Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Colores complementarios por Musa Lockheart

[Reviews - 303]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo: Siento muchísimo lo que he tardado, se que ha sido cosa mala, pero bueno, es lo que tiene segundo de bachillerato. Voy a publicar el capi seis casi seguido, a ver si así os puedo compensar de alguna forma...Honto ni gomen ne U_u. Y muchas gracias por vuestro apoyo y comentarios. Un beso, espero que os guste.

Capítulo 5

   

No paro de darle vueltas a la forma de ganarme algo de dinero para ir de acampada. He pensado en buscarme algún trabajillo…pero es que tengo que ir a clase, no me dan un trabajo a solo media jornada. Con la pensión que me pasa el estado hasta los dieciocho años no me da apenas ni para llegar a fin de mes, a veces Iruka incluso me tiene que prestar dinero. Definitivamente, va a ser un problema para mí conseguir lo suficiente para ir de excursión…

 

Ya he tenido malas experiencias con el trabajo a media jornada y no han sido buenas. Como aquella vez que trabajé como repartidor de pizzas, que no duré ni una semana. Iba en bicicleta, porque aún no tenía el carnet de moto. Tenía que darme mucha prisa para que no llegase fría, así que pedaleaba sin apenas mirar por donde iba. Al final el desastre acaeció, resbalé con un charco y no vi aquel poste que tenía en frente. La colisión fue brutal, estuve dolorido durante una semana y encima me despidieron.

 

Luego probé con algo más relajado para sacar un dinerillo extra, como repartidor de propaganda por horas. Lo que no sabía, es que me harían vestir de reno porque me pilló en época de navidad. A fin de cuentas, la gente solo se acercaba a mí para reírse, y los más atrevidos, para tocarme la “colita” del disfraz. De todas formas, conseguí que me cogieran los papeles poniendo mi carita más adorable de reno angustiado. En el orfanato vi Bambi millones de veces y pude copiarme de su técnica.

 

El motivo por el que me despidieron fue porque ensucié el disfraz de salsa barbacoa, tras lanzarme como un poseso sobre una hamburguesa doble a la que le había echado el ojo desde que empecé mi jornada aquel día. Claro está, lo hice con tanta ansia que un enorme pegote de salsa barbacoa cayó sobre el disfraz. Cuando lo vieron no les hizo ninguna gracia, así que me despidieron. Total, tenían millones de desgraciados más a los que plantarle el dichoso disfraz de reno.

 

Tras eso, tengo una larga lista de intentos, tales como publi-bici, en el que me despidieron por equivocarme de ruta, engrasador de bisagras a domicilio, pero renuncié cuando me empezaron a pedir que engrasara otro tipo de cosas que no tenían nada que ver con mi trabajo, payaso, pero hacía llorar a los niños en vez de hacerlos reír…y más. Muchos, muchos más.

 

Pero bueno, el caso es que no funcionaron. Así que aquí me encuentro, en el recreo, con el periódico buscando en la sección de empleos a ver si encuentro algo digno que vaya conmigo. Tiene que ser algo que me de dinero de forma rápida…pero no sé si eso podrá ser. Necesito la pasta para la semana que viene.

 

-¿Qué haces? –me sonrojo al comprobar que Sasuke se acaba de sentar a mi lado.

 

-N-nada…¡leo los deportes…! –trato de esconder las páginas de empleos.

 

-Estabas mirando la sección de empleos…usuratonkachi –de nuevo su sonrisa autosuficiente, me mata en todos los sentidos…

 

-Está bien…estoy buscando curro. Es algo normal, ya sabes, la gente trabaja. No significa que no tenga dinero. Las personas muchas veces tan solo trabajan porque quieren caprichos ¿verdad? Por eso yo no estoy buscando trabajo para poder ir a esa estúpida excursión…¿qué te crees? –bueno, quizás he dado un poco más de información de la necesaria.

 

Le veo entornar los ojos, ya se está desesperando. Tengo que resultar bastante molesto a veces, por lo visto.

 

-Ah…¡este!

 

-¿Has encontrado algo?

 

-Sí, aquí hay un trabajo disponible…y es a media jornada, justo lo que necesito.

 

-A ver… -le paso el anuncio para que lo lea.

 

-Je je…soy un genio…

 

-Oye, dobe…

 

-¿Sí?

 

-Este anuncio es para montaje de aparatos de aire acondicionado…

 

-Ajá…

 

-Pero, ¿tú eres técnico frigorista? –me mira con escepticismo. Vale, quizás he pasado por alto ese pequeño detalle, pero ¡no se puede ser tan quisquilloso cuando se busca curro!

 

-En realidad…

 

-Quieres ganarte un dinero, ¿eh? –me corta.

 

-Sí…pero cada día es más difícil encontrar trabajo…

 

-Tengo algo que proponerte, entonces.

  

.o.O.o.O.o.O.o.

  

No me preguntéis cómo ni por qué, ni siquiera yo sé muy bien qué estoy haciendo en casa de Sasuke un lunes por la tarde. Y es que, cuando estábamos hablando sobre lo de encontrar trabajo, acabó liándome para que le ayudara a pintar y cambiar su dormitorio.

 

Yo pensé que estaba de broma, sin embargo, cuando entré en su habitación y vi la cantidad de cosas que tenía, lo entendí un poco mejor. Todas las estanterías, estaban llenas de juguetes, peluches, libros infantiles, menos infantiles también…otra estaba hasta arriba de CD’s y DVD’s, películas en VHS y demás historias. Me sorprendió no ver ninguna consola vergonzosamente cara, pero preferí no preguntar. En la mesa de estudio estaba su ordenador, algunos lápices y un par de libros del instituto.

 

A pesar de estar todo abarrotado de cosas, estaba perfectamente limpio y ordenado. Una cosa poco corriente en nuestra edad, mi piso es un claro ejemplo. Pude apreciar que en el techo empezaba a asomar por encima del mueble una mancha de humedad. Tendríamos que dar bastante pintura para quitar eso.

 

-Toma –me tendió una camiseta vieja- ponte esto, no vayas a manchar tu ropa.

 

Ambos nos cambiamos, claro está, procurando mirar hacia todas partes menos él, para después comenzar a trabajar sacando todas las cosas de su cuarto y llevándolas a la habitación de invitados.

 

Cuando, tras al menos unas tres horas, todas sus pertenencias estaban fuera y los muebles desmontados. Ahora empezaba lo más divertido de todo: pintar. Nadie lo sabe pero soy un verdadero artista no reconocido. Estoy seguro de que Sasuke va a quedar impresionado con mi destreza usando el rodillo.

 

Observé como él solito preparaba la mezcla de pintura rebajada con agua sin vacilar. Puede que, después de todo, no sean un señorito mimado como yo pensaba. No se ve que tenga cosas excesivamente caras y extravagantes, sino más bien lo contrario.

 

-¿Piensas quedarte ahí parado todo el rato, usuratonkachi?

 

-Ehm…voy –dije agarrando uno de los rodillos.

 

Lo introduje dentro de la cubeta y la escurrí con cuidado, para después empezar a pintar en “mi pared”. Las gotitas de pintura me hacían cosquillas en la mano al caer y era divertido ver cómo el color blanco iba cubriendo el más estropeado de la parte de abajo.

 

-Jeje…Sasuke, mira como- -de repente me quedo en blanco.

 

Oh…

 

My…

 

GOD.

 

Me giro rápidamente hacia mi pared, después de ver a Sasuke secándose algo de pintura de la cara utilizando su camiseta. Dios, si realmente existes, te doy las gracias en el nombre de todos los mortales por crear semejante ejemplar de hombre.

 

-Ey, dobe, ten cuidado…¿no puedes pintar más a la izquierda? Me choco con tu mano al pintar esta parte…

 

-Haber empezado por el otro lado de la pared, Sasuke-teme.

 

-Como me caiga pintura, no verás la luz de un nuevo día.

 

-No, tranquilo, yo controlo, ¿no ves mi maestría?

 

-Más te vale…

 

-Naaaa Sasuke, que emo eres, cuando pones esa cara me recuerdas mucho a esa canción que…¿Cómo era?

 

-¿Canción? –alzó una ceja y me miró como temiendo reconocer a cual me refería- ni se te ocurra…

 

-Stop my breathing and slit my throat…- empiezo a cantarle tratando de hacer una imitación perfecta de la voz del video de youtube- I must be em-

 

-Para, por la cuenta que…-me amenaza con el rodillo y huyo de su alcance.

 -I don’t jump around when I go to showsssss 

-Naruto…-su mirada echa llamas y yo, me zafo una vez más y me coloco detrás de él.

 

-I must be emo…-le susurro en la oreja.

 

Pega un respingo enfadado y se da la vuelta para empujarme, pero yo, al echarme hacia atrás, piso algo pegajoso en el suelo, (pintura probablemente), y pierdo el equilibrio cayendo hacia atrás, a tiempo aún para agarrarle del brazo y tirar de él. Aquí moriremos los dos, señor Uchiha.

 

Sin embargo, al instante realizo que no ha sido buena idea, al sentir cómo el cuerpo de Sasuke se retuerce dolorido sobre el mío. Me mira desconcertado y tan o más avergonzado de lo que yo estoy. Sin embargo, al moverse para levantarse, caemos ambos en la cuanta de dónde está presionando su rodilla y, rápidamente, se deja caer a un lado, en el suelo. Tras unos minutos de silencio, por fin me mira con escepticismo.

 

-Baka. Si así es como controlas, no puedo esperar a verte descontrolado.

 

¿Pero este imbécil se da cuenta de lo que acaba de decir? Por lo visto sí, porque vuelve a estar tan sonrojado como lo estoy yo. Decide salir del paso rápidamente.

 

-Anda, vamos a seguir, “controlador”.

 

-…

 

-¿Qué?¿No tienes nada que decir…?

 -Stop my breath- -¡NARUTO! .o.O.o.O.o.O.o. 

Cuando, tras varias persecuciones en las que Sasuke empuñaba un rodillo lleno de pintura contra mí, terminamos de pintar la habitación y decidimos hacer una pausa para almorzar algo. Y fue entonces cuando descubrí que a Sasuke se le da fatal la cocina.

 

Ya de por sí, cuando abrió el frigorífico y empezó a sacar ingredientes, se le veía un poco inseguro, pero pensé que siendo tan perfecto como es en todo, no tenía nada que temer de su forma de cocinar. Grave error.

 

Cuando, bajo su atenta mirada, introduje en mi boca una cucharada de ese pegote blanco (arroz), juraría que mi cara se puso verde. Porque, por muchos esfuerzos que hice por poner una expresión de: ¡Ñam ñam, Sasuke!, éste se puso pálido y me quitó el plato de delante, tirándolo a la basura directamente.

 

-Ne, Sasuke…

 

-Déjame, dobe, intento pensar…

 

-¿Qué es esto de aquí? –dije sacando un paquetito de la alacena.

 

-¿Eso? Es ramen instantaneo –se le iluminó un poco la expresión- ¿No lo has probado nunca?

 

-No…¿está bueno? –pregunté.

 

Y con esa pregunta sellé nuestro destino gastronómico de aquel día. Y también, encontré por primera vez mi comida favorita, un sabor sin igual, una sensación de…oh, me emociono al recordarlo.

 

El caso, que acabamos almorzando ramen en cantidades ingentes. Yo me zampé por lo menos tres paquetes. Sé que puede sonar un poco agonía, pero…¡es que es un sabor nuevo para mí! Necesitaba más, y más y más…tengo la sospecha de que si alguna vez mordiera a Sasuke, me pasaría algo por el estilo.

 

Y fue entonces, cuando estaba terminando mi tercer paquete, cuando apareció aquel ser increíble y misterioso…el hermano de Sasuke, Itachi.

 

Un tipo muy parecido a su hermano, solo que con el pelo peinado como las personas normales y un par de ojeras enormes pero terriblemente sexys. Creedme, un buen ejemplar de hombre…¿será que me ponen los Uchiha? Lo único que puedo recordar con claridad, antes de que Sasuke me retirase la palabra durante toda la tarde, fue que  su hermano entró en la cocina, saludándole, y en cuanto puso sus preciosos, preciosísimos ojos sobre mi persona, se acercó a mí y me dio un beso en la boca, tan ancho.

 

Yo, además de hiperventilar, me quedé completamente en estado de shock. Pero el tipo este siguió hablando como si no hubiera pasado nada. En fin, que Sasuke y yo estamos ahora dando la segunda capa de pintura a su habitación y ha decidido que es un buen momento para no dirigirme la palabra. Pues que bien.

 

-Mmm…¿Sasuke? –insisto por enésima vez.

 

No hay respuesta.

 

-Oye…

 

Nada.

 

-Sasuke…

 

Sigue pintando, sin dirigirme una mirada tan solo.

 

-¡¡YA ESTOY HARTO!! –grito, tirándole el rodillo a la cabeza.

 

-¡Joder, que bruto eres!¡¡Eso ha dolido!! –me mira enfadado y sobándose la zona del golpe.

 

-¿¡Se puede saber por qué narices has decidido no hablarme!?

 

-¡No es asunto tuyo! –dice encaminándose a la puerta, pero le agarro de la mano.

 

-¡Si lo es!

 

Me mira enfadado, tanto que me asusto un poco incluso y aflojo el agarre en su muñeca.

 

-Puedes ir a buscar a mi hermano, él seguro que está encantado de darte conversación.

 

Y, tras decir eso, sale por la puerta y desaparece en el pasillo, dejándome allí solito.

 

Me paré a pensarlo bien y una pequeña, minúscula y microscópica parte de mi cerebro, empezaba a barajar la ínfima posibilidad de que Sasuke se hubiera sentido celoso de su hermano por haberme puesto la mano encima.

 

¿Y si le gusto pero no quiere reconocerlo?

 

¿Y si es gay pero le da miedo salir del armario?

 

Soy patético. Creo que sería incluso más probable que tuviera un lío con su hermano y se hubiera puesto celoso de mí y no de él. Mejor dejar de darle vueltas al tema y acabar lo que he venido a hacer aquí: trabajar.

 

Así que a ello me puse, a pintar la segunda capa, pero cada vez se iba formando una sensación más amarga en mi estómago que me decía: ya no tiene tanto de especial ir a esa excursión si Sasuke se ha enfadado contigo. Y esa sensación me hacía estar cada vez más y más triste.

 

Cuando, por fin, el cuarto entero estuvo pintado, me senté sobre uno de los cartones del suelo, rodeando mis rodillas con los brazos y enterrando la cabeza. Me estaba dejando llevar un poco por el desánimo, pero no podía evitarlo.

 

-¿Cansado?

 

Alcé la vista rápidamente al escuchar aquella voz. Sí, era ese hermano malvado y terriblemente sexy que tiene Sasuke, mirándome desde el quicio de la puerta con una sonrisa muy…inquietante.

 

-Naruto-kun…¿ya has terminado de pintar?

 

-Eh…sí –tengo un mal presentimiento…¿por qué será?.

 

-Entonces…podría…

 

-¿Q-Qué…? –quizás porque este tipo es…

 

-¿…darte un masaje?

 

-… -…más pervertido incluso que yo mismo.

 

-Ehm-ejm…es que…ahora mismo…yo.. –procesa, Naruto, este hermano macizorro de Sasuke te está tirando los tejos, si no quieres ser virgen toda tu vida…¡da un paso al frente!

 

-¿…tú? –sonríe de forma MÁS inquietante si cabe, mientras se acerca mucho, muchísimo, muchisisisimo a mí.

 

-…no puedo -..¿eh?¿se puede saber por qué he dicho eso?.

 

-Ya veo…-sonríe dulcemente ahora, apartándose de mí- estás enamorado de mi hermano, ¿no es así? –me revuelve el pelo con cariño.

 

-… -me quedo sin palabras y le miro sonrojado…supongo que mentirle no es una opción, ¿no?.

 

-Vamos, no voy a decírselo –me guiña un ojo- si quieres, te ayudaré a conquistarle.

 

-No, si no hace falta, en serio -¿conquistar a Sasuke? No soy suicida, gracias. Prefiero seguir en el bando de los cobardes, se vive mejor…este tío está loco o no conoce a su hermano.

 

-Podríamos usar mi tremendo atractivo para ponerle celoso…y entonces…-sigue hablando para sí- jijijiji…

 

-Ey, ¿me estás escuchando…? –la vena d mi frente empieza a crecer, ¿soy invisible para todo el mundo, o qué?.

 

-Vamos, Naruto –me golpea la frente con un dedo- a mi hermano le gustas, estoy seguro de ello.

 

Mis mejillas se tiñen de rojo. ¿Por qué ha dicho eso, tiene alguna prueba, acaso?

 

-¿C-como puedes tú saberlo?

 

-No te lo diré…pero tendrás que confiar en mí. Te prometo que antes de que termine el curso, tú y mi hermano estaréis juntos, y si no…-sonríe pervertidamente- entonces, yo te consolaré.

 

Esto me da muy mal rollo. Me echo las manos en la cabeza y me dejo caer.

 

-¿¡Pero en qué casa de locos me he ido a meter!?

  

Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).