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Crónicas de un villano por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

Hola, Aquí Silence reportandose de nuevo con un capitulo mas de esta historia, y como yo sé les encanta el cachondeo (?) pues les traigo un poco de eso en este capitulo.

Muchas gracias a las personas que han estado comentando, en serio, les quiero,  me encanta leer sus comentarios <3

 

Han pasado tantas cosas, tan rápido, que lo único que quiero es dormir, realmente dormir y en una cama, no en el suelo como comúnmente haría.  Siento que Hadrien se remueve un par de veces, aun así me quedo dormido casi en cuanto me acuesto.


Me despierto cuando algo cae sobre mí, algo  pequeño y suave. Los ojos amarillentos del gato me observan fijamente, maúlla una sola vez.  Lo aparto, y emite un siseo molesto. No es que no me gusten los gatos, pero el espacio es realmente pequeño. Me giro, pero no puedo acomodarme bien, el rostro de Hadrien queda muy cerca del mío.  Uso mi brazo para levantarme un poco. Verle durmiendo así… Hadrien así es más como lo recuerdo.  


¿De verdad alguien está traicionándonos? Verdaderamente Hadrien no tiene por qué mentir, no es su estilo el mentir, Hadrien al contrario es de los que se sienten orgullosos  proclamando lo que han hecho. Si Hadrien dice eso, es porque es la verdad.


Nadie dijo que la verdad no fuera cruel.  


Ya no puedo dormir, me quedo observando a Hadrien.  Aun en su rostro adulto, me sigue pareciendo verle como en el pasado.  Justo porque le estoy viendo, es que noto que su rostro permanece sereno, sin alterarse. No mentía cuando dijo que ya no tenía pesadillas. Comprobarlo me hace sentir un poco vacío, como si Hadrien ya no me necesitara. Ah, sin duda Hadrien dejo de necesitarme hace mucho tiempo.


— ¿me estas mirando fijamente?— solo los labios de Hadrien se mueven. Sonrió con la pregunta.


— quizá. Me trae viejos recuerdos.


— no lo  dudo.


— ¿Cómo lo supiste?


— Me lo dijeron— su mano se alza, y alcanzo a ver la forma de un espíritu— a veces no me dejan dormir si no les digo que se marchen— abre los ojos, me mira fijamente también un largo rato. Luego suspira, estirándose y cerrándolos otra vez.


— Deberías dormir más— comento, reprimiendo el deseo de  tomarle un mechón de cabello.


— Hace tiempo que no duermo mucho—  un ronroneo, Hadrien mira al gato, que no se ha ido tampoco— debe tener hambre, Han es distraído, de seguro no le dio de comer.


— ¿Cómo le permites tener un gato?— Hadrien me vuelve a mirar, sus labios apretados en una fina línea.


— Te contare un secreto— dice—  Todos tenemos debilidades, ¿no? Han es algo así como mi debilidad—  sonrió, enternecido. Sabía que Hadrien no era tan malo como todos creen.


— Eso es bueno, te hace humano, Hadrien— él también sonríe.


— Que novedad…— le veo cerrar los ojos otra vez— háblame de ese Keegan.


— ah, bueno, Hadrien, la verdad no conozco mucho sobre él. Nos hemos encontrado un par de veces, creo que le desagrado aunque no recuerdo haber hecho nada para que eso pasara.


— eres un héroe. Él quiere serlo, es motivo suficiente.


— Siempre me dijiste eso— hablo mas para mí que para él.  


— quizá debiste dejar que me atrapara, de seguro se sentiría un gran héroe si derrota a un gran villano como yo.


—Hadrien, no se gana el título de héroe derrotando a grandes villanos, sino con pequeñas acciones.


— entonces seria de utilidad si pudieras hacer algo pequeño en este momento, como aparecer comida para gatos—  me pongo a reír, y solo para molestarle un poco, convierto unos trozos de las vendas que no ocupe en la dichosa comida para gatos.  Le doy unos toquecitos en el brazo para que abra los ojos. El me mira, confundido un poco al inicio, luego sonríe más.


— todo un héroe ¿no?— la toma, y luego la baja para que el gato lo vea. Los dos reímos, como si no pasara nada, como si cuando termínenos esto no intentaremos matarnos otra vez.


— ¿Qué nos paso, Hadrien?— pregunto, aunque la respuesta ya la sé. No es que nos paso, es la pregunta equivocada. Más bien es ¿Qué me paso?


— Resulto que yo era un nigromante, eso paso— dice, si algo de esto  le molesta, no lo noto, su rostro no cambia la expresión, ni su tono se oye diferente—  somos enemigos ahora, Kiran.


— Odio esto— murmuro. Odio que las cosas no siguieran como estaban, que cambiaran de esta manera habiendo mil maneras diferentes de haber cambiado.  Odio no poder estar con Hadrien. Darme cuenta que aun le quiero.


—  no podemos cambiar las cosas, Kiran. Solo aceptar lo que hay.


— ¿y qué es lo que hay, Hadrien?


— Solo esto— dice, encogiéndose de hombros. Le veo como hace mucho tiempo no le veía, estar fuera de una batalla, donde él hizo algo malo es un cambia agradable…. ¿será una señal?


— ¿recuerdas lo último que hiciste? ¿Antes de que se supiera lo que eres?


— no.


— yo si— me inclino sobre él, veo su rostro justo debajo del mío.  No se mueve mientras me acerco, solo me sigue mirando fijamente, cuando casi rozo nuestros labios, la mano de Hadrien me empuja.


— ¡Hadrien! ¿Has visto a Morrigan?— la puerta se abre, y me quedo mirando algo perdido a Hanley. Por unos increíbles momentos, pude olvidarme de todo, solo éramos Hadrien y yo.


— ¿tu gata? Aquí esta— dice, Hadrien, con tono aburrido— si no vas a cuidarle mejor será llevarla a otro lugar.


— ¡No había comida para gatos aquí!— se enfurruña el chico— todo paso muy rápido y no pude tomar sus cosas, si siquiera traje su jaula.


— Ya veré—  Hadrien se sienta para luego levantarse— ¿Cómo están las cosas aquí?


— no hay televisión, fuera de eso… no lo sé. No podemos salir, y el lugar es pequeño.  


— ¿Puedes levantarte?— pregunto, aunque Hadrien ya está de pie.  Él me da una mirada burlona, y camina a la puerta, donde se detiene.


— no estoy muriendo, y aunque lo estuviera, podría hacer lo que quisiera. Algo como esto no me detendrá— dicho eso, sale de la habitación tras Hanley.  Me acuesto de nuevo, mirando al techo ahora en la cama vacía.   


¿En verdad estamos tan mal? es tan… complicado entenderme. Me había dicho que lo mejor era solo dejar las cosas como están, pero sé que no quiero dejar las cosas así.  ¿Puedo hacer que Hadrien deje la forma en la que vive ahora? ¿Y si lo hago, que pasaría? Aun no se tampoco que es lo que piensa  realmente Hadrien de todo esto, porque en ocasiones me parece que corresponde, que aún es como aquel chiquillo que conocía, otras estoy seguro de que me odia.


¿Por qué no hice nada en aquel entonces? si tan solo yo hubiera… nunca pensé que me fuera a sentir identificado con esa frase.  No tiene sentido preocuparse por el pasado, él tiene razón en eso.  ¿Puedo pasar por alto todos estos años? no lo he pensado, todas esas veces que me encontré con Hadrien, todas las veces que tuve que luchar contra él, aunque le quiera, sé que Hadrien no ha sido bueno.


— ¿Kiran?


— Ione, ¿Qué pasa?


— aparte de que me mandaron para ver que sigues vivo, ¿puedo hablar contigo?


— ¿Por qué no podrías?— el gira, mirando hacia afuera, luego cierra la puerta. Normalmente los gemelos son más extrovertidos, al menos Ione, Violet es más seria.


— Ivette hablo conmigo, cree que a lo mejor estas siendo… controlado por Hadrien— ah, no puede ser. Me froto los ojos con fuerza, mas por desesperación que porque lo necesite. Sabía que ella estaba molesta, pero ¿en serio piensa que me dejaría solo controlar?


— ¿tú qué crees?


— no lo creo, no he visto que hagan algo particularmente malo, todo mundo habla de lo malo que es Hadrien, pero…— se encoje de hombros— esperaba algo ligeramente más malvado.


— Ione, te estás desviando del tema.


— ah, claro— veo como su mirada parece ensombrecerse— lo que paso…  Kiran, me parece que… quizá Ivette sea quien llamo al parlamento.


—  ¿Por qué? ¿Qué es lo que sabes?— su mirada se desvía hacia un lado.  


— quizá no sea nada,  pero la vimos hablando con alguien, el primer día que fuimos al cementerio. Eso no dice nada, por supuesto, pero también ha estado comportándose de forma sospechosa. Yo… no quiero pensar que ella hiciera algo como eso.


— ¿le has contado a alguien?


— no…


— Está bien— le pongo una mano en el hombro.


— Ivette estará preguntándole a todos lo mismo, Kiran ¿Qué pasara si todos creen que es verdad?— su voz se oye preocupada. Ah, con todo esto se me olvida lo jóvenes que son en todo esto.


— descuida, hablare con ella.


— ¿puedes no decirle a los demás lo que te dije? Él me dijo que no lo dijera o me lanzaría una maldición… no deseo comprobar que tan malo puede ser.


— no te preocupes.


— ¿Qué vamos hacer ahora?— me pregunta, y esa una buena pregunta. ¿Qué deberíamos hacer? Ahora estamos siendo buscados por el grupo de Keegan, no sabemos dónde está la siguiente gema, y hay una forma poco agradable de  encontrar respuestas.


  — Reunión—  digo.  Será mejor poner todo en orden antes de dar el siguiente paso— reúne a todos en la sala, aunque de seguro la mayoría está ahí.


— bien.


— Ione, también Hadrien y Hassim, por favor—  como pensé, el lugar es tan pequeño que solo Ivette y Hadrien no están aquí.  Hadrien viene del pasillo que da a la puerta que hemos mantenido sellada. Ivette, de la cocina.


— ¿Qué es lo que quieres ahora, Kiran?— dice, apenas llega. Se queda reclinada en la pared, sin acercarse a nadie.  Puedo ver que mi equipo ahora esta receloso, dudando. Ah, no esperaba que las cosas salieran de este modo, vamos, tampoco había creído que todo iría perfecto.


— iré al punto.  ¿Aun quieren seguir con esto?—  todos me miran con incredulidad— dije que no obligaría a nadie a venir, así que, si no quieren seguir con esto, está bien.


— pero Kiran…


— no, está bien. Yo voy a quedarme hasta llegar al final—  todos se miran, en silencio.


— bien ¿puedo irme? Creo que no tengo nada que hacer aquí.


— Hadrien— él resopla, poniendo los ojos en blanco y cruzando los brazos.  


— ¡Yo voy a quedarme también!— le sonrió a Jency. Me alegra mucho que se quede, es mi mejor amigo, y hubiera sido doloroso que no confiara en mi en estos momentos— aunque estés equivocado, Kiran, si solucionamos esto o lo intentamos arreglar podemos tener una oportunidad de volver.


— También me quedo— Lou no se levanta, pero por su tono no me sorprendería que lo hiciera en cualquier momento. Violet asiente también.


— ¿Ivette?— ella suspira, mirando al suelo.


— no sé si esto sea una buena idea, Kiran. No puedo solo ignorar todo esto, y él realmente…— le lanza una mirada de  odio a Hadrien— no me gusta dejar las cosas a medias ¿no hay algo más que podamos hacer?


— umm— ¿algo más?  Considerando que Hadrien es el único que puede intentar solucionar esto, no sé si hay algo más.  Sé que Hadrien es terco, y que no dejara que a ese niño le pase nada, así que aunque no pueda confiar en Hadrien, puedo confiar en eso. 


— Preciosa, ¿me permites?— Hadrien no le habla a Ivette, si no a Lou. Ella le mira, dudosa, pero Hadrien ya se ha acercado a ella. Lou intenta ir hacia atrás, pero ya no hay a donde ir.


— ¿Qué…?


— No muerdo— le dice, pero Hadrien no es muy tranquilizador, mucho menos cuando le levanta la blusa.


— Oye…— Jency se me adelanta en el reclamo, sin embargo, lo que veo debajo de la blusa me quita las palabras— oh, cielos…— las marcas de la maldición ahora abarcan casi toda la parte inferior de su abdomen, se pierden en la cintura del pantalón holgado que lleva.


— ¿hasta dónde llegan?


—…— Lou no responde de inmediato. Su mano hace una seña un poco más debajo de la cadera, casi al inicio de su pierna. Hadrien hace una mueca.


— ¿hay algo mal?


— va más rápido de lo que pensaba… ¿has usado magia?


— intente buscar algo, ubicar la magia del zafiro, pero no…


— encuentra a ese tal Keegan.


— ¿Qué?


— Hazlo—  Lou me voltea a ver a mi, le asiento con la cabeza. Ella cierra los ojos, se siente una pequeña corriente de magia.


— sigue en la ciudad, cerca de… no, está en la bodega donde estuvimos— Hadrien no le pone atención, o eso parece. Se queda mirando fijamente las marcas— ¿eso es todo?— Hadrien no responde. Unos segundos después, las marcas parecen brillar, y suben más.  Me acerco, poniéndome casi a la altura de Hadrien para ver mejor. No luce nada bien.


— Han, déjalas— el chico estira el brazo, y las mismas marcas que tiene Lou aparecen en su mano, un poco más de cuatro dedos de la muñeca.


— no suben cuando hago magia, las estuve viendo cuando estaba invocaba espíritus— se adelanta antes de que Hadrien diga algo, asiente, y me parece verle más aliviado ahora.


— es bueno saber que al menos has aprendido algo más que hacer venenos.


— ¿podría aprenderlo yo también? Hare lo necesario para no ser una molestia. Si no puedo hacer nada, al menos quiero darles más tiempo para encontrar una solución— es una idea muy buena.


— Si tuvieras tiempo, no dudo que aprendieras—es tan irónico que el tiempo sea lo que menos nos preocupe, y ahora es justo el problema que tenemos.


— puedo enseñarle.  Será más rápido que leer los libros.


— ¿puedes? Seria de mucha ayuda, gracias— le digo. Hadrien permanece inexpresivo— ahora que más o menos nos organizamos, ¿Qué es lo siguiente?


— El zafiro— dice Hadrien.


— oh, sí. Bueno, antes de venir sentí que estaba en esta área, pero… en realidad es un espacio muy grande… ¡Pero es algo! Ya no tenemos que buscar en todo el mundo.


— no, solo toda Europa— Hadrien suspira— aun así es mejor que nada. Por si fuera poco, también ya sé como tener las respuestas. Encontrar la forma de revertirlo es posible.


— ¿seguro?


— sí, pero uno solo no es tan fuerte como la maldición que tenemos aquí—  no me gusta para nada la idea de que pase de nuevo lo de anoche, Hadrien aun se ve cansado, no creo que este mejorando mucho.


— debemos ser cuidadosos, llamar menos la atención. Keegan nos estará cazando, no dudo que pueda tener también algún rastreador a su mando. Haremos magia lo menos posible cuando salgamos— aun no les veo del todo convencidos por el plan, pero vamos, esta travesía no se caracterizo nunca por tener un plan desde el inicio.


— si eso es todo… ¿podemos salir de aquí?


— esperemos una noche más. Estamos cansados y debemos estar alertas desde ahora—  el ambiente se siente ahora mucho más relajado, pero no creo que esto se termine ahora.  Se forman pequeños grupos, conversaciones en murmullos. Ione y Violet hablan en voz alta, pero los dos tienen su propio denominado idioma de gemelos. Si pensaba que entenderle a Ione cuando habla de televisión e historietas era difícil, cuando hacen esto es imposible seguir un hilo coherente. Lou e Ivette parecen discutir, el ceño de Lou se frunce con mucha frecuencia.


— Esto está de locos ¿no? y pensar que dependemos de alguien como él— Jency se sienta a mi lado, aunque yo no estoy sentado, señala con la cabeza a Hadrien.  Sigue sentado en el sofá viejo, Hanley a sus pies, acariciando  a la gata blanca.  Hassim está sentado a su lado, pasando un brazo tras el sofá.  Hadrien esta tan tranquilo, no parece que sea la misma persona que habla conmigo.


— Bueno…  a veces está bien hacer alguna locura—  digo, pero no le estoy prestando ya atención. ¿Por qué las cosas tienen que ser diferentes entre nosotros? Me molesta demasiado estar tan cerca y tan lejos al mismo tiempo.  


Pasa un rato más, intentando hablar. Hadrien es el primero que se levanta, se ve cansado. Me siento más relajado cuando veo que no está aquí, y que Hassim se pone a extender tierra en una tabla.  No sé si aquí es de día o de noche, perdí la noción de tiempo en el brusco salto que dimos, y por si fuera poco, aquí no hay ventanas, solo una puerta que no hemos abierto. Hay solo tres habitaciones y un baño.  Nadie parece tener hambre, así que el único lugar que no está usándose es la cocina. 


—  estoy cansado, Jency.


— oh, bien. Supongo que lo mejor es descansar, mañana tendremos que hacer mucho ¿no?


— Si…— las charlas se han ido apagando,  Violet mira aburrida a Lou e Ivette, las tres ahora sentadas juntas. Ione y Hanley murmuran emocionados sobre algo… si, los ánimos parecen estar un poco más elevados.  La habitación esta oscura, la luz está apagada.


— No la enciendas— la voz de Hadrien viene de la pared junto al apagador y no de la cama como esperaría— me molesta.


— Umm—  mientras tanteo por la pared, doy con la mano de Hadrien.  Cierro mi mano sobre la suya, y le jalo, atrayéndolo a mí— no eres el único que está molesto por algo— le digo.


— ¿ah, sí?— su tono es insolente. Le giro, dejándole con la espalda pegada a la pared, y le beso, un beso torpe al inicio, pero cuando él abre su boca y busca la mía, iniciamos una guerra mucho más placentera.


¿Qué más da que seamos enemigos? En esta habitación no somos ni el héroe ni el villano, podemos olvidarnos del mundo unos momentos, horas. Volverle a ver solo ha hecho que me dé cuenta de cuanto le extrañe en realidad, le quiero, le quiero con toda la locura que  poseo. Y debo estar realmente loco para estarle besando. 

Notas finales:

 

Y hasta aquí le corto, les dejare en suspenso unos días n.n/

Pasando a otros asuntos, esta semana publique el primer capitulo de mi nueva historia, si no la han leido y quisieran pasarse por alla, les dejo el link Appassionata

Y segundo, me encontre algo navegando por las profundidades de Youtube, un video de Vocaloid (No me gusta mucho, pero me encantan los utaite), pero esta cancion me llamo la atencion por el titulo, y oh sopresa, la letra me gusto y tenia que compartirla con ustedes.

Besando al villano


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