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Cuando tu felicidad toca a tu puerta por ScarlletParaise

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Notas del capitulo:

Buenas, aquí traigo un cap / OVA, como gusten llamar, donde ahora los protagonistas son Shaka y su dilema con la familia León. No dare nada de spoiler, dado que en sí mi intención es agregar más fundamentos al argumento de la historia central y atando cabos sueltos de los últimos capítulos de Order Vampire, como a su vez denotando en como Shura guarda un gran afecto a la familia León, desde el pasado y el ahora del presente en la historia.

 

 

 

Sin más diciendo, l@s dejo disfrutar de este capítulin que a último momento me arranco una que otra lagrimita... 

Ese día había acabado tan mal que no podría aguantar la necesidad de abrazar a su novio que le ha dado una segunda oportunidad con la relación, remediaría ese error de sus actos y más cuando le regalo una caja de chocolates con forma de conejitos. Le toma de la mano obteniendo aquella atención que hace tiempo añoraba tener, acorta un poco la distancia para robarle un beso cuando ni se percato de la ovación algo exasperante que su hermano mayor les estaba dando.


 


- Eh Aioria, deja de estar mirándome de esa manera – Le dice en un tono infantil y de tristeza, dado que no podría aguantar verlo hacer esa carita de cordero degollado, y más cuando Shura lo observaba con una sonrisa de oreja a oreja y con los brazos cruzados.


 


- Jaja, debes calmarte, como tu dijiste recién llevamos un mes de relación y ningún avance, por lo que estaré muy al pendiente de los fallos – Pestañea varias veces al notar prácticamente la complicidad en el ambiente, pero más cuando su hermano mayor reía como un niño travieso.


 


- Lo sé tesoro, entiendo que sea un bueno para nada, pero sobre el amor sé mucho – El de cabellos rubios se cruza de brazos para mirarlo con pocas ganas, ya que no podría creerse esas cosas que le decía y más con la compañía de su cuñado y la pareja de este.


 


- A veces pienso que hice mal en hacerte caso – Aioros se voltea para mirar a su pareja con algo de confusión, porque con volver a mirar a su hermanito nota que este hace una cara de estar algo nervioso por ese comentario.


 


- “¿Acaso me he olvidado de indagar más?” - Alza su mirada llevando su dedo hasta la altura de sus labios pensativo con esa duda que se le presento en la cabeza, ya que después de pasar las adversidades con su ahora pareja, tomo la brillante idea de saber en lo mucho que su propia familia los ayudo acercarse más.


 


- Para nada Shura, lo que sucedió en su momento queda en el pasado y simplemente goza de tu felicidad al lado de mi hermano, porque ambos hacen linda pareja, ¿O no Shaka? - Abraza a su novio que le dedicaba una sonrisa de aprobación ante las palabras, ya que desconocía los motivos, pero estaba contento de formar parte de la conversación.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Al llegar a la mansión de los León, deja sus cosas en manos de su novio quien muy amablemente le invito a pasar la tarde o la noche en su mansión por los motivos de querer arreglar las cosas como se debían, sin rodeos y disputas. Se adentra al lugar embelesado ante lo hermoso que quedo esos pasillos, el frente, el jardín etc, ya que no quedaba mucho como para que empezase a nevar, motivo por el que amaba muchisimo vivir allí.


 


- Eh, llegaron rápido los cuatro, bienvenidos a casa – Saludo muy contento Sysipho mientras le daba un abrazo a su sobrino Aioros quien no dudo en corresponderle, ambos se separan para así el adulto a cargo de la familia saludar al novio de su otro sobrino – Me alegra verte por aquí Shaka, se que es feo estar mucho tiempo enojado con la persona que tanto amabas y eso te lo puede demostrar Aioros, él tiene tanto por el que aconsejarte – Su comentario hizo que el mencionado lo mirase con cara de pocos amigos, eso le pareció algo precipitado a esas alturas y más cuando era el primer mes de relación.


 


- Valoro muchisimo el entusiasmo que tiene, pero soy de esos que prefieren aprender sobre sus errores, además que también soy un orgulloso y cabeza dura – El castaño mayor lo mira algo anonadado dado que no se esperaba esa clase de respuesta y más cuando acostumbraba hablar únicamente con Shura, por el simple motivo de las tareas domesticas.


 


- “A veces pienso que todos en esta casa son unos cabezas duras y unos orgullosos” - Pensaba El Cid mientras se instalaba en la sala con algunas decoraciones que hicieron falta de colocar, ya que detestaba muchisimo que Regulus las hubiera escondido en la escotilla de la mansión.


 


- Jajaja, hay cariño simplemente debes de ser un poco más comunicativo con todos y eso que el único miembro de esta casa con el que si hablas muchisimo es con Shura – El de cabellos cortos y azulados detiene su andar para así dejar la caja encima de un mueble, para voltearse, cruzar mirada con su pareja bastante curioso ante esas palabras.


 


- Puede que tengas razón, no me siento tan fuera de lugar, pero todavía no considero a Shaka como miembro total de esta casa y eso te lo puedo asegurar después de que el tesorero pueda decir cuantas reliquias tan importantes guarda consigo – Las palabras que acababa de decir El Cid dejo perplejo al de cabellos rubios, por el motivo de que mirar por unos instante el semblante totalmente alegre de Sysipho cambiase por uno de total shock, sin embargo, deja salir un suspiro para dejar sus cosas e ir hacia el comedor con la clara intensión de poder dejar en orden sus pensamientos.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Se desplazo hasta el comedor algo abrumado, no comprendía el porque ante las palabras tan ambiguas dichas por El Cid, lo conoce muy poco, pero el corto tiempo que paso dentro de la mansión León podría decirse que la mejor de las veces fue los consejos de persuasión hacia Aioria o hacía los tres hermanos, por el motivo de sus constantes disputas. Detiene su caminar quedando entre el umbral de la puerta y el pasillo principal, su mirada celeste queda pegada en un total abismo cuando su mente comenzaba a formularse miles de preguntas.


 


- “En cierta manera entiendo lo que trato de decir El Cid, soy un completo extraño en toda esta gran casa, ver las paredes de colores tan apagados y demostrándome que en esas paredes se guardan miles de recuerdos” - Admira su entorno tratando de buscar la respuesta en cada uno de los rincones, ingresa al comedor viendo que en él estaba Regulus sumido en su tarea, hasta que este le dedica una mirada llena de odio e irritación, se asusta, pero recuerda el consejo de Aioria que le dio en la biblioteca y lo ignora por completo, avanzando hasta el siguiente cuarto - “¿Qué ocurrió con Regulus específicamente? Nunca he conocido o escuchado por boca de nadie con respecto al señor León, puede que también sea un vampiro, uno importante, ¿Acaso es la cabeza de esta familia? Entiendo que sean una honorable familia noble entre vampiros, una de las familias fundadoras, pero… ¿Estará con vida o paso algo que yo desconozca?” - Se detiene abruptamente cuando sin previo aviso comenzó a recordar lo que hablo hace un mes atrás en casa de Mu, esa conversación en la que le dio las herramientas de ser precavido contra el presidente del centro de estudiantes si es que deseaba atacarlos en el momento que estan con la guardia baja.


---- Flashback ----


Ya estando los tres en casa de su amigo que para su fortuna estaba muy decaído, temía mucho por su salud mental, estaba al tanto de las constantes dudas que tenía con respecto a su entorno y más cuando un amigo de los tres estaba en un constante peligro, uno que ponía a todos contra el muro.


 


- Ahh, creo que es mejor hacer algo con tu casa Mu, se que te iras porque temes lo peor para tu hermano y para tu corazón, cosa que siempre les he dicho: “Escuchen a su corazón y no a la razón porque sino perderás el sentido de la vida” - Soltó el de cabellos celestes mientras se ponía de pie para salir de la habitación, ya que sentir la mirada de desagrado e irritación de sus dos mejores amigos.


 


- Ni una cosa y ni la otra surte el efecto que tu quieres, cosa que ni tu mismo haces y si es así, deberías preguntarte y darle más importancia a lo que estamos atravesando todos – Afrodita frunce los hombros quitándole importancia a las palabras que Mu acababa de decirle, pero en cierta manera le dejo pensando mientras salía del cuarto – Ah, hay veces que me recrimino si esto lo que estoy por decirles es la mejor de las decisiones, se que ambos estan embobados con sus respectivos flechazos, pero mi consejo es que los cuiden hasta de los mismos demonios que cada uno de ustedes dos guardan – El de cabellos rubios se cruza de brazos para mirar a su mejor amigo bajar la mirada ante el semblante desesperado que portaba en ese mismo día.


 


- No sé que tratas de decir con eso, pero me gustaría que hablases con nosotros acerca de tus problemas, y eso que tu siempre dices que hace mal guardarnos cosas – Alza su mirada asintiendo ante esas palabras, ya que ni aplicaba lo que aconsejaba y todo por el miedo ante su falta de seguridad.


 


- Tienes razón Shaka, lo que quiero decirte a ti y a Afrodita es con respecto a lo que ando metido, se que les conté cosas en aquella pijamada en casa de Camus, pero no fue lo suficiente y creo que tu deberías encargarte de la familia León, cuento con tu carácter, en tu manera de hacer las cosas y sobre todo aprovecha que Aioria te esta dando la hora – Asiente ante eso, ya que su noviazgo es prematuro, pero estaba tan enamorado que no quería arruinar su relación – Lo que te contare quiero que confirmes una sola cosa, ¿El señor León es o fue el presidente de la orden vampírica? Con esa pregunta podrías sacar más de una información e incluso puede que te ganes un aliado o un informante muy valioso – Asiente ante aquello ya cuando el de cabellos lilas comenzaba a darle una clase express con respecto a los caza vampiros y artes que sabe usar en su día a día.


---- End Flashback ----


Deja salir un suspiro cuando recuerda las palabras de su mejor amigo, lo extrañaba muchisimo, más aun que Camus pasaba muy poco tiempo con ellos dos, comprendía a Afrodita de que tener a nuevos compañeros de clase hace que el ambiente sea incomodo al principio, más aun que Camus es ese tipo de chicos que le cuesta adaptarse en un nuevo colegio. No obstante, sacude su cabeza tratando de olvidar esos pensamientos negativos, por lo que trata de tomar el picaporte de aquella puerta a la que tanto le prohibieron hurgar, más por parte de El Cid, sin embargo, cuando estaba por abrirla se topa con que una mano la vuelve a cerrar con algo de violencia.


 


Traga grueso para así girar su rostro topándose con la mirada furibunda de su cuñado, podía suponer que le siguió el paso o simplemente ha utilizado algún poder vampírico – Yo si fuera tu me alejaría de este cuarto, porque no tienes el claro reparo de hurgar cosas ajenas – Le hace saber con ese tono tan característico de un muchacho resentido.


 


- En verdad que no sabía por donde iba, jeje – Le responde con nerviosismo dado que no deseaba arruinar la paz de aquella casa, pero no podría librarse de Regulus hasta que este se desquite con él de alguna manera.


 


- A mi no me engañas con esas palabras de buen samaritano, conozco a esa clase de personas que simplemente les interesa saber cosas que no deberían de saber por nada del mundo – Frunce su ceño mientras se cruza de brazos evitando demostrar su enfado, podía ser un curioso nato, pero nunca faltaría a las reglas de su casa y sobre todo de la familia León – Es mejor que salgas de mi vista antes de que cambie de opinión – El de cabellos rubios deja salir un suspiro para así mirar por encima de su hombro la puerta, recuerda las palabras que El Cid dijo en la sala, provocando ese mal sabor en su boca.


 


- Esta bien, lo haré – Dice ha regañadientes, porque en cierta manera no deseaba para nada entrar en disputa con el menor de los León, cosa que le prometió a Aioria de intentar dar una guerra fría por unos meses hasta que se encuentre una mejor solución.


 


No lo siguió ni con la mirada y menos mantenerse siempre a la defensiva, comprendía el punto que hasta él podía ser algo humano en ese sentido, paso por mucho, su semblante amenazador y dominante cambio por uno de completa tristeza, dado que fijar toda su atención ha aquella puerta, ya que al otro lado habían cosas que sus hermanos mayores y él decidieron enterrar para siempre dentro de la penumbra de ese pequeño cuarto.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


No aguantaba la necesidad de decirle sus cuantas verdades a ese niñito malcriado que era Regulus ante sus ojos, comprendía el punto en el que Aioria le decía que era un caso perdido si en cuanto se pone a la ofensiva. Suelta un suspiro frustrado completamente, dado que el mismo ambiente lúgubre de la casa le provocaba adentrarse en ese turbulento río del pasado, aun sabiendo que cuando bajaba de nuevo por las escaleras fijando destino hacia la sala, a mitad de descenso se encuentra con que Shura le hace una seña desde el pie de la subida, para que lo siguiera hacía otro sector de la casa, a uno que de seguro nunca se lo esperaría.


 


- ¿Por qué no me lo comunicas con palabras? - Le cuestiona Shaka algo acelerado, dado que el de procedencia española se mantenía totalmente relajado, algo que para esas alturas el de largos cabellos rubios se cuestionaba, ya que nunca vio ese lado de una persona como lo es Shura.


 


- Se lo que estas atravesando por esta casa, además el cuarto al que tu deseas indagar es lo contrarío de lo correcto, en este caso: “Nunca vayas contra el flujo de un río furioso, por que lo que este lleva no son simples rocas, sino grandes cantidades de escombros de una represa totalmente destruida” - No emitió palabra alguna por lo sorprendido que estaba, sabía por boca de Aioria de que Shura es una persona muy elocuente y digna de confiar, por lo que asentir en la veracidad de las palabras dichas por el de cabellos cortos y azabaches.


 


- Esta bien, tratare de seguir tu consejo y puede que tarde o temprano tu también me dirás tus secretitos… ¿No? - Shura suelta una risa mientras niega ante las palabras tan propias de alguien como lo es Shaka, dado que nunca espero ser él quien haga ahora de cupido y mediador en los problemas amorosos de sus ahora amigos más cercanos.


 


- No quiero decepcionarte, pero a mi edad todavía me quedan muchas por las que aprender de este mundo vampírico y eso que entiendo mucho a Mu, a Camus, a Afrodita y a ti – Lo observa bastante atento a lo que podría este decirle, dado que cuando llegaron al jardín, ve que en este se estaba armando aquella vieja tarima, era por petición de Aioros, por lo que habría una fiesta intima en la casa de los León.


 


- Comprendo – Se limito a decir, ya que desde la prespectiva en la que estaban parados, pudo apreciar como Aioria hablaba muy amenamente con Aioros, que para mala fortuna parecían estar llamando a Regulus, que no dudo en unirseles y eso a los ojos de Shaka era muy surrealista.


 


- Observa, se de lo mucho que Regulus ha cambiado en estas últimas décadas y entiendo el punto de fricción de ellos tres, pero nunca se dejaron de lado, jamás de los jamases, eso que los conozco mucho mejor que ellos mismos, don que me lo gane al pasar mucho tiempo de sufrimiento eterno por querer ser aceptado o simplemente tener toda la atención de un ser amado, en mi caso – Hace una pausa mientras cierra sus ojos por unos momentos, los vuelve abrir, esboza una sonrisa melancólica recordando la primera vez que vio a su verdadero amor al lado de aquella persona, anunciando su compromiso de verdad y eso para él lo destrozo muchisimo – Aioros es mi vida ahora, perdí a mi madre porque me la mataron, y eso trato de remediando al saber el porque esa víbora lo hizo, dado que mi madre se mejoro de su enfermedad, me duele mucho y eso que Aioros hizo algo muy grande para mi y fue en dejar que mi madre viniese a este país siendo una vampira convertida – Agacha su cabeza dolido por recordar aquellos días, por uno momento lo aceptaba y en otra no estaba contento, sino que totalmente devastado, ya que su único consuelo fue estar en brazos de su maestro y única figura paterna.


 


- “Oh… Shura, y-yo… L-Lo la-lamento muchísimo”- Abraza al de procedencia española que volvió a recobrar la postura habitual, mientras correspondía aquel abrazo que el novio de Aioria le estaba brindando.


 


- Lo que trato de decirte, es que en esta casa como la de los Doria o la de los Diamantidis tengan sus secretos, yo los ayudare a ustedes cuatro, cuenten conmigo para lo que sea Shaka… Dado que estoy ahora listo para sacrificar mi propia vida para que Aioros sea realmente feliz junto a su tío y sus dos hermanos menores, el calor de un hogar nunca cambiara, jamás se dejara perturbar por las cosas del pasado y eso que los León son de defender los valores de una familia y de la amistad verdadera – El de cabellos rubios por fin recobra su brillo habitual, dado que en ese mismo momento Aioria molestaba a un Regulus que comenzaba a insultarlo y lanzarle objetos, ellos esquivaron uno de los proyectiles riendo de lo divertido que era la situación.


 


- “Es cierto lo que dice Shura, no sé porque seguía enojado con Aioria, él no tiene la culpa sino… Yo, porque fui yo el que mal interpreto su manera de accionar hacia mi… Ah, entiendo lo mucho que Aioria quiere a sus hermanos, en como Sysipho se mata por educarlos y eso que El Cid es también una buena figura paterna para ellos, dado que esto es...” El verdadero calor de un hogar – Murmura para si mismo cuando se abalanza sobre un Aioria que se revolcaba en la gramilla, dado que sin previo aviso en uno en uno comenzaba a caer un copo de nieve, dando así el aviso de un gran día para recordar, y eso lo asegura Shaka, dado que no le quitaba la mirada al cielo que despojaba una cantidad notable de copos de nieve.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Estaban los dos acurrucados completamente solos en la sala de estar, ya habían cenado como una buena familia que eran, tenía a un gran chico a su lado y eso sus mimos eran por demás genuinos. Cierra por unos instantes sus ojos, disfrutando del calor que despedía aquella chimenea encendida por su novio, este se esmero por ser él mismo quien lo prendiese, dado que deseaba darle un bonito recuerdo por el que recordar.


 


- No sé que te ocurrió, pero… - Tumba a su novio del otro lado del sillón quedando él arriba de este, lo mira de abajo hacia arriba con una sonrisa de felicidad al ver lo hermoso que era su bello cisne – Me gustaría que hablases más conmigo si es que tanto tu deseas que ambos fijemos propiamente dicho nuestra manera de sobrellevar esta relaci… - No pudo terminar de expresarse cuando su amado rubio lo besaba con mucho amor, corresponde el beso sin rechistar, le sorprendió la iniciativa, pero se debía de ir acostumbrando a que una persona como lo es Shaka debía de darle su verdadero espacio.


 


Interrumpe el beso acomodándose mejor en el sillón, con sus piernas abiertas, abrazando a su hermoso vampiro cabeza hueca por el cuello y sin borrar su sonrisa del rostro – Cierra el maldito pico saco de pulgas, se lo que dirás, odio a los hombres como tú que se andan dando de galantes con sus “parejas”, en verdad que odio eso Aioria – El castaño del medio pestañea algo anonadado por como su novio lo estaba tratando, se preguntaba: ¿De donde demonios saco tanta seguridad para hablarle de ese modo?, para cuando obtuvo su respuesta no pudo decir algo porque en ese preciso instante estaba siendo presa de un momento bastante cargado de lujuria, ya anticipando lo que se vendría.


 


No podía negarse ante la expectativa que le estaba dando, ya fue suficiente con dar en el punto donde era de aquellos vampiros seductores, no alardear sobre su belleza exterior, sino por el simple hecho de que nunca fue capaz de conocer el valor de enamorarse o de querer ha alguien. Pudo lograrlo cuando se atrevió por fin ir tras aquel chico de cabellos rubios, que ahora mismo era su novio, su amante y su vida; apesar del hecho de que en esos momento necesitaba demostrar cada sentimiento y emoción que sentía hacía él, eso era lo que le reclamaba, como a su vez en cuando ponerse de su lado cuando haya disputas entre su pequeño hermano y él, ya que nunca fue de pasarse de un mando al otro.


 


Hace una pausa en el momento para admirar un poco lo hermoso que era su novio, podía decirse que durante la cena estuvo algo raro y eso que fue demasiado extraño el hecho de que disfrutase del momento, por lo que necesitaba sacarse aquella espina – Hace un momento, durante la cena… ¿Cómo es posible de que de una cena a otra estés disfrutando? Acaso, ¿fue Shura quien te hizo entrar en razón? -


 


El de cabellos rubios se le queda observando con un claro rubor en sus mejillas, el momento fue interrumpido, pero podía entender a donde iban aquellas preguntas que le formulaban su novio – Sí es cierto, pero en cierta forma fui yo quien se acomodo y no fue Shura quien me hizo entrar en razón… Es solo que, recordé cuando era más pequeño… - Hace una pausa para acomodarse mejor en el sillón, flexiona sus rodillas apegando las a su pecho, se abraza las piernas en lo que enfocaba su mirada en las llamas, podía sentir que por una vez en su vida necesitaba hablarlo con alguien aparte de su hermano mayor – Antes de venir a esté país a vivir, recuerdo una vez en la India, mi país donde nací… Con mis padres siempre intentábamos armar el árbol de navidad al estilo America, mis padres eran religiosos, budistas tradicionales y como mi padre trabajaba para una compañía americana muy conocida, intento por una vez hacernos conocer a mi hermano y a mi lo que era una navidad americana -


 


- ¿Tratas de decir que está es la primera vez que vez nieve y disfrutas de una cena familiar? - Niega al escuchar aquella pregunta, lo que contaba era un recuerdo muy doloroso, siempre fue de guardarse su enojo y su rabia para otro momento, sabía perfectamente que la pareja actual de su hermano mayor no tenía la culpa de que casi siempre termine pasando la navidad solo en casa o simplemente vivirla a su modo, sumido en ese recuerdo doloroso.


 


- No Aioria, esto te lo contare a ti porque mi hermano mayor nunca quiso tocar el tema, ha Asmita yo lo quiero mucho, él nació sin la vista y yo siempre estuve ahí para cuidarlo, pero ahora… Es distinto, demasiado distinto – Apoya su cabeza en el hombro de su amado que sin dudarlo le abrazo, quería desahogarse, sacarse esa espina que se guardaba en el corazón y menos demostrarle a Aioria su lado más sensible – Como te relataba, en aquel tiempo yo tan solo tenía cuatro años y mi hermano tenia cerca de los diez años, una noche antes de que sea la hora de abrir los regalos, el árbol de navidad se incendio y poco a poco la casa se consumía por el fuego – Se abraza con más fuerza al rememorar los gritos de sus padres luchando por sacarlos a su hermano y a él, pero lo peor de toda esa trágica noche fue el quedarse ambos huérfanos – mis padres murieron esa misma noche, tardaron veinte minutos de que los bomberos llegaran y en esa hora mi regalo fue enterarme de que me quede huérfano… Asmita nunca quiso hablar de esto, yo nunca llegue a disfrutar una cena familiar o sentir ese calor afectivo durante las fiestas, pensé que odiar estas fechas era un modo de vengarme por la muerte de mis padres, pero bueno… Shura me hizo entender una sola cosa, y es que tu también pasaste por hechos muy dolorosos, y te aferraste a cambiar tu personalidad por una más rígida y temerosa -


 


Se quedo sorprendido al escuchar aquel relato, más lo último y eso que no sabía que decir al respecto, paso por algo similar al principio, todo después de que su madre falleciera en aquel ataque de balas a la casa, como también el golpe más duro de su vida y era quedarse sin su padre. Ahora podía decirse que compartía ese sentimiento de querer vengarse por la muerte de sus progenitores, pero ni eso podía aliviar su espíritu y eso que siempre lucho contra las pesadillas.


 


- Ahora me tienes a mi y a mi familia, nosotros te mostraremos lo que es pasar las navidades en familia, mi tio siempre dijo que mi madre y mi padre eran muy rancios a festejar las navidades, pero cuando nacimos mis hermanos y yo, eso cambio drásticamente – Lo abraza con fuerza sin lastimarlo, necesitaba poder retomar ese momento que estaban teniendo, es bueno hablar un poco, conocerse y todo, pero ya un mes llevan de relación y lo más preferible era sumirse en esa nube de amor, dejando que esos sentimientos afectivos curen todas las heridas de sus tormentosos pasados.


----- ~ Merry Christmas ~ -----


Se remueve incomodo después de aquella sensación tan extraña en su cuello, toma asiento mientras intentaba recordar a ciencia cierta cada escena, hasta que dio con que allí estaba, tirado en el suelo, cubierto por unas cuantas cobijas y en como el fuego de aquella chimenea se consumía poco a poco. Traga con dificultad al tener ese miedo, ese miedo que ni Mu y ni Aioria le comento, era extraño, por lo que decide ponerse de pie, a pesar que únicamente llevaba puesto la camisa de su novio.


 


- “Maldita sea, soy tan idiota que no repare en ese detalle...” ¿Dejare de ser humano por una sola mordida? - Vuelve a tragar intentando recuperar la compostura, camina entre medio de la oscuridad sin hacer ruido, toda la casa estaba sumida en un silencio sepulcral, un escalofrío le recorre por la columna vertebral, no quería soltar un grito y todo porque necesitaba saber donde estaba el baño.


 


Camino por todo el pasillo principal de la planta baja luchando contra las penumbras, en eso da con una lampara de pie, la enciende para posteriormente asombrarse con que aquel espejo que había demostraba su temor, sí entre su hombro y el mentón estaba la mordida, trata de recordar donde el tío de su novio dejo su mochila, necesitaba informarse acerca de las mordidas de vampiros y eso que lleva semanas intentando leer ese cuaderno de anotaciones, pero por accidente se tropieza con la lampara que antes prendió, provocando que está se cayera y emita un sonido ensordecedor.


Estaba espantado por lo que acababa de hacer, intenta buscar una escapatoria, temía muchisimo y eso que Aioria le comento que cada mueble, cada cuadro, y cada pieza de esa casa valía muchisimo dinero. Se apresura para ir hasta la cocina, necesitaba ocultarse por un corto tiempo, tenía miedo de comerse un regaño por su actitud, estaba allí de invitado y detestaba cometer esas tonterías a causa de su nerviosismo.


 


- “Diablos… Por favor, por favor que no bajen, que no bajen…” - Rezaba por encontrar su escondite perfecto, en eso se sobresalta al escuchar el sonido de unas cadenas moverse, como a su vez el sonido de un candado abriéndose y después caer; se asusta, pero lo que interpreto de aquello era que alguien o algo lo estaba llamando, camina hasta donde provenía el sonido, cada paso que daba más seguridad recuperaba, necesitaba mantenerse relajado hasta que llega allí y aprecia que aquella puerta era la que con tanto recelo Shura ocultaba - “¿La puerta de servicio?” - Toma el picaporte para después abrir de apoco sin hacer ruido, aprecia que aquel extraño fenómeno que antes le alerto de la apertura de la misma puerta, encendía las luces – Vaya, entonces ¿Hay fenómenos poltergeist en esta mansión? - Se cerciora antes de bajar de que nadie lo vea, después de vigilar empieza a descender, hasta encontrarse con una sensación extraña, era como si alguien le intentase transportar hacía años atrás – Vaya, es impresionantes y eso que nunca se me dio por investigar por aquí… Mmm, ¿Qué secretos se guarda Shura? - No tenía nada para anotar, pero como tenía buena memoria intenta memorizar todas las sensaciones que sintió y que sentía ahora mismo.


 


Fue sorpresivo para él toparse con aquel pasillo, intenta ingresar las primeras puertas que veía, pero estás parecían estar selladas desde dentro, era como si cada una de ellas le demostraba que podría ser el pasaje a un pasado totalmente sumido en la piel de un empleado, por lo que decide caminar hasta que da con una habitación, dicha habitación que estaba casi al final de ese mismo pasillo y no dudo ni un instante de adentrarse, allí aprecia que la habitación seguía intacta.


 


- Impresionante… ¿Eh? - Su atención fue depositada en un pequeño cuaderno de cuero negro, traga grueso al ya sentir como la curiosidad se apoderaba de su raciocinio, camina hasta aquella cama y toma dicha encuadernación, la ve y se topa con algo que le llamo mucho la atención - ¡Es el diario de Shura! - Se alarma cuando escucha voces, podía darse cuenta de quienes eran y temeroso toma algún trapo o un pantalón para colocárselo, diablos estaba sudando frío y eso que temía mucho de que Aioros o Shura se percatasen de su presencia allí.


 


- ¿Por qué siempre haces esto Shura? Sabes muy bien que esté lugar debió haberse destruido desde hace décadas, detesto mucho que pases por alto las ordenes que te di aquel tiempo – Le reprochaba Aioros, no quería viajar por ese mar de recuerdos donde su actual pareja y él eran los protagonistas, bajar a la zona donde alguna vez residían los sirvientes, pero por alguna razón necesitaba seguir a su pareja.


 


- Aioros ya te dije, temo porque alguien ingrese a esta zona y le hice una promesa a tu tío de que este lugar permanezca tal como está, todo porque es posible que tu… Digo, el señor Ilias lo hubiese querido de esta manera – Estaba consiente de que mencionar el nombre del anterior dueño de la casa provocase un derrumbamiento emocional en todos los miembros de aquella familia, era un tabú para ellos sobre la muerte del hombre más importante en sus vidas, pero él debía guardar ese secreto hasta que pueda conseguir el momento para narrar lo sucedido.


 


- Mi padre… M-Mi padre… Sí, tienes razón – Fue lo que únicamente dijo, ambos ingresan al cuarto y los dos se sumergen en aquel día donde los dos se proclamaron aquel tonto juego, todo porque los dos se enamoraron a primera vista.


 


El de cabellos cortos y de color azabache, toma a su pareja de la cintura para así empezar a besarlo con mucha pasión, era su pequeño nido de amor y eso que no estaban al tanto de un gran detalle, ya que cierto muchacho de cabellos rubios se contenía las ganas tras el armario de no ser descubierto.


Intentaba empezar a caminar hacía la salida, le estaba dando unas inmensas ganas de vomitar al escucharlos emitir sonidos obscenos, ya podía decirse que era la segunda vez que le tocaba apreciar una escena poco productiva para un adolescente como él. Logra salir sin ser descubierto hasta caminar en sentido contrario, debía encontrar la salida opuesta y eso que su novio le había dicho que todos los pasillos tenían una salida, para no hacerle tan igual a las otras dos casas. Sin embargo, cuando logra encontrar la esquina, dobla y allí mismo se choca contra alguien, alza su mirada y se encuentra con su novio.


 


- Jeje, mi amor – Fue lo único que dijo, ya que la mirada neutral pero interrogativa de Aioria fue suficiente como la establecer un ambiente tenso, todo porque ahora mismo no sabía que decir - “Espero que este momento no sea mi ultimátum, entiendo que me involucre con una familia extremadamente fuerte en conexiones y de actitud, los León es una de las familias que de muestra la cara de la mafia” -

Notas finales:

Uffa, que raro ¿No?, pero que va, ya de por sí en Un Juego Prohibido es bastante denso y confuso, pero me ando rehibindicando con mi estilo de narrar una historia de esta magnitud, por lo que con los León me cuesta mucho arrancar un argumento para el capítulo y de su descenlace, es dicifil para mi y eso que trato de no eclipsar a los verdaderos protagonistas de este gran universo.

 

En fín, espero que lo hayan gustado, simplemente deseaba expresar mi frustración con palabras directas a mis lector@s, ya que de vez en cuando recibo hate y eso me desagrada muchisimo, pero que mas da... No suelto más spam y nos leemos en el próximo capitulo.

 

¡Alerta Spoiler!

Nota para las fans del Shipp de SagaxMu, esta pareja no murio, siguen esperando que hable de ellos...

 


Bye :3 !!!


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