Después de la reunión del Consejo, Arthur anunció las nuevas leyes para el resto de sus súbditos. Lo hizo en persona, hablando desde el balcón hacia la multitud reunida en el patio. Gwen estaba a su lado, pero Merlín desapareció en algún lugar antes de poder pedirle que les hiciera compañía en el anuncio.
Se sentía extraño anunciar la nueva posición de Merlín en la corte sin él a su lado, pero tenía que ser suficiente por el momento. Arthur decidió asegurarse de que Merlín estaría presente durante su próximo discurso público. Iba a ser uno de sus nuevos deberes.
Decir que la gente de Camelot se sorprendió por este cambio en la ley era un eufemismo. Algunos lo miraban con recelo, como si esperaran que fuera una trampa, como si fuera a castigar a la primera persona que se atreviera a usar la magia en público.
Algunas personas parecían genuinamente felices y complacidas, pero otras definitivamente estaban asustadas.
Arthur suspiró para sus adentros. Iba a ser tan difícil como temía.
"Lo hiciste bien", le dijo Gwen una vez que estuvieron solos en sus habitaciones. "Estoy orgullosa de ti."
"Desearía que Merlín hubiera estado allí", dijo Arthur en voz baja. "¿A dónde fue él de todos modos?"
"La reunión del Consejo también fue difícil para él. Creo que dos reuniones difíciles durante un día fueron demasiado para él. Dale algo de tiempo. Él se acostumbrará”.
"Probablemente tengas razón". Sus palabras, sin embargo, no lo hicieron sentir mejor. Echaba de menos la presencia de Merlín y no podía evitarlo.
***
Merlín regresó un par de horas más tarde, cuando Guinevere estaba asistiendo a una reunión semanal con las Damas de la Corte. Merlín lo sabía y por eso eligió esta hora del día. Necesitaba hablar con Arthur cara a cara sin ningún testigo.
Además, había decidió evitar a Gwen y Arthur en una misma habitación tanto como fuera posible. En su mente, lo llamó una táctica de auto conservación.
"¡Merlín! ¿Dónde has estado?" Arthur le preguntó acusador. "Estaba casi preocupado".
"Estaba haciendo mi trabajo", respondió Merlín.
"No, no lo estabas", dijo el rey con firmeza. "Se suponía que estarías a mi lado cuando anunciara el levantamiento de la prohibición de la magia. También te anuncié el hechicero de la corte. Deberías haber estado allí."
Merlín negó con la cabeza. "Eso es otra cosa", dijo. "No me dijiste ayer que ibas a hacer eso".
"Te dije que te haría mi consejero".
"Las posiciones de Consejero y Brujo de la Corte son dos cosas diferentes", señaló Merlín. "¿Tienes alguna idea de lo distraído y nervioso que me hiciste sentir? ¡No estaba preparado para eso! "
"Te veías gratamente sorprendido", respondió Arthur. "Quería que fuera una sorpresa. Eso es todo."
Merlín suspiró. "No me malinterpretes porque realmente lo aprecio. Lo hago ", dijo. "Simplemente no esperaba tanto y me sentí un poco tonto".
"Siempre eres un poco tonto", se burló Arthur. "¿Pero estamos bien?", Agregó más en serio.
"Por supuesto que estamos bien", le aseguró Merlín. "No vine aquí para hablar contigo sobre mi nueva posición de todos modos. Hay asuntos más urgentes que debemos discutir".
Arthur frunció el ceño. "¿Tiene algo que ver con tu repentina desaparición después de la reunión del Consejo de hoy?", Preguntó.
"¿Qué pensaste? ¡Por supuesto que sí!” Merlín negó con la cabeza. "Deberías haber aprendido ahora que si desaparezco, generalmente tengo algunas buenas razones para hacer eso".
" Bien. ¿Entonces qué es?"
Merlín lo miró a los ojos. "Sir Lamorak".
Arthur se puso más serio de inmediato. "¿Has averiguado algo?", Preguntó.
"Lo hice", dijo Merlín, "y no te gustará". Se apoyó en la pared y se mordió un poco el labio inferior.
Por alguna razón, eso distrajo a Arthur por un momento. Cuando el rey se dio cuenta de que no era el momento adecuado para soñar despierto, se enderezó, carraspeó y dijo
"Continúa, entonces. Estoy listo para lo que sea".
Merlín no parecía convencido, pero sabía que no tenía otra opción. Era mejor avisarle a Arthur para que estuviera listo para el próximo movimiento de Lamorak.
"Creo que va a difundir la idea de que no estás en tu sano juicio", dijo finalmente Merlín.
"¿Qué? ¿Por qué motivos?” Arthur estaba furioso. "Eso es traición".
"Cálmate, Arthur", Merlín le preguntó. "No puedes mostrar tus verdaderas emociones frente a tu Consejo".
"No estoy frente a ellos ahora mismo", señaló el rey.
"Pero tuviste un brote de ellas hoy", Merlín le recordó, "cuando Sir Lamorak sugirió que debería haber sido asesinado. Eso fue conmovedor pero..."
"¿Esperabas que no reaccionara en absoluto?" Preguntó Arthur con enojo.
"Por supuesto que no". Merlín suspiró. "Pero deberías haber usado una forma más diplomática para expresar tu objeción. Tú lo sabes."
Arthur lo hizo, pero no cambió la forma en que se sentía al respecto. Sir Lamorak no podía lanzar amenazas a Merlín. No después de todas las cosas que Merlín había hecho por Camelot. Eso no estaba bien.
"Seré más racional la próxima vez", prometió Arthur finalmente. "Ahora por favor explíqueme cómo sir Lamorak va a justificar sus acusaciones con respecto al estado de mi mente".
Merlín se mordió el labio inferior otra vez. Sabía que Arthur no iba a tomar esta información a la ligera.
"Él va a decir que estás hechizado", dijo finalmente. "Por mí."
Arthur lo miró con incredulidad.
"¿Estás hablando en serio?", Preguntó.
"Me temo que sí". Merlín tragó saliva. "Quiere difundir el rumor de que te hechizo. Que yo te controlo y que todo lo que dijiste viene de mí ", dijo con tristeza.
"Eso es absurdo", murmuró Arthur.
"Me alegra oír eso", Merlín intentó bromear pero no salió como esperaba.
"Él no puede hacer eso".
"Ambos sabemos que él puede". Merlín tiró de su cabello con desesperación y frustración. "Desearía poder protegerte de tales acusaciones, pero deberíamos haber sabido que vendrían. No deberías hacer los cambios tan pronto. No todos, al menos. Nunca deberías haberme dado esta promoción... "
"Merlín", dijo Arthur con firmeza.
"Lo digo en serio."
"No deberías". Arthur suspiró. "Mereces esta promoción y ambos sabíamos que los cambios no serían fáciles".
"Pero esto y eso diferente", insistió Merlín. "Lamorak y sus partidarios van a socavar tu posición por mi culpa. Eso no está bien."
"Nos ocuparemos de ellos", le aseguró Arthur.
Merlín lo miró con molestia. "¿Por qué de repente estás tan tranquilo?", Preguntó.
"Porque no estoy enojado contigo", le dijo Arthur. "Me alegra que hayas descubierto sus planes. Podemos prepararnos ahora." Vaciló un momento y luego añadió " Hacemos un gran equipo, ¿no crees? "
"Siempre pensé que éramos un equipo".
Arthur sonrió ligeramente, lo que fue sorprendente bajo estas circunstancias.
"Lo éramos, pero ahora es diferente cuando no hay mentiras entre nosotros", dijo.
Merlín intentó sonreír para ocultar su repentina punzada de conciencia. Deseó que pudiera ser cierto, pero no era así. Arthur no podía descubrir toda la verdad sobre su resurrección. Merlín no iba a dejar que eso sucediera.
"¿Tienes alguna idea de cómo detener a Sir Lamorak, entonces?", Preguntó Merlín después de un rato para cambiar de tema.
"Lo pensaré y le pediré a Guinevere su opinión", dijo Arthur con decisión. "Ella tiende a tener grandes ideas sobre este tipo de problemas".
"Tienes razón. Su punto de vista puede ser refrescante”.
Arthur sonrió más ampliamente. "No te preocupes tanto, Merlín, encontraremos la manera de vencer a un viejo tonto", dijo. "Simplemente no le digas a nadie que usé estas palabras".
Los labios de Merlín se estremecieron.
"Además, eso es ridículo", continuó Arthur. "Hubiera sabido si me hechizaras".
"Bien..." menciono con cierto tono dudativo.
Arthur lo miró de cerca. "¿Qué significa eso, Merlín?"
"Pude haberte hechizado una o dos veces antes", dijo tímidamente Merlín. "Pero eso fue solo por tu propio bien".
"¡Merlín!"
"¿Sí, Arthur?"
"Exijo que me digas más al respecto. ¡Ahora mismo!"
Merlín suspiró.
A Arthur no le iban a gustar sus historias en absoluto.
***
Por la noche, Merlín regresó a su habitacion y a Gaius para hablar con él sobre los eventos del día y pedirle ayuda. Estuvo de acuerdo con Arthur en que buscaría algún consejo de Gaius mientras el rey hablaba con Gwen. Esperaba que juntos se les ocurrieran algunas ideas sobre cómo tratar con Sir Lamorak.
"Esto es difícil", admitió Gaius. "Sir Lamorak odia la magia casi tanto como Uther".
"Eso es todo lo que sabemos", dijo Merlín con tristeza. "¿Qué crees que sucederá una vez que difunda el rumor de que hechizó a Arthur?"
"Es difícil de decir, pero seguramente encontrará partidarios". El anciano suspiró. "Hay personas que no cambiarán su punto de vista sobre la magia fácilmente, si es que lo hacen”
"Siempre lo supimos, pero temer a la magia y socavar la cordura y la autoridad de Arthur son dos cosas diferentes. Arthur pretende que no le importa, pero sé que lo hace. Luchó tan valientemente por Camelot y no merece tales acusaciones”.
"Merlín, sé que estás molesto", Gaius le dijo en voz baja. "Pero enojarse no resolverá nuestros problemas. Morgana puede estar muerta, pero siempre habrá personas que quieren el trono para ellos mismos ".
"¿Te refieres a Sir Lamorak?" Preguntó Merlín. "Él no tiene derecho al trono".
"Por el momento, nadie más que Arthur tiene motivos sólidos para reclamar el trono, pero hay otros que utilizarán todas las oportunidades para tomarlo por sí mismos", trató de explicar Gaius. "Si las personas creen que Arthur está bajo la influencia de tu magia, se negarán a seguirlo. En tal caso, tendrán que buscar otro líder”.
"Sir Lamorak es un viejo tonto. Nadie va a elegirlo para ser su líder ", dijo Merlín con firmeza.
"Pero él tiene un hijo", señaló Gaius. "Él puede querer ponerlo en el trono".
"No dejaré que ocurra." Merlín miró a Gaius con atención. "¿Cómo puedes estar tan tranquilo en un momento como este?"
El viejo sonrió cálidamente.
"Porque sé que no dejarás que eso suceda", dijo. "Yo solo
quería señalar lo que Sir Lamorak puede estar planeando en este momento. Solo tienes que saber lo que está en juego".
Merlín sabía muy bien lo que estaba en juego. Era el futuro de Arthur y tenían que hacer algo para mantenerlo en el camino correcto.
***
Esas cosas no se podían dejar solas durante mucho tiempo, así que Merlín fue a la habitación del rey por la mañana y encontró a Arthur y Gwen en el medio del desayuno.
"Merlín", Arthur lo saludó, sonriendo.
"Lo siento por una visita tan temprano, pero tus enemigos no esperarán", le dijo Merlín. "Gaius me ayudó a darme cuenta anoche de lo que está en juego y debemos hacer algo con Sir Lamorak rápidamente".
"Eso no será necesario", le dijo el rey.
"Pero Arthur..."
"Está bien, Merlín", dijo Gwen. "No podemos hacer algo con Sir Lamorak. No es sabio Él se llamaría a sí mismo un mártir entonces. Mucha gente comenzaría a pensar que debe haber algo verdadero en sus acusaciones”.
En el fondo, Merlín sintió que Gwen tenía razón, pero sentarse y esperar a que las mentiras de Lamorak se extendieran como una plaga sobre Camelot tampoco parecía sabio.
"Lamorak va a socavar la posición de Arthur con sus rumores. Eso no está bien." Merlín miró al rey que no pareció molestarse. "¿No te importa, Arthur? Has trabajado tan duro para hacer de este reino un lugar mejor. Luchaste contra Morgana tan valientemente. No puedes dejar que un viejo tonto te lo quite ", le dijo.
"Cálmate, Merlín", dijo Arthur con calma. "No dejaré que eso suceda. No te preocupes por eso Guinevere tiene una gran idea de cómo lidiar con Lamorak de una manera silenciosa".
Merlín miró a Gwen y luego a Arthur.
"Estoy escuchando", dijo y sus amigos compartieron su plan con él.
***
El plan era un poco arriesgado en opinión de Merlín. Después de lo que había pasado con Mordred, prefería tratar con los enemigos de una manera más directa. No había ninguna garantía de que su plan funcionaría, pero sabía que era más diplomático que cualquier cosa que se le ocurriera.
Iban a dejar que sir Lamorak difundiera sus rumores, que estaban llenos de mentiras y que iban a demostrar que estaba equivocado frente a todo el reino. Merlín iba a demostrar que estaban equivocados y ese pensamiento lo hizo sentir inseguro. Él siempre tenía muchas cosas sobre sus hombros, pero eso era diferente. Tenía que hacerlo en público para que todos pudieran verlo. No estaba seguro de estar listo para eso.
Sin embargo, Arthur y Gwen estaban seguros de que estaba listo para este paso. Iban a apoyarlo y guiarlo. Estaban en esto juntos. Los tres.
Merlín sonrió tristemente ante la ironía.
Tuvo que actuar con frialdad como si nada hubiera sucedido, pero se dio cuenta de que los hombres de Sir Lamorak ya comenzaron a difundir los crueles rumores. Algunas personas le estaban dando a él e incluso a Arthur miradas sospechosas. Le hacía sentir enojado pero sabía que no podía actuar según sus impulsos. Le prometió a Arthur que no lo haría.
Cuando Merlín vio a sir Lamorak, el viejo señor sonrió maliciosamente. Era muy difícil mantener sus emociones bajo control, pero Merlín logró hacerlo.
Tuvieron otra reunión del Consejo durante la cual discutieron algunos detalles sobre nuevas leyes sobre la magia. Esta vez tuvieron que hacer comentarios más adversos, pero nadie se atrevió a desafiar la autoridad de Arthur todavía. Por eso Merlín estaba agradecido porque no estaba seguro si podría soportarlo y mantener la calma.
La reunión del Consejo terminó pero todavía quedaban muchas cosas por discutir y acordaron tener otra reunión el día siguiente.
"Lo hiciste bien", Arthur le dijo cuando los dejaron solos. "Estoy orgulloso de ti."
"No fue fácil", admitió Merlín. "No entiendo cómo puedes soportar sus miradas y comentarios maliciosos".
"Soy el rey, Merlín, me acostumbré hace mucho tiempo", respondió.
"Pero estas son mentiras". Merlín sacudió la cabeza con resignación. "No estoy seguro si nuestro plan va a funcionar. ¿Cómo se supone que voy a convencerlos de que la magia se puede usar para bien si no quieren verla?
"Lo verán", le aseguró Arthur. "Si pudiste cambiar mi opinión, ellos también pueden cambiarlo. Eres la prueba de que la magia no tiene que ser malvada”.
"Pero ya comenzaron a hablar que te obligo a hacerlo. Que te hice cambiar la ley y que eres mi marioneta” Merlín suspiró y bajó la cabeza. "Eso no está bien."
Arthur se acercó a él y levantó su barbilla con un dedo para que sus ojos se encontraran. Merlín podía sentir un escalofrío recorriendo su cuerpo. Podría jurar que también llegó a Arthur. Todo eso lo hizo sentir un poco mareado de emociones.
"La gente siempre habla", dijo Arthur en voz baja. "No te preocupes por eso. Sé que con el tiempo abrirán sus ojos y verán. Podemos hacer que lo vean todo”.
"¿Qué pasa si no se dan cuenta a tiempo?", Preguntó Merlín. "Es muy arriesgado".
"No es arriesgado en absoluto. Si después de todo lo que hemos hecho por este reino, no aceptarán el regreso de la magia, entonces no vale la pena. No quiero ser su rey si deciden que no está bien".
Merlín se quedó sin aliento.
"Arthur", susurró. "No puedes decir eso. Este es tu reino y ellos son tu gente. No puedes abandonarlos. Esto no vale la pena."
Arthur negó con la cabeza. "Vale la pena", dijo con firmeza. "Este reino habría sido destruido ahora, si no hubieras usado tu magia para protegerlo. Morgana habría sido su reina y habrían sentido su crueldad en su piel. Comprenderán con el tiempo que puedes ayudarlos con tu magia mientras que mi hermana la habría usado para aterrorizarlos”.
Merlín se sintió un poco mejor. "Me alegra que tengas tanta esperanza y que tengas mucha fe en mí, pero es muy difícil. ¿Qué se supone que debo hacer ahora? ", Preguntó.
"Ve con la gente y ayúdales", le dijo Arthur. "Cúralos. Respétalos. Sonríeles. Sé tú mismo y ellos aprenderán a apreciar eso".
Merlín asintió. Si Arthur podia creer en él tanto, podría intentarlo. Iba a hacer eso por Arthur y Camelot y por él mismo. Pero sobre todo por Arthur.
***