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Appassionata por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

Buenooo.... intento ser sutil, pero ese titulo no ayuda mucho. En fin, aquí esta un capítulo más.

 

No me arrepiento del drama telenovelesco.

— ¿Dónde está tu manager?

— cuando tengo día libre,  también él. De seguro está arreglando un montón de entrevistas más— giro el volante para entrar al fin a la casa de Rhys— ah, Elián, deberíamos ir con Konrad, quizá quieras contarle tus experiencias con el teatro.

— ah, claro. Lo había olvidado.

— ¿Cómo olvidas que tienes una cita importante con un productor que te hará famoso?

— ¿por qué un hombre insiste en que salga con él?  No me has dejado pensar mucho en otra cosa que no sea en cómo es salir con un hombre.

— ¿solo pensabas en mí?

— eras molesto. Y dabas miedo— sonrió mientras lo digo, y el también ríe— pero ya no tanto. Aun no sé si sea una buena idea, pero… bah, no es que pueda arrepentirme a estas alturas— me detiene, y me encuentro son su rostro junto al mío.

— Je t'aime…—murmura algo más que no entiendo— Ti amo…— dice, y eso si lo entiendo. Le beso, su abrazo casi me deja sin aire.

— ¿Cómo es que puedes quererme tanto?— y tan pronto.

— Antes que nada ser verídico para contigo mismo. Y así, tan cierto como que la noche sigue al día, hallarás que no puedes mentir a nadie.

— Algún día entenderé todo eso que dices— él me sonríe, me besa otra vez y me hace seguirlo hasta dentro— tengo que mostrarte algo, no mentía cuando dije que lo tenía.

— Bien— cuando abre la puerta, su casa esta normal, o como la recuerdo. ¿Qué se supone que me mostrara? No hay nada a la vista.

— no sé si te guste, pero pensé que te ayudaría. Lo encontré el otro día que estaba en esa reunión, y es un poco viejo, pero es mucho mejor que lo que hay ahora en  internet— me hace sentar en el sofá y le veo buscar en una de las mesitas. Cuando regresa, me reclino contra él, apoyando mi  cabeza en su hombro.

— ¿Qué es?

— es un libro de partituras. Alguien las compilo, son muchas canciones viejas, y algunas modernas. Marque muchas de las modernas porque sé que sabes muchas canciones clásicas.   

— oh, interesante.

— Esta me gusto en serio… eh, me tome la libertad de marcar algunas de mis favoritas— apoya el libro en sus piernas, donde puedo verlo también yo. La canción es…

 — ¿te gustan los Beatles?         

Little darling, the smiles returning to the faces, little darling, it seems like years since it's been here.

— Ya entendí— sonrió al escucharle cantar. No lo hace tan mal. La canción que marco es justamente esa, Here comes the sun. No se ve tan complicado— ¿crees que sea bueno tocar algo como esto?

— Los Beatles son buena música— me dice, y me jala, terminamos recostados en el sofá, sus manos me abrazan sin soltarme— ¿no te gustan?

— Siempre he escuchado música clásica— murmuro, ahora tengo el libro en mis manos, y vaya que tiene muchas partituras completas. Me pongo a buscar las páginas que marco Rhys con una pequeña etiqueta color naranja. Todos parecen ser éxitos de música de los 80 y 90. 

— ¿te gustaría trabajar en teatro?

— aun no lo sé…

— Sé que no es tu idea, pero podrías iniciar por ahí. Sé que aunque se lo pida, Konrad no nos pondrá a trabajar en la misma obra. Nunca.

— ¿Por qué?

— Tolya le dirá que seré un irresponsable y que me distraeré todo el tiempo si estamos en el mismo teatro.

— ¿Y eso pasara?— pregunto, sonrió sin poder evitarlo. Se conoce muy bien al parecer.

— ¡Por supuesto!

— a mí no me gusta distraerme. Creo que te ignoraría… oye— me quejo cuando jala mi cabello, le miro y me besa.

— ¿Podrías?—  no, la verdad no podría. En lugar de responder le beso. Su mano comienza a hacer círculos en mi piel, por debajo de mi camisa.  Apoyo mis manos en su pecho para moverme y girarme un poco antes de terminar más adolorido por la mala posición.  Quedo encima de él, sus manos ahora están en mi espalda, subiendo y bajando despacio.  

— ¡Oh, por dios!—  ¿Qué demonios? ¿Quién es? no puedo ni moverme.

— ¡Rose!— ¡Esto es vergonzoso!— ¡¿Por qué no tocas!?—  quiero hundirme en el sofá, o hacerme invisible, lo que sea para salir de aquí.

— Nunca había ocupado tocar— escucho un ajetreo que me hace mirar. Roseline, tan guapa como la he visto, está sacando el contenido de un cajón.  Saca un montón de hojas blancas y se sienta en el sofá frente a nosotros— No se preocupen, continúen— Rhys refunfuña algo, y me mueve. Ah, seguimos en la misma posición.  

— Eres tan…— gruñe.

— ¿Qué? ¿Qué hacen? No se muevan— casi grita cuando me intento levantar para sentarme.

— ¿Rose?

— Dije que no se muevan— nos mira como si fuera a sáltanos encima si nos movemos— Se me ha ocurrido algo estupendo, toda una nueva línea de ropa para chicos. Camisas, sacos…

— eh…

— Mejor síguele el juego— Rhys me detiene, aunque no pueda moverme mucho aun,  ella ya no nos mira, al menos no ahora. Está dibujando con rapidez en las hojas que tomo.  Suspiro y vuelvo a acostarme, aun lado de Rhys, de ningún modo hare lo mismo que hacíamos hace unos momentos.

— ¿Qué está haciendo?

— diseñando.

— ¿Diseñando?— no me  digas que ella nos está dibujando, por dios. ¿Qué clase de persona….? ah, esto es más de lo que puedo soportar.

— no te preocupes, terminara más pronto de lo que parece, pongámonos cómodos.

— ¿no te molesta?

— ¿y a ti?

— Podría hundirme en el sofá para siempre— él ríe, estamos hablando en voz baja. Ella nos mira, creo que no nos ha visto desde que nos dijo que no nos moviéramos, su ceño se frunce, luego suspira y sigue haciendo lo que sea que esté haciendo— ¿ella está de acuerdo con…?

— ¿con que salgamos? No sé, supongo. Somos adultos, ella no se involucra en mi vida personal y yo no lo hago en la suya.

— Ah— yo no tengo hermanos, y aunque un tiempo mi mayor deseo era tener uno, me termine convenciendo de que era mejor así ¿Qué pasaba si ese hermano era mejor que yo?  Aunque siempre me pregunte como sería tener uno ¿pelearíamos? Si era una chica ¿la defendería de patanes o solo la dejaría estar?— ¿te llevas bien con ella?

— bastante. ¿Crees que la dejaría estar así si no fuera así?— me besa la mejilla. Desde donde estoy no puedo ver a Roseline, pero aun así siento que la cara se me pone roja. Espero que esto sea un buen ensayo de lo que podría hacer después. Rhys no vuelve a besarme, pero se la pasa haciéndome mimos en el cabello  y mi cara.

— Carajo— la  brusquedad con la que ella suelta esa palabra me sorprende. Rhys sonríe.

— Listo, termino— dice mientras se sienta y se mueve para que yo también pueda sentarme. ¿Qué termino? ¿Ella se va  a ir?—  rose se quedó sin ideas— explica, de seguro al ver mi expresión.  Roseline tiene una expresión de frustración que me recuerda a mi cuando no me sale alguna canción.

— oh.

— bésalo.

— claro que no. ¿Qué demonios pretendes? ¿Qué salga huyendo de mí?  Busca ideas en otro lado.

— Pero si era excelente la idea— uh… no pienso besar a Rhys con ella aquí, da algo de miedo, pero también siento un poco de pena por ella— ah, bien, pero me quedare un rato más— Rhys pone los ojos en blanco.

— ¿quieres que te lleve a casa?

— no, está bien.

— ¿ese es tu violín?

— si…

— oh, Elián ¿Por qué no intentas tocar algo de aquí? Hoy casi no pude escucharte en el parque, es la pena de cuando me dan un papel importante— ¿Qué pretende? No tengo problemas en tocar delante de ellos, es sin duda mucho más cómodo que lo otro.  Me dirijo al estuche y saco el violín.

— no tocare nada de eso, no las sé y…— no quiero que ella piense que toco mal. Es tonto,  pero en serio me gustaría al menos agradarle a ella. Rhys hace una seña para que inicie, inhalo y comienzo a tocar. Nunca había tocado para dos personas más que para mis padres, siempre es en lugares concurridos o en los salones de Juilliard. Escucho algunos murmullos, no me molesto en abrir los ojos y sigo tocando. Toco tres piezas, y cuando termino, Rhys me está sonriendo, y Roseline está dibujando como poseída.

 — ¿termino? Oh, Elián, eso fue muy hermoso.

— gracias.

— ¿ya estas satisfecha? Puedes irte.

— no seas un idiota insensible, ¿Qué no vez que seré la que vista a tu novio para sus conciertos?

— ¿Qué?— ¿Qué? pasando por alto la burla que hizo de nuestro primer encuentro, ¿acaba de decir que va a darme ropa?

— ¿Por qué ponen esas caras? Soy diseñadora. Creo que tengo unas excelentes ideas para la temporada siguiente, y en agradecimiento, les daré diseños exclusivos. Si…— ella me mira, sonriendo mientras habla—  no muy ajustado, sin estampados… mangas largas, colores oscuros y cálidos… cuello alto, sin duda— me tapo el cuello cuando lo dice. ¡Me olvide de eso! con eso de que estaba con Rhys antes, no note cuando termine mostrando de más.

— ¡Rose!

— a ti te daré solo harapos mugrientos.

— y aun así luciría tan bien como siempre. Ahora, debo llevar a Elián a casa— ah, por fin. Ella no me desagrada pero es incómodo estar con alguien más. Rhys me saca de su casa casi a jalones, ni alcanzo a despedirme de Roseline o de pedirle que me deje conducir otra vez— lamento mucho que pasaras por eso. Ella normalmente no es así.

— ¿hablaba en serio? ¿Con lo de la ropa?

— sí. Nunca lo había hecho antes con nadie— voltea a mirarme, sonriendo— debes agradarle— no sé si sentirme feliz por eso o preguntar a qué se refiere con que no lo había hecho antes ¿a sus parejas anteriores?

— ¿estarás libre mañana?

— umm, no sé. Debo preguntarle a Tolya ¿quieres hacer algo?

—  nada, solo quería saber— ah, quería que me acompañara cuando le dijera a mis padres. Aun quiero que lo haga, pero no se seré capaz de decírselos pronto.

Sin embargo, la oportunidad se presenta mucho antes de lo que pienso, cuando mi mamá llega a mi casa por la mañana,  tocando y entrando como hacia cuando era más pequeño y teníamos que ir a una reunión o fiesta importante.

— ¿Por qué no has llamado? Tampoco has ido a casa ¿Qué estás pensando, Elián?

— ¿Qué?

— ¿Por qué tienen que ser tan necios? He intentado que tu padre hable contigo, Elián. Ayer me encontré con esa chica, Darlene, me dijo que tuviste un concierto en un evento de caridad ¿Por qué no supe de eso? tuve que llamar a Naomi para que me dijera que habías estado haciendo.

— lo siento… pero, creí que no querían saber nada de lo que hiciera ahora.

— pues claro que no. incluso he estado organizando una fiesta, y tu tocaras, claro.

— mamá.

— Darlene dijo que tocas muy diferente a como solías hacerlo antes y me di cuenta de que no te he escuchado tocar últimamente. Antes siempre ibas a casa.

— Bueno, ahora lo hago en el  parque— digo, quizá un poco más rudo de lo que quiero sonar.

—… ¿estás seguro de eso, Elián?

— sí, son mis amigos. Y es muy agradable en realidad, mamá. Hago lo mismo que haría en casa, pero delante de un público, pequeño. No lo hago por el dinero.

— eso lo sé. Es solo que…

— mamá, ese no será mi futuro, es solo un pasatiempo.

— ¿seguro? Porque…

— ¿en serio crees que quiero quedarme toda la vida tocando en central park? No para vivir de eso. Estoy… por hablar con Konrad Becket, creo que voy a aceptar la oferta.

— Elián…

— ¿podemos discutir eso después? sé que no están de acuerdo, pero creo que es una buena opción— es muy tonto pensar que tendré un puesto importante desde el comienzo como me han querido hacer creer.

— Vine por ti para ir a comer— me dice, tomándome del brazo.  Ah, bueno, qué más da.  Hace tiempo que no salgo con mi mamá, y ella debió estar pensando algo parecido porque en lugar de ir a casa como comúnmente haría, vamos a uno de sus restaurants favoritos de comida griega.  El tema de mi música dejado de lado durante todo el rato me relaja mucho. Luego vamos a casa, y todo el encanto desaparece. ¿Tiene sentido esperar a decirles?  Sé que no estamos en los mejores términos, pero ¿y si no puedo arreglarlo? Ellos pueden terminar de odiarme, o todo se puede arreglar.

— mamá…

— ¿sí?

— Elián—  mi padre no parece molesto, no tiene por qué estarlo. Ah, maldición, debí haberme informado mejor sobre lo que hare. Aunque es tonto ponerme a buscar todo por internet, ha resultado útil— no sabía que venias.

— no sabía que tenía que pedir permiso para venir.

— no seas tonto, Elián. No lo necesita ¿verdad?— mi mamá usa ese tono de advertencia que conozco muy bien.

—claro que no— ella es la que nos hace ir la sala, donde me escapo unos momentos. Nunca habrá un momento adecuado si lo espero. Saco el teléfono y tecleo despacio, mis manos tiemblan un poco y me tardo en escribir una sola frase: 

«Estoy en casa de mis padres, se los diré. »

« ¿Ahora? Elián… » No hay más mensaje de Rhys, y vuelvo a la sala, donde mi madre le está contando a mi padre lo que hicimos.

— Hable con Naomi ayer— ¿en serio? creo que debo disculparme con ella. Y de paso decirle a mis padres que no tengo diez años para que le estén pidiendo a mis superiores información de lo que hago— dice que has estado mejorando mucho.

— sí.

— Sigues yendo a ese parque— no es una pregunta, así que no respondo— ¿es verdad que no quieres quedarte ahí?

— ya le dije a mamá que no. ¿Eso es lo que les preocupaba? No me volveré un vago. Me gusta la música, mucho, solo… quiero tocar.

«Espera, voy para allá. Dame la dirección.»  Ese mensaje casi me hace llorar... Y eso es grave. Yo no me considero muy sentimental para cosas como estas. Le escribo la dirección.  Espero que todo sea más fácil si Rhys está aquí, no sé si sea por el teatro o que pase con él, pero creo que él es de esas personas que le agradan a todos. Sin duda, no será fácil, pero espero que sea un poco mejor si Rhys está conmigo. Mi miedo no es tan irracional esta vez, sé que mis padres son muy tradicionalistas, que cuidan mucho su imagen ante los demás, y creo que el hecho de que su hijo salga con un hombre no será algo que les guste.  Recuerdo también haber escuchado más de una vez los comentarios de mi padre sobre personas homosexuales. Y no eran nada positivas.  

— Elián.

— ¿eh?

— Te preguntaba si tienes novia— mi madre hace una mueca cuando me repite la pregunta.

— eh… no.

— ¿No has vuelto con esa chica?— interviene mi padre— ¿Darlene?

— no, la vi el otro día, pero no hablamos— ¿Por qué están hablándome sobre eso?

 — Eso es bueno, ella no era una buena influencia para ti— les veo mirarse,  algo se traman, ¿lo saben? No, claro que no. nadie puede saberlo a menos que se los digamos, no hemos andado en público… 

— ¿Qué me dices de Lydia?

— ¿Lydia? ¿Qué pasa con ella?— es confuso ¿Por qué me hablan de ella justo ahora?

— nos encontramos con ella el otro día. Y su música es realmente hermosa ¿no crees?— claro que sé que ella toca bien.  Mi madre continúa hablando, sonriendo, pero sin mirarme— es bonita, y tiene talento. También sé que pasan mucho tiempo juntos— oh… no, por favor, díganme que esta conversación no va a donde creo— y que ella asiste también a central park, contigo.

— Lydia es solo mi amiga.

— ¿Por qué no intentas algo más?

— porque somos amigos,  y no estoy interesado en ella— solo faltaría que  también quieran elegir con quien salgo.  Menos mal que nunca he escuchado que se les ocurra eso de los matrimonios concertados.

— harían una buena pareja, ¿sabes? Y los dos tocan hermoso, ¿no recuerdas? Cuando tocaron juntos.

— Sí, lo recuerdo, pero no. creo que ella está saliendo con alguien más— mentira, pero si es para salir de esta…

— ¿Y tú?— mi padre de nuevo.

— ¿yo?

— ¿tienes una novia? Por la forma en que hablas de esa chica, parece que también sales con alguien— ah… no quiero mentir. ¿Cuánto tiempo ha pasado? Rhys debió haber llegado hace mucho rato,  ha pasado más de dos horas. ¿Estará ocupado? Quizá no pudo venir, no le pedí que viniera. Yo debería poder hacerlo solo.

— no es…

— ¿entonces porque no sales con ella?

— Si estoy saliendo con alguien…— ah, lo dije… las miradas que me dirigen hace que se me  oprima el pecho y el corazón me lata de forma dolorosa. Hasta respirar es incómodo cuando me siento así.

— ¿Y bien?— pregunta mi mamá cuando no digo nada más. ¿Qué voy a decir ahora?  Maldición… ¿aun puedo decir que no salgo con nadie? Aah ¿Por qué nunca me enseñaron a mentir? Soy demasiado obvio.

—Estoy saliendo con alguien— logro decir,  mi voz se entrecorta, pero al menos se entiende— pero… no es una chica.

— Elián, habla más fuerte, no entiendo anda— niego con la cabeza ¿Cómo se supone les diga sin que sea una bomba destructiva? Creo que no hay modo de decirlo de forma suave. Y maldición, que no les estoy diciendo que soy gay, solo que salgo con un chico.

— Por favor, no hagan todo un escándalo— me paso la mano por el cabello, en un inútil intento por relajarme— pero estoy saliendo con un hombre— silencio— saliendo en una relación sentimental— genial ¿Por qué no les digo de una vez que ya hemos tenido sexo? Sabía que hacer esto a solas era una mala idea.

—… ¿tu…? ¿Desde cuándo…?— mi mamá es la primera en hablar.

— ¿Eres gay?— cierro los ojos y suspiro. Enfrentar a  mi padre será lo más complicado de esto.

— no, no soy gay, ni me atraen los hombres. Solo estoy saliendo con él— ay, eso suena horrible. Parece que estoy diciendo: no, pero si.

—  ¿entonces?

— ¿entonces? ¿Qué quieres que diga? Me enamore de un chico, eso es todo— arg, ¿Por qué no suena tan bien como cuando lo decía para mí?  Mis padres no dicen nada, al menos no por varios momentos que me parecen eternos.

— eso es ridículo.

— Elián, de—debes estar confundido… si, de seguro solo es eso. Podemos ir a terapia y…

— mamá, no estoy confundido.  Y no necesito ir a terapia solo porque me gusta un hombre. No es tan difícil de entender.

—  ¿en qué estás pensando? Por favor. Primero te la pasas tocando como pordiosero en la calle, y ahora esto ¿Qué acaso no estás pensando?

— Papá…— está molesto,  hace mucho tiempo que no le veo molesto, y nunca se ha molestado conmigo— ¿Por qué tiene que ser malo?

— porque… ah, estas arruinando tu vida, ¿Y aun tienes la vergüenza de preguntar? – Sacude la cabeza— es ridículo, ridículo. ¿Has pensado en lo que dirán los demás? Hay negocios importantes, tienes ofertas…—

— sí, lo pensé…

— es evidente que no.

— solo es un hombre, no es el fin del mundo. ¿Y qué importa lo que digan los demás?— importa mucho, pero debo calmar esto.  Mi padre se levanta, ya no veo lo que hace mi madre. Por unos momentos tengo la sensación de que va a golpearme. No me importa si lo hace, le miro desafiante, y al final, solo me sujeta de la camisa.

— vas a terminar con esto ahora. Nada de andar echando a perder tu futuro. Yo no te crie para eso.

—… no.

— Elián.

— no lo hare. No estoy arruinando mi vida. ¡A nadie más le importa que me guste un hombre! Él es una excelente persona, tiene un trabajo, es atento y…

— ¡Basta!— me sacude— no quiero escuchar sobre eso.

— ¡Ni siquiera lo conoces!..— y veo que no les importara. Mi madre nos mira como si de pronto no nos conociera— veo que te importa más lo que dirán tus conocidos que yo— ya lo esperaba, no es nada que me sorprenda. Mi voz suena indiferente, y me suelto con cuidado del agarre.

—Si has elegido eso, entonces vete, no te quiero ver aquí otra vez. Y encuentra algo de  lo que puedas para vivir, porque no voy a permitir que la gente piense que apruebo lo que tú haces.

bien. Me iré y nunca jamás tendrás por qué volver a verme.

— Si eso es lo que eliges entonces está bien— se da la vuelta. Ah… bien. Eso hare. Lo hare. Mi madre sigue sin decir nada.  Esto no fue una pelea, pero me parece que fue peor que una, hubiera preferido más gritos o algo. Parece que no les importo tanto.  Salgo de la casa, temblando. ¿Miedo, ira, nervios? No sé. No puedo pensar tan fríamente como quisiera.  ¿Y donde esta Rhys? ¿Se perdió? Carajo, esto hubiera salido mucho mejor si hubiera intervenido. No,  no puedo culparle por no venir, no era su deber estar aquí y hasta es mejor, no tuvo que ver esa desagradable conversación.   Ah, no me responde. Si está perdido tengo que buscarle.

Quiero hablar con Rhys, contarle…  quiero contarle a alguien lo que paso, no sé si voy a llorar, ahora comienzo a sentirme triste. Sigo insistiendo, pero Rhys no responde.  Fue lo correcto, defender lo que pienso ¿no? les he dejado manejar mi vida por años, les he dado cientos de motivos para que estén felices conmigo, ¿no es mi turno para ser un poco feliz?

— Rhys— exclamo, con la voz aguda cuando por fin me responde.

—… no soy Rhys.

— ¿eh? ¿Perdió el teléfono?— ah, por eso no llego, de seguro la dirección estaba en mi mensaje, y no ha podido llamarme.

— no.

— ¿Quién es?

— Soy su representante— ah, esa persona, no reconocí su voz— Rhys… el sufrió un accidente, está en el hospital.

— ¿Cómo?— esto debe ser una broma— pero ¿él está bien? ¿Qué paso? ¿Dónde está?— escucho un suspiro.

— esta inconsciente aun…

— iré con él, ¿Dónde está?— creo que puedo vomitar ahora mismo. Mi pecho duele también, pero ahora no de miedo. Es ridículo pensar en eso ahora. Me da la dirección del hospital y cuelgo el teléfono. Conozco el hospital,  así que voy corriendo a mi auto y me dirijo  lo más rápido que puedo hasta allá.

— señor, ¿necesita algo?— me detiene una de las enfermeras que viene saliendo de la puerta que lleva a las habitaciones.

— sí, yo…— ah, ¿estará registrado con su nombre? Miro al pasillo, no sé dónde está él, quiero correr por todos lados llamándolo. Uno de los guardias se acerca discretamente.

— ¿Elián?

— Roseline— si no estuviera tan preocupado me arrojaría a abrazarla— ¿Dónde está Rhys?

— él viene conmigo— les dice a enfermera y al guardia— ven, por acá.

— ¿Qué paso? ¿Cómo está?— con sus tacones, ella es más alta que yo. Me mira de reojo.

— Le atropellaron cuando iba a quien sabe dónde— no… no…— no fue… tan grave, pero…

— ¿Está bien?— se detiene delante de una puerta, y me mira fijamente. La puerta se abre, y nos encontramos frente a frente con su representante.

—… él…

— ¡Rhys!— no luce tan mal como imagine al escuchar lo del accidente, pero no luce bien. ¿Qué fue lo que hice? Hay sangre en su ropa, veo algunos raspones en su rostro y una venda en su cabeza.  Me mira, sonríe un poco.

— Hola, ¿Quién eres? ¿Te conozco?

Esto debe ser una jodida broma.

 

Notas finales:

 

videito para que se animen. Esta canción la iba a usar para otra historia, pero queda mejor aquí. Es la cancíon que canta Rhys al inicio.

Más buenas noticias: Hoy hay doble capítulo, en unas horas esperen el siguiente (Más o menos por la hora que siempre actualizo)


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