Observó a muchas personas importantes para él desvanecerse sin que pudiese hacer nada por impedirlo. Su amigo, Bucky, lo llamó antes de desaparecer y quiso gritar por la impotencia y odio que sintió en ese momento. Su familia, su familia se había ido.
-Capitán
Black Widow lo llamó y él no pudo responder, solo asintió y se reincorporó del suelo tratando de demostrar fortaleza, era el capitán y no debía flaquear en ningún momento, aun a pesar del profundo dolor que sentía.
-Debemos reagruparnos, no podemos dejarnos vencer
-Iremos al palacio - Natasha hizo una pausa y apretó los labios- aunque el rey ya no se encuentre aquí
Steve asintió con el rostro compungido. Él no era de las personas que se rendían fácilmente, pero todo en ese momento parecía querer aplastar su determinación. Se preguntaba si tenía algún sentido hacer algo a esas alturas, después de todo, su pilar ya no se encontraba a su lado... sí, Tony se había ido.
Cuando supo de su desaparición quiso destruir todo lo que estuviera a su paso por la rabia, culpa e impotencia que sintió, pero tuvo que contenerse al saber que ahora la tierra necesitaba del Capitán América, Steve Rogers tenía que reprimirse aunque no lo desease, eso era lo que él hubiese querido.
Sin moverse de su posición, le hizo un gesto a Natasha indicándole que dirigiese a los demás sobrevivientes hacia el interior del palacio; necesitaba estar solo unos instantes o sentía explotaría de la rabia y un líder no podía permitirse algo así.
La ahora rubia asintió a su pedido y se marchó dejándolo completamente solo. Steve no hizo otra cosa más que arrodillarse en el suelo y quedarse allí por varios minutos sin moverse. Sus ojos enfocaban a la nada y sus pensamientos se perdieron en aquellos días llenos de felicidad junto al amor de su vida, aquellos días que tanto añoraba y a los cuales se aferraba para mantenerse cuerdo.
...
-Ahh... Ahh- respiraba agitado- eres toda una bestia, mi capitán
- Y a ti te gusta que lo sea ¿o no, Stark?
-mmm...- sonrió con picardía mientras deslizaba su dedo índice sobre los pectorales de su pareja- cada vez estás más atrevido, eso me encanta ¿sabes?
-Tú me encantas aún más
Steve atrajo de la cintura el cuerpo de Tony apegándolo aún más a su cuerpo, acarició su espalda lentamente mientras acercaba sus labios para iniciar un beso por demás lúbrico y excitante.
-nngh... acabamos de hacerlo- no era que no quisiese intimar nuevamente, pero era la cuarta ronda y el no dormir el día anterior le estaba pasando factura, maldita compañía que tenía que dirigir
-Solo te haré sentir bien, déjamelo a mí
-Ahh
La mano de Steve tomó su miembro y comenzó a masajearlo lentamente mientras su otra mano toqueteaba sus muslos.
-Tan delicioso
-nnhg... Steve- la lengua del capitán fue a parar hacia su pezones y comenzó a lamerlos indecorosamente- m-más
-¿Dónde quieres que te toque?
Él lo sabía, claro que conocía cuál era el lugar que debía estimular para que el castaño disfrutase aún más del orgasmo, pero disfrutaba cuando obligaba a Tony a ser honesto, amaba cuando se lo pedía con aquella voz llena de deseo y necesidad.
-Ahh...-maldito Steve, siempre lo obligaba a humillarse, un día se las pagaría- d-dentro, tócame dentro
-Claro- sonrió y atrapó su boca en un salvaje beso mientras dirigía dos de sus dedos a la entrada del castaño.
-nngh...- gimió entre el beso al sentir la intromisión, aún no podía creer lo delicioso que se sentía el estimular aquel lugar- o-otro... mete otro
-Te gusta ¿cierto?
De forma ruda, Steve introdujo el tercer dedo provocando que Tony arquease la espalda por el placer, inmediatamente simuló envestidas con estos y atacó el pecho de su pareja con sus labios.
-Ahh... S-Steve... más, ahí... más
Odiaba gemir como perra en celo cada vez que tenían sexo, pero era algo que no podía evitar, todo lo que el anciano ese hacía con su cuerpo se sentía tan jodidamente bien que era inevitable.
-Así, mi amor... gime para mí
Con su otra mano volvió a tomar el miembro de Tony y lo masturbó raudamente, atacaba por ambos lados a su pareja porque sabía que eso lo volvía loco y él amaba verlo perder la cordura por su causa.
-Ahh... así, más profundo- tomó los musculosos brazos de Steve con sus dedos y los presionó fuertemente al sentir el clímax demasiado cerca- nngh... ya viene... m-me vengo
-Hazlo
-nngh... ¡ahh!
Toda su esencia fue expulsada y manchó su pecho y parte de su cara con aquel espeso líquido blanquecino. Se quedó inmóvil unos segundos tratando de regular su respiración y sonrió satisfactoriamente, todos los orgasmos que Steve le provocaban eran deliciosamente únicos.
-Ahora ya puedes dormir- se acercó al castaño y lo besó en la frente cálidamente- yo te limpiaré ¿de acuerdo?
-Es curioso cómo puedes cambiar tanto de un momento a otro- atrajo a su pareja con los brazos y lo apegó a su cuerpo- ¿dónde quedo mi pervertida bestia hambrienta por sexo?
-Tengo muchas facetas y todo se debe a ti- le dio un casto beso- ahora, descansa
-¿Y dejarte así?- Tony rozó con su rodilla la enorme erección del capitán provocando que emitiese un ligero gemido- Eso sí que no
-Tony...
El castaño lo giró dejándolo de espaldas sobre la cama y se subió a horcajadas sobre él.
-Deja que tu maestro se encargue de ti ahora
-nngh...- su erección se rozaba contra el trasero del menor y le provocaba unas ganas de girarlo y arremeter dentro de él cual animal salvaje
-Adivina que usaré para hacerte sentir bien- sonrió esperando la respuesta de capitán
-mmm...- llevó dos de sus dedos a la boca del castaño y los introdujo en está jugando con su lengua- se ve tentador
-Te mereces un premio por ser tan bueno adivinando ¿no crees?
-Estoy esperando
...
...
-¿Te la pasaste bien hoy?
Preguntó con algo de miedo, él no tenía experiencia en citas y no sabía si el castaño había estado a gusto en los lugares a dónde lo había llevado.
-Veamos, me llevaste en tu motocicleta a comer, luego fuimos a una colorida feria llena de juegos, ganaste un peluche para mí, concediste mis caprichos de donas y helados y finalmente estamos aquí, un lugar sumamente cursi, pero completamente hermoso- dijo viendo de reojo el gran parque en el que se encontraban, ya estaba oscureciendo y el brillo del atardecer no hacía más que embellecer el paisaje- ¿tú qué crees?
-¿Que no estuvo tan mal?
-Corrección-sonrió tomando de la chaqueta a Steve y acercándolo a su rostro- fue completamente perfecto
Los labios de ambos se unieron dulcemente y se mantuvieron así por un largo rato. Llevaban ya dos meses saliendo y cada día sentían que se amaban más que el anterior, en definitiva habían caído completamente el uno por el otro.
-¿Qué quieres hacer ahora?
Tony acarició el rostro de su capitán lentamente pensando una buena respuesta.
-Tengo ganas de un baño de espuma y sexo hasta el amanecer ¿te apuntas?
Steve sonrió y apretó la cintura del castaño contra sí.
-Con una condición
-¿Ah sí?- habló burlón- ¿Y cuál sería? Capipaleta
-Vamos a un hotel, quiero hacértelo en el ascensor
-Jaja- rio divertido-en mi torre también los hay
El rubio se acercó al oído de su novio y le susurró sensualmente.
-Pero es más excitante cuando pueden descubrirte ¿o no?
-mmm...- Tony no se quedó atrás y lamió la mejilla de Steve con lascivia- que buen alumno resultaste, cap
-Tengo al mejor maestro
-Y al más sexy, no lo olvides
-Por supuesto
...
Salió de su trance al percibir las lágrimas mojar sus mejillas y caer hacia el suelo. Él no era de las personas que lloraban, no podía dejar que sus sentimientos sobrepasasen su sentido del deber para con la nación... para con el mundo. Sin embargo, parecía que la gran excepción a todo tenía nombre y apellido, una armadura roja y dorada junto a una torre de lo más exuberante en Nueva York. Tony Stark había sido, era y seguiría siendo el gran amor de su vida. El que hubiese la posibilidad de no volverlo a ver, de que se hubiese desvanecido como su mejor amigo, T'Challa y los demás lo habían hecho, rompía su ser de tal forma que creía no podría luchar nuevamente, ni siquiera sabiendo que se trataba de lo correcto.
-No creo poder seguir, no sin ti, mi amor
Se reprochaba tantas cosas, desde aquel día en Siberia lo había hecho y lo seguiría haciendo hasta el resto de sus días. No había sabido cómo controlar la situación, había mentido para no verlo sufrir y al final obtuvo completamente lo contrario. Podía comprender a Tony, él también hubiese estallado de ira si se hubiese enterado de algo semejante, pero era precisamente por eso que se le enfrentó para frenarlo. Sabía perfectamente que después de que todo se calmase, él se arrepentiría de asesinar a su amigo, ya que Bucky no había tenido intención de hacer lo que hizo, todo había sido culpa de Hydra, de esos malditos que no habían hecho más que destrozar la vida de tantos inocentes.
-Nunca podrás perdonarme
Lo sabía y eso le dolía en lo más profundo del alma. Lo había decepcionado, había luchado contra él y lo había dejado allí, solo, en ese lugar tan frío y desolado. No, no merecía su perdón.
-¿Seguirás amándome?
Le aterraba saber la respuesta, el miedo que sentía al imaginar que Tony lo hubiese dejado de amar era mucho peor al que sintió aquel día en que su vida en los años cuarenta llegó a su final.
Había sido tan idiota por dejar que todo tomara el rumbo en el que ahora estaban, no había sido valiente, a pesar de haberle dado un teléfono, no había tenido las agallas de llamarlo y todo por el miedo que le ocasionaba saber de lo que sería capaz de hacer al oír su nombre dicho con su hermoso tono de voz.
Estaba seguro que si lo hacía, iría hacia donde Tony estuviese y lo apretaría entre sus brazos, lo besaría salvajemente y lo tomaría una y otra vez solo para asegurarse que seguía siendo completamente suyo, que no había dejado de amarlo. Era un completo egoísta, lo sabía, solo por Tony se comportaba de esa forma.
"A pesar de que te fuiste así yo no he dejado de amarte un solo segundo, cap"
Se reincorporó del suelo y se puso en posición de guardia. Había escuchado la voz de Tony y aunque quisiese que fuese verdad, sabía que era imposible, él no estaba ni siquiera en el planeta.
-¿Quién es?- habló alto, podía ser algún ser con poderes psíquicos, a esas alturas todo era posible
"Te necesito"
Bajo los brazos y apretó su pecho fuertemente. El tono de voz tan dolido y necesitado que escuchó terminó por desarmar todas sus defensas, no podía ser otro más que él; quien sabía el cómo era capaz de escucharlo, eso no importaba en ese momento, lo único realmente trascendental era que Tony se encontraba bien, el oír su voz era prueba fehaciente de eso.
-Aún podemos continuar, Tony, no te rindas mi amor
Con él a su lado, no había poder que pudiese vencerlos, toda su fuerza y determinación había regresado del solo saber que se encontraba vivo, porque a pesar que se encontrase lejos, sabía que pronto podrían reunirse, su pareja era un genio y él confiaba plenamente en sus habilidades.
-Te necesito, no sabes cuánto
Apretó los puños y caminó rumbo al palacio. Debían iniciar ya un buen plan si querían derrotar a Thanos, porque pudiese ser que él ganase la batalla, pero siendo ellos los Vengadores, no podían permitirle el ganar la guerra, no cuando el Capitán América y Iron man estaba aún dispuestos a dar pelea.
"Solo espera, mi amor"
-Por supuesto que lo haré, Tony
...