Caminó sin rumbo tratando de despejar su mente de todo pero parecía que el insistía en recordar a Afrodita.
-¡maldita sea cabeza! ¡Deja de pensar en ella! ¡Desde un principio sabias que era una diosa y que solo para ella representabas un reto, nada mas!-se golpeó la cabeza con la mano-¿no esperabas realmente que ella sintiera algo por ti verdad?-se preguntó así misma dejándose caer en el pasto.
Acostada miró a su alrededor para darse cuenta que estaba en el campo que quedaba alejada de las facultades, cerró los ojos para pensar en lo que iba hacer para dejar de sentir ese sentimiento que se había instalado en su corazón sin su permiso y que crecía mientras mas tiempo pasaba con la diosa, cubrió su cara con el brazo derecho mientras unas lágrimas se escapaban de sus ojos. A pesar que todos pensaban que era fría en realidad por dentro Alexia era muy sensible.
Escucho un ruido a su costado pero no le dio importancia hasta que una voz le habló.
-quien haya sido la persona causante de tus lagrimas no vale la pena como para merecer alguna de ellas
-¿mm?-sacó el brazo de sus ojos y volteo a la dirección de la voz topándose de frente con una chica que le sonreía de forma amable.
Alexia al verla sintió calidez en su corazón y las palabras de la extrañan la reconfortaron.
-Gracias pero no me conoces y no sabes lo que me pasó-se limpió los rastros de lágrimas
-No, no te conozco pero me gustaría hacerlo, sin embargo sé que esas lagrimas no la merecen nadie.
La mortal sonrió, aquella chica le transmitía confianza y su sonrisa era contagiosa.
-bueno extraña ¿me darías el gusto de conocer el nombre de la persona que me está alegrando el día?-pregunto ahora con una sonrisa.
-No estoy segura en decírtelo pero si me das un paseo por algún lugar divertido que no conozca, tal vez te lo diga- contestó con un tono coqueto.
Ambas se pararon y caminaron al estacionamiento para subirse al auto y dirigirse a uno de los lugares favoritos de Alexia.
El auto se detuvo en un lugar de videojuegos entre otras máquinas de diversión.
Ambas entraron y la chica parecía maravillada con las diferentes máquinas y se acercó a una de baile.
-¿qué hace esta máquina?
-es una máquina de baile ¿nunca viste alguna?
-A mí me gusta bailar y no, nunca vi alguna pero quiero jugar en esta.
Alexia subió a la otra plataforma e inserto unas monedas haciendo que la música empezara a sonar, ambas se movían al ritmo de la música pisando en las losas que prendían luces pero la mortal perdió la concentración al ver la forma en como el cuerpo de su contraria se movía, se quedó inmóvil observándola.
La extraña parecía haberlo notado y volteo a mirarla guiñándole un ojo y seguir moviéndose hasta que termino la canción.
-wow eso fue increíble, bailas genial
-¿solo eso?
-bueno también de forma sexy-dijo algo ruborizada sin saber de dónde salió esas palabras.
La chica sonrió por el alago y beso la mejilla de Alexia haciéndola ruborizarse mas.
La tarde pasó entre mas juegos y sonrisas pero ya era tarde y decidieron irse del lugar pasando por el camino a un pequeño restaurante para cenar y luego seguir conduciendo
-¿en dónde vives?-preguntó Alexia mientras manejaba.
-No tengo a donde ir, soy nueva aquí
-si quieres te puedo ofrecer quedarte en mi departamento
-Por los dioses, eres tierna-expreso antes de agarrarla por la mejilla y darle un beso rápido en esta.
Alexia siguió manejando hasta llegar al edificio y ambas subieron al departamento pero antes de ingresar, la puerta fue abierta por Afrodita quien al mirar a la acompañante de Alexia cambio su expresión de preocupación por una de rabia.
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