-Incorrecto-
-Sé cuidadoso- murmuró Loki –eres el primero- confesó con las mejillas completamente rojas y una sonrisa suave apareció en los labios del Alpha, aquel sería un honor que se tomaría con lentitud. Obedecería el llamado que Loki ejercía sobre su cuerpo, sobre su voluntad, pero también le enseñaría el placer, lo guiaría por las sensaciones inexploradas del sexo. Sus manos acariciaron el torso desnudo de su esposo, tenía hambre de esa piel, de sus labios, quería invadir hasta los más profundos secretos de Loki, hacerlo suyo, pero lo más importante, ser suyo.
Sus labios se reencontraron en un beso demandante, juguetón, el peso del cuerpo de Thor no resultó molesto para Loki, él jamás conoció el sexo, pero su instinto lo animaba a recibir al Alpha en su interior, entregarse sin condiciones. Las manos ávidas del Alpha se colaron hasta sus pantalones, el cuerpo de Loki se estremecía con cada movimiento de Thor, el hombre se ubicó entre sus piernas y aún con los pantalones puestos movió sus caderas y clavó una estocada en las caderas virginales del Omega, jadeos y gemidos siguieron a la acción y Loki tembló, de deseo, lujuria, estaba necesitando tanto sentirse piel con piel -Tranquilo- susurró Thor entre besos, notaba la impaciencia de su esposo sumarse a la propia. -Déjame consentirte- susurró aprovechando para deshacerse de los pantalones de Loki y de los propios, ante sus ojos las piernas largas y delgadas de su esposo aparecieron.
-¿Qué sucede?- murmuró nervioso Loki, su esposo parecía no reaccionar y el miedo lo invadió, intentó cubrirse aterrado de ser horrible para él.
-No, no- Thor impidió que cubriese su cuerpo -Eres hermoso- dijo inclinándose para besar las piernas de su Omega, marcar con sus labios esa piel y dejar su aroma en él, conocerlo... Sus besos lo llevaron hasta su sexo -¿Me dejarías?- pidió y sintió a Loki temblar.
-Thor... ¿me va a doler?- dijo asustado y el rubio dedicó algunas caricias a su abdomen.
-No, me encargaré de que te guste- y entonces Loki asintió llevando sus manos hacia su rostro que lucía completamente rojo.
Thor acercó sus labios al miembro de Loki y con suavidad dejó un beso en la punta antes de introducirlo a su boca y dar movimientos lentos que causaron un jadeo en el Omega, las manos de Thor se posaron en su pecho acariciándolo una y otra vez, su boca se movía sabia, estimulando el miembro de Loki, haciéndolo gemir y en algún punto gritar de placer. Las manos del Omega se colaron hasta los cabellos del Alpha tirando de ellos con fuerza, cada movimiento de su boca lo hacía retorcerse de placer, jalar sus cabellos, llenarse de sensaciones desconocidas y a las que podría volverse adicto.
-Thor- lo llamó en un hilillo de voz -llegaré a mi límite si no te detienes.
-Shhh... está bien, solo déjate ir- ordenó el Alpha sin detenerse, acelerando los movimientos de su boca. El cuerpo de Loki no soportó más y en un grito que quizás inundó todo el Palacio, Loki experimentó el primer orgasmo de su vida.
El cuerpo de su Omega temblaba y Thor sentía el orgullo en el pecho, saber que Loki tocó el cielo gracias a él lo llenaba de una enorme satisfacción que se potencia con el deseo de su propio cuerpo. Loki sabía que aún no terminaban, era consciente que en ese momento debía decidir, abandonarse a los deseos de su cuerpo o detenerse.
-Podemos detenernos si no estás seguro- murmuró Thor acariciando los cabellos de Loki con cariño, aunque su parte animal deseaba poseer el cuerpo de Loki, su parte racional lo invitaba a cuidarlo, a no dejar que nada ni nadie lo dañe.
Los ojos de Loki repararon el rostro de Thor y tras un suspiro abandonó toda duda -Quiero hacerlo - y atrapó sus labios en un beso demandante que hizo arder de deseo a ambos.
Nuevamente las caricias de Thor inundaron todos los rincones de su cuerpo, cada partícula de su ser explotaba en placer cuando era acariciado por el Alpha, su cuerpo era moldeado al gusto de Thor, explotaba ante sus deseos, se entregaba a sus besos y respondía a su instinto con gemidos que llevaban su nombre. Su cuerpo tembló de deseo y como respuesta obtuvo un gemido satisfecho del Alpha, ahora se deslizaba por su cuerpo marcando su piel con besos que jamás serían borrados, aquel primer encuentro era grabado con fuego en su memoria y sin importar a donde fuera Thor siempre sería el primero.
Thor sonrió complacido cuando, por instinto, Loki apartó sus piernas para dejarlo entrar, si tenía dudas sobre el deseo de llevar aquello hasta el final, aquel simple gesto le dijo cuán ansioso se hallaba, tanto como él, era mutuo, el deseo del Omega por el Alpha, entregando cuerpo y alma a su despertar sexual, a su primera experiencia. Besó sus labios llevando sus dedos a la entrada húmeda y palpitante de su Omega, la primera caricia hizo estremecer a Loki, a pesar de ser la primera vez que alguien lo tocaba de forma tan íntima le resultó terriblemente agradable, su cuerpo ansiaba otra caricia y otra más, necesitaba a Thor.
-Estaré bien - animó Loki cuando lo vio dudar.
-Me detendré si lo pides- prometió el rubio y recibió una sonrisa llena de deseo que lo animó a continuar, Thor descubría la pasión, la verdadera pasión, esa que apura sus instintos pero que se acompaña de algo más, sentimientos... Nada de simple y vacía lujuria, se trató de pasión nacida del deseo y adoración de su Omega.
Un beso más y exploró la entrada de Loki con un primer dedo, lentamente se deslizaba en su interior sintiendo su erección palpitar en plena desesperación por entrar en el cuerpo del moreno, llenarlo con su presencia, reclamarle como suyo. Llevarlo al placer infinito. Lo sintió estremecer a medida que estimulaba su entrada, buscó su mirada hallando la expresión pura de infinito del placer que experimentaba mezclado con dolor, pensó en detenerse pero Loki no se lo perdonaría, en este punto no existía marcha hacia atrás, no había tiempo ya para arrepentimientos y honestamente, para Thor, no había duda que necesitaba estar con Loki.
Coló un segundo dedo en su entrada ahogando sus gemidos con besos juguetones que dejaba en sus labios, el Omega lucía abandonado a disfrutar todas las sensaciones que le generaba, se ofrecía a su deleite de buena gana, era su cuerpo llamando por su atención, era su naturaleza reclamando su ausencia por tanto tiempo, por la espera... y el deseo ardió con más fuerza en su interior, tan fuerte como cuando lo vio caminar hacia el altar bañado en una cascada blanca y vaporosa de tela. Acercó su nariz a su cuello y aspiró su aroma, aún no se descubría ante él, aún estaba el rastro de las flores, pero si se concentraba lo suficiente hallaba un resquicio de la verdadera esencia de Loki, esa que mantuvo oculta, prohibida y que no se permitiría perder.
-Te necesito- murmuró Loki interrumpiendo uno de tantos besos que compartieron, aquellas palabras provocaron que la poca cordura que existía en Thor se largara por la ventana y en su lugar quedase el Alpha puro, aquel que se removió inquieto cuando vio a Loki por primera vez, el instinto felino que despertó cuando su cuerpo lo sostuvo por primera vez, aquel beso lleno de electricidad que anunció en silencio el hambre que sentía por Loki.
-Aquí estoy- murmuró robando un último beso antes apartar con cuidado un poco más las piernas de Loki y hacerse espacio, su erección se alzó con desesperación rozando con la punta la entrada de Loki generando que una corriente eléctrica recorriese su cuerpo, aquel solo sería el preludio de las sensaciones que explotarían al volverse uno solo.
Con suavidad comenzó a abrirse camino en el cuerpo de Loki, su esposo no mentía cuando mencionó que era virgen, podía sentirlo, físicamente sentía su cuerpo perderse en las sensaciones desconocidas del sexo, pero también algo más llegó a él, por fin, después de casi estar desesperado por conocer el aroma real de Loki, a sus sentidos llegó aquella fragancia, había despertado el lado salvaje de Loki, llamó a la puerta de su felino y este contestó gustoso revelándose ante él. Atrapó sus labios en un beso demandante y cuando se apartó pudo notar como la verdadera forma de Loki se revelaba a él, dos grandes orejas en punta aparecieron en su cabeza y adivinó que aquello que acariciaba su espalda era su cola, había escuchado en algún lugar que esas cosas podían suceder en la primera experiencia sexual del Omega, revelar su forma animal, era su forma de ofrecerse al Alpha.
Se clavó por completo en el interior de Loki esperando paciente para que su cuerpo se acostumbre a sentirlo, entonces las manos de Loki rozaron su rostro en una caricia antes de pasear por sus cabellos y las enormes orejas rubias que aparecieron en Thor sin darse cuenta, no sólo él despertó algo en Loki, también Loki logró traer por completo a su animal interior, su cola se agitó encontrándose con la de su esposo, uniéndose en un baile de caricias que causaron un ronroneo en el Omega -Muévete- escuchó a Loki pronunciar y obedeció, movió lentamente sus caderas dando estocadas suaves que hicieron gemir a su Omega, no pudo evitarlo, su mirada se volvió aún más azul y se posó en el cuello del joven, se acercó lo suficiente para comenzar a preparar la piel de su esposo.
Sus manos presionaban las caderas de Loki atrayéndolo más a él, dejando que se clave cada vez más adentro de él, que halle su punto de máximo placer y embista con fuerza tanto como es posible, que lo tome como suyo... Su lengua repasaba la piel sensible del punto que pensaba marcar, el aroma de Loki era aún más intenso, no quedaba ya rastro de las flores, el aroma de Loki era una mezcla de primavera, té de menta, chocolate y la esencia indescriptible y único de su naturaleza Omega.
El danzar de sus colas siguió el ritmo de cada estocada, de los gritos y gemidos que ambos dejaban escapar, ¡al demonio con el ruido! no podrían controlar las reacciones naturales de sus cuerpos fundidos en la danza más maravillosa, porque eso era, no solo sexo, era la danza sagrada de la unión del Alpha y el Omega, dos cuerpos navegando en las aguas misteriosas del destino, dejándose llevar hasta encontrarse con el otro... no había razón válida para no acudir al llamado de la naturaleza.
Con el último halo de cordura Loki detuvo los deseos de Thor -Hoy no- pronunció suave, intentando no hacer enojar al Alpha, su parte animal se molestaría por negarle establecer posesión de su cuerpo y alma, pero no era momento de la marca.
-Lo sé- murmuró Thor mordiendo con suavidad el lóbulo de su oreja haciendo que, acompañado de aquella estocada final, ambos llegaran al orgasmo tocando el punto más alto del placer. La esencia del Alpha inundó el interior del Omega haciéndolo temblar aún más, aquella fue su primera experiencia, pero no sería la última.
-¿Estás bien?- murmuró tras salir de él y dejarse caer a su lado sin perder el contacto, es más, sus manos aún estaban en sus caderas en clara señal de posesión.
-Sí...- dijo en una sonrisa pegándose más a él, sintió a Thor cubrirlo con las mantas y el cansancio lo venció, se abandonó al sueño más delicioso de su vida, abrazado a Thor, por su parte el Alpha no tardó mucho en imitarlo y rodeando su cuerpo en un abrazo que los mantendría unidos, cayó en un sueño profundo.
Cuando Thor y Loki no se presentaron a la cena sus padres tuvieron sospechas -¿Dónde están los Príncipes?- preguntó Odín a la mucama encargada de servir las habitaciones de ellos.
-Señor, yo... no creí conveniente interrumpirlos- habló ella bajando la mirada con el rostro encendido en rojo intenso.
-¿Te refieres a que han discutido?- preguntó el Rey sin entender qué sucedía.
-No señor, dudo mucho que lo que hicieran fuese discutir- murmuró ella aún más apenada.
-Puedes retirarte- ordenó Frigga salvando a la joven de sentirse aún peor -Creo, esposo mío que lo que nuestra buena Veronica quiso decir, es que, ellos quizás quieran hacerte abuelo en estos momentos.
Odin observó entre entusiasmado y preocupado -Eso no está en el contrato- dijo muy a pesar de que realmente ansiaba que Thor y Loki hicieran vida juntos.
-Dejan que hagan sus propias reglas, ese contrato es solo una prevención, ellos saben lo que hacen- animó Frigga, ella sabía que aquello sucedería tarde o temprano, desde el día de la boda, ellos tuvieron una conexión que día a día evolucionaba.
Los reyes se vieron entusiasmados, a decir verdad, desde que Loki llegó al Palacio, algo cambió en Thor, fue gradual, sin embargo se veía más animado, interesado en cosas que antes despreciaba, incluso la política ya no le resultaba un dolor de cabeza. -¿Y los primos?- Fandral entró al comedor con esa frescura de Casanova y una enorme sonrisa.
-Se retiraron temprano, los recién casados necesitan tiempo a solas- comentó Odin tranquilamente.
-Oye tío, ¿aún son legales las antiguas leyes del código de pertenencia Omega/Alpha?- preguntó como quien no quiere la cosa.
-Algunas, en específico las leyes 12, 145 y 212 pero nadie las usa- comentó el Rey que lucía bastante entusiasmado con la idea de llegar a ser abuelo, en secreto tenía la ilusión de ver crecer a sus nietos cuando aún tenía fuerza para ser partícipe de sus travesuras.
Fandral sonrió sentándose a la mesa recordando con detalle una de esas leyes.
"Ley 145 del Código de Pertenencia Omega/Alpha
Un Omega puede ser reclamado por otro Alpha para asegurar su linaje siempre que no exista la unión sagrada en entre él y su Alpha, un Omega sin marcaje a pesar de estar casado puede servir a más de un Alpha, cuando se trata de un espécimen raro, como el último de una casta o en edad fértil propicia, las posibilidades de servir a varios Alphas aumentan. Será excepción a esta ley sí:
El Omega aún es virgen, el derecho a la primera posesión se reserva al Alpha con quien se ha casado.
Se encuentra en estado de gestación.
Es menor de catorce años.
Presenta alucinaciones o cualquier signo de histeria"
Una sonrisita maliciosa apareció en los labios del rubio pensando en todo lo que se divertiría con Loki, desde que supo que su primo se casaría con el Príncipe de Islandia se dio a la tarea de informarse sobre él, sabía del potencial para establecer su linaje, sabía que no lo marcó aún Thor, sabía que era Virgen, lo olió al abrazarlo esa tarde, ahora que seguramente Thor se encargó de quitarle el temita de la virgnidad, podría reclamarlo también para su uso.