DESTELLOS DE UNA ILUSIÓN
— Y para responder a tu pregunta Derek, mañana en el parque podrás hablar con Derek y Claudia, ellos quieren conocerlos pero si hacen algo o los hieren de alguna manera, juro que no sabrán quien los mato —Informo Claire para darse la vuelta dejando en Shock a la manada que trataba de que había pasado en ese momento.
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Jack sabe que es querido por su tío como hermana pero hay veces que siente que ellos se olvidan que existe cuando están trabajando en uno de sus casos, se siente a veces excluido en su propio circulo social porque siendo como es no ha encontrado otro ángel o nephilim que no podía hablar con alguien de cómo es sentir el poder que está creciendo con él, sabe que tiene más familia de parte de su padre Castiel, Gabriel como otros de sus hermanos pero no sabía la razón porque todos ellos no lo buscaban o que le enseñaran el uso de sus poderes, que a veces Noah intenta ser el abuelo para los tres niños pero ninguno ha podía entenderlo, y es que nadie de ellos era mitad ángel, como humano, que no sabían que tenía la necesidad de ver a sus padres, de sentir el cariño de ellos, ya que nadie conocía sus mayores secretos, ni sus temores, aun con su corta edad, sus sueños o mejor dicho solo tenía un sueño que estaba presente, pero al ver que tanto Sam como Claire estaban mas alertas de la reunión de la manada de Derek con los pequeños hijos de Stiles, se sintió nuevamente remplazado, temía muy dentro de su pequeño corazón que sería olvidado por todos ellos, y ese pensamiento le llenaba de pavor, aun cuando sabía que eso estaba mal, que era un niño malo al sentir envidia de Claudia y Derek Junior al tener una oportunidad de conocer a su padre en persona y él no... sus padres estaban muertos y él no podía hacer nada con ello…
Por un momento sentía que todo daba vueltas en su pequeño espacio personal que si no salía corriendo de ahí iba a desatar todo su poder, con un gran nudo en su garganta él cual se estaba formando al ver como la manada de Derek miraba a sus amiguitos como si fueran hermosas joyas que debían ser preciadas, que Derek Hale estaba ansioso de poder tocar a Junior como Claudia, sus ojos picaban por las lágrimas contenidas, y sentía que algo se atorara en su garganta cuando intento hablar para llamar a Sam, que deseaba gritar de dolor, llorar hasta sentirse abrigado por los brazos de sus padres, de sus tíos de su familia que no pudo ocultar una sonrisa triste sabiendo que nadie se daría cuenta de él por lo que durara la reunión, se sintió como un niño malo cuando él pidió eso, cuando rogo a su familia que le diera una oportunidad a esa manada ¿Entonces porque se sentía de esa manera? con cautela salió del impala para caminar lejos de todos e ir al bosque a su refugio, era lo que necesitaba o eso era lo que creía un niño de apenas cuatro años y medio, sus ojos azules miraban Beacon y como un ave que vuela por primera vez fuera del nido, sus piecitos se dirigían a cualquier lugar al que consideraba su escondite, porque la culpa de tener esos sentimientos lo hacían sentir poca cosa, con el mango de su camisa se limpió su carita llena de lágrimas.
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Estaba hartándose que todos sus planes estuvieran fallando hasta este momento… mejor dicho desde hace varios años desde que no hallaba al maldito nephilim, es que acaso esa criatura iba a estar toda su vida escondido en las faldas del cazador menor de los Winchester, el grupo era consciente que cazar a uno de esa familia iba a ser complicado pero nunca pensaron que Samuel Winchester iba a ser un hueso duro de roer a la hora de proteger a su sobrino, incluso la hija adoptiva de ese par Claire había sido vista varias veces, incluso muchos intentaron seguirla pero la mujer no era nada tonta se había encargado de desaparecer a todo aquel que intentara seguir su rastro.
Entonces todo el grupo estaba harto de no encontrar el paradero del nephilim y eso era frustrante, por ese motivo opto por ir por el blanco más fácil de encontrar porque era cuestión de tiempo en que el hijo de Dean mostrara la capacidad de sus poderes aun cuando Samuel y Claire lo tuvieran escondido, no por nada cuando tuvieron tanto tiempo con vida al arcángel Gabriel, que no supieran algo de la gracia de su trofeo por lógica ese pequeño nephilim al cubrir los cinco años mostraría su poder, tiempo en que deben actuar para poder cumplir con su venganza, todavía recuerda los gritos agónicos del arcángel cuando drenaron su gracia dejándolo casi seco, era excitante recordar cuando experimentaron con el cuerpo del bromista, incluso recuerda cuando lo cortaron, torturaron y el pobre rubio tenía la esperanza que Samuel Winchester lo fuera a rescatar, fue un ingenuo el pobre que cuando lo mataron mucho de sus seguidores disfrutaron de la tersa piel del arcángel que no pudo gritar al tener sus labios cocidos por varias hilos, los labios casi se estaban desgarrando cuando uno de sus hombres le arrancado los hilos cocidos de esa área fue una muerte lenta como agonizante.
Ahora estaba en la caza del hijo de Stiles, aunque los rumores indicaban que había tenido dos bestias pero dato que no fue comprobado porque no les importaba realmente cuantos engendros tuvo la chispita del lugar, lo único que les interesaba de ese humano era el fruto que tuvo, y que esperaban que fuera de utilidad porque de lo contrario la muerte de esos engendros seria tan lenta como dolorosa como lo fue la muerte de Gabriel, solo imaginar eso no pudo ocultar una risa de sádica al desear tener en sus garras a esos malditos niños , verlos llorar suplicando por ayuda y sin tener ninguna mano amiga para que los salvara. Pero todos en el grupo eran consciente de la importancia de no perder a esas crías porque era de seguro que uno de esos engendros debió heredar el poder de Stiles, y ojalá por el bien de esos monstruo era que fuera así y que no hubieran heredado la sangre de hombre lobo en sus cuerpos, porque de lo contrario se arrepentirían de haber nacido.
Sus pasos estaban en Beacon revisando al fin los datos de los engendros de Stiles, por el momento no los encontraba por los alrededores, pero era cuestión de tiempo para encontrarlo y llevarlos a su guarida para empezar con el sacrificio la sola mención de eso en sus pensamientos le daba una alegría algo torcida, porque perdió la oportunidad de ver los últimos momentos agonizantes de Stilinski, de verdad hubiera deseado estar ahí, para grabar el rostro lleno de angustia como terror de la chispa de Beacon pero ahora tenía su oportunidad con la cría de ese maldito adolescente hiperactivo.
— Lo sienlo — se disculpo un pequeño de unos cinco años aproximadamente, los ojos azules tan llenos de inocencia como pureza estaban rojos por haber llorado se toparon con los suyos llenos de una frialdad como maldad que supo enmascarar para no llamar la atención de varios curiosos que vieron el choque entre ese desconocido con el pequeño Jack, una de las meseras de la cafetería en donde frecuentaban ese par iba a recogerlo pero el llamo de uno de los clientes la distrajo. El desconocido observo al pequeño niño que le sonrió para seguir su caminata por el bosque. La presencia de ese niño le había causado un deje de curiosidad ya que el aroma que desprendía era desconocido para su superolfato, había algo en ese infante que le era conocido, pero no daba en donde, sin que el menor se diera cuenta decidió seguirlo para averiguar que era lo que le llamaba la atención, de lo contrario no seria un mal bocadillo mientras encontraba a sus objetivos principales en esa tierra de idiotas humanos.
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— Hola, me llamo Claudia Stiliski, mi helmanito es Derel no es Derek — se presentó Claudia apretando la orilla de su vestido, con la mirada en el suelo, su otra mano era sostenida por su hermano que le trasmitía confianza, ninguno de los niños quería levantar la mirada pero podía sentir la presencia de la manada Hale-McCall. Su instinto les exigía que salieran corriendo pero habían prometido a Jack darles una oportunidad, el aroma de la manada topo en su nariz, y ambos menores vieron la sombra de esas personas. Scott observaba de cerca a los menores no podía creer que eso pequeños era lo único que dejo Stiles, que su amigo debió luchar muy fuerte para criar a dos pequeños angelitos y ellos por cobardes dejaron a una miembro tan importante de la manada.
Derek no puede caber de la felicidad a unos pasos están sus hijos, los pequeños miran el suelo algo intimidados y sabe que ellos tienen la culpa, aparentando una tranquilidad que no poseía porque sus nervios estaban a flor de piel se arrodillo para colocar su mano en el rostro de los menores que solo lo vieron sin decir nada más para que los ojos de ellos brillaran. Todos sabían que había un largo camino que recorrer para que los menores lo perdonaran pero verlos de esa manera tan frágil, tan vulnerables por un momento se imaginaron que esa misma mirada debió tener Stiles cuando se sintió solo, como olvidado por su maldita imprudencia, cada miembro de la manada deseaba acercarse más pero sabían que debían darle su espacio.
— Lo siento tanto — susurro Derek abrazando a los menores que solo tenían los ojos abiertos, sus manos en el aire sin saber si abrazarla al hombre que estaba llorando en sus hombros o solo quedarse de esa manera sin saber porque empezaron a llorar porque aun cuando lo negaran cuantas veces no tuvieron ese sueño, ese pequeño destello de ilusión en que su padre lo abrazara de esa manera, solo les faltaba que su papi Stiles estuviera en ese abrazo…Había un enorme camino para perdonar como ser felices sin saber que quizás ese día jamás llegaría…
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Jack estaba en su escondite, su pequeño refugio que se constituía una cueva casi en las afuera de Beacon, un lugar místico para el joven nephilim, estaba en medio de su fortaleza y con sumo cuidado empezó a tallar una imagen que tenia de memoria, unos ojos verdes como otro par de ojos azules lo miraba con la calidez que observaba de las fotos que su tío Sam le daba a ver con sumo cuidado saco de su mochila una camisa como gabardina con sus pies lo más estirados coloco cada prenda en sus estatuas.
— Papi Dean, te traje tu pie favorito… es de manzana como a ti papá Castiel te traje tu hamburguesa — susurro Jack hipando por las lagrimas que derramaba porque su mayor ilusión era estar de esa forma con sus padres, sabiendo que estaba solo dejo salir un poco de su gracia, tan solo para dar la ilusión que sus padres estaban ahí de esa forma.
— Mi pequeño Jack siempre pensando en nosotros ¿No lo crees Cass? — habla la estatua que debía reconfortar al pequeño que solo se deja abrazar por una figura animada, que no tiene el calor que debería tener sus padres, y ahí siendo abrazado por sus figuras que el mismo hizo con su poder llora todo lo que sus pulmones pueden permitirle.
— Tus padres siempre te cuidan Jack — habla la voz de Castiel para darle un beso a su hijo que solo niega para aferrarse a su ilusión…
Y no lejos de ahí alguien observo todo, sus pupilas se dilatan de euforia al encontrar el premio mayor a unos pasos esta el maldito Nephilim tan roto, tan desesperado por el calor de sus padres y que era él para no reunir a una familia tan maravillosa… ¡oh! Claro que los reunirá cuando envié a ese angelito al infierno cuando lo maté…
CONTINUARA…
CONTINUARA…