- y-ya casi llego - masculló Goten con una sonrisa mientras sobrevolaba la montaña que lo vio crecer.
Tenia un ojo entrecerrado y con ambas manos se protegía el rostro del viento que le arañaba las mejillas, estaba cansado pero también estaba ansioso por llegar, y a pesar de eso, no se había detenido ni un solo momento a descansar.
Sabía que se estaba exigiendo demasiado y que su cuerpo estaba llegando a su limite, que sus energías ya no eran las mismas desde semanas atrás pero la desesperación por llegar era más fuerte que todo aquello, quería ver a Trunks, quería informarle que no se podía casar, que aun tenían una pequeña esperanza... Quería darle la noticia de que iban a ser padres.
Aterrizó muy cerca de la casa de su madre, pero en cuanto sus pies tocaron las hojas secas de los árboles, sus piernas comenzaron a flaquear, quiso dar un paso y cayó al suelo desmayado.
Su ki había emitido una pequeña onda antes de quedar en ceros.
***
-¡¿Pero que demonios?! - se preguntó Pan, deteniéndose de golpe al ver debajo de la sombra de un árbol un cuerpo inconsciente tirado en el suelo.
Con cautela, fue acercándose hasta él, de manera sigilosa para no provocar que despertara, teniendo en muy presente que nadie debía saber que Goten había regresado.
- ¿T-tío? - preguntó de manera titubeante, moviendo su pie para darle leves patadas al pelinegro para comprobar si aún estaba vivo.
Sintió alivio al comprobar que en efecto el mayor estaba vivo, un alivio que desapareció en cuanto recordó el por qué no era grata esa noticia.
- Trunks no debe saber que estas aquí - murmuró mirando a su alrededor, asegurándose de que nadie la estuviera mirando - estoy a punto de casarme con el amor de mi vida y tu no me lo vas a impedir.
Levantó al pelinegro y pasó uno de sus brazos por encima de sus hombros, sosteniendo el peso del más grande sin dificultad. Tomó impulso y emprendió el vuelo, llevándose con ella a Goten.
***
- ¡Trunks! ¡Habré la puerta! - exclamó la peliazul golpeando la puerta - ¡ya estuvo bueno! ¡Sal de ahí!
- no tengo motivo para salir - murmuró el pelilila desde el otro lado, sin mostrar la menor intención en atender a su madre - déjame en paz.
- ¡¡que salgas te estoy diciendo!! - ordenó la mujer golpeando con más fuerza la puerta, dispuesta a quedarse ahí todo el tiempo que fuera necesario - ¡¡deja de comportarte como un niño!! ¡¡Ni siquiera cuando eras niño diste estos problemas!!
- no voy a salir - contestó Trunks metiendo la cabeza debajo de la almohada, dispuesto a esconderse bajo ella sin importarle dejarla afuera.
- ¡tienes que salir! ¡¡Faltan tres días para tu boda y tu no has puesto nada de tu parte!! ¡¡Ni siquiera sabes si el traje te queda o no!!
- ¿Q-qué? - preguntó el pelilila saliendo de abajo de su almohada sin poder creerlo - ¿t-tres días?
¿Tanto tiempo había pasado encerrado? Sabía que habían pasado varias semanas pero... ¡¿Tantas como para que falten tres días?! No, eso no era posible... ¡No!
- ¡¡Trunks!! ¡Abre la puerta Trunks! ¡¡Trunks!! ¡Trunks!! - respondió golpeando con más fuerza la puerta, llegando a patearla de pura frustración - ¿eh?
El pelilila terminó por ceder y se levantó de su cama para abrir la puerta, molesto por el escándalo y por lo idiota que se sentía al no poner más atención en el tiempo transcurrido.
- Trunks, ¡apestas! - exclamó Bulma colocando dos dedos en su nariz a modo de gancho - ¡¿hace cuanto tiempo que no te bañas?!
- no me voy a casar con Pan - gruñó el pelilila ignorando la pregunta de su madre, mirándola de una manera que asustó a la mayor.
- ¿Q-qué? - preguntó incrédula - ¡¿por que dices eso?!
- por qué no la amo - respondió arrastrando las palabras - así de simple.
- ¡¿entonces por qué te comprometiste con ella?! - gritó avanzando un paso hacia delante, por un momento Trunks pensó que su madre le iba a pegar.
Trunks meditó un poco su respuesta, estuvo a punto de gritarle que no la amaba por que su corazón le pertenecía a otra persona, que le pertenecía al que supuestamente era su amigo, que amaba a Goten... Pero al final no tuvo el valor suficiente para decirlo.
- por qué era lo mejor, ¿qué acaso no dijiste que estábamos en quiebra? - preguntó de forma mordaz mientras se mordía el labio, como si de esa forma pudiera callar las palabras que su boca quería decir.
- ¡claro que si! ¡Pero eso era algo que se podía solucionar con nuestros abogados y manteniendonos al margen de la vanguardia del mercado! - respondió la peliazul molesta e indignada, ¿cuando le había enseñado eso a su hijo? ¿Cuando lo orillo a tomar esa decisión? Que ella recordara ¡Nunca!
- entonces ya no existe ningún motivo que me obligue a casarme con ella - respondió con una sonrisa torcida, resaltando las facciones de su rostro demacrado.
- ¡¿como de que no?! ¡El compromiso es un buen motivo para que te cases con ella! ¡Tu te comprometiste a casarte con ella! ¡No puedes hacerle eso! ¡Y menos cuando faltan tres días para la boda!
- ¿quieres ver que si? - preguntó de manera retadora, clavando sus ojos azules en los idénticos ojos de su mamá.
- ¡¡cállate Trunks!! - le recriminó la mujer y sin pensar en las consecuencias de sus acciones, le propinó una bofetada en la mejilla del pelilila, llegandole a voltear el rostro por la fuerza del impacto.
Trunks la fulminó con la mirada sintiendo su mejilla escocer y con una mano la apartó de su camino, saliendo de su habitación después de tanto tiempo.
La luz que entraba por las ventanas lo encandiló, se había acostumbrado demasiado a la oscuridad de su habitación convertida en cueva que la luz le dañaba la vista.
- ¡espera Trunks! ¡¿A donde vas?! ¡Que vas a hacer?! - preguntó Bulma siguiendo a su hijo mayor, su ceño se había fruncido tanto que un par de arruigitas se habían dibujado en su frente.
- puedes golpearme las veces que quieras, no voy a cambiar de opinión - le contesto con la voz cargada de odio, un odio que llegó a su límite con la cachetada que su madre le había propinado.
Sin detenerse a pesar de que su madre le exigía hacerlo, llegó hasta el teléfono de la Corporación, comenzando a teclear varios números a gran velocidad, colocando el aurícular en su oreja, esperando a que el teléfono fuero atendido.
- buzón de voz...
- ¡¡argg!! ¡¿Por que siempre que marco nunca me contestan?! - se preguntó y para desgracia del teléfono, tuvo el mismo destino que su celular, solo que este en lugar de atravesar la ventana, atravesó la pared.
- ¿a quien le marcaste? - la mujer ya no se atrevió a gritar por miedo a que volviera a perder el control y volviera a pegarle a su hijo.
- A Pan - respondió exasperado - iré a buscarla pero de que cancelo esa boda la cancelo.
- por favor Trunks, Pan es hermosa, es fuerte, linda, inteligente, la novia ideal para ti, además es una Son, es nieta de mi mejor amigo, ¿quién mejor que ella para ser tu esposa? Por favor, piensa bien las cosas - suplicó la mujer - ya es hora de que sientes cabeza y de que te hagas responsable.
- NO LA AMO - repitió marcando las sílabas, para él, el único Son al que le quedarían perfectas aquellas palabras era a su amado Goten, que a pesar de ser todo aquello que había enlistado
su mamá, también era divertido, simpático e terriblemente inocente, aunque eso solo era en apariencia, era la pura perfección hecha especialmente para él.
- ¡pero puedes llegarla a amarla con el tiempo! Trunks, eres un hombre, ¿no? Debes cumplir con tu palabra.
- y si no quiero, ¿qué? - preguntó de forma retadora.
- ¿acaso hay algo que te lo impida? - respondió Bulma arqueando la ceja mientras se cruzaba de brazos - ¿acaso tienes novia? No. No tienes ningún otro compromiso, ¡así que cumplele!
- ¿y si te dijera que ya estoy con alguien que? ¿Aún así me obligarías a casarme con ella? - el pelilila también se cruzo de brazos, esperando una respuesta por parte de su progenitora que parecía haberse quedado sin palabras por la sorpresa de escuchar aquello.
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