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Todo sea por Aris y Axel por MarceBlue

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Abrió sus ojos azulados y observó el panorama un poco desilusionado <<Esperaba que todo lo ocurrido anoche hubiese sido solo un mal sueño>> pensó, pero el ver como estaba acostado junto a Bruce en el sofá, con brazo del castaño al rededor de su cuello y los gemelos durmiendo sobre ellos, se pudo dar cuenta de que todos sus recuerdos eran ciertos, <<¿No se supone que los bebés deberían estar en sus respectivas cunas, Bruce en la cama principal y yo en el sofá?>> se preguntaba sin saber muy bien como habían terminado de aquella forma.


Solo recordaba que la noche anterior, al llegar a aquella casa muy tarde, no pudieron dormir casi nada a pesar de lo cansados que estaban, fue una noche de locos con los bebés, cuando se calmaba uno en otro comenzaba a llorar, incluso recordó haber visto a Bruce con un pañal en la cabeza sin saber como había sucedido aquello, pero el solo recordarlo le causaba un poco de gracia; también hubieron varias discusiones de parte de ambos <<Supongo que con el tiempo debemos mejorar esa parte, por los gemelos>>.


Se levantó con cuidado cargando a Aris tratando de lo despertarla y así volverla a acostar sobre Bruce, se quedó observándolo durante un tiempo, apreciando cada una de sus facciones: su cabello castaño desordenado, su pacífico rostro durmiente y los dos hermosos bebes reposando en sus brazos, debía admitir que era una imagen muy tierna, y no podía contener su sonrisa al contemplarla, suspiró y se dirigió a la cocina.


— Bueno,no es que yo sea muy bueno cocinando pero al menos se hacer biberones — dijo en voz alta antes de comenzar a prepararle el desayuno a los bebes, al tener listo los biberones fue a buscar su mochila y se sentó en la sala, sacando su laptop y acomodándose en la mesa — hora de trabajar.


Encendió la laptop y abrió una hoja de "Microsoft Word", colocó los dedos sobre el teclado e inmediatamente su mente quedó en blanco <<¿Cómo se supone que se hace el ante proyecto de una tesis? ¿Por qué es que tengo que hacer esto? ¿Para graduarme? ¿Por qué tengo que graduarme? A mí no me gustan las finanzas, aun no entiendo como pude llegar a este punto de la carrera, aunque...... no tenía otra opción, debía estudiar esto, porque él me lo pidió, sé que no me haría nada si lo desobedezco, pero a pesar de todo el daño que me hizo, y del rencor que siento hacia él, sigue siendo la persona que crió de mi, y quiero obedecerlo así sea en algo aunque él no lo merezca, y  ya casi termino la carrera, solo deben aprobar la tesis y me graduaré, el asunto es que en verdad no sé cómo hacerla, ni siquiera se me curre algún tema al cual referirme ¿tiene que ser sobre las finanzas? A mí lo que me gusta es la literatura; se supone que debería hacer esto con la ayuda de un asesor o algo así, pero no tengo a nadie que me pueda ayudar, en serio ¿Cómo pude haber pasado todos estos semestres? Tal vez sea porque el prestar atención, interpretar lo que me dicen y entenderlo se me da de manera fácil, pero esto ya está fuera de mis limites, aunque....... ¿por qué me preocupo tanto por graduarme? Si no lo logro, le digo a ese sujeto que al menos lo intenté, y me dedico a lo que en verdad me gusta que es la literatura, dejándolo que se pudra solo en la cárcel, sí, eso haré...... aunque al menos debo intentar hacer la tesis, no me importa si me sale bien o mal, pero debo hacerla>> En ese momento lo único que había logrado escribir era "Tesis de Grado", pensaba que era un poco irónico que quisiera dedicarse a la literatura y no fuera capaz de escribir palabra alguna en ese momento, tal vez el hecho de que no deseaba hacerlo lo bloqueaba. 


— ¡Ah! — un fuerte grito hizo que se sobresaltara — ¡No muerdas a tu tío! — aquel grito era provocado por Bruce dirigiéndose a una pequeña bebé de cabello rubio y ojos azules, quien al escuchar como aquel hombre le gritaba comenzó a llorar, Charlie volteo a verlos y notó que a pesar de aquel escándalo Axel seguía durmiendo, suspiró rodando los ojos.


— Que bueno que yo te estoy ayudando con esto, porque definitivamente no eres para nada bueno con los niños — dijo el pelinergo levantándose de donde se encontraba sentado y dirigiéndose hacia Bruce, Aris extendió sus brazos hacia él aumentando su llanto, y este arrebató con suavidad a la niña de los brazos del castaño, para luego dirigirse con ella a la cocina, sacar el biberón del refrigerador y dárselo.


— Tesis de grado — escuchó la voz de Bruce provenir de la sala, imaginó que leía lo que escribió en la computadora— recuerdo cuando hice la mía ¿Qué es lo que tu estudias?


— Finanzas — respondió mientras regresaba al living con Aris alimentándose en sus brazos, sin darle mucha importancia a la pregunta.


— Oh, no sabía que estudiabas lo mismo que yo estudié, parece que tenemos algo en común.


— No tenemos nada en común, más que Clary y los bebes,  yo odio las finanzas.


— No entiendo, si las odias ¿Por qué estudias eso?


— No lo entenderías, ni te importaría.


— ¿Y sobre qué harás la tesis? — no respondió — ¿No sabes aun sobre qué harás la tesis? Sé que no te gusta esto, pero al menos haz el esfuerzo de graduarte.


— Por más que intente no se me ocurre nada.


— ¿No te debería ayudar en eso algún asesor o algo?


— Se supone que sí, pero no tengo ninguno — dijo encogiéndose de hombros, ambos se quedaron en silencio y el ambiente poco a poco iba volviéndose un poco incomodo.


— Podría ayudarte — aquel silencio fue interrumpido por la propuesta del castaño.


— ¿Por qué harías eso?


— Tu me ayudas con los gemelos.


— Lo hago por Clary, por Robert y por ellos, no creas que lo hago por ti.


— Aun así, déjame ayudarte.


— Esta bien — aceptó suspirando — oye...... ¿no debes trabajar en unas horas?


— Cierto, y hoy es mi primer día como mano derecha del jefe, no puedo llegar tarde.


— Yo también debería ir a trabajar ¿Qué se supone que hagamos con los gemelos?


— ¿Contratar a una niñera?


— No creo que sea buena idea.


— ¿En que trabajas?


— Soy cajero en un supermercado.


— Bueno...... me temo a que mientras cuidemos a los bebes debes renunciar, por lo menos hasta que obtengas tu titulo y salgas a buscar un trabajo adecuado para ti.


— ¿Trabajo adecuado para mí?


<<No creo que exista tal cosa como "un trabajo adecuado para mí">> en aquellos momentos él no sabía que hacer con su vida, porque aunque lo que le apasionara fuera la literatura, no consideraba tener mucho talento en aquello, a demás de que lo que en verdad deseaba que era escribir, es una carrera muy inestable, <<Se que si me pongo de escritor nadie leería mis libros, sería más fracasado de lo que de por sí ya soy, y no tendría dinero para sobrevivir, también podría tratar de escribir y a la vez trabajar en otra cosa, pero ¿En qué? No soy bueno en nada, soy un ser patético >>


— Pero no quiero renunciar — se excusó con Bruce diciéndole aquello.


— Entonces contrataré a una niñera.


— Esta bien, pero yo la busco, haré unas entrevistas para ver cuál es la adecuada para cuidar a los bebes.


— Oh no, en eso debemos estar los dos — bufó al escuchar la condición del castaño ojimiel.


— Lo que quieras, creo que llamaré a mi jefe y le diré no podré ir hasta que encontremos la niñera adecuada.


— ¿Puedes hacer eso?


— Sí, solo me descontará esos días del sueldo, necesito el dinero.... pero ya que, los bebes son más importantes.


— Si necesitas dinero te puedo prestar un poco.


— No gracias, no quiero vivir de tu lástima.


— ¿Lastima?


— Más bien, mientras me quedo en casa trataré de ver que se me ocurre para hacer esa estúpida tesis.


— Recuerda que tienes que ir por el resto de tus cosas a tu apartamento, yo iré por las mías cuando regrese del trabajo — le dijo — ahora ¿Qué vamos a desayunar nosotros? — parecía pensativo.


— Creo que ahí vi cereal.


— ¿Cereal? No gracias, creo que podemos comer algo mejor — declaró para luego ir a la cocina y revisar entre las cosas, bajo la atenta mirada de Charlie.


El pelinegro no entendía lo que pretendía, ya que pensaba que lo más probable era que el castaño no supiera preparar  siquiera un huevo frito, consciente de que él tampoco sabía hacer aquello. Se encogió de hombros y regresó al Living, viendo como Axel despertaba y dándole su biberón, luego de que los pequeños hubiesen comido les dio un baño a ambos y él tomó una rápida ducha, al regresar a la cocina pudo observar comida servida sobre la mesa del comedor: Panqueques, huevo revuelto y malteada de chocolate.


— ¿Sabes cocinar? — preguntó un poco sorprendido.


— Es un desayuno simple, cualquiera lo puede hacer.


— ¿Sabes hacer papillas y esas cosas?


— ¿Qué?


— Para los bebes idiota.


— Oh...... bueno, no sé, creo que podría intentarlo.


Ambos se sentaron y desayunaron tranquilamente, Charlie estaba fascinado con la comida que el contrario había preparado y admitía este cocinaba muy bien, aunque no era algo que planeaba decirle. Al terminar, Bruce se levantó y se arregló rápidamente antes de ir a trabajar, y como el pelinegro andaba un poco corto de efectivo, se vio obligado a pedirle al castaño un poco de dinero para comprar cosas para los bebes y la casa, quería que Clary cuando despertara encontrara bien las cosas.


Arregló a los bebes y partió rumbo al supermercado, al llegar comenzó a observar las cosas que podría necesitar y colocando lo que sirvieran en el carrito de compras que había tomado previamente, los bebes estaban sentados en sus sillas especiales sobre aquel mismo carrito, Axel se encontraba durmiendo ya que era un niño un poco dormilón, aunque claramente se veía muy dulce y tierno de esa forma; entonces se dio cuenta de que la silla rosada al lado de la de aquel dormilón estaba vacía, alterado comenzó a buscar por todos lados <<¿¡Donde se habrá metido esa niña!? Sin duda es un poco inquieta, por no decir que muy inquieta>>


— ¡Aris! ¡Aris!


Buscó por todas partes sin poder encontrarla, hasta llegar a la que cinco años atrás era su sección favorita de aquel lugar, aunque aun en ese entonces lo seguía siendo, simplemente que ya no iba casi por falta de tiempo entre otras cosas, no entendía como fue que terminó trabajando en otro supermercado y no en ese, el cual era el único supermercado de la ciudad que en su sección de libros tenía una sub sección de mangas, la cual de por sí estaba subdividida por géneros.


Trató de no distraerse con los mangas y siguió buscando a aquella inquieta bebé, entonces escuchó varias risas, entré las cuales estaba la risa de un bebé, o más específicamente, la risa de una bebé, y él la reconocería en cualquier lugar ya que la había cuidado durante muchas noches, por lo que corrió en dirección hacia donde escuchaba las risas y al llegar observó a dos chicas riendo junto con la bebé, una con un manga en mano y otra con Aris en brazos.


— Oh pero que tierna eres, ¿Te escapaste de mami y papi? Niña traviesa — las tres rieron — de seguro de grande serás toda una fujoshi ¿cierto? Una linda fujoshi...... aunque tus padres no te dejen — solo una de las chicas rió, y segundos después Aris se le unió.


— Eres tremenda, quieres convertir en fujoshi hasta a una bebe inocente.


— Si el yaoi va a dominar el mundo, tenemos que empezar con estrategias para expandirlo ¿No crees?


— Supongo, pero ahora debemos pensar en ¿Dónde estarán los padres de esta niña?


— ¿Crees que haya sido adoptada por una pareja gay? — <<Claro, tenía que caer en las peligrosas manos de una fujoshi>> pensó Charlie suspirando.


— Aris nunca será una pervertida como ustedes —  dijo haciendo precensia frente a ellas— pero en todo caso, gracias por encontrarla.


— ¿Nos llamas pervertidas?


— Son fujoshis ¿No?


— Vaya, parece que este chico conoce el termino, debe gustarle el anime...... pues déjame decirte que la palabra fujoshi no es sinónimo de pervertida, simplemente tenemos..... — comenzó a hablar una de ellas pero Charlie la interrumpió.


— ¿Mente sexy? — exclamó levantando una ceja y completando su frase, la otra chica rió.


— Ahora ¿Esta bebé en verdad es tuya o solo quieres robarla?


— Tengo a su hermano aquí, como podrás ver hay un asiento vacío a su lado — dijo mostrandoles el carrito de compras donde Axel dormía plácidamente en su silla— en realidad no es mi hija, es la de unos amigos, se llama Aris.


— ¿Aris? ¿Con que ese es tu nombre? Que linda eres — dijo una de ellas dirigiéndose a la bebé mientras esta solo reía y reía, aquella chica parecía ser más alegre que la otra, tenía un largo cabello pelirrojo, ojos de color miel, tez blanca y estatura baja; su amiga era pelinegra, de ojos azules y tez blanca, mucho más alta que su amiga e incluso un poco más alta que el pelinegro, ella se veía más tranquila que la pelirroja.


— Parece que le caes bien ¿Cómo se llaman por cierto?


— Yo soy Ariel, ¿Lo ves Aris? Tenemos nombres parecidos — respondió la pelirroja, Charlie rió pensando que tal vez sus padres le habían puesto ese nombre por el color de su cabello.


— Yo soy Bella.


— Bueno, yo soy Charley y este es el hermano de Aris, Axel — se presentó junto al bebé— oh, y aclaro que a mí también me gusta el yaoi un poco, pero no estoy tan obsesionado con las fujoshis y los fudanshis.


— Interesante, y eres un chico lindo, ¿Sabes? Serias un uke perfecto.


— Déjalo Ariel — le llamó la atención su amiga.


— ¿Uke? ¿No podría ser Seme o tal vez Suke?


— No amigo, eres todo un ukecito muy tierno.


— ¿Yo tierno? ¿Sabes que eres la segunda persona que me dice eso y sigo sin creerlo?


— ¿La segunda? ¿Un sexy seme también te lo dijo?


— No, fue...... — se sentía un poco raro pensar en ella en aquel momento cuando se encontraba postrada en una cama y no tenía idea de cuando podría despertar, y el pensar en la tristesa que le daría al enterarse de la muerte de su esposo — fue mi mejor amiga, ella es como yo, le gusta el yaoi peor no es fujoshi, es la madre de los gemelos.


— Espera un momento ¿Cómo una chica puede ver yaoi, gustarle y no obsesionarse con él? Es decir, de los chicos lo entiendo, pero ¿¡De una chica!? Sinceramente no lo entiendo.


— Creo que esta vez estoy de acuerdo con Ariel, es algo raro — comentó Bella.


— Bueno, ella es así.


— Y dime Charlie, sabiendo que somos fujoshis debes saber que haremos esta pregunta, ¿¡Eres gay!?


— ¡Ariel, déjalo! debes saber controlarte.


— Ah... sí, lo soy — respondió sin darle mucha importancia, y al instante pudo escucharlas gritar, y ver a Bella saltando como loca <<Qué no fue ella la que le dijo a Ariel que se controlara? .... Y ¿Por qué es ahora cuando caigo de cuenta de que ambas tienen nombres de princesas de Disney?>>


— Por fin puedo tachar esto de mi lista de cosas que debo hacer antes de los veinte, estoy progresando como fujoshi — declaró Ariel.


— ¿Y cuántos años tienen, chicas? ¿15? Bueno...... Ariel se ve como de 14 0 13.


— Tenemos 17 ¡Las dos! — se quejó la pelirroja haciendo un puchero.


— Bueno Charlie, en verdad, en verdad fue un placer para nosotras haberte conocido, pero se supone que estamos buscando un trabajo de medio tiempo, así que tenemos que irnos — dijo la pelinegra.


— Pero Bella, quedémonos un rato más con él, lo del trabajo puede esperar, de hecho esto de buscar trabajo fue tu idea, yo estoy feliz de vaga recibiendo el dinero de mis padres ¿No quieres saber si tiene novio?


— Bueno, preguntémosle si tiene novio, pero luego de que responda nos vamos.


— De acuerdo — aceptó resignada.


— ¿Y, Charlie? ¿Tienes Seme?


— Bueno... no, no tengo novio — respondió con la vista gacha y mordiendo su labio inferior, sus mejillas se tenían ligeramente de rojo.


— ¡Mira que tierno! — chilló Bella.


— Y luego dice que no es uke — dijo Ariel riendo.


— Bueno, vayámonos, debemos conseguir trabajo.


— Pero Bella, ¡Debemos conseguirle un seme! ¡Es nuestro deber como fujoshis!


— Hicimos un trato Ariel.


— Bueno....... si están buscando trabajo de medio tiempo — comenzó a hablar Charlie con una idea en la cabeza — no, este trabajo debe ser en la mañana, e imagino que ustedes tendrán clase...... aunque ¿No deberían estar en clase ahora, entonces?


— ¿Tienes un trabajo para nosotras? — preguntó Ariel curiosa.


— Nuestra escuela tiene dos jornadas, una en la mañana y una en la tarde, nosotras asistimos a la de la tarde, así que ¿Cuál es el trabajo?


— Cuidar de los bebes hasta que yo regrese del trabajo.


— ¿No y que no eres su padre? Según escuché, son los hijos de tu mejor amiga, la que te dijo que eres tierno.


En ese momento Charlie se dio cuenta de que en el instante en el que vio a esas chicas sintió cierta confianza en ellas, por lo que estaba siendo más abierto que lo normal, ya que generalmente era algo cerrado y no confiaba mucho en las personas, no entendía como ellas dos podían crear esa confianza en él, tal vez en cierto punto extrañaba a su amiga y la vio un poco reflejada en ellas, era algo extraño.


— Bueno, verán...... en realidad los padres de los gemelos tuvieron un accidente ayer, el padre murió y su madre, mi mejor amiga, quedo en estado de coma — comenzó a relatar — el último deseo de su padre fue que el hermano de mi amiga, tío de los gemelos, y yo, nos hiciéramos cargo de los bebes juntos; él problema es que ambos trabajamos, y yo estoy tratando de hacer mi tesis de grado, por lo que no podemos estar todo el día con los bebes, pero es solo hasta que la madre despierte del estado de coma — terminó de hablar y ellas lo miraban un poco sorprendidas por lo que acababan de escuchar.


— Bueno, cuidaremos a los niños ¿Cuándo comenzaríamos?— preguntó la pelinegra.


— La verdad es que yo le dije al tío de los gemelos que escogeríamos juntos a la niñera ¿A qué hora entran a clase?


— A las 3:00 p.m. pero esta semana no tenemos clase ya que los profesores están de excursión —   dijo la ojimiel.


— ¿Profesores de excursión? Nunca en mi vida había escuchado eso ¿A qué clase de escuela asisten?


— Están en una conferencia de maestros en otra ciudad, les darán una especie de cursos de pedagogía o algo así toda la semana, pero no creas, nos dejaron mucho trabajo — aclaró Bella.


— Oh bien, ¿Tienen algo que hacer ahora?


— No, íbamos a dedicarnos toda la mañana a buscar trabajo y la tarde a vagar en la casa de Ariel.


— ¿Me quieren acompañar? Estoy terminando de hacer las compras para la casa de Clary, mi amiga madre de los gemelos, luego pensaba pasear un rato con los bebes y volver a casa.


— ¡Claro! — gritó Ariel emocionada.


 


— ¿Podrías bajar la voz? — la reprendieron los pelinegros al mismo tiempo.


— Lo siento.


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