Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Appassionata por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hola, hola

Espero que disfruten mucho este capítulo despues de los ultimos, llego un momento importante en la historia, les dejo leer no sin antes agradecer a quienes leen y a quienes han comentado.

 

*Falsette: 

Voz aguda producida por las cuerdas vocales superiores que no corresponde a la tesitura natural del cantante.

No quiero estar aquí… bueno, ahí cuando llegue.  Tolya ya está esperando afuera, y si no ha venido por mí fue solo porque me vio vestido para la ocasión.  No tengo miedo porque Elián me reconozca, porque sé que no lo hará.  No me gusta pensar que soy un cobarde, pero… vamos ¿verle cuando había dicho que ya no más? al menos quisiera un respiro de esto.  Sé que haga lo que haga, es inevitable verle, le veré tocando, le veré ahí, quizá con Lydia ¿ira de invitada o tocara algo?  No importa, ni siquiera sé si están saliendo o solo son amigos muy cercanos, no he querido pensar al respecto y sin duda no le voy a preguntar a ninguno de los dos. 

Tolya me está mirando… dios… ese hombre. Si no salgo ahora, no dudo que entre por mí y me saque arrastras o atado con una soga, por mal que suene eso. Le  hago una seña para que espere un momento más. Creo que aún tenemos tiempo para llegar,  no sé dónde es, ni quienes van a asistir. Tampoco le dije a Tolya porque no quería ir, me hace sentir algo tonto. Solo espero que esta noche no sea un desastre. Miro mi teléfono, el que uso para cuando soy Solange, pero el teléfono sigue con la pantalla apagada.   

—  Ya voy— digo en voz alta. No sé si dijo algo o no pero ya tente mucho mi suerte hoy. Se supone que  Roseline me va a acompañar, pero no tenido noticias suyas desde esta mañana.

—  si no vienes en tres minutos, iré por ti, Rhys. Haremos esto por las buenas o por las malas, tú elige.

—  No tienes que ser tan poco gentil, estoy esperando una llamada, rose dijo que vendría conmigo y quedo de llamarme.  

—  Llámala desde el auto, ella esta grande para llegar por sus medios—  me dice, subiendo al auto. No es mi imaginación, esa es una indirecta para que me suba también.

—  esto no es justo ¿Por qué entre todas las fiestas que hay en la ciudad tengo que ir a esa? Era la única fiesta a la que si quería ir, y resulto ser la única a la que va también él—  murmuro, pinchando con fuerza la pantalla del teléfono. 

—  deja de quejarte como niño.

—  Tú no sabes nada—  suspiro. Ah, al fin encontré el número de rose—  Roseline, ¿quieres que pasemos por ti?— sí, es la excusa perfecta para retrasarme.

—  ah, Rhys, que bueno que llamas, ¡se me había olvidado! Pero no puedo ir, uno de los idiotas que tengo trabajando perdió un pedido, y envió algo que no era. Tenemos que trabajar extra para reponer todo el pedido.

 ¿es una broma?

—  no, lo siento. Será para la próxima—  ella cuelga. ¡Cuelga!  Todavía tiene la osadía de colgar cuando me ha dejado plantado. Pff, ya no tengo más opciones.

—  ¿Qué dijo?

—  no puede ir, tiene mucho trabajo. Oye, Tolya, ¿podemos regresar temprano? Estoy cansado y es mi único día libre, quiero dormir hasta tarde.

—  mañana no hay nada por la mañana. Regresaremos cuando sea educado hacerlo ¿entiendes? Nada de escapar antes.

—  No iba a hacerlo—  sé que estas reuniones son importantes y nunca he arruinado nada que tenga que ver con trabajo o con la oportunidad de tener un nuevo papel. ¿Por qué me habrá invitado Naomi? El teatro no esta tan ligado a la música, mi obra no está ligada para nada con ella, como para que recibiera una invitación. ¿Querrá hacer alguna propuesta?  Como sea, la rechazare, no puedo… no me hare esto.  

Nos dirigimos a un salón, no a la escuela como había pensado.  Un pequeño cartel anuncia lo que hay hoy. ¿Por qué? es un evento privado ¿Por qué anunciarlo si no van a dejar  entrar a nadie de todos modos? Ah, como sea. Ojala pudiera ocultarme, quedarme en un rincón sin que nadie me reconozca, no tengo ganas de socializar.  Entro sonriendo, y ya estoy recibiendo saludos de medio mundo. Diga lo que diga Tolya, me iré pronto, ya me vieron y supieron que vine, ¿a quién le importa si me quedo  o no?   No soy el centro de atención tampoco, no es mi fiesta.

—  ¿Rhys? Vaya, no esperaba encontrarte aquí.

— Konrad, diría lo mismo, pero es algo obvio porque estás aquí. ¿Hablaste con él?

—  si,  por eso estoy aquí.  El chico tiene talento, no cabe duda, aunque… no sé si este listo.

—  ¿listo? ¿Para tocar? lo está.

—  me parece un poco nervioso. ¿Está a la altura para soportar la fama?—  buena pregunta, me gustaría decir que sí, pero a Elián le falta mucha confianza.

—  lo está.

—  ya lo veremos. Por cierto, me debes un papel en una de  mis obras, supongo que el director no le molestara que seas el actor principal—  hago una mueca. No quiero hacer nada fuera de Shakespeare, ¿Dónde quedo el lado romántico y soñador y trágico de la vida? Las obras nuevas no lo capturan igual.

—  hablaremos de eso después ¿No? por ahora tengo mucho trabajo con la obra.

—  sí, entiendo. Yo también estoy apenas viendo el presupuesto que usare, y a que actores quiero. No me han mandado el libreto completo, así que… cuando este todo listo te llamare. O iré a tu casa si invitas a Roseline también.

—  claro…

—  Fui a verla hace días, a tu obra me refiero—  me dan ganas de suspirar. Si fue a ver a Roseline no me importa mucho—  tengo muchas ganas de verte haciendo otro papel que no sea un loco romántico de hace quinientos años.

—  ¿Por qué todos dicen eso? me encanta Shakespeare. Todos olvidan que también he hecho el fantasma de la ópera, y varios musicales también.

—  los miserables, sí. No es muy reciente que digamos. Nunca has hecho nada del siglo veinte, Rhys.

—  Lo sé, ¿y? a todos les gusta lo que hago—  Konrad ríe, negando con la cabeza—  además, yo decido en donde actuó.

—  ¿Cómo encontraste a este chico?

— Coincidencia—sonrió, no le diré como y porque le encontré.  Mientras hablamos, vamos caminando, paseándonos por la sala.  Un grupo de personas nos detiene, a Konrad mejor dicho. Le vi, me pareció ver a Elián… ¡Ahí está!  A solas, casi detrás de un pilar, mirando a las personas como si fuera un conejo asustado. Esto está mal ¿está hiperventilando? Dios, espero que no—  disculpa—  murmuro, alejándome del grupo.

—  Rhys…

—  Ahora no, estoy ocupado—  paso de largo. Necesito… ah, excelente: un balcón.  O terraza, no lo sé, pero no hay nadie y me puedo ocultar un poco ahí.  Si esto no fuera una emergencia, no usaría jamás mi teléfono propio, no el de repuesto, para llamarle a Elián.  Vería todos los pros y los contras de hacerlo.

—  ¿Quién es?   

—  te vez algo nervioso, Elián ¿has olvidado respirar?— le veo alzar la cabeza—  debes respirar. Relájate.

—  Solange… no estoy nervioso—  escucho decir—  un poco, pero porque las cuerdas están un poco gastadas, quizá se rompan y no traje repuesto, muy tonto ¿no crees?

— no, no lo creo. Te ves bien hoy, todos esperan que toques—  le veo ponerse derecho, muy tieso.

—  ¿estás aquí?

—… quizá sí. Estas usando la corbata que te regale— esto es un juego bastante entretenido. Veo como se pone a ver entre las personas.

—  ¿Dónde estás?

—  Es mejor ser rey de tu silencio que esclavo de tus palabras.

—  no me lo dirás. No te veo.

—  no traigo la máscara, Elián—  me reclino en un pilar, y saludo a algunas personas. Me siento… feliz, supongo. Extrañaba estas cosas con Elián.

—  entonces, ven. Hablemos—  niego con la cabeza, ah, idiota, él  no puede verme.

—  no. aun no es momento. Elián, me aleje para estuvieras feliz  haciendo lo que te gusta—  Elián se escucha relajado, más de lo que parecía cuando le vi. ¿Me equivoque?  Es gracioso que estuviera tan desesperado por hablarle, que me convencí de que él necesitaba algo de apoyo. Hay muchas personas aquí ¿Qué me hace tan especial?

—  oh… pero, Solange ¿podemos hablar al menos?  Quisiera…— ¿hablar? Dios, sabía que no tenía que hacer esto.  Quiero hacerlo, quiero hablar con él en persona ¿Qué tan idiota soy? eso no me detiene, lo único que me detiene es que no sé cuándo tenga tiempo libre.

— eso es algo complicado ahora. No mentí cuando dije que iba a estar ocupado ¿puedo confirmarte después?

—  Bien—  no se escucha complacido.

—  tienes que tocar. Adelante—  Aaahh, ya fue mucho. Cuelgo el teléfono y le quito el volumen. Mientras no responda, todo está bien.  Desde donde estoy puedo ver como Elián dice algo al teléfono, le mira  molesto y luego lo guarda. No ha visto a Naomi acercándose a él.  Entro, paseándome cerca de la mesa de bebidas, me quedo ahí, bastante alejado pero aun puedo verle.  Lydia le saluda, agitando la mano. ¿No tocara hoy? No parece. La otra chica, la morena, si trae su violín.  Naomi hace la presentación, el agradecimiento y luego hace que se acerca un chico con un chelo y comienza a tocar.   

Estas reuniones son extrañas, pues como norma no hablada, todos guardan silencio. La amiga morena de Elián toca  primero, una interpretación impecable. Espero que sea solo mi imaginación y Elián no esté tan pálido como lo veo.  Ishani termina con un movimiento lento y una nota larga. Es el turno de Elián, da unos pasos adelante y se convierte en el centro de atención.  Que lo haga bien… solo que lo haga bien. Vamos, vamos… cierro los ojos, esperando lo peor. La música llena la sala.

— Va bien—  Konrad se para a mi lado, con una copa en la mano. Elián tiene los ojos cerrados ahora, me hace sonreír. La melodía es lenta, un poco triste, melancólica, tranquila. Un sonido bajo, que aumenta y vuelve a bajar y a subir hasta ser un poco insoportable para apagarse, e iniciar con una melodía más animada—  Wow, ¿conoces esa canción?  

—  ill trillo del diavolo—  sonrió.  Es... increíble. De entre todas las canciones que pudo tocar, está intentando una difícil, una que no había tocado nunca y por si fuera poco, una que yo le mostré.

—  Rhys…

—  Lo siento ¿Qué?— ni siquiera le estaba poniendo atención a Konrad.

—  que es estupendo. Me gusta, es diferente a lo que ves en un concierto de este tipo. No sé mucho de violines, pero eso que hace parece complicado.

—  muy complicado.

—  encontraste algo interesante aquí ¿eh? Gracias por decírmelo. Ahora, sin duda tendrás que actuar en una de mis producciones.

— Shh, calla. Déjame disfrutar de la música—   ¿va a tocar todo lo que dura la canción?  Nunca le he visto tocar mucho tiempo, aunque sé que puede. A mí me da lo mismo mientras pueda verle tocar, porque verle tan concentrado en crear música es todo un deleite. 

—  en serio que tiene mucho futuro con algo de trabajo. Quizá un poco de originalidad, ¿un dueto? O puede conseguirse un compositor. Sí, eso me gusta más, haría famosa a otra persona. Elián puede tocar lo que se componga—  no es una mala idea.  Elián termina mucho antes del tiempo que dura la versión completa, pero qué más da, le quedo magnifico.

—  Qué alivio…— lo hizo, y si tuvo algún error no lo note. Todos parecen complacidos con eso, incluso Elián, sonríe, bajando el violín.  Todo quedo de maravilla…

Varias personas se acercan a felicitarle,  Naomi le da unas palmadas en la espalda, una mujer ¿su madre a lo mejor? Le abraza y le besa en las mejillas. Elián sonríe, habla emocionado. Nunca le había visto tan feliz. Lydia también le abraza, deja sus brazos sobre los hombros de Elián mientras hablan. Es toda una escena de alegría y felicidad, algo que pasa comúnmente en esas situaciones. Pero yo no estoy feliz.  Es un cuadro bonito, ¿y donde quedo yo?

Estoy celoso,  porque quiero ir también y felicitarle como ellos, pero no puedo. Es muy deprimente quedar de más.

—  Te estaba buscando—  Tolya. No le he visto desde que entramos.

—  ¿podemos irnos ya? me siento cansado.

—  Aún es temprano…— mi teléfono vibra, y me distraigo de lo que me está diciendo.

« ¿Escuchaste? ¿Qué te apareció? »

«Tan esplendido como siempre » escribo, mirándole entre las personas. No me está viendo, y aunque lo haga, no pasa nada, no soy el único que trae teléfono aquí.

« ¿Quién eres?  No creo que seas como la mayoría de los que están aquí.»

« ¿Intentas adivinar quién soy?»  Sonrió. No sé que estamos haciendo, pero, diablos, no voy a detenerme ahora. Tolya me toca el hombro, y le hago un gesto para que espere.

—  ¿quieres esperar un momento?

—  Eres un caso  perdido—  murmura algo más sobre que no sabe que hará conmigo, pero la respuesta de Elián llego.

« Si me dices donde estas…»

« ¡Claro que no! »

—  ¿Quién es?

— Es algo importante—  Tolya suspira, esta de mal humor, ¿Qué hice ahora? si es porque hace cinco minutos me quería ir y ahora no, pues…— espera un momento más.

«Solange, ¿de verdad vas a llamarme? ¿Nos vamos a ver pronto?»

—  ¿Qué pasa?

—  ¿Tengo algo que hacer mañana?— mañana es sábado, y solo hay dos funciones por la tarde. Tolya no me pone mucho trabajo los fines de semana, porque suelo comer con rose o tomar la mañana libre.

—   comida con Roseline, las funciones del teatro…

—  ¿en la mañana?

—  Nada—  umm… esto…  soy un idiota.  Sabía que no tenía que hablar con Elián, ni con nadie. Sé que no debería hacer nada de esto, no debería nunca haber hablado con Elián. Es difícil negarme a una petición, de cualquiera que sepa que necesita ayuda en realidad, aunque sepa que me hará daño. Quizá por eso mis relaciones no duran mucho.

  «Te puedo ver en el mismo lugar que siempre, a las doce»

— cancela la comida con rose. Pasa por mí a casa a las cinco para ir a la función—  Tolya me mira, se limita a asentir—  podemos irnos ya.

— No sin despedirnos— deseo hacer una mueca, como niño pequeño. Solo que tengo demasiados años para hacer un berrinche, me limito a asentir. La que nos invito fue Naomi, de cualquier modo solo agradezco y ya. Camino tras Tolya, esperando alguna respuesta de Elián.

—  Rhys, ¿Cómo has pasado la noche?— Tolya se queda atrás mientras le extiendo la mano a Naomi y le beso la mejilla a modo de saludo.

—  estupenda. Tienes chicos muy talentosos.

—  por supuesto. Me alegra que vinieras. Ah, lo olvido, tú debes conocer a Konrad ¿no? él está en contacto con uno de los chicos que tengo. ¡Elián!

—  ¡No, no, no! ya tengo que… solo venía a despedirme—  ¡Pero Elián ya viene! Dios, ¿Qué hago? ¿Qué hago? Elián camina hasta nosotros, el estómago se me retuerce de forma desagradable, y joder, me siento un maldito adolecente.

—  ¿sí?

—  Te quiero presentar a Rhys Feraud, es un actor muy renombrado en Broadway—  Elián no me conoce, Elián no me conoce. Debo recordarme eso, no puedo actuar como si nos conociéramos. ¿Cómo actuó ahora? Actuar… si, actuar.   

—  ah, si…  un gusto—  me dice. Vamos, salúdalo. Tomo su mano en un apretón cordial.

—  el gusto es mío. Escuche tu recital, fue muy hermoso, me atrevería a decir que quede fascinado—  no, eso no. eso no. estoy casi en pánico, y lo que me salva es que se actuar. Debo parecer tranquilo. Naomi sigue a su lado, sonriendo, así que creo que todo está bien.  

—  Gracias—  ah, no tenía caso ¡Elián ni me está prestando atención! podría ponerme a reír como loco, y por fin me relajo. No sé qué es lo que está buscando Elián, sus ojos ven más allá de mí, se mueven entre las personas que andan por ahí.   ¿Sigue buscando a Solange?

—  estaba por irme, espero me disculpe.

descuide.  Gracias por asistir—  ah, mi peciado violinista, si tan solo supieras.

—  Espero que nos veamos de nuevo—   Sigo sonriendo cuando entro al auto. ¿En serio es tan difícil darse cuenta? Bueno, supongo que un poco si Elián es tan distraído. Estoy de buen humor, a pesar de que le veré mañana ¿Qué querrá decirme? Hace un tiempo que no nos vemos, y según yo todo había quedado arreglado. Había creído que lo de Elián había terminado, aunque todavía le quiero, no esperaba que nos viéramos a solas. Quizá esta sea la última oportunidad para aclarar todo de una vez.

 

Así que aquí estoy. Aun faltan diez minutos para la hora, y se me hace eterno esperar. Estoy nervioso. La ropa me está dando calor, fue un error ponerme esta hoy. No creo que haga tanto calor. Ya viene. Sigue caminando hasta mí, no soy muy difícil de encontrar cuando traigo estas ropas y una máscara en blanco y negro.

—  Solange—  dice, se aclara la garganta—  me alegra que vinieras.

—  Tengo un poco de tiempo libre—  se queda de pie, con una expresión incomoda. Yo también estoy incomodo ¿Por qué me cito si no está cómodo conmigo?

—  ayer no te vi en el salón.

—  No llevo la máscara a ese tipo de eventos, creo que es muy inapropiado—  no me dice nada, aun luce incomodo— quizá deba irme.

—  no, espera… Tabita y los demás te extrañan.

—  ¿ah, sí? Estarán bien sin mí.

—  sí, pero aun así… ella estuvo llorando, y todos en serio te echan de menos. 

—  ¿Y tú, Elián?— cambia el peso de un pie a otro, no me mira. Ah, vamos, chico.

—  supongo que también. Es fácil notar que no estás, cuando eras el que hacía más alboroto… te extraño. Ah, no pensé que fuera a decirlo. Me ayudaste mucho, y aunque no pueda… yo no puedo… corresponder… te aprecio…

—  ¡Usted no me quiere ni me ha querido nunca! ¿Por qué entonces con su actitud, con la alegría de su mirada, con su mismo silencio me permitió usted concebir todas las esperanzas?— ¿fue muy fuerte? Justo recordé esta frase con sus palabras, y aunque no quise decirlas a modo de reclamo, las tengo grabadas de ese modo por las veces que las dije en escenario. Elián me mira por primera vez,  con miedo luego, vuelve a mirar al suelo.

—  no fue mi intención. Lo siento.

—  lo sé. Entenderás que esta situación no es fácil para ninguno, así que es mejor que cada quien siga con lo suyo.

—  pero…  ¿Por qué así? Te dije que yo… tú tienes más tiempo con ellos, Ishani está dispuesta a tocar con ellos, y…

—  ¿y perder el lugar que conseguí para ti? Elián, está bien. No es para tanto… no tienes que ponerte triste, no soy el primero a quien rechazan, no es el fin del mundo y para nada debes sentirte culpable.

—  Ni quiera se que siento. Me agradas, quiero que vuelvas, pero está mal… lo que dices, lo que quieres… no está bien—  eso me hace reír, y con ganas. ¿Cuántas veces lo he oído ya?  “está mal” “no es natural” “somos hombres”

—  ¿Por qué?—ah, debo respirar…— ¿Por qué está mal?— Elián me ve, no dice nada, pero su expresión de angustia me lo dice todo—  ¿Quién dice que está mal?

—  todos…

—  ¿todos? ¿O solo tú? Conozco muchas personas que no piensan eso, y no salen con gente de su mismo sexo. Elián, solo somos personas.

—  no entiendes…

—  creo… que entiendo perfectamente.

—  ¿Cómo podrías? Eres tan… tan… insoportablemente feliz. Nada te preocupa, ni te da miedo—  ¿eso piensa de mí? Ah, Elián, Elián.

—  Claro que tengo miedo—  le interrumpo. Ahora todo está más que claro. Y es justo lo que me temía desde el principio. Le tomo el rostro con firmeza, ignorando su mirada aterrada—  De lo que tengo miedo es de tu miedo le beso la frente.

Como odio esta mascara. 

Notas finales:

 

Ya se que no deberia dejarlo aquí, pero ¿Que seria la vida sin un poco de drama?

Nos leemos la siguiente semana.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).