Desde aquel día han pasado tres meses, los niños iban y venían cada que podían, con la única diferencia de que habían mejorado el artefacto y ahora no solo podían viajar 39 años atrás, sino que ahora podían retroceder y viajar a cualquier época sin importar la que sea.
-¿estás listo Goten? - preguntó ajustando el tiempo, ahora irían 20 años atrás, donde se suponía que sus padres ya eran mayores.
-Sip - se sujetaron de la mano y cerraron los ojos, desapareciendo justo a tiempo pues la puerta de la habitación del pelilila fue abierta en ese momento.
-¿Trunks? ¿Goten? Vaya... Juraría que los escuche hace un momento - la peliazul se encogió de hombros - de todas formas cuando tengan hambre tendrán que aparecer - murmuró y salió de la habitación para dirigirse al living, donde una pequeña reunión se llevaba a cabo, todos estaban ahí, Krilin, N.18 y la pequeña Marrón, Gohan y Videl, Yamcha y el maestro Roshi y por supuesto Milk y Goku, estos dos últimos habían llegado por separado.
Había algo raro, en cuanto había llegado el pelipalmera el ambiente se tornó tenso, lo que era extraño, normalmente con su presencia las fiestas siempre eran animadas y divertidas.
- ¡Bulma! - el saiyajin de cabellos alborotados llegó asía la peliazul, lucia nervioso - ¿has visto a Vegeta?
-huuuyy Bulma, yo que tu no le decía, claro, si no quieres dejar de ser la esposa de Vegeta - dijo Yamcha con un tono de voz que ella jamás había escuchado, era como si quisiera humillar a alguien, pero ella no le hizo caso, pues su amigo se veía bastante decaído.
- sí, no tarda en llegar, de seguro se está duchando - le contestó ignorando al hombre de cabello corto - ¿te sucede algo? Te noto nervioso.
- los desviados siempre lo están - Bulma miró sorprendida a Krilin, no solo por el comentario fuera de lugar si no por el desprecio que emanaba - de seguro la culpa lo debe estar matando por dentro.
- ¿qué les sucede a todos? - preguntó molesta, no le agradaba para nada la actitud de todos.
-no se Bulma... Y no quiero saberlo - dijo el saiyajin, no entendía para nada porque sus amigos de toda la vida le hablaban así, aunque se hacía una ligera idea, pero no quería aceptar ni creerlo.
¿Por qué?
Simplemente el no creía que fuera algo malo lo que sentía.
- claro que no quiere saberlo, pero me imagino que tu si - Milk fulminaba con la mirada a su "esposo" pero sin abandonar su semblante de tristeza, disfrutando cada segundo de la expresión lastimera del pelipalmera, los amigos de Goku estaban de su lado, solo faltaba Bulma para dejar completamente solo al saiyajin y hacer que se arrepintiera de todo lo que le dijo, que según ella eran acusaciones falsas y sin sentido - después de todo corres el riesgo de quedarte sola como yo - suspiro2 fingiendo estar deprimida, disfrutando por dentro de toda la situación que ella misma había ocasionado.
- Haber Milk, si sigues con tus misterios menos voy a entender.
- malditas sabandijas, dejen de hacer escándalo - un Vegeta recién duchado bajo al pie de las escaleras con el torso desnudo, aun brilloso por las gotas de agua que caían de sus cabellos y con un solo short azul bastante ajustado como única prenda miró a todos con desagrado - y tu mujer, ¿por qué demonios invitaste a toda esta escoria aquí?
-Para tu información esta es mi casa ¡y vives aquí de a gratis!
-Vegeta... Ammm... Yo... Tu... - Goku se había sonrojado al máximo, no se esperaba ver en ese estado al príncipe y sin ser consciente su mirada se paseaba por aquel escultural cuerpo, admirándolo de pies a cabeza.
-ya suéltalo Goku, deja de babear y dile todas las estupideces que vienes a decir, porque por eso viniste ¿no? Además de venir a tragar - ahora fue el mismísimo Gohan el que habló, veía a su padre con rencor, ni siquiera le había dicho papá, era como si ya no pudiera llamarlo así.
- la flor ya se aguito - dijo Dieciocho burlándose sin despegar los ojos de su hija la cual mantenía en brazos - ya no hay que decirle nada, no vaya a empezar a llorar.
-déjense de estupideces - dijo desconcertado el peliflama, nunca hubiera pensado que los insectos le hablarían así a Kakarotto, al hombre que los había salvado más de una vez. - y digan que se traen entre manos y por qué le hablan así a este idiota.
- pues lo mismo pregunté yo y sigo sin recibir respuesta - Bulma se cruzó de brazos, se suponía que eso iba a ser una reunión entre amigos, no un velorio donde todos recriminaban al difunto por haber muerto.
-Vegeta, ¿podemos hablar en privado? - Goku preguntó con suma valentía, era el hombre más fuerte del mundo, no podía debilitarse por culpa de aquello, aunque sentía una inmensa tristeza, sus amigos y familiares lo odiaban y todo por eso que él no había decidido sentir.
-no Vegeta, no vayas - lo advirtió Yamcha - puede que abuse de su fuerza y termine violándote.
-¿qué dices insecto? - preguntó aún más desconcertado, ¿por qué demonios había dicho eso?
-pues Goku busca a alguien para enterrar el palo y ese alguien eres tu - el maestro Roshi contesto con indiferencia, no podría estar más decepcionado de su discípulo, pero después de todo siempre pensó que había algo mal en él, pues él nunca mostró interés en las chicas así como Krilin cuando eran niños.
-¿yo? Déjense de sus malditas bromas, todo mundo sabe que este imbécil no es capaz de eso.
-nosotros también pensamos eso - contestó la mismísima Milk, la cual lloraba a mares causando lástima en todos menos Bulma y Vegeta pues tenían el presentimiento de que estaba fingiendo.
-yo no hice eso, es más yo no sé qué es "giolar" - dijo sintiéndose peor, su ex mujer lloraba y en parte era su culpa.
- Kakarotto habla y explícate de una maldita vez.
- Vegeta... Tu... - suspiró, ¿por qué no podía hablar con normalidad? Claro, por qué tenía al otro semidesnudo delante de él - tú me gustas... No... Estoy enamorado de ti.
- ¡lo sabía! ¡Maldito marica! - gritó con odio el más bajo - ¡siempre supimos que eras anormal!
-¡aparte de violador eres un desviado!
- qué vergüenza ser tu hijo - escupió Gohan con desprecio - nunca lo hubiera imaginado.
-¡Gohan es tu padre! - gritó Videl enfadada, ella tampoco sabía que sucedía exactamente pero no creía que el enamorarse de alguien de su mismo sexo fuera lo peor, todos tenían derecho a enamorarse, pero solo el corazón decide de quien.
- ¡¡Este infeliz violo a mi madre!! - estalló Gohan como nunca antes lo había hecho, mil veces peor que cuando peleó con Cell.
-Gohan... - Goku lo miró lastimosamente y sorprendido, pero después de todo Gohan siempre fue una bomba que estallaba con la ira y la furia.
-¡cállate! - inmediatamente se abalanzó sobre el pelipalmera y comenzó a golpearlo recibiendo victores por parte de la mayoría.
- ¡bien hecho Gohan!
- ¡dale su merecido!
- ¡pégale! ¡Haz que vuelva a ser hombre!
- ¡dale una lección!
Goku sentía su corazón desmoronarse, Vegeta lo miraba estupefacto, parecía haberse vuelto de piedra y Bulma... Simplemente no reaccionaba, ahí estaba de pie, sin decir ni hacer nada, y como si fuera poco su hijo lo atacaba a matar, sus amigos lo insultaban y apoyaban al híbrido, su ex esposa lloraba...
Sus propias emociones se descontrolaban...
Lograba esquivar los ataques de Gohan, el aún no mostraba todo su poder pero aun así su hijo era increíblemente poderoso aunque no se comparaban en lo más mínimo pero ya no podía controlarse más...
Sus ojos comenzaban a humedecerse y le nublaban la vista y sin saber en qué momento, el puño de Gohan impacto en su estómago, haciendo que se doblará de dolor y escupiera un poco de sangre mezclada con saliva...
La rabia se apoderó de él, su ki subía descontroladamente, sus ojos cambiaban constantemente de color, de negro a amarillo ámbar, su cabello crecía y se encogía pero siguiendo siendo negro y detrás de él, una cola había a aparecido y se balanceaba de un lado a otro también cambiando su tonalidad cada pocos segundos, de café a rojo y de rojo a café...
Creo múltiples esferas de ki bastante poderosas, una para cada uno, los silenciaria de una maldita vez y para siempre y observando a todos con una expresión que era capaz de helar la sangre de cualquiera, posó su mirada en cada una de los presentes, empezando por Gohan y comenzó a contarlos...
-uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete... Ocho - dijo con una sonrisa tenebrosa, claro, no había contado al peliflama ni a la peliazul, por un momento se había olvidado de ellos - y aquí hay 8 esferas... - agregó, las iba a lanzar...
Pero no lo hizo. Sus ojos se encontraron con un par idénticos a los suyos, desde la ventana que daba al jardín, Goten lo veía atemorizado.
Él era el orgullo y el ejemplo a seguir de su pequeño hijo, era su héroe. No, él no era ningún monstruo ni asesino.
Su ki disminuyo casi hasta llegar a ceros, quedando como en un principio, con su cabello en forma de palmera y sus ojos completamente negros aunque todavía conservaba la cola de mono; desapareció las esferas y salió rápidamente de la C. C. pasando por un lado de Goten y Trunks y sin decirles ninguna sola palabra emprendió el vuelo.
Se alejaría de todos.
No regresaría.
Desaparecería de sus vidas para siempre...