Felinos
A un año de aquel matrimonio concertado, las cosas cambiaron para ambos. En el caso de Loki, él jamás imaginó las aventuras y desventuras que le llevaría aquella relación, en su cabeza creyó que se presentaría a la boda, viviría un año viendo a su esposo únicamente en momentos necesarios y, al finalizar, volvería a casa libre de cualquier deber, capaz de elegir a quien deseara para casarse.
En cuanto a Thor, él esperaba muy poco del Omega con quien se casaría y del matrimonio, creía que podría seguir con su vida habitual, quizás con un poco más de discreción, fiestas con amigos, noches alocadas y eso, no se casaban por convicción, así que eso de deber respeto a su esposo quedaba un poco sobrado.
Ambos se dieron en la cara con la realidad de su matrimonio, de las necesidades que experimentaron, los momentos compartidos y los robados, esa montaña rusa de emociones que vivirían, las dudas, las conversaciones trascendentales, el placer, los sueños… esperaban poco, nada en realidad y lo recibieron todo, hallaron su lugar, sin embargo, tenían una conversación pendiente.
Loki admitía para sí que estaba enamorado de Thor, el Alpha admitía para sí que amaba a Loki, el problema radicaba en que, con todo el ajetreo de enfrentar al Consejo, ninguno se tomó la molestia de externar sus sentimientos al otro, era claro que ambos querían luchar por continuar juntos pero, ¿sentirían ambos ese amor tan profundo que, de pensarse sin el otro, parte de sí moriría para siempre? Necesitaban hablar.
A unos días del anuncio de abdicación, el ambiente propició aquella conversación, era primavera, la naturaleza traía colores y sabores, los pájaros volvían a pasear y, los romances florecían… en la biblioteca de sus antiguas habitaciones, Loki buscaba aquel viejo tratado que contenía la ley que les permitiría abdicar por un periodo corto, necesitaba repasarla una y otra vez hasta grabarla en su memoria y estar seguro que no existiría nada con que pudiesen atacarlos, no quería más sorpresas.
Con una pila de libros y una libreta donde anotaba todo lo que pudiese ser relevante, Loki no supo cómo llegó un sobre a sus pies, seguramente cayó de alguno de esos libros, la tomó y pudo reconocer la letra de Thor, el sobre llevaba escrito “Loki”, aquello lo intrigó y no dudó en abrir el sobre, halló una carta fechada en aquel mes que estuvieron separados.
“Hoy desperté sin ti, no sé si sea costumbre o que no puedo soportar estar lejos de ti… las cosas entre nosotros suceden de forma extraña, definitivamente no estamos haciéndolo bien, aunque quiero hacer que seas feliz a mi lado, constantemente me pregunto si es lo correcto o estoy haciendo mal y te arrastro conmigo a algo que no es tu deseo…
Quiero hacerte feliz, no sé si esto sea eterno, no sé si mañana despertemos y nos amemos o simplemente decidamos olvidar que el otro existe, pero, hoy, hoy te anhelo con incluso más fuerza que ayer… saberte mío por un tiempo, aquel vínculo que nos unió por un tiempo movió en mí sentimientos que no creí ser capaz de experimentar… siento angustia porque no estás aquí, cada mañana, cuando tomo el desayuno debo hacerlo con los demás, siento que falto a lo nuestro si me siento a nuestra mesa, en el balcón y desayuno sin ti, quiero creer que volverás, que algún día estaremos de vuelta en ese balcón, comentando la vida con un café.
Me dicen que te dé espacio, que necesitas pensar las cosas y quizás, yo también debo centrarme explorar mis sentimientos, pero he estado en más de una ocasión a punto de salir y buscarte, pedirte que no me dejes, que no importa si me desprecias, quiero permanecer junto a ti, porque siento que me ahogo si no estás, porque nuestra cama está vacía, porque tu aroma se diluye y no quiero perderlo, porque es lo único que me une a ti.
Loki, mi Loki, vuelve cuando estés listo.”
Leyó aquella carta con el corazón latiendo con fuerza, Thor le dedicaba aquellas palabras de confusión y reflexión en un tiempo que fue caótico para ambos, Loki se sentía perdido y decidió huir, necesitaba correr a un lugar seguro… El Omega reflexionó sobre el tiempo que los unió la marca temporal, aquella vez se sentía bien, compartían algo tan íntimo que no existían palabras para describirlo, era algo único. ¿Cómo se sentiría si lo hicieran ahora que su relación es mucho más sólida? ¿Sería incluso mejor?
─¿Loki?─ la voz de su esposo sacudió sus pensamientos, lo observó recostado en el umbral de la puerta con una bolsa de algo que supuso, era una hamburguesa ─es de tu sitio favorito─ comentó el Alpha ─llevas mucho tiempo aquí y creí que podrías tener hambre.
─Gracias─ el Omega sonrió a su esposo, ese rubio lo volvía loco, la mayoría del tiempo de forma positiva ─¿Sabes? Encontré correspondencia para mí entre los libros─ señaló la carta ─¿Por qué está abandonada aquí? ¿Por qué no la enviaste?
Thor reconoció al instante la carta, una de tantas que escribió para su esposo en aquel tiempo de separación ─Creí que no ayudaría si te enviaba cartas a diario, quería que volvieras porque querías y no porque yo te presionara… aunque, ya sabes cómo resultó todo, tuve que ir a buscarte después de todo…
─Y aun así, yo quería volver a tu lado, estar contigo… y no me arrepiento─ extendió sus brazos a él para que se acerque y lo abrace ─no quiero precipitar nada pero, pensé que, quizás… podríamos intentar una vida juntos, en serio, sin presiones…
─Supongo que pensamos igual─ sonrió Thor ─pero dejé el anillo en casa─ mencionó el rubio abrazando a su esposo.
─¿Anillo? Thor, ya estamos casados…
─Sí, por conveniencia, pero, quiero darte algo solo nuestro, algo que simbolice que estamos juntos porque así lo decidimos, porque lo queremos y que nadie ha intervenido en esto que sentimos.
─¿Hablas de casarnos por segunda vez?
─Podríamos hacerlo en tu país, una ceremonia discreta que disfrutemos ambos… de cualquier forma, abdicaremos por un tiempo, así que no veo razón que nos impida hacer nuestra voluntad.
Loki sonrió antes de separarse del abrazo que los unía y observar a su esposo a los ojos para preguntar ─¿Estás seguro que quieres estar conmigo?
─No hemos llegado tan lejos para dudar─ respondió el rubio ─Loki, un año atrás creí que mi vida no cambiaría, pero llegaste y pusiste todo de cabeza, le diste color a mi vida y, me diste la oportunidad de amarte, en cuerpo y alma… Loki, soy tuyo por siempre, soy incapaz de imaginar una vida sin ti… quizás no lo dije antes, pero, te amo, como sé que jamás amaré a nadie.
El moreno sonrió antes de buscar los labios de su esposo y unirse a él en un beso dulce ─También te amo, tanto que planeo necesitarte el resto de mis días, así que estás condenado a estar por siempre a mi lado.
─Acepto mi condena─ murmuró el rubio robando un beso y otro más a su esposo, escuchar de sus labios que siente lo mismo le ha dado fuerza para dar ese discurso en dos días ante las cámaras de algunos medios de comunicación.
El plan de Loki estaba por dar el tiro de gracia con la abdicación, le sirvió ser un ratón de biblioteca para descubrir que la existencia del Consejo era en cierta forma ilegal, tal y como estaba compuesto, así que junto a la abdicación decidieron hacer válida la ley que dio vida al Consejo, obligando a que sea formado tal y como se demanda y no como lo han conformado todos esos viejos Alphas.
Y el día llegó, Loki y Thor se sentaron frente a las cámaras y, tomados de las manos se dirigieron al pueblo de Dinamarca.
─Buenas noches a todos─ inició Thor con seriedad ─sabemos que es extraño que nos dirijamos a ustedes de forma directa, sin embargo, creímos necesario dar la cara ante las noticias que daremos.
─Buenas noches─ esta vez Loki tomó la palabra ─es necesario abordar dos temas sumamente importantes para nosotros, así con aquel que es de mayor interés para todos. El Consejo, como se le conoce, está dotado de poder para imponer ciertas normas y reglas que, en base a lo que dicta la ley 114 del año 1742, donde se le da vida al Consejo, se estable que su único deber es el de mediar sobre asuntos de importancia, al ser un ente mediador, no puede dictar qué se debe o no hacer, ni ser dotado de poder social, político y moral en ningún momento─ algunos murmullos resonaron en la sala donde llevaban a cabo la conferencia ─además, en ningún momento se hace mención que el Consejo debe ser conformado por Alphas, de forma literal, el inciso b nos dice: ‘Los miembros del consejo serán aquellos pertenecientes a las familias de linaje antiguo que por interés deseen conformarlo o, en su defecto, de no tener voluntarios, serán las cabezas de familia quienes tomen un sitio en él’. Esto significa que, en la actualidad, siendo mayoría numérica Omegas y Betas como cabeza de familias de linaje antiguo, son ellos quienes deben ocupar los lugares en el Consejo.
El silencio reinó por unos segundos a medida que todos procesaban lo que aquello significaba ¿Echarían a los Alphas del Consejo? ¿Esa era la nueva política, quitar todo poder de los Alphas y poner a la cabeza a Betas y Omegas? ¿Acaso no estarían vedando el derecho de los Alphas?
─Significa─ retomó la palabra Loki ─que El Consejo debe ser integrado por quien corresponde, debido a que su forma de operar hasta el día de hoy ha incumplido en más de una ocasión su finalidad… Creemos que el Consejo puede ser una organización que aporte en las diferentes problemáticas de todos los ciudadanos, sin embargo, tal y como se encuentra en este momento, no podemos confiar en que actúe de forma imparcial, por lo que, cumpliendo con lo que marca la ley 114, se cumplirá con lo establecido.
Korg decidió dar un espacio para preguntas de la prensa, Thor y Loki estaban preparados para responder todo, al menos en este asunto, el otro tema esperaría unos minutos más y, esa sería la bomba que terminaría de explotar la noche.
─¿Todos los Alphas serán echados del Consejo?─ preguntó alguien creando tensión en el ambiente.
─No─ contestó Thor ─Quiero que entiendan que no se trata de echar a unos y traer a otros, algunos de los Alphas que conforman El Consejo seguirán con sus puestos, aquellos que deberán dejarlo serán aquellos que han ocupado un lugar que no les corresponde, vedando el derecho a participar a Betas y Omegas que siendo cabeza de familia y queriendo cumplir con la ley, fueron desplazados por el hecho de no ser Alphas, tendremos lo que siempre debió ser, una organización que represente a todos, Alphas, Betas y Omegas.
─¿Por qué hacer cumplir la ley en este momento y no antes?─ otra pregunta más.
─Como se sabe, hay una propuesta de ley analizándose en el Parlamento, en la creación de la propuesta y tras una investigación de aquellas leyes injustas en contra de Betas y Omegas, descubrimos el mal manejo de los protocolos de conformación del Consejo, así que, vimos lógico hacer cumplir la ley en beneficio de todos.
Otras preguntas surgieron y con paciencia Loki y Thor respondieron, tras un momento en que todos guardaron silencio, Loki tomó la mano de su esposo con nerviosismo, ahora no parecía tan buena idea el abdicar ¿y si el pueblo no se los perdonaba?
─Queremos anunciar que─ Thor decidió hablar, notaba el nerviosismo en su esposo, cuando lo planearon creyeron que sería mucho más fácil, pero fueron criados para deberse a su gente, ahora parecía que irían contra su naturaleza y, prueba de ello fue que los ojos de Loki, por un segundo me mostraron felinos, afortunadamente en ese momento se hallaba con la cabeza gacha, por lo que nadie lo notó, debían soportar la presión ─hemos decidido abdicar.
Ahora sí que la sala de conferencias de volvió un caos, el mismo Korg tuvo que disimular su sorpresa, él no sabía del todo lo que planeaban. Los reporteros pedían la palabra, lanzaban preguntas, los observaban confundidos, y en ellos se podía leer la ofensa y la duda ¿Por qué le hacían esto a un pueblo que los amaba tanto?
─Tranquilos, queremos explicar qué nos ha llevado a tomar esta decisión─ dijo Thor cuando Korg logró traer el silencio de vuelta ─Nuestro matrimonio contiene una cláusula que nos obliga a dar un heredero antes de que el primer año de nuestro matrimonio se cumpla, de lo contrario será anulado.
Esta vez el silencio era sepulcral, parecía incluso que nadie respiraba, aquella era una confesión muy fuerte, porque La Familia Real jamás hablaba de estos temas tan abiertamente y dando la cara, frente a todo el país.
─No queremos separarnos, sabemos que podríamos simplemente dejar que todo transcurra y casarnos nuevamente pero, no se sentiría igual─ habló Loki suave, atrayendo toda la atención ─este año aprendimos tanto el uno del otro, vivimos aventuras y momentos hermosos… si dejamos que nuestro matrimonio sea anulado, nos quedaremos con que, no peleamos por lo nuestro.
─Abdicamos bajo la ley 561 de 1845, que permitió a mis antepasados un lapso de tres meses prudenciales para meditar sus decisiones sobre abandonar el Trono, en nuestro caso, el abdicar anularía por completo la cláusula que nos obliga a disolver nuestro matrimonio… queremos hijos, pero nuestro matrimonio aún es joven, forzarnos a ser padres cuando no sentimos estar listos para ese gran compromiso, sería un error─ a medida que Thor hablaba acercaba a Loki hacia él, buscando protegerlo de lo físico y lo intangible.
─Quizás parezca una decisión ilógica, pero ¿acaso tiene lógica el amor?─ habló Loki viendo a Thor con una sonrisa dulce ─no los abandonamos, pedimos su comprensión, haremos todo lo posible por seguir trabajando en los diferentes proyectos que hemos iniciado, en tres meses volveremos si así nos lo permiten, para prepararnos y asumir en dos años el Trono.
─Esperamos que nos entiendan…
─Quiero agradecerles por darme la oportunidad de ser su Príncipe en estos meses, estoy profundamente agradecido por recibirme con los brazos abiertos, por eso no podía solo irme sin dar la cara, gracias por todo, espero que nos encontremos nuevamente─ finalizó Loki.
Las preguntas se alzaron, pero Korg no permitió ninguna, Loki y Thor se retiraron bajo el flash de cámaras que llevarían esas imágenes a las portadas de periódicos y publicaciones, por fin lo hicieron, abdicaron.
Frigga y Odin los esperaban en una sala privada, ellos vieron toda la conferencia desde la TV del lugar, los tiempos cambiaban, Loki y Thor eran el rostro de un cambio, ahora esperaban que el pueblo los entendiera, que los dejase volver y los ame con el mismo gusto con que lo hizo antes, cuando se anunció el compromiso o cuando se celebró la boda.
─Lo hicimos─ dijo alguno de los Príncipes con la voz plana, no sabía exactamente qué esperar, los días siguientes al anuncio sería crítico, la prensa analizaría cada uno de sus motivos, hablarían de lo bueno y lo malo sobre ellos… se enfrentarían a un panorama incierto, pero, estarían juntos.
Los Reyes se limitaron a abrazarlos y desear que todo marche bien, así, agotados por todo, volvieron a casa dejándose caer sobre la cama, quizás el estrés, quizás la incertidumbre, quizás el amor, lo que fuese provocó que orejas y cola aparecieran en ambos, solo un par de ocasiones se vieron con su forma felina, siempre en el sexo, pero ahora, cuando estaban claros sus sentimientos, cuando decidieron amarse sin miedos, saltar al vacío de la mano del otro y confiar en que juntos lograrían todo lo que se propongan…
─Te veo─ murmuró Thor enlazando su cola con la de su esposo ─siempre estamos apurados, ya sabes, pero ahora te veo… eres lo más hermoso que existe, más hermoso que cualquier Trono o Corona, tú eres mi joya más preciada.
Loki sonrió, se acercó a Thor ofreciendo su cuello, se cree que la mordida debe darse cuando se tiene sexo, para que la unión sea fuerte, sin embargo, existe otra forma, con la cola y orejas visibles, expuestos ante su pareja, en clara señal de confianza, si Thor lo hacía, si lo mordía, no existiría vuelta atrás, la marcha se haría imposible de romper, uniría sus líneas de vida, significaba que, al morir incluso lo harían al mismo tiempo, era un todo o nada definitivo.
Thor no dudó, amaba a Loki, desde que lo conoció no concibió la vida sin él, ellos debían estar juntos.
Entonces pasó su lengua por ese punto tan íntimo de Loki, aquel que besó en tantas ocasiones, ese que irradiaba el aroma natural de su esposo, ese que lo volvía loco, ese que era capaz de hacer que alucine y al mismo tiempo se sienta tan centrado en lo que hace, Loki representaba lo salvaje y lo racional, una dualidad perfecta de la que solo quería más y más.
Dejó un beso suave antes de hincar los dientes en la piel, tan profundo como le fue posible, y así, se unieron en cuerpo y alma, sus líneas de vida ahora transcurrirían de la mano, por siempre, para siempre, estarían juntos.