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Appassionata por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo, vengo a dejarles mas amorsh <3

Solo adelanto que tambien esta cerca el momento en que se encuentren sin mascara de por medio n.n

 

 

Arpegio: La sucesión de sonidos de forma ascendente o descendente

La cancion mencionada: Dance of the goblings (Si, es complicada)

 La puerta se abre justo cuando termino la última nota. Naomi entra, mirándome con satisfacción. Ah, debió estar escuchando fuera. Me aclaro la garganta, bajando el violín.

 

—  Has estado practicando—  no es una pregunta.

 

—  sí.

 

—  no sabía que ya podías tocas temas como esos.  El tema de Bazzini es muy difícil.

 

—  ya he roto como una docena de cuerdas con esa.  Y no cuento las que use para la Sonata del diablo.

 

—  ¿Cómo fue que aprendiste esos?

 

—  un amigo…—  Muchos temas no los conocía, sé que debí conocerlos, pero es demasiado y yo prefería temas clásicos, muy clásicos y que estuvieran dentro de lo que podía hacer. Nunca salí de mi zona, hasta que paso todo esto. Solange me ha estado pasando tantos temas, no siempre las partituras, desde que tiene mi teléfono, me manda toda clase de cosas, mensajes de buenos días, artículos sobre tiendas de música, videos con sus canciones favoritas y canciones que yo debería tocar.

 

—   la semana siguiente es el fin de curso ¿crees que estés listo para tocar esta pieza?

 

­— ¿Dance of the goblins?— es la pieza que tocaba—  sí, creo que sí.

 

— creo que podrías tocar con alguien de último curso, para el acompañamiento. Recuerda que en vacaciones tenemos algunos conciertos, así que no te relajes mucho.

 

—  claro. No tengo planes de viajar, así que está bien—  tocar algo así en el fin de curso… esto es genial.  Naomi me sonríe, de seguro me ve con ganas de saltar por todos lados.

 

— tienes mucho talento, Elián. Me alegra que te dieras cuenta y no lo desperdiciaras—  no fui yo,  de no ser por Solange, por los demás… quizá esto de… salir, con Solange no sea una mala idea como pensé al inicio. ¿De verdad siento algo por él? ah, pero que tonto, claro que siento algo por él, si no fuera así, no dejaría que me besara, habría huido en el primer momento en que inicio con las insinuaciones, y no me pondría nervioso cada que le veo.  Eso es lo que me hace no ir corriendo a decirle que no quiero nada con él.  

 

—  Elián—  volteo a la puerta, ya estoy por irme y solo me falta guardar el violín. ¡No puede ser! es ella, Lydia—  ¿terminaste?

 

—  sí, ya voy a casa.

 

—… esto… ¿lo sabías?— demonios. ¿Por qué no puede dejar el tema por la paz? ¿Por qué no le pregunta a Solange?

 

Le voy a decir que no, que no tenía ni idea de lo que dijo Luka, pero ella… no me está viendo con reproche, ella solo quiere saber.

 

—  tenía una idea…

 

—  ¿ah, sí? pues yo no tenía ni idea. Solange no parece ser gay, aunque sí es muy excéntrico. Todos los chicos gay que conozco son bastante… afeminados.

 

—  creo que a Solange le da igual con quien sale, si le gusta lo suficiente.

 

—  ah… curioso. Bueno, es una pena…. o no tanto. Quizá aún tenga una posibilidad ¿no? ¿Crees que Luka estaba mintiendo? A lo mejor él está interesado en Solange, se conocen desde hace mucho.

 

—  ¡No, dios! Eso no es así—  Luka es un demonio, en serio me apiado de la persona que salga con él.

 

—  ¿no? Elián, tu sabes algo—  ella sonríe—  dime.

 

—  no sé, solo que bueno… ellos no…— no, ya estoy tartamudeando.

 

—  como sea. Se lo diré, a lo mejor si lo sabe luego comienza a interesarse en mi ¿no crees? cuando te enteras de que le gustas a alguien, luego eres más consciente de esa persona. Y eso me ayudaría.

 

—  Lydia… no sé si eso sea una buena idea.

 

—  ¡Claro que lo es! incluso podría ser la primera persona en conocer el rostro de Solange… Elián, espérame. Eso sería genial.

 

—  ¿y si no te gusta cómo luce?

 

—  hay cosas mejores que la apariencia. Yo pienso que mis sentimientos no cambiarían—  ¿de qué sentimientos está hablando? Tiene mucho menos de conocerle y creo que solo han hablado un par de veces, nada que amerite decir eso. Pero me preocupa lo que dice, eso de decirle a Solange. Entiendo su punto, es la persona que le gusta y es normal intentar de todo para estar con esa persona. Pero no me gusta. No me gusta la idea de que intente algo con Solange—  ¿piensas que funcionara?

 

— Posiblemente— murmuro. Ella no es mala, sé que también es inteligente, y bonita. También es agradable, y ya había pensado en la posibilidad de que sería una buena pareja para Solange. Ya no quiero que se le acerque si lo que va a hacer es coquetearle.

 

—  entonces lo hare.

 

—  no…

 

—  ¿dijiste algo?

 

—  No se lo digas—  la intensidad de mis sentimientos me abruma. Nunca había sido… celoso. Siempre dejaba que todo pasara, confiaba en los sentimientos de la otra persona. Ahora, no es que no confié en Solange, no confió en mí.

 

— ¿Elián?— Lydia intenta todo lo que puede para estar con la persona que le atrae. Solange paso por lo mismo también, no se rindió. Ellos han sido tan decididos, que… ocultar no me hace sentir bien.

 

—  yo…— debo poder al menos decirlo en voz alta. Vamos, vamos…

 

— ¿Te sientes bien?— muevo la cabeza. Solo es una frase, solo unas palabras—  Elián, ¿tienes fiebre?

 

—  no, no tengo fiebre.

 

—  quizá sea un resfriado, los días pasados estuvo haciendo frio. ¿Estuviste saliendo?

 

—  Lydia, escucha, yo… yo… no puedes decirle nada a Solange—  ¡Mi cara está ardiendo! ¿Por qué es tan difícil decirlo?  

 

—  ¿Por qué?— Murmuro algo que ni yo entiendo—  ¿Elián?— ¿se enojara? ¿Y si arma un drama aquí? no debí decirle que la iba a ayudar cuando sabía que Solange no estaba interesado en ella, si no en mí. Debí decirle eso ese día ¿no?

 

— nada…

 

—  me estas preocupando…

 

—  mira, Solange… él… y yo no quería… pero… ni sabía que…

 

—  ¿ah?

 

—  ¡Lo siento! No te vayas a molestar, en serio. Yo no tengo idea de que paso, y ni sabía que algún día terminaría saliendo con un chico porque a mí me gustan las chicas, pero…

 

—  oye, calma, no entiendo.

 

—  Estoy saliendo con Solange—  mi voz es apenas un susurro, pero ella me escucho, por la expresión que tiene, sé que lo hizo—  Lydia…— ella se aparta, no me mira con asco, como había esperado.  Parece aturdida. Sacude la cabeza, y luego se detiene y gira por el pasillo.

 

Ah, no salió tan mal como esperaba. Al menos no hizo un escándalo, ni me reclamo nada. Me siento un poco mal por lo que hizo, pero… estoy bien. Quizá porque no somos tan cercanos, y si lo pienso mejor, no tengo muchos amigos cercanos, ¿será igual con todos si les digo?  Arg, creo que es mucho pensar eso por hoy.

 

Aunque dije que no quiero pensar en eso, es difícil sacarlo de mi cabeza.  No sé lo que siento ahora.  Si esto fue así aquí,  decirles a mis padres queda fuera de discusión.  Doy vuelta en una calle que casi no uso, intentando despejar mi mente. Cuando estoy con Solange estoy tan nervioso que no puedo pensar si es lo que quiero o no.  Tengo miedo, maldición.   Vamos, tengo que respirar, respirar.

 

Ah…. Esta tienda. Me detengo y regreso unos pasos. Me pareció ver… sí.

 

—  ¿le gusta algo?

 

—  ¿Puedo ver esa?— la  mujer que atiende la tienda de antigüedades y curiosidades toma la máscara que le señale. Nunca había visto una en las tiendas,  solo en televisión.  No es  pesada. Tenía razón cuando le dije que cuando viera una le recordaría. Esta es…—la voy a comprar—  unos momentos después, sigo el camino hasta mi casa.  Comprarla fue sencillo, el reto está en dársela a Solange.

 

Dejo la bolsa en la mesa, donde no puedo verla. La máscara color blanco, con los labios pintados en negro y los ojos delineados, con un violín en tonos grises en una mejilla y una partitura en la otra, con notas musicales dispersas en color dorado, y el mismo dorado detallando todas las imágenes,  esa que no se si algún día podre darle.

 

 

 

 

 

No he visto a Lydia en dos días, no estoy preocupado, pero si comienzo a deprimirme un poco. Quiero pensar que el problema es que Solange le gustaba y no que yo esté con un chico. El problema es que termine con el chico que le gusta.  Ah, de verdad espero que sea eso.

 

—  ¡Elián!—  ¿ah? Alzo la mirada, ¡Solange está aquí!

 

—  ¿¡Porque estás aquí!?— todos, todos están mirando a Solange, de pie en la calle  justo en la entrada.

 

—  pasaba por aquí y decidí escaparme. ¿Te acompaño?— por respuesta camino más rápido.  No estoy preparado para que me vean con él—  Wow, más despacio.

 

—  lo siento. ¿De dónde escapaste? Tendrás problemas si estabas en algo importante.

 

—   ¿Qué es más importante que tú?— tonto. Miro a la calle, estoy empezando a detestar esto de sonrojarme. Me siento como una chica—  y  ya que estamos, ¿Qué te pasa? Has estado un poco decaído estos días. ¿Paso algo con tus padres?— él… está preocupado  por mí. 

 

—  no… no fueron ellos. Yo… le dije a Lydia sobre nosotros.

 

—  Ah, no la he visto últimamente. Espera, ¿¡dijo algo desagradable!?  ¿Por eso no ha ido?

 

—  ¡No! ella…— tomo aire, y suspiro—  ella quería… ella me pidió que le ayudara a acercarse más a ti, antes de que… pasara esto. Me dijo que estaba interesada en ti, y bueno… ella dijo que quería… confesarse. Se lo dije.

 

—  no entiendo.

 

—  le gustas a Lydia. Ella quería decírtelo—  pongo los ojos en blanco. No es tan difícil de entender.

 

—   no, eso sí lo entiendo. Lo que no entiendo es porque le dijiste la verdad, podías decirle que no me gustan las chicas, o que estaba saliendo con alguien nada más. 

 

—  Luka se lo dijo, pero ella aun quería decírtelo, dijo que iba a intentar algo más.  Y no se… no pensé que fuera… correcto.

 

—  ¿correcto?

 

—  es que… pensé que quizá si dejaba… ella… al inicio pensé que sería una buena idea, luego que quizá... ahora, me molesto pensar que lo intentaría.

 

—  tú… ¿no querías que ella se me confesara?

 

—  no ¿quieres pasar? Vivo en el edificio de enfrente—  Solange se queda de pie, no sé si me está mirando  o no — ¿Solange?

 

— Bien— cruzamos la calle.  No es raro que invite a alguien en mi casa, ¿verdad?   No nos topamos con nadie, y suspiro aliviado ya dentro mi departamento.

 

—  ¿quieres agua? O algo más… creo que tengo jugo, no tengo sodas y apenas iré por café… ¡Ah!— el aire se me va cuando Solange me abraza y me empuja hasta que caemos en el sofá y luego al suelo—  ¿Qué te pasa?—me duelen los codos y una rodilla. La sensación helada que le da a uno cuando está a punto de caerse aún no se va, y Solange esta encima de mí.

 

—  ¿siempre invitas a las personas que les gustas a tu casa? luces tan indefenso…

 

—  La mayoría de las personas no me ataca por la espalda—  él ríe—  mucho menos si dice que le gusto.

 

—  Con más razón si le gustas, ¿de qué otra manera podría terminar así?— su mano acaricia mi mejilla. ¡Aaahh!  No, no, no… intento empujar y levantarme,  ¡No puedo!— Elián, escucha.

 

—  muévete…

 

—  Shh, dime ¿crees que haría algo sin tu permiso? ¿Me crees de esa clase de hombres?—  no, no lo creo de ese tipo. Me dejo de mover, mirándole al escuchar el tono, un poco triste, que uso.

 

—  no creo que seas así. 

 

—  entonces no tengas miedo.

 

—  ¿Cómo hago eso? un hombre esta… tocándome—  él suelta una carcajada, amortiguada por la máscara—  ¡No sé qué demonios se supone que se hace con un hombre!

 

—  no hay muchas cosas diferentes: hacerle reír, ser atento,  pasar un buen rato juntos, hablar. Lo haces con una mujer o un hombre ¿no crees?

 

—  si lo pones así…

 

—  deja de pensar que somos hombres. Quiero besarte—  dice,  su mano se estira y toma algo el sofá. ¿Mi corbata? Las deje ahí anoche, pensando en cual debería usar para el día de la clausura.  Entiendo lo que quiere hacer y levanto la cabeza para que pueda cubrirme los ojos. Un suspiro tembloroso escapa de mi boca— tranquilo, no haré nada, confía un poco en mí.

 

—  estar así no me relaja mucho.

 

—  ¿sabes? hace unos momentos, me hiciste sentir muy feliz—  si quiere iniciar una charla para que me tranquilice no tendrá mucho éxito.

 

—  ¿sí?

 

—  me dijiste que estabas celoso de que una chica se me confesara, y luego me dejaste venir a tu casa. Estoy muy feliz.  Pensé que estabas haciendo esto para que te dejara de molestar, ya sabes, salir unos días y luego dirías que no funcionaba para ti—  su nariz recorre mi mejilla mientras habla, siento su aliento rozar mi piel.

 

—  Solange…

 

—  Me hace feliz que no sea así—  sus labios llegan a los míos, y mis labios buscan con ansias los suyos.  Mi cuerpo hormiguea,  más que de costumbre. Esto es diferente a los besos que nos hemos dado en los paseos. Estando aquí, soy muy consciente del cuerpo de Solange sobre el mío. Soy consciente de la forma en que sus labios se mueven y nuestras lenguas se tocan. Más de lo que me gustaría admitir jamás. Sus manos tocándome…  siento cada parte de mi cuerpo que toca con el de él ¿Cuándo tiempo ha pasado? No lo sé,  pudieran ser horas o solo minutos— Elián, la puerta está sin asegurar,  tampoco estoy impidiendo que grites, no tienes que estar tan asustado de mí.

 

— no estoy asustado de ti. Es… todo esto—  esta situación, tener los ojos vendados, que un hombre me esté besando, me siento un poco atrapado en mi propia casa.

 

—  entiendo. Quizá fui un poco rápido, lo siento, cuando te beso así, olvido que aún no estás acostumbrado a esto—  y sigue sin moverse.  Apenas estoy controlando mi respiración, y Solange sigue besándome. Mientras habla, junta nuestros labios, una y otra vez.

 

—  si… ¿puedes…?

 

—  Claro, claro—  Por fin se levanta, su mano me toma del brazo para ayudarme a levantarme, luego toma mi rostro y me besa otra vez. 

 

—  ¿Puedo?— toco la corbata en mis ojos.

 

—  Espera—  solo es un momento, luego jadeo cuando me sujeta de la cadera y me jala hacia atrás, siento que caigo, y lo hago, pero en algo suave: el sofá. Mi espalda pega con algo distinto. Algo cálido, que sube y baja despacio.

 

—  ¿Qué?...

 

—  listo—  mucha luz, pero eso no es lo que me preocupa, si no el estar sentado de esta manera con Solange.  Sus brazos siguen abrazándome y mi espalda reclinada en su pecho.

 

—  umm… ¿Solange?

 

—  ¿Qué?

 

—  Nada— ¿Cuándo fue la última vez que alguien se preocupó por mí?  nunca pensé en mí mismo como un niño mimado, aunque nunca me esforcé mucho por conseguir lo que quería cuando era niño, todos mis logros escolares si fueron por mí, mi esfuerzo me hizo ingresar en la escuela de música, y no solo ser hijo de alguien influyente.  Que alguien tenga este nivel de atención conmigo… se siente bien.  

 

—  Vamos, dilo—  no puedo decirle en que estoy pensando. Ya me sentí mal al saber que no confía en mí. Yo tampoco confiaría en mí.  Sus manos comienzan a moverse, causándome cosquillas.

 

—  yo… tocare la próxima semana en el acto de fin de curso. Así que… quizá nos tengamos que ver menos—  ¿¡Que está haciendo!?  ¡Sus manos están bajo mi camisa!

 

—  ¿Qué vas a tocar?— ¡No me hables tan cerca!

 

—  la… dance… with goblins…— mi voz es parece un chillido agudo—  a Naomi le gusto ¿Qué estás haciendo?— suficiente. Me enderezo cuando sus manos comienzan a bajar. Pero sus manos no me sueltan, no puedo moverme mucho, pero si lo suficiente para girarme y verle.

 

—  ¿Te molesta?—  ¡Se está burlando de mí!

 

—  es raro…

 

—  Ven aquí—  me suelta pero solo para atraerme a él, y quedar casi recostado a su lado.  Comienza a jugar con mi cabello—  ¿puedo venir a verte practicar?

 

—  no sé si sea una buena idea. No me gusta… distraerme—  él suelta una risita. Vaya, al menos tiene claro que es una distracción.

 

—  prometo que me comportare. Solo escuchare.  

 

—  Dijiste que estabas ocupado—  suelta un quejido.  Me siento mucho mejor así, aunque no me agrada mucho que estoy siendo tratado como una chica. No soy afeminado—  no tienes que venir si no puedes. Ah, la sala…

 

—  ¿Qué sala?

 

—  en casa de mis padres hay una sala especial para que toque. Cuando tenía algo importante, practicaba ahí. No he hablado con ellos desde… no sé, desde que…

 

—  ¿Estamos saliendo?— yo no puedo decirlo, así que solo muevo la cabeza para decirle que sí.

 

—  sé que no se lo tomaron bien, y se lo tomaran peor. Debo decirles que voy a tocar.

 

—  Elián, ya no eres un niño, no está mal que tomes tus propias decisiones y no debes sentirte mal si no les hace daño alguno a ellos. Elegir tu propio futuro no les daña. Que vayas a tocar en la calle no les hace mal, ni que salgas con un hombre.

 

—  Lo sé—  lo tengo muy claro.  Eso no hace que sea más fácil. No puedo moverme mucho en la posición en la que estoy, y cuando siento que ya ha sido suficiente, como una media hora después, me decido a hablar—  umm… Solange…— me tengo que apoyar en él para poder sentarme.

 

—  ¿Qué?

 

—  he pensado que… bueno… no se mucho de esto, pero no me gusta que… ammm, no soy una chica, y no me gusta mucho que me trates como una—  no dice nada ¿se molesto? Ah... no quería que se molestara. Me siento más recto, dándole la espalda.

 

—  eso lo sé. ¿Crees que te trato como una chica? Umm… bueno, esto es lo que haría con quien sea ¿no crees? Bueno, claramente en una cita con una mujer con él tiempo que nos conocemos nunca haría algo como esto.

 

—  ¿Ah?— me abraza, y sus manos suben hasta mi pecho y se quedan ahí, sus palmas abiertas apoyadas en mi—  ¿Qué haces?

 

—  si fueras una chica, no dejaría mis manos ahí en tan poco tiempo de conocernos.

 

—  Eres… tu…— ¡Eso es muy tonto! No puedo aguantarme la risa, y termino riendo a carcajadas mientras le doy codazos para que me suelte—  que tonto.

 

—  es verdad. Si fueras una mujer no lo haría—  Solange comienza a reír también—  lo tendré en cuenta., ¿puedo venir entonces a verte ensayar?

 

—  sí, puedes venir…

 

En los siguientes días, solo viene tres veces. Y de hecho, se comporta bastante bien, manteniéndose sentado mientras toco. Es divertido tener a Solange aquí, a veces hace comentarios tontos cuando me ve cansado,  y es una buena compañía.

 

—   ¿ya hablaste con tus padres?

 

—  les deje un mensaje en la contestadora. No han respondido—  mañana por la noche es el acto  de final de curso y es la primera vez que me siento tan tranquilo, aun tengo fallas en la manera de sostener el arco para tocar algunas notas, pero en sí, la música queda bien.

 

—  supongo que irán. Son tus padres.

 

—  Eso espero—  el teléfono de Solange suena, y como siempre, solo lo ve sin responder.

 

—  ah, tengo que irme ya. Tú también, ve a dormir, nada de tocar hasta mañana—  Usa un tono severo, de seguro recuerda mi anécdota del concierto cuando me desmaye.

 

—  bien.

 

—  y asegúrate de desayunar y comer. Te llamare mañana—  se levanta, estirándose.

 

—  Solange, la persona que te llama ¿es el hombre que va por ti?— él hombre sospechoso. No me agrada mucho.  Desde que Solange volvió, va por él, sin acercarse a nosotros. Me parece que no le agradamos, y Solange siempre se va con él. ¿Quién es?

 

—  sí.

 

—  ¿Es alguien… importante?— siempre es él quien hace que Solange se marche.

 

—  si… ¡Pero no como piensas! Es… difícil de explicar. No tienes que preocuparte por él.

 

—  ¿no? creo que no le agrado mucho.

 

—  no, de hecho no le agradas. Pero a él no le agrada nadie que este conmigo—  eso no suena nada bien. No creo que sea algún ex, yo no estaría tan apegado a mi ex de ninguna manera. Últimamente he querido pasar más tiempo con Solange, si estamos saliendo… pero ha sido difícil.  

 

—  espera…. Yo…— me levanto. Pensar en ese rubio…— yo… vi esto y pensé que te gustaría…— le extiendo la bolsa con la máscara.

 

—  ¿Qué es?  Wow… Elián…

 

—  es solo algo pequeño y…

 

—  es genial, gracias—  se oye muy emocionado, me sonrojo al verle así, vamos, es solo una cosa, no es para tanto—  es hermosa.

 

—  no es para tanto. Además, tú me has dado también un obsequio—  le muestro la mano donde traigo el anillo. Me abraza, casi dejándome sin aire.

 

—  si pudiera, te besaría. Lo dejamos para otra ocasión—  me acaricia la mejilla—  y en serio, duerme. No quiero que te desmayes mañana.

 

—  no lo hare— y se va. Aah, creo  que esto es cada vez menos vergonzoso.  Al menos en privado ya puedo soportarlo.

 

Como le prometí a Solange, dormí y desayune por la mañana. No me siento nervioso, quizá porque no es un evento tan importante. Lo que me recuerda, no he llamado a Konrad, con lo de mis padres y lo de Solange, lo olvide.  Puedo hacerlo después, ya tengo vacaciones y tengo más tiempo libre.  Por ahora, debo cambiar las cuerdas del violín, mi ropa ya esta elegida y acomodada, ¿falta algo?

 

Están tocando.

 

—  ¿Elián?— esa es Lydia. Casi caigo por la prisa en llegar y abrir. Ella se queda mirándome, sorprendida. ¿Cómo supo donde vivo? Estoy pensando en eso, y ninguno dice nada—  ammm… yo… le pregunte a Ishani donde vivías.

 

—  ¿Sí?— su cara se está poniendo roja—  pasa—  no estaría aquí así si no quisiera decir algo.

 

—  Lo siento—  dice, apenas cierro la puerta— no… ah, es solo… no pensé que pudiera… yo… no… no tengo problemas si te gustan los chicos. O Solange. En serio, lamento si pareció que pensaba eso. Estaba sorprendida, me dijiste que me ayudarías. Si me hubieras dicho que te gustaba Solange, yo no hubiera…

 

—  ¡No me gustaba Solange!

 

—  ¿no? ¿Entonces…?

 

—  solo… paso. Lamento no haberte dicho, yo… sabia que Solange quería salir conmigo, y no te lo dije. Pensé que estaba bromeando, y yo no quería…

 

—   ya no importa. Cuando pensé en lo que paso… me sentí mal al pensar que me vi como si fuera una maldita.

 

—  un poco—  de nuevo nos quedamos callados.

 

—  Así que… ¿Solange?— sonríe  con timidez, y ahora soy yo el que se pone rojo—  ¿Ya le has visto la cara? ¿Cómo es?

 

—  no, no le he visto. Dice que… quiere estar seguro. Y bueno… es como siempre—  ella ríe. No me había dado cuenta de lo mucho que me agrada Lydia, la extrañe. No es indispensable en mi vida, pero la extrañe.  Me alivia más el que no me odie, ni por qué este saliendo con un hombre, ni porque sea el hombre que a ella le gustaba.

 

—  tienes mucha suerte. Solange es un buen chico. No digo eso de cualquiera.

 

—  ¿en serio?

 

—  en serio.  Si te descuidas, te lo robare—  me dice, pero el guiño y la sonrisa de su rostro me hacen reír. Aunque sea una broma, quizá deba hablarlo después más seriamente con ella.

Notas finales:

 

Solo para aclarar por si quedo alguna duda, no, Lydia no hizo por eso por que estuviera en contra, solo la sorprendio, como ella misma dice. 

Nos leemos la proxima semana n.n


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