NO ME RENDIRE
Danny se dejo caer en la silla conteniendo sus ganas de llorar, escuchar esas palabras de esa enfermera le dieron rabia como hacer que su esperanza decaerá, estaba viendo el suelo cuando la mano de otra persona se poso en su cabeza por instinto levanto la mirada viendo a otra enfermera con el mismo uniforme que la otra enfermera pero con la diferencia de sus ojos eran plateados, el detective creyó confirmar que se trataba de alguna clase de lentes de contacto aunque estos eran de un color platinado.
—A veces se pasa de sincera mi hermana, pero no es que sea mala, solo es curiosas en algunas cosas —hablo la enfermera viendo el cuerpo inerte de Steve, era tan fácil solo acercarse y el comandante despertaría, haciendo que iba a ver los signos vitales solo se quedo a un par de pasos al sentir ese campo, al parecer su hermana iba enserio con el alma de uno de sus favoritos, haciendo que frunciera la frente.
—No importa, ni ella, ni nadie me hará desconectarlo, se que despertara, tiene que hacerlo —respondió Danny acercándose a su pareja para tomar su mano y darle un beso, la joven pudo detectar un leve movimiento, con un brillo divertido en sus ojos se retiro para hablar seriamente con muerte.
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—Entonces ya decidiste que quieres hacer, vamos hombre me aburro de estar esperándote o si deseas yo puedo tomar yo la decisión —hablo la joven, observando como Steve miraba algo fijamente, llena de curiosidad solo se sentó esperando una respuesta.
—No me rendiré —hablo seguro Steve, sintiendo una calidez en su cuerpo, como si alguien lo llamara, no sabía quién era, no conocía su nombre, su rostro, pero esa suave voz, esa voz que lo llama a despertar, y solo debe concentrarse para salir de este lugar.
—No importa esas palabras, tarde o temprano te cansaras de luchar, yo puedo esperar todo el tiempo que quieras, pero dime ¿Alguien te espera haya fuera? —cuestiono muerte pero frunció un poco su frente al sentir la otra presencia, iba a gruñir un poco pero su atención volvió con su presa.
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—¿Cuándo seamos grandes nos vamos a casar, Steve? —cuestiono un niño, siendo abrazado por el otro, desde que se conocieron ambos no podían estar separados, y siendo ese verano en que los McGarret iban a visitar a sus nuevos amigos en Jersey, el pequeño se había propuesto enseñar todo sus lugares favoritos a su Steve.
—Claro que Sí, cuando sea grande y un soldado nos casaremos, será en un verano, tú de blanco en medio de la playa —respondió el otro para posar su barbilla en la cabeza de su niño rubio.
—Steve —hablo tímidamente el niño para darse la vuelta en un rápido movimiento le dio un beso en la mejilla a su amigo de 9 años para salir corriendo en dirección a su casa.
—Da…—
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—No me rendiré Da —hablo seguro Steve, sintiendo un apretón en su mano, con una sonrisa de superioridad vio a la otra mujer que solo se retiro de esa habitación producto de la mente del Seal
—¿Qué quieres ganar con todo eso? —cuestiono una voz mirando fijamente a la dama de negro, que observo a otra mujer vestida completamente de blanco, y no pudo evitar mostrar una risa maliciosa.
—solo es simple curiosidad, por lo otro te recuerdo que ahora Steve está en mi territorio, no en el tuyo así que sabes lo que no puedes hacer …—
CONTINUARA…