El padrino de mi novio por VidelFujoshi

El pelinegro entre abrió al sentirse incómodo y no poder moverse con libertad a pesar de estar acostado en una cómoda cama... ¿Donde estaba?

Sus manos escocian al intentar moverlas, la tela con la que tenía amarradas sus muñecas se le enterraba en la piel con el más mínimo movimiento, su piel enrojecida le ardía como si se la estuvieran quemando; sus pies no tenían movilidad, estaban fijos a la cama que ahora reconocía como la suya.

- hasta que despiertas - murmuró una voz femenina entrando por la puerta de su habitación, los ojos negros se la chica solo mostraban odio mientras que los de Goten solo mostraban sorpresa e incredulidad - tío - sonrió.

- ¿Pan? - preguntó el chico viendo a su sobrina, sin querer se había movido al intentar levantarse y un jadeó de dolor escapó de sus labios.

- ayy tío, ¿para que regresaste? - preguntó la menor haciendo un puchero con los labios - si te hubieras quedado en donde estabas, alejado de todos, no estarías aquí.

- ¡sueltame Pan! - exclamó Goten comenzando a mover de manera frenética a pesar de sentir como la tela se enteraba aún más es piel.

- si lo hago seguramente iras a buscar a Trunks - respondió Pan negando con la cabeza - y no puedo permitir eso.

- ¡¿y que si es así?! ¡¡Tengo que hablar con el!!

- es curioso verte así - comentó con cinismo la chica, una sonrisa torcida se formó en sus labios - un simple listón hecho de tela común y corriente te tiene aprisionado y tu no puedes liberarte.

El pelinegro siguió forcejeando tratando de usar toda su fuerza en ello pero para su desgracia, hoy era uno de esos tantos días malos donde no se sentía tan débil y vulnerable que no podía hacer nada más que esperar a que el día siguiente fuera mejor que el pasado.

- ¡¿que pretendes al tenerme aquí?! - preguntó mientras cerraba los ojos con fuerza, el dolor que sentía era tanto que su rostro comenzaba a perlarse de sudor y sus ojos a acumular agua. - ¡déjame ir con Trunks!

- estas en tu propia casa, eres libre de ir a donde quieras - se burló la pelinegra - claro, siempre y cuando puedas liberarte. ¿Que es lo que te sucede? ¿Eh? ¿Por qué estás tan débil? ¿A donde fuiste? ¿Donde estuviste todo este tiempo?

- ¡nada que te importe! ¡Al único que le responderé eso es a Trunks! - respondió el pelinegro, algo le decía que por nada del mundo debía decirle a la pelinegra la razón por la que estaba de regreso - ¡Gohan va a saber de esto!

- te liberare - soltó Pan fingiendo piedad - pero solo hasta que yo sea la esposa de Trunks.

- ¡no! ¡No puedes casarte con Trunks! - exclamó de repente el pelinegro, mordiendose la lengua al instante de decir aquello, por qué, a pesar de todo, le había prometido a Trunks que no le diría a nadie sobre su relación por que eso aún era un secreto - *no puedo decirle nada, a pesar de todo lo que ha hecho Trunks, yo aun así no puedo decirle a nadie, yo... Yo ahora no tengo derecho a decir nada * - bajó la mirada a sus manos amordazadas, viendo el llamativo listón rojo con el que eran sujetadas; no, claro que sí podía hablar, ahora había algo que estaba a su favor... Pero aún así no creía que fuera prudente decirle eso a otra persona que no fuera Trunks.

- ¿por qué dices que no puedo casarme con Trunks? - preguntó la chica clavando su mirada en la cabeza del pelinegro - ¿acaso es por tu estas enamorado de él?

El cuerpo de Goten se estremeció por completo y levantó la mirada al escuchar eso, sus pupilas se habían dilatado por la sorpresa y el miedo de escuchar eso, ¿desde cuando Pan sabía aquello?

- ¿q-qué? - preguntó el pelinegro fingiendo estar confundido, aterrado con la idea de que alguien supiera sobre su secreto.

- no finjas Tío, Trunks me lo dijo - las palabras de la pelinegra fueron como si le hubiera caído un balde de agua fría al pelinegro - él mismo me dijo que ya estaba enfadado de ti, que tu no querías entender que el nunca te quiso - mintió con cinismo, disfrutando de la expresión del chico que no hacía más que negar con la cabeza - o dime, ¿por que otro motivo se casaría conmigo si no es para librarse de ti?

- n-mientes... ¡Mientes! - gritó Goten desesperado, quería taparse los oídos, no quería escuchar más a la menor pero no había manera de impedir que sus palabras taladraran sus oídos.

- como lo suponía - soltó la chica - a pesar de estar molesto tu ki no se a elevado, osea que no podrás escapar de tu propia casa... eso es perfecto.

- Trunks no pudo haber dicho eso... El no pudo... - balbuceó sin dejar de negar con la cabeza, las palabras de Pan se repetían una y otra vez en su cabeza.

- ¿sigues con lo mismo? Trunks se va a casar conmigo por que él así lo quiso - dijo arrastrando las palabras de una forma melodiosa - ¿que es lo que te dijo a ti? ¿Que se casaba conmigo por obligación? Trunks es un cobarde al no decirte las cosas por lo claro, tanta fue su cobardía que al final terminaste como su padrino de bodas.

- ¡¡Trunks no es ningún cobarde!! - grito negando con la cabeza más frenéticamente que antes, sentía su respiración agitada y como los latidos de su corazón se volvían cada vez más coraje, ¿Trunks le había vuelto a mentir? ¿Había sido una farsa eso de que la Corporación Capsula estaba en quiebra?

- aunque también hay que darle méritos a tu estupidez - continuo la pelinegra, ni ella misma sabia de donde le estaba saliendo tanto veneno - digo, al aceptar ser su padrino... ¿Que imaginaste que pasaría? ¿Que seguirían viéndose? ¿Que serían algo así como amantes? ¿O simplemente pensaste que en algún momento el cambiaría de opinión?

- ¡¡Trunks no se puede casar contigo!! ¡¡Entiende Pan!! - la voz del pelinegro estaba por quebrarse y su vista comenzaba a nublarse, ya no podía seguir escuchando más a la menor - por favor Pan... Y-yo amo a Trunks.

- ¡¡yo también lo amo!! ¡Y es por esa razón que no me detendré! - respondió mostrando una sonrisa torcida - no hay nada que me impida casarme con el, ni siquiera tú.

- créeme Pan, tu no te puedes casar con el - murmuró Goten haciendo todo lo posible por era debido.

- ¿por qué no? ¿Que acaso no entiendes que Trunks no te ama? ¿Que a quien ama es a mi? - preguntó casi con un tono cargado de histeria, era como si ella se estuviera creyendo sus propias palabras - mejor dime por que tu ki no se puede sentir, si me lo dices eso me ayudara a tenerte aquí hasta el día de mi boda..

- Trunks y yo... - murmuró y antes de terminar de hablar cayó dormido.

- hmp, es un estúpido, mientras siga aquí no tengo de que preocuparme, solo tres días más... - murmuró saliendo de la habitación del pelinegro, un leve ronroneo en su pierna le indico que alguien la llamaba por teléfono, sin embargo al ver de quien se trataba, decidió ignorarlo, Trunks ya la había ignorado por mucho tiempo y que la buscara ahora no era señal de que fuera a suceder algo bueno - bahh, que se espere.

***

- papá, dime que no me lo imaginé - pidió la rubia saliendo de su habitación para encontrarse con sus padres, ambos sentados en una pequeña mesa jugando al poker.

- ¿imaginar que? - preguntó la androide mostrando su mano de cartas al igual que su esposo, ambos ya aburridos con el juego.

- ¿ustedes no sintieron la presencia de Goten? - preguntó esperando ansiosa la respuesta de sus padres.

- no estoy segura... ¿Y tu? - preguntó la mayor mirando al más bajito.

-no, si hubiera sentido la presencia de Goten lo recordaría, esa sería una señal de que regresó, ¿no? - respondió Krilin arqueando una ceja - ¿no has sabido nada de él?

- no - Marron negó con la cabeza - Goten dijo que regresaría antes de la boda... El me lo aseguró.

- ¿cuanto falta para la boda? ¿Tres días? Aun tiene tiempo para regresar, tal vez llegue de último momento - respondió Krilin mostrándose una sonrisa tranquilizadora.

- es solo que los últimos días he estado esperando sentir la presencia de Goten que en verdad pensé que había regresado - respondió bajando la voz - tengo miedo de que le haya sucedido algo malo.

- te preocupas por nada, recuerda que Goten es hijo de Goku.

- pero es que... - la chica mordió su labio inferior angustiada, tenía un mal presentimiento y no sabía ni porqué y lo peor era que sus padres no parecían comprenderla.

- dejando a mi futuro "yerno" de lado - dijo Krilin haciendo énfasis en la palabra yerno - ¿como va tu embarazo?

- ¿y que tal la convivencia con tu futura suegra? - preguntó Dieciocho de una manera un tanto burlona provocando que la mejillas de su hija se colorearan de un intenso color rojo y que sus cejas se juntaran.

- ¡Papá! ¡Mamá! - exclamó Marron molesta, lo cierto era que a lo largo del mes, cada que Milk tenía oportunidad le echaba en cara todos sus defectos y sus nefastas cualidades como futura madre y esposa.

Ambos adultos se echaron a reír de una manera estridente contagiando a la mejor, que no pudo mantener su expresión seria y terminó por ceder a las risas de sus padres, quizás se estaba preocupando demasiado por Goten, tal vez la sensación de haber sentido el ki de Goten y ese mal presentimiento solo fue producto de su imaginación.