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Nuestra Realidad por Silver Bullet

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Notas del capitulo:

Los personajes de Inazuma Eleven, Inzuma Eleven Ares no Tenbin e Inazuma Eleven Orion no Kokuin, NO me pertenecen. Son propiedad de Level-5.

 

La historia es creación mía, no se permiten COPIAS o ADAPTACIONES.

NO RESUBIR, a otras plataformas.

 

Advertencias: Lemon, violencia, tortura, SPOILER y posibles faltas ortográficas.

 

IMPORTANTE: para distinguir a los personajes de ORION, colocaré los nombres o apellidos entre comillas, pero solo de aquellos cuyos nombres estén repetidos en las mismas escenas. Por ejemplo: - Tatsuya sigue inconsciente, “Hiroto” y “Midorikawa”, se quedaron a cuidarlo. – le respondió “Kazemaru”.

 

Al llegar a las instalaciones del Raimon, las managers dirigieron a todos los que cargaban heridos a la enfermería, mientras que los demás se reunieron en el comedor.

Goenji recostó a Fubuki con ayuda de Haruna en una de las camillas, mientras le ponían una compresa tibia en la frente, Haruna mandó a Goenji a buscar alcohol para despertar al peli plateado.

En otra camilla, Aki ayudaba a ambos Hirotos a recostar a Tatsuya, mientras los preocupados Midorikawas buscaban hielo y crema para el chichón.

En la siguiente camilla, Fuyupe veía a “Fudo” pelear con “Kazemaru”, el primero gritaba porque decía que no necesitaba atención médica y el segundo forcejeaba con el primero para mantenerlo en cama y poder curarle la espalda. Al final, ganó el peli azul con un manotazo dado en la espalda del rapado, que terminó aguantando muy masculinamente un agudo grito de dolor que deseaba escapar de su garganta.

En la última camilla, se encontraban los gemelos “Fubuki”, el peli rosa colocaba una pomada en el hombro de su igual, ambos en completo silencio.

Cuando Natsumi Raimon ingresó a la enfermería luego de pedir, suministros extra para la cena y los próximos días, se encontró a un Fubuki recién despertado al que Haruna le explicaba que no fue un sueño y que pronto les explicarían a todos la llegada de los nuevos, aunque el aludido poco o nada le prestó atención a la de lentes, pues su vista no se despegó en ningún momento de su otro “yo y su hermano”. En otro lado de la enfermería seguía el pelirrojo idéntico a Hiroto inconsciente con alguno de los Midorikawas llorando a mares, mientras que el otro Midorikawa se peleaba con el chico del rayo en la cara con pinta de pandillero, porque este se negaba a ser revisado o curado y el Hiroto despierto trataba de detener el conflicto y en la esquina de la enfermería, se encontraba un Fudo sin camiseta refunfuñando las mil y una maldiciones, mientras que “Kazemaru" y Fuyupe le atendían varios raspones y morados que tenía en la espalda. Por último, estaba el gemelo mayor curándole algunos raspones de la cara a su hermano, que no dejaba de protestar por el ardor.

Natsumi solo suspiró y cerró la puerta, tenía el presentimiento de que se les venía un gran problema encima y no podrían evitarlo.Mientras se dirigía a la sala de juntas en la que se encontraban todos los chicos, recibió una llamada de su padre…

 

~*~*~*~*~*~*~*~

 

En la sala de estar, reinaba un silencio, no precisamente era incómodo, pero realmente nadie se atrevía a iniciar una conversación. Claro, desde fuera era una escena cómica, a un lado de la sala se encontraban los “caídos del cielo” y en el otro extremo nos encontramos con los originarios del lugar.

Algunos de los muchachos se encontraban perdidos en sus propios pensamientos, mientras que otros analizaban al grupo frente a ellos. Al final todos los hilos de pensamiento fueron interrumpidos con la llegada de Goenji, Fubuki, Aki, Fuyupe, Haruna, Hiroto, Midorikawa, “Kazemaru”, “Fudo” y los “gemelos”.

- ¿Cómo se encuentran? – preguntaron los dos Endos apenas vieron a los muchachos entrar.

- Ya mejor, gracias capitán – les sonrió Fubuki.

- Jum, solo eran unos rasguños – respondió de mala gana “Fudo”, recibiendo una colleja de parte de “Kazemaru” a su costado.

- ¿Y los otros? – preguntó Asuto al ver que faltaban compañeros.

- Tatsuya sigue inconsciente, “Hiroto” y “Midorikawa”, se quedaron a cuidarlo. – le respondió “Kazemaru”.

- Esto es confuso… ¿por qué su Hiroto no es el mismo Hiroto que nuestro Hiroto?... ¿se entendió la pregunta? – preguntó Tsunami - creo que dije muchos Hiroto.

- Bueno, esos cambios según nos ha explicado Canon, se deben a que desde hace varios años una organización del futuro ha interferido en las líneas del tiempo. Esas interferencias traen como consecuencias cambios entre nuestras realidades. Por ejemplo, el hecho de que nuestro “Hiroto”, no es el mismo que el de ustedes. Sin embargo, Tatsuya es Hiroto. – les explicó “Kido” – aunque no soy experto en lo que está ocurriendo. Cuando llegue Canon podrá explicarles con calma toda esta situación.

Aunque esa explicación más que traer respuestas, solo alargó la lista de preguntas, que los muchachos no dudaron en expresar:

- ¿Quién es Canon?

- Organización del futuro… ¿es una broma?

- ¿Cómo interfieren una línea del tiempo?

- ¿Qué cambios hicieron?

- ¿Quiénes son la “línea de tiempo” original, ustedes o nosotros?

- ¿Hay más líneas de tiempo, aparte de nosotros?

- Entonces Hiroto no es Hiroto, sino que Tatsuya es Hiroto, pero su Hiroto no es nuestro Tatsuya… ¿Nosotros tenemos un Tatsuya? – esa última pregunta fue cortesía de Tsunami…

- Ya me duele la cabeza – se quejó Midorikawa.

- Nosotros tampoco tenemos todas las respuestas – intervino “Endo” en la lluvia de interrogantes. – Canon llegará y estoy seguro de que podrá aclarar el panorama.

- Tengo una pregunta – alzó la mano Kazemaru – Atsuya dijo que han caído del cielo. ¿cómo es que han llegado hasta aquí?

- Fuimos atacados – respondió Asuto, con un rostro de preocupación al recordar el suceso – estábamos en la selección de los miembros que representarían a Japón en el FFI y todo comenzó a temblar… fue horrible. Todos gritaban, y….

- ¿Eran muchos? – preguntó preocupado Tachimukai.

En ese momento se formó un pequeño silencio incómodo en la sala, el cual fue roto por Haisaki que lentamente se dirigió hacia la salida y justo antes de salir respondió.

-… Solo era uno…y no pudimos hacer nada contra él…

Y claro que luego de esa salida dramática se formó otro silencio.

-Iré a hablar con él – comentó “Kido” para retirarse elegantemente, con su capa ondeando tras él.

- Ya que esta conversación no avanzará hasta que llegue Canon, mejor muéstrenme donde voy a dormir y que no se les ocurra que pasaré la noche en la enfermería – comento “Fudo” y ahora que lo mencionaba, esa era una buena interrogante para los recién llegados.

 

~*~*~*~*~*~*~*~

 

Cuando Kido localizó a Haisaki, este tenía su cabeza metida en una de las fuentes de agua. Muy literalmente, se estaba enfriando las ideas.

Cuando el pelo plateado alzó la cabeza con el cabello goteando y fijó su mirada en el estratega, se encontró con una conciliadora sonrisa en el rostro. Caminó hasta estar a su lado y tocándole el hombro, lo invitó a caminar.

-Así es que esto es el Raimon – para sorpresa de Kido el que inicio la conversación fue el peli plateado. – no se parece al nuestro.

- Solo se parecen en los edificios viejos, luego del Futbol Frontier todo cambió mucho, teníamos la mirada del país sobre nosotros y se realizaron grandes inversiones en el colegio. Lo que ves aquí es como era originalmente – Kido tenía una mirada nostálgica junto con una leve sonrisa, se notaba que rememoraba agradables recuerdos – se podría decir que así se veía el colegio, cuando me uní al Raimon.

- … supongo que Canon estaba en lo cierto, podemos parecernos en la superficie, pero somos dos realidades diferentes.

- Tiene razón, pero – dijo Kido con una sonrisa determinada, de esas que te aseguran la victoria en un partido – eso no cambia el hecho de que todos llevamos el espíritu del Raimon. 

- ¿Cómo lo haces?

- ¿Qué cosa?

- No perder la fe – dijo Haisaki, deteniendo su andar – siempre positivo, siempre con una solución a los problemas… eres demasiado brillante.

- No siempre fue así – Kido sonrió ante el alago, pero Haisaki sabía que él había mal interpretado sus palabras. – imagino que llegaste a escuchar los rumores de la Academia Zeus y la derrota del Instituto Imperial – esperó a que su oyente asintiera para continuar su relato – podría nombrar ese uno de los momentos más oscuros de mi vida, no fue la derrota… - Kido miraba la palma de su mano derecha, como si pudiera encontrar las respuestas del universo en ella – fue la impotencia de ver a mi equipo, todos en el cancha completamente lastimados… acabados - su puño cerrado y la mirada angustiada le daban un toque más amargo relato – y yo solo pude verlos desde la banca… como cayeron uno a uno, dieron todo en el campo, creyendo que podríamos vencerlos… no teníamos idea de a qué nos enfrentábamos. El partido acabó, mi tobillo lastimado evitó que yo entrara a jugar, hasta el día de hoy no se si fue una bendición o una maldición… quizás solo era un capricho del destino. – Haisaki permanecía en silencio completamente atento a la historia del estratega – toqué fondo… estaba enojado y quería venganza… destruir a aquellos que se atrevieron a dañar lo más importante para mí. Yo me uní al Raimon buscando venganza… Endo me rescató de esa oscuridad en la que estaba sumergido, me mostró el camino hacia la luz. Me enseñó a confiar en mis compañeros de equipo. – Kido culminó su relato dirigiendo su mirada al cielo, con una satisfacción total en su rostro, una expresión no vista antes por el goleador. – Haisaki – dijo mientras dirigía su mirada al nombrado – confía en tus compañeros, no pierdas la fe, aún menos dudes de tus habilidades. Eres un gran jugador.

- No mientas Kido…

- No estoy –

-SI LO ESTÁS – gritó perdiendo el temple - ¡Me paralicé! ¡Lo único en lo que pensaba es que íbamos a morir! – aunque había disminuido un poco el volumen, aún estaba gritando - ¡No fue mi idea, Kido, fue tu idea! ¡No me des el crédito por algo que no merezco! – en medio de su desesperación, Haisaki tomó al estratega por los hombros y lo sacudía bruscamente - ¡SOY EL MALDITO DEMONIO DEL CAMPO!

Sin embargo, sus gritos y los movimientos se detuvieron con una simple frase.

-Pero sigues siendo humano – Kido le sonrió tranquilamente como había hecho siempre, y tomando sus muñecas, pasó a retirar las manos de Haisaki de su persona – el miedo morir es normal. – Haisaki lo veía perplejo – Todos reaccionamos diferente ante el peligro y no hay reacción perfecta… todos teníamos miedo, desde el ataque hasta la caía, ha sido mucho para un solo día. Me sorprende que el único que perdiera los nervios solo fuera “Midorikawa” – Kido dirigió su mano al hombro del de piel morena – si necesitas desahogarte, aquí estaré. Pero, no olvides que hoy estamos bien gracias a ti. Yo estoy bien gracias a ti. – lo que el estratega no esperaba era la siguiente reacción del moreno.

Haisaki suavemente se agachó hasta llegar a la altura del de rastas y recostó su cabeza en su hombro derecho, mientras sus manos se sostenían de los brazos del chico.

-Eres demasiado brillante para mí – fue el pensamiento que no se atrevió a expresar Haisaki – No lo olvidaré.

 

~*~*~*~*~*~*~*~

 

Aún tenía la esperanza de seguir en mi cama soñando, despertaría temprano e iría al estadio para escuchar cómo era nombrado en los seleccionados para el mundial. Pero la realidad es otra, está todo el equipo en lo que parece una película de viajes en el tiempo en camino a un supuesto mundo paralelo, para unir fuerzas con el Raimon para derrotar a un encapuchado loco que pretende destruirlos a todos… muy casual y de todos los días.

Nuestro capitán gritaba palabras de ánimo con la idea de relajar al equipo. En cierta manera funcionó, Endo tenía una extraña aura de seguridad a su alrededor, que lograba alcanzar a todos los que estuvieran a su alrededor. Pero como siempre la tranquilidad no duró mucho, Canon gritó y una fugaz energía oscura pasó frente a mí, desapareciendo a Kirina y a otros cuantos hasta que Canon le hizo frente alejándola de nosotros… el daño ya estaba hecho, perdimos parte del equipo en el camino. Lo siguiente fue un golpe de realidad, el maldito agujero nos escupió en medio del cielo, no había nada que detuviera nuestra caída. Escuchaba a Asuto gritar nuestro destino - ¡Vamos a morir! – yo no lograba despegar mi vista de los árboles que en cada momento, solo se acercaban más a nosotros.

Mi cuerpo no me respondía, y solo pensaba en todo lo que aún quiero hacer…

Volver a ver la sonrisa de Akane…

Demostrarle a Kido, que soy mejor que Goenji…

Vengarme de los que lastimaron a Akane…

Jugar junto a Kido en el mundial…

Conseguirle más osos de peluche y cosas lindas a Akane…

Ganar el mundial y estar en el podio con Kido…

Jugar un partido más con el equipo de Seisho Gakuen…

Confesarme a…

 

-… aki –

¿qué?

- …isaki…-

Alguien me llama…

-Haisaki –

Ese es…

-¡Haisaki!

- ¡Kido! – cuando logro reaccionar volteo rápidamente a su dirección.

- ¡Haisaki ¿te encuentras bien?!

- ¡Cómo mierda esperas que me encuentre, estamos a punto de morir!

- ¡Claro que no, te necesitamos! – Kido, se muestra determinado y seguro, sus amigos solo lo miran angustiados y siento la mirada preocupada de Asuto. – Haisaki, recuerdas la técnica para contrarrestar el efecto del Grid Omega.

Era brillante, Kido eres un genio, pero…

-¡Estamos muy alto y hay árboles antes de llegar al suelo, no funcionará!

- ¡Sí lo hará, solo realiza la patada cuando te indique! – dijo seguro - ¡Confía en mí!

- … confió en ti…

Cada vez nos acercamos más a los árboles.

-¡Cúbranse! – nos gritó Endo. Protegí mi rostro por reflejo, fuimos golpeados por las ramas y hojas de los árboles que chocaban con nuestros cuerpos. Luego ese pequeño espacio de caída al piso. Tenía una sensación de vértigo en el estómago, si esto no funcionaba yo…

- ¡Haisaki ahora! – mi cuerpo se movió solo ante sus órdenes. Dejé de dudar y solo lo seguí ciegamente.

De alguna manera funcionó. Detuve el impacto poco antes de tocar el suelo, por lo que no sufrimos daño alguno.

-¿Se encuentran todos bien? – nos preguntó el goleador de fuego incorporándose.

- Si todo en orden – veo al capitán responder con una sonrisa y un pulgar en alto, hacia mi persona.

- ¡Haisaki eres increíble! – me grita Asuto con una sonrisa, mientras me palmea la espalda.

- Lo lograste – me sonríe Kido ya de pie. Extendiéndome una mano para ayudarme a incorporarme.

Cuando comenzamos a buscar una salida, escuchamos voces, cerca de nosotros. Por lo que nos encaminamos hacia el ruido…

 

~*~*~*~*~*~*~*~

 

Cuando regresamos con los demás, estaban las managers de un lado a otro cargando almohadas y sábanas. Algunos de los muchachos cargaban entre dos grandes cajetas y las subían por las escaleras.

-Ya regresaron - nos recibió la hermana de “Kido”, más bien la hermana multidimensional de “Kido” – Natsumi le ha pedido a su padre que nos envíe camas extras, estamos ensamblando todo para esta noche. Abajo tenemos suficientes manos, pero arriba creo que necesitan ayuda para armarlas. – Nos brindó una sonrisa mientras doblaba una sábana y la apilaba junto con otras.

Nos encaminamos a las escaleras para encontrarnos el caos causado por los muchachos. Un chico bajito parecido a un duende corría de un lado al otro del pasillo, perseguido por un grandulón con barba. Un muchacho de anteojos daba instrucciones a diestra y siniestra de cómo debían armar las camas, hasta que fue golpeado por una almohada, lo que causó que comenzara a llorar porque nadie lo respetaba. Uno de los Kazemaru, no pregunten cual, armaba junto con toda la banda de Fubukis una cama y parecía que eran los únicos que estaban cumpliendo con el trabajo. En el centro del pasillo, se encontraban los dos capitanes volteando las instrucciones que venían en cada caja de piezas, mientras que un chico bajito de cabello castaño y ojos azules les explicaba que los estaban sosteniendo al revés… escuchamos un estruendo detrás nuestro, volteo llegando a captar un moreno de cabello rosa que se ha lanzado por las escaleras surfeando sobre un colchón…

- Aquí hay más cajas – dijo “Hiroto” que venía con Asuto, ignorando olímpicamente al loco suicida y depositaban su carga en el piso, para volver a bajar. Kido y yo solo nos miramos y estuvimos de acuerdo en alejarnos de los locos y proceder a armar nuestras camas.

Al final fue divertido convivir con todos ellos, mientras fue pasando la tarde, íbamos conociéndonos o presentándonos. Ya saben, el hecho de tener gente plageada, no significa que sabemos o ellos saben quiénes somos todos.

Cuando todas las camas por fin estaban armadas, con sus respectivos colchones, almohadas y sábanas. Tuvimos que despachar a los dos capitanes y mandarlos a cargar cajas o nuca íbamos a terminar. Nos avisaron que el acuerdo mutuo era dormir dos por habitación ya que no había suficientes cuartos. Y que todo el que tuviera un “otro yo”, dormiría consigo mismo. Los demás nos jugaríamos el azar por ver quién sería nuestro compañero.

Cuando bajamos al comedor, las managers nos recibieron con la cena. Muero de hambre. Después de un día tan ajetreado, una buena cena con una conversación trivial sienta de maravilla.

-Entonces el entrenador nos dijo que entrenaríamos en un campo de lodo. ¡Fue horrible!

La carcajada fue general. Aparentemente no somos los únicos con un entrenador con ideas muy “originales”. En medio de la comida, ingresaron a la sala Tatsuya y Midorikawa uniéndose a la comilona. Eso subió el animo del equipo, ya estamos todos bien… por ahora.

Luego de la cena, las managers y un chico de primaria, cuyo nombre creo que es Toramaru, se despidieron de nosotros. El chico regresaba a su casa y las chicas preferían mantener algo de distancia entre tanta testosterona. Ahora que lo pienso, no he visto ningún adulto que pueda considerarse una autoridad. Mañana le preguntaré a alguien sobre el tema.

Nos quedamos conversando un rato más, terminando de presentarnos las caras, ahora con Tatsuya de regreso. Y nos dirigimos cado uno a su habitación.

Me toca dormir con "Hiroto". Estoy seguro que en medio de la rifa hicieron trampa.

Dejen a dos rebeldes de mal carácter juntos en un mismo cuarto, nada malo va a ocurrir. Solo para pasar por el marco de la puerta fue una riña, elegir la cama fue la segunda, el tercer enfrentamiento fue quién apagaba la luz y el último era sobre no roncar.

Al final logramos dormir, luego de que ambos Fudos casi tiraran abajo la pared y nos mandaran a callar.

A todo esto, olvidé comentar que ambos dormiremos en ropa interior. Acordamos con todos ir mañana a comprar algo de ropa, por el tiempo indefinido que pasaremos aquí. El Kido de este tiempo dijo que el patrocinaría la ropa, ya que Natsumi, más bien su padre, pagó por las camas.

Caí en las manos de Morfeo con el último pensamiento de un chico de rastas y su manera de iluminar mi camino…

 

 

Continuará…

 

 

Notas finales:

Bueno hasta aquí el capítulo. Pensaba hacerlo más largo, pero creo que también deben haber esos momentos tranquilos de pequeñas convivencias (cosa que veo algo carente en IE Orion) antes de meternos en la acción y todos los problemas.

Muchas gracias a todos los que se han tomado el tiempo de leer esta historia y espero que la sigan disfrutando. Nos leemos en el próximo capítulo.


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