14.- Una parada en NY
Maletas, boletos, pasaportes, identificación, cartera, gas, luz, ¿Dónde puso las llaves del coche?
-Papá, ¡mira, es la estatua de La Libertad!-
-¡Es enorme!-
A pesar de que estaban ya sobre el avión que los llevo de California a NY John seguía repasando su lista mentalmente, de por si viajar solo lleva una gran responsabilidad, viajar con dos niños hace que desee tener más grande su cerebro y más manos.
-Sí, es enorme y hermosa-
Los niños están radiantes de emoción y felicidad, no los culpa, no solo están viajando a NY sino que tendrán un encuentro más cercano con el mundo mágico, Graves y Goldestein han sido muy amables con ellos explicándoles muchas cosas, sus guías prácticamente en esto de la magia, pero aún no han profundizado más en ello.
Una vez en NY, irían a MACUSA.
*+*+*
John no era el único en repasar una lista mentalmente, o no tan mentalmente.
-Papeles, reservación, ¿Dónde deje mi pluma? Rayos, la perdí de nuevo, no sé dónde tengo la cabeza-
-Goldestein, la tienes en tu oreja, en tu cabeza, la cual está sobre tus hombres, la cual seguirá ahí si conservas la calma- Vitale se paró a su lado y le palmeo el hombro con suavidad, la mujer era como una hermana mayor y siempre era buena para calmar los nervios a sus compañeros.
-Lo hubieras dejado un poco más así, es divertido verlo en un ataque nervioso- se rio Ramírez en un tono jocoso, el joven hombre que ya tenía más años de experiencia que Goldestein veía con diversión como su compañero más joven, el novato de la oficina por así decirlo, se ponía nervioso con los encargos que les daba el jefe.
-Eras peor cuando tú comenzaste en esto muchacho, debo recordarte que te desmayaste en tu primera redada- Díaz, el verdadero veterano de todos los de la sección de aurores que pertenecían ellos, sermoneo a Ramírez recordándole sus primeros días en la oficina.
El hombre era más viejo que Gravez y algunos pensaron que por su edad se revelaría contra un jefe años más joven, pero ese no era el caso de Díaz, en sus palabras no tenía cabeza para mandar y dirigir una oficina, prefería el trabajo de campo en vez de estar detrás de un escritorio todo el día.
-Eso es diferente, ¿Quién diría que esos traficantes tendrían un boggart y lo soltarían en plena redada?- replico el joven de rasgos latinos recordado el vergonzoso y aterrador insidente.
-Gracias Vitale, ya me calme. Aunque siento que aún se me olvida algo-
-Son las 12:35 p.m., ¿a qué hora dijiste que el vuelo de los Stilinski llegaría?- dijo Díaz mientras daba otro sorbo a su tasa de café.
-¿Dijiste 12:35?, ¡Estoy llegando tarde!- y así fue como el joven auror recogió su abrigo y salió corriendo a la puerta.
-¡Recuerda no hacer apariciones en lugares públicos y no pasar el límite de velocidad si usas el auto!- alcanzo a gritarle Vitale mientras desaparecía por la puerta, la mujer suspiro, Goldestein era un buen muchacho pero esperaba que con el tiempo se le quitara el nerviosismo, después de todo este encargo solo era escoltar una familia de no magos con un joven mago, no debía estar tan nervioso por ello ¿verdad?
Regresando a nuestra querida familia Stilinski, el vuelo del trio ya había tocado suelo y recuperar su equipaje con éxito.
-Chicos, no se separen de mí, esto no es como Beaco Hills, este aeropuerto es mucho más grande y bullicioso que toda la ciudad junta y N.Y. lo es aún más- les recordó el mayor de los Stilinski una vez bajado de su avión, ahora estaban en el aeropuerto y había más gente de lo que normalmente estaban acostumbrado a ver en un solo lugar.
-¿Pero es necesario que nos tomes de las manos? Ya no somos unos bebes- se quejo Stiles pero aun así no suelta la mano de su padre.
-Stiles tiene razón, aunque si debo de admitir que hay mucha gente alrededor- dijo Harry mirando de un lado para otro, ahora estaban fuera de la zona de abordaje, el aeropuerto era enorme e incluso había docenas de tiendas dentro de este y cientos de personas también.
Ni siquiera en la época de feria de la ciudad había tanta gente alrededor, era un poco intimidante.
-No los soltare, es más, si tuviera la oportunidad los ataría con una correa para que no se fueran lejos ni de mi vista, pero no hay de su tamaño-
-¡Hey!- se quejó el castaño, no eran ningunos perros.
-¿Hablas de aquellas cosas que le ataron los padres a los bebés en el parque?- pregunto Harry, el otro día habían visto a una pareja pasear con su bebé que tenía una clase de chaleco con una correa unida a este, al parecer era un método para evitar perder a los niños pequeños.
-Sí y no, incluso hubiera comprado uno para perros, pero sé que se los quitarían cuando dejara de mirar-
-Esa broma no es muy graciosa papá-
-Pero en serio chicos, no se aparten de mi lado, no quiero perderlos de vista en este lugar- John como padre y como policía sabia lo peligroso que era que un niño se perdiera en lugares llenos de gente.
Había tantas historias aterradoras de padres que comenzaban con “solo lo perdí de vista un segundo…” y no quería que su viaje comenzara de esa manera, prefería no experimentar en carne propia ese tipo de experiencia jamás.
-¿Dónde veríamos al señor Goldestein?- pregunto Harry después de unos minutos de estar caminando, incluso la salida del aeropuerto estaba muy alejada.
-Me dio su teléfono, así que supongo que lo llamaremos antes de que busquemos un taxi para confirmar…-
-¡Aquí están!- corriendo frente a ellos llego Goldestein, parecía que había recorrido una pequeña maratón, y considerando la distancia que aún faltaba para llegar a la entrada tal parece que así lo era.
-Hola señor Goldestein- saludaron los niños animados de ver al amigable mago.
-¿Se encuentra bien señor?- pregunto John viendo como jadeaba al joven mago, al parecer no era el único nervioso por el viaje.
-Sí, yo, casi llego tarde. El tráfico es terrible en esta ciudad, pero gracias a los cielos los autos de los aurores están bien equipados- explico el joven auror alegre de que no llegar tarde a recibirlos.
-¿Los aurores tienen coches de policía? ¿coches de aurores?- pregunto Stiles curioso.
-Eh, si, el departamento de Aurores de MACUSA cuenta con vehículos oficiales, pero no son como las patrullas de los policías, después de todo debemos pasar inadvertidos para la gente común-
-Como incognitos, ¿verdad?- esta vez fue Harry quien pregunto, era interesante empaparse de cada detalle del mundo mágico.
-Sí, esa es la palabra. Ya que estoy aquí, ¿gustan que les ayude a llevar sus maletas?-
-Se lo agradecería mucho- Jonh a pesar de tomar de la mano a sus hijos también estaba arrastrando un coche especial para todas las maletas que habían traído consigo, la mayoría eran de Harry, ya que viviría prácticamente en Hogwarts el año escolar debía ir bien equipado con sus pertenencias personales.
Fue entrañable el momento de los tres Stilinski escogiendo las cosas que Harry llevaría en sus maletas aparte de su ropa. Juguetes, revistas y comics favoritos, incluso fotos de familia y aunque sus hijos intentaron pasarlo de contrabando él se dio cuenta que en el fondo de varias maletas había dulces y snacks que pensaron sabio llevar a Inglaterra, no sea que no pudiera comprar ese tipo de golosinas en las islas británicas, y John los dejo, pues había algunas cosas difíciles de conseguir, y no tenía idea si Hogwarts tenia algún poblado cercano o máquinas expendedoras, sacando memoria a sus viejas memorias al menos en sus escuelas de niñez no había tales cosas.
Esperaba que llegando al aeropuesto de Inglaterra no les confiscaran sus golosinas a sus muchachos por cuestiones de aduana y ese tipo de cosas.
-Por cierto, ¿Con quién dejaron su casa?- pregunto el auror tomando el carrito de las maletas y empujándolo el mismo para guiar a la familia a la salida y donde tenía su vehículo aparcado.
-Ventajas de ser sheriff, nadie se atrevería a entrar a robar en la casa de uno si no quiere todo el departamento de policía sobre ellos los cuales se comprometieron a regar las plantas y recoger el correo mientras no estoy, y algunos de mis vecinos prometieron tener los ojos y oídos atentos a la casa-
-Eso suena genial- Goldestein no podía imaginar a su jefe pidiendo a sus subordinados cuidando su casa cuando este fuera de viaje, no es que estos se negaran si se los pidieran o porque seguramente el lugar estaba lleno de hechizos protectores, sino que era más de un carácter respetable y profesional, algo diferente a lo que se vivía en un pueblo pequeño como Beacon Hills suponía, los aurores tenían un sentimiento de comunidad pero para el cuerpo de policías de la pequeña localidad debía ser más fuerte.
Esquivando personas en la multitud y caminando un largo tramo llegaron al exterior del aeropuerto en donde la gente se subía a carros y taxis para llegar a su destino.
-¿Dejaste tu carro en el estacionamiento?-
-No, lo deje estacionado por este lado-
-Momento, ¿vienes solo?, creo que es ilegal dejar un vehículo estacionado justo en frente de la acera del aeropuerto por ser zona de constante movimiento, afecta el tráfico-
-Bueno, digamos que esta es una ventaja de ser auror y mago, el auto esta hechizado para repeler la atención de la gente común. Lo ven, y está ahí claramente pero no se les ocurrirá llamar a un policía para poner una multa o una grúa-
-Genial, ¿podría enseñarle ese hechizo a Harry?, ¿podríamos ponerlo en el carro de mamá cuando tengamos edad suficiente para conducir?-
-Ni se les ocurra muchachos, los aurores… creo que tienen permiso legal para ese tipo de cosas, pero ustedes no le harán nada al viejo Jeep, nada mágico ni cuando alguno de ustedes consiga la licencia de conducir-
-Aquí esta-
-Oh, un beetle-
El auror se detuvo frente a un viejo modelo de beetle Volkswagen de un color verde oscuro, el pequeño auto estacionado no tenía nada de especial además de un color poco usual para decepción de los más jóvenes que por alguna razón pensaron que un auto de mago sería muy diferente a uno convencional.
-¿Cabremos todos?- pregunto Stiles al darse cuenta que las dimensiones del beetle eran pequeñas y ellos eran cuatro más una gran cantidad de equipaje. ¿Lo amontonarían encima del carro o tendrían que hacer algo de tetris real para acomodar bien las maletas en la parte de atrás para caber adecuadamente?
Harry y él no eran precisamente los más grandes de su salón pero aun así necesitaban espacio en el asiento de atrás para moverse.
-No se preocupen, tenemos más que espacio suficiente. Una vez utilizamos este vehículo en una redada y logramos llevar todo lo decomisado en una bodega en este mimo auto-
-Debió ser una bodega muy pequeña- murmuro Harry por lo bajo no imaginando que este beetle pudiera llevar más que un par de cajas.
El joven auror se acercó al beetle y abrió la cajuela en la parte delantera, los niños que no sabían que en ese extremo tenia dicho compartimiento se sorprendieron un poco y se acercaron para ayudar junto a su padre a colocar las maletas dentro de la cajuela. A simple vista no era muy espaciosa, e incluso tenía una llanta de refacción en su interior lo cual la hacía ver mucho más pequeño el espacio, no fue que vieron un rápido movimiento de la mano de Goldestein que enfrente sus ojos la pequeña cajuela creció en tamaño.
Los niños se alejaron un poco para ver que el beetle seguía teniendo sus mismas dimensiones desde el exterior, pero la cajuela era enorme ahora en su interior.
-Ciertamente la magia es muy conveniente- no pudo evitar comentar John, aun se estaba acostumbrando a ver de primera persona la magia.
-Es un pequeño hechizo muy conveniente, más adelante podría hechizar una de las maletas de Harry para que no tengan que cargar tan maletas a la vez, o pueden comprar un baúl o valija ya hechizado de esa forma. Algunos padres hacen eso para que sus hijos no batallen mucho con el equipaje cuando sus hijos van a los colegios-
-Sería muy conveniente, se lo agradecería mucho si lo hiciera más adelante-
-¿Enserio puede hechizar una de mis maletas?-
-¿Este hechizo funciona solo con equipaje o puede ser en casi cualquier otro espacio cerrado? ¿Puede crear universos de bolsillos con esto? ¿Cuál es el límite de espacio?-
-Calma chicos, primero terminemos de colocar las maletas dentro del coche, luego si así lo desea Goldestein puede responder sus preguntas-
No tardaron mucho en terminar de colocar las maletas dentro de la cajuela a excepción de un poco de equipaje de mano que eran un par de cangureras para los chicos y una mochila pequeña donde John tenía sus papeles y de los chicos si eran necesarios así como los boletos de avión entre otras cosas.
-¿Cuánto tardaremos en llegar a MACUSA?-
-Stiles, no seas impaciente. NY no es como Beacon Hills, aquí hay mucho más tráfico y las distancias son mucho más grandes-
-Tiene razón señor Stilinski, el tráfico en la gran ciudad es horrible. Los magos tenemos diferentes formas de movernos aparte de los automóviles o trenes pero a veces son necesarios estos vehículos, de hecho Harry tendrá la oportunidad de subirse al famoso tren de Hogwarts para llegar al colegio-
-¿En serio?-
-Sí, es un modelo viejo pero imponente por lo que he escuchado. Por cierto hay otra ventaja de los magos y aurores-
-¿Y cuál es?-
-Nuestros autos tienen más de un truco. La primera vez puede sentirse raro-
-¿Qué quiere decir con es…?-
*+*+*
Graves había atendido todos los asuntos pendientes de ese día temprano en la mañana para tener la tarde libre. A lo largo de esa semana le informo a Eve Dixon, la actual presidente de MACUSA sobre Harry Stilinski, decir que la mujer quedo sorprendida era decir poco, incluso se notó ofendida no por la tardanza de la noticia sino por el informe de la tutela anterior del joven mago que llego a sus manos.
Eve Dixon en su campaña de trabajo había tratado los casos de abuso y negligencia infantil con mucho interés y cuidado, siendo ella misma una huérfana criada por parientes que poco interés mostraron en ella más que mantenerla con lo mínimo dispensable para mantenerla con vida hasta que recibió su propia carta a El Colegio Ilvermorny de Magia y Hechicería, después de eso su comportamiento mejoro y cuando les pregunto por ello alegaron ellos mismo que pensaron que era un squip al verla con ningún dote mágico mientras crecía con ellos por lo que no era “un mago funcional”, sus palabras. Esta clase de trato le abrió los ojos de cuantos jóvenes brujas y magos podían ser injustamente tratados por prejuicios como este por familiares y extraños y como la ley en el mundo de los magos tenia vacíos legales que permitían esto.
Por ejemplo los padres y tutores tenían el derecho de educar a sus hijos en casa antes de recibir la carta de El Colegio Ilvermorny, esto les permitía criarlos introduciéndolos a la magia como mejor les parecía así como enseñarles lo básico, pero esto también creaba una enorme brecha entre aquellos padres que dedicaban a sus hijos una buena educación y los que solo se dedicaban a enseñar lo mínimo. También estaba el hecho que los propios padres y tutores tenían el poder de negarle educación mágica a sus hijos, raro el caso pero existían incidentes que por alguna razón a pesar de recibir una carta a un colegio de magia los padres negaran a enviar a sus hijos a este, esto podría ser por cuestiones de creencias como tratar de esconder algún abuso efectuados a un menor, y las autoridades no lo sabrían hasta ser demasiado tarde en el peor de los casos.
Comenzando con su carrera de Auror y posteriormente en política Dixon enfoco sus esfuerzos a tratar de mejorar las leyes de protección infantil y de magos jóvenes. Mucha gente le apoyo pero otros, el sector conservador de la sociedad mágica, opinaba que solo quería invadir la privacidad dentro de las familias mágicas con algunas de las reformas que proponía y que las decisiones de los tutores de magos siempre eran las mejores para los menores, pero con los resultados que demostró a lo largo de su carrera salvando a niños y familias enteras la oposición poco pudo hacer contra ella.
Ahora teniendo el caso de Harry Stilinski en sus manos no podía pasarlo por alto, estaba satisfecha de saber que su tutor y familia actual demostraban ser personas decentes pero no con la forma que trataron al menor después de quedar huérfano. A pedido de Graves acepto que de momento fuera un número limitado de personas los que supieran la dirección actual de Harry Stilinski y su familia, las circunstancias de su adopción y por la que vivía actualmente en USA, seguro que abría periodistas carroñeros ahí afuera listos para sacarle jugo a la noticia si tenían la oportunidad y lo que menos quería era poner estrés a la vida de un pobre chico y su familia solo por ser “el niño que vivió”.
-Entonces sospechas de que alguien está encubriendo esto- Dixon le dijo después de que le expusiera el caso.
-Sí, aun no hay nada concreto pero…- Graves ya tenía algunos sospechosos, pero uno encabezaba la lista para bien o para mal.
-Dumbledore era cercano a la familia y la cabecilla de uno de los grupos que se revelaban contra ese mago oscuro en ese tiempo en la cual los padres eran parte. Además envió a su guardabosques justamente a buscar a Harry en su cumpleaños, lo que quiere decir que en parte estaba al pendiente de este, son cosas que no son fácil de ignorar- no era necesario que Graves le dijera el nombre pues ella misma tenía sus sospechas desde hace tiempo, un poderoso mago y muy influyente, de alguna forma relacionado con las dos más grandes amenazas de magos oscuros en el último siglo, un héroe para muchos, alguien sospechoso también.
-Así es, el señor Hagrid se mostró cooperativo pero también un poco renuente a la hora de contarnos porque estaba buscando a Harry. En parte cariño por el niño, en otra al parecer lo enviaron para introducirlo en el mundo de la magia, guía. Pudo enviar a otro auror de Inglaterra, pero envió a alguien de confianza-
-Tendremos que hablar tarde o temprano con él si queremos saber sus verdaderas intenciones, por desgracia el hombre no es conocido por dar generosas entrevistas o hablar de sí mismo con desconocidos-
-En eso he estado pensando y tal vez conozca a alguien que pueda sacarle algo de información, por el momento deseo investigar más por mi cuenta. Al menos Harry Stilinski ya tiene sus papeles en regla y sea lo que pase en Hogwarts tiene el respaldo del gobierno de MACUSA para protegerlo-
-Bueno, no deberíamos preocuparnos mucho. Como suelen decir los magos británicos, Hogwarts es una de las escuelas más seguras del mundo mágico. Confía en tus instintos Graves y sigue con tu investigación, informare a algunos miembros del consejo para estar atentos a la situación en Inglaterra-
Después de esa platica Dixon mostro su apoyo a sus investigaciones del caso Harry Stilinski.
Regresando al presente miro su reloj de muñeca confirmando la hora, la familia Stilinski no debería tardar en llegar por lo que decidió recibirlos afuera en la calle.
Marcando la una de la tarde en punto un beetle verde se estaciono en un callejón en donde cuatro individuos bajaron, Goldenstein le estaba dando un par de golpes a la espalda al mayor de los Stilinski mientras el par de niños parecían más que emocionados por lo que acababan de vivir.
-¡Eso fue asombroso!- grito el castaño con ojos brillantes.
-¡Fue como ir en montaña rusa y un auto de carreras al mismo tiempo!- secundo el peli negro de ojos verdes saltando de emoción igual que su hermano.
-¿Podremos hacerlo de nuevo?- preguntaron los niños al auror que estaba tratando de ayudar a su padre en esos momentos.
-¿Se encuentra bien señor Stilinski?- pregunto Goldenstein al pobre sheriff que en esos momentos se encontraba pálido después de su viaje en coche.
-Mareado, fue la sensación más rara que he sentido en mi vida- dijo el padre de familia mientras trataba de recuperar el aliento, un momento estaban frente al aeropuerto y al siguiente iban a toda velocidad entre los automóviles del tráfico de la gran ciudad, lo más extraño fue que el auto parecía doblarse adelgazándose y ellos en el mientras pasaban por el estrechos espacios que se hacían entre cada auto, tuvo que hacer fuerza de voluntad para no vomitar mientras giraban o se curvaban cada vez que tenían que doblar una esquina o callejón. ¿Cuántas normas de tránsito rompieron? ¿Aplicaban a los autos mágicos?
-Lo siento señor Stilinski, debí manejar un poco más lento-
-No sé si la velocidad o ser ¿doblados?, ¿aplastados?, fue lo que me mareo-
-Cielos papá sí que te vez pálido, quizás no fue buena idea dejarte comer esa hamburguesa antes del vuelo-
-No culpes a la hamburguesa niño-
-Señor Stilinski, bienvenido, tal parece que el viaje en auto no le sentó tan bien. A veces se nos olvida que el ritmo de viaje de los no maj es más lento, tome un respiro hasta que se asiente un poco antes de entrar a MACUSA- Gravez saludo a la familia y se unió a Goldestein a ver qué tan afectado estaba el mayor de los Stilinski, un viaje en coche con magia era muy diferente a uno normal después de todo.
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