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Nuestra Realidad por Silver Bullet

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Notas del capitulo:

Los personajes de Inazuma Eleven, Inzuma Eleven Ares no Tenbin e Inazuma Eleven Orion no Kokuin, NO me pertenecen. Son propiedad de Level-5.

 

La historia es creación mía, no se permiten COPIAS o ADAPTACIONES.

NO RESUBIR, a otras plataformas.

 

Advertencias: Lemon, violencia, tortura, SPOILER y posibles faltas ortográficas.

 

VEO DOBLE

 

En medio de la arboleda reinaba un incomodo ambiente, el silencio solo era roto por los suaves llamados de Kazemaru y Midorikawa que se habían acercado a Goenji y Someoka, tratando de despertar al inconsciente albino que descansaba entre sus brazos.

El Fubuki mayor que seguía consiente se tomaba el puente de la nariz con los ojos cerrados, como pidiendo fuerza de voluntad para no ahorcar a su hermano. La situación en la que se encontraban era delicada y como su hermano de delicado tiene el tacto de una lija… mejor ni hacerse ilusiones de que manejaría esto maduramente.  – Atsuya, discúlpate – dijo con tono de reproche

-¿Ah? – se quejó – pero si no he hecho nada malo.

- Necesito recordarte ¿qué hacemos aquí? – volvió a reñirle – pide disculpas.

- Eso, eso. Se un buen niño y hazle caso a tu hermano – dijo con burla Fudo, mientras Sakuma lo miraba mal por meter su cuchara donde no lo llamaron.

- ¡¿Quieres pelear?! – decía acercándose a grandes pasos el Fubuki menor a Fudo, el cuál lo esperaba con una sonrisa desafiante, pero sus pasos se vieron interrumpidos por su hermano que lo detuvo frente al grupo tomándolo de la nuca y haciendo una reverencia de 90 grados tomando él también la misma postura.

- Sentimos mucho, los inconvenientes causados – dijo serenamente el peli plata.

- Tranquilos chicos, no hay que ser tan formales – dijo Endo acercándose con una gran sonrisa, dijo para hacer que se enderezaran los gemelos. – solo nos han sorprendido.

- ¿Solo nos han sorprendido? – se quejó Tsunami – sorprendido estaba cuando nos atacaron ángeles y demonios… a este punto, el balón de futbol un día cobrará vida, comenzará a hablarnos, se quejará de los balonazos de Goenji y será tan normal como un día soleado.

- Bueno – trató de cambiar el tema Hiroto – hay alguna explicación de ¿por qué están aquí? Y más importante, ¿De dónde vienen?

- Eso mismo – le secundó Kogure – que mira que estamos viendo a dos Fubukis y un muerto, jijijijijiji

- ¡Kogure! – lo reprendió Haruna, jalándolo de la oreja.

- Bueno – comenzó el gemelo menor – si hay una explicación…

- Pero será mejor que estemos todos juntos para explicarles con calma la situación – terminó por decir el gemelo mayor – aparte, de que será mejor llevar a mi otro yo a un lugar donde pueda descansar.

- ¿Todos juntos? – preguntó Kido – ¿Te refieres a que hay más Fubukis?

- Jaja – rio suavemente el peli plata – No, no hay más Fubukis. Pero espero que cuando encontremos a todos, no tengamos más desmayados.

- Por ahora, podríamos decir que venimos del cielo – se quejó el peli salmón. Mientras los chicos del Raimon ponían cara de “me estás jodiendo”. – Que no es broma, hemos caido del cielo – reprochó, las expresiones de los otros. – A que no miento hermano – dijo recostándose en el hombro de este, pero lo soltó inmediatamente al ver la mueca de dolor que puso – ¿qué te pasó? – preguntó alarmado

- Solo fue el golpe, quédate tranquilo – dijo mientras se tomaba el hombro. El dolor no era insoportable, pero, si venía su hermano de tirarle todo su peso encima, pues claro que le iba a doler. Al final no se arrepentía, porque a Atsuya no le ocurrió nada.

 

°- Recuerdo -°

 

Se encontraban cayendo en lo que parecía un túnel, de esos que ves en películas de ciencia ficción. A su alrededor veía al recién formado equipo de Inazuma Japón distribuidos en el espacio cayendo junto con él, los gritos iban y venían tratando de comprobar si todos estaban bien y pidiendo que mantuvieran la calma. Dirigió su vista lo más que pudo hacia arriba, donde se encontraba su hermano cayendo al igual que él. Se sentiría más tranquilo si Atsuya se hubiera quedado en su realidad, pero no. Tubo que correr hacia el peligro, cuando vio que fueron atacados en plena ceremonia.

-¿Todo bien? – le preguntó para calmar sus propios nervios.

- De maravilla – le respondía alzando el pulgar de la mano derecha con una sonrisa traviesa.

Iba a decirle algo más, pero se vio interrumpido por el grito de alguno de los muchachos.

- CUIDADO – quitó la vista de su hermano para ver qué ocurría. Logró captar un rayo de energía oscuro que golpeó a algunos de sus compañeros… desaparecieron.

Frente a sus ojos, simplemente se esfumaron en el aire. Ahora sí entró en pánico, rápidamente regresó la vista a su hermano, que tenía la misma cara de espanto que de seguro él debía tener.

- ¡No se separen! – escuchó gritar a Kido, al ver que llegaban al final del túnel o por lo menos eso especulaba, fueron envueltos por una luz brillante que los cegó momentáneamente.

Sintió la brisa golpear su cuerpo y como sus oídos se tapaban, se sentía ligero y al mismo tiempo sentía su estómago revolverse – Mierda – pensó, movió sus manos frente a su cara, tratando de bloquear lo más que podía el viento, entreabrió los ojos lo más que le permitió la presión del aire. Estaba cayendo, veía las copas de los árboles cada vez más cerca - ¿Iba a morir?

-HERMANO – y entonces lo escuchó, el grito asustado de Atsuya. Logró girar en el aire para ver la expresión de miedo que dominaba el rostro de su hermanito. Inmediatamente su mente se despejó, el único pensamiento que rondaba en su cabeza era el de proteger a Atsuya.

Trató de mantener su cuerpo lo más horizontal posible, extendiendo brazos y piernas. Como imaginaba, eso amortiguó lo suficiente su caída, para atrapar al peli salmón que caía más verticalmente, tratando de alcanzarlo.

Abrazó fuertemente a su hermano. Pasara lo que pasara, no planeaba soltarlo. Cayeron unos metros más, hasta que lo sintió, el primer impacto contra las copas de los árboles, las ramas quebrándose, el tronco del árbol golpeándolos en un costado y el pequeño espacio libre hasta el suelo. Tuvieron suerte que un arbusto fuera el final de su caída.

Se movió ligeramente tratando de incorporarse, mirando por encima, parecía que Atsuya estaba bien. Su hombro punzaba un poco, nada raro si considera que cayó sobre este, menos mal no se dislocó.

-¿Estás bien? – preguntó preocupado.

- Si – fue la sencilla respuesta

Ambos de pie, nos sacudimos la ropa. Miro alrededor tratando de ubicarme, creo que vi a un grupo de los chicos caer varios metros a mi derecha. Regreso la vista con la idea de decirle a Atsuya que vallamos en esa dirección. El único problema… mi hermano había desaparecido.

-¿Es en serio?...

 

°- Final del Recuerdo -°

 

-Si estás herido, lo mejor será ir dentro de las instalaciones, tenemos un botiquín ahí. – dijo Aki, preocupada por los dos Fubukis.

- Creo que escuché algo por ahí – todos giraron la cabeza hacia los matorrales de donde provino esa voz.

Los chicos del Raimon poco a poco iban abriendo los ojos de la impresión, si ya era sorpresa que apareciera otro Fubuki y que Atsuya estuviera vivo, era increíble las figuras frente a sus ojos. De los arbustos habían llegado otro Endo junto con Goenji y Kido más otros dos chicos desconocidos.

-¿Se encuentran bien? – inmediatamente preguntó el capitán al divisar a los gemelos.

- Tranquilo capitán, nos encontramos bien. – Le respondió el Fubuki mayor.

- Veo que ya encontraron a nuestras versiones de esta realidad – dijo el Kido recién llegado, fijando su mirada en su otro yo.

- ¿Saben quiénes más lograron llegar? -  preguntó el nuevo Goenji a los gemelos – Endo logró ver a Sakanue desaparecer…

- Kirina y Bansaku también desaparecieron – dijo Asuto mortificado por el bienestar de sus amigos.

- No estoy seguro capitán – respondió Shiro

- El chico este… no se su nombre – empezó a relatar Atsuya – el de cabello azul oscuro… no parece japonés…

- ¿Ichiyoshi? – trató de ayudarlo el Kido nuevo

- Creo, logré verlo cuando desapareció – terminó Atsuya

- Eso nos deja un total de cuatro desaparecidos – continuó Kido

- Podrían ser siete, no sabemos si los tres que enviaron de regreso están bien.

- Tratemos de mantenernos positivos por ahora Haisaki. – le respondió Kido – Hasta que Canon no aparezca y nos confirme lo contrario, es mejor no hacer más pesimista esta situación.

- En ese caso solo falta encontrar a los demás, no debieron caer muy lejos – dijo Asuto, tratando de aligerar la conversación.

- Di-disculpen… ¿quiénes son ustedes? – preguntó Endo, aún incrédulo de estar frente a él mismo y las copias de sus dos mejores amigos.

- Perdonen la descortesía – habló Kido – Nosotros ya sabemos quiénes son todos ustedes. Supondré que ya conocen quien es nuestro capitán Endo Mamoru, el delantero estrella Goenji Shuuya, los gemelos Shiro y Atsuya Fubuki, y mi persona Kido Yuuto estratega número uno de Inazuma Japón. A los que no deben conocer son a Inamori Asuto nuestro mediocampista y a Haisaki Ryouhei delantero también.

- Mucho gusto – dijeron todos al final con una pequeña reverencia.

- Como si un Kido no fuera lo suficientemente insoportable, ahora me cae otro del cielo – dijo Fudo con burla

Ambos Kidos abrieron la boca dispuestos a reclamar, pero fueron interrumpidos por un grito que venía en dirección contraria a los recién llegados.

-¡Tatsuya reacciona por favor!

- ¿Ese era Midorikawa? - preguntó Hiroto, volteando a ver a su amigo

- Pero si yo estoy aquí - respondió Midorikawa

- Esos deben ser los demás – dijo el Endo recién llegado

- Y parece que hay heridos – continuó Kido, vamos rápido

Los chicos cargaron a Fubuki en la espalda de Goenji y emprendieron una carrera a donde provenían los gritos histéricos del otro Midorikawa.

Pero al llegar, fueron recibidos por otro grito exasperado…

-DEJA DE GRITAR QUE NO SE HA MUERTO, SOLO DE DESMAYÓ

 

°-°-°-°-°

Kira Hiroto se preguntaba: ¿cómo fue que terminamos en esta situación? Era inaudito. Nadie le avisó, no había señales, todo era normal…

Estaban todos los equipos reunidos para la selección del equipo que conformaría el Inazuma Japón que jugaría en el Futbol Frontera. Estaba sentado junto a Tatsuya, escuchándolo calmar a su novio. Ese chico peliverde era bastante revoltoso. Al otro lado, el resto del equipo, todos emocionados y hablando de los posibles elegidos. Era un ambiente bastante alegre, hasta algo empalagoso para su gusto, pero suponía que aprender a trabajar en equipo, también implicaba aguantar las personalidades de las demás personas y él no era santo, mira que esos chicos lo aceptaron con la mala leche que se cargaba, aunque estaba seguro que Tatsuya era el causante de que no le dijeran más de cuatro cosas. No, si es que Tatsuya rayaba en santo. LE HABÍA TIRADO UN BALONASO A LA CARA A SU NOVIO y este tranquilamente lo detiene y le habla como normalmente lo ha hecho. Tatsuya era un pan bajado del cielo y él era el “demonio en persona”. Gran combinación.

Continuando con el relato, el entrenador del Raimon subió al escenario, a su parecer ese hombre o era un genio o un verdadero chiste andante, presionó un botón y en pantalla se reprodujo un video, mientras sonaban los nombres de los seleccionados para ser los representantes de Japón. Obviamente él estaba entre los elegidos, Tatsuya igual, no le sorprendía, varios de las elecciones hechas eran bastante evidentes, como el goleador de fuego o el famoso portero legendario del Raimon.

Se nos pidió que nos dirigiéramos a los vestidores para que nos entregaran nuestros uniformes, para hacer la presentación oficial del equipo. Nos tuvieron esperando tras unas cortinas y una cantidad excesiva de globos blancos y celestes. Empezaron a sonar los tambores y las trompetas, se abren las cortinas, los globos salen volando lentamente, cae confeti por doquier, los gritos del público aclamando con alegría por nosotros. Debía admitirlo, se sentía bien. Era el primer paso para que Tatsuya cumpliera su sueño, estaba seguro de que le hubiera gustado traer a más de sus amigos aparte del portero, pero se tendría que conformar con él y conmigo.

Caminamos al centro del campo y cuando el presentador iba a pronunciar algunas palabras, el estadio comenzó a temblar, la mayoría cayó al piso, los gritos de júbilo del público pasaron a ser de miedo - ¿Temblor o terremoto? – esperaba que el primero, sería un verdadero desastre que fuera un terremoto con tantas personas dentro del estadio.

Así como comenzó se detuvo, poco a poco fuimos poniéndonos de pie. No había daños por ninguna parte de la estructura, por lo menos no visibles.

Vi como mis nuevos compañeros de equipo una vez de pie, buscaban con la mirada a sus amigos entre el público, escuchó a varios suspirar más relajados cuando se cercioraban que se encontraban bien. Entre ellos Tatsuya, seguí su mirada y divisé como su novio y sus amigos estaban con cara de susto, pero completamente a salvo.

Entonces lo vimos, parado sobre una de las cerchas del estadio, un chico encapuchado con un balón de futbol a sus pies. El silencio que se había formado luego de la sacudida, fue rota por el chico misterioso.

-Su futbol destruyó todo aquello que yo amo – Nos señaló con su dedo enguantado, su voz era profunda y lúgubre, resonó en todo el estadio, sin miedo a exagerar sentías que te llegaba a los más profundo del alma, sonaba enojado… quería venganza, no hay que tener dos dedos de frente para darse cuenta. Todos se mantenían alerta con las desconocidas intenciones del encapuchado.  – Ahora yo destruiré todo lo que ustedes aman. – Al terminar la frase pateó el balón hacia donde nos encontrábamos. El valón creció varias veces su diámetro y fue rodeado por varias cuchillas que seguían la forma esférica y giraban en la misma, lo rodeaba una energía de destrucción total. Nadie reaccionaba, era como ver la muerte venir hacia ti y no poder hacer nada para evitarlo. Escuchabas los gritos de terror del público, la tierra temblar ligeramente por la potencia del tiro, el ruido de las cuchillas del balón que tenía toda la intención de acabar con nosotros… Es el fin.

 

 

 

¿Cómo nos libramos?

Una luz.

Fuimos cubiertos por una cegadora luz blanca, llevé mis brazos tratando de cubrir como pudiera mi rostro, aún con los párpados cerrados, sentías la intensidad de la luz. Y entonces todo cesó…

Cesaron los gritos, no más luz cegadora, no más cuchillas, el suelo dejó de temblar. Abrí los ojos, para encontrarme en una habitación completamente blanca, desde el piso hasta el techo, todo era blanco, no había sombra, era curioso, busqué una fuente de luz, pero esta parecía venir desde las paredes, era como decir que la luz era omnipresente, ¿eso tiene lógica siquiera? - ya me morí – fue lo primero que pensé. Veo a mi alrededor para encontrarme al resto del equipo, igual que yo, ven a su alrededor inspeccionando el lugar.

-¿Shiro te encuentras bien? – dijo un chico de piel pálida sacudiendo a su copia

- Tatsuya, tenía miedo de perderte… - me sorprende como aún bajo esta situación, Tatsuya puede sonreír tan tranquilamente.

Vaya, parece que no solo estaba el equipo. Tenemos dos colados.

-Uff, eso estuvo cerca – frente a nuestros ojos, se materializó un chico, que admito se parece al capitán. Se dirigió hacia nosotros con una gran sonrisa – Mucho gusto, soy Canon Endo bisnieto de Endo Mamoru

Todos volteamos a ver al capitán, parece que se le ha desencajado la mandíbula de lo mucho que tiene la boca abierta.

-¿Mi bisnieto? – dijo señalándose a él mismo, su cara me da risa.

- Así es – dijo feliz, luego cambió su expresión a una más seria – Hay un problema en las líneas de tiempo…

Fue una larga explicación, pero aparentemente hay que detener al encapuchado desconocido o habrá caos en el tiempo y no solo el nuestro. Así es que ahora nos encontramos en un posible agujero de gusano, viajando a otra realidad con el objetivo de reunirnos con los otros yo de nosotros para advertirles de ese sujeto, antes de que los ataque. O bueno, los vuelva a atacar. La de ellos, es la realidad con más modificaciones que existe y todo es culpa de ese tipo, según nos explicó Canon.

Durante el viaje, escucho a Endo preguntar ¿cómo se encuentran todos? hay varios que tienen cara de querer vomitar. Por otro lado, está Kido, pidiendo que nos mantengamos calmados. Y entonces pasa, salió de la nada una fuerza negra, se llevó al chico que caía frente a mí, Kirina creo que se llamaba. – CUIDADO- gritó Canon, pero fue tarde, la fuerza sigue golpeando a otros más, hasta que Canon comienza a chocar con ella tratando de alejarla de nosotros, me quedo perplejo viendo la lucha, hasta que el grito de Kido me hace voltear. Nos acercamos a una luz brillante ¿otras más?

La atravesamos, cuando abro los ojos, nos encontramos cayendo hacia los árboles de lo que parece una escuela. Veo a mi alrededor, o trato de enfocar lo más que puedo, Tatsuya abraza a Midorikawa, mientras le da la espalda al suelo. - ¡Estás demente! – le grito, piensa recibir todo el golpe, más el impacto de su novio sobre él

-¡Estaré bien! – me responde con sus tranquilizadoras sonrisas de siempre. Se ha vuelto loco. Por otro lado, veo que el calvo y el peli turquesa van peleando mientras caen ¿es en serio? El calvo lo tiene abrazado, pero el otro forcejea para que lo suelte… Moriré en medio de dos parejas… qué patético…

¿No se supone que cuando la gente está a punto de morir ve su vida pasar frente a sus ojos o se arrepiente de cosas que no hicieron?

Nos acercamos cada vez más al suelo, trato de mantener una postura de estrella, brazos extendidos igual que las piernas, esperando que frene un poco la caída. Cuando veo que estamos a punto de golpear las copas de los árboles, me cubro el rostro, siento las ramas quebrase con mi cuerpo y escucho las exclamaciones de dolor de los otros cuatro.

Me sentía aturdido, con el impacto más el sonido de un golpe seco que hizo mi cuerpo al caer se formó un pequeño silencio luego de eso, es una sensación nada agradable, te sientes un momento desorientado, sientes la adrenalina en tu cuerpo, el escozor de las pequeñas cortadas hechas por las ramas y hojas de los árboles, la respiración agitada por el miedo, tus oídos destapándose… hasta creo que se me murió una neurona, escucho esa incesante piiiiii en mi oído izquierdo. Me tomé un minuto para incorporarme, si tenía algo roto lo menos que necesita era terminar de fracturarme por tratar de levantarme. Moví suavemente mis dedos, brazos, luego mis piernas, sentía dolor, pero nada que no pudiera manejar, suavemente comencé a levantar mi tronco apoyando mis brazos en el suelo, parece que mi columna está bien, mis costillas también. Termino sentado en el suelo, buscando a los que cayeron conmigo.

Veo al pelilargo, ayudando al calvo a incorporarse, parece que tiene dificultades, le está riñendo, el calvo se llevó todo el golpe y ahora le duele la espalda.

- ¿están bien? – pregunto para comprobar la gravedad de la situación, no parece fracturado el calvo y el peliazul se ve bastante bien.

- Todo en orden – responde el solitario rebelde, por la mueca que hace pareciera que se está aguantando el dolor.

-¡Tatsuya! – volteo rápidamente a la otra dirección al escuchar el grito. El pelirrojo está en el piso inconsciente mientras su escandaloso novio lo sacude. Me dirijo rápidamente hacia ellos, admito que por un instante pensé que estaba muerto, pero al acercarme vi como bajaba y subía su pecho. Que alivio.

Lo reviso lo más que puedo, parece que se desmayó del golpe, tiene un pequeño chichón en la parte posterior de la cabeza, no hay sangre en ninguna parte, eso es un gran alivio. A mi lado el peliverde aún grita histéricamente. – solo está desmayado deja el drama – pero sigue gritando, los nervios le ganaron, trato de alejarlo de Hiroto, hasta que no se despierte no es bueno moverlo tanto, podría tener una fractura y no tenemos manera de saberlo mientras siga inconsciente. Pero este peli pistache no me escucha, pierdo la poca paciencia con la que fue bendecido al nacer.

-DEJA DE GRITAR QUE NO SE HA MUERTO, SOLO SE DESMAYÓ – le grito mientras lo sacudo por sus hombros. Entonces veo las lágrimas correr por sus mejillas. – Mierda, me pasé con el grito – pero el chico termina cayendo de rodillas y se sostiene de mi playera.

- gracias, gracias, gracias- continúa sollozando, pero más aliviado al parecer.

- Muchachos – volteo hacia aquella voz y me encuentro con mi equipo, más los que imagino son el Inazuma Japón de esta línea de tiempo. Por lo que veo, ellos se encuentran en mejor condición que nosotros - ¿se encuentran bien? – dice nuestro capitán acercándose a nosotros, junto al otro.

- Fudo se ha lastimado la espalda – señalo con la cabeza hacia donde está la parejita peleona - y Tatsuya está inconsciente – Me hago a un lado para que logren verlo.

- ¿Tatsuya? – Veo que pregunta el Midorikawa de esta realidad. – Querrás decir Hiroto.

- Yo soy Hiroto – le respondo, estos chicos me están viendo como si me hubiera crecido otra cabeza…

- Mejor vallamos a las instalaciones de las que nos hablaron antes, así podremos conversar mas tranquilos. – Veo que habla nuestro estratega, Acercándose al peli azul, ayudándolo a apoyar a Fudo, para empezar a caminar. Hacia mi lado, se acerca el otro yo de Tatsuya, junto a su Midorikawa y ayudan a cargar en mi espalda a mi inconsciente casi hermano.

Y comenzamos a caminar siendo guiados por los chicos de esta realidad. Solo de pensar todo lo que hay que explicarles, hace que me duela la cabeza.

 

Continuará…

Notas finales:

Me gustaría escuchar las especulaciones de las posibles parejas. Tengo varias ya planteadas, pero algunas otras no me decido, sería interesante ver que piensan ustedes. Más que nada en la línea de Orion.

 

Hasta la proxima.


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