Deseo que fuera una pesadilla, el hecho de que la muchacha de las fotos, de la que antes del accidente su hermana le había hablado con tanto entusiasmo, estuviese frente a él. Eso solo podía significar una cosa, el momento que tanto había temido y a la vez esperado en los últimos tres años y medio, estaba a la vuelta de la esquina.
Se forzó a sí mismo a verse calmado. Ella no tenía porque saber nada.
"Buenos días, es un placer conocerte, lamento no poder estrechar tu mano"-le comentó a la de cabello rosado.
"Oh non, nosotros en France no nos saludamos así"-respondió la mayor con una sonrisa coqueta.
Y sin previo aviso se acercó, invadió el espacio personal del más joven y posó suavemente sus labios en cada una de sus mejillas.
Después de eso se rió de la expresión de shock y del sonrojo del de la cicatriz.
Era una risa suave y delicada. Como musical.
Todo en ella parecía perfecto. No era muy difícil adivinar porque Katakuri la había elegido. Cualquier hermano se pondría contento.
Sin embargo, él solo podía sentirse frustrado viendo que en comparación a ella él no era nada.
"La primera vez él también se sorprendió, más ahora ya está mucho más que acostumbrado al contacto físico"
"Ya veo uhm...¿y qué te trae por aquí?"
"Quería conocer a mi nuevo hermano menor. Me gusta mucho tu cabello.¿Puedo cepillarlo?. En casa ninguno de mis hermanos deja que lo haga"
"Supongo que no tengo problema"
"¡¿De verdad?!"-junto sus manos, emocionada , para después sacar un cepillo de su bolso.
Le permitió hacerlo sin inmutarse pues lo último que quería era que el mayor entrase y lo viera hecho un desastre
"Ya está"- anunció diez minutos después y le acercó un espejo.
Su cabello se había hecho más largo en los meses que había estado en ese lugar, ahora ya llegaba casi hasta sus caderas.
"Gracias"
"Veo que se llevan mejor de lo que esperaba"-dijo el moreno al entrar a la habitación.
"H-hermano"- susurró el menor sin poder dar crédito a lo que veían sus ojos.
El mayor se acercó a la camilla y despeinándolo dijo:
"Has crecido mucho"
Pudo sentir su rostro arder al sentir aquella mano en su cabeza.
Pese a que quería mantenerse calmado, el latir de su corazón no ayudaba.
Se veía aun más atractivo que antes. Sus músculos estaban mejor definidos y parecía haberse hecho aun más alto.
Además estaba sonriéndole. Se preguntaba por qué sería
¿Acaso él también estaba feliz de verlo?
Sin proponérselo una sonrisa se dibujó en su rostro después de mucho tiempo.
Solo quería congelar ese momento para siempre
"Acababa de cepillarlo"-se quejó la de ojos azules.
"Lo siento es que ha pasado mucho desde que lo vi por última vez"-se disculpó alejándose un poco.
"Está bien. No hay forma de que me moleste contigo mon amour"
El de cabello oscuro se inclinó para susurrarle algo al oído a la más baja
"Es cierto olvide las tarjetas en el auto.¿Podrías traerlo"-preguntó en un volumen suficientemente bajo para que sólo ella lo pudiese oír.
"Oui, regreso en un momento"
Salió cerrando la puerta tras de sí
Habían un millón de cosas que el de mirar de matiz amatista quería decirle y sin embargo no se atrevía.
Por ejemplo:
'¿Alguna vez pensaste en mí mientras estuviste lejos?' o 'Aún te quiero" o tal vez "Te necesito por favor no te vayas"
Y en cambio, la única frase que formularon sus labios fue:
"Hacen una bonita pareja. Me alegro por ti onii-san"
¿De verdad él creería eso?
Sin embargo, los orbes café que hace un minuto eran cálidos como la cocoa en invierno, esta vez lo miraron con frialdad
"Fue muy descuidado de tu parte accidentarte de esa forma. ¿En qué estabas pensando?"
"Sé que fui un irresponsable. Lo siento....."
"Escuché que esto ocurrió porque conducías en estado de ebriedad"
"Yo...."
"Aún eres un niño inmaduro"
"Yo....estaba pensando en ti. Escuche que te casarías y....soy un estupido lo sé pero de verdad quería volver a verte"
"Te lo dije aquella vez y te lo repito ahora. Eso fue sólo un error. Me fui a Francia porque pensé que si me iba te curarías de esa enfermedad. Pero veo que aún sigues igual. Lo siento mucho pero estoy enamorado de esa chica. Nada de lo que digas o hagas cambiará eso"
Su visión estaba comenzando a nublarse
No obstante, esas no eran las últimas palabras que quería intercambiar con él.
"Quedé en el segundo lugar en el torneo regional. En cuanto me recupere me esforzaré al máximo"
"Ya veo"
"¿Irías a verme de nuevo?"
"Cracker voy a casarme dentro de poco. Ya no eres un niño pequeño. No puedo seguir detrás tuyo. Deberías buscarte una novia para que fuera a verte"
"No quiero eso"
El de cabello oscuro se inclinó de tal manera que su boca rozase el oído del contrario.
La respiración del menor se detuvo en ese momento.
Entonces el mayor le hizo una propuesta la cual sabía que el menor nunca aceptaría.Que haría que ya no lo viera de la misma forma y talvez lo hasta lo dejaría en paz.
Era lo mejor, sus heridas sanarían en un futuro.Era un Charlotte despues de todo.
"Tengo una idea.Podríamos aprovechar que Rei estará ocupada con el vestido y todo eso.¿Después de todo es lo que deseas no? Una noche conmigo.Un revolcón, sin promesas, ni palabras bonitas, solo sexo.Así terminaríamos con tu capricho mi dulce hermanito ¿Qué dices?"
No creía en que esas palabras frías y horribles que acababa de escuchar las había dicho su hermano mayor.Por un momento intento considerarlas.Era imposible que aceptara no era lo correcto Katakuri tenía una prometida y en pocos meses se unirían para siempre.
En ese momento con los ojos azules brillando Reiju regresó
"Esta es tu invitación"-se la acercó para que la viera-"No es obligatorio que vayas si aún no te has recuperado del todo.Aunque realmente me gustaría que estuvieras porque mis hermanos también estarán presentes, estoy segura de se harían amigos"
Nuevamente la puerta volvió a abrirse.Esta vez se trataba de su doctor.
En cuanto entró el de ojos grises pudo percibir que la mirada de su paciente reflejaba dolor.No sabía cual era la causa pero quería ayudar.
"Disculpen, debo hacerle unos chequeos de rutina.Preferiría que nos dejaran solos.Pueden regresar en la tarde si así lo desean"
"Adios Onii-san"
"Recuperate pronto.Espero que ganes el próximo torneo"
"Anoté nuestros números en esa libreta por si necesitas algo.Espero ser una buena hermana mayor para ti"-le dedicó una última sonrisa y siguió a su novio.
"Sé que no te sientes bien.No tienes que explicarme nada.Ire a caminar"-dijo el médico antes de dejarlo solo.
"Gracias"-susurró antes de derramar las lágrimas que había estado conteniendo todo este tiempo.
Entonces el mayor le hizo una propuesta la cual sabía que el menor nunca aceptaría. Que haría que ya no lo viera de la misma forma y tal vez lo hasta lo dejaría en paz.
Era lo mejor, sus heridas sanarían en un futuro. Era un Charlotte después de todo.
"Tengo una idea. Podríamos aprovechar que Rei estará ocupada con el vestido y todo eso.¿Después de todo es lo que deseas no? Una noche conmigo. Un revolcón, sin promesas, ni palabras bonitas, sólo sexo. Así terminaríamos con tu capricho mi dulce hermanito ¿Qué dices?"
No creía en que esas palabras frías y horribles que acababa de escuchar las había dicho su hermano mayor. Por un momento intento considerarlas. Era imposible que aceptara no era lo correcto Katakuri tenía una prometida y en pocos meses se unirían para siempre.
En ese momento con los ojos azules brillando Reiju regresó
"Esta es tu invitación"-se la acercó para que la viera-"No es obligatorio que vayas si aún no te has recuperado del todo.Aunque realmente me gustaría que estuvieras porque mis hermanos también estarán presentes, estoy segura de que se harían amigos"
Nuevamente la puerta volvió a abrirse. Esta vez se trataba de su doctor.
En cuanto entró el de ojos grises pudo percibir que la mirada de su paciente reflejaba dolor. No sabía cuál era la causa pero quería ayudar.
"Disculpen, debo hacerle unos chequeos de rutina. Preferiría que nos dejaran solos. Pueden regresar en la tarde si así lo desean"
"Adiós Onii-san"
"Recupérate pronto. Espero que ganes el próximo torneo"
"Anoté nuestros números en esa libreta por si necesitas algo. Espero ser una buena hermana mayor para ti"-le dedicó una última sonrisa y siguió a su novio.
"Sé que no te sientes bien. No tienes que explicarme nada. Ire a caminar"-dijo el médico antes de dejarlo solo.
"Gracias"-susurró antes de derramar las lágrimas que había estado conteniendo todo este tiempo.