Mientras el pelinegro volvía al interior de su departamento sentía aún más curiosidad por saber más sobre su vecino Hizaki y su vida, sentía aquella necesidad de saber más a pesar de haberle visto solo un par de veces desde que se había mudado ahí, rio un poco para sí mismo pues probablemente pensaba que ya estaba enloqueciendo pues eso de haber ido a buscar a alguien que jamás se interesó en él y tan solo le había lastimado no era muy agradable pero deseaba hacerle pagar a quien le había hecho mucho daño. Camino hacia su habitación y busco entre sus cosas hasta que encontró un pequeño álbum de fotos, tomo asiento en el borde de su cama mientras lo hojeaba con detenimiento, no sabía exactamente qué era lo que buscaba pero sabía pero que debía ver aquellas fotos pues por ahí podría empezar para poder conocer mejor a su vecino y buscar parte de su venganza.
Reía un poco al ver las fotos que tenía pues eran de sus años de escuela, aquella sonrisa que tenía en los labios se borró por un instante al ver una foto en especial, en aquella fotografía se encontraban tres personas: un chico de cabello rubio, uno pelinegro y al final un rubio de cabello largo. Tomo la fotografía entre sus manos y la examino con mayor detenimiento al darle la vuelta se dio cuenta de que aquellos tres amigos que estaban en esa foto no era nada menos que Kamijo, Hizaki y el mismo. Al darse cuenta de eso quedo sorprendido, si eran tan amigo de Hizaki por que había olvidado de él no lo entendía muy bien “Tal vez haya pasado demasiado tiempo desde aquellos días, pero algo debió de haber pasado para que no lo recuerde” Pensaba mientrasdejaba la fotografía a un lado y siguió revisando aquel álbum pero en las fotografías siguientes se dio cuenta de que su viejo amigo Hizaki ya no aparecía en ninguna de ellas, eso lo desconcertó aún más.
Flash Back
-Pero Kamijo por qué haces esto no lo entiendo –le miraba con los ojos cristalinos por las lágrimas que contenía-
-Ya te lo dije no quiero nada más contigo ya no me interesas –se cruzaba de brazos dándole la espalda al pelinegro-
-Te has puesto así desde que él se fue, acaso tanto te importa, acaso te importa más que yo, olvidas que yo soy tu pareja y decías amarme más que nada –las lágrimas corrían por sus mejillas-
-A él no lo metas en esto Kaya, entiéndelo solo ya no quiero nada contigo ya no te amo –le miraba con el ceño fruncido-
-Como puedes decir eso después de todo lo que hemos pasado juntos, no te entiendo, que fue lo que hice mal
-Kaya por favor no hagas esto más difícil para ti –posa sus manos sobre los hombros del pelinegro- Eres muy atractivo pero no siento nada especial por ti lo lamento. Busca a alguien que realmente te haga feliz
Dicho eso el rubio se alejó del pelinegro dejando a este solo sin dar más explicaciones, cuando el pelinegro perdió de vista al rubio salió corriendo de ese lugar y se fue a su departamento, al entrar fue directamente a su habitación y tomo un sobre de la mesa de noche, al abrirlo saco las fotos que estaban dentro algunas las tiro sobre la cama y otras las rompió en varios pedazos pues en estas aparecía su amigo al lado de la persona que había dicho amarle.
-Todo es tu culpa… -susurro mientras las lágrimas corrían por sus mejillas-Te odio… Espero no volver a verte jamás….
Fin Flash Back
-Oh… Ahora lo entiendo… Pero porqueél no me recuerda… -miro detenidamente la foto- Cuanto tiempo ha pasado desde aquel día… Más de 10 años quizás… -dio un suspiro -
Kamijo terminaba de arreglarse, aun sentía un poco el efecto del licor pero se le pasaría en cuanto comenzara su camino hacia el departamento del rubio.
El rubio caminaba tranquilamente al lado del castaño, iban en completo silencio pues no sabía que decir.
-Tsuru –volteo a ver al castaño-
-Si mi cielo –le miro y sonrió-
-Ah… -sonrió- Hace mucho que no me dices así… -desvió un poco la mirada- Bueno… No era eso lo que iba a decir
-Oh, entonces que ibas a decir –le miro con algo de curiosidad-
-Es que… -suspiro- No estoy seguro pero creo que conozco a Kaya de otro lado, su rostro se me hace familiar pero recuerdo bien de donde
-Quizás es algún viejo amigo tuyo solo que no lo recuerdas
-No lo sé… -le miro- Te parece bien si cuando regresemos nos quedamos en el otro departamento
-No quieres estar cerca de tu vecino verdad
-Sí, no sé por qué pero creo que es mejor así, no quiero problemas
-Entiendo –sonrió y le dio un beso en la frente- Nos quedaremos donde tú quieras
-Gracias –sonrió y se abrazó a el-
Siguieron con su camino, sin poner atención a quien pasaba a su lado.
Kamijo ya casi llegaba al departamento de Hizaki así que decidió hacer una parada en una floristería que estaba cerca, al entrar quedo maravillado por la cantidad y variedad de flores que había dentro, pero solo unas eran las adecuadas, así que pidió un ramo de rosas rojas.
En cuanto salió de aquel lugar miro por un momento el ramo y sonrió un poco así que continúo su camino.
Después de un largo viaje por fin habían llegado a su destino, el rubio aun no entendía donde estaban jamás había estado en ese lugar. Observaba detenidamente todo a su alrededor, sonrió al ver el claro del cielo, a sus alrededores algunos arbustos con coloridas flores incluso había unos cuantos rosales, pero lo que más le maravillo fue la hermosa vista de la cuidad desde aquel punto.
-Vaya… -sonrió feliz y abrazo al castaño- Es hermoso
-Sabia que te gustaría –correspondió su abrazo y le acaricio el cabello-
-Me conoces bastante bien –rio un poco y volvió a mirar todo detenidamente-
-Quieres que te diga el motivo por cual quería traerte aquí
-Claro que si –sonrió mirándole- Aun no entiendo por qué me has traído a un lugar tan hermoso
Saco de su bolsillo una pequeña cajita color negro y se arrodilla frente a él abriendo la cajita dejando ver un anillo de oro blanco con dos diamantes blancos separados por un hermoso zafiro azul, el rubio al verle se quedó sorprendido no supo que hacer o decir.
-Hizaki he esperado más de dos años para hacer esto
-Tsuru…
-Hizaki ¿Te casarías conmigo? –Le miró fijamente en espera de su respuesta, sentía que el corazón le latía rápidamente-
-Ah… Yo… -se llevó una mano a los labios y asintió- Si… -sonrió y se abrazó a el- Me casare contigo
-Mi amor –beso suavemente sus labios- Me has hecho el hombre más feliz –tomo su mano y le coloco con cuidado el anillo-
-No lo puedo creer –sonrió ampliamente- Esto de verdad está pasando
-Claro que si –tomo su mano entrelazando sus dedos- Quiero compartir el resto de mi vida solo contigo y con nadie más
-Tsuru… -sonrió y le miró fijamente- Yo también compartiré mi vida solo contigo
El castaño le tomo de la cintura mientras el rubio enredaba sus brazos alrededor de su cuello, se miraron por unos minutos para después unir sus labios en un suave beso.
Las horas pasaron rápidamente para la feliz pareja el atardecer no tardaría en llegar mucho así que decidieron volver de una vez antes de que comenzara a correr el viento frio.
Suspiraba con decepción al no haber encontrado al rubio en su departamento aun así, no se marcharía hasta haber hablado con él, lo único que podía hacer era esperar, se recargo en la pared al lado de la puerta miro el ramo de rosas que había comprado y acaricio los pétalos de una de ellas con sumo cuidado No séqué pasara a partir de ahora, no debí de haber hecho eso pero… No quería que te fueras de mi lado y ahora te has alejado de mí y no sé si me perdonaras.
La noche por fin llego y el rubio se había dado por vencido dio un largo suspiro mirando la puerta de aquel que amaba, estaba a punto de poner aquel ramo de rosas al pie de la puerta cuando escucho por el pasillo un par de risas, el corazón se le acelero de emoción y se incorporó quedándose de pie cerca de la puerta.
Ambos caminaban tomados de la mano con los dedos entrelazados, reían al hablar de viejos recuerdos que habían compartido desde el día en que se conocieron, estaban entrando al pasillo que daba al departamento de Hizaki.
-Te acuerdas de cuando querías una mascota pero no podías cuidarla
-Claro que me acuerdo –reía- Pero no es gracioso… Si quería una mascota
-Podríamos comprar una mascota mañana –sonrió mirando a su pareja-
-De verdad –sonrió y le abrazo del cuello dándole un beso en los labios- Gracias
-No es nada –al darse cuenta de que ahí estaba Kamijo observándoles sonrió y se acercó al oído de su pareja y susurro- No te alteres pero Kamijo está frente a tu departamento
-Ah… -suspiro y se apartó un poco de su pareja sin apartar los brazos de su cuello- No lo quiero ver… Pero quiero descansar
-Y si vamos a tu otro departamento –le aparto un poco el cabello del rostro-
-Ya no quiero caminar –rio un poco y se recargo en su pecho-
-En ese caso será mejor que entremos, anda de todas formas tarde o temprano tendrías que verle
-Si ya lo sé, pero hubiera preferido que fuera tarde y no temprano
-Ni modo mi cielo –sonrió y le dio un beso en la frente- Anda vamos
-Esta bien –sonrió y tomo su mano-
Retomaron el camino hacia la puerta del departamento pero el rubio les evito el paso.
-Te importaría hacerte a un lado queremos pasar
-No hasta que hable con Hizaki –dijo mirando al rubio-
-Yo no quiero hablar contigo –miro a su pareja y este asintió-
-Eso no podrá ser ahora mi ángel necesita descansar así que, por favor hazte a un lado
-No lo hare –suspiro y miro a Hizaki, le extendió el ramo de rosas- Son para ti
-No quiero nada de ti –miro las rosas le parecieron hermosa pero no las tomo- Vete Kamijo ya no quiero volver a verte
-Cómo puedes decir eso, he pasado las últimas horas aquí esperando a que regresaras y dices que no quieres verme, he venido hasta aquí para pedirte perdón por lo que hice
-Yo no te pedí que lo hicieras, me engañaste durante estos años pero aun así confié en ti
-Lo único que quiero es que me ames, me necesitas
-Nunca te voy amar y tampoco te necesito, entiéndelo. Ahora soy la persona más feliz tengo al amor de mi vida conmigo, me ama y lo amo, y ahora estoy aúnmás feliz pues uniré mi vida a él por siempre
-De que estas hablando… Como que unirás tu vida con el
-Me casare con el –levanto la mano mostrando aquel anillo que le había dado su pareja-
-Bueno creo que Hizaki ya te lo ha dicho –le paso un brazo sobre los hombros a su pareja- Él y yo nos vamos a casar dentro de muy pronto, debo decirte que gracias por cuidar de el estos dos años
-Ustedes no pueden casarse… -negaba mirándoles- No pueden
-Entiéndelo Kamijo jamás te amare –paso a un lado de él y abrió la puerta de su departamento entrando con su pareja-
Se quedó de pie frente a la puerta, le echó un vistazo al ramo de rosas rojas que el otro no quiso recibirle y dio un suspiro para después dejarlo frente a la puerta, se llevó las manos a los bolsillos de su pantalón y se dirigió hacia la salida del edificio.
El pelinegro sonría mientras tomaba un batido en compañía de Yohio, este disfrutaba de un batido de fresa mientras el pelinegro tomaba uno de chocolate.
-¿Me das? –le miro y sonrió-
-No es mío tú ya tienes el tuyo –hizo un pequeño puchero y se llevó la pajilla a los labios-
-Anda vamos dame una probadita se nota que lo disfrutas demasiado
-Pues si lo disfruto esta delicioso pero aun así no te daré nada porque es mío
-Oh vamos no seas malo todavía que te comiste parte de mi desayuno
-Yo no me lo comí fuiste tú
-Ah, es verdad –rio y le revolvió el cabello- Pero anda dame un poco
-Esta bien pero solo una probadita vale –sonrió y le acerco la pajilla al pelinegro-
-Bien –sonrió y tomo un sorbo del batido del rubio- Tienes razón esta delicioso
-Vez te lo dije –sonrió y siguió tomando su batido-
-No quieres un poco del mío –le acerco la pajilla a los labios-
-De verdad –sonrió ampliamente y dio un sorbo del batido- Me sigue gustando más el mío –rio suavemente-
-Con eso siento que me desprecias –finge indignación-
-Claro que no, sabes que jamás haría algo así –hace un pequeño puchero-
-Pero que adorable te vez ¿Lo sabias? –sonrió y extendió su mano hacia su mejilla acariciándole suavemente-
-Eh?... Estás loco como puedes decir eso –desvió un poco la mirada sintiendo como sus mejillas se sonrojaban un poco-
-Solo digo lo que veo y es la verdad no me lo puedes negar, sabes que me gustas y por eso cada cosa que hagas o digas será perfecta para mí
-Mao –giro la mirada hacia el- No digas esas cosas aquí en público por favor, me avergüenzas
-Sabes lo hermoso que te vez cuando te pones así –sonrió y extendió su mano hacia la mejilla del rubio acariciándole suavemente-
-No, no lo sé y no quiero saberlo –desvió la mirada mientras terminaba su batido-
-En ese caso tendrás que hacerte a la idea porque te lo recordare a cada momento si es necesario -sonrió sin apartarle la mirada de encima-
Flash Back
-Deja de seguirme pareces un acosador –caminaba rápidamente para poder dejar atrás al pelinegro-
-Pero porque no me crees lo que te digo Yohio, no seas así espérame
-No –negaba sin detener el paso-
-Que necio eres –corrió detrás de el hasta alcanzarle y quedar frente a él evitándole el paso-
-Déjame pasar Mao –se detuvo mirando fijamente al pelinegro con el ceño fruncido-
-No te dejare ir hasta que me escuches y entiendas lo que voy a decirte, por favor
-Supongo que no tengo otra opción –suspiro y se cruzó de brazos-
-Bien, necesito que sepas que me gustas mucho y haría lo que fuera necesario para poder obtener tu cariño –suspiro- Quizás pienses que yo no soy la persona más adecuada para ti, pero si me dejaras demostrártelo no te arrepentirías de nada
-Mao… -desvió la mirada y se mordió el labio inferior- No sé qué decirte
-No necesito que me digas algo ahora, pero me gustaría que nunca olvidaras lo que yo siento por ti porque eso no cambiara con el más mínimo paso del tiempo
-Yo… Yo no puedo aceptar algo así de un amigo –negaba mirándole-
-Lo entiendo si esa es tu decisión en ese caso solo seguiremos siendo amigos te parece bien
-Si, está mejor así –sonrió y le dio un beso en la mejilla-
Fin Flash Back
Se había quedado en silencio por completo sin darse cuenta de que el pelinegro le había estado llamando varias veces.
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