Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Appassionata por Silence Tsepesh de Lenfet

[Reviews - 61]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Hola, espe4ro disfruten este capítulo,  que les dejo un regalito despues de tanta indesicion. 

 

 

*Lied: Canción breve donde se mezcla la poesía y la música, escrita para ser cantada por una persona y acompañamiento.

Nunca había pensado que mi trabajo fuera una molestia, no recuerdo haberme quejado nunca de que me llamaran, de que me conocieran y hasta pidieran mi opinión para algunas escenas o que actor sería mejor para algún papel. No lo consideraba molesto, hasta ahora.  ¿Por qué tenían que llamar justo cuando estaba con Elián?


—  ¿Se ha ido ese chico?


—  Su nombre es Elián—  dejar que Tolya se quedara también fue una mala idea. La llamada podría haber esperado hasta mañana, o más tarde.  Tolya la recibiría, me hubiera llamado y yo no hubiera respondido. Que mala suerte, pero todo fuera porque las cosas fueran tranquilas. Si Elián y yo nos quedáramos a solas… ah, ni siquiera podría besarle.  No esperaba llegar a nada más con él, y espero, en serio espero que no haya malinterpretado todo. ¿Por eso se puso serio después? es un poco gracioso que la mayoría del tiempo parece no darse cuenta de que está saliendo con otro hombre.


—  Como sea.


—  ¿Hablaste con él?


—  No.


—  ¿Seguro?  Estaba un poco extraño—  Tolya es muy capaz de haber comentado algo inapropiado con tal de asegurar su trabajo.  Casi nunca me molesto,  no tengo motivos para molestarme, pero si Tolya lleva esto de no querer que salga con Elián mas allá, entonces tendré que recordarle cual es su trabajo. 


—  No hice nada.


—  Ah, ¿Qué se puede hacer?— hablo para mí. Es un poco tonto decirlo, porque no puedo hacer nada  más que esperar.  Estoy muy feliz de que Elián tomara la iniciativa de invitarme a comer, y aunque será un día ocupado me tomare el tiempo para poder ir con él, no voy a dejar pasar una oportunidad.


—  Rhys ¿Por qué sigues con él?


—  ¿Ah? ¿Cómo que por qué? Me gusta—  Tolya suspira, y me parece ver que pone los ojos en blanco. Le dicho muchas veces que Elián me gusta,  que estoy enamorado de él y que no quiero dejarlo.


—  Podrías encontrar a alguien mejor.


— No se trata de eso. ¿Por qué no te agrada Elián en particular?— he tenido unas cuantas relaciones mas, él estuvo más de acuerdo con unas que con otras,  y siempre me termino diciendo porque no le agradaba mi pareja. La mayoría de las veces él tiene razón. 


— Pensé que podría estar interesando en ti, en tu fama o en tu dinero—  eso es tonto, en parte por eso hice lo de Solange. ¿Podría alguien enamorarse de mí sin conocerme? Enamorarse de lo que soy y no de lo que aparento—  ya sé que no es así.


—  Él no sabía quién era. ¿Te olvidaste de eso?


—   Rhys, tu estas dispuesto a arriesgar todo por él. Deseas hacer público esto.


— No quiero hacerlo público. Es una tontería— ¿de dónde saca esa idea? A Elián le dará un ataque de algo si nos llegan a ver juntos en público y Tolya quiere que “lo haga público” no está en mis planes.


— No me refiero a eso.


—  ¿No?


—  No son muy parecidos.


—  No busco salir con alguien como yo.


—   ¿Y si con alguien que no puede estar en público contigo?


—  Tú no querías que nadie se enterara, ¿no es así? No te estoy entendiendo—  conozco bien a Tolya, a él no le importa lo que haga, y por eso me parece exagerado—  oh, espera, dime que no te has enamorado de mi ¿no lo has hecho?


—  No seas ridículo.


—  Ah, qué alivio. Eso sería incomodo en extremo—  Tolya me ve, poniendo una expresión de exasperación que muy pocas veces le puedo ver—  ¿entonces? no se me ocurre otra razón.


—  No me gusta que tú estés dando todo en una relación. Eso es todo—  ¿todo? ¿Quizá está preocupado por mí?—  ¿arreglaste las cosas para mañana?


—  Si, Roseline me acompañara, como siempre. No estoy muy seguro de porque me necesitan en esa comida, pero bueno. Trabajo es trabajo aunque interrumpan un momento meloso.


—   Tú solo has lo de siempre.


—  ¿Fingir que entiendo lo que hablan y sonreír?— mientras no hablen de números entiendo lo que sea y no me importa ser solo una cara bonita. Tolya suspira, tomando sus cosas y por último las llaves del auto.


—  No esperes mucho de ese chico—  ¿de Elián? Y me dejo sin decirme nada más. Ah, no necesito ser muy inteligente para saber a qué se refiere. Pero si no arriesgo, sé que me arrepentiré toda la vida por no haberlo intentado ¿Cómo sabré si funciona o no?


 


—  ¡Rhys!— umm no puede ser. ¿Por qué justo ahora? Maldito el día en que decidí dejarle una llave a rose—  despierta.


—  ¿Por qué?


—  Porque quiero visitarte. ¿De quién es este abrigo? Sé que no es tuyo porque conozco casi toda tu ropa y ni menciono que no es tu talla—   la cama  se hunde cuando ella salta a mi lado. Gimo, rodando al otro lado—  tampoco es de Tolya.


—  No, de seguro es de Elián. La debió olvidar aquí ayer—  murmuro.


—  ¿Elián? ¿Tu Elián? ¿Le trajiste a tu casa?


—  No es un objeto para que hables de mí. Y es mi casa, puedo traer a quien quiera.


— Iugh, creo que comenzare a tocar antes de entrar. No deseo encontrar una escena desagradable por ser indiscreta.


—  Al fin—  abro los ojos y me encuentro con sus ojos mirándome fijamente.


—  Deseo conocerlo, en serio. Deberías invitarme a comer un día y que él también este.


— No sé si sea una buena idea, él es muy tímido. Nunca había salido con un hombre, me costó mucho que aceptara salir conmigo—  no me estoy quejando, eso ya lo sabía, además es muy entretenido para mi estar viendo cómo se van dando las cosas,  como poco a poco Elián se acostumbra mas a mí, a esto. Es muy lindo.


—  Supongo que es normal. Aunque de todos modos quiero conocerlo, no me importa si tengo que fingir que no sé nada.


—  Tú no sabes fingir. De seguro gritaras histéricamente y harás alguna pregunta indiscreta referente a si hemos dormido juntos.


—  Rayos, Rhys ¿Cómo los supiste?


—  Fui adivino en mi vida pasada—  bromeo, sentándome—  ¿vienes por lo de la comida?


— Claro, sabes que a Rhys siempre lo acompaña la “Deslumbrante diseñadora de modas, Roseline.”  Hoy no será la excepción. Además, busco inspiración para mi siguiente línea de ropa.


—  ¿No acabas de sacar una colección?


—  Siempre hay que pensar a futuro, tonto— se acomoda mejor en la cama y enciende la televisión—  ¿de qué va ahora la reunión?


—  ni idea, pero siempre es mejor ir contigo que con alguna desconocida—  ella ríe. En la entrada del cuarto hay una maleta que no es mía, de seguro las cosas de ella, o sea que se quedara hasta que nos vayamos.


—  ¿Por qué no vas con ese chico?


—  porque… ya te lo dije: es tímido—  ella hace un gesto con la mano, como espantando mis palabras.


—  ¿y? no ocupan estar besándose en medio de la calle, ¿no pueden salir a comer nada mas como personas normales? O sea, no es tan complicado.


—  No lo es—   para mí no. Para Elián es todo o nada, o así lo creo yo, y por eso no podemos salir a la calle como amigos, él está intentando con todo verme como algo más que un amigo. Debería ser más considerado con eso, ayudarle, pero… quisiera que me viera como algo más que un amigo pronto.


—  quiero que me lleves a verle tocar un día.


—  Si tienes tiempo, te llevare a su próximo concierto—  el concierto de beneficencia será pronto, pero no sé si podre ir. Escapar de Tolya es más difícil. Además, aun quiero pasar más tiempo con Elián antes de que rose lo conozca y le termine asustando más.


Para la hora de la comida, rose ya está lista, con un vestido largo y azul oscuro, su cabello suelto y unos zapatos de tacón alto. Luce hermosa, y mientras caminamos hasta la mesa, todas las miradas se centran en ella. La comida es tan aburrida como había pensado, todo es sonreír, fingir que me gusta estar aquí y esperar a que todo termine.  Lo bueno es que siempre puedo decir que es hora de ir a prepararme para la obra. El teatro siempre me salva. ¿Cómo sería si en lugar de Roseline, Elián estuviera aquí? Sin duda, estaría muy nervioso, me miraría cada poco tiempo, con esa expresión como de un animal pequeño aterrado.  Yo le pondría menos atención a la reunión por estar pendiente de Elián. Sin duda, por ahora creo que lo mejor es que no venga o Tolya me va matar.


—  ¿A qué hora nos vamos?— susurra rose a mi lado—  me gusta que me adulen, pero ya me estoy cansando un poco.


—  como no, ya va a terminar. Cuando comienzan a hablar de presupuestos después del platillo fuerte, pronto termina todo—  no me equivoco, pronto tengo que levantarme y despedir a los demás, entre apretones de manos y abrazos frívolos.


—  ¿Necesita que la llevemos, Roseline?— me froto el cuello, esperando que Tolya quite los seguros del auto.


—  sí, hoy no tengo chofer. Rhys, esto es una pérdida de tiempo, ¿tienes idea de que no me dio ninguna idea?— suspiro—  no vuelvas a traerme a algo así.


—  rose, me estas asfixiando.


—  Anda—  pero que mujer.  Pero al fin estoy libre, solo un par de actuaciones y podré ir con Elián por la noche. Mañana no tengo nada que hacer, es una suerte tener un día de descanso.


 


 ¡Es tarde! ¿Cómo puede hacerse tarde si es justo el mismo tiempo de la obra?  Maldición, ¿Dónde quedo mi teléfono?  Debo avisarle a Elián…


—  ¿buscas esto? al menos ponte los pantalones primero—  Tolya suspira, negando con la cabeza y mi teléfono en su mano.


—  ¡Gracias!— el número, el número, el numero…— ¡No responde!


—  te dejare el auto, traje el mío mientras estaba la obra, así que puedes ir en él. Mañana hay una comida con…


—  cancélala. Di que estuve algo importante y ponla para otro día—  listo, ya puedo irme.


—  como digas—  un mensaje, si, dejare un texto mientras llego a su casa. El auto esta justo afuera, solo abro y me pongo en marcha.  No es muy tarde,  llegar unos minutos tarde no es muy tarde. El teléfono suena, ¡Elián!


—  Elián, disculpa, se me hizo un poco tarde, pero estoy en camino. Llegare como en diez minutos. No te desesperes.


—  eh, está bien. ¿Eso es todo?


—  sí, te llame, pensé que no responderías.


—  estaba ocupado. Vi tu llamada, creí que no podrías venir ya.


—  eso nunca. Dije que iría ¿no?... ¡Rayos!—  freno el auto, que hace un ruido escandaloso mientras derrapa, giro el volante para evitar chocar con el auto de enfrente, tras de mi otro chillido de llantas y uno que otro claxon.


—  ¿Rhys? ¿Qué paso? ¿Estás bien?— maldición.


—  sí, si…  el auto que va adelante se detuvo. No lo vi, y casi chocamos.


—  ¿estás usando el teléfono y conduciendo?  Eso es muy irresponsable, y una causa de accidente. Concéntrate en el camino—  ¿me colgó?


—  ¿Elián? ¿Elián?— lo hizo. Pero tiene razón, solo falta que termine en el hospital. Me las arreglo para llegar hasta su casa sin problemas.  Él abre la puerta apenas toco, y me mira, con el ceño fruncido.


—  ¿no sabes que no debes usar el teléfono mientras conduces? O te estacionas o no respondes.  Incluso pueden multarte por eso—  sí, yo también estoy feliz de verte.


—  uh, lo siento. Tolya es quien conduce… supongo que me falta ponerme al día—  él sigue mirándome igual—  vamos, no lo hare de nuevo.


—  en serio… dame las llaves, yo conduzco—  mejor ni le contradigo—  ¿no vienes con Tolya entonces?


—  no, no creo que sea una buena compañía para una cita—  ah, sonrió. Es muy lindo verle así, nunca le vi molesto antes, no así—  ¿A dónde iremos hoy?


—  ah… bueno… es un bistró. Fui una vez con… solo he ido una vez—  se interrumpe, encendiendo mi auto. Le veo ajustar los espejos, luego el asiento—  es muy agradable, y la comida estaba buena. Al parecer es difícil encontrar un lugar así por aquí, así que es una buena opción.


—  me gusta el McDonald’s, por si te interesa.


—  esa es comida basura. Nunca fui a uno de esos lugares.


—  ¿nunca? Uh, ya sea en donde será nuestra próxima cita.


—  Ni se te ocurra—  sisea, me hace reír. Se ve relajado hoy, al menos ahora. ¿Aun estará molesto por lo del auto? bueno, si eso le hace relajarse aunque sea un poco, está bien. Se estaciona con cuidado pasando el local, señalado con un letrero de neón, y con ventanales amplios. Se ve bien.


—  ¿con quién viniste aquí?


—  eh… con Darlene, ella…


—  tú ex. Es bonito—  no estoy molesto porque me trajera aquí. Quizá un poco confundido,  pero no porque viniera con ella antes que yo. ¿Por qué  me trajo aquí? Espero que solo sea porque le gusto el lugar y no porque quiere hacer lo mismo que hizo con su ex.


—  Vamos allá—  señala la puerta que da al jardín ¿hay mesas fuera? interesante. Un camino de piedra entre arbustos altos y bien cortados, y ¡Ahí están! Las mesas iluminadas por farolas de colores.


—  Wow. Muy lindo—  y privado. Esto es perfecto para una cita romántica, muy romántica… y Elián estuvo aquí con alguien antes. Eso le quita mucho encanto.


— Sí, ¿Qué pedirás?— la comida es sencilla y muy básica.  Pido un espagueti y Elián, una hamburguesa.


—  creí que habías dicho que esa era comida basura.


—  Solo la de esos lugares—  eso es tan irracional, y gracioso, que me rio contra mis deseos. Elián también se ríe—  me alegra que no esté lloviendo. No pude sentarme aquí las veces que vine por eso.


—  ¿No?— ah, interesante. Y qué alivio.  Él niega, y luego mira alrededor. Hay una atmosfera muy tranquila aquí, solo falta la música—  ¿Cómo va el concierto?


—  Bien—  y se pone a darme una descripción detallada de los ensayos. Me gusta verle hablar,  cuando le conocí hablaba muy poco y verle ahora me hace sentir feliz, Elián esta cómodo conmigo, me habla normalmente y eso es una excelente señal. Apoyo el codo en la mesa y la cara en mi mano, mirándole hablar. Deseo tocarle, será muy fácil estirar la mano y tocar la suya, tomarle la mano y hablar. Quizá inclinarme y besarlo.


No lo hago.   


Terminamos de comer, y Elián conduce de regreso hasta su casa.


—  Rhys, has… estado muy callado—  quiero tocarle, no ocultarme como lo hacemos en público. No porque quiera demostrar que es mío, solo… me gusta mucho, y no sé de qué forma puedo hacerle llegar mis sentimientos. Hay tanto que quiero hacer, pero temo que si hago algo, Elián termine huyendo.    


—  ¿Si? no lo note—  no necesito eso. No necesito forzar a Elián a estar conmigo si no quiere, si no quiere que nos vean en la calle juntos está bien. No lo necesito. Solo quiero estar con él como hasta ahora, así las cosas están bien.


—  si, umm…


—  ah, lo olvido, dejaste tu abrigo en mi casa, lo deje en el auto iré por…


—  ¡Espera! Eh…— Elián me mira, ¿quiere decir algo más?


—  hey…— Elián me jala hacia su puerta, entramos a su departamento, todo tan rápido que así de pronto escucho la puerta cerrarse—  ¿Qué pasa? ¿Había alguien…?— me besa. Elián. Él me está besando. Es un beso muy torpe, me empuja contra la puerta, y se mueve con mucha ¿desesperación? ¿Ansiedad? Sus manos me están empujando—  Elián… Elián…— no me escucha o me está ignorando. Tira de mi camisa, mientras me besa el cuello—  hey, espera… Elián—  detengo sus manos bajo mi camisa.


—  ¿Qué pasa?


—  Eso quiero saber. ¿Qué estás haciendo?


—  Yo… pensé que…  ¿no te gus…to…?


— ¿Qué? si, maldición, claro que me gusto. Pero, detente… yo… intento… no… hacerlo, porque tu…


—  Hagámoslo.


—  ¿Qué?— ¿Qué demonios tenía la comida?— Wow, espera, Elián…—  esto en serio comienza a asustarme. Él me empuja al sofá, no se sienta encima de mí, pero casi. Me besa de nuevo. No puedo decirle que no, ah…—  no puedes hacer esto—  él está nervioso, puedo verlo aun detrás de su aparente valentía—  Elián…— apenas me escucho. Esto es demasiado—  maldición—  le jalo, dejándole sentado sobre mí sin dejar de besarnos.  ¿Qué es lo que pretendía Elián? ¿Dejarme abajo?  Esto es muy confuso. Sus dedos, que tiemblan, me hacen cosquillas bajo mi camisa. Para mi es más fácil quitar la suya y besarle, morderle el hombro, dejarle una marca en el cuello.  Él gime, y un escalofrió me recorre.


—  O-oye…— Elián se mueve, pero resbala un poco hacia adelante, pegándose a mí. Ah, es un error, joder, joder… puedo sentir  su erección contra mi pierna, y no, no, no… solo gruño—  Rhys… estas… tu…


—  Elián, no podemos… no podemos seguir—  me observa, con curiosidad.


—  Quiero hacerlo. Y ya estas… estamos así…


—  Mi preciado violinista, no podemos hacerlo ahora—  acaricio su mejilla—  no sabes cómo es esto, no es como decirlo y ya… hay más cosas a considerar—  aclaro al ver que va a reclamar.


—  ¿Cosas?— ah, ¿Cómo hablarle del sexo entre hombres sin hacer que me evite de por vida?


—  Dejémoslo para otra ocasión. No creo que estés listo—  su rostro forma lo que parece un puchero, que dios, juro que me dan ganas de ignorar lo que digo. Le beso, ahora más calmado. Se termina por recostar en mí.


—  Pero…entonces… ¿Qué haremos con…?— ah, entiendo de que me habla. Los dos tenemos ese  mismo problema ahora mismo.


—  Bueno… dije que no podíamos tener sexo, pero no tengo argumentos para esto—  jadea cuando muevo mi rodilla por su entrepierna. 


—  ¡Rhys!— sonrió, esto es único. Hace unos segundos quería tener sexo, y ahora parece alarmado porque le estoy tocando. Le beso, y logro meter la mano en su pantalón, jugueteo un poco con el borde de su ropa interior.  Gime de nuevo, más alto, cuando le acaricio. Es difícil mover mi mano aun con el pantalón puesto;  Elián, con los ojos cerrados y la boca un poco abierta.


—  Deja de provocarme.


—  ¿Ah?— jadea, su aliento roza mi cara.


—  Justo ahora quiero hacer cosas muy sucias contigo—  abre los ojos, sorprendido unos momentos y los cierra cuando cierro mi mano y presiono más fuerte su pene. Su boca también está ahora cerrada con fuerza.


—  Eres… en serio…— arg, no puedo con esto. Saco mi mano, provocando una especie de gemido y gruñido en Elián.  Me levanto, y le levanto, pegándolo a mí.  Nunca he estado en la habitación de Elián, pero no hay muchas puertas tampoco—  ¿A dónde…? O—oye… dijiste que no.


—  ¿Y que si cambio de opinión?—  Elián me mira, le veo pasar saliva—  estaremos más cómodos ahí—  le digo. Le guio adentro, acariciándole de vez en cuando. Lo primero, es deshacerme de ese molesto pantalón.  Pega un brinco cuando mis manos le jalan del pantalón y lo desabotono.


—  ¿Va—vamos a hacerlo?


—  No. dije que no lo haría—  le beso el abdomen, poniendo mis manos en su espalda—  no puedes hacerlo sin conocer el cuerpo de alguien más—  él suspira.


—  Entonces… puedes desnudarte.


—  Yo no te lo pedí—   le sonrió. Él me ve,  perdido unos momentos, y luego se acerca a mí.  Sus manos tocan mis hombros, como si no supiera muy bien cómo hacerlo.  Luego, la comienza a jalar hacia arriba. Alzo las manos para que la quite. Aun parece acalorado, pero me observa, paseando sus ojos sobre mí como su fuera la primera vez.  Me toca como si fuera cristal, sus dedos tiemblan un poco. Llevo mi mano a la suya y la apoyo en mi pecho. Le beso, él sigue paseando sus manos por mi torso, mis hombros, la espalda. Acaricio su espalda y bajo mi mano hasta su trasero.


—  ¿El pantalón?— muevo la cabeza para decirle que sí. Nos alejamos un poco, sus manos ahora tiemblan más. El pantalón cae solo cuando lo desabotona. Él no dice nada, me observa, y esta vez no sé qué está pensando—  es diferente… no es como… una mujer.


—  Claro que no—  extiendo mi mano para que se acerque.  El suspira, y se acerca un poco, le jalo pegando a mí.  Intento sujetar el borde de su ropa interior para bajarlos.


—  Esto es… muy atrevido—  su voz suena graciosa. Intenta ir hacia atrás, alejándose—  mejor nos detenemos…


—  Ah—  suspiro, soltándole—  está bien— está bien, está bien. No quiero ser acusado luego por un malentendido.   Será mejor que me vaya ahora, aunque ni tengo idea de cómo me iré así.


—  No, espera…— veo su mano sujetando mi muñeca.


—  Elián, si no quieres seguir haciendo esto…


—  Es que… no sé yo… intento… quiero intentarlo. De verdad. Pero no sé cómo, nunca… pensé que sería fácil y…


—  Ah, es eso. Tómalo con calma ¿bien? me detendré cuando lo digas—  le llevo a la cama, espero en serio no asustarle mucho yendo rápido.  Él se deja hacer, pero esta tenso—  relájate, ¿sí?


—  No puedo, estoy haciendo estas cosas con un…— sonrió cuando se interrumpe por un gemido, o cuando lo interrumpo metiendo mi mano en su ropa interior y le acaricio, ahora es más fácil moverme.


—  ¿Qué decías?


—  Tú...—  suelta otro jadeo y en sus labios se aprietan tanto que se ponen un poco blancos.


—  ¿Si?


—  Deja… deja de hacer… eso—  jadea—  ya… no puedo…— nos besamos otra vez, o tanto como los jadeos de Elián nos los permiten.  No hago movimientos rápidos, solo lentos, subiendo y bajando mi mano. Puedo bajarle un poco los bóxers, él ya ni pone resistencia, jadea y suspira, busca besarme y pegarse más a mí.


—  Relájate—   Elián ahoga un gemido, su cuerpo se pone rígido y su mano me aprieta el brazo. Mi mano se humedece. Creo que nunca había tenido una sesión como esta en la cama, tan erótica sin llegar a tener sexo.


—  Es…— Elián sacude la cabeza, con los ojos cerrados. Los abre, le sonrió y desvía la mirada—  ah… aun…


—  ¿Ah?— se sienta, me mira como si tuviera algo que preguntarme. Me besa, le abrazo y me sorprende su mano  bajando desde mi hombro hasta el abdomen. La baja más, despacio, como si temiera que le dijera algo—  Elián…— solo sacude la cabeza otra vez. Me acaricia sobre la ropa interior, casi como yo lo estuve haciendo con él hace unos momentos, pero más torpe y con menos fuerza.  Apoyo la cabeza en su hombro, olvidándome de todo, excepto de Elián. Y su mano bajando mi bóxers.  Su mano tiembla, me hace cosquillas.


—  Eh… ¿esto está bien…?


—  Bastante bien—  gruño, mordiéndole el hombro. Hace un buen rato que estoy con este problemilla, causa de Elián, que una sensación de alivio me hace temblar cuando por fin termino.  Giro la cara de Elián y le beso, mordiéndole el labio.


—  Ah… quiero… lavarme—  murmura. Su cara esta roja, su cabello se pega a su frente—  ¿vamos…?


—  Es la invitación más sugerente que me han hecho nunca—  sonrió, arqueando una ceja.  Elián se pone más rojo si es posible, y se levanta de la cama. Le observo el trasero mientras camina hasta la puerta que está del otro lado. Me quedo un rato mas,  dejando que el placer pase, y cuando voy al baño, le encuentro en la regadera.  Él se gira, mirándome. ¿Puedo acércame?, ¿podría?  Como si leyera las preguntas en mis ojos, el asiente. Le abrazo, mojándome, y le beso. Le ayudo a enjabonarse, tocándole a propósito. Sus manos me tocan también con menos timidez. 


Quizá no sea sexo, pero carajo, fue tan bueno como si lo fuera.        

Notas finales:

 

Tolya solo esta preocupado, no lo expresa de la mejor manera, pero solo es eso

Gracias por leer.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).