Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sakebitai por NeferetteRoju

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

A la mañana siguiente, el joven pelinegro había despertado antes que el pelirrojo, se alistó y se fue al entrenamiento matutino.

Más tarde, Sakuragi logró despertar, sin embargo, se dio cuenta de que ya iba demasiado atrasado por lo que reaccionó apresuradamente. Mientras se vestía y tomaba sus cosas para entrenar, el recuerdo de la noche anterior lo abordó repentinamente como si le hubieran echado un balde de agua fría en la espalda.

"Qué demonios..." pensaba algo atormentado. Esto lo llevó a observar mejor su condición antes de salir por lo que se notó un olor peculiar.

- ¡Ahhhhhhhhhh! Gritó despavorido.

"Miserable, maldito miserable, le pateare el trasero a ese maldito zorro aprovechado" decía cuando iba apurado hacia el gimnasio. 

///

- ¡Tonto! ¡¿por qué  llegas hasta estas horas?! Gritó el gorila.

-Lo lamento me quedé dormido, no volverá a pasar Gori, lo prometo. Dijo agitado.

En ese momento observó a los que ya se encontraban practicando y pudo ver que Rukawa no le daba ni la más mínima importancia a su escándalo. Seguramente el muy cínico se lavaría las manos respecto a lo de anoche, creía el pelirrojo quien lo miraba molesto.

 ///

Tras finalizar la práctica Hanamichi se quedó para asear los balones, también pudo notar que cierto pelinegro aún se encontraba trapeando. 

-Qué tanto miras torpe. Comentó  al darse cuenta de que Hanamichi no le quitaba la vista de encima.

Sakuragi se ruborizó un poco pero de inmediato sacó su molestia.

-No te hagas el tonto Rukawa, qué fueron esas tonterías de ayer, por tu culpa llegué tarde a la práctica. 

-Qué tengo que ver yo con que duermas como una piedra.

- ¡Aaarrrgg! ¡Estúpido! ¡Ya sé lo que planeas! Tú lo que quieres es confundir los sentimientos de este talentoso para impedir que te superé ya que como estoy progresando tan rápidamente pronto quedarás a la sombra, a ja ja ja ja ya veo, una estrategia digna de un zorro. Alegaba, sin embargo, en ese instante fue arrinconado siendo que el No. 11 estaba invadiendo su espacio personal de una forma muy seductora.

Hanamichi enrojeció y de la impresión empujó un balón que llevaba en las manos para hacer retroceder al joven Kaede.

-Qué te pasa tonto, no hagas esas cosas aquí, alguien podría vernos. Dijo casi temblando.

Rukawa frunció el ceño y mejor le arrebató el balón.

-Entonces ponte a jugar. Hoy solo será una reta de 10 minutos pero te advierto que no lograrás encestar nada y si es así harás lo que yo te pida. 

Sakuragi hacía una mueca de furia. -Por supuesto que encestaré, ¡prepárate para perder esta vez Rukawa! Exclamó señalando al pelinegro. 

En ese momento unas figuras femeninas se posaron en la entrada del gimnasio, eran Haruko y sus amigas y también otras fisgonas, las animadoras de Rukawa seguramente.

- ¡Eh! ¿Sakuragi y Rukawa volverán a tener un enfrentamiento? ¡Qué genial! Comentó Haruko al percibir lo que ocurría en el gimnasio.

-Acaso tuvieron un enfrentamiento que no fuera en base a golpes.

-Así es, ayer en la cancha que está en el parque, Rukawa invitó a Sakuragi a competir con él, ¿no es genial que su compañerismo haya mejorado desde que comenzaron a jugar en Shohoku? Rukawa es muy gentil al proponer estas prácticas a Sakuragi para mejorar su técnica, que dulce que es. 

-¿Ayudar a ese torpe? No, lo que pasa es que Rukawa le enseñará quién es el mejor. Interrumpieron las otras fisgonas.

- ¡¿Qué?! Ustedes siempre son tan groseras, Sakuragi ha progresado increíblemente y Rukawa lo sabe bien, por eso es que lo está incitando a mejorar.

-Rukawa no se fija en personas sin importancia, simplemente le hará callar la bocaza a ese tonto pelirrojo.  

Haruko enfureció.

-¡Ustedes no comprenden el compañerismo que debe existir en un equipo de basquetbol! No saben nada, solo vienen a criticar a los demás que también se esfuerzan tanto.

Y así continuaron discutiendo y haciendo alboroto cuando de repente una excelente jugada llamó su atención, Rukawa iba corriendo hacia el tablero preparándose para tirar, sin embargo, detrás le seguía Sakuragi quien con un increíble salto pudo desviar el tiro de Rukawa desde atrás, lanzando este en dirección de la entrada. 

El joven Kaede, quien llevaba apenas 9 puntos debido a la dedicación en la defensa para no dejar encestar a Hanamichi, se vio impresionado por el reciente bloqueo de este. 

Hanamichi fue hasta el balón rápidamente, Rukawa sólo lo observaba atento, sin embargo, las admiradoras de Rukawa no tardaron en defender la honra de su querido No. 11.

-Ni creas que con esa jugada vas a superar a nuestro Rukawa.

-Así es, eso no es nada para él.

-Si el se lo propone te hará papilla. Le gritaban todas esas histéricas.

-Aaarrrggg y ustedes no dejan de molestar. Para su información, Rukawa sólo ha hecho 9 puntos porque este genio a mejorado su defensa.

-No le hagan caso sólo es un bocón.

Hanamichi también estaba a punto de estallar ante los alaridos de esas escandalosas, por lo que inevitablemente siguieron discutiendo, pero, repentinamente un jalón hizo a un lado al pelirrojo. Tanto Haruko como las demás quedaron impactadas con la presencia de Rukawa.

-Dejadlo en paz y callar de una vez, su escándalo es muy molesto. Dijo al cerrar estrepitosamente las puertas del gimnasio. 

Las chicas quedaron mudas con esa llamada de atención por parte de su queridísimo Rukawa.

Se encontraban a punto de llorar por lo avergonzadas que estaban, no era para nada lindo que la primera vez que Rukawa les hacía caso fuese para irlas a callar. 

-Todo es culpa de ella. Señalaron a Haruko.

- ¡¿Qué?! 

-Si por su culpa Rukawa se enojó con nosotras. 

-¡¿EH?! Pero si ustedes son las escandalosas.

Y así comenzó otro escándalo.

Por otro lado, ambos jugadores dieron por terminado el reto y se dirigieron al vestidor.

-Oye, no tenías porque meterte, ahora esas chicas dejaran de quererte.

- ¿Ah sí? Dijo sarcástico.

-Vamos, ¿en verdad no te interesa ninguna de ellas?

///

-Iremos a disculparnos con Rukawa. Gritaron las chiquillas.

- ¿Qué? No sean ridículas eso lo hará enfadar más, además no está permitido pasar al vestidor si no eres parte del equipo ¡¿me escucharon?! 

Dijo inútilmente pues estas ya se dirigían al vestidor.

En ese momento llegó la manager Ayako quien inmediatamente notó algo raro fuera del gimnasio.

- ¿A dónde van esas chiquillas?

- ¡Ayaco! tenemos que detenerlas, irán a disculparse con Rukawa pero esto solo lo hará enojar más.

- ¿Disculparse? 

-Vamos no hay tiempo.

De esa manera fueron tras las admiradoras de Rukawa.

- ¡Alto ahí no pueden pasar! Les gritaba de lejos.

///

Mientras tanto en el vestidor.

-Creí que eso ya había quedado claro. Respondió Rukawa acercándose peligrosamente a Hanamichi. 

Este se puso un tanto nervioso por la cercanía del No. 11 quien se había inclinado hacia él y colocando ambas palmas en sus muslos, se acercó a besar sus labios.

Aquel beso por poco y petrifica al pobre Sakuragi que no supo cómo reaccionar, sin embargo, la situación empeoró cuando escuchó deslizar una de las puertas y aún así Rukawa no se alejó en lo absoluto.

Las chicas habían llegado hasta la entrada del vestidor la cual estaba semiabierta por lo que pensaron que no habría problema si la abrían y pedían permiso, pero, la escena frente a ellas las perturbó de tal manera que quedaron pálidas además de que una sensación de tristeza amenazaba sus frágiles e ilusos corazones. 

Todas ellas fueron testigo de cómo un Rukawa despreocupado besaba suavemente al pelirrojo que siempre menospreciaban con tal de hacer ver su apoyo al No. 11, el que creían su rival.

El joven Kaede abrió sus ojos cuando cesó aquel gesto por lo que Sakuragi lo vio aterrorizado pero,  por simple impulso no pudo evitar mirar hacia donde las chicas así que se apenó muchísimo más que no pudo más que perder el control y ponerse igual o peor de histérico que ellas.

- ¡Aaaarrrrgggg! gritaba sin ton ni son dando vueltas en el vestidor, luego se acercó a la puerta para tratar de aclarar lo sucedido. - ¡Oigan! Nada de lo que vieron fue real, solo es una ilusión ¿¡entendieron?! ¡no pasó nada! ¡no pasó! ¡no pasó! ¡no pasó! Siguió gritando. 

Rukawa simplemente siguió como si nada. Esta indiferencia fue bastante evidente para las chicas por lo que simplemente salieron corriendo de ahí con el corazón roto.

Haruko y Ayako llegaron al vestidor siendo que las otras casi las aplastan al encontrarlas huir despavoridamente, pero no se imaginaban qué cosa pudo haberlas hecho sentir así.

-Hanamichi Sakuragi que diablos pasó con esas chicas. Gritó Ayako.

Hanamichi se aterrorizó bastante poniéndose rojo como tomate, luego vio a Haruko y la vergüenza no pudo más con él, así que salió corriendo de igual manera. 

Ninguna de las dos entendía nada, luego sólo vieron salir a Rukawa.

-Qué diablos traían esas chicas y que querían aquí. Preguntó Ayako.

Rukawa simplemente levantó los hombros en signo de ignorancia al respecto.

-Vaya chicos... murmuró Ayako. 

///

Después de aquel incidente, el joven Kaede volvió a su habitación encontrando a Hanamichi aún consternado por lo sucedido.

-Qué te preocupa tanto, ¿acaso te gusta alguna de ellas?

Sakuragi apretó sus puños.

-Acaso no te preocupa, ellas nos vieron, no te imaginas a cuantos se lo contarán, lo extenderán por toda la escuela, no podemos permitir que se burlen de nosotros.

-Y eso qué, si eso ayuda a que ninguna se te acerque está bien, además de que dejarán de molestar en las prácticas.

El pelirrojo torció la boca.

-Puedo entender que a ti no te importe lo que digan, pero yo...

-La persona que te gustaba ya te rechazó, que más problema puede haber.

Esto hizo encender a Sakuragi quien por mero impulso tomó el cuello de Rukawa para intentar intimidarlo, pero, el pelinegro ni siquiera se inmutó, más sin embargo, se quedaron un par de segundos mirándose fija y ferozmente. 

Después de aquello, Hanamichi decidió soltarlo, mientras el No. 11 aún lo miraba.

-Volviste a perder.

Sakuragi lo vio con molestia, pero al final se resignó a esperar la petición del pelinegro.

///

Rukawa se encontraba sentado en su cama, recargado en un par de almohadas mientras que Hanamichi, estaba sobre este en sentido contrario. El pelirrojo no llevaba nada en las caderas, por lo que el joven Kaede tenía a su disposición las partes íntimas del No. 10. 

Cuando posó sus manos sobre los glúteos de su compañero, este volvió a temblar y a sentir rubor en sus mejillas.

-Vamos, no seas tímido. Comentó Rukawa quien lo incitó a darle placer con su boca.

Fue así que ambos comenzaron a darse placer mutuo, Rukawa saboreaba cada rincón de aquella piel de color rosado cuyo dueño comenzaba a emitir pequeños gemidos. 

Por otro lado, los labios inexpertos de Sakuragi intentaban envolver la hombría de su acompañante. Poco a poco lograba hacer movimientos más tenaces en aquel miembro, también se iba acostumbrando al peculiar sabor. 

Poco después, Rukawa se animó a introducir dos dedos en Hanamichi haciéndolo estremecer nuevamente.

Así continuaron la noche entre estímulos y caricias hasta sucumbir en el clímax. No podían negar que además  excitante, esto los relajaba increíblemente lo que ayudaba a que sus ánimos estuvieran reforzados para la práctica del día siguiente. 

Al parecer, ambos podían conllevar esto sin mayor problema, qué más daba un par de favores intercambiados por placer, si seguían cumpliendo su papel en el equipo de basquetbol entusiasmadamente. 

///

En el cuarto día de campamento, último para los de 2do semestre, irían a un barrio cercano al lugar de campamento donde había comerciantes artesanales y un hermoso lugar rural para admirar un gran espectáculo de fuegos artificiales.

Durante la mañana, nuevamente a Sakuragi se le hizo tarde para asistir al entrenamiento y ese zorro no tuvo la bondad de despertarlo.

"Maldito Rukawa, lo haces a propósito" Pensaba malhumorado.

Luego de haber sido regañado por la impuntualidad, Hanamichi puso todo su empeño en aquella práctica, pues se sentía lleno de energía para luchar bajo la canasta. Rukawa también mostró un temple radiante el cual impresionaba a todos sus compañeros, incluso, aunque varias de sus admiradoras habían dejado de asistir, aún había un par que le brindaba su apoyo pero ahora con más prudencia para no hacerlo enfadar.

Sólo Haruko notó la baja en las porristas, seguro que morían de vergüenza porque Rukawa les llamó escandalosas.

- ¡Reúnanse! Ordenó el capitán. -Es suficiente por hoy; recuerden que en la tarde todos los alumnos asistiremos al espectáculo de fuegos artificiales como día libre, así que disfruten el paseo y descansen bien, ya que mañana recuperaremos el tiempo perdido ¿está claro?

- ¡Sí! Contestaron al unísono.

-Pueden irse.

El pelirrojo se dirigía hacia el vestidor pero al salir del gimnasio se encontró a Haruko. 

-Excelente trabajo Sakuragi.

-Ah... gracias Haruko.

- ¿Ustedes también vendrán al espectáculo?

-Sí así es...

-Que genial, ojala podamos vernos allá Sakuragi, podemos estar todos juntos para verlo, ¿no te parece?

-Ah, si claro, se lo mencionaré a los muchachos.

-Entonces, los veremos en la tarde.

Hanamichi aún se conmocionó con esa invitación a pesar que sabía de antemano que Haruko no lo veía más que como un amigo, sin embargo, le seguía pareciendo fantástico convivir con ella aunque solo lo viera como tal. 

En ese instante sintió una mirada que lo hizo voltear, era Rukawa que lo veía serio desde atrás. 

"Diablos" Se dijo por haber olvidado completamente lo que tenía con aquel sujeto. Espero que no se le ocurra interferir en nuestra cita entre amigos.

-Oye tonto.

- ¿Eh?

-Te propongo esto, hagamos una sola jugada si logras encestar no te impediré que estés con ellos.

-Y por qué se supondría que podrías prohibirme ir con mis amigos ¿eh? quien te dio ese derecho.

-Me lo confiere nuestro trato lo olvidas, aún no se acaba el campamento.

- ¡Aaarrrggg! ¡Muy bien Rukawa prepárate!

Tras esto simplemento tomó el balón a una gran velocidad, ni siquiera se habían colocado en sus posiciones, pero aún así, Rukawa no tuvo problemas para alcanzar a su contrincante. 

- ¡Ni creas que lo lograrás! Exclamó el pelinegro.

-Eso ya lo veremos. Contestó cuando estaba acercándose al tablero, tomó bastante impulso realizando un excelente salto preparándose para clavar la pelota, sin embargo, el No. 11 también logró saltar con alta tenacidad para evitar esa clavada a toda costa, pero justo antes de meter el balón, Hanamichi hizo un movimiento en el último instante cambiando la clavada por un tiro sencillo, esta técnica era la que realizaba constantemente el mismo Rukawa.

La pelota entró y los ojos del pelinegro se abrieron de la impresión.

"Pero cómo.." pensaba.

- ¡Sí! ¡Lo logré! Fue lo que se pasó exclamando los siguientes minutos mientras se iba hacia el vestidor.

Rukawa tomaba aire mientras observaba fijamente a Hanamichi.

-Hum, tarado. Concluyó con una leve sonrisa. 

///

Finalmente se llegó la hora del festival de fuegos artificiales, todos los alumnos se encontraban rondando por el lugar, comprando artesanías y deliciosos bocadillos mientras disfrutaban de una agradable caminata por el lugar. Hanamichi, Johei y los demás se encontraron con Haruko y sus amigas para ir a dar la vuelta juntos.

Así pasaron un buen rato entre charlas y risas hasta que oscureció por completo. 

-Mira Haruko. Comentó su amiga Fuji. 

-Ah. En el instante se percató de esa figura imponente y enigmática, era Rukawa quien se veía radiante.

-¿Hum? Dijo Sakuragi cuando dio cuenta de lo mismo. "Ah pero si es Rukawa" se dijo poniéndose algo nervioso.

- ¿Qué te ocurre Sakuragi? Le susurró Johei. -No me digas que aún le tienes coraje porque Haruko lo prefiere a él.

-No es eso... contestó no muy convencido.

A los demás les pareció muy extraño esa actitud en Hanamichi.

-Por qué no lo invitan a venir con nosotros, se ve que no haya que hacer por estar tan solo. Propuso su amiga Matsui.

- ¡¿Ah!! Comentaron todos.

-Vamos Haruko es una gran oportunidad. Le susurró. -Además Sakuragi es del mismo equipo y hemos notado que su relación como compañeros ha mejorado, él podría ayudarte a invitarlo ¿no es así Sakuragi?

Hanamichi se ruborizó. "Cómo se le fue a ocurrir eso en este momento, diablos". Pensaba.

-Mmm, no, no creo que sea buena idea, Rukawa no es de esos a los que les gusta convivir con los demás, ya vieron que fue un gruñón con sus admiradoras no querrán que nos ocurra lo mismo ¿o sí?

-Pero si hasta contigo ha logrado mejorar su compañerismo, tal vez haya la posibilidad de que él acepte venir si tu se lo pides Sakuragi. Comentó  Haruko algo conmocionada.

-Ahh, suspiró. 

De esa manera Hanamichi fue a alcanzarlo a regañadientes, sin embargo, mientras recorría aquella insignificante distancia, sintió como su corazón se aceleró al encarar al No. 11. No quería reconocerlo pero, algo más allá de que Haruko se lo pidiera, hizo que Hanamichi se animara a pedirle que los acompañara.

-Oye zorro, nos preguntabamos si quieres acompañarnos a ver los fuegos artificiales. 

Rukawa quien solo pausó el paso y apenas dirigió la mirada al pelirrojo respondió discretamente.

-Si lo pides tú... está bien. 

- ¿Eh? Se sorprendió Hanamichi de lo mucho que seguía insistiendo en algo entre ellos, lo cual solo estaba en la imaginación de Rukawa.

Todos los demás se impactaron al ver que el joven Kaede seguía, aún con su distancia, a Sakuragi, esto quería decir que había aceptado acompañarlos.

"No puedo creerlo" pensaba Haruko a quien le brillaban los ojos de la emoción. "Sé muy bien que no puedo lograr nada contigo Rukawa, pero al menos, me siento feliz de que te des la oportunidad de convivir con nosotros". 

Fue así que continuaron paseando en grupo, haciendo y diciendo tonterías y aunque Rukawa no se involucraba directamente tenía el consuelo de ver el mayor espectáculo, la sonrisa de Hanamichi. 

Más tarde se encontraban en el campo desde donde podrían apreciar mejor los fuegos artificiales. Detrás de este había arboledas con bancas a su alrededor, en lo profundo de este pequeño parque estaba una placita donde se podía observar el cielo estrellado ya que ahí no interferían los grandes árboles.

Cuando Rukawa se fijó en este lugar decidió ir hacia allá sin decir nada.

-Wow se ve fantástico, apuesto a que será muy lindo verlo. Comentaban las chicas.

-Sí, y lo mejor es que se puede apreciar muy bien sin necesidad de estar muy alto para evitar que la demás gente te tape.

-Imagino que con la altura de Hanamichi y Rukawa se puede ver de más cerca ja ja ja ja ja.

- ¿Eso es cierto? Sakuragi y Ruka... ¿ah? ya se fue... Dijo Haruko un tanto desilusionada.

Hanamichi pudo notar esto, así que le propuso ir a buscarlo.

-Iré a buscarlo, tal vez solo fue al baño o fue a comprar algo de comida. 

-Espera Sakuragi no es nece...

Sakuragi fue a prisa a ver si podía alcanzarlo, pero lo más extraño es que no lo hacía por ayudar a Haruko sino que él de igual manera había sentido cierta desilusión al ver que se había apartado como siempre.

El pelirrojo llegó cerca de las arboledas desde donde aún tenía a la vista a los chicos por lo que no le costaría echar un vistazo allá dentro.

Los demás se dieron perfecta cuenta de que Sakuragi se había inmiscuido entre esos árboles tratando de encontrar a Rukawa.

-Me pregunto por qué fue a buscarlo, lo normal sería que se alegrara porque se fue. Comentó Noma.

-Creo que Sakuragi malinterpretó mi reacción, no quisiera que Rukawa se enfadara con nosotros por insistir tanto en que nos acompañe. 

-Aún así sigue siendo raro.

-Sí hay algo que no me cuadra para nada. Dijeron los demás.

- ¡Hum! Ay no, ¿ustedes creen que Sakuragi haya ido para hacerle algo? Eso sería terrible y no me lo perdonaría.

-No no te preocupes Haruko, Hanamichi no se veía exaltado y no hubo razón para hacerle algo a Rukawa, dejemos que él arregle lo que sea que tengan que arreglar con Rukawa ¿de acuerdo? Dijo Yohei.

-Si tu lo dices... Se conformó Haruko.

///

Por otro lado, el joven Kaede disfrutaba del aire fresco al divisar el cielo, el olor del bosque le traía paz interna, sin embargo, el sonido de unas pisadas interrumpieron su disfrute.

-Así que aquí estás.

El pelinegro solo lo miró de reojo.

- ¿Qué te pasa, tan rápido te enfadaste de nosotros? Deberías agradecer que te ofrecimos nuestra compañía.

Siguió sin responder.

- ¡Aaarrrggg Rukawa por qué no dices nada!

-Cállate ya, no necesito su compasión por algo que no quiero cambiar. Si acepté ir fue porque quería verte, eso es todo.

Sakuragi se inquietó ante eso.

-Y si tan contento estás con tu soledad entonces por qué me pediste cambiar a tu habitación y sobre todo por qué hicimos esas cosas ayer y antier.

-Porque quiero sacarte de mi cabeza... Mi objetivo es convertirme en el jugador No. 1 de Japón a nivel colegial, me dedico a eso con tanta fuerza pero...

Sakuragi sintió nerviosismo. 

-Pero hay algo que vino a irrumpir  en mi camino. Le dirigió una mirada filosa. -Tú.

- ¿Yo?...

-Desde el primer día me pareciste irritante, incluso llegué a aborrecerte, pero, después ya no podía dejar de pensarte, no era normal que te entrometieras en mis objetivos si te odiaba.  Lo primero que decidí fue admitir el problema; para poder eliminar algo que no te gusta de sí, debes admitirlo. Creí que si tenía algo contigo saciaría mi deseo hacia tí y me daría cuenta de que solo era simple curiosidad, un vil juego, pero, aún es muy pronto para concluir eso, sin embargo, eso es lo que me hace temer.

- ¿Temer? ¿Temer de qué? ¿De que termines enamorándote de la persona equivocada? ¡¿Así como Haruko y como yo?! Lo tomó de su cuello. -Miserable, tú también has sido una molestia innecesaria para otras personas y aún así siguieron amándote y todo para que tú ni siquiera la tomes en cuenta. Me parece que eso te lo está cobrando la vida mi querido Rukawa.

- No me quieras responsabilizar nuevamente por tu decepción amorosa. Se zafó del pelirrojo. -En todo caso, todos estamos en la misma circunstancia, no hay tregua, si tú te rendiste tan pronto es tu problema, al menos yo intenté algo y mira, te tuve ya dos veces.  ¿Seguirás diciendo que es mi culpa?

Sakuragi se puso furioso con aquella declaración, ahora que lo meditaba, no se había dado cuenta que desde que entró a la preparatoria había aprendido a ser perseverante y a no darse por vencido, pero, cuando se enfrentó a su mayor deseo, Haruko, ya no hizo nada, simplemente dio vuelta a la página pero, ¿por qué? 

Lo peor de todo es que, como así de fácil se conformó ante Haruko, así de fácil accedió al juego de Rukawa, cómo llegó a aceptar una extraña pero excitante aventurilla con su rival de equipo. 

Esto lo hacía sentir fatal, si nada resultó con Haruko no fue más que por la falta de perseverancia. 

-Admitelo, tú siempres vas buscando el consuelo de alguien ¿no? No es como si tu estuvieras dispuesto a tomar en serio mis sentimientos, pero no hay problema, solo esperaba saber tu respuesta, ahora simplemente debo concentrarme en mis demás objetivos. Decía retirándose.

Un nudo en la garganta apareció en Sakuragi quien intentaba entender por qué había decidido ceder ante Rukawa. Tratando de sincerarse, pudo darse cuenta de que le conmocionó bastante el hecho de que alguien sintiera un verdadero interés por él. También era verdad que Hanamichi buscaba consuelo pero, ¿acaso fue lo único capaz de sentir con el pelinegro? De repente recordó un par de momentos en los partidos estatales de cuando extrañamente Rukawa se acercaba a él para hacerle un comentario constructivo con algunas muy leves intenciones de ánimo. 

"¿Acaso intentó brindarme apoyo?" Pensó. 

-Hum. Sonrió. -Con ese carácter tan severo, cómo diablos iba a pensar que querías apoyarme. Lo siento Rukawa, pero me es muy difícil creer que alguien tan obstinado como tú sienta algo por mí, ahora recuerdo todas esas niñerías que hacemos durante las prácticas, no me di cuenta de que te gustaba. 

El joven Kaede enrojeció de las mejillas pues él no lo había pensado hasta ese punto. Sin darse cuenta, desde el primer momento había mostrado un peculiar interés en Hanamichi, pero durante todo ese tiempo lo había confundido con odio y rivalidad. 

Sakuragi sintió la necesidad de acercarse, entonces, lo besó. 

///

-Ya se tardó demasiado, no quisiera que ellos pelearan. Iré a buscarlos. Dijo cuando corrió hacia los árboles.

-Espera Haruko- Le gritaron los demás.

-Dejenla, es mejor que no nos metamos. Comentó Johei.

Haruko se dirigió a las arboledas donde sin pensarlo se introdujo. Cuando divisó un pequeño espacio en el centro decidió ir más cautelosamente, pues se dio cuenta de que había personas ahí, fue entonces que detrás de un gran árbol se asomó para confirmar de quienes se trataba, sin embargo, sus pupilas se dilataron al ver semejante escena. 

Quedó impactada al ver con qué serenidad recibía aquel beso su amado Rukawa, pero sobre todo, la resquebrajaba el semblante tan lleno de sinceridad de Sakuragi. ¿Acaso se habían confesado? ¿Cómo sucedió esto? No entendía nada y no quería entenderlo, ahora simplemente quería llorar. No intentaría odiarlos pero debía aceptar que aquello le dolía en el alma, saber que por alguna razón Rukawa prefería a Sakuragi era algo totalmente impensable. 

Con la misma cautela y tratando de contener sus lágrimas decidió regresar.

"Él jamás hizo caso a sus admiradoras, no había nada más importante para él que el basquetbol, mucho menos se fijaría en mí; pero, entonces,  ¿será posible que todo este tiempo Rukawa se haya sentido atraído por Sakuragi?" 

-Ahí estás Haruko, ¿lograste encontrarlos?

-Vámonos ya. Dijo un tanto desanimada. 

Todos se sorprendieron con aquella actitud tan desolada de Haruko, sin embargo, no quisieron molestarla más. 

Sus amigas fueron tras de ella.

///

El joven Kaede retiró sus labios de Hanamichi por un instante, pero ahora colocaba sus manos en el rostro de este mirándolo a los ojos.

-Esto también es difícil de comprender para mí, simplemente no sé por qué quiero estar cerca de tí, sin embargo, no me interpondré en tu camino si así lo deseas, vamos, ve con tus amigos, ellos te esperan.

Dijo retirándose del lugar.

Esto dejó muy pensativo a Sakuragi; Rukawa le decía que a pesar de querer evitarlo, no podía dejar pensar en él, pero por otro lado, no quería arruinar más de lo que ya, la relación con la persona a quien Sakuragi quería, pero el mayor problema de todos era que, ahora mismo Hanamichi no sabía si sus sentimientos seguían fieles a Haruko, o si la simple cercanía que tuvo con Rukawa este par de días fue suficiente para hacerlo cambiar de parecer. 

-Rukawa... murmuró.

- ¡Qué demonios haces Hanamichi! ¿Por qué tardaste tanto?

- ¿Eh? ¡Chicos!

- Por tu culpa Haruko se fue y no sabemos por qué.

- ¿Qué? ¿Haruko?

-Así es, vino a buscarlos pero después simplemente se fue. 

-Se veía muy triste. 

A Hanamichi se le caía el cielo encima al escuchar eso. 

"¡¿Será que Haruko nos habrá visto?! ¿Vio que besaba a Rukawa?" pensaba con una mueca de impotencia.

- ¿Qué te pasa Sakuragi? preguntaron todos.

Hanamichi solo apretó los puños, gruñó de coraje y se fue.

- ¡Espera Hanamichi! Le gritaban inútilmente.

-Ya no entiendo nada de nada. Comentaron.

///

Hanamichi corrió hasta las habitaciones con los ojos llorosos, sentía pena por Haruko ya que seguramente esto la haría sufrir. Ver a la persona que te gusta ser besado por quien menos esperas, no ha de ser agradable. Tenía miedo de que Haruko creyera que la había traicionado, si, eso es, se sentía como si hubiera traicionado la amistad de Haruko.

Llegó agitado, abrió la puerta y se encontró a Rukawa dormitando.

Luego de cerrar la puerta y quedarse recargado en ella, logró hacer que el pelinegro le diera atención. 

El pelinegro se incorporó y logró cruzar la mirada con el No. 10. Ambos se dieron cuentan que sus ojos reflejaban la necesidad de hacer emerger ciertos sentimientos. 

-Qué te ocurre Hanamichi. 

Sakuragi se sorprendió al escuchar que Rukawa lo llamaba por su nombre en vez de cualquier otro apodo.

Este solo bajó la mirada mientras se le salían un par de lágrimas. Se sentía indeciso sobre lo que deseaba y lo que creía correcto, no sabía cómo proceder.

Rukawa se levantó y fue hasta donde Hanamichi, lo tomó en sus brazos y le susurró:

-No lo pienses tanto Hanamichi, no lo pensemos demasiado, sólo hagámoslo.  

Esto fue la gota que derramó el vaso, en verdad sentían la necesidad de dejarse llevar y no pensar en lo demás aunque fuera solo por esta noche. Fue entonces que Sakuragi besó nuevamente a Rukawa mientras se dirigían hacia la cama.

Estando sobre esta pudieron desvestirse sin perder ni un segundo para acariciarse.

///

Se encontraban desnudos, ya comenzaban a destilar algunas gotas de sudor tras un enardecido juego de caricias alrededor de todo su cuerpo, sumado a la preparación de sus zonas íntimas. Rukawa se encontraba detrás de Hanamichi, pues estaba más que preparado para penetrar al pelirrojo quien aún se podía percibir un tanto nervioso, más sin embargo, las recurrentes caricias en la intimidad de Sakuragi pudieron relajarlo mejor. 

-Relájate. Le susurró al oído mientras le proporcionaba pequeños mordiscos en la oreja.

Estos gestos hacían temblar a Sakuragi ya que nunca había experimentado ese tipo de sensaciones. 

El pelinegro siguió recorriendo su cuello dando un par de lamidas, de vez en cuando regresaba a las orejas para juguetear con el lóbulo; todo esto le encantaba porque recibía como resultado ligeros temblores en el cuerpo de su amante así como leves sonidos que lo seguían provocando.

Para Kaede era un deleite corromper esa barrera donde Hanamichi colgaba toda su rudeza y arrogancia. Tener en sus manos a ese chico indomable le traía bastante placer.

-Te haré callar formidablemente. Pensó en voz alta.

Hanamichi trató de entender lo que aquello significaba, aunque bien podía darse cuenta de que seguramente Rukawa disfrutaba mucho dominarlo, tenerlo a sus pies prácticamente, todo por la actitud hartante con la que solía actuar siempre. 

En ese momento Rukawa jaló los mechones más largos que de momento tenía el pelirrojo, levantó su rostro y con un tono perverso susurró:

-Lo meteré. 

Hanamichi abrió los ojos y soltó un sollozo cuando sintió aquella invasión. Nuevamente dejó salir algunas lágrimas por la molestia del momento.

Pronto el joven Kaede obtuvo el control y pudo llevar su ritmo como más le apetecía. 

-Vamos, mueve esas caderas para mí. Le pidió.

A Hanamichi no le quedó más que adaptarse al ritmo de Rukawa, faltaba un poco más para que él mismo pudiera apreciar las increíbles sensaciones que esto le traería.

-Ah ah ah. Soltaba a ratos.

Rukawa hacía todo para golpear el interior de Hanamichi desenfrenadamente mientra sostenía una de sus piernas.

Luego de unos instantes, el pelinegro decidió pausar para dejar de frente a Hanamichi, ahora planeaba sentarlo y así no perder detalle de su rostro.

-Quiero verte. Exigió. 

Sakuragi no pudo negarse a ello, además de que, por reflejo colocó sus brazos alrededor del cuello de Rukawa. Esto fue tan oportuno ya que le dio más confianza al pelinegro para embestir con todas sus fuerzas. 

En efecto el vaivén era bastante enérgico, tanto que Sakuragi no tardó en soltar gemidos estridentes.

Su rostro se apreciaba conmocionado, lleno de rubor y con un gesto de resistencia debido a las molestias de la penetración.  Esto era un deleite para el pelinegro quien cada vez ejercía más fuerza en sus embistes. 

Luego de esto, el propio Rukawa también emitiría gruñidos que reflejaban su placer. 

- ¡Ah! ¡ah! ¡ah! Hanamichi no podía contenerse.

-Voy a... dijo repentinamente el pelinegro.

- ¡Ahhhhhh! Gritó Hanamichi al sentirse derramar en el abdomen de Rukawa.

Este último emitió un gran gruñido al correrse dentro de Sakuragi.

Al final ambos se encontraban bastante agitados, pero aún así, no dejaban de verse a los ojos. Luego de recuperar un poco de aire, volvieron a besarse mientras lograban relajarse y sucumbir ante morfeo. 

///

El último día del campamento transcurrió con excelente  energía por parte de Shohoku, su entusiasmo no había cambiado luego de las nacionales, al contrario, se veía cada vez más intensificado.

Este día se llevó a cabo un último partido de práctica contra otro de los institutos que también iba de campamento al mismo lugar, obteniendo la victoria gracias a los esfuerzos sobrehumanos de los super jugadores, sobre todo de Rukawa y Hanamichi, que a pesar de las condiciones en las que estaban, no se detuvieron para dar lo mejor de sí.

Aquella mañana, antes del enfrentamiento, estos charlaron sobre lo que sucedería en su relación y en el equipo, llegando al acuerdo de que llevarían a cabo su relación con la discreción suficiente para que el resto del equipo y la escuela no ponga en duda su responsabilidad y compromiso con el equipo de basketball de Shohoku. Esto fue mayormente propuesto por Sakuragi quien no estaba nada preparado para tener una relación así tan naturalmente. A Rukawa, por otro lado, no le importaba en lo absoluto lo que dijeran los demás, sin embargo, terminó aceptando esto solo para prevenir problemas con los requerimientos de la preparatoria. 

"-Seré el No. 1 de las preparatorias de Japón incluso teniendo una relación contigo." 

"-Y quién dijo que te dejaría ser el No. 1 zorro..." 

De esa manera el campamento concluyó satisfactoriamente, pudiendo regresar a la institución para continuar con sus estudios y sobre todo, con el entrenamiento llenos de entusiasmo.



Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).