pesadez. Y llevo mi mano a mi barbilla para analizar lo que estoy a punto de presenciar. Sin duda esto sería un gran combate.
Haru está desesperado por asestar un golpe y eso me molesta. Él sabe cómo nadie que gastar magia inconscientemente le puede costar la batalla. Hace un movimiento de manos haciendo que la tierra en la que piso el sujeto se levantase y lo atrapase. Aquí está. Esto es a lo que me refiero con gran combate. Estos extraños pero dominados desates de magia que usa Haruka al pelear. Algún impulso mágico o detonación en la ebullición de magia que Haruka puede emitir desde cualquier parte de su cuerpo como ahora los liberaba. Dio un pisotón sobre la tierra impulsándose contra su oponente dejando una nube de polvo en donde antes estaba llegando casi de inmediato al chico atrapado entre las arenas y siendo golpeado y no sé con qué fuerza o magnitud, pero salió disparado de sus ataduras de arena e impactando contra uno de los muros de piedras que separaban el campo de batalla de los civiles. Haruka se detiene un momento, creo que se acaba de dar cuenta que está malgastando magia. Me doy cuenta que mi pequeño amigo tiene su mano envuelta en rocas y si con ella golpeo al otro chico es de mi suponer que le debe doler demasiado. Haru vuele a atraparlo entre arenas pero esta vez lo acerca a él en el medio del campo. El sujeto dice algo pero no supe de que trataba. Hablo una vez más antes de soltarse de los agarres de arena de Haru envuelto en un rayo de luz amarilla parándose frente al más pequeño poniendo un dedo frente al castaño. Un pequeño destello de vio antes de que Haru saliera volando envuelto de una luz azul mientras este gritaba, al llegar a unos 50 metros de altura la luz fue lo único que se vio, o mejor dicho, solo el rastro de luz se vio antes de estrellarse estrepitosamente contra el suelo.
- ¡¡HARU!! – grite volviendo a sujetarme del borde del muro que solo me daban ganas de saltar.
Pasaron unos segundos que determinaron el fin del combate.
- El ganador del combate es Yamato Tesui de…
- ¡NO!
Aquel grito que interrumpió al réferi y anfitrión helando mi sangre y deteniéndome de saltar en ayuda de Haruka. No entiendo. Esta nublado de razones. No cederá hasta cumplir con su, ahora, turbio pensamiento de victoria. Quiero irrumpir sacando a Haru de ahí puesto que me hiere ver a mi amigo en ese estado irracional e irreflexivo, pero no me atrevo, y no me atrevo pues se lo que es ese sentir de querer demostrar que puedo ganar aun cuando es imposible.
Levy corrió hasta donde Haruka pero se detuvo al verle pues hasta yo me pasme. En posición defensiva con sus pies firmes sobre la tierra y su mano derecha como única defensa de su rostro que no apartaba la vista del suelo. Su otra mano y brazo yacía colgado, pues no podía despegarse, perece que herido. Esto es absurdo.
- Todos lo que estén en el campo de batalla vuelvan a sus lugares. Lo que el niño quiera demostrar que lo demuestre – dijo el peli-blanco devolviendo el micrófono al anfitrión.
La magia de Haru está elevándose, engrandeciéndose a magnitudes que no había sentido de él. El coliseo se estremeció y la tierra que rodeaba a Haruka se cuarteo en grandes masas de tierra que ahora giraban rodeando su cuerpo tal cual en nuestro enfrentamiento. No se veía nada dentro de las rocas que se movían en dos sentidos y de la nada, en cuestión de un minuto Haruka estaba saliendo de debajo de la tierra bajo los pies del llamado Yamato buscando golpearlo, mas no funciono. El chico peli-blanco golpeo al castaño haciendo que este se elevase por los aires. Revestido por aquella luz amarilla llego hasta Haru el cual lo tomo de una pierna y dando dos giro lanzo a Yamato contra la tierra levantando una nube de polvo que se detuvo y transformo en algo parecido a cientos o miles de agujas de polvo. Haruka cayó sobre él. No se movían. Haru no terminaba de atacar y solo reinaba un silencio exceptuando el sonido de sorpresa de las personas al ver cambio tan radical de situación.
<<Narra Haruka>>
Mientras corría hacia mi oponente con todas las ganas de despedazarlo hice uso de mi magia permitiendo que las marcas cafés tomaran mis manos y brazos. La tierra tras de mí se destrozaba y elevaba en el aire a mis espaldas, lanzaba las pequeñas masillas que no aparentaban más que rocas lanzadas con gran fuerza a gran velocidad en dirección del peli-blanco, este empezó a correr intentando rodearme. Dejo de correr con brusquedad patinando poco sobre la tierra del coliseo. Giro lanzando las rocas por la dirección por la que aquel desgraciado corría. Me molesta y desespera no verle usar magia.
Levanto un poco mis manos controlando la tierra bajo sus pies logrando hacerla moldeable como arena y atrapándolo. Lo veo dar dos tirones para liberarse de la arena pero deja de hacerlo y me mira con mirada apagada que me hacía sentir que no me tomaba en serio haciéndome molestar muchísimo más. Las marcas en mi pierna se hicieron presentes y aun se nadie las veía bajo la ropa, ahí estaban. Las piedras en cuestión de un parpadear revistieron mi puño y de un impulso estuve frente a aquel albino de ojos cafés impresionándolo por la velocidad en la que nuestra distancia se acortó. Lo golpeé mandándolo a colar estrellándolo contra el muro del lado de la puerta por la que salí. Mi magia trastabillará en cualquier momento. Él corrió la mitad del coliseo esquivando mis ataques. Hice que las arenas volviesen a atraparlo y haciendo levitar la arena con él atrapado dentro lo acerque a mí apretando cada vez más la arena que lo retiene.
- ¿Ya te sientes realizado? - preguntó con la voz ronca por la presión del agarre y un hilo de sangre que caía de su labio – Bien, porque ya me golpeaste suficiente – dijo asombrándome.
El chico salió de mi arena envuelto en un rayo de luz y se posó frente a mí. Coloco su mano entre ambos pero solo un círculo mágico de color celeste creado en el dedo índice. Dijo en voz baja “estrella celeste” y tan pronto lo dijo me vi envuelto de una luz que me apretaba con tal fuerza que si una serpiente come hombres me estrangulara con su cuerpo produciéndome dolor y sacándome un grito mientras me elevaba muy alto. Luego solo sentí el contacto de la tierra con fuerza. Solo pude ante poner mi brazo izquierdo para aminorar el golpe. El problema de esto fue que al tocar el suelo su extraño hechizo fue más fuerte que la resistencia de mi brazo estrellándome contra la tierra.
- El ganador es Yamato Tesui de…
- ¡No…! – no puedo permitir que él gane. No he terminado.
Me levanté y me puse en guardia alta. Solo sé que mi brazo izquierdo no responde pero tampoco me interesa la razón.
- Haru, ya basta – dijo Levy acercándose a mí.
Me reusó a entender, a perder o a lo que sea que me impida demostrar en este mismo instante que mi oponente, mi enemigo es más fuerte. Yo soy poderoso y estoy furioso. Eso es más que suficiente. Levanto mi mirada a aquel maldito sujeto que me sigue mirando con desinterés, y eso me molesta aún más, yo no soy menos que él. Una vez más siento esa extraña magia en mis ojos y una vez más veo los matices de magia que rodean cada cuerpo. Suave y calmada es la magia amarilla que rodea al tal Yamato. Las marcas se empiezan a extender por todo mi cuerpo.
- Todos lo que estén en el campo de batalla vuelvan a sus lugares. Lo que el niño quiera demostrar que lo demuestre.
No sé si todos habían salido del campo de batalla pero yo lo único que esperaba era que las marcas terminaran de extenderse por mi cuerpo. Solo aumentar mi magia dejándola salir desde todo mi cuerpo era suficiente para que las marcas cafés me revistieran. A mi alrededor la tierra se empieza a desquebrajar y el suelo tiembla. Grandes masas de tierra se elevaban girando en dos sentidos diferentes a mí alrededor. No puedo ver hacia afuera y supongo que ellos no pueden ver para adentro del escudo de tierra que gira donde estoy. Creo un agujero en el suelo y entro en este sacando los escombros a que refuercen la defensa en la que creo que todos imaginan que estoy. En poco tiempo estoy bajo la presencia mágica de mi oponente y abro paso saliendo de bajo de el para golpearlo pero él esquivo mi golpe para luego lograr golpearme en el estómago sacándome el aire y lanzándome al aire para luego llegar a mi sin saber en qué momento pero eso no me interesaba tampoco, tan pronto como llego hizo un intento de patearme pero yo pude tomarlo del tobillo e impulsándome un poco con el movimiento fuera de toda la esencia gravitacional que pronto nos volvería a apegar al suelo, gire y lo solté para que se estrellase contra la tierra de la cual se levantó una gran nube de polo, use dicha nube convirtiéndola en muchas agujas y caí sobre el peli-blanco con mi mano levantada. Cuando la bajara todo acabaría. Pero ahí estaba él. No se molestaba ni se desesperaba al verse perdido. Me miraba como si le entristeciera algo, como si no tuviera razón alguna para defenderse y eso me molesta, pero incluso más que molestarme me entristecía, logrando que las lágrimas nublaran mi visión.
- ¡DEFIENDETE! – grite ya desesperado dejando salir mis lágrimas.
Estoy a punto de matar a uno de mis violadores pero él ni en sus últimos minutos de vida se ve arrepentido de sus acciones. Quizá yo esté equivocado y sea malo lo que pienso pero solo quiero verlo implorar por su vida, quiero ver desesperación y arrepentimiento en su rostro pero él solo me mira llorar sentado sobre su abdomen. Lástima. Eso es lo único que veo en su rostro. ¡PERO YO NO QUIERO SU LASTIMA! ¿¡DÓNDE ESTA SU DESESPERACIÓN!? ¿¡DÓNDE ESTA LA EXASPERACION DE NO VER SALVACION!? ¡QUIERO SU SUFRIMIENTO NO SU PENA!
- ¡¡AH!! – no hallo más que gritar serrando mis ojos para no verlo morir ni lo que quede de él.
Bajo mi mano asiendo que la lluvia de agujas caiga sobre nosotros. Pero que sensación más rara de sentir que alguien posa una mano en mi mejilla. Abro los ojos asustado y levanto mi cabeza mirado a los lados las agujas de arena estrellarse contra un escudo creado con magia viéndonos rodeados por polvo impidiéndome ver para afuera. Vuelvo a ver al alvino y este coloca su mano en mi mejilla para luego secar mis lágrimas. Estoy desconcertado.
- No me defiendo para que te liberes de esa rabia que no te deja en paz – no separa su mirada de la mía y prosigue hablando – No eres el único con un gemelo.
Ya en mí no hay espacio para más sorpresas pero las sorpresas parecen caer una tras otra como las gotas en una lluvia que apenas empieza.
- Deja que las penas se larguen, solo así podrás ser más feliz.
No sé qué tanta razón tenga él, pero yo me doy por vencido. Al fin todas mis fuerzas desaparecen y abandonan mi cuerpo aun consciente. Él besa mi frente y me levanta en sus brazos. “Los niños no deberían pasar por lo que tú”. Esa frase salida de su boca me hizo sentir tranquilo. Creo haber encontrado, no un pesar, sino más una ayuda. Yamato camina afuera de la nube y al salir de esta nos encontramos con Levy, Jet y Droy.
- ¡Haru! – gritaron los tres al verme salir entre los brazos de mi oponente.
- Llévenlo a que lo examinen – dijo Yamato entregándome a Droy.
- G-gracias – respondió Levy.
Escuchamos grito en el campo de batalla pero lo único que vimos salir de la nube de polvo fue a Blake que gritaba “¡Haruka!” en mi búsqueda.
Al final nombraron el ganador y aunque no me molesto y no tengo rencores ni nada en contra del gemelo de uno de mis violadores, me hubiese encantado ser el nombrado ganador de dicho combate. Di lo mejor de mí y no necesitaba que me intentaran hacer sentir mejor con que me lo dijeran, yo lo sé. Todos estaban preocupados pero un comentario fuera del tema de mi estado me saco una sonrisa.
- Espero que algún día pelees así contra mí – dijo Blake.
- Espera paciente – contesté.