"Al final gane la plata... gane, sé que estoy por demás feliz por una medalla que no es de oro, pero no puedo evitar al recordarlo. Pensar en como reacciono ViK-chan (en mi mente puedo permitirme llamarle así) a mi rutina y cuando llore frente suyo, simplemente es demasiado para mí."
-Yuri, vamos tenemos que entrar al hotel – Viktor me llama desde fuera del taxi ¿Cuándo hemos llegado? Demonios he estado demasiado distraído.
Me bajo del taxi, siguiendo a Viktor en silencio, él tampoco parece estar muy platicador particularmente. Por lo general, está más animado.
Toma la tarjeta con sus delgados y pálidos dedos abriendo la puerta de manera delicada y elegante. Me pregunto cómo hace para que sus movimientos parezcan tan naturales y la vez tan hermosos.
Me sonríe y me invita a entrar con un ligero movimiento de cabeza. No tengo palabras, estoy realmente aturdido por lo que ha pasado antes. Con las entrevistas y personas felicitándonos no hemos hablado mucho después del evento.
Entro con paso inseguro a la habitación aun sin saber que decir en esta situación – Viktor... quieres que ajuste la temperatura o pedimos algo de comer, no hemos comido nada ahora que lo pienso.
-Tienes razón Yuri ¡Pidamos vino y bridemos por tu triunfo! – golpea su puño derecho contra su palma izquierda, como suele hacerlo, de esa manera tan infantil y tierna que tiene. De verdad como puede ser un hombre tan sexy y al siguiente minuto ser el más tierno del mundo. Quiero abrazarlo, en serio quiero abrazarlo.
-Si, Viktor hay que hacer eso – sonrió mientras él llama por teléfono a servicio al hotel.
-Aunque Yuri, no crees que sería mejor salir a comer fuera tal vez.
-No, así está bien. No creo poder salir donde haya mucha más gente, prefiero quedarme aquí contigo.
-Bien dicho Yuri – me dedica otra sonrisa deslumbrante.
Me quito las deportivas mientras Viktor se cambia el traje por una simple playera gris sin estampados y un sencillo pantalón negro. No puedo evitar mirar su torneado cuerpo ¿Cómo hace para estar así con lo que le gusta comer?... la vida puede ser poco justa.
Me tiro a la cama después de sacarme la sudadera y miro al techo, así que estamos solos por fin. No puedo evitar sonreír ¿Qué diablos?... Eso me sorprendió, Viktor se lazo de pronto a la cama provocándome un mini infarto.
-Yuri, sonríes demasiado – se acercas a mí, tocándome los labios con el dedo índice marcando mi anterior sonrisa – Eso es demasiado sospechoso - se ha llevado ese mismo dedo a sus labios, si que puede llegar a ser muy seductor.
-Vik... Viktor – Tocan en la habitación, ¡qué mal momento!
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La cena estuvo bien, comida ligera y un tinto elección de Víktor, hablamos de cosas como los fallos del programa de hoy nada demasiado personal.
-Yuri, ven aquí – me llama desde el extremo del sofá donde hemos estado comiendo.
Coloco mi copa en la mesita y me acerco poco a poco, me pone su copa en los labios, la misma copa que hace poco tocaba los suyos, sin pensarlo dos veces tomo de ella.
-Bien hecho Yuri, no lo tragues – se acerca ahora él a mí, me toma la cara delicadamente con ambas manos y colocando sus labios en los míos de la manera más lenta de la que es capaz, me da un pequeño beso. ¡Cómo puedo no tomarme esto si haces eso, rápido Vik-chan acaba con esto!
No puedo hablar mientras contengo el vino que puedo en la boca, pero Viktor lo encuentra divertido al parecer. Se sube encima mío colocándose sobre mis piernas mientras besa mi cuello pausadamente, un beso detrás de otro... voy a morir – Tranquilo Yuri, sé que tú puedes hacerlo un poco mejor – dice esto mientras lame sus labios y baja su pálida mano desde mi pecho a mi abdomen, traza con sus dedos la forma de mi entrepierna sobre el pantalón mientras se ríe de mi cara... de finitamente encuentra esto divertido.
Desabrocha mi pantalón y cuela un mano dentro mío. Inevitablemente, trago el vino y toso por la sorpresa de esa mano fría sobre mis testículos.
-Jajaja Yuri ¿Estas bien? Ca.ri.ño – Menciona esas palabras tan marcadamente, es como un niño travieso simplemente no puedo contra él.
-Casi me matas, pero si estoy bien, Ca.ri.ño – pronuncio las palabras como él anteriormente - ¿Puedo tocarte ahora?
-Por supuesto, Yuri – Y me sonríes como si hubiera dicho algo terriblemente ingenioso, amo todas esas sonrisas que tienes dentro tuyo Viktor Nikiforov.
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Estar en el sofá es un poco incómodo, pero a quien le importa la comodidad en un momento como este, mientras tengo esto delante mío. El miembro de Viktor es rosado, todo en él es pálido, recuerdo cuando lo vi por primera vez en el baño de mi casa, en ese entonces no pude evitar sonrojarme y ahora no puedo evitar querer saborear cada milímetro de este caliente pedazo de él.
Los gemidos ahogados en la boca de Viktor mientras este debajo de mí lamiendo a la vez mi pene es demasiado excitante, de verdad creo que voy a morir.
-Cof... ¡Viktor! - casi me ahogo una vez más al sentir un dedo invasor que ha entrado en mi sin previo aviso.
-Lo siento Yuri, no lo pude evitar – agacho la cabeza y lo miro para terminar viendo mi pene a escasos centímetros de su sonriente y sonrojada cara, trago saliva, supongo que le puedo perdonar todo si pone una expresión así.
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Sus dedos juguetean dentro mío mientras aprieto mis manos en los cojines del sofá, como es que sabe dónde se siente tan bien. Maldita sea Viktor, sabes que necesito algo más justo ahora... claro quiere que se lo diga ¿Tanto ama verme suplicar?
-Viktor... por favor – gimo entre mi lamentable suplica, aunque sé que para él no es suficiente.
- Por favor, ¿qué? Yuri no entiendo que es lo que quieres – se acerca a mi oído colocándose sobre mi espalda mientras lo dice, siento su erección chocando contra mi trasero, ¡Demonios!
- Rápido entra en mí, moriré si no lo haces – Sé que mi cara está manchada en carmín y sé que lo disfruta, es tan vergonzoso, pero aun así... me gusta.
-Eso fue perfecto, Yuri – besa mi mejilla antes de enderezar el cuerpo para empezar a meterse dentro mio. Es tan caliente, ¿de verdad se sentía así de bien la primera vez?, siempre parece mejor.
Toma mi cadera con sus manos mientras golpea una y otra vez contra mí, primero lento y luego violentamente. Moriré de verdad, moriré.
-Viktor más, más – no puedo evitar suplicarle mientras muevo mis caderas al compás de sus movimientos.
-Espera Yuri, ya casi – su voz se ha tornado demasiado grave, sé que está a punto de terminar. Gracias a los dioses, estoy en mi limite.
Me corro sobre el sofá, mientras Viktor aún se mueve un poco más para terminar minutos después dentro mío.
-Eso ha sido maravilloso Yuri, me gustas tanto – Se deja caer sobre mi sin salir de mi cuerpo, ojalá siempre estuviéramos así, me besa detrás del cuello.
-Te quiero Viktor- susurro tratado de que no me escuche, no pude evitarlo cuando me di cuenta que lo dije ya era demasiado tarde.
Él se separa de mi ¿Lo hice enojar? No, no, no. Quiero llorar.
-¿Yuri? – Me llama, por el sonido de su voz sé que está al lado mío, sentado al lado del sofá en dirección a mi cara, no quiero verlo ahora. No debí decirlo.
Me hace girar la cabeza hacia él, aún tengo los ojos cerrados cuando me besa en la mejilla – Yuri, mírame.
Reacio abro lo ojos para encontrar un Viktor con lágrimas en los ojos, abro los ojos aun más por la sorpresa, eso no me lo esperaba, abro la boca para cerrarla enseguida no sé qué debo hacer o decir.
-Yuri – sonríes, una sonrisa mientras lloras – ¡Te quiero!, no es justo que lo dijeras antes que yo.
Sonrió mientras empiezo a llorar también y me lanzo a sus brazos, a su desnudo cuerpo – Viiiiiiiiiktor.