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Lo opuesto al amor por zandaleesol

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Título: Lo opuesto al amor

Disclaimer: Los personajes no me pertenecen. Son de propiedad de J.K. Rowling. No percibo ningún beneficio económico.

Pareja: Harry/Draco

Clasificación: R

Advertencia: Esta historia es un AU.



Capítulo 10.


Aquella carta era una sorpresa, una gran sorpresa. Arthur Weasley había leído en voz alta para que todos sus hijos pudiesen oír. Ginny estaba casada desde hacía tres días con Adrian Pucey. Toda la familia estaba desconcertada, especialmente Harry.


-Papá, ¿realmente dice que se han casado? -preguntó Ron mirando escéptico a su padre.

-Sí, es lo que dice Zacharias Smith, asistió como testigo a la boda de tu hermana.


Harry solo atinó a sentarse, pues todo ese asunto le parecía de lo más extraño. No podía creer que Pucey fuese capaz de un acto decente así porque sí. Sería qué realmente amaba a Ginny. Pero porque no se presentó en la casa y pidió su mano en vez de huir de aquel modo tan insensato. Nada de lo sucedido tenía sentido.


-¿Por qué Zacharias asistió como testigo a la boda de Ginny? -preguntó la señora Weasley desde la cama. Toda la familia se había reunido en torno a la señora.

-No lo sé, no explica eso -respondió el señor Weasley encogiéndose se hombros -. Dice que Adrian Pucey entró al ejército y que ha sido destinado a un puesto en Gales.

-Eso quiere decir que Ginny deberá ir con él -dijo la señora Weasley.

-Naturalmente, ahora es su esposa y deberá seguirlo a donde él vaya -sentenció Arthur.


La señora Weasley se echó a llorar. No estaba lista para separarse de Ginny de pronto. Sus hijos le prepararon otro té calmante, pues la angustia de esos días la tenía desecha pese a que siempre fue una mujer fuerte.


~**~


Harry caminaba junto a Ron en dirección a la colina que dominaba parte de la propiedad de los Weasley.


-¿Qué habrá sucedido, Harry? -preguntó Ron -. Aun no creo que Pucey se casara con Ginny, pero sé que Zacharias no mentiría en algo así.

-Por supuesto, tampoco creo que haya soñado que asistió al matrimonio de Ginny con Pucey.

-¿Será que sí la ama?


Harry no respondió. No creía que un sujeto como Pucey fuese capaz de amar realmente. Tal vez estuviese entusiasmado con la juventud y belleza de Ginny, pero no era suficiente para sostener un matrimonio, estaba seguro de que su pobre hermana no sería feliz con esa unión.


-Me gustaría pensar que la quiere, pero no lo creo.

-Tú sabes algo de Pucey, ¿verdad? -dijo Ron -. Recuerdo la primera vez que vino a cenar, te agradó.

-La primera impresión a veces puede ser equivocada, muy equivocada -respondió Harry.

-Tengo razón, tú sabes algo, vamos dime, de qué se trata.


Harry dudó un segundo, pero sabía que podía confiar en Ron.


-Recordarás que Pucey y Draco Malfoy se conocían.

-Sí, tú me lo comentaste.

-La primera noche que Pucey vino a cenar me contó que Draco Malfoy se negó a entregarle un legado que dejó en su testamente el difunto padre de Draco. Según Pucey, Draco le odiaba porque el padre de éste le apreciaba como a un hijo y siempre actuó en consecuencia con ese afecto. Pero nada de eso era cierto. Pucey sí recibió su legado, pero en cosa de un año dilapidó el dinero y después fue donde Draco y le pidió más dinero, se lo negó por supuesto. Para vengarse de esto Pucey hizo lo posible para seducir a una chica a la que Draco quiere muchísimo, ella estuvo a punto de huir con Pucey, pero Draco se enteró y le estropeó el plan, Pucey no fue capaz de dar la cara, huyó como un cobarde, Draco no dijo nada, guardó silencio para no perjudicar la reputación de la muchacha.

-Y esa chica a la que intentó seducir Pucey, ¿es rica?

-Muy rica.

-Miserable -dijo Ron -. Y con ese sujeto se ha casado Ginny.

-Siento pena por ella, pero ya no hay nada que hacer.

-Es cierto, ya no hay remedio.


~**~


Dos días después Harry seguía sin poder quitar de su cabeza el asunto de la boda de Ginny con Pucey y el que estuviese presente Zacharias como testigo. Harry decidió escribirle a Hermione, estaba seguro de que su amiga debía saber algo al respecto. La respuesta tardó dos días en llegar. La sorpresa de Harry fue mayúscula al conocer los pormenores de la boda.


«Querido Harry:


Comprendo tu preocupación, imagino que los últimos días han sido muy difíciles para todos ustedes, pero me alegro mucho de que todo se haya solucionado dentro de lo embarazosa que ha sido la situación. A mí también me resultó sorprendente el enterarme de que mi Zach ha presenciado la boda de Ginny con ese joven. Aunque más sorprendente ha sido saber que el señor Malfoy fue quien corrió con los gastos y que hasta le asignó una cantidad bastante generosa con la que el señor Pucey pudo comprarse un puesto en el ejército regular. Zach me ha contado todo esto de modo confidencial, porque el señor Malfoy no quiere que nadie se entere de su intervención».


Harry no sabía que pensar. Estaba asombrado al enterarse de la intervención de Draco. Quedaba claro que de no ser por el rubio, Ginny no se hubiese casado con Pucey y, aunque la situación no era del todo beneficiosa por la forma en que ocurrió todo, pero al menos ya estaba casada y ha cubierto de la deshonra. A partir de ahora podían todos respirar con más alivio. Aunque él no dejaría de pensar en el asunto ni un instante, pues lo que Draco había hecho lo tenía asombrado y no menos agradecido por supuesto. Pero no podía comprender por qué el joven rubio deseaba mantener su intervención en secreto.


Dos días después de esta carta Ginny regresaba al hogar de su familia en compañía de su esposo. Harry se sorprendió al ver lo radiante que lucía, no mostraba ni un atisbo de incomodidad por su comportamiento alocado y Pucey por su parte se veía tranquilo. Aunque tratándose de un sujeto sin conciencia no era de extrañarse.


Ginny y su esposo se quedaron en casa de los Weasley una semana, haciendo los preparativos para el viaje a Gales. En esos días Pucey hizo lo posible por hablar con Harry en los mismos términos de simpatía que meses antes, pero el moreno simplemente se mantuvo muy parco, mucho más que los otros hermanos y los padres que se habían resignado al hecho de que Adrian ya era parte de la familia.


La noche antes de partir de viaje, después de la cena, Harry se encontró a solas con Adrian y, como antes, éste quiso entablar conversación. El de ojos esmeraldas pensó que ese era un buen momento para hacerle saber a su cuñado lo que pensaba de él.


-Ginny y yo estaríamos felices de que nos visitaras en Gales, Harry -dijo Pucey con una sonrisa amable -, antes tú y yo nos entendíamos muy bien.

-Es cierto -concedió Harry -, pero eso fue porque no te conocía.


Pucey no se arredró ante esa respuesta un tanto fría.


-Vamos Harry, no seas duro conmigo, fue el inmenso amor que siento por tu hermana lo que me hizo actuar tan alocadamente. Cuando tú ames como yo, sé que lo entenderás.


Harry sintió enojo, pero intentó controlarse.


-Espero nunca amar como lo haces tú.


Pucey no pudo evitar sorprenderse ante esa respuesta.


-Conmigo no tienes que fingir Pucey -dijo Harry con una sonrisa burlona -. No sé qué tanto ames a Ginny, pero es posible que sin la intervención de Draco Malfoy, no te hubieses casado con ella.


Adrian tuvo la decencia de enrojecer.


-Sí, estoy al tanto de algunas cosas y las que desconozco las puedo presumir. Fue Draco Malfoy quien dio con tu paradero en Londres. Imagino que te exigió que te casaras con Ginny, que repararas tu falta como lo haría un caballero. Pero también sé que hubo un incentivo económico implicado en el asunto, de otro modo no te hubieses casado, después de todo, Ginny no es una rica heredera como la señorita Parkinson.


Pucey abrió la boca y la cerró sin atreverse a responder.


-Sí, la joven de la que fuiste tan miserablemente apartado. Me lo contaste cuando recién nos conocimos, ¿recuerdas? Solo que en esa ocasión olvidaste decir que planeaste huir con la joven para forzar una boda.

-Yo la amaba.

-Sí, como amas a Ginny, no tengo dudas al respecto.

-Esa joven es parte de mi pasado, ya la olvidé.

-Sí, la olvidaste en el mismo instante en que supiste que no tendrías acceso a una sola libra de su herencia ¡Que afortunada ella!

-Fue a Ginny a quien se le ocurrió lo de la fuga… yo pensaba dejar Brighton solo…

-Sí, tus acreedores de juego iban tras de ti, lo sé. ¿Draco Malfoy se ofreció a pagar tus deudas a cambio de que te casases con Ginny?


Adrian no fue capaz de decir nada más.


Harry tampoco creyó necesario continuar esa conversación, despreciaba a Pucey y ya se lo había dejado muy claro.


~**~


Ginny partió al otro día con Adrian a su nueva vida en Gales. Los padres de la chica estaban tristes, pero tranquilos, porque pensaban que Pucey era un buen hombre y que haría muy feliz a su hija. Harry no estaba de acuerdo con lo primero y tampoco con lo segundo, pero se cuidó de expresarlo.


~**~


Los días pasaban y Harry a menudo pensaba en Draco. En realidad pensaba en el rubio a toda hora. Recordaba ese último encuentro en Wiltshire. No dejaba de preguntarse por qué el rubio se tomó todo ese trabajo en lo de Ginny con Pucey ¿Sería qué sentía culpa? ¿O tendría otros motivos? ¿Habría hecho todo eso por él, por qué aun le amaba, pese a ser rechazado? Harry no podía creer esto último. Que el amor sobreviviese a un rechazo era imposible, casi siempre el orgullo herido acababa por matarlo.


Se hubiese sentido más tranquilo si al menos pudiese ver al rubio y darle las gracias por todo lo que había hecho. Pero no podía hacerlo sin dejar en evidencia a Zacharias. Se suponía que todo lo acontecido con respecto a la boda de Ginny era un secreto.


~**~


Los días que siguieron a la marcha de Ginny, fueron muy tranquilos para la familia Weasley. La vida seguía su cauce en Hertford y ningún hecho significativo vino a romper la apacible existencia de sus habitantes. Pero eso cambió abruptamente cuando Percy informó a la familia a la hora de la cena, que el arrendatario de Netherfield Park, había regresado.


Todos los ojos se posaron en Ron al instante, pero el muchacho no manifestó emoción alguna.


-A nosotros no podría importar menos. Ese joven Zabini se comportó muy mal. Prohíbo que se mencione su nombre otra vez -decretó la señora Weasley.


Nadie se atrevió a contradecir a la señora, salvo Harry.


-¿Y si él se presentara aquí mañana, le cerraremos la puerta en la cara?-preguntó el joven de ojos esmeraldas.

-No te preocupes por eso Harry, eso no sucederá -dijo Ron.


El moreno no respondió, pero comprendía que Ron al responder aquello daba a entender que ya no le importaba Blaise Zabini, pero el moreno sabía que el corazón del pelirrojo no olvidaba su amor.


~**~


Esa noche a la hora de dormir Ron estuvo especialmente hablador, como si quisiera dejar claro que no le importaba que el señor Zabini hubiese vuelto a Hertford.


Harry sabía que aquello no era más que una actitud defensiva de parte del pelirrojo. Por supuesto que le había afectado saber que el señor Zabini estaba otra vez en el condado, aunque se esforzara por aparentar lo contrario.


-Me gustaría saber que llevó al señor Zabini a regresar a Hertford -dijo Harry, tanteando el terreno.


Ron le miró de soslayo.


-Como dijo mamá, no es asunto nuestro.

-¿Y si ha regresado por ti?

-No lo creo y no entiendo que te lleva a pensar tal cosa.

-Tal vez el señor Zabini aún tiene una esperanza contigo.

-¿De qué hablas?

-Hablo de que es probable que aún esté enamorado de ti.

-¿De dónde sacas algo tan absurdo, Harry?

-No es ningún absurdo Ron, es la verdad, el señor Zabini estaba enamorado de ti y es probable que aún lo esté.


Ron miró a Harry incrédulo y sin comprender.


-Pareces muy seguro, como si estuvieses al tanto de cosas que yo ignoro.


Harry se mordió el labio. Pensó que ahora que el señor Zabini había regresado era mejor que Ron conociera algunos hechos.


-Bueno Ron, supongo que recuerdas la carta que el señor Zabini te escribió cuando se marchó de Hertford, diciendo que solo tardaría unos días en resolver asuntos en Londres y que luego regresaría.

-Claro que lo recuerdo, después recibí otra carta de su amigo, diciendo que el señor Zabini no volvería.

-Creo que él hubiese regresado de no ser por el señor Malfoy que le convenció de lo contrario -explicó Harry.


Ron enrojeció de golpe.


-De qué hablas, cómo sabes tú eso.

-Lo sé y punto.

-Harry, ¿qué me has ocultado?


El moreno miró dudoso al pelirrojo.


-Pensé que entre nosotros no había secretos.

-Ron no te conté nada porque… me pareció mejor, pero ahora que el señor Zabini está aquí en Hertford otra vez, las cosas cambian.

-¿Qué no me contaste Harry?

-Ron, siempre supimos que el señor Zabini tenía interés en ti, más que interés a decir verdad, todos nos dábamos cuenta, inclusive tú.


Harry hizo una pausa, pero como Ron no afirmó ni negó decidió continuar.


-Eso si no quedaba tan claro que tú le correspondieras. Yo que te conozco mejor que cualquiera sabía que sí, pese a que tú siempre fuiste discreto porque siempre te has considerado inapropiado para el señor Zabini y no querías hacerte ilusiones que de algo serio pasara entre ustedes.

-¿A qué viene todo esto Harry? No entiendo.

-Recuerdas la fiesta que dio el señor Zabini.

-Por supuesto.

-En esa fiesta Percy le comentó… mejor dicho le afirmó a Lee Jordan que el señor Zabini y tú acabarían casados, que ya toda la familia lo esperaba.


Ron abrió la boca incrédulo.


-El señor Malfoy que estaba cerca escuchó lo dicho por Percy, y consideró que su amigo estaba a puertas de cometer un error gravísimo, porque él tenía la impresión de que tú no sentías nada especial por el señor Zabini, salvo una amistosa simpatía. Él temió que su amigo se dejase llevar por lo que sentía y que tú le aceptaras solo persuadido por… otros intereses.

-¿Qué? ¿Otros intereses, hablas de conveniencia?

-Sí, en realidad sí. El señor Malfoy pensó que todos nosotros compartíamos las ideas de Percy.

-No puedo creerlo… Ahora entiendo la carta, fue él quien convenció al señor Zabini de no regresar a Hertford ¿Cómo te has enterado de esto Harry?



Ron estaba ahora pálido.


-A través de Zacharias y Hermione. Recuerdas que los visité a fines de febrero.

-Sí.

-Resulta que el lord al que sirve Zacharias, lord Snape, es padrino del señor Draco Malfoy, pero yo me enteré de ello solo cuando estuve visitándolos. Y fue cuando escuché el comentario de que el señor Malfoy, había salvado a su amigo de un matrimonio inconveniente. Naturalmente Zacharias y Hermione ignoraban que esa persona inconveniente eras tú.

-Siempre supimos que el señor Malfoy no aprobaba la simpatía que su amigo mostraba por esta familia, no es tan sorpresivo después de todo. Tal vez estando en su lugar yo también hubiese querido proteger a un amigo.


Harry miró un tanto sorprendido a Ron.


-¿No estás enojado?

-¿Y eso de que me serviría? No Harry, ya pasó, no importa.

-No puedo creer que no te importe -respondió Harry -. No entiendo porque te empeñas en esconder lo que sientes Ron, tienes derecho a enojarte, a estar triste o lo que sea.


El pelirrojo no contestó.


-Parece que acabaré dándole la razón a Draco -dijo Harry.

-¿Draco? -preguntó Ron asombrado -. Desde cuándo le llamas por su nombre y qué es eso de darle la razón.


Harry no iba a responder, pero cambió de idea.


-Ya te lo dije Ron, Draco pensó que no tenías interés amoroso en su amigo, él no sabía que eres tímido en ese aspecto -respondió el moreno -, y le llamo por su nombre… desde que… me propuso matrimonio.



~**~

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