Finalmente había llegado el momento que esperaba, una castaña estaba en el aeropuerto, esperando a alguien, finalmente lo tendría para ella, a su total disposición. No hubo mucha demora antes de que ella pudiera apreciar esa cabellera rubia salir del avión. Al fin lo había traído, Michael estaba con ella al fin.
— ¡Michael, por aquí! — gritó la castaña agitando sus manos.
—Kari, al fin estoy aquí— dijo Michael acercándose y besando a la chica de una forma bastante osada, llegando a lo vulgar.
—Aquí no— dijo ella empujándolo — ¿Acaso olvidas que tengo una reputación? — dijo la castaña algo molesta.
—Lo siento, pero tenía tantas ganas que…
—… Anda ya, vámonos, dejé mi auto afuera— dijo ella caminando de regreso al estacionamiento.
En el estacionamiento, estaba el auto de la muchacha, un BMW 335i, en color negro y convertible, el rubio se quedó con la boca abierta.
— ¿Qué esperas? — dijo en un tono coqueto, mientras abría la puerta y con un botón abría el maletero.
—Ah… Sí— dijo el rubio metiendo sus maletas en el auto y entrando al asiento del pasajero — ¿Y mi auto? — preguntó el rubio.
—Está en mi otra casa, no iba a llevarlo a casa de mi hermano— dijo mirando al rubio.
— Como sea, ¿Qué tienes planeado para Takeru?
—Ya lo verás, Michael, ya lo verás— dijo en un tono siniestro, causando escalofríos al muchacho
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—Buenas tardes— decía la voz de Davis entrando a un taller cercano a la playa.
—Un momento— se escuchó una voz que le contestaba, casi de inmediato, de la oficina, salió Kazuma, mirando a su nuevo cliente —Buenas tardes, ¿Qué necesita? – preguntó con una jovial sonrisa.
—Hola, un amigo me recomendó este lugar. Es mi auto, está haciendo unos ruidos raros en frente al frenar y en las curvas hacia la izquierda
—Uhm, lo revisaré, por favor, entra— dijo abriendo el portón del taller. Sin mucha demora, pronto el 370Z de Davis estaba dentro, estacionado en uno de los elevadores —Bien, dime en donde te duele— dijo levantando el auto en el elevador.
—Takeru me dijo que eras joven, pero no creí que fueras un chico como yo— dijo Davis con un tono de sorpresa.
—Jeje, muchos se sorprenden, así que Takeru te mandó, es un buen amigo mío— dijo el azabache desmontando las llantas delanteras.
—Vaya, así que se conocen desde hace mucho.
—Sí, lo conozco desde antes de que hiciera Digimon, jeje, era un niño bastante tierno— dijo Kazuma riendo un poco de solo recordar a Takeru en su infancia.
—Entonces, sí que se conocen desde hace mucho tiempo— dijo Davis mirando al azabache, que revisaba todo el brazo de suspensión y frenos del lado izquierdo.
—Ah, ya encontré el problema, el bastidor está roto y el balero de la llanta esta doblado, ¿Caíste en un bache o algo?
—Ah… Sí, hace tres días, los ruidos empezaron poco después— dijo Davis.
—Sí, encargaré las piezas y uno de mis chicos lo reparará, sígueme, podemos hacer un presupuesto en mi oficina— dijo Kazuma sonriendo suavemente.
—Claro— replicó el moreno para luego seguir a Kazuma dentro de su oficina, donde empezó a teclear unas cosas en su computadora.
— ¿Y cuánto llevas trabajando en esto?
—Bueno, papá fundó este taller, poco después de salvarme— contestó el azabache mientras miraba la pantalla.
— ¿Salvarte? — preguntó el castaño curioso.
—Sí, me recogió de un basurero cuando tenía horas de nacido— dijo el azabache —Le debo mucho a mi papá, y una forma de pagarle es haciendo crecer este negocio— dijo el mayor mirando a Daisuke, quien lucía perplejo —En total serían $2,450.00, ¿Te parece?
—Ah… wow, debe ser duro— dijo Daisuke en voz baja ante los orígenes de Kazuma, al menos hasta que escuchó que el presupuesto estaba listo —Claro ¿Cuándo puedo venir por mi auto? — preguntó Davis.
—En una semana y media, en lo que se encargan y llegan las piezas
—Diablos, tenía planeado salir pasado mañana— dijo Davis algo desanimado.
—Espera aquí— dijo Kazuma sonriendo y entrando a la casa, regresando poco después con unas llaves —Puedes usar este mientras reparamos tu auto— dijo Kazuma dándole las llaves.
—Ah, no, no lo decía por eso— dijo Davis sonrojado.
—Descuida jeje, está bien, no uso ese auto— dijo Kazuma —Es ese Mazda blanco de ahí— dijo señalando un Mazda RX-7 FD color blanco.
—Hay… No sé, nos acabamos de conocer— dijo el castaño
—Eres amigo de Takeru, así que eres mi amigo también— dijo Kazuma con una sonrisa.
—Oye… ¿A qué hora sales a comer?— preguntó Davis mirando a Kazuma, quien estaba encargando las piezas vía correo electrónico.
—En unos minutos, solo pediré las piezas de tu coche e iré a comer.
—Vale, ¿Te molesta si te invito?— dijo Davis con una sonrisa, ante la mirada un poco sorprendida del azabache.
—Supongo que no hay problema, jeje ¿Pero por qué tan repentino? — preguntó el azabache guardando su teléfono.
—Bueno, nada en especial, como Willis y Takeru pasan mucho tiempo juntos, no quiero hacer mal tercio y no me gusta comer solo.
—Ah, ya veo, bueno, tu pon el lugar, yo pongo el auto— dijo Kazuma tomando las llaves de su Mustang.
—Hay un lugar muy bueno en el mirador de las colinas, podemos ir ahí— dijo el moreno con una sonrisa.
—Claro, jeje, suelo ir a las colinas a practicar— dijo el mayor abriendo su auto.
— ¿Practicar? — preguntó Davis.
—Sí~ debo probar este auto en algún lado— dijo León encendiendo el ruidoso V8
Davis tragó duro, ese motor seguro era un monstruo —B-Bueno, andando— dijo subiendo al auto con una mezcla de miedo y adrenalina.
—Pon un tiempo y yo trataré de superarlo— dijo el azabache esperando que el auto calentara.
—Hum… 3 minutos y medio— dijo Davis.
—Bien, prepárate y pon cronometro— dijo el azabache y salió del taller, empezando a acelerar en cuanto estuvo en media calle, mientras Davis tomaba el tiempo con su celular.
Lo único que se escuchaba dentro de la cabina, a parte del ruidoso motor, eran los gritos de Davis mientras el auto se movía de un lado a otro, derrapes, frenadas, aceleradas y un par de roces con la pared.
— ¡Tiempo! — gritó León viendo el restaurante, era el único en el área, así que ese debía ser, Davis apenas paró el crono, temblando un poco por la adrenalina y todas las sensaciones en su cuerpo.
—3 con… con 18 segundos— dijo Davis tratando de recuperar la compostura, una vez hecho eso, ambos entraron al restaurante.
Ya en una mesa y habiendo ordenado sus respectivos platos, ambos chicos empezaron a conversar.
— ¿Y tú nunca pensaste en entrar en el mundo de la actuación? — preguntó Davis.
—Lo pensé, pero la pasión me llamaba, quiero ser un ícono del tuneo como Nakai-san, también ser reconocido por ser tan veloz como Magnus Walker y por proezas al volante como las de Ken Block, inclusive ser un forajido como Morohoshi-san— dijo Kazuma con una fuerte decisión en sus ojos.
—Vaya, eso suena a un completo desafío— dijo Davis escuchando lo que el oji verde decía.
—Pero estoy dispuesto a enfrentarlo.
—Vaya, eso suena genial, aunque no conozco a esas personas— dijo Davis llevándose la mano a la barbilla — ¿Por qué no me platicas más?
—Bueno, Nakai-san es un tuneador que empezó desde cero, es el fundador de RAUH-Welt BEGRIFF o RWB para abreviar, su coche predilecto es un Porsche 911 del 72, mezcla lo mejor de Alemania y Japón— dijo Kazuma entusiasmado, parecía un niño pequeño cuando hablaba de eso.
—Suena genial, algo así como tú y ese Mustang— dijo Davis sonriendo.
—Jaja, no creo compararme con él aún, luego esta Magnus Walker, un ícono de la velocidad, igual maneja un Porsche 911 del 72, lo modificó el mismo, su Porsche es apodado por él como “277”— dijo Kazuma.
— ¿Crees que tu Mustang podría competir con ese 277?
—Jo, quizá como auto sí, pero me falta mucho para poder compararme yo como piloto, Magnus es simplemente increíble— dijo el azabache.
—Bueno, ¿Qué hay de Ken Block?
—Ah, Ken Block usa un Mustang como el mío, pero radicalmente modificado, se llama “El Hoonicorn”, Ken es el creador del estilo Hoonigan, un maestro en la Yincana, y un as del volante, su estilo que mezcla derrapes y saltos es genial— dijo Kazuma entusiasmado.
— ¡Genial! ¡Tú también derrapas muy bien! — dijo el castaño, haciendo sonrojar un poco al azabache.
—Gracias, jeje… por último está Morohoshi-san, un forajido que siempre va en contra del sistema, con su banda de Lamborghini’s, el usa un Lamborghini Diablo SV de 1994, color rosa y con muchas luces de led alrededor— dijo sonriendo —Creo que su estilo es genial, pero no lo imitaría… creo que no estoy hecho para ser como él— dijo Kazuma.
—Me imagino, ir contra la policía, la ley, seguro que es peligroso— dijo Davis mientras llegaba la comida.
—Jeje, pero… creo que estoy acaparando, háblame de ti, ¿Por qué decidiste actuar? — preguntó Kazuma mientras comenzaba a comer.
—Bueno, fui un fan de la serie en la primera temporada, me encantaba ver a esos chicos dentro de ese mundo fantástico… me llenó, y decidí que no quería quedarme solo como espectador— dijo Davis sonriendo.
— ¿Y tus padres que pensaron?
—Al inicio me dijeron que estaba loco, que no iba a lograrlo y que desistiera de esa idea, pero mi tío, un hermano de mi papá, me animó y él me llevó al casting, aunque mis papás le decían que era una pérdida de tiempo— dijo Davis mirando al chico mientras se llevaba un bocado a la boca.
—Vaya, seguro que fue muy difícil afrontarlo sin el apoyo de tus padres— dijo el azabache mirando hacia la ventana.
—Sí, pero fue genial cuando me llamaron para decirme que el papel era mío, no se me olvida la cara de sorpresa que pusieron— contestó Davis entre risas con un aire burlón.
—Seguro fue genial, más cuando empezó el rodaje.
—Al inicio estaba algo nervioso, pero en cuanto llegué, Takeru, Tai, Matt y el resto, me trataron muy bien— dijo Davis —Me hicieron sentir muy cómodo y me ayudaron mucho a mejorar como actor.
—Jeje, eso es genial, son buenos chicos. ¿Sabes? El Jeep de Arukenimon lo proporcioné yo— dijo sonriendo el azabache.
— ¿En serio?
—Sí, un Jeep Wrangler de 1994, tenía algunos detalles como suspensión reforzada y unos ajustes en el motor— dijo Kazuma —Necesitaba ser un auto rudo para soportar lo que se haría con él.
—Y a parte de los autos, ¿Tienes alguna otra pasión o hobby? — preguntó Daisuke.
—Sí, me gusta la música, se tocar la guitarra y me gusta cantar
— ¿En serio? ¿Sabes tocar alguna canción completa?
—Obviamente, hay una canción que me gusta mucho tocar, se llama Mr. Crowley de Ozzy Osbourne— dijo Kazuma sonriendo y terminando su comida.
—Me gustaría escucharte, ¿Tienes guitarra?
—Sí, una guitarra eléctrica, una Gibson SG, la tengo desde los 7 años— dijo el muchacho — ¿Quisieras que vayamos después de comer de nuevo a mi casa? — ofreció el azabache.
—Sería genial— dijo el moreno con una sonrisa.
Una vez pagada la cuenta, volvieron a la casa del azabache, quien de un estuche sacó una muy bien cuidada guitarra roja, conectándola a un amplificador.
—Bien, prepárate para quedar sorprendido— dijo el azabache preparándose para tocar.
Mr. Crowley, what went on in your head?
Oh, Mr. Crowley, did you talk to the dead?
Your life style to me seemed so tragic
With the thrill of it all
You fooled all the people with magic
Yeah, you waited on Satan's call
Mr. Charming, did you think you were pure?
Mr. Alarming, in nocturnal rapport
Uncovering things that were sacred
Manifest on this Earth
Conceived in the eye of a secret
And they scattered the afterbirth
(Solo)
Mr. Crowley, won't you ride my white horse?
Mr. Crowley, it's symbolic, of course
Approaching a time that is classic
I hear that maidens call
Approaching a time that is drastic
Standing with their backs to the wall
Was it polemically sent?
l want to know what you meant
I want to know, I want to know what you meant, yeah
— ¡Esos solos fueron brutales! — dijo Davis mirando al azabache emocionado, quien simplemente esbozó una sonrisa, sonrojándose un poco mientras rascaba su nuca.
—Jeje, n-no creo que fuera para tanto— dijo Kazuma regresando su guitarra a su estuche.
— ¡Claro que lo fue! — Dijo Davis feliz —Jaja, seguro que serías un gran éxito si te lanzaras como músico.
—Eso se lo dejo a T.K, el si es un gran músico, tiene talento y tiene la voz— dijo el azabache sonriendo suavemente.
—Bueno, pero tú no tienes mucho que pedirle, ¿Sabes?
—No creo que sea tan bueno pero gracias—dijo el azabache con una gentil sonrisa y mirando al moreno.
—Bueno, debo volver al trabajo, nos vemos luego, Davis— dijo el azabache quitándose su camisa mientras con su pie abría la puerta de su armario.
—Ah… Si, jeje, tienes un buen cuerpo, ¿Sabes? — dijo Davis mirando la espalda de Kazuma.
—Gracias, me lo dicen algo seguido— dijo el azabache con una sonrisa pícara mientras tomaba una camiseta blanca sin mangas. Kazuma estaba siempre orgulloso de su buen físico.
—Jeje, bueno, nos vemos después— dijo Daisuke caminando fuera de ahí, tomando el auto que le prestaron y se fue.
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— ¿Entonces quieres mudarte aquí? — preguntó Takeru con una entusiasta sonrisa mientras miraba a Willis.
—Jeje, sí, estaré contigo, en la playa, suena genial, ¿No? — dijo el rubio mayor mirando a su novio y dándole un beso en los labios.
Takeru asintió y se sentó en la cama, mirando por la ventana –Jeje, me gusta mucho como se escucha esa idea— dijo suspirando de forma tranquila —Je, esto me gusta mucho… estar contigo, con este estilo de vida. Me gusta mucho.
—A mí también— contestó recostándose junto a su novio con una sonrisa —Me alegra que hayas aceptado a un tonto como yo— dijo Willis sonriendo.
—Jeje, vamos, no es que yo sea el mejor partido del mundo.
—Claro que lo eres; eres lindo, gentil, guapo, sexy y muy simpático— mencionó el mayor, mientras el otro rubio solo atinaba a sonrojarse y ocultar su rostro bajo la almohada. Le avergonzaba mucho que le dijeran esa clase de cosas.
—Ya vale~ no soy todo eso— dijo Takeru meciéndose de un lado a otro en la cama.
—Claro que lo eres, ¿Pero sabes lo mejor?
— ¿Qué?
—Que eres mío— dijo Willis besando la mejilla de Takeru mientras colaba una de sus manos bajo la camiseta ajena, acariciando cada parte de ese suave y perfecto abdomen, mientras el menor se estremecía un poco.
—Eres… mngh... un tonto— dijo Takeru sonriendo un poco mientras se removía, alejándose del mayor.
—Y así me quieres— contestó sacando un poco su lengua.
—Jeje, no tengo opción.
—Bruto. Bueno, te invito a comer— dijo sonriendo y se sentó en la cama.
—Suena bien— dijo el menor engarruñando sus pies mientras miraba a Willis — ¿Y a dónde me llevarás?
—Hum… Será sorpresa— contestó mientras se levantaba de la cama y se estiraba un poco.
—Ok, me gustan las sorpresas— dijo Take sonriendo y tomando sus tenis — ¿Con o sin calcetines? — preguntó mirando a Willis.
—Tienes lindos tobillos así que… mejor sin ellos— dijo Willis dando un beso al cuello de Take, quien se estremeció y asintió.
—Vale, jeje, no me pondré calcetines— dijo poniéndose sus tenis y levantándose, Willis tomó las llaves del auto de su novio y se dirigieron a un lugar que Willis vio hace unos días.
Pronto ambos rubios estaban en camino a aquel lugar, Takeru no sabía a donde se dirigían —Hum… ¿Está en el centro? — preguntó Takeru.
—Nope— dijo el mayor sonriendo —No te acercas ni un poco.
—Hum… vamos, dime donde está— pidió Take poniendo ojos de cachorro, haciendo reír a Willis.
—Jeje, nope, sigue adivinando— dijo el mayor.
—Vale… hum… ¿Está en la costa?— preguntó Takeru mirando a Willis.
—Sí, está en la costa, pero no es el restaurante al que fuimos la otra vez— dijo Willis sin dejar de mirar al frente.
—Hum… Vamos, dime~ — pidió de nuevo el rubio menor.
—Llegamos de hecho— dijo Willis deteniendo el auto.
Takeru miró alrededor, empezaba a anochecer y en la playa, se veía un restaurante al aire libre, que empezaba a ser iluminado con antorchas, tenía un estilo hawaiano muy bello, Takeru parecía hipnotizado ante el lugar, con ese aire tropical y relajado.
—Wow… jamás había visto este lugar— dijo Takeru mirando a Willis.
—Creí que una velada aquí sería linda… más si es contigo— dijo Willis sonriendo y ambos entraron, nada más entrar a lo que era el área de las mesas, a ambos chicos les pusieron un collar de flores, Takeru sonrió ampliamente, le gustaba esa clase de ambientes.
—Wow, Willis… gracias por traerme, es un lugar sencillamente hermoso.
—Bueno, quería llevarte a un lugar especial y… no hay mejor lugar en el área que este— dijo Willis sujetando la mano de su novio.
—Gracias de verdad… Willis, me haces muy feliz— dijo sonriendo y pronto una mesera llegó con unas bebidas de bienvenida para los dos.
Willis tomó una al igual que Takeru y sonrió —Por nosotros— dijo el rubio mayor, Takeru solo sonrió, y ambas copas chocaron suavemente, con la puesta de sol de fondo.