-Afrodita, Afrodita, ¡maldita sea, despierta!- exclamo Eros.
-¿que-que pasa?-pregunto la diosa despertando desorientada mientras se sentaba en la cama-¿que necesitas Eros?
-Perséfone ya sabe todo-soltó un suspiro el dios que estaba en el olimpo-y antes de que me acuses de traidor debo decirte que no me dio otra opción o era decirle la verdad o ella iba ir a decirle a Zeus y Hefesto que yo sabía dónde estabas.
-¡maldita Perséfone! ¡La maldigo mil veces! Explícate más claro ¿cómo que no te dejo otra opción?
-ella vio la pelea que tuve con Hefesto y se quedó a espiarme mientras hablaba contigo
-¿qué are ahora? Ella ya sabe de la existencia de Alexia y estoy segura que no se quedara tranquila, ella tratara de quitármela.
-solo te diré que te tranquilices y que tú tienes ventaja ya que le di con una de mis flechas a la mortal.
-¿Le diste con una de tus flechas?-preguntó sorprendida.
-Si lo hice y ahora eso te da más ventaja a ti de tenerla, no malgastes esta oportunidad Afrodita que estaré pendiente de ti-dijo para luego volver a dejar sola a la diosa.
Afrodita estaba pensando en que podía hacer ante esta amenaza pero unos brazos rodeando su cintura junto a unos besos en el cuello y parte de su espalda la volvieron a la realidad.
-¿qué pasa mi diosa? Estas algo tensa
-mmm Alexia calla y sigue-contesto relajándose mientras se mordía el labio inferior silenciando sus gemidos que querían salir por los toques de la mortal que la ponían sensible.
Alexia hizo caso a su mandato y se volvió a acostar en la cama jalando a la diosa que se posiciono sentándose su cintura mientras se agachaba para besar los labios de su amante. Alexia paso sus manos delineando cada curva de la diosa pero su objetivo era volver a probarla, se arrastró bajando por el abdomen de la diosa quien entendió lo que quería hacer y abrió mas las piernas dejándola pasar por estas. La mortal la tomo de la cintura acercando su boca al centro de la diosa que al sentir la lengua de esta empezó a mover la cintura mientras se sostenía de la cabecera de la cama y gemía suave.
Los fluidos salían a borbotones regándose por las piernas de Afrodita motivando a la mortal a lamer con más fervor y tomar su esencia mientras jugaba con el clítoris haciéndola gemir mas fuerte ante sus movimientos, la diosa llego a su orgasmo gimiendo fuerte el nombre de la mortal y callo al lado de esta rendida por la toda actividad física del día anterior junto lo que había pasado hace unos momentos.
Alexia satisfecha de sí misma la tomo por la cintura con una sonrisa que la diosa empezó amar, ambas se besaron tiernamente mostrando los sentimientos que querían decir pero que preferían callar.
Pasaron la mañana entre caricias y besos hasta que se dieron cuenta que se había echo tarde y tenían que salir de la cama para dirigirse a la universidad.
-te amo-hablo de la nada con toda seguridad la mortal mientras manejaba casi llegando a la universidad
-yo.... no sé qué decirte Alexia-contesto al haberla tomado desprevenida aquellas palabras.
Alexia sintió su corazón estrujarse en su pecho y prefirió callar hasta llegar a la universidad. La primera en salir fue Alexia que sin decir palabra alguna, camino rápido casi trotando a una dirección diferente de la facultad, la diosa no la siguió porque creía que necesitaba su espacio.
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