Festejos
Para ser honesto consigo mismo, sí que lo emocionaba vestirse con el traje que el mejor de los diseñadores del reino preparaba para él, el diseño era hermoso y elegante, por todos lados llevaba su personalidad, un traje en tonos blancos, y joyería en oro y esmeraldas adornado sus cabellos. Todo estaba planeado, el velo sería simple, casi transparente, no quería nada conservador... De pronto se vio tan envuelto en la organización de su boda que se olvidó de los puntos importantes, no conocía a su futuro esposo y tampoco tenía intención de conocerlo. Por la mente de Loki pasaba la fantasiosa idea de que haría acto de presencia, se casaría y después pasarían un año apenas dándose los buenos días cuando se encontraran, jamás consideró que a la boda sigue una noche a solas como recién casados o una luna de miel, eso no existía en su cabeza y si no estaba allí, seguramente no sucedería.
Uno de los puntos importantes para Loki era el sitio donde vivirían, eso no fue un problema, la residencia que ocuparían no sería otra que el Palacio Real, a Loki le pareció buena idea, no quería estar a solas con su esposo tanto tiempo, allí se distraería y podría continuar con sus asuntos, además de poder visitar y ser visitado frecuentemente por sus conocidos. A él no le importaba las normas de la monarquía, viviría su vida tal como estaba acostumbrado y si no les gustaba, no sería su asunto. Ellos aprobaron esa petición sin más, así que Loki hizo una nueva, pidió algo que realmente necesitaba, una biblioteca, a lo que respondieron que se hallaban preparados para esa petición.
Los días y meses pasaron hasta que la primavera llegó y la boda se realizó, días antes a las nupcias el Omega empacó cosas indispensables, además de sus atuendos, incluyó un diario, un álbum de fotografías, algunas joyas, unas cartas, un relicario y una rosa seca, entre otras cosas. Su hermana lo acompañaría a Dinamarca pues fue citado a presentarse una semana previa para conocer a sus suegros y a la corte, sus padres y su cuñada llegarían el día previo a la boda. Aún parecía vivir en una burbuja, incluso cuando subió al avión, se despidió de su madre como quien se va de vacaciones por una semana. Hela no dijo nada por recomendación de su esposa, se limitó a guardar silencio y cuidar de su hermano, su papel principalmente sería el de representarlo frente a su prometido a quien no conocían y afinar los detalles de los acuerdos hechos previamente.
Al llegar a Palacio fueron recibidos por los Reyes, Odín y Frigga parecían ilusionados por la llegada del futuro yerno, aún siguiendo el protocolo, Loki fue guiado a la habitación en que se hospedaría hasta la boda, los sirvientes guardaron sus cosas a excepción de la maleta que Loki llenó de sus recuerdos, dio la orden de que nadie jamás la tocara y ante la mirada amenazante del futuro esposo del Príncipe nadie se atrevió a contradecirlo, aunque aquello fue comentado por los pasillos y algunos se atrevieron a decir que seguramente guardaba un tesoro allí o un recuerdo muy grande.
Hela se reunió con quién sería su cuñado, era un Alpha tosco y rubio, musculoso, un buen ejemplar, pero nada excepcional a nivel intelectual, su hermano estaba hecho para otra clase de Alpha, uno que comprendiera sus gustos, que fuese capaz de seguir una conversación sobre el último libro que leyó, uno que no pareciera un simio rubio, pero las cosas estaban dichas y todo se trató de elegir el mejor de dos males, Hela conocía a su hermanito y sabía que se las arreglaría para que el año que pasaría siendo esposo de Thor no sea una carga. -Conoces el trato - comentó ella viendo a su cuñado.
-Estoy de acuerdo, no quiero tener una relación real con tu hermano, los Omegas no son lo mío, no me interesa - contestó con su voz gruesa, típica de un Alpha de buena casta, un digno representante de los felinos.
-Eso espero, o yo misma me encargaré de causarte el mayor tormento que jamás hayas experimentado - amenazó haciendo sentir su presencia de Alpha.
-Regresará a ustedes intacto, lo repito, no tengo interés alguno en él.
-Sé amable con él, no lo molestes, dale su espacio y quizás hasta se caigan bien. Es todo, nuestro reino pone en tus manos a nuestra joya más preciada, el último descendiente de una casta pura de felinos. Cuando se separe de ti, será libre de elegir con quien unirse. ¡Buena suerte Alpha! -Ella se puso de pie y dio una palmada en su hombro saliendo de la habitación.
Thor hasta ese punto de su vida estaba convencido de que los Omegas no son para él, a pesar de ser muy popular y codiciado, él prefería la compañía de una Beta atractiva, sin embargo ahora estaba atrapado por un año en un matrimonio que no tendría nada de real. Era lo mejor, llegaría el día que buscaría a alguien de quien enamorarse, pero aún no llegaba ese día y su pueblo presionaba por un matrimonio y los nobles aspiraban a presentar a sus hijos e hijas en edad de matrimonio, al principio fue divertido, pero después hasta la prensa lo usaba de comidilla y tener al mejor Omega de la casta felina como esposo seguramente haría que lo dejen en paz. La cláusula de los hijos era una tontería para dar una razón de peso a la anulación.
Sólo esperaba que el Omega no fuese insoportable, un crío mimado como todos los Omegas que conocía. Por todo el Palacio corría rumores sobre ese Príncipe extranjero que se casaría con su consentido heredero al trono, pero nada terrible.
Pronto llegó la boda, él día ansiado con nobles viniendo de todos lados, ambos reinos estaban de fiesta, la boda estaba planeada a tan gran detalle que sobrepasaba el cuento de Hadas, la Unión sería televisada, algo que hacía sentir nervios a los novios. Loki llegó a la Iglesia de Mármol vestido con un elegante traje blanco con una cola vaporosa, un velo casi transparente y un ramo de flores lleno de colores, la riqueza y elegancia destacaban en él, las joyas que cubrían su cuerpo demostrando su cuna noble. Thor vio a su futuro esposo cuando la marcha nupcial inició y Loki caminó hacia él. Tuvo que admitir que jamás se esperó tanta belleza en su futuro esposo, el aroma de las flores lo hizo reaccionar.
La voz del Obispo parecía lejana y Loki parecía impaciente por llegar al final, algunas veces fijaba su mirada en su futuro esposo, el Alpha era bastante atractivo, pero eso no era relevante. -Acepto- dijeron ambos cuando la.pregunta decisiva llegó. Entonces las cosas se pusieron incomodas, llegó el momento en que debían sellar su Unión con el tradicional beso. Thor lo vio dudoso por un momento y Loki levemente indicó que estaba bien, era parte del show. Thor tomó entonces por la cintura a Loki y lo atrajo tan cerca de su cuerpo que sus labios se unieron en un beso lento que pudieron disfritar, Loki correspondió de forma torpe a la demanda de los labios de su ahora esposo, esos labios estaban llevándolo por el camino del placer y sólo cuando el obispo aclaró la garganta se separaron, intentando olvidar lo bien que se sintió ese beso.
Salieron de la Iglesia bajo los vítores del pueblo Danés que celebraba en todos los sitios de Copenhague la Unión Real. En un carruaje se alejaron de la muchedumbre hasta el Palacio donde se hará la recepción. Ellos no hablaron en todo el camino, no se tocaron, casi no se vieron, al llegar fue que volvieron a tener contacto, Thor lo ayudó a bajar del carruaje y pronto fueron recibidos por los invitados. Entonces Loki se aferró a Thor, saludaban a todos y sonreían, fue cuando el Alpha casi se cae con la cola del traje de Loki que se rompió el hielo.
-Lo siento- murmuró el Omega y su voz fue como una corriente fresca.
-¿Cómo puedes moverte con eso?- Preguntó el rubio jugando con esa cola vaporoso.
-Estuve ensayando - sonrió orgulloso -No es fácil no golpear a alguien así, pero creo que la sacaré.
-¿Te ayudo? Puedo arrancar esa cosa de un tirón.
-No es necesario, tiene un broche- y entonces Loki alzó las caderas un poco y así quitó la cola del traje y Thor tuvo que desviar la mirada sorprendido al notar por primera vez las verdaderas dimensiones de las caderas de su esposo.
La noche continuó y tras un baile bastante torpe como pareja que los hizo reír, copas y copas de vino y otros bailes con su familias, se retiraron a los aposentos que albergarán su primera noche de matrimonio. Loki se despojó del traje de novio y se dispuso con una pijama simple, nada sexy a decir verdad, no pensaba usar la lencería que alguien dejó en el vestidor de su enorme armario. Al volver Thor luchaba por quitarse el traje -Buenas noches - murmuró colocándose bajo las mantas, Thor respondió con un gruñido y tras sacarse el traje y medio ebrio también se metió a la cama, así pasaron su primera noche de bodas, sin tocarse, sin amarse, como cualquier otra noche de sus vidas.