Una de las cosas que hacia ser a Stephen Strange uno de los mejores veterinarios, es aquel interés por realizar bien su trabajo, su perseverancia y paciencia en atender cualquier tipo de situación, aunque fuera algo totalmente imposible, ya sea algo de vida ó muerte.
Todo sea por el bienestar de sus pacientes.
Lamentablemente no fue preparado, para tratar con los dueños de las mascotas y más si estos eran unos celosos de los más desesperantes...
Casi siempre era él quien tomaba las decisiones, púes él, era el experto con mayor conocimiento para tratar cualquier situación, que se le presentará, así que no tenia que darles explicaciones a los dueños, eso se lo dejaba a su fiel asistente por si las dudas, él tan solo hacia su trabajo y ya, sin ningún problema.
En realidad pensó que al llegar al lugar citado, seria fácil presentarse, hacerle el chequeo correspondiente a su paciente, tomar apuntes y dar el veredicto medico, para después recetar el medicamento y apuntar las horas que le darían cada cuanto el medicamento e irse, después de cobrar por su buen servicio y recibir un gracias sin objeciones, ni preguntas, así de fácil resultaba para el.
Pero perder casi como 2 horas de su valioso tiempo, por dos personas súper celosas era increíble, se preguntaba si en el departamento vivía un adulto responsable en el, aunque al ver al dueño lo descartaba completamente..
Seguían corriendo las horas y las miradas recelosas de parte de Steve y bucky, hacia el pobre veterinario que seguía sosteniendo al minino enfermó, no sedian.
Así que el veterinario se harto de aquella infantil situación y tomo la decidió, por si mismo de buscar una habitación cercana, para llevar a su paciente y hacer su trabajo, ya que se veía que esos dos querían seguir mirándolo así por mas tiempo y el no tenia todo el tiempo del mundo, para estar soportando los celos de aquellos dos.
Se dirigió hacia el pasillo, en donde creía que estarían las habitaciones y se metió en la primera habitación que vio, sin importarle si esa era ó no la habitación de su paciente, lo recostó en la mullida casa sin cobijarlo, aunque fue algo difícil hacerlo ya que este no quería desprenderse de él.
Escucho unos gruñidos atrás de él, y entendió que lo habían seguido, seria en verdad un poco difícil revisar a su paciente, sin tener a estos dos alrededor taladrando lo con la mirada.
Sí, que esta situación le estaba terminando por desesperar, así que se decidió por respirar hondo y terminar con esto lo mas rápido posible para poder irse.
Iba a tomar su maletín, pero recordó que lo había dejado en la entrada, así que decidió ir por el, pero cuando iba a dar la vuelta para ir por su maletín sintió como alguien lo halaba de la bata, al voltear se sorprendió que era el minino que inconsciente lo había tomado de la bata.
Se sintió un poco enternecido por aquella acción, que luego se convirtió en un suspiro al sentir unas dos miradas penetrantes en su persona, aparte de los gruñidos de enojo de esos dos.
Ignorando completamente aquellos dos, delicadamente quito la mano del minino y se alejo lentamente para no hacer ruido, saliendo de la habitación.
Cuando regresó a la habitación ya con el maletín en las manos, encontró a esos dos a cada lado del minino como si fueras sus guaruras.
Lo dejó pasar y se acerco a su paciente, colocando el botiquín junto a la mesita de noche, de el saco unos guantes de látex, los cuales se colocó para así poder hacer bien el chequeo correspondiente, ya puestos bien lo guantes, saco un termómetro para revisar su temperatura la cual tenia alta, le revisó el ritmo cardíaco la cual estaba bien e hizo uno que otro chequeó mas antes de de dar el veredicto medico, para así poder recetar los medicamentos correspondientes.
Saco una libretita y en ella empezó apuntar los medicamentos que le recetaría, para curar el resfriado que el minino tenia, unos Analgésicos para la fiebre, el dolor de garganta y la cabeza, un atomizador o solución salina para descongestionar la nariz y por último un jarabe para la tos.
Después de terminar de apuntar los medicamentos en la hoja, la arrancó y se dirigió al dueño de la mascota para entregarle la receta medica.
Ya de ahí, le dijo que su mascota tenia una infección leve y por ello le tendría que aplicar una inyección para bajar la infección que tenía.
James estuvo totalmente de acuerdo con ello, así que el doctor fue a preparar la inyección, pero había un problema se le había olvidado el alcohol y los algodones que eran esenciales para desinfectar la jeringa, como el área donde le iba a poner la inyección.
Así que por esta vez tuvo que recurrir a la ayuda de esos dos, hablo con ellos y le dio indicaciones para que le ayudaran en lo siguiente, al primero (Steve) le dijo que fuera por alcohol y algodones, y al segundo (james) le dijo que volteara al minino boca abajo y le bajara los pantalones, junto la ropa interior para así poder le aplicar la inyección.
Una vez que el rubio le trajo el alcohol y algodón solicitado, Stephen empezó a preparar la inyección, al termino de la preparación, remojo un algodón para limpiar el área donde le daría un ligero pinchazo y usar el mismo para limpiar la sangre que de aseguró saldría al quitar la aguja, al termino de aplicar la inyección.
Se acerco al minino y una venita de enojo se instaló en su cabeza, al ver como esos dos miraba muy atentamente las nalgas de su paciente, estaba empezando arrepentirse del a ver le pedido al dueño del minino, que le bajara la rompa interior, hizo como si se aclarara la garganta para llamar la atención de esos dos, cosa que funcionó porque se le quedaron viendo un poco avergonzados.
Hizo como que no vio aquellos dos avergonzándose, aunque debía admitir que le causo un poco de gracia.
Se acerco a Tony y tanteo un poco el área hasta encontrar el punto en donde lo pincharía con la aguja, palmeo un poco la nalga exactamente esa zona para así verificar que estuviera bien y no dura, aunque tenia que admitir que tenia unos buenos y moldeados atributos, saco los mal sanos y pervertidos pensamientos que empezaba a surgir, al ver aquellas respingonas nalgas.
Iba a empezar por aplicar la inyección, cuando noto que su paciente se había tensado, al parecer se a había despertado.
¿como lo sabia?, pues lo estaba mirando por el rabillo del ojo completamente asustado y tensó, al parecer no le gustaba las inyecciones...
Le hizo una señal a James para que lo sostuvieran antes de que escapara, capto el mensaje rápidamente sosteniéndolo por la espalda, el minino se removió asustado y muy alterado.
Tony logro con éxito liberar uno de sus brazos, para así soltarle un fuerte codazo en el costado a James, quien se quejo y aflojó el agarre, el minino aprovechó esa oportunidad y le soltó un cabezazo que le dio justó en la nariz, logrando soltarse por completo del agarre de bucky, quién se quejaba tirado en el suelo, sobandose las áreas afectadas.
El mínimo estaba apunto de levantarse de la cama y escapar de ahí, cuando fue sostenido de los hombros por Steve y antes de que el castaño pudiera atacar, lo tomo desprevenido, dándole un apasionado beso en los labios dejando al minino en completo shock, duró unos cuantos minutos pero funciono por que dejo a Tony sin aire y totalmente ido.
El veterinario aprovecho esos minutos de distracción e hizo que steve acomodara al minino boca abajo y le aplico la inyección, un pequeño aguijonazo en una de sus nalgas, suministrándole con éxito todo el medicamento, hubo un quejido de dolor al administrarle el medicamento pero era algo normal.
Sacó la jeringa y limpio la zona con el algodón, obviamente tuvo que remojar otro, ya que el que tenia se había secado, hizo presión en esa zona con el algodón, mientras le pedía al can rubio que le pasara su botiquín de el saco un curita, el cual lo puso en esa área, sustituyendo por el algodón para que así fuera menos incómodo de llevar.
A Strange le extraño un poco que el minino no protestara por haber sido tratado de esa manera ó al menos sentirse indignado, cualquier reacción agresiva de parte de este, pero solamente lo vio, que estaba boca abajo y con una almohada soltando una que otra mala palabra, obviamente era reprendido por el rubio pero el minino no le reclamaba, ni le dirigía la palabra, solamente movía su cola de gato totalmente esponjada, de un lado al otro, algo que indicaba que estaba molesto y no tardaría en atacar.
El veterinario optó por guardar sus cosas e ir, hablar con el dueño por lo de su paga de sus servicios e darle una ultima indicación antes de marcharse.
La verdad lo que quería era irse de ahí lo antes posible, no quería estar en ese departamento, cuando el minino deseara vengarse por haberlo obligado a ser inyectado, seria mejor permanecer al margen de la situación y ser inteligente, retirándose de ahí lo mas neutral posible, sin notar el escalofrío que sintió cuando un aura oscura comenzó a salir del minino, sed de venganza era lo que sentía en el ambiente.
Sentía un poco de lastima por aquellos dos y el infierno que tendrían que pasar cuando el minino se recupere, eso ó si es que decide matarlos antes, porque a pesar de estar enfermo se podía ver que aun poseía un poco de energía.
Estaba divagando mucho en sus pensamientos y guardando sus cosas, que no noto a James que seguía aún en el suelo quejándose por los golpes dados, lo levantó y le dijo que lo acompañara a la puerta.
Salieron ahí lentamente sin hacer ningún ruido que fuera alertar al minino, que seguía en la misma posición.
Al recibir el pago de sus servicios, strange le dio unas ultimas recomendaciones y le dijo que no se le olvidara de llevar a Tony a su chequeo de cada mes y que si sentía todavía mal no dudará en llevarlo a su consultorio.
Se despidieron con un apretón de manos y un gracias de parte de James.
Ahora lo mas difícil venia en hacerse cargo de Tony, sin morir en el intento, si conocía a su minino bien cuando pasaba este tipo de situaciones, no les dirigía la palabra, ni mucho menos que lo tocaran, se ponía arisco en cuanto su orgullo se tratara, los trataba muy mal y tenían que hacer méritos para volver a recuperar su confianza.
Que dios los ampare con el infierno, que tendrían que sufrir con su minino, se persino antes de ir a la cocina por una bolsa de hielo para su nariz, bueno ahora serian dos al parecer, al ver a steve sobandose la mejilla con un tremendo cachetadon en la puerta de la cocina, le extendió la bolsa de helio, el rubio lo aceptó con gustó.
—bueno al menos no te rasguño, el rostro— dijo bucky, encogiéndose de hombros.
El rubio lo miro mal, para luego suspirar derrotado, mientras dirigía la bolsa a su mejilla hinchada.
Si seria un largo trayecto para ganarse a Tony y no morir en el intento.
Continuara...