Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Me Cambiaste La Vida por El Chico de la Bufanda Roja

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola, espero disfruten este capitulo, ya que es todo amor y arcoiris. Solo puedo decir eso. Adios y disfruten. 

Se encontraba caminando con prisa, sobre un gran salón de eventos, que estaba siendo decorado por muchas personas al mismo tiempo. Dando órdenes a diestra a siniestra, algo que caracterizaba aquella fiesta anual era por la elegancia y el decorado, caso que iba de parte total por Andre, estar alejado del mundo no iba a impedirle participar en aquello de ninguna forma, solo ponerse al corriente y darle el toque final.

Después de un buen tiempo en todo el ajetreo, se detuvo a sentarse y descansar un poco los pies – había olvidado, de que iba andar en esto embrollo.

Y siguió con ello, era demasiado extenuante, pero su abuelo, a pesar de que no tenían las mismas ideas conforme al negocio y a que el estuviera apartado de la compañía, mas ahora con la reciente discusión que habían tenido en su casa. Le hacía feliz que tan siquiera pudiera ayudar en eso, a tan solo un día del evento.

Todo iba cobrando forma conforme el tiempo pasaba, salio del salón, para permitirse ir a la cafetería a comer algo, llevaba desde la mañana sin ningún bocado en el estómago, más que el café que se había tomado a prisa antes de salir de casa, por llegar temprano.

Todavía no se animaba a tomar el carro último modelo que su abuelo le había comprado a su regreso, con la intensión de usarlo para andar por calle, la primera vez que quiso hacerlo, todo el accidente paso por su mente y termino en ataque de pánico bochornoso, bloqueando toda intención de pisar el acelerador y llorando por la impotencia.

Por eso muy a su pesar, llevaba un chófer para todas partes a las que tenía que ir, preferiría ir caminando o en transporte público, pero cuando eran distancias largas no le quedaba más remedio que ir en carro, más si se trataba de la compañía.

Llego a la cafetería y pidió lo que regularmente ordenaba, incluso la chica que lo atendió, ya sabía de qué iba su pedido, se sentó a esperar pacientemente. Miro como su abuelo entraba como buscando a alguien, hasta que fijo su mirada en él y comenzó a caminar en su dirección a paso lento.

-Hola Andre, fui a buscarte arriba al salón, pero no te encontré y me dijeron que venias a comer algo – el patriarca se sentó quedando de frente al chico – todo está quedando muy bien, no podía esperar menos de ti.

El aludido sonrió y cruzo la pierna, para estar más cómodo – gracias por el cumplido, ya sabes que esto es como una tradición para mí –el anciano asintió dándole la razón, sentándose en la silla frente a su nieto mayor – pero tú no has venido a buscarme precisamente para eso, lo veo en tus ojos.

El patriarca y presidente de aquella gran empresa en la que se encontraban, se puso serio, con una ligera linea de pena en el rostro, antes de mirar a su nieto, antes de hablar – hable con Phil y con Danna el día de ayer.

-contigo si tiene las agallas para presentarse mi querida prima, que valor. – resoplo sin evitarlo, ni querer ocultarlo, estaba molesto con Danna y con su ex prometido – ¿y que te dijeron? ¿Que todo fue un error de su calentura? que no vieron las consecuencias que tendría hacer eso. Te pidieron disculpas, así como Phil lo quiso hacer conmigo el día de ayer en mi propia casa tirado en el suelo como un perro.

La señora que atendía la cafetería de la empresa, se acercó lentamente, sintiendo la tensión entre los dos, más la del chico, que había alzado un poco la voz – gracias Martha, ya extrañaba tus tortitas, no era necesario que vinieras a dejármelo, yo pude haber ido.

La mujer sonrió y bajo la cabeza en señal de agradecimiento y se fue a la barra para seguir atendiendo. Andre se quedó mirando a su abuelo esperando a que hablara – ambos me dijeron muchas cosas, pero, aunque me duela pensar que Phil es un buen hombre, jugo a tus espaldas, me duele tanto como te duele a ti, su confianza se quebró por completo.

Andre pestañeo varias veces bajando la mirada reteniendo las lágrimas que querían brotar de sus ojos, no era nada cómodo hablar sobre el tema, no cuando todo era tan reciente, pero ya no quería derramar ni una sola lagrima por ese hombre, no más. – si piensas seguir los negocios con él, por mí no hay problema, solo quieras hacer que vuelva con él.

-En lo absoluto, respeto toda decisión que tomes, sé que la última vez que hablamos no termino nada bien. Pero tuve días para pensarlo, llegué a la conclusión de que primero esta mio familia – el joven asintió, tomando de su café helado natural. Su abuelo empezaba a cambiar, no sabía que lo había llevado a tener esa ligera flexibilidad de pensamiento.

Empezaba a intuir que, en su larga ausencia, varios acontecimientos habían pasado, ya después les daría importancia a esas cosas – me extraña un poco, pero igual gracias. No sé qué más decir, me has dejado sin palabras.

-Sé que nuestra relación nunca fue de las mejores, ya que nuestra forma de ver la vida, dista mucho una de la otra, somos diferentes generaciones, pero empiezo a ver las cosas de diferente forma y llevamos la misma sangre – el hombre se inclinó recargando sus codos en la mesa – eso sí, te voy a pedir un poco de paciencia, sé que no quieres ver a Phil, pero está invitado a la fiesta anual de la compañía, es uno de los inversores, a fin de cuentas.

El chico rodó los ojos sintiendo algo de frustración correr por su cuerpo, antes de volver a mirar a su abuelo con resignación total – está bien, pero no me pidas que todo sea como si nada hubiera pasado entre nosotros dos, va en contra de mis reglas.

El dueño del edificio se paró antes de saludar a los de la mesa de al lado – las cosas se harán como tú digas Andre, al fin al cabo, es tu vida, y la fiesta tú la organizas. Bueno te dejo, solo querías hablar eso contigo, tengo cosas que hacer, leer unos contratos, antes de firmar. Ya sabes que esta empresa no se mueve por arte de magia.

-Que tengas un buen día abuelo, estaré por aquí, un buen tiempo, todavía falta alistar detalles, no quiero dejar cabos sueltos – el hombre sonrió antes de retirarse a sus deberes.

Con eso en mente, las cosas empezaron a serle mejor. Incluso se había quedado un poco más en la cafetería, platicando con Martha y poniéndose al día. Aquella breve charla con su abuelo, había hecho que le tuviera más confianza, incluso le recordó un poco a su padre. Que donde quiera que este, espera vele por el en todos y cada uno de sus pasos, justo como lo hacía cuando todavía vivía.

...

Los flashes aturdían su vista, salio del carro saludando a todas las personas que pasaban por su lado y se dejaba tomar fotos. Todos con la primicia de que no iba acompañado de su atractivo prometido, todos ya sabían sobre la separación de la pareja. Él se dio a la tarea de explicar sin mucho detalle que la relación había quedado en el pasado por diferencias entre ellos y habían decidido dejarlo por las buenas, sus proyectos no iban en la misma dirección. Una buena mentira para acallar rumores de la prensa.

Andre iba enfundado en un traje gris claro a cuadros sutiles, hecho a la medida, robando las miradas de todas las editoriales de moda. Por su estilo desenfadado y por su nuevo look, un cambio de aires. Acaparando todo a su paso, uno de los chicos más importantes de la familia Goode y que había estado en el ojo del huracán mientras estaba desaparecido.

Entro directo al ascensor escapando de las cámaras y las entrevistas incomodad, junto con su hermano y su madre, contagiados por la emoción del evento, más del chico mayor, ya que tenía el presentimiento de que algo iba a pasar.

Al llegar al dichoso lugar del evento ya varios invitados los esperaban, maravillados por el gran trabajo hecho por el primogénito de Austin Goode. Alguien con cualidades y valores bien definidos y cimentados, que bien, se los había heredado a sus dos hijos, que su prioridad siempre ha sido ayudar a los demás.

El joven saludaba a todo el que pasaba por su camino, siendo resguardado ahora por su hermano. Los asistentes mostraban sorpresa al no ver al chico en compañía del empresario, como era normal y que según últimas instancias era su prometido. Andre no se inmuto por nada, simplemente hablaba de otras cosas, siempre evitando de Phil y de su desaparición, eran temas privados y personales para él, que no compartiría, más que con sus allegados.

-la fiesta te ha quedado divina, todo está saliendo perfecto, como siempre. – le dijo una señora de tantas que parecían tomar más en cuanta la clase social, que comentaban maravillas sobre el evento y de la empresa que su abuelo llevaba. El solo asintió educado, dedicándole unas cuantas palabras, antes de dirigirse al escenario principal donde el patriarca y varios miembros de la familia le esperaban.

Tomo la mano de su hermano para subir los escalones y pararse a un lado de su abuelo, con la sonrisa bien puesta. Era una de las cosas que más odiaba del círculo social al que pertenecía, todo debería cuidarse y verse perfectamente bien, no faltar al protocolo. Para evitar que la gente hablara pestes de ellos, a él no le importaba nada de eso, pero por solicitud expresa y consejo de su abuelo lo hacía cada año.

El momento en que el presidente Goode Enterprises daba su discurso había llegado, todos empezaban a guardar silencio, mientras el hombre frente al micrófono se concentraba, repasando todo lo que tenía a bien decir. Andre palmeo la espalda de su abuelo dándole valentía y seguridad, para no se echará para atrás.

El discurso empezó en tiempo en forma, el anciano dio las gracias a todos por haber acudido al evento que organizaba la empresa y su familia, que ayudaba justo a la asociación en la que trabajaba su nieto mayor, después paso a recordar a su difunto querido hijo. Andre siempre que escuchaba hablar de su padre, no podía evitar soltar una lagrima emocionado, al igual que su madre.

Su abuelo era demasiado reflexivo, en cuanto a la vida que su padre había llevado y todo el legado que dejo al morir, pero para Andre y su hermano, esa imagen de padre que solo tenía con ellos, era lo único que contaba. Era el mejor de los hombres de la tierra, uno que siempre estaría en sus memorias.

Después de ese emotivo momento, Su abuelo resalto a la familia y lo que lo ha llevado a que la compañía haya crecido. Agradeció sobre todo a Phil por apoyarlos a crecer e ir siempre al alza, obviando la ruptura para con su nieto y lamentando el hecho sin profundizar más en el tema. Por ultimo resalto la importancia de ayudar a los demás sin esperar nada, sobretodo en esas fechas donde la navidad se acercaba.

Todos los presentes aplaudieron, por las palabras del ancla de la familia Goode, agradeció cerrando con broche de oro, con un brindis con todos los asistentes.

...

La fiesta como cada año iba sobre ruedas, la banda de jazz tocaba una de sus canciones favoritas, tanto así que su hermano lo había invitado a bailar. Se negó decidiendo, solo dejarse llevar y cerrar los ojos. Dejarse seducir por la trompeta tocando aquella melodía. Se quitó los zapatos discretamente, por debajo de la mesa, sintiendo un alivio inmediato.

Abrió los ojos sintiéndose observado, entonces lo miro. Con un traje pegado al cuerpo, pelo peinado hacia atrás y su indiscutible barba hecha. Con esa sonrisa tan chulesca tan característica pegada al rostro del hombre, un pecado andante a la visa., Con un niño a un lado, que el muy bien conocía, igual portando un traje parecido al de su padre, se miraban guapos de pies a cabeza. Llamando la atención de todo el que estuviera cerca de ellos

Se puso los zapatos y camino en dirección a ellos negando con la cabeza, no podía enojarse, no con ellos. Se paró en seco al tener al hombre a tan solo unos centímetros, se miraba demasiado guapo y olía de infarto, se quedaron en silencio, observándose, ojos topacio contra whisky, volviendo a conectar todo aquello que habían dejado inconcluso, cuando se fue, ahora los tenia aquí en la ciudad.

-Creo haberte dicho bien, que no quería que me siguieras – el hombre rio apenado, mostrando su dentadura perfecta, antes de volver a alzar la mirada.

Dean hizo un mohín antes de volver a sonreír con chulería – no podía hacerlo, aquí el niño presente, también te extrañaba, te queremos de vuelta en nuestras vidas.

Eso hizo que Andre sintiera que se derritiera en cariño, al ver como Drew se sonrojaba hasta las orejas, se puso a la altura del menor, para tomarlo de los brazos delicadamente - ¿eso es cierto Drew? – el niño asintió sintiendo muchas ganas de correr de ahí, El joven lo abrazo sintiendo aquella vibración en su cuerpo.

Andre se incorporó mirando a Dean, todavía no lo podía creer, los había extrañado mucho, en esos días, estando lejos, hasta ahora reparaba que se le había hecho eterno. Las personas que pasaban a su lado empezaban a mirarlos, buscando saber quiénes eran aquellos dos, que se encontraban hablando con uno de los Goode.

Ambos adultos no sabían cómo empezar una conversación en serio, hasta que otra canción que le gustaba mucho al joven sonó por todo el salón. El hombre se dio cuenta de aquello, bajo a la altura de su hijo y le dijo algo en el oído, haciendo que se sentara en la silla que ocupaba Andre – Me concederías, bailar esta pieza conmigo joven.

El hombre le tendió la mano al chico, quien lo miro fascinado, sin dudarlo tomo la mano sintiendo aquella vibración al contacto con el hombre, camino junto al hombre a la pista. - ¿Cómo supiste dar conmigo?

-Nunca te mencione que también tengo algunos negocios aquí, aparte, también digamos que eres muy conocido por la élite de la clase alta, todos hablan de tu regreso y yo no podía faltar a presenciar tal evento. – el joven rodó los ojos al saber eso, debía tener cuidado, por el momento era el foco de atención de la prensa.

Suspiro subiendo los brazos al cuello de Dean acariciando su nuca con los dedos, mientras era apresado de su cintura, moviéndose al compás de la música – entonces creo que ya te disté cuenta de quién soy en realidad, perdón si te he decepcionado, pero a veces prefiero ser alguien más del montón, por eso ame cada segundo estando en tu casa, en el pueblo.

Recostó su cabeza en el pecho del mayor, respiro sintiendo su olor y embriagándose todo de el – nosotros también sentimos tu ausencia desde el primer segundo, por esa razón vinimos en tu captura, no te será fácil deshacerte de nosotros, menos de Drew.

Andre rio, mirando al menor, que no les quitaba la mirada de encima, como si estuviera esperando a que pasara algo. Le sonrió guiñándole un ojo, antes de girar junto al hombre y perderle de vista.

- ¿Debo tomármelo como una amenaza? – Dean rió apresando más la cintura del castaño, haciendo que su pecho vibrara, el joven escucho su risa dejándose seducir por el alegre sonido varonil, filtrándose por sus oídos.

El chico alzo la vista para ver al atractivo hombre con quien estaba bailando en ese momento – tu sabes muy bien de que va todo esto, en realidad yo fui quien le planteo la idea a Drew sobre una posible relación entre tú y yo, le pareció muy bien, incluso me llamo la atención, me dijo tonto indeciso, eso pega mucho en el ego de alguien como yo.

Ahora fue el turno de reír del chico, no se creía que el niño le dijera eso a su padre, era tan noble, Drew riñendo a su padre, que no se lo imaginaba revelándose por algo – me cuesta creerte un poco, pero te doy el beneficio de la duda.

-Pues tienes que creerlo, literal me obligo ir a la barbería antes de venir, igual no necesitaba que lo hiciera, siempre me veo guapo – Andre sonrió mirando a Dean, se miraba demasiado tentador para la vista, empezaba a sentir una especie de ¿celos?

Sacudió sus pensamientos, eso no podía ser posible, era algo que no tenía sentido, habían tenido algo, pero, solo había ocurrido una vez, fue especial y lo atribuyo a que era parte de su desahogo – ahora entiendo tu finta de hombre de negocios, nadie aquí sospecharía que eres un hombre de campo, recio y con cara de pocas pulgas, han hecho un buen trabajo contigo, debería llamar para agradecer, por tan excelente servicio.

-eso espero, porque, al parecer le gusto justo a la persona, por la que hice todo esto – Andre se sonrojo, ese tipo de cosas por parte del mayor lo hacían sentir dividido a partes iguales. – ¿te he dicho ya que piensas mucho – el chico asintió. – deja de hacerlo, yo no te haré daño.

El chico volvió a recostar su cabeza en el pecho del otro – hable con Phil, incluso esta por aquí – el hombre apretó más su agarre sobre su cintura. – corte todo lazo con él, el insistió, pero era un caso perdido.

-Eso explica, por qué se encuentra aquí – dijo casi bufando el hombre, el chico negó riendo bajo sobre el pecho de Dean, el castaño preocupándose de ser celoso y nada, que el hombre que se desvivía por él, lo era el doble.

Se tomó un tiempo para seguir oliendo el aroma a bosque y madera del hombre, era condenadamente adictivo respirar aquel olor – en realidad yo no tengo control sobre ello, si bien escuchaste en el discurso, él ha sido un factor clave en el último tiempo para el crecimiento de la compañía, pero eso no es de mi importancia.

Ambos guardaron silencio, para disfrutar aquel solo que la trompeta estaba dando, era delicioso escuchar aquel sonido colarse por sus oídos. Sintió como Dean sobaba su espalda suavemente, él se dejó hacer resguardándose más sobre el mayor, esa sensación de calidez y protección le invadió por completo, al sentir un beso sobre su cabeza.

Todo se sentía tan correcto en ese momento, estar bailando entre los brazos de Dean. Justo en ese momento se preguntó muchas cosas, que era lo que lo detenía para aceptar aquello que le ofrecía el hombre, tenía muy claras sus intenciones, el solo debía decir que si y recibir todo aquello a manos llenas.

Miro al hombre recibiendo una revelación, lo miro detenidamente, y supo que él no le haría ningún daño, desde que se conocieron, la misión de Dean en su vida era la de curar y sanar sus heridas. Le estaba ofreciendo lo más importante: su amor. y él lo estaba despreciando de cierta forma.

Sonrió acariciando de nueva cuenta la nuca del otro. Era un completo idiota si rechazaba aquello, Dean no era Phil, él se lo había dicho a Robert. No había punto de comparación, ya que eran muy diferentes, las acciones decían más que mil palabras dichas al aire, y el hombre con todas las atenciones que tuvo con él, eran prueba evidente para no dudar de sus sentimientos, incluso lo cuido y vio por él, ya que sano del todo.

Acorto el espacio entre ellos y junto sus labios en un beso, a los demás que les dieran. Ya mucho tiempo estaba perdiendo, sin darse cuenta, había hecho las cosas para que su familia y sus amigos tuvieran una buena imagen de él. Ya no más, ahora vería por su verdadera felicidad, la que él quería.

Movieron sus labios, buscando unirse todavía más mezclando sus esencias en una sola de nueva cuenta. Calmar esas ansias, transmitirse todas las emociones provocaba uno en el otro, sellar su unión después de un largo tiempo.

El mayor sonrió durante el beso y sujeto bien de las caderas al joven mientras lo tiraba de espaldas terminando la canción, pero sin soltar sus labios todavía. Andre estaba sorprendido con eso. Los aplausos se escucharon, el par se incorporó. El chico sentía sus mejillas arder escondiendo su mirada en el amplio pecho del otro, Dean lo tomo de las manos.

-Ya no ocupas hacer nada para conseguirme, porque ya me tienes en tus manos – el más grande sonrió ampliamente dejando ver su sonrisa de dientes blancos, ahora era diferente, sus ojos color topacio, tenían un brillo diferente al de antes.

Dean tomo el mentón del más joven alzando su cabeza – Ya lo sabía, en realidad venía a robarte, o lo que fuera necesario para que estuvieras conmigo toda la vida, te quedaste con un pedazo de mi cuando te fuiste y nos dejaste, sé que soy un treintón y debo ser maduro, pero tú me hacer ser asi de romántico y cursi – Andre negó en la cabeza.

-Vaya eso es una gran sorpresa, sabes que lo puedo usar a mi favor ¿verdad? – el hombre sonrió y le pico los labios al otro, robándole un suspiro.

Sin duda se habían enamorado, no sabían cómo en realidad, había ocurrido, pero de cierta forma paso – sé que soy el mayor y el más maduro de los dos – dijo Dean con algo de burla en su voz – pero necesito saber ¿Qué somos ahora?

Andre se rió con ganas, tomando al hombre por las mejillas y dándole muchos besos en la boca – eres un completo idiota.

El otro se dejó hacer encantado por las acciones del más joven, sus besos eran adictivos, podía acostumbrase a eso sin queja alguna – pero tienes el privilegio de que sea tu idiota, cariño. Me gusta cómo suena eso.

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).