Había pasado ya dos meses del nacimiento de mis pequeños, han sido unos de los mejores días de mi vida.
Hoy habíamos decidido por fin sacar a los pequeños de la casa, al principio no quisimos sacarlos por si mostraban signos de poseer magia o en el caso de no tener magia. Como no han mostrado signo de nada pensé que sería mejor si los sacamos tal vez puedan mostrar algún cambio.
- Vamos Marlon –dijo mi amado esposo.
- Ya voy. –dije, el tenia a yukito en sus brazos y yo tenía a Yue he tenido mis sospechas sobre los poderes de mis hijos pero no estoy seguro por eso le insistí para que saliéramos al jardín de la casa.
Hace una hora que estábamos en el jardín, habíamos puesto una sábana para sentarnos pusimos a Yue y a yukito para ver si mostraran algún signo de poder.
En mi aldea se acostumbra a poner a los niños recién nacen encima del pasto para saber cuál es el alcance del poder.
Estábamos jugando con los niños cuando de pronto sentí una energía extraña que no provenía de mi esposo ni de mí, al mirar a Yue y yukito ellos estaban quietos sin moverse pero alrededor de nosotros en una gran distancia de diez metros, el pasto estaba seco pero al mismo segundo el pasto volvió a florecer.
Tome rápido a Yue y el tomo a yukito, le dije que los separamos para saber cuál de los dos era un elfo de la luz y quien era un elfo de la oscuridad pero al mismo instante que los estábamos separando empezaron a llora tan fuerte que se armó un remolino alrededor de nosotros, nunca en toda mi vida había presenciado algo como esto un poder tan fuerte que pudiera destrozar a si el pasto.
- Marlon. – dijo, tenía lagrimas es sus hermosos ojos se notaba el dolor que le causaba el remolino. Al instante camine lo más rápido posible hacia el para poder calmarlo y de pronto al mismo tiempo todo paro.
- Nunca, nunca nadie debe saber de esto.-dije – prométemelo cariño nunca se lo diremos a alguien sobre esto. – dije, con un tono de preocupación.
- No le diremos a nadie nada nunca, no dejare que lastimen a mis pequeños. – me dijo con lágrimas demarrándose de sus hermosos ojos.
Nos quedamos abrasados por un tiempo con nuestros pequeños en el medio, volvimos a casa y los acostamos a dormir.
SIETE AÑOS DESPUES
No puedo creer lo que nos está contando el líder de la aldea, se avecina una guerra los cambia formas contra los vampiros al parecer ya tenían hace tiempo sus roces pero todo cambio cuando asesinaron a un cambia formas de alto rango.
Como era de esperarse de todas las razas debemos elegir un bando aunque ya podría adivinar hacia que bando nos inclinaremos pero no lo voy a permitir durante siglos hemos sido repudiados por nuestra necesidad de absorber poderes de otros.
- Hoy es un gran día, hoy las demás razas sabrán quienes son los más fuertes. – dijo nuestro lideres naipol – durante mucho tiempo nuestra raza ha sido menos preciada pero hoy les vamos a enseñar quienes somos nosotros ¡YA BASTA DE ESCONDERNOS, YA BASTA DE TEMER. AHORA LOS QUE TEMERAN SERAN ELLOS! – dijo.
Todos estaban excitados por lo dicho del líder.
Al terminar la reunión me dirigí hacia mi casa donde me esperaban las personas más importantes en mi vida.
- Hola cariño, como te fue? -dijo mi esposo.
- Estamos en problemas se avecina una guerra. – dije, trayendo a mi esposo a mis brazos, me aterraba perderlo quisiera envolverlo en una burbuja y nunca dejarlo ir.
- ¡es terrible! Que ha dicho el líder. – dijo con preocupación.
- Nos uniremos a ella, nos aliaremos a los vampiros.-dije – cariño quisiera que nuestros hijos crecieran en un mundo donde todas las razas puedan convivir juntas sin enemistades pero parece que eso no va a suceder nunca.- dije con mi voz apagándose poco a poco.
- Marlon amor mío sé que algún día eso sucederá me hubiera justado que nuestros hijos nacieran en esa época pero no fue así. – digo – te apoyare en lo que quieras decidir Y...
- Gracias cariño contigo puedo hacer cualquier cosa te amo. – dije acercando su rostro hasta darnos un beso apasionado donde también mostraba el amor que le tengo.- TE AMO.
- Yo también TE AMO.-dijo, estaba extraño.
- Dime cariño que pasa.. – dije.
- No, no quiero preocuparte.
- Dime cariño solo dime lo solucionaremos juntos. – insistí.
- Me han llamado, el líder de mi aldea quiere que vaya a casa. – dijo- ellos también han elegido un bando y quieren que me les una, a pesar de que me repudiaron por haberme apareado con un elfo de la oscuridad quieren que vuelva. – dijo derramando lágrimas.
- Bebe, tranquilo pensaremos en algo que hacer todo va a estar bien. –dije.
Estaba por responderme cuando dos cabecitas se asomaron por la puerta de las sala, seque las lágrimas de sus hermosos ojos no quería que nuestro pequeños lo vieran en este estado.
- Hola peques que hacen ahí. – dije, haciendo que se sobresaltaran creo que no esperaban que los descubriera.
- H... hola papa.-dijo Yue. – queríamos venir a recibirte, como te fue?. – dijo, durante estos años me he dado dé cuenta de que Yue es el más serio; siempre piensa en los demás a pesar de que es el menor siempre trata de proteger a yukito.
Siempre se esfuerza para complacernos y para que su pequeño hermano tenga todo lo que quiere lo consiente mucho bueno no puedo decir que yo tampoco lo consiento porque sería mentira, yukito es un pequeño muy dulce siempre mostrando interés y curiosidad por todo pero muchas veces puede ser peligroso; una vez habíamos ido a un arroyo a nadar y les habíamos dicho que no se acercaran a la zona honda pero la curiosidad de yukito gano, casi se ahoga de no ser por Yue no sé qué hubiera pasado.
- Papa, papi está bien? – dijo el pequeño yukito.
- Si cariño papi está bien, vayan al patio a jugar que papa y papi tienen que hablar. – dije mirando a Yue, que al instante comprendió tomo a Yukito de la mano y lo saco de la casa no sin que yukito protestara. A veces pienso que Yue es más maduro para su edad y eso me preocupa yo quiero que el disfrute de su niñez que no se corrompa por el odio del mundo aunque eso sea imposible, no en el mundo en que vivimos.
- Lo siento, no quería que nuestros pequeños me vieran así.- dijo, estaba tratando de que no le salieran más lágrimas. No sabe cuánto me duele que mi amado llore es como un puñal que se incrusta en mi pecho.
- Está bien cariño, no pasó nada. – trate de tranquilizarlo.
- No, no me gusta preocuparlo y que Yue se tenga que encargar de yukito cuando el que debería ser el que cuide de yukito sea yo. – dijo, empezando a llorar.
- Vamos cariño no llores tranquilízate, todo va a estar bien. – dije, tratando de engañarlo y de engañarme porque por muy positivo que fuera sabía que él tenía que volver con su raza.
- No, nada va a estar bien no te engañes y me engañes ambos sabemos que algún día tenía que volver.-dijo, derramado lágrimas.
- Lo se cariño, vamos seca tus hermosos ojos de esas lagrimas.-dije, sabía que lo que había dicho era verdad siempre estuve esperanzado de que eso nunca pasara.
Cuando estábamos cenando, yukito estaba contándonos que había encontrado un escarabajo muy lindo según él. Yo siempre he odiado los bicho cada vez que veo uno le quito toda la energía hasta secarlo y dejarlos morir pero no tengo la necesidad de contarle de eso a yukito.
El seguía contándonos de sus aventuras cuando de pronto una paloma dentro por la ventana colocándose enfrente de mi esposo, nos quedamos mirando la paloma los niños con curiosidad pero yo con preocupación había reconocido la paloma al instante que entro por la ventana era una paloma mensajera que se enviaban los elfos de luz para dar información o comunicarse sobre sus asuntos, me quede mirándola deseando que desapareciera pero sabía que no era posible.
- Niños vayan a lavarse los dientes y acuéstense que ya vamos a contarles un cuento. –dije, yukito iba a protestar pero Yue lo tomo de la mano y lo llevo hacia su habitación. – cariño estas bien? -dije.
- Y... yo, si estoy bien. No me esperaba que me necesitaran tan pronto.- dijo.
- Si. Lo se cariño pensé que teníamos mas tiempo. Eso indica que las cosas están avanzando mas rápido de lo que pensé. –dije tomándole la mano para tratar de tranquilizarlo y animarlo a que tomara la carta. – tómala cariño, a ver que dice.- anime.
- Ha, si claro lo siento. – dijo, tomo la carta, titubeando antes de abrirla.
- Dime que dice, es muy importante. –dije.
- Dice que hubo una masacre en una de las manadas pero esta no era cualquier manada.- dijo quedándose en silencio.
- Que pasa, cariño? Que manada? – insistí, no quería presionarlo pero quería saber para que lo necesitaban, aun sabiendo lo que esas simples palabras querían decir.
- A...atacaron a la manada más grande e importante casi diezmándola, según lo que dice la carta muy pocos sobrevivieron aunque no dice si el líder y los de más alto rango de la manada sobrevivieron.