Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Todo sea por Aris y Axel por MarceBlue

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Pueden encontrarla en Wattpad

Luces, música a todo volumen, se podía percibir un fuerte aroma a alcohol y otro tipo de cosas, personas alocadas por todo el lugar bailando muy cerca, algunas besándose o tal vez algo más, la mayoría de ellos estaban más que ebrios y simplemente disfrutaban del momento. Entre aquellas personas en medio de la pista de baile, se apreciaba a un alegre rubio ya muy pasado de copas que bailaba con tres chicas a la vez; mientras, un hombre castaño se encontraba sentado frente a la barra tomando un poco de alcohol mientras observaba un poco divertido a aquel rubio, a diferencia del contrario, él no estaba ebrio a pesar de haber tomado ya varias copas. 

— Vamos Bruce, ¿Por qué no sacas a bailar a una chica? Hay unas muy sexys por aquí — dijo el rubio dirigiéndose al castaño en la barra, quien rió al escuchar su petición.

— Ahora no tengo ganas de bailar con una chica, Jason   — le respondió, se suponía que aquella salida era una especie de celebración que había planeado el rubio en honor al ascenso de su amigo, a quien su jefe había nombrado ese día como su mano derecha.

— Bueno, yo tengo ganas...... ¡De cantar! — gritó Jason de repente para luego subirse a la barra, muchos en el lugar lo miraban divertido animándolo, y el castaño parecía ya estar acostumbrado a ese tipo de cosas por parte del rubio — esto es para ustedes, preciosas — les dijo a aquellas chicas con las que bailaba anteriormente, mientras les guiñaba un ojo, y luego de eso comenzó a cantar — b34;Un pandicornio se balanceaba sobre la tela del puerco araña, como veía que resistía fue a llamar a una jirafab35; — Bruce suspiró mientras golpeó su frente con la palma de su mano para luego reír levemente mientras aquellas chicas reían aun más fuerte.

La noche continuó entre risas, estupideces y un poco de descontrol, en algún punto el castaño se animó a bailar, sin embargo lo hacía sin pareja ¿Tenía algo de malo bailar solo? simplemente se divertía a pesar de las miradas raras que le dirigía la gente. Mientras bailaba, sintió una vibración en su bolsillo, por lo que salió de la pista de baile observando como su amigo bailaba con aquellas tres chicas rodeándolo, decidió dirigirse al baño para sacar su celular del bolsillo y contestar, parecía haber reconocido aquel número.

— ¿Es usted algún familiar de los señores Clarissa y Robert Davies? — escuchó una seria y profunda voz varonil, al no reconocerla ni ser la del dueño del número que lo había llamado empezó a preocuparse un poco.

— ¡Soy el hermano de Clarissa! ¿¡Qué ocurre!? ¿¡Le paso algo a mi hermana y a su esposo!? ¿¡Y los bebes!?— gritó algo alterado.

— Señor, cálmese, le habla el Teniente Hunter ¿es usted Bruce Sellers?

— Sí ese soy yo.

— Necesitamos que venga a la dirección que le enviaremos por mensaje, aquí le explicaremos todo, pero debe calmarse.

— Claro.

Luego de colgar la llamada, recibió un mensaje con la dirección que le había mencionado el Teniente anteriormente. Salió corriendo del baño, topándose con Jason en el camino, quien comenzó a lloriquear de forma sobre actuada abrazando los pies de su amigo.

— Las chicas se fueron — su llanto relativamente falso se hacía más fuerte — y se llevaron mi reloj, mi celular y todo mi dinero — volvió a intensificar su llanto — ahora ese gorila de seguridad quiere que pague la cuenta, pero no tengo con que pagarla — si Bruce fuera estado de ánimos en aquel momento, probablemente se hubiese burlado de él, pero en aquel instante lo único que le importaba era ver lo que le había pasado a su hermana.

— Escucha, tengo prisa, parece que a Clary le pasó algo, así que toma — dicho esto, le entregó un poco de dinero que había sacado de su billetera — paga la cuenta y nos vemos mañana— se soltó de su agarre y corrió rápidamente fuera del bar, para subir a su auto y dirigirse a la dirección que indicaba el mensaje.

Al llegar, pudo notar que se trataba de un hospital, estacionó el auto y bajó de el entrando apresuradamente al lugar, dirigiéndose a quien parecía ser la recepcionista.
— Buenas noches, ¿Qué necesita? — le preguntó la mujer.

Cuando abrió la boca para responder, notó como alguien más entraba al lugar y se sorprendió en sobremanera al darse cuenta de quien se trataba, pues pensaba que nunca en su vida lo volvería a ver y estaba aun más sorprendido al verlo empujando dos carriolas, y en cada una se podría apreciar a un pequeño y hermoso bebé dormido.

— ¿Qué haces tú aquí? ¿Y por qué tienes a Aris y a Axel?

— Te recuerdo que soy el mejor amigo de Clary, y el padrino de Aris — recordó que aquel sujeto era el mejor amigo de su hermana, y que ella había acordado que fuera el padrino de Aris, mientras él sería el de Axel— los cuido las noches que Clary y Robert van a salir y tengo tiempo libre.

— Me imagino que un vago antisocial como tú siempre tiene tiempo libre.

— Me imagino que tu tiempo libre te la pasas divirtiéndote con algunas zorras, no me sorprendería que tuvieras VIH — suspiró algo irritado, pensando que el pelinegro frente a él creía conocerlo pensando que era un mujeriego que pasaba de fiesta en fiesta, cuando en realidad no sabía nada sobree él.

— Disculpen, pero no está permitido hacer esta clase de espectáculos aquí, si necesitan alguna información solo pregunten, pero no permitiré que conviertan la recepción del hospital en un ring de boxeo, gracias — los reprendió la recepcionista en un tono firme pero amable, ocasionándoles un poco de miedo.

— Disculpe — dijo el castaño con amabilidad — ¿Aquí se encuentran Clarissa y Robert Davies? Soy él hermano de ella.

— Y yo un amigo cercano, estos son sus hijos — dijo el pelinegro mostrandole las carriolas.

— Bueno, la señora Clarissa si se encuentra aquí, pero el señor Robert, me temo que no — respondió la mujer revisando en su computadora — ella está en la habitación 406, es la sexta del cuarto piso.

— Entendido — dijeron ambos al tiempo para luego dedicarse una mirada de odio mutuo.

— Gracias — agradeció Bruce a la mujer para luego ambos dirigirse al ascensor, el cual los llevó al cuarto piso, donde caminaron hasta la habitación que la recepcionista les había indicado y tocaron la puerta, les abrió un oficial de policía.

— Ustedes deben ser Bruce y Charlie, y esos los niños Diavies ¿Me equivoco? — el castaño negó con la cabeza — es mejor que hablemos fuera de la habitación, doctora, señor Clayton ¿Pueden venir? — dela habitación salió una mujer con bata quien asumieron era la doctora y un hombre un poco obseso quien parecía estar muy preocupado y algo asustado — imagino que deben estar confundidos sin saber que ocurre.

— ¡Sí! ¡Podría decirnos lo que sucede de una vez por todas y dejar tanto suspenso! — gritó el pelinegro, Bruce lo miró rodando los ojos recordando que siempre había sido muy impaciente.

— ¿Podrías calmarte y dejar de gritarle al teniente? ¿Crees que a mí no me desespera esta situación? ¿Qué no quiero sabe ya lo que ocurre? Pero trato de ser paciente y no un grosero, antipático como tú.

— Bueno, cálmense los dos — dijo la doctora.

— Su hermana y el esposo de esta tuvieron un accidente de tránsito, creo que es mejor que el señor Clayton les explique mejor lo que pasó.

— Bien — habló aquel hombre preocupado, quien también parecía estar algo nervioso — de antemano quiero disculparme, aunque sé que mis disculpas no cambiaran las cosas  — sus palabras comenzaron a asustarlos — yo manejo un camión repartidor, pero en los últimos días este ha empezado a tener problemas, esta tarde cuando estaba frente a un semáforo en rojo intente frenar, pero los frenos no funcionaban, presione fuertemente pero nada servía y terminé chocando contra aquel auto, bajé asustado y vi a aquel hombre que protegía a su esposa, estaba sobre ella, evitó que mi camión la aplastara, ella estaba inconsciente bajo de él, lo veía agonizar del dolor, sus últimas palabras antes de morir fueron: <<Sí algo nos ocurre, que Bruce y Charlie se queden con los gemelos, eso es lo que ella quisiera>>, luego de decir eso...... luego de decir eso...... lo siento — después de contar lo ocurrido el pobre hombre se derrumbó en llanto, y tanto Bruce como Charlie estaban en shock sin poder creer lo que acababan de escuchar.

— Sobre su hermana, ella se encuentra en estado de coma, puede despertar en cualquier momento, lo más probable es que lo haga dentro de varios meses — explicó la doctora.

— Como los niños técnicamente no están huérfanos, y usted es familiar de ellos, no es necesario hacer ningún trámite legal, usted, señor Sellers está a cargo de esos bebes, hasta que su madre despierte — aclaró el Teniente.

— Por favor, cumplan con la última voluntad de aquel señor, que es que ustedes dos se hagan cargo de los gemelos — les suplicó el hombre que anteriormente había narrado lo ocurrido, y quien parecía haber quedado traumado por lo sucedido.

— Bueno señor Clayton, es momento de que nos dirijamos a la estación para arreglar sus asuntos — dijo el teniente antes de irse con el sujeto.

— Son libres de ir a ver a la señora Clarissa si quieren — dije la doctora antes de marcharse, dejándolos solos.

Bruce aun trataba de asimilar la situación, en ese momento solo pensaba: <<¿Robert esta muerto? ¿El protegió a Clary? ¿Clary está en coma? ¿Quieren que yo me haga cargo de los gemelos junto con este idiota, hasta que Clary despierte del coma?>>

—  ¿Entramos? — le preguntó a Charlie tratando de calmarse un poco.

— ...... Su-su....pongo que sí — el pelinegro parecía estar igual de sorprendido que el castaño, quien suspiró y ambos entraron a la habitación.

Vieron el cuerpo de aquella mujer a quien ambos conocían muy bien, estaba acostada sobre esa camilla, parecía como si estuviera durmiendo, aunque técnicamente eso era lo que estaba haciendo, sumergida en un profundo sueño, él nunca en su vida hubiese imaginado que algo como eso sucedería. Observó como Charlie se acercó a ella y se sentó a su lado, acariciaba con suavidad su mejilla y mirándolo más de cerca pudo notar como una lágrima se deslizaba por su mejilla, luego salieron todas descontroladas, al verlo así, él trató de contener las suyas pero no pudo, y sintió como estas se deslizaban por su mejilla,  sin embargo el llanto del pelinegro era más fuerte que el suyo, quien los viera pensaría que Charlie era el hermano de Clary y Bruce el amigo de esta.

— ¿Sabes? Siempre creí que tú estabas enamorado de ella— comentó el castaño de la nada, a lo que el contrario bufó— un día se lo comenté y lo único que hizo fue reír, como si se estuviera burlando de mi, como si fuera dicho lo más estúpido que alguien pudiera decir.

— Se reía porque ella sabía perfectamente que nunca me podría fijar en ella — comentó con la mirada perdida— ella...... era la única persona que sabía de mi sexualidad.

— Espera un momento ¿¡Eres gay!? — aquello lo había sorprendido en sobremanera, pero no tanto como lo sucedido con su hermana.

— Sí, ¿Algún problema con eso?

— Ninguno, solo que...... nunca en mi vida me fuera imaginado que tú eras gay.

— Oh, vamos, si en la escuela lo insinuaste varias veces.

— Claro, pero lo hacía para molestarte, no creía que fuera verdad.

— Bueno, eso no importa.

— No tienes que hacerte cargo de los niños junto conmigo, yo soy su tutor legal, su único familiar, no es necesario que lo hagamos los dos — mencionó — digo, nunca hemos podido convivir bien, ¿Ahora te imaginas el cuidar de dos bebes, juntos?

— Pero quiero hacerlo, esa fue la última voluntad de Robert.

— Bueno..... entonces supongo que tendremos que tratar de soportarnos.

— Sí, hagámonos por Aris y Axel— dijo sonriendo, lo cual llamó la atención del castaño, ya que en todos los años que llevaban de conocerle, nunca le había visto sonreír, bueno, si lo había visto sonreirle a Clary, pero nunca a él.

— Por Aris y Axel .

Luego de eso se quedaron en silencio un rato, silencio que fue roto por el fuerte llanto de un bebé, segundos después a aquel llanto se le unió otro, miraron las carriolas y cada uno sacó a un bebé para tratar de calmarlo, al ver a su madre los pequeños se extendían queriendo ir hacia ella, mientras los adultos lo evitaban.

— Mamá, mamá, ¡Mamá! — lloriqueaban los pequeños, diciendo una de las pocas palabras que sabían decir, ansiando estar junto a su madre.

— Traje sus biberones, aunque no creo que eso los calme del todo, puesto que lo que ellos quieren no es comida, sino a su madre — dijo Charlie mientras rebuscaba entre unos morrales que se encontraban debajo de las carriolas— toma— le dijo a Bruce pasandole el biberón de Axel, mientras él sacaba el de Aris y lo metía en su boca, la pequeña bebé comenzó a beber si poner resistencia alguna.

Bruce trató de darle su Biberón a Axel, pero este giraba su cabeza sin dejar de llorar, huyendo siempre del biberón, hasta que logró golpearlo haciendo que este cayera al suelo, para luego llorar aun más fuerte, el pelinegro comenzó a reír burlándose del castaño a su lado.

— No te burles, Aris es más fácil porque ella es una niña, en cambio Axel es revoltoso — se quejó mientras trataba de estirara su brazo para recoger el biberón del suelo sin que el bebé se cayera de sus brazos, logró hacerlo con algo de dificultad; ante su comentario, Charlie bufó y rodó los ojos mostrando un claro desacuerdo con este.

— Si ese es el caso, tenme a Aris un momento — le dijo y ambos cambiaron de bebés, al estar en los brazos del pelinegro, a pesar de seguir llorando, el llanto de Axel fue disminuyendo, mientras Bruce seguía dándole el biberón a Aris, Charlie tomó el de Axel y se lo dio, a lo que este comenzó a beber sin poner resistencia — el asunto es, mi querido Bruce, que tú no eres bueno con los niños, aunque ¿Qué se podría esperar de alguien como tú?

— ¿Alguien como yo? — preguntó levantando una ceja, abrió la boca para quejarse pero fue interrumpido cuando la doctora entró a la habitación.

— ¡Aw! — exclamó — se ven tan tiernos juntos, parecen una hermosa familia, los bebes tienen suerte de tenerlos a ustedes — Bruce frunció el ceño ante su comentario y pensó <<¿Tiernos? ¿Hermosa familia? ¿De quienes esta hablando esa mujer? No podemos ser nosotros>> — bueno, me temo que la hora de visitas ya acabó, deben retirarse.

— Claro, gracias por todo — agradeció Bruce para luego introducir a Aris dentro de la carriola mientras esta seguía tomando su biberón sola, al voltear notó que Axel se había vuelto a dormir y Charlie lo introducía con cuidado dentro de su carriola.

Se retiraron de la habitación y salieron del hospital, caminando hasta llegar al auto del castaño.
— Entonces...... si vamos a cuidar a los bebes juntos ¿Deberíamos vivir en la casa de Clary y Robert? — preguntó Charlie un poco dudoso.

— Supongo, allá están las cosas de los bebes, y no cabemos los cuatro en mi apartamento.

— En el mío tampoco.

— Pero antes de pasar esta noche allá, necesito ir a mi apartamento por unas cosas.

— Sí, yo también debo ir al mío.

— Mañana entonces si podemos ir por todo lo demás para "mudarnos" como debe ser — dijo Bruce mientras abría la puerta del auto, se quedó viéndola un rato — ¿cómo metemos a los bebes aquí? Yo no tengo asientos para bebes.

— Mmm..... creo que las carriolas se pueden transformar en asientos para auto — comentó el pelinegro para luego sacar a Aris de su carriola y sentarla en el auto, luego con cuidado sacó a Axel y se lo dio a Bruce para que este lo cargara— no lo despiertes— le susurró.

El castaño lo observó mientras transformaba las carriolas en asientos para autos, no entendió bien como lo había hecho y no podía dejar de observar todo lo que hacía, colocando los asientos en la parte trasera del auto y sentando a los bebes en estos, para luego sentarse él a su lado. Bruce suspiró y se sentó en el asiento del conductor <<Bueno, supongo que lo que ocurra en estos meses será interesante>> pensó.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).