Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

A la mañana siguiente por Dayari

[Reviews - 20]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Hola :D

No! Esta no es la peor de sus pesadillas.

Efectivamente. Soy yo de regreso.

Para desgracia de muchos y fortuna de otros.

He vuelto con este one-shot luego de un año y dos meses.

Algo super corto para no martirizarlos. Sin diálogos, sin lemon, algo corto pero profundo.

* Punto de vista de Goku

Sin más, aquí vamos.

Notas del capitulo:

Personajes de Akira Toriyama.

Intento de One-Shot mío.

Hoy es un nuevo día. Despierto con un enorme gesto de satisfacción y sin tomarle importancia a la hora que es, las manecillas giran una tras otra y me quedo mirando en ello y a la nada al mismo tiempo, completamente perdido en mis pensamientos.

 

Instantes después bostezo, muevo de lado a lado mi cuello y vuelvo a la realidad.

 

Miro mi cuerpo desnudo y una amplia sonrisa me es imposible no dibujar, recuerdo lo sucedido como una película reproduciéndose dentro de mi mente, una imagen sobre otra invaden mi cabeza casi a la par.

 

Acto seguido volteo hacia todos lados, no te encuentro. Simplemente ya te has ido.

 

De un salto me incorporo y visto en cuestión de segundos. Me concentro, pero tampoco puedo localizar tu ki, lo has ocultado ¿te estás escondiendo acaso?. Supongo. Es como un reto para mí, no creo que puedas hacerlo por mucho tiempo, dibujo una sonrisa de medio lado.

 

Luego de unos minutos de búsqueda ¡Te encontré! festejo con una ovación y un brillo se contempla en mis pupilas. Pero tú correspondes con un sobresalto mientras das un paso hacia atrás y luego, con total descortesía, me das la espalda. Percibo tu incomodidad.

 

Osas alejarte sin más, pero antes de que puedas lograrlo y sin decir nada comienzo con nuestro entrenamiento del día con una ráfaga de poder que te obliga a detenerte.

 

Te defiendes y correspondes. Te noto mucho más gruñón y evasivo que de costumbre, en más de una ocasión me mandas a volar e intentas marcharte. Más no te lo permito. Tú sabes que no me doy por vencido tan fácilmente.

 

Siento tu rechazo, y aunque quizá cientos de veces lo haya experimentado antes, esta vez no me es indiferente, una presión en mi pecho lo acompaña.

 

Sin embargo, hago caso omiso a mis sensaciones y vuelvo a concentrarme en ti.

 

Por tu cara tal vez te preguntes si yo recuerdo lo ocurrido o quizá me estés maldiciendo internamente por actuar tan a la ligera.

 

Presiento que me quieres decir muchas cosas y a la vez te quieres quedar callado,  por la forma en que sacudes la cabeza repetidamente tengo la certeza que no estás seguro si en verdad pasó o si crees que fue producto de tu imaginación, no sabes qué pensar ni qué hacer, ¡¿acaso piensas que te volviste loco?!

 

Quitaste ese muro que te cubría y no pude evitar penetrar ¿lo sospechaste? tal vez sí, eres tan listo que muchas veces me sorprendes.

 

La verdad no logro recordar con exactitud cuándo pasaste de un enemigo a esto que ni yo sé como describirlo. Además que pasó tan rápido que ni siquiera me acuerdo quien de los dos dio el primer paso, ni en qué momento comenzó. Simplemente ocurrió.

 

¿Instinto? ¿necesidad? ¿destino? no soy precisamente muy hábil para poderlo nombrar.

 

Siento tus ataques más potentes aunque a la vez torpes ¿acaso estás enojado? ¿o es que quieres matarme? Me percato de ese leve gruñido que emites cuando me acerco de más y por mero reflejo sonrío. No te molestes, no me burlo, sólo que se me hace muy difícil hacer caso omiso al sinfín de recuerdos mientras nos complementábamos o entrenábamos de esta manera y me distraigo sin querer.

 

Cambié la imagen que tenía sobre ti, no me culpes, esto es normal y no soy el único responsable por ello.

 

Tan sólo unos minutos después ya luces muy cansado, tu respiración y sudor te delata, pero no quieres detenerte ni por un segundo ¿Acaso piensas que si paras ocurra nuevamente? ¿El combate hace que lo olvides por un tiempo? ¿o es una forma en que tu subconsciente te obliga a vengarte de mí?

 

Y esto es precisamente lo que quisiera gritarte en estos momentos. ¡Ya evita esta barrera invisible de tensión que casi casi me electrocuta al acercarme!. No es sólo mi culpa ¿sabes?. Tú también participaste ¿lo recuerdas? estamos juntos en esto, la responsabilidad es de ambos.

 

¿Quieres entrenar por tu cuenta? ¿quieres que te deje solo? es lo único que puedo concluir con tu comportamiento ¡Detente! razono cuando con posesión inmovilizo tu cuerpo con el mío mientras tú intentas zafarte, forcejeas pero no me golpeas a pesar de que puedes hacerlo, por lo que me atrevo a concluir que en el fondo así lo deseas.

 

¿Esto es incomodo para ti? sabes que tenemos mejores resultados si lo hacemos juntos, después de todo a eso vinimos, ese fue nuestro objetivo. Aunque al aceptarlo des tu brazo a torcer, en equipo es mejor.

 

Tu actitud me causa extrañeza, aun cuando sé perfectamente como eres. Te libero, más no te dejo solo. Acto seguido te alejas.

 

Te sigo y tu frustración se hace más evidente ¿Que esperabas viniendo de mí? sabes que sólo soy un tonto.

 

Fijando mi vista en la tuya y en tu ceño fruncido te expreso por medio de mis brillantes pupilas: relájate un poco, no fue tan malo ¿o sí?. No lo creo. Te sonrojas. Te veías muy dispuesto. Sé que te gustó.

 

La tensión crece a tal nivel que me esquivas. Luego trato una y otra vez de conectar mi mirada con la tuya pero tú la evitas. Te giras y si insisto luces furioso, pero no me dices nada. Ni tus insultos o sarcasmos puedes pronunciar ahora de tus labios. Nuestro combate al fin terminó, lo da a entender tus oscuros cabellos. Y esta vez no hubo vencedor.

 

Pero con mi perseverancia, aparezco frente a ti y mi acto sorpresivo te deja en la misma posición unos tres segundos, después te ruborizas y me bajas la mirada ¿te intimido? ¿o sólo no quieres verme? es en estos casos donde tienes que agradecer la diferencia en nuestras estaturas.

 

Tratas de lucir normal pero no puedes, no tener el control te hace sentir frustrado. ¿Si supieras que hasta acá puedo escuchar el latir acelerado de tu corazón, cómo lo tomarías?

 

¿Hacer como si nada hubiera pasado? ¡No me engañes y no te engañes tú mismo! yo no puedo obligarte a nada, pero lo siento mucho, no lo puedes borrar, eso sí, no te lo puedo permitir.

 

¿Quieres que guardemos el secreto? ¿Que lo repitamos? Discúlpame pero si no hablas no puedo entenderte, leer la mente no es una de mis virtudes, pero podría casi asegurar por tus gestos lo que estás pensando. Sin embargo, eso no importa, ayer a tu lado descubrí que existen otras formas de comprensión más allá de las palabras y que a veces las caricias y los silencios significan más.

 

De acuerdo, por mí no te preocupes, si deseas que me aleje, yo lo hago sin rencores y trataré de no hablar de ello contigo nunca, de guardarlo en mi interior aunque me dañe para no incomodarte. ¡Tan sólo dilo!

 

Te das la vuelta, ya no puedes soportar la pesadez de mi presencia a tu lado.

 

¡No huyas! no hay ningún sitio donde puedas esconderte. Te has enfrentado a oponentes muy poderosos y ahora que lo haces con tus sentimientos ¿tienes miedo?. Creí que desde hace muchos años habías entendido que no te haré daño. Yo no soy tu enemigo ¿lo recuerdas?

 

Bajaste la guardia conmigo, me permitiste acercarme y esto pasó, perdón por ese acto tan atrevido de mi parte, sabes de sobra cómo soy, es lo que repite mi mente una y otra vez al verte alejarte, sin embargo mis labios no emiten una sola palabra, esto es muy extraño.

 

¿Quién será el primero en romper el silencio? ¿quién dirá las primeras frases? ¿será más grande tu orgullo o mi torpeza?, que esto de las señas y silencios ya no me está gustando en lo absoluto. Has tomado una decisión.

 

Tiro la toalla, no es que me rinda, sólo que no te quiero presionar, está bien ¡Aléjate! no te voy a molestar, aunque no sé que ganes con ello, esconderte no te servirá de nada. Las cosas no van a cambiar.

 

No sé dónde empiece la confianza y se pierda el respeto. No sé dónde la línea entre la cordura y la locura sea tan delgada hasta el punto que se mezcle en una sola que sea muy difícil diferenciar.

 

Inicialmente nos acercamos por no haber más opción. Luego creaste una necesidad en mí y yo en ti. El encierro y la soledad puede hacerte perder la cabeza. El encierro y tu compañía lo hace aún más.

 

                                                                            [----]

 

No te angusties, aun no estaba durmiendo, tal vez mi subconsciente te estaba esperando, siento tus sigilosos pasos junto a mi lecho, me notas y te detienes. ¡Espera! ¡No hay vuelta atrás! Estás indeciso y te quedas pensando un par de segundos. ¡No temas! Somos los guerreros más poderosos de este universo ¿Qué podría salir mal?

 

¿Nadie te enseñó a abrirte y expresar tus sentimientos? ¿Si te digo que digo que a mí tampoco estarías más tranquilo? somos tan diferentes y tenemos tantas cosas en común al mismo tiempo ¿es irónico, cierto?

 

¡Vamos! no te reprimas. Con mi sonrisa ladina te invito a seguir. Con mi brazo estirado lo confirmo. ¡Encontremos una mejor manera de entendernos!

 

Finalmente tu rostro de tensión cambió por esa risita que tanto me gusta ver dibujada en tu faz.

 

El colchón hace un sonido cómplice por lo que se avecina.

 

Te has rendido y todo vuelve a comenzar.

 

Nuestros alientos y pieles sudorosas a la par, nuestras manos entrelazadas sin golpearse y sin protestar en una perfecta armonía.

 

Esa agradable sensación de nuestros cuerpos al reencontrarse nos enchina la piel, como si fuera nuestro último día o como si sólo viviéramos para ello, dá un nuevo propósito a mi existir.

 

Lo único que me puedo cuestionar ahora es ¿Cuándo llegamos tan lejos?

 

Bueno la verdad eso no importa ahora. A veces es mejor apagar la mente y sólo sentir. Lo que no podemos comprender y que te hace feliz, es más fácil aceptarlo sin darle tantas vueltas innecesarias.

 

Mientras siento tus manos sobre mi cuerpo, con las mías sobre el tuyo te expreso lo siguiente:

 

Para serte franco nunca te odié, después de todo solo actuabas por naturaleza, pero tampoco imaginé que entre tú y yo pudiera existir una relación más estrecha y excitante aparte de ser mi compañero de entrenamiento. En definitiva, haberte dejado con vida ha sido una de las mejores decisiones que tomé.

 

No sabía que existiera algo que me llenara más que luchar. Una adrenalina corriendo por mis venas que hace que mi corazón palpite más fuertemente, esta sensación solo la puedo apagar con mi cuerpo fundirse con el tuyo.

 

Rodamos uno sobre el otro y viceversa, nadie quiere darse por vencido. Amo nuestro vínculo de amistad disfrazado de “rivalidad” en todo, eso nos hace seguir adelante y nunca rendirnos. Tener dia a dia una meta con nosotros mismos.

 

Caemos. El espacio en la cama no fue suficiente esta vez.

 

Me has enseñado muchas cosas ¿Sabes? por lo que inflo mi pecho con satisfacción al asegurar que yo hice lo mismo contigo, aunque te cueste aceptarlo sabes que es verdad lo que te digo.

 

Cierra los ojos, duerme y descansa. No te preocupes por el después, pasemos esta noche juntos y ya mañana pensaremos en cómo actuar. Finalmente sólo se trata de la mañana siguiente.

 

         

Fin

Notas finales:

Mil gracias a quien entró a leer.

Extrañe demasiado volver a escribir y aunque sé perfectamente que quizá ya nadie me recuerde o que tengo que empezar de cero nuevamente.

En estos días traeré la continuación de algunos fics (no diré cuales aún) en caso de que les interese.

Bueno, pasé tanto tiempo sin escribir que ya ni sé que decir en las notas. Me despido.

Sin más, hasta la próxima.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).