Han pasado cinco días desde que empecé a trabajar en el gremio, cinco días en que me he fijado que este gremio es muy revoltoso. Un día normal en Fairy Tail es; peleas, destrucción, bullicio y muchas risas.
Estoy viviendo en el departamento de Erza. Es muy cómodo. Erza tiene muchas normas con respecto a una persona a futuro, lo que debe de manejar y con lo que debe de aprender para estar listo a un futuro. Me está enseñando a leer, escribir y la base de las matemáticas, pero claro, ya yo manejo todas esas. Mi mamá se encargó de enseñármelas. Sin embargo me las hace repasar para no tener problemas a la hora de aplicarlas. Tuve pocos problemas para dejar de llamarle a Erza, Laxus o al Maestro con el “sama” después de sus nombres a petición de los tres, pero claro, 'Maestro no es un nombre, por lo que decir: “Maestro-sama” esta verbal, gramatical u ortográficamente mal dicho'.
Todos en el gremio intentan que me sienta cómodo, pero no me siento emocionalmente preparado para poder hacer como si me sintiese bien aun con mi perdida.
- ¡Ya llegue! – grito Natsu al entrar al gremio.
- Bienvenido Natsu – lo recibió Lissana.
La verdad este gremio es lo más parecido a una gran familia. Pero la parte de familia, me preocupa. Mi tristeza llamo la atención de Gray quien estaba cerca de mí.
- ¿Pasa algo Haru? - Pregunto Gray.
- Es… es solo que... ¿ha visto a Laxus?
- Este, pues sí, creo que está en la sala de arriba. - dice señalando las escaleras que me llevarían hasta arriba.
La sala de magos clase S. ¿Quién diría que fuera tan distanciado de todos?, me pregunto a mí mismo con sarcasmo. Subo las escaleras y ahí está, sentado entre sus pensamientos. No notó mi presencia hasta haber llegado a su lado..
- Hola niño, ¿pasa algo?
- Quiero pedirle un favor – él enarco una ceja y proseguí – quiero que me enseñe pelear.
Laxus me examino con la mirada. Pensé que viéndome delgado y sin músculos se negaría a enseñarme por verme como a un enclenque, pero estoy dispuesto a aceptar el entrenamiento que Laxus piense darme.
- No posees magia, ¿solo quieres pelear cuerpo a cuerpo? - yo asentí – No seré dócil porque seas un niño – me advirtió haciendo una pausa sin dejar de mirarme con aquella mirada seria - Comenzaremos la semana entrante – dictó yo asentí pero cuando me enderecé me sorprendí de ver una sonrisa en los labios de Laxus. Puso su mano sobre mis cabellos y los revolvió – Quita esa cara que no soy siempre tan estricto.
- G-gracias – dije con un pequeño sonrojo en las mejillas – Me retiro.
Aunque no supe la razón sonreí levemente antes de girar sobre mis pies para salir de esa sala bajando por las escaleras. Laxus por alguna razón me da seguridad. No sé lo que es, pero se siente como imagine que se debería sentir tener un padre que te quiere.
Padre. Mi padre a decir verdad las veces que nos llevaba a Makoto y a mí a pescar o cazar, no me veía a mi precisamente. Él no me quería y yo lo sabía, pero él no sabía que yo si estaba al tanto de su pensamiento sobre mí.
<<Flash Back>>
Vi a mi padre entrando a la casa. Yo estaba afuera, había capturado una rana y estaba emocionado por mostrársela a mamá y papá así que corrí hasta la puerta para poder entrar y mostrarles la rana, pero me detuve al escucharlos hablar.
- Vine a llevar a Makoto conmigo a cazar – dijo mi papá.
- ¿Y que no llevarás a Haruka? - preguntó mi mamá – No tienes un solo hijo.
- No. Es muy sensible y eso es tu culpa, lo tienes muy consentido.
- Entonces enséñale a ser más rudo.
- Lo intento, pero a él no le gusta matar animales, la semana pasada se nos escaparon 2 conejos porque él no los quería lastimar y se puso a llorar cuando su hermano mato a una ardilla en su presencia – la voz de mi padre denotaba su molestia – quiere jugar y me molesta enseñándome animales que no se los comería “porque a ellos les duele” - mire la rana en mis manos y sentí un nudo en el pecho – Será un marica de grande y eso será tu culpa por no ponerle carácter.
- Haru ciertamente es delicado para muchas cosas, pero es listo y determinado cuando se lo propone. Cuando crezca entenderá que esos animales a los que matan son para comer y no pasar hambre.
- Te digo que no lo quiero llevar. Su hermano ya aprendió a cazar solo pero, Haruka se reúsa.
Mientras mis padres hablaban no le quite la vista a esa rana. Quería que mi papá me quisiera como a Makoto. Apreté un poco a la rana la cual vi cómo se le agrandaban los ojos y la cabeza.
'Si la mato... yo... yo........ Ella... esa rana puede tener hijos...'
Empecé a llorar y solté a la rana para que se fuera. Me levante y sacudí mi ropa antes de girarme y abrir la puerta haciendo que mis padres silenciaran.
- Oh Makoto, te estaba esperando hi...
Levante la mirada para verlo. Él al mirarme a los ojos calló, sabia a quien le pertenecían eso ojos. Su rostro que reflejaba alegría no dejo de sonreír, pero no estaba feliz. Ya sabía identificarlo comparando su rostro al ver a mi hermano que al verme a mí. Ese brillo en sus ojos no estaba presente al mirarme.
Él me mira a mí, pero no me ve a mi cuando me mira.
- Oh Haruka eres tu... lo siento creí que eras tu hermano.
- ¿Iremos a pescar hoy?
- Bueno Haruka, veras, yo... - de pronto entro Makoto con su radiante sonrisa al ver a papá - ¡Makoto! Que bueno que llegas, ven, vamos a pescar.
- claro papá – ambos salieron de la casa pero antes de que la puerta se cerrara Makoto la detuvo – ¿Vienes Haru?
Se me resbaló una lágrima y asentí sonriendo. No quería ir porque estuviese papá con nosotros, quería ir porque Makoto estaba aquí, tendiéndome la mano deseando que yo los acompañara.
<<Fin Flash Back>>
Quiero pensar que esto es una nueva oportunidad para ser feliz, pero aun no sé cómo empezar.
A la semana le quedan 4 días antes de empezar la siguiente. Tendré algo de tiempo para entrenar solo y prepararme para el entrenamiento con Laxus. No quiero defraudarlo. Después de escuchar a mi padre decirle a mi mamá que no quería llevarme con Makoto y él dejo de importarme si defraudaba o no a mi padre. Puedo notar que Laxus está devolviéndome estas ganas de enorgullecerlo.
Cada día Laxus fue a visitarme a la enfermería del gremio. Cada día me hablaba, me llevaba algo diferente ya fuese comida o dulces. A veces iba días enteros, a veces en las mañanas o en las noches. Me contaba una historia sobre un hombre joven que deseaba tener un Gremio respetado donde los miembros eran tan fuertes como los lazos de una familia. Yo soy consciente que él se describía a sí mismo. Contaba de los temores de perder el respeto de aquellos a los que consideraban sus hermanos pequeños, del temor de perderlos o de herirlos. El hombre un día pone a prueba a todos en su gremio pero que en el momento en el que los puso a prueba temió que nadie pudiese detenerlo si los malos pensamientos se adueñaban de él. Al final esos malos pensamientos se van cuando de un golpe lo hacen reaccionar.
Le pregunté de donde había sacado el cuento pero él solo me respondió diciendo que fue un sueño.
- Haru… – me llamo Gray al acercarme a la barra - ¿Cuándo cumplirás año?
- El 10 de diciembre cumpliré 9.
- Jaja soy como tu hermano mayor por 10 años.
- ¿Tienes 19? ja eres un viejo.
- ¿Cómo que viejo? - me agarro y empezó a hacerme cosquillas – ahora aprenderás a no llamarme viejo.
- JAJAJA... GRAY... DEJAME... - dije sin poder parar de reír.
Escuchaba las risas de todos. Natsu no estaba así que no podía esperar que comenzara una pelea con Gray y así liberarme de esta. Que alguien me salvé.
...
Llegó la noche. Son las 8 de la noche para cuando el maestro me dice que ya puedo irme. Erza salió en la mañana. Había ido a hacer una misión por lo que no me iría hasta su casa acompañado como siempre. Me fui para la parte trasera del gremio para poder entrenar un poco. Comencé a correr, golpear árboles, alzar rocas y así. Pero es difícil entrenar cuando ni siquiera tienes una idea de cómo empezar. Me tropecé corriendo, pero fue mientras me sacudía la ropa que noté a Gray caminando hacia mí. ¿Me estaba mirando?
- Si quieres entrenar, te puedo ayudar. Además déjame decirte que así no se entrena. Y si lo que quieres es pelear, necesitaras un oponente.
No respondí. Gray me comenzó diciendo las posiciones que debo tomar y como golpear. Pero no tardamos en comenzar a “pelear”. Él es consciente de mi edad y trata de no ser muy rustico. Pero igual golpeaba fuerte, mas no me quejo. Si quiero entrenar, tengo que adaptarme a los golpes que el enemigo pueda darme. Pasamos la noche entrenando. Parte de la mañana, en la tarde, cada que tenía un tiempo empezaba a entrenar y Gray estuvo presente para ayudarme.
Van dos días de entrenamiento. Hoy me siento como un perdedor. Sé que en dos días no se aprende debidamente, pero Gray me sigue corrigiendo en errores que cometo desde que empezamos a entrenar. Estoy frente al gremio esperando al maestro o a Lissana que son quienes abren el gremio. No son ni las 5, pero no pude dormir más, las pesadillas con mi mamá y esos hombres no me permiten dormir cómodamente.
Miro el emblema del gremio y la verdad es que no entiendo bien la imagen, parece más un ave que un hada.
- Haru, ¿Qué haces aquí tan temprano? - Pregunto una voz a mi espalda. El maestro.
- Es que, desperté temprano para entrenar y ya entrene por lo que ahora espero para ayudar en el gremio.
El maestro no me creyó, lo noto en su mirada, no me juzga pero si me reprende por mentir.
- Te vi mirando el símbolo del gremio, Haru – dice el maestro llegando a mi lado y mirando dicho símbolo - ¿En qué pensabas al verlo?
- En que parece más un ave que un hada.
- Fairy Tail significa: “Las hadas tiene cola”.
- ¿Las hadas tienen cola?... - pregunté con sorpresa e incredulidad – ¿Eso es cierto?... ¿Qué significa?
- Pues, no lo sé – admitió – Nadie jamás ha visto un hada, así que si tienen o no tienen cola es un misterio – respondió sin aclarar mis dudas – Como sabrás, a Fairy Tail llegan muchas hadas a las que les han cortado las alas – dicho eso me asombre e intrigué – todos en Fairy Tail tiene pasados dolorosos, todos cargan sufrimientos en sus interiores que los desgarran enteros, agonizantes de aquel dolor que los destruye por dentro, pero permanecen fuerte luchando por volar... la cola, solo es un empujón – eso me sorprendió – la cola son los amigos que te ayudan, impulsan y ayudan a volar. La familia. Eso significa el emblema del gremio de magos de Fairy Tail.
Aun no salgo de mi sorpresa. Creí que solo era un símbolo sin significado que estaba ahí por estar, sin imaginar que el significado de ese emblema significase tanto. ¿Esto es lo que significa ser parte de Fairy Tail?
- Haru, entra. Afuera puedes coger un resfriado.
- Sí, gracias.
El maestro sonrió y yo me dispuse a prepararme para atender aquel gran lugar. No tardó en llegar Lissana acompañada de Elfman y Mirajane.
Durante todo el día el calor estuvo fatal, pero todo pareció empeorar cuando Natsu por estarse peleando con Gray lanzó fuego por todo el gremio. De no ser por Gray el cual creó una ventisca de nieve, se hubiese incendiado el gremio.
- Lissana, por favor dile al maestro que fui a hacer algo personal. Vuelvo pronto.
- Bien. cuídate – respondió la alvina con una cálida sonrisa.
Caminé por el gremio hasta la puesta de este, todos tenían algo que hacer: Levy, Jet y Droy están para una misión, Bisca y Alzack también estaban para una misión, Cana bebía, los hermanos Strauss están en el gremio y Natsu y Gray peleando, de hecho, los Raijinshuu están en el gremio esperando a Laxus que aún no llega.
- Haru, ¿A dónde vas? - preguntó Gray deteniendo mi paso.
- Iré a ver a alguien. No hay problema con que me acompañes.
Gray no respondió, tan solo me seguía y de vez en cuando comentaba algo de lo que veía. Yo realmente no escucho mucho de lo que dice. Estoy distraído pensando en que espero hallarlo ahí, con él. Mi hermano debe estar junto a mi papá, pero si no está con él no sé qué será lo que haré. Escucho un grito, siento a Gray jalarme antes de ver el carruaje pasar frente a mí rápidamente para luego caer de sentón en el suelo.
- ¿Estás bien? - preguntó alterado mirándome.
- Sí...
- Espérame, iré a detenerlos – dijo antes de salir corriendo tras los ladrones.
Veo a una señora llorando puesto que le robo el hombre que estaba sobre el carruaje que casi me atropella. No entendí que fue lo que ocurrió puesto que fue muy rápido. Gray invocó las lanzas de hielo las cuales atravesaron y frenaron el carruaje para luego velozmente crear un piso de hielo y lograr que tanto el carruaje como el caballo resbalaran para luego detenerse al chocar de costado contra la pared de uno de los negocios de la zona.
Gray capturo al hombre creando uno grilletes de hielo que lo ataban a un pilar de un lado y a un poste de madera del otro. El hombre gritaba y maldecía pero sentía algo extraño, no me importaba cuando blasfemase, insultase u ofendiese, no era eso lo que me molesta, era el hecho de que sus intentos de que Gray se rebajase, insultos u ofensas estaban dirigidas a Gray, y es que no sé si es el hecho de que fuera un miembro del gremio para el que trabajo, porque es una de las personas que más se preocupa por mí, pero me molestaba.
- Oye – me le acerque al hombre.
- Haru, ¿Qué haces? - preguntó Gray deteniéndose y mirando a donde me acerco con decisión.
- ¿Qué quie...?
Su pregunta fue interrumpida por mi golpe.
- Él es un valorado amigo y no permitiré que lo insultes como lo haces.
- Si no estuviese ata...
Nuevamente no pudo terminar su oración, pero esta vez era por su sorpresa de ver los grilletes que había creado Gray derretirse. Gray se asustó de ver que aquel hombre estaba libre y cerca de mí, sé que es esa la causa de su expresión, así como también sé que aquellos grilletes fueron derretidos por mí pero no sé cómo lo hice.
Aquel hombre frente a mi lanzó el primer golpe, pero lo esquivé. Yo aproveche su guardia baja para golpearlo en el estómago pero, no salió como esperaba que sucediese.
- Pegas como niña.
Me resigné a que no podría hacer nada contra aquel golpe. Mi fuerza de niño no me es ayuda y ahora estoy metido en una pelea que no puedo ganar.
“Una bacteria minúscula ataca donde el organismo es más débil”.
Recordé haber oído a Poluska-sama leyendo un libro mientras yo estaba en la enfermería del gremio.
Reaccioné tarde recibiendo el golpe de lleno pero eso no significase que yo no respondiese de manera eficaz. Me levante y rápidamente golpeé su cuello con la palma de mi mano logrando desestabilizarlo. Comenzó a toser y se inclinó, yo aproveche que se inclinara para tomarlo de la cabeza y golpearla contra mi rodilla. Salí de debajo de él para dar una patada giratoria con la que golpeé la parte delantera de sus piernas, no hubiese tenido efecto si no estuviese desequilibrado, pero pude arrastrar sus pies hasta atrás logrando que con el peso de su cuerpo cayese al suelo de cara. No sé si eso es una victoria, pero la siento así.
- Haru, estuviste grandioso.
- Gracias Gray.
Le sonreí y el al ver mi gesto sonrió también. Gray volvió a atar al hombre tal cual estaba antes con nuevos grilletes de hielo y seguimos nuestro camino. Estábamos cerca de casa de mi papá. Las casas no son feas en esta zona pero tampoco son muy lujosas.
- ¿Conoces a alguien aquí Haru? – preguntó mi acompañante viendo de lado a lado las casas.
- A mi padre.
Gray me miro de pronto como si le sorprendiese mi declaración.
- Haru, espera – me detuve y lo mire mientras este me miraba aun sorprendido pero de cierta manera preocupada – Tu papá ha debido preocuparse por ti todo este tiempo. Erza puede meterse en problemas si tu papá la demanda.
- Conozco quien es mi padre, pero él nunca nos reconoció como sus hijos ante un juez – aclaré calmadamente.
- ¿Nos? – pregunto con nueva preocupación y sorpresa.
- Tengo un hermano gemelo. Y lo ando buscando. Por eso vamos a casa de mi papá, solo para ver si esta ahí… - hice una pausa mientras mi gesto se entristece – pero si no, no sé lo que iré a hacer.
Sé que Gray se preocupa por mí, que mi tristeza llama su atención y que a él le entristece y molesta verme así, pero siento que él esta tan preocupado como yo, pero por diferentes razones las cuales supongo que son las mismas que planteó anteriormente.
- ¿Erza sabe de tu padre y tu hermano? – Ahora entiendo esa pequeña desesperación que siente Gray de querer quitarse las preocupaciones.
- Sí – pude ver como Gray respiraba calmándose un poco – A Erza la informaron mientras se colocaba a sí misma como mi representante.
Con mi respuesta me pareció ver a Gray más calmado. Eso me alivió pues ya no estaría siendo interrogado, mas no me despojaba de la desesperación que estaba alojada en mi pecho que deseaba como nada saber que mi hermano se encuentra bien. Siento un deseo punzante en mi pecho al ver la casa en la que vive mi padre. Esta duda al fin se iría pero, si resulta que no encuentro a mi gemelo ahí no creo poder sentirme mejor.
Erza me ha ayudado durante todo este tiempo a buscarlo en los sitios que solíamos visitar, en el centro de información de Magnolia para saber si estaba en algún centro de cuidado e incluso fuimos a cada uno de los lugares en donde resguardaban niños en los que había algún niño con las características de Makoto. Durante esta semana estuve pensando en venir a esta casa que tengo justo en frente, pero incluso le dije en reiteradas veces que no estaría aquí puesto que mi padre no se haría responsable de Makoto, que aun si lo quería mucho, no estaría en mi padre encargarse de mi hermano porque de aceptarlo en su casa se encargaría la esposa de papá y esa mujer jamás quiso a “los hijos que papá tuvo con otra mujer estando casado con ella”. Toque la puerta y quien nos atendió fue Hakuto, mi medio hermano.
- ¡Haruka! – grito Hakuto abalanzándose a mí para abrazarme. Yo correspondí el abrazo y enterré mi cabeza en su cuello.
Las pocas veces que papá lo llevaba a pescar o cazar con nosotros fue tiempo suficiente para conocernos y encontrarnos con la coincidencia de que nos llevábamos bien y nos gustaban las mismas cosas, pero que claro, él si se atrevía a cazar. Él se llevaba tan bien con Makoto como conmigo, así que nunca tuvo problemas si estaba cerca de uno o del otro.
- Hakuto, ¿quién es? – Salió mi papá de casa – ¡MAKOTO! – grito mi padre.
Su grito de sorpresa y felicidad me golpeó en el estómago y en el corazón. Tampoco estaba ahí. Mi última esperanza era encontrarlo aquí por lo que empecé a llorar en el hombro de Haruka el cual me abrazo más fuerte. Levante mi mirada para encontrarme con la de mi padre que se sorprendía de verme. Se arrodillo, empujo a Hakuto para luego tomarme de los hombros y zarandearme.
- ¿¡Donde está tu hermano!? – me gritaba, eso me termino de despedazar, no porque no le importase a mi progenitor, sino porque yo también me preguntaba lo mismo y no encontraba respuesta por ningún lugar - ¡HARUKA!
- Señor suéltelo – le dijo Gray.
- ¡Papá déjalo! – grito Hakuto.
- ¡HARUKA!
- ¡NO LO SÉ!
Mi padre me soltó y su mirada se ensombreció.
- Vine deseando que estuviese contigo… - Gray se agacho y me tomó de los hombros intentando que parase de llorar, pero eso no pasaría. ¿Cómo parar de llorar si sientes que jamás encontrarás a un ser amado por más que lo busques? – Lo he buscado día a día en todos lados pero…
- ¡COMO ES POSIBLE QUE DE DOS HIJOS SOLO SOBREVIVA EL INDESEADO!
Mis ojos se abrieron a más no poder. Eso sí logro herirme como jamás creí que me iría a doler algún comentario del que se supone que es mi padre. No sé, no lo sé, no sé lo que es, pero estoy más molesto que entristecido por su comentario. Siento a Gray apretar mis hombros, no me lastimaba pero deseé que no se molestara. Esto… esto no lo vale.
- Maldito.
Me han repetido tantas veces esta palabra que estoy empezando a creer que de verdad estoy maldito.
- Haruka, vámonos, este tipo no vale nada – eso me sorprendió.
- S-si – me levante y corrí a Hakuto, lo abrace y este me abrazo de regreso – vendré a visitarte luego.
- ¿Estás bien? ¿Dónde estás durmiendo?
- Soy parte de Fairy Tail – bajé el cuello de mi camisa de la parte de atrás permitiéndole ver la marca azul en mi musculo trapecio (de la espalda) – No te preocupes por mí.
- Está bien – él me sonrió y no sé qué había en su sonrisa pero sentí que no todo está perdido – no te rindas – eso fue sorpresivo para mí – lo encontrarás. Te lo aseguro.
Quizá no necesitaba que nadie me dijese que todo estaría bien, quizá lo que me hacía falta era que alguien me alentará para seguir buscando, porque fueron justo esas palabras las que me dieron fuerza para no caer, aún tengo una razón para vivir. Mi hermano debe de estar bien. Tiene todo lo que necesita para sobrevivir; sabe cazar, hacer un refugio, es fuerte y sabe usar magia. Si los del gremio oscuro lo están buscando, se les complicará mucho para atraparlo.
- Lo encontraré.
- Lo sé. Suerte.
Ya no lloraba, ahora estoy decidido. Si quiero encontrar a Makoto y protegerlo tengo que ser más fuerte.
- Gray, vamos – dije con una sonrisa en los labios.
- Sí – dijo Gray sin dejar de mirar a papá con molestia antes de mirarme a mí y sorprenderse. Su gesto delato su impresión.
- ¿Qué pasa Gray?
- No es nada – ahora sonrió ligeramente – Ya pareces todo un miembro de Fairy Tail.
Ese comentario de su parte me alegro más. Pertenezco a un lugar y ese lugar se llama Fairy Tail.