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Appassionata por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

Espero que este capítulo les guste despues de lo que paso en el anterior n.n

 

*A due: A dueto, dos voces o intrumentos tocando juntos un mismo pasaje (Creo que esta claro, pero por sí las dudas)

Si alguien me hubiera dicho que algún día saldría corriendo de alguien, como protagonista de telenovela, no le hubiera creído ni aunque me pagaran.  Estoy del otro lado de mi edificio,  tendré que rodear para llegar, y ni siquiera sé si quiero llegar aún.  Me siento tonto y ridículo. ¿Esto es lo que llaman perder la paciencia?  Si es así, no me gusta.


Me siento tan cansado… avergonzado, molesto. Todo.  Quiero ir a cualquier lado y quedarme sin hacer nada.  Es… aterrador. Todo esto, llevar la contraria a mis padres, hacer eso con Solange. Golpearle y… besar… ¿en serio hice eso?  No quiero pensar en eso.   Porque pensar en eso significaría que yo siento… quizá sienta…


Me quiero morir. Ah ¿Cómo paso todo esto? mi vida se puso de cabeza. Ya no sé donde estoy, esta todo oscuro y no es porque sea de noche. Me siento en una banca, mirando al suelo. Esto no puede ser tan malo… ¡A quien intento engañar! Es terrible. Muy terrible.  Sé que es mi vida, y que no soy un adolecente para sentirme culpable por haberle dicho a mis padres que me quedaría tocando con mis amigos en central park, pero aun así me siento un poco mal por eso. Y luego podría estar sintiendo algo por un hombre a quien nunca le he visto el rostro.


Esto apesta.


—  ¡Elián!— genial, simplemente genial ¿Cómo puede empeorar esto? no me muevo. A  lo mejor no me ha visto, quizá me confunda con lo que sea que hay aquí.  Las  pocas esperanzas que tengo se evaporan cuando escucho los pasos apresurados detenerse cerca, y luego caminar despacio hasta donde estoy—  ¿estás bien?— carajo.  Nunca había querido ser tan invisible como ahora—  oh, dios. ¿Estás bien? dime que no estás llorando. Me sentiré muy mal si estas llorando.


—   idiota, no deberías sentirte mal, no es tu culpa. ¡Y no estoy llorando!


—  ah, menos mal—  siento que se deja caer a mi lado, la tela de su ropa roza mi mano—  ¿estás bien?


—  no sé.


—  umm. Lamento haberte molestado, no tenias que hacer eso si no querías.


—  he tenido un asqueroso día, solo remate contigo—  murmuro. Ya ni siento nada. Estoy agotado física y mentalmente.


—  aun así no tenias que forzarte a hacerlo.


—  es peor, no me forcé. No estaba pensado, solo lo hice y ya.


—  ¿Quieres contarme que paso?— no quiero, pero mi boca se abre sin pensar, y me encuentro contándole a Solange  todo… todo.


—  mis padres no quieren que venga aquí. Dicen que es una pérdida de tiempo. Me di cuenta de que siempre hago lo que me dicen, siempre trato de no decepcionar a nadie.


— Eso es agotador


—  Nunca había… discutido así—  ni siquiera fue una verdadera discusión—  les dije que me quedaba, y salí de casa. Luego estaba pensado en que siempre hago lo que dicen… y me tope contigo.


—  ah, vaya. ¿Y estabas molesto conmigo también?


—  ¡Con todos! Y si, contigo también. Si vas a salir con Lydia hazlo de una vez y deja de causar tantos problemas—  me enderezo con brusquedad, mirándole molesto. O con toda la molestia que puedo sentir ahora.


—  ¿Lydia? ¿Problemas? Yo no quiero salir con Lydia. Es bonita y eso, pero…


—  tú le gustas. O eso dice ella.


—  ah… ¿te molesta?


—  no. le dije que le iba a ayudar a estar contigo, pero no lo necesita al parecer. Estaban muy cómodos hablando estos días.


—  Tiene buenos temas de conversación, y es difícil negarse a hablar sobre teatro si alguien lo menciona—  su tono suena avergonzado—  no pensé que te molestaría.


— No me molesta—  hay un silencio. Ahora me siento incomodo, volteo al cielo, oculto tras las ramas de los arboles. Hojas y ramas es todo lo que veo.


—  ¿Por qué…? ¿Por qué fue ese beso?— buena pregunta. Ni siquiera yo lo sé bien.  Es tan confuso.


—  no lo sé. No quiero… yo no quiero—  que ridículo. Suspiro para intentar controlar mi voz—  no quiero salir con un chico.


—  ah.


—  lo siento.


—   entonces, tu problema es que no quieres salir con chicos, no tiene nada que ver conmigo.


—  eh, sí, porque tú eres un hombre, y yo también lo soy.


—  lo note. Pero no tienes nada contra mi persona en sí.  No dices que soy desagradable, que te molesta algo que hago. Ni te enfada que te coqueteara porque sea yo, sino porque soy un hombre. Ese es tu problema—  creo que es muy obvio. No tengo nada de decirle nada, y me quedo callado.


—  ¿y que si es eso? no cambia nada, Solange.


—  No existe nada bueno ni malo; es el pensamiento humano el que lo hace aparecer así.  Te lo he dicho muchas veces.


—  ¿más Shakespeare? No creo que sea buen consejero—  le oigo reír—  y no me habías dicho eso nunca, mentiroso.


— no con esas palabras. Elián… me gustas, y pienso que te atraigo, o al menos estas interesado.  ¿Por qué sigues negando lo obvio?


—  porque no quiero estar enamorado de un hombre. Mucho menos de uno a quien no conozco.


—  pero si me conoces. Y, mi preciado violinista, el amor no es cuestión de elegir. Solo pasa. No hay un quien, ni un cómo ni cuándo. Solo pasa.


—  Solo pasa—  repito. Tiene razón, es ilógico lo que estoy diciendo, pero aun lo niego. Quiero seguir en  negación.


—  no dejes que pasemos. Podríamos estar ahora juntos, hablando sobre lo que nos gusta, tomados de la mano. Podríamos dar la vuelta por ahí, hablando de no se… cualquier cosa.


—  ¿Qué idea tienes de esto? somos hombres.


—  ¿Y por eso no podemos?— no tengo ni la más mínima idea de cómo debe ser una relación entre dos chicos. ¿Qué tan diferente es a estar con una chica? Con una chica sales a cines, la llevas hasta si casa, tienes gestos amables con ella y esas cosas. Pienso que llevarle flores a un hombre… iugh, para nada.


—   no lo sé. No me veo llevándote flores—  esta vez suelta una carcajada escandalosa.


—  alguien me dijo algo parecido cuando le dije que quería conseguir un regalo para ti. ¿Qué quieres hacer, Elián?— pronuncia mi nombre despacio.  ¿Qué quiero hacer? Sé que me quiero quedar con ellos, tocar en central park y seguir asistiendo a clases de composición.  Sé que no me gusta mucho que Lydia  coquetee con Solange, sé que quiero hacer ahora lo que yo quiero. Por primera vez, quiero hacer lo que yo quiera.


 —  ¿Cómo sé que ellos no tienen razón?  Mis padres, los demás… ¿y si esto termina mal? ¿Cómo sé que no será un desastre? ¿Qué no terminare arruinado mi vida?


—  a menos que puedas ver el futuro, no puedes saberlo. Y eso es lo emocionante de esto, que no lo sabes.


—  no sé si lo describiría como emocionante.


—   Elián, nunca he querido presionarte ni imponer lo que siento. Pero creo que esto será muy agotador para los dos.  Sabes mis intenciones, creía conocer las tuyas, aun creo que las conozco, pero si tu no las conoces…


—  siempre sabes mas de mí que yo—  me mira, ladeado la cabeza. No le respondí lo que quiere oír. Y sé que está esperando esa respuesta—  tengo miedo.


—  está bien. Tener miedo no está mal y no es algo para avergonzarse.


—  Pero si salir con…— su mano me tapa a boca.


—  No. Eso jamás debe ser motivo de vergüenza—  su mano baja acariciando mi mejilla, hasta mi mano. La deja ahí, sobre la mía,  las miro. Se siente raro.


—  Tengo miedo—  ¿Cómo no tenerlo? Esto es nuevo, lo nuevo muchas veces es atemorizante. Pero si sigo haciendo lo que me dicen todos, y no lo que yo quiero…


—  ¿Qué es lo que quieres, Elián?


—  yo… no se… no tengo idea de cómo... podría salir contigo. Ni con un hombre, en realidad—  qué vergüenza, el clima fresco de pronto se puso algo acalorado—  y no sé si quiero que los demás sepan que…


—  ¿sepan qué?


—  nada.


—  Vamos, dilo—  él se está divirtiendo de lo lindo. Inhalo, mirando de nuevo arriba.


—  no quiero que sepan que estoy… con… no puedo decirlo.


—  ah, bueno. Entonces te lo pondré de esta manera: sería un placer que aceptaras salir conmigo, Elián Chaudret—  casi me hace reír.


—  quítate la máscara.


—  ah, por favor. Lo hare, lo prometo, pero aun no es el momento, mi preciado violinista—  ha dicho eso antes también. Retiro mi mano, no estoy molesto pero tengo curiosidad.


—  ¿Por qué?


—  quizá sea un poco egoísta de mi parte, pero… temo que si me ves ahora, cambies de opinión. Prefiero esperar un momento más adecuado.


—  los demás pensaran que estoy demente si digo que sí. No te conozco mucho, nunca he visto tu cara—  pero me hace reír, me hace sentir bien, y me gusta la forma en que se comporta con los demás, como actúa.  ¿No se supone que eso es lo que buscan todo en una relación? ¿Alguien que te haga sentir bien?


—  posiblemente sí.


—  aún tengo miedo. Siento que mi vida va a terminar.


—  es una nueva etapa nada más. Además, Elián, creo que no te he dicho, pero salir con un solo chico no te hace gay.


—  ¿Con cuántos entonces?— Solange suelta una carcajada. ¿Estoy bromeando? Vaya, eso es culpa de Solange. Me he relajado, me siento cómodo. Me rio, no tan fuerte como él.  El suspira, recargándose en el banco.


—  no lo sé. Pero no uno. ¿Te gustan más chicos y no lo sabía?


—  ¡No!


—  ¿te gusto yo?


—  no sé. Quizá—  él se endereza.


—  Cierra los ojos—  no lo hago, me quedo mirándole, intentando ver sus ojos. Su mano se alza, y  cubre mis ojos. Esto… ah… mi pulso se dispara, porque se lo que sigue. Esto es lo mismo de aquella vez. Me quedo inmóvil, casi ni respiro. El tiempo se me hace eterno, hasta que sus labios rozan los míos, primero despacio, un roce que me hace cosquillas en todo el cuerpo.  Me dejo llevar sin pensarlo mucho. Esto está bien ¿no? de ningún modo puede estar mal. No se siente… incorrecto.


—  umm… Solange…


—  ¿Qué?


—  no se… esto es…


—  ¿no te gusta?


—  es extraño.


—  el mundo no se acabo ¿lo ves? ¿Lo hago de nuevo? Quizá ahora si aparezca fuego y comience a temblar—  se me escapa una risa.


—  No veo nada—  sus labios tocan los míos  otra vez, y otra. Tengo miedo, esto es aterrador. Pero… también es fácil dejarse llevar—  no puedo creer… estoy besándome con un hombre.


— si… eso puede ser un cambio drástico.


—  ¿Qué van a decir los demás?— murmuro. Me siento mareado. Tener los ojos cerrados no ayuda. Solange parece entenderlo, porque su mano se aleja, parpadeo muchas veces para volver a ver con claridad.


—  ¿Y a quien le importa? ¿Tú crees que a todas las personas les va a gustar tu música?


—  eh, si.


—  qué lindo eres. Así como tendrás admiradores, tendrás críticos. No solo tú. Todos. ¿Y qué? ¿Vas a dejar de tocar solo porque a unas cuantas personas no les guste?


—  No—  entiendo a donde va.


—  Pues es igual—  no es igual, si toco puedo tocar en otro lado, si no me equivoco no pasa nada. Si esto es un caos, lo recodaran seguido—  Elián—  su mano acaricia mi mejilla, me hace  mirarle. Miro los ojos vacios de la máscara— no me importa mantenerlo en secreto.   


—  ¿Qué?


—  si no estás cómodo con esto, no me importa que nadie más lo sepa.


—  pero…


—  Si no te sintieras aunque sea un poco atraído por mí, por más educado que seas, me hubieras golpeado o dicho algo más de lo que me has dicho—  Aah, no  puedo mirarlo.  Tiene razón, ¡Claro que tiene razón!— así que ¿Por qué no dejas de negarlo y solo vives?


—  Es fácil decirlo—  Solange ríe, entrelaza nuestros dedos.


— asumiré cómodamente que así es. Ahora… deberíamos irnos. Por más lindo que esto esté, tengo que hacer cosas, y no pienso dejarte solo aquí—  se levanta, jalándome con él—  ¿puedo acompañarte a tu casa?


—  No—  respondo rápido, sin pensar.


— Bien—  me muerdo el labio, no quería ser tan brusco, ¿se molesto? La mano de Solange sigue sujetando la mía.


—  no… yo… ah…


—  ¿Qué?


— Nada—  balbuceo.  No hay muchas personas caminando por aquí aunque es temprano. Cada que nos cruzamos con alguien, me acerco a Solange, ocultando nuestras manos. Cuando veo la calle concurrida, intento soltarme. Sus dedos sueltan los míos sin problemas—  me voy por aquí.


—  oh, bien. Nos vemos mañana—  dice, agitando la mano como si no hubiéramos estado tomados de la mano, ni besándonos hace cinco minutos.  Cruzo la calle, y luego volteo. Él ya se está alejando, caminando entre las personas. Esta loco, en serio…


Estoy muy… confundido. No se dé que otra forma explicarlo.  Es como si hubiera entrado a otro mundo o este soñando.  Entonces ¿ahora estoy… saliendo con Solange? ¿Es mi… mi… mi…?  ¡Imposible! ¡No puedo decirlo! Lo que es más, esto está mal ¿Cómo acepte tal cosa? Noo, ¿aun puedo regresar y decirle que esto no debió ser así? Fue... Esto... ¡Esto es un mal entendido!


—  Wow, Elián, ten cuidado.


—  lo siento.


—  ¿paso algo? Llevas mucha prisa—  Ishani se asoma tras Joshua. Los dos me ven algo preocupados.


—  no… solo… creí que había olvidado mi violín en casa de mis padres. Pero ya recordé que no lo lleve—  sonrió. ¿Qué estaba haciendo? Aunque no quiera salir con Solange, esta no es la manera—  lo siento de nuevo.


— Descuida—  me doy la vuelta, derecho a mi departamento y casi corro el trayecto que me queda. Ah… este día ha sido muy de locos. Me dejo caer en sofá, y mi mano da con mi teléfono justo cuando está entrando un mensaje. No conozco el numero, pero cuando veo el mensaje…


—  ¡Idiota! ¿Qué voy a hacer con esto?—grito, aunque esto no funcione así.  Llegan más, y más mensajes. ¡Y todos son links de páginas con nombres como “no soy gay pero me enamore de un hombre” o “Creo que me atrae un chico, pero soy hombre”!


Ah, no tienen caso. De pronto la temperatura de aquí aumento como diez grados.  Es un idiota. Solo porque no tengo otro teléfono no hago una rabieta con este. ¿Cómo voy a dormir ahora?  Dejare esto y me iré a dormir. Ya es suficiente.  Mi mano choca con el estuche del violín, y recuerdo todo la conversación con mis padres, de hoy, de otros días.


Quince minutos después, estoy leyendo algunos de los enlaces que me mando Solange.


 


Llego tarde… muy tarde. La carpa ya está montada, y todos vestidos. Dormí mal y cuando desperté, ya era tarde.  Desde entonces, es tarde para todo.


—  ¡Lo siento! Estaba algo ocupado.


—  Vamos, vamos—  Luka es quien habla, los demás siguen ocupados en sus asuntos—  ya casi es hora.


—  enseguida estoy en eso.


—  Deberías respirar un poco antes ¿no?— pego un brinco, y luego escucho una risa.


—  Solange, no te vi…— la máscara de hoy es blanca, con líneas azules y doradas, formando cuadros y líneas curvadas y elegantes. Hoy puedo ver sus ojos, que me observan con alegría.


—  llegaste corriendo, me sorprende que no te cayeras por el camino—   habla tan casual… yo siento que me estoy poniendo rojo y no me sorprendería si empiezo a balbucear y decir tonterías—  oh, tienes algo en el cabello.


—  ¿Eh?— su mano se alza, como si no fuera nada del otro mundo, y me parece que se toma más tiempo del necesario tocando mi cabello.


—  Ya está—   sus ojos se entrecierran cuando me muestra una ramita.   Balbuceo un “gracias”, mis mejillas arden.  Una tos cerca, muy cerca. ¿¡Nos estaban viendo?!


—  Solange, Evania dice que ya puedes ir a traer público.


—  bien. Vuelvo enseguida—  nos hace un gesto de despedida y le veo caminar hasta las personas que andan por la calle central. Esto es genial, de entre todas las personas que hay aquí, tenía que ser Luka quien  vinera ahora. Aunque, no estábamos haciendo nada extraño, no puede saberlo, no hay forma.


—  Así que…— siento su mirada clavada en mí,  fingiré que no pasa nada. No pasa nada. Oh, creo que mi violín esta desafinado—   ¿tú y Solange…?


—  ¿Qué?— Noooo. ¡No puede ser tan obvio! Luka se pone a reír.


—  tu cara esta roja. Y Solange está de buen humor. Demasiado. Vino hacia ti apenas llegaste, y tu cara ahora es muy poco convincente si quieres mi opinión. Si un día juegas y apuestas en póker,  invítame ¿quieres?


—  ¿Qué eres?


—  ¿de qué hablas? Solo soy un auditor. ¿Entonces están saliendo?— le entrecierro los ojos, y luego suspiro.


—… no se… eso creo.


—  oh, ¿era un secreto? Descuida, no le diré a nadie. Pienso que es divertido, tú eres muy nervioso, tanto que roza en lo gracioso.  Solange tuvo mucha paciencia ¿no? él me agrada, así que… no lo hagas muy difícil ¿vale?


—  ¿Qué?— ¿eso es una especie de amenaza? ¿Cómo cuando los hermanos dicen eso a los novios de sus hermanas o algo así? Luka se gira a mí, sonriendo.


—   Entiendes lo que es una pareja ¿no? solo eso—  me dice, y se va. No entiendo nada. Creo que solo está preocupado, aunque no lo imagino porque para empezar ¡Esta preocupado por Solange! ¿Por qué está preocupado por él?  Temo más por mi propia persona que por lo que pase con Solange si sale conmigo ¿Qué piensa que le hare? Como si pudiera hacerle algo. Solange es más alto que yo, no por mucho, y también es más fornido que yo. Parece que es fuerte, o más que yo al menos sí, tocar el violín no requiere mucha fuerza. Y sin duda, es mucho más extrovertido que yo. ¿Qué puedo hacerle yo?


Mientras toco, le veo, hablando dramáticamente en su escena. ¿Qué dirían las personas de aquí si supieran que sale con un chico?  


Me saluda a veces, cuando no está actuando, su mano se alza y me saluda, me levanta el pulgar. Cuando termina, se dirige a mí. Los demás aún se están despidiendo.


—  ¿esas también son tuyas? Las canciones.


—  no.  Son de Bach—  él se pasa la mano por su cabello, revuelto en rizos por todos lados.


—  No conozco toda la obra de Bach, prefiero Mozart o Beethoven—  yo también les admiraba hasta que conocí la música de Bach—  por cierto, ¿leíste lo que te envié?


—   Si—  siseo. Decirle que no me parece muy… cruel. Sé que no se estaba burlando de mí con eso— aunque casi muero de vergüenza solo de leerlo—  la verdad, también fue un poco relajante saber que esto no es tan raro como lo pensé al inicio.


—  oh… no pensé que fuera tan malo.


—  gracias. Aun no estoy seguro de todo esto—  miro a las personas alejarse.


—  lo sé. No importa—  sus dedos están muy cálidos cuando giran mi rostro hacia él. ¿¡Va a besarme?! ¿Delante de todos?


No lo hace. Solo me mira fijamente.


—  ¿p-pasa algo?


—  solo tómalo en serio, Elián—  susurra. Sus ojos se entrecierran de nuevo, como si estuviera riendo—  bueno, creo que tengo que irme ahora—  dice, ¿irse? ¿Por qué? me deja libre, y giro la cabeza. El hombre rubio está de pie, en el camino.  Solange me revuelve el cabello y se va corriendo, despidiéndose a gritos de todos.  Se aleja con ese hombre, parecen discutir mientras caminan.  


—  Elián, tenemos que recoger esto ¿podrías…?


—  Voy—  voy con Dante a guardar la poca utilería y después ayudo con la ropa. De vez en cuando miro por donde se fue Solange. Recojo mis cosas y me despido.  


Tómalo en serio… No lo hagas muy difícil.


Estoy intentando seguir mi propia vida, estoy haciendo algo que nunca he hecho, que nadie espera que haga. Incluso podría decir que estoy llevándole la contra a todos. Solange me hace sentir bien, es verdad. No sé si tanto como para… ser una pareja. Me estuve preguntando esta tarde lo que yo podría hacerle a Solange.  La preocupación de Luka me parecía infundada, vamos que es ridículo en pensar que yo podría hacerle daño a alguien como Solange.  Es más ridículo que me tomara toda la tarde y la noche  darme cuenta de que Luka no se refería a un daño físico. Ya sé lo que le puedo hacer a Solange:


Herir sus sentimientos. Puedo romperle el corazón.

Notas finales:

Un paso a la vez para elian, esta vez al fin dijo si. Ahora solo falta que lo mantenga y no se arrepienta pronto (?)

Gracias a todos los que siguen esta historia

Hasta la proxima semana.


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