CAPITULO 1: MISIÓN FALLIDA.
La noche era testigo del llanto desgarrador de una persona a punto de morir la cual con su mirada suplicaba que su agresor se detuviera. Mientras tanto cerca de ahí dos jóvenes miraban la escena con detenimiento. La victima sentía que cada segundo su latido iba disminuyendo, por su mente se cruzó un miserable recuerdo (recordó la última vez que visito a su novio y observo como se revolcaba con su amiga). Se resignó a morir, no le quedaban fuerzas para luchar por su vida.
—Los humanos son tan efímeros como una flor—dijo el ser al apartarse de la pobre chica.
Apretó el cuello tan frágil de la mujer para darle el tiro de gracia, pero un golpe directo al rostro lo noqueo un poco. Trato de recuperarse, aunque fue demasiado tarde, porque fue atravesado directo al corazón.
— ¡Muere maldito monstruo!—quito su espada.
—Debes regresar inmediato con tu padre, yo me encargo de la joven—le aviso su compañero.
—De acuerdo.
Apenas tenía cuatro años en Konoha y aun no se acostumbraba al bullicio de la ciudad era demasiado para sus tímpanos tan sensibles al ruido, no era como su tranquilo hogar con sus espectaculares montañas que cautivaban con su belleza. Había llegado a un lugar desconocido para entrenar como cazador con su supuesto padre, además de conocer su origen, porque siempre se sintió diferente a las demás personas.
—Eres mitad vampiro y humano—dijo el hombre que apenas conocía.
— ¿Soy un maldito chupa sangre? —pregunto con odio y aberración.
—No exactamente, solo eres mitad vampiro.
—No quiero tener genes de un monstruo—grito.
—Te traído a esta ciudad, porque necesitas controlar lo antes posible tus poderes que despertaran en algunos días y iniciarte como cazador.
El recuerdo de hace mucho tiempo le recodaba su desgracia, aunque por una parte podía salvar vidas de seres oscuros que amenazaban la noche camuflejeandose entre los humanos y evitar la misma tragedia que le sucedió a su querida madre.
En un edificio tan imponente se alzaba sobre la afamada Konoha. Un hombre de aproximadamente de 35 años de edad, tan atractivo y inteligente. Alegaba con su socio e amigo de toda la vida.
— ¿Piénsalo minato?
—Lo siento, pero mi decisión está tomada—miro hacia la puerta.
El recién llegado se cuestionó ¿Por qué su padre lo había llamado después de seis meses? Camino con altivez y sin titubear con la espalda erguida. Azoto su mano en el escritorio para demostrarle al otro su poder.
— ¿Qué quieres minato? —le pregunto.
—No has cambiado nada durante tu estadía.
—Déjate de rodeos ¿ahora dime mi siguiente misión?
Era tan parecido a su madre, siempre viendo por la gente desafortunada y poderosa al sacar las garras para defender sus ideales y no dejarse pisotear ante nadie. Aún recordaba a su amada con mucho amor, pero el destino a veces puede ser muy injusto. No pudo defenderla de sus padres.
—Debes vigilar a este joven—le mostro una fotografía y le entrego un documento de la poca información relacionada.
Al mirar al muchacho que aparentaba su misma edad con su piel tan blanca como la nieve, sus ojos tan bellos y iguales a dos zafiros lo cautivaron al instante.
—Es muy hermoso—dijo sin pensarlo.
La actitud de su hijo lo enfado mucho, porque tenía prohibido fijarte en ese monstruo.
—Es el segundo hijo del rey de los vampiros, entiendes.
Al escuchar las palabras, sintió coraje, porque ese hombre fue el causante del tormento de su madre. El la esclavizo desde niña y la convirtió en un vampiro, según le conto su padre.
—Comprendo, me retiro.
Días después, se encontraba observando a una considerable distancia; su objetivo (el príncipe de los vampiros). Lo que había notado acerca del joven era fuerte y muy solitario. Le fascinaba mirarlo desde la sombra de la noche. También averiguo su pasión por los libros y su carácter arrogante.
— ¿Eres una bestia sasuke?
— ¡No pienso casarme con una chica débil! —dijo con enfado.
—No seas frio con ella, siempre te amado desde la infancia.
—Cásate tú con sakura y dale nietos a nuestros padres—le propuso.
Acaso su hermano estaba burlándose de su condición, como el mayor debía ser el responsable de perdurar los genes de los vampiros de sangre pura. No podía por ser infértil. El tener fuerza y poder vivir siglos, no le servía de nada contra la ironía del destino.
— Jamás entenderás la situación que se encuentra nuestra familia y estirpe.
Miro como se iba el primer príncipe de los vampiros. Las expresiones del menor, le dio atender su mal humor. Después de una hora, observo como se iba algún sitio, lo siguió sigilosamente sin levantar sospechas.
.Algo caracterizaba a sasuke uchiha de todos los vampiros, era su poder de manipular e hipnotizar llamado sharingan. Ahora mismo lo estaba aplicando para conseguir su presa.
—Tu sangre es de mi tipo—se acercó dispuesto a clavarle los colmillos a su víctima.
—Pensé que eras diferente a esos monstruos, pero eres igual a ellos— dijo con decepción, porque jamás lo vio cazar a un humano.
— ¿Quién eres tú?—lo miro.
—Soy tu peor pesadilla—saco su espada, dispuesto a matarlo; mientras tanto ante esta distracción la víctima se escapó corriendo de aquel lugar.
Pensó que sería una lástima, porque no podía negarlo, se sentía atraído hacia ese chico. El otro también se puso en guardia dispuesto a eliminarlo de la faz de la tierra, porque se atrevía a desafiar al segundo príncipe heredero de toda una legión de vampiros.
El primero lo ataco con toda su fuerza directo al corazón, aunque el segundo lo esquivo con agilidad. Hizo otro ataque, pero esta vez hirió su hombro. Sasuke sintió ira, porque un simple cazador lo acaba de herir.
—Te voy a destrozar—lo amenazó de muerte.
—Veremos, no me menosprecies príncipe—se burló.
—No sonreirás, cuando acabe contigo—incremento su velocidad, evito el siguiente ataque, agarro la espada y se la arrebató de un tirón.
Naruto sonrió, porque este príncipe era muy fuerte a diferencia de los otros chupa sangre que había enfrentado. Continuaron esta batalla durante un rato prolongado, ninguno de los dos cedía. Y así hubiera seguido si el compañero del cazador, no interrumpiera su pelea.
—No debiste revelarte, fallaste en la misión—le reprocho.
—Lo siento gaara, pero no podía permitir la muerte de una persona inocente—dijo con determinación.
—Jamás cambiaras, mejor vámonos—se resignó.
—Nos veremos otro día sasuke uchiha—lo miro con intensidad.
Los dos desaparecieron ante la mirada del vampiro, Este bufo de ira, porque se había atrevido a dejarlo sin acabar la pelea.
— ¡Maldito dobe! —camino hacia su hogar pensando en encontrarlo otro día y acabar con su vida.
Continuará……………….