Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Colores complementarios por Musa Lockheart

[Reviews - 303]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí está el nuevo capítulo de Colores Complementarios. Querría haberlo colgado este fin de semana pero entre noche buena y navidad, al final no pude hacerlo. 

Sé que Naru está un poco: nenita que no se defiende...pero es que somos muy impacientes. No va a ser un fanfic corto. Necesito tiempo para que la personalidad de Naruto cambie y se fortalezca. Ya sacará las garras, no os preocupeis.

Espero que os guste el capi nuevo, ya me comentais que cosillas os han gustado y que no. ¡Hasta el siguiente!  

Capítulo 4

 

 

Atravieso la puerta del vestuario y allí se encuentra Sasuke, con los brazos cruzados, esperándome. Sonrío para mis adentros y  le indico que vayamos a la biblioteca a seguir con nuestro trabajo para el pesado de dibujo. Esta vez, iremos al aula de informática. La conserje es una de las numerosas fans de Sasuke y le da la llave sin siquiera pensárselo. Vivir en la piel de un tipo como él tiene que dar muchas satisfacciones. Aunque no más de las que tiene que dar ser su…no, no pienses eso, no la vayamos a liar.

 

Nos sentamos los dos en el ordenador del profesor, que es el que tiene la mesa más grande. Pongo nuestras mochilas a un lado y me dedico a escribir en un folio lo que Sasuke me va dictando. No tenemos impresora, así que mejor lo copiamos directamente, aunque, pensándolo bien, si Sasuke lo copia en su mp3…Me giro emocionado para comunicarle mi fantástica idea.

 

Plaf!

 

Oh…mierda…

 

Sin querer y con la emoción, no he situado muy bien la posición de su cara y le he dado un tortazo sin pretenderlo. Me mira enfadado. ¡No, no, lo siento!

 

-Eh…yo…esto…lo siento, no quería…

 

-Ya lo sé. Eres patoso con ganas, usuratonkachi.

 

-…h-he - me rasqué la cabeza, tratando esta vez de tener cuidado al mover la mano.

 

-Bueno, ¿qué querías decirme?

 

-Ah, si…¿no podrías llevarte el trabajo a tu casa en el mp3? Así no tenemos que copiarlo a mano, ¿verdad..?

 

-¿Te crees que no lo había pensado? Pero entonces yo haré todo y tu no moverás un dedo, así que paso.

 

-Venga, hombre, buscamos los dos…¿si? –pongo cara de perrito abandonado sin pretenderlo, llevo ensayándola muchos años para persuadir a Iruka-sensei.

 

-Está bien. Acércate más al monitor, entonces –dice echándose a un lado.

 

-V-vale.

 

Ya me he vuelto a sonrojar. Pero, es que…estamos muy juntos ahora. Antes la he cagado en tan solo cinco minutos, ahora que estoy prácticamente a su lado…¿cómo voy a conseguir no ser un completo inútil? De repente, noto mi cuello y mis orejas arder. Su pierna y la mía se están tocando bajo la mesa. No se mueve, no se aparta. Yo, ni siquiera me atrevo a respirar, no quiero alejarme de él. Parezco una colegiala enamorada, joder.

 

-Naruto…

 

-¿S-si?

 

-Mira esto, a ver que te parece –señala la pantalla y me acerco más a él para fijar la vista. Sí, necesito gafas, ¿y qué? Tampoco es que tenga dinero para comprármelas.

 

-Ah…es bastante bueno… -de repente le veo sonrojarse. Me doy cuenta de que prácticamente estoy hablando junto a su oreja y me sonrojo también. ¡Vale, para! Haz algo útil para variar. Muevo mi mano al ratón para seleccionar el texto y me topo con algo cálido en vez de con el frío plástico. Me vuelvo a sonrojar hasta las raíces. ¿En qué demonios estoy pensando? ¡He puesto mi mano sobre la de Sasuke! Por lo visto hemos tenido la misma idea con respecto a lo del ratón. Aparto la mano corriendo, tratando de esconder mi nerviosismo.

 

Vuelve su cara hacia mí, todavía no he roto la cercanía que tenemos los dos. Se me queda mirando con su expresión fría de siempre, pero esta vez con un lindo toque de color en las mejillas. ¿Qué estará pensando?

 

-Naruto.

 

-¿Q-qué…?

 

-Tu…¿eres gay?

 

Me quedo completamente en blanco. Mi boca no se mueve, mis piernas no se mueven, mis brazos no se mueven, joder, mi corazón es el único que trota salvajemente dentro de mi pecho. Sin saber qué hacer o qué decir, me levanto del asiento y sin mirarle ni recoger mis cosas, salgo corriendo de allí con todas mis fuerzas, casi olvidándome de respirar.

 

¿Qué ha pasado aquí?

 

¿QUÉ DEMONIOS HA PASADO AQUÍ?

 

 

.o.O.o.O.o.O.o.

 

 

Hace al menos dos horas que llegué a mi piso. Desde entonces, no hago más que moverme de un sitio para otro. Cuando entré, lo primero que hice fue tirarme en la cama y esconder la cabeza bajo la almohada. Después me levanté y me tiré en el sofá, abrazando dos o tres cojines. Luego me tiré en la alfombra, apoyando la cabeza en el sofá, golpeándola repetidas veces contra él. Cuando acabé de auto-castigarme, me levanté y me encontré frente al frigorífico, con la puerta abierta. Y es que no tenía hambre. De hecho, era incapaz de comer nada.

 

Y después de hacer el mismo recorrido unas cinco veces, aquí estoy, tirado en la cama abrazando la almohada y con el estómago aún dando botes y torturándome por los nervios.

 

¿Cómo voy a ir al instituto mañana?

 

¿Cómo se ha enterado Sasuke?

 

¿Se lo habrá chivado Iruka?

 

¿Lo saben todos los demás?

 

¿Lo sabe solo Sasuke?

 

¿Le molestará?

 

Y una vez tras otra las mismas preguntas me taladran el estómago y suben y bajan por mi pecho. Me levanto de nuevo y me asomo a la ventana. Vuelvo a sentarme en la cama. ¡No puedo estarme quieto! Y es que…estoy tan asustado…me da tanto pánico ir al instituto mañana…

 

¿He hecho algo malo, acaso…?

 

Hundo la cabeza en la almohada que abrazo contra mí fuertemente.

 

“Mamá…”

 

 

.o.O.o.O.o.O.o.

 

 

Suena el despertador y casi ni puedo moverme. ¿Tan tarde me acosté ayer?

 

Ah…

 

Recuerdos de la noche anterior vuelven a mi cabeza. Vuelvo a ponerme nervioso y me acurruco entre las sábanas. ¿Debería faltar a clase y quedarme aquí?...Yo…no quiero ir.

 

Pero quedarme metido en la cama no solucionará las cosas, y estaré otro día más sin poder dormir, ¿no? Entonces…quizás debería enfrentar mis problemas. Si tan solo tuviera un amigo o amiga en el que confiar, que pudiera estar conmigo y protegerme…pero no lo tengo, estoy solo. Y tengo que aprender a cuidarme por mí mismo.

 

La cara de Sasuke vuelve a mi mente y las mariposas echan a volar de nuevo. Igual solo son suposiciones suyas. Igual no se lo ha dicho a nadie. Entonces…¿por qué me afecta tanto que pueda saberlo?

 

Me ducho lo más lentamente posible. Cuanto más tiempo tarde en salir de casa mejor. Me visto en silencio y, agarrando las cosas del instituto, cierro mi apartamento y comienzo el paseo hacia el instituto. Hace una hora, recién levantado, tenía tanto sueño que apenas me podía levantar…y sin embargo ahora, siento la inquietud recorrerme todo el cuerpo, como espasmos eléctricos que circulan desde mi columna vertebral hasta las puntas de los dedos.

 

Llego a la puerta del edificio y me quedo ahí parado. Las piernas me tiemblan un poco. Trato de pasar del tema, de ser fuerte y evitar la vergüenza, como he hecho todos estos años. Sin embargo, parece que tanto tiempo de auto-convicción no ha servido para nada.

 

Subo un escalón. Luego otro. Otro más. Así, lentamente, hasta que termino de subir las escaleras de entrada. Nadie me mira raro, por el momento, ni me llama maricón. Ya es una buena señal, creo.

 

Tengo la primera hora, de historia, en la clase doscientos cinco. Subo las escaleras sin darme mucha prisa y me asomo al pasillo. No hay nadie, ya han entrado en la clase. Trago saliva y me sitúo delante de la clase. Voy a llamar.

 

-Ey.

 

-AH-mpf!!!... -“joder, ¡que susto!...¿¡quién demonios se cree el idiota este para…u-un momento…es Sasuke…”.

 

-Ven conmigo –suelta con su habitual tono seco de voz.

 

Prácticamente, me arrastra hacia el ascensor de uso exclusivo para profesores y personal y me hace entrar. Le da a uno de los botones y deja el trasto parado entre la segunda y la primera planta. Finalmente, me quita la mano de la boca y se apoya contra una de las paredes del ascensor, cruzando los brazos.

 

-Bien, ahora me vas a explicar por qué me dejaste ayer tirado con el trabajo en el aula de informática.

 

“Mmm…quizás porque me preguntaste si era gay…”

 

-Y-yo…es que…

 

-¿Qué?

 

“Pues para soltar incoherencias, casi mejor me callo…”

 

-Oye…¿no me vas a responder? –se levanta de encima de la pared y se acerca peligrosamente…u-un momento, ¿…está poniendo sus brazos  a ambos lados de mi cabeza?

 

“…Si no responder hace que te sigas acercando, quizás empiece a callarme más a menudo…”

 

-Naruto…¿es por que te pregunté si eras gay…?

 

“¡NO!...bueno, sí, pero también por que estás muy cerca de mí y me cuesta pensar con algo que no sea mi entrepierna…aparte de que me has encerrado contigo en un ascensor…dios mío, ¡si yo soy claustrofóbico!”

 

-¿No me vas a responder…? Eres gay…¿verdad? –su rostro se acerca a mi oreja y siento su aliento cálido acariciar mi piel.

 

“Oh, no…me estoy mareando…”

 

-Tú… -coloca  su cara delante de la mía, casi podemos tocar nuestras narices.

 

“¿Yo…? No estoy muy seguro…”

 

-Estás… -sus labios casi rozan con los míos.

 

“¿Estoy…? En un ascensor cerrado…muy, muy pequeño…”

 

-… -su pierna roza contra mi…¡ey! –te has puesto palote, Uzumaki…

 

Me pongo pálido (más) mientras le veo separarse de mí. ¿Lo ha hecho solo para probarme? Tengo ganas de vomitar, estoy mareado…No puedo…

 

-¡Agrh! Oye…podrías haber avisado de que te sentías mal…

 

“Puedo ver tu cara de asco, gilipollas. Es lo que puede pasar cuando secuestras a gente en los ascensores para hacer cosas tan bajas…ahora…¡¡¡déjame salir de aquí!!!”

 

-Tsk, vamos…te llevo a la enfermería…-dice pasando mi brazo sobre su hombro, tratando de acercarme a él lo menos posible.

 

“Dios…qué patética es mi existencia…”

 

 

.o.O.o.O.o.O.o.

 

 

 

Parece que, con el aire fresco de la calle, me he empezado a sentir mejor. Sasuke se encuentra sentado a un metro de mí. Ahí, asegurándose de guardar las distancias. Que bien.

 

-Sasuke…

 

-¿Hn?...

 

-Soy…soy gay.

 

-¿No me digas…? –se burla.

 

-No se lo digas a nadie, por favor…-agarro con fuerza las mangas de mi chaqueta.

 

-No pensaba hacerlo.

 

-…E-entonces…¿por qué…tú…?

 

-Sólo quería que me lo dijeses y parases de intentar ocultarlo torpemente como siempre. Es patético.

 

“Genial, tú si que sabes cómo consolar a alguien, bastardo…”

 

-Además…siempre estás mirando a los chicos, aunque no lo notes.

 

“Lo noto, creeme…”

 

-Estoy seguro de que hay más personas que se han dado cuenta.

 

-¿QUË? –dime que no es cierto eso que acaba de decir…

 

-No he escuchado ningún rumor, no te alteres.

 

-P-pero…

 

-Joder, me pones de los nervios cuando tartamudeas…-entorna los ojos para mostrar más gráficamente su desesperación- Simplemente, no tienes que ocultármelo más…¿vale?

 

-¿Por qué…?¿Por qué te importa…?

 

-Porque…-¿se ha sonrojado?-…porque sí. Va a empezar la siguiente clase…yo me voy ya.

 

-E-ey…-le veo levantarse con rapidez y entrar en el instituto.

 

Una pequeña sonrisa se dibuja en mi rostro y me siento mucho más aliviado. Así que, después de todo…no ha pasado nada malo…¿no? Se siente bien estar relajado de nuevo. Y, además…ahora ya hay alguien que lo sabe. Y me guarda el secreto. Y…no le importa. ¿…Será, quizás, algo parecido…a un amigo?

 

 

.o.O.o.O.o.O.o.

 

 

Han pasado varios días desde el incidente y Sasuke y yo hemos seguido quedando por las tardes para hacer el trabajo. Sorprendentemente, la tensión que había en el ambiente ha desaparecido casi por completo. Él se comporta más natural conmigo, de hecho, está algo menos frío que antes.

 

Sin embargo, me pregunto si se ha dado cuenta en concreto…de a quién precisamente miro más que a ningún otro. No creo que se haya percatado de eso, puesto que no ha dejado de hablarme ni se preocupa de tener el trasero cubierto en mi presencia. La mayoría de imbéciles que es enteran de que alguien es gay, hacen esas estupideces. Como si en vez de un órgano sexual reproductor, los homosexuales tuviéramos una taladradora último modelo, preparada para atravesar sus pantalones.

 

De todas formas, tampoco me importa. Por primera vez, desde hacía muchos años, me lo paso bien con alguien más que yo mismo. Ya es un avance. Me gusta estar con Sasuke, hacer el trabajo con él, hablar aunque sea lo mínimo de cualquier tema sin importancia…

 

Sigue diciéndome usuratonkachi y dobe, pero bueno, tampoco es cuestión de ponerse exigentes, ya iremos progresando con el tiempo.

 

Hoy es viernes, ya casi está aquí el fin de semana. Hoy Sasuke viene especialmente macizo. Con unos pantalones que dejan algo de trasero al descubierto, benditos calzoncillos azul marino…y esa camiseta ajustadita, también azul marina. Lo único que sobra es esa sudadera de cremallera que lleva puesta, negra con un abanico extraño en la espalda. Lo lleva mucho, ¿será una marca de ropa? Lo único que sé, es que estorba la preciosa vista que esa camiseta apretada ofrece al observador. Puedo ver la mueca de disgusto en la cara de sus fans, que lo rodean como siempre como perras en celo.

 

Le observo acercarse a mí, reprimiendo la sonrisa que amenaza con delatarme. Y es que desde aquel día, Sasuke siempre se sienta conmigo en las clases. Todo el mundo murmura y echa miraditas entre curiosas y enfadadas. Pero él no se inmuta, coloca su mochila en la mesa que hay a mi lado y se sienta sin decir palabra y escuchando su mp3, como si nada. Puedo sentir la satisfacción de tener alguien que me reconozca ante todos estos capullos. Alguien que se sienta conmigo y no le importa lo que los demás piensen de él. A veces, siento ganas de darle las gracias de corazón. Pero sé que se lo tomaría mal, además, hasta desde mi punto de vista es una moñada…

 

Kakashi-sensei entra en la clase y toma asiento después de darnos los buenos días. Todos le observan en silencio, sin entender muy bien. Es la primera vez que tarde menos de un cuarto de hora en llegar. Normalmente, nos vamos después de ese tiempo cuando un profesor llega tarde.

 

Pero con Kakashi es diferente, porque si lo hiciéramos, no habríamos dado ni una sola clase con él en todo el curso. Por eso, cuando entró, nadie le echó demasiada cuenta.

 

-A ver, alumnos míos. Sé que no tenéis ganas de estar aquí, yo tampoco, ciertamente. Así que lo he discutido con Iruka-sensei, vuestro profesor de diseño, y…he pensado que quizás os gustaría hacer…una excursioncilla, ya sabéis, para animaros un poco con el estudio ya que han suspendido casi todos los de la clase el último examen de filosofía…

 

Hubo un silencio general. Ahora que el tema interesaba, nadie se atrevería a interrumpir su pequeña charla. Éste parecía que estaba buscando algunos papeles en su carpeta. Desplegó algo que podría interpretarse como un mapa. Lo colocó en la pizarra pegándolo con una goma adhesiva azul. Cómo le gustan a Kakashi ese tipo de “juguetitos” de profesor.

 

-Bien, vamos a ir de acampada, más o menos por esta zona –señaló un área en el mapa con la tiza. Allí solo había árboles, estaba algo perdido de la civilización. Demasiado, quizás.

 

-Mañana os traeré la lista de cosas que habréis de comprar y los precios del autobús. También las justificaciones para vuestros papás y mamás. Pensadlo con calma, os aconsejo que vengáis, os gustará.

 

Y, dicho esto, tan tranquilo, comenzó a dar su clase. Qué fácil es para algunos organizar este tipo de cosas. Me gustaría muchísimo poder ir pero…no creo que tenga dinero. Si pudiera ir con Sasuke…

 

 

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).