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Pesadillas por Silence Tsepesh de Lenfet

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Notas del capitulo:

 

Hola~ 

Aquí un capítulo más, espero que les guste. Muchas gracias por leer esta historia.

¡Que le corten la cabeza!

 

Yo quería irme. Quería llevarme a Alice lejos de este lugar,  irnos sin involucrarnos con los cazadores o quien fuera que nos impidiera movernos.  Siento que las cosas no están bien, quizá es mi instinto de supervivencia, las pesadillas sabemos muy bien en donde meternos, y cuando huir. Todos mis instintos me dicen que me vaya, y sé que Alice lo sabe, pero ella no quiere irse aun.

— Alice.

— Shh, está durmiendo— se refiere a la mujer. La pequeña niña que acaba de nacer esta despierta, apenas moviéndose. Alice no la ha abrazado porque tiene miedo de hacerle daño.

— ¿crees que podemos irnos ya?

— es peligroso irnos, ¿no crees?

— no. es más peligroso quedarnos. No sabes cómo se pueden poner las cosas con las pesadillas— ella se ríe, yo no entiendo que es tan gracioso, hasta que sus pensamientos me llegan casi de inmediato.

sí, lo sé porque tú lo sabes. He visto a esas bestias, y también que ya no solo hay bestias siguiéndonos, sino también cazadores— lo que no sabe es que movernos con un bebé es casi tan peligroso como movernos con una mujer embarazada. Nos va a retrasar— se que te gustan los niños, no entiendo porque no estás feliz.

— no la conozco. Me gustan los niños, pero no olvido que ella estuvo cazando pesadillas también.

— Creí que ya no te considerabas una pesadilla— hace mucho tiempo que me hice a la idea de que jamás iba a volver a Eerkah. Me convertí en un exiliado, pero no lo lamente. La vida como pesadilla tampoco era buena, y vivir entre los humanos no fue nada malo, a excepción de los malos ratos con Leo.

— me considero una pesadilla porque no puedo convertirme en un humano real. Solo soy una imitación, pero ya no me considero parte de los otros, de los que viven en Eerkah.

— oh. Entiendo— a pesar de querer irme, me quedo sentado, sin moverme. Sería fácil obligar a Alice  irnos, pero no puedo hacer eso, eso no me haría mejor que todos los que hacen lo mismo— ¿Qué es lo que quieres hacer, Alice?

—…

— ¿Alice?

— no quiero tenerle miedo a Leo. No quiero que siga lastimando a más personas. Es por nuestra culpa… si no hubiéramos escapado…

— Esto no es culpa nuestra. Leo lo hubiera hecho con nosotros o sin nosotros. Solo fuimos parte de lo que quería… ¿sabes que es lo que quería?

— y tú no quieres luchar, quieres irte.

— No quiero que te lastimen— Alice es lo único que tengo, lo único que he tenido realmente en toda mi existencia.

— ¿Y aun con eso todavía sigues sin admitirlo delante de mí?- ella me está mirando, es obvio que escuchó lo que pensé.  Hace tres años aproximadamente a Alice se le ocurrió la idea de que estaba enamorada de mí. Quizá fue mucho antes, pero  ella lo noto en ese momento. Fue algo extraño, algo que no mencionamos en las conversaciones hasta que ella cumplió años.  Alice me dijo de frente que estaba enamorada de mí.

— hay muchas cosas que podría decir en contra de eso, Alice— ella se ríe, tapándose la boca para no hacer mucho ruido. Siempre que hablamos sobre lo que ella siente por mi terminamos de la misma forma. No me extraña que se ponga a reír— ¿tienes hambre? Iré a buscar comida y algo para que bebas, no te has movido de aquí desde hace un rato.

— Está bien— ella no me mira, solo mueve la mano para despedirme. La puerta no está cerrada por completo. No hay muchas cosas en esta casa, si es que puedo llamarle así. Es increíble que a nadie se le ocurriera nada mejor, aunque tampoco me extraña, son cazadores, no tienen mucha imaginación. No pueden tener mucha imaginación si lo que van a enfrentar son pesadillas que pueden tomar la forma de lo que imaginan.  Serán muy hábiles, pero no son tan listos como creen. No me encontré con ellos cuando todavía era una pesadilla en toda la extensión de la palabra, pero todos hemos oído hablar sobre los cazadores, sobre lo peligrosos que pueden ser cuando se les considera simples humanos, un error que cometen las pesadillas con mucha frecuencia.

Los cazadores que quedaron aquí están listos para ir a luchar, lo noto apenas los veo. Siempre están listos para la lucha, aunque ahora estén dormitando. Ha sido un día de lo más movido.  No hay tampoco una cocina, pero entre las cosas que trajeron hay algunas latas de comida y botellas de agua. 

— Esto es increíble— murmuro al ver la poca comida que queda. No entiendo porque se ocultan como si fueran ladrones, solo basta con saber dónde no estar. Si fueran listos, habrían salido de la ciudad y el asunto se terminaba.

ellos tienen amigos, y familia, no van a abandonar a sus seres queridos.

— ya veo. Pero es tonto quedarse, ¿Por qué no regresar después con un buen plan y ayuda? Eso sería más útil que quedarse en una casa abandonada sin comida. No saben lo que sus enemigos pueden hacer, y quedarse aquí no es una buena opción.

— me lo has dejado claro desde que llegamos. Pero mira, no podíamos irnos si Chiara estaba por tener a su bebé.

— supongo.

— ¿Tú que harás, Hatt?- ¿Qué hare? ¿Me pregunta si hare que nos vayamos? ¿Si voy a luchar o si voy a ayudar?

depende de si estas en peligro. No voy a dejar que nada te pase— solo estamos aquí porque no conocemos a nadie más, no tenemos nada ni a nadie en este mundo. Quizá Alice tuviera una familia, pero no tiene caso tomarlo en cuenta.  Tuvimos suerte de que nos encontraran, yo  hubiera dejado a Alice como estaba con tal de no hacerla sufrir. Me siento un poco mal porque la subestime, creí que ella no soportaría la verdad, regresar a la realidad, pero me equivoque. Ella es más fuerte de lo que había pensado.

— hey, ¿Cómo sigue Chiara?- el doctor que viene con nosotros es el único que nos habla a Tchess y a mí.

— dormida. Creo que están bien, Alice se quedó allá. 

— Deberíamos irnos, me preocupa que no tenga atención médica pero no creo que Iridian quiera solo dejarla en un hospital— vaya, alguien que piensa lo mismo— podría quedarme con ella, no sirvo de mucho en una lucha, aunque soy el único médico que tienen disponible y no quiero perderme las cosas interesantes.

— ¿y por qué me dices esto a mí?

— Las pesadillas son menos susceptibles a lo que digo— eso es porque hemos visto más cosas, que pocas cosas nos asustan— no quisiera dejarlos sin un médico, y ninguno de ellos querrá quedarse atrás, se sinceró por favor ¿es peligroso estar aquí, en la ciudad?

— no sé qué tan peligroso sea. No creo que quedarse en un hospital sea peligroso si solo son dos humanos porque están buscando a un grupo, y si nos persiguen, dejaran todo en paz. Y antes de que preguntes, no creo que ese cazador quiera quedarse—  el resopla, porque es justo lo que me iba a preguntar— ¿y qué hay del otro? El que esta lastimado. No puede seguir el ritmo y en una pelea sería un estorbo.

— ah, tampoco le va a gustar.

— si se queda hará que maten a todos. Le llevare esto a Alice— paso por su lado.  En momentos como este, extraño la vida que teníamos en casa de Leo, al menos allí estábamos seguros, teníamos comida y no teníamos que preocuparnos por nada…- ¡Alice!- la llamo, corriendo lo que me queda para entrar. Ella me está mirando, calmada en la silla donde la deje.

— ¿Qué paso?

— ¿Cómo supo Leo sobre mí? 

— ¿Qué?

— Leo, conocía sobre las pesadillas. Sabía que tenía que hacer, y donde encontrarnos— ¿Por qué nunca lo note? estaba tan preocupado por lo que pasaba con Alice en aquel entonces, por verme atrapado con una niña que siempre asumió que eso era normal. Ahora, Alice pone una mueca de espanto.

— oh… no… ¿Por qué nunca lo preguntamos? Él… Leo…

— No nos hubiera respondido— pero sí que nos habría ganado la curiosidad y hubiéramos encontrado la respuesta— creo que la verdad no nos va a gustar, Alice, pero estoy de acuerdo en que tenemos que saberlo— justo antes de que diga algo, escuchamos un alboroto afuera. Nos miramos, y yo salgo primero. Siento las manos de Alice en mis hombros, inclinándose sobre mí para poder ver que está pasando. 

— ¿Qué dice?- Iridian está hablando con todos, o intenta hablar y no gritar.

— Esta…- pongo más atención— Preguntando por Tchess. Creo que le respondieron algo desagradable.

— ¿Qué paso? ¿Hizo algo Tchess?

— pues…

— ¡No está!- Iridian grita. Alice da un saltito por la sorpresa.

— Debió salir a pasear ¿no? o a perder el tiempo por allí— Iridian toma del cuello de la camisa al otro cazador, al que está herido.

— si no fuera por él, estaríamos muertos, imbécil.

— ¿Qué demonios te pasa, Iridian? ¿Ya olvidaste lo que es?- Alice está poniéndose nerviosa, no le gustan las peleas, y menos si son dentro de la misma familia,  y a los ojos de ella, todos aquí son una familia.  Me desvanezco para aparecer a un lado de ellos, aunque parezca un muchacho soy fuerte, y con solo poner mis manos sobre las de Iridian, suelta la ropa del otro hombre.

— no deberían pelear entre ustedes si tienen un problemas más grande. No pueden enfrentar dos batallas al mismo tiempo— Siento la aprobación de Alice, una serie de halagos y palabras bonitas que me sofocan— y… eh… ¿Cómo que Tchess no está?

— dormite un rato, cuando desperté no estaba por ningún lado. He intentado llamarle, pero no responde, y no puedo encontrar… eso que nos une, es como si… tuviera interferencia, arg, no sé de qué otro modo explicarlo.

— yo lo entiendo— Decimos Alice y yo al mismo tiempo. Pasaba cuando Leo nos llevaba a ese sótano y le ponía a ella esas cosas extrañas que le causaban dolor, yo no podía sentirla, aunque si su dolor. No encontraba su esencia, y me asustaba que cuando terminara, ella no volviera.

— pero quizá él tiene razón y solo está vigilando.

— No— Iridian ni siquiera se toma un momento para pensarlo—me lo hubiera dicho antes de irse, o me habría mandado a callar por distraerlo. Esto no es  igual que esas veces.

— ¿Qué está pasando?-  El médico y Evans, recuerdo el nombre porque a Alice le gusta el nombre, llegan con nosotros.

— Iridian dice que esa cosa se ha ido— Kerem, ya recordé su nombre— eso es algo bueno ¿no? al menos ya podemos irnos y olvidarnos de eso.

— señor… Iridian— Iridian mira raro a Alice, pero ella está un tanto preocupada cuando le mira fijamente— ¿Qué quiere decir con que no es igual que las otras veces?- Iridian frunce el ceño, tampoco deja de mirarla.

— a que sé que está allí, aun si no lo veo, puedo sentirlo, como una molesta presencia que no desaparece. Ahora no está esa sensación. Es como si se hubiera ido, aunque siento que todavía estoy unido a él.  Nunca me preocupe por saber más de esto que nos ha hecho tu hermano— ella asiente.

— Puedo ayudarte— ¿Qué? ¿A qué se está refiriendo? No me lo creo. Ella me sonríe, pero no está pensando en nada. Camina hasta Iridian y luego se para de puntas para poder susurrarle sin que nadie más escuche. A mí me parece que dura mucho hablando, diciéndole cosas al oído. Iridian no se mueve, de vez en cuando asiente o pone una expresión demasiado seria. Si yo fuera un humano normal,  quizá estaría muy molesto por eso. Los humanos le llaman celos, aunque no estoy seguro de que sea lo mismo.

Cuando Alice se dio cuenta de que estaba enamorada de mi, le di mas de mil vueltas a esa idea en mi cabeza. Para mi Alice era una niña, aunque yo también lo era. Ella no era más que una humana con la que jugaba, que me agradaba y con la que tenía que vivir de forma obligada.  Solo nos teníamos a nosotros, no conocíamos más que al otro. Cuando me lo dijo, fingí no creerle, le dije que solo era porque no conocía a nadie más y que cuando conociera a mas humanos, cambiaria de opinión aunque los dos sabíamos que eso no iba a pasar, habíamos entendido que Leo no iba a dejarnos salir pronto, y que si salíamos, solo eran salidas rápidas, o muy bien elegidas, como en nuestros cumpleaños, que Alice se empeño en juntar el mismo día porque yo no conocía el mío. Después de que ella se me confesara, yo comencé a pensarlo. Empecé a sentir lo que ella decía sentir por mí, todos esos sentimientos que ella sentía por mi yo lo sentía, pero no los entendí al comienzo.  Creo que al final ella lo repitió tanto, que yo termine creyéndolo.

Siento algo profundo por Alice, algo más allá del hecho de que nuestras almas están unidas. La quiero, y no voy a dejar que nada le pase. No es mi intención escuchar lo que ella esta diciéndole  a Iridian, pero lo escucho sin querer en sus pensamientos.

Ella al final se retira, e Iridian mueve la cabeza para decir que sí.

— Inténtalo— le anima.

— ¿Por qué es tan importante?- murmura el otro cazador. Yo le miro, mientras me acerco  a Alice. No lo entienden  porque nunca han tenido una relación tan cercana con alguien, no saben lo que es conocer los pensamientos y sentimientos de la otra persona, superar las situaciones vergonzosas con los pensamientos y aceptar todas las facetas que tiene la otra persona, primero porque no tienes opción y después porque realmente te importa esa persona.     

— Porque Iridian sigue estando en peligro si le pasa algo a Tchess— no tiene caso explicar algo que no entenderá. Iridian solo resopla, pasa por nuestro lado y entra a la habitación de Chiara. Creo que ya es hora de movernos. No me equivoco, Iridian sale unos diez minutos después.

— recojamos todo lo que sirva, nos vamos en veinte minutos.

— Está preocupado— murmuro.  

— yo también lo estaría si no supiera donde estas— rayos. No puedo… no puedo aceptar los sentimientos de Alice pero tampoco quiero que este con nadie más. No lo soportaría, soy una criatura egoísta— ¿crees que solo está vigilando?    

— supongo.  Aun estando aquí, sigue cuidando que no pase nada grave. Además, creo que los demás deberían tenerle más miedo del que le tienen, él es peligroso, no le dan ese puesto a cualquier pesadilla— ella arquea una ceja. Mis recuerdos de Eerkah son un poco borrosos ahora— Tchess ha mantenido el orden entre los dos mundos desde… no lo recuerdo, hay muy pocas pesadillas más fuertes que él.

— entonces… ¿Por qué es… así? no parece que sea muy fuerte.

— creo que eso es porque esta con Iridian. Los cazadores no son muy imaginativos— Creo que eso es algo así como nuestra propia pesadilla. Yo estoy feliz de haber terminado con Alice y no con alguien más. Nos quedamos observando como todos se mueven de un lado a otro— Me molesta que no  nos digan nada.

— creí que tu no querías saber nada.

— nos hacen a un lado porque soy una pesadilla. Ellos siguen pensando que somos malos y no van cambiar de opinión aunque sepan que no es nuestra culpa hacer lo que hacemos.

vayamos nosotros… a investigar.

— Alice, no sabemos a dónde van a ir. Y es peligroso, ¿no has escuchado o visto todo lo que ha pasado? No.

— vamos, no es momento para ser débiles. Demostrémosle que podemos, a ellos, a Leo…- ¿está pensando en detener a Leo? No sé cómo vamos a reaccionar  cuando  lo veamos. Yo no quiero verle de nuevo. Alice se estremece— Ellos creen que Leo es quien está haciendo todo esto. Si es Leo… podrimos hablar con él, hacer que vuelva a ser como antes…- hago una mueca. Conozco mucho sobre humanos, no creo que Leo cambie. Y aunque Alice diga eso, sé que ella no quiere volver a como estábamos antes. Ha conocido personas, y hemos conocido un montón de cosas, no quiero volver a estar encerrado en una casa. Alice y yo solo conocemos el mundo por mí, las noches que salía y  los recuerdos de haber estado en cientos de lugares. 

— No es una buena idea— Iridian ya está gritando de nuevo, pero ahora ya todo están listos. Alice se apresura a ayudar a Chiara.  No me interesa mucho cuando comienzan a subir cosas a los vehículos, ni el acomodo que está dando Iridian.  Solo escucho que Chiara y Kerem se quedaran en un hospital— ¿Qué acaso nadie ha visto que es una causa perdida?

—  Supongo, pero aun así preferimos luchar— Iridian está detrás de mí.

— Qué tontería— murmuro, viendo como el primer auto se va con Chiara, Kerem, uno de los gemelos y el médico. Alice regresa, un poco preocupada, escucho sus pensamientos, cada vez más alarmistas, y empiezo a pensar en cosas agradables para que me escuche.  Me sonríe cuando lo nota.

— ustedes dos vendrán conmigo.  Encontramos un hospital donde Chiara puede quedarse, y tenemos que ir en otra dirección. Ya acordamos encontrarnos después, así que tenemos unos momentos para irnos— Alice piensa en Tchess, en si Iridian ya ha hizo lo que le dijo— lo estoy intentando— dice de pronto. Ah, Alice estuvo mirándolo muy fijamente, creo que Iridian solo adivino lo que ella pensaba.

— De todos modos, él va a encontrar a Iridian a donde vaya— Tchess no es como Iridian.

El camino en auto es aburrido, pero no me importa mucho porque al fin nos estamos moviendo y no tenemos a nadie que nos estorbe. Me gustaría haber ido con la mujer, al menos allá no estaríamos en medio de una persecución o lo que sea. Vamos siguiendo al otro auto, y finalmente nos detenemos antes de cruzar un puente. La ciudad está a nuestras espaldas.  Alice  está dormida, reclinada en mí. Iridian y los demás bajan, se estiran y hablan. Yo me quedo en el auto, no quiero despertar a Alice. Me gustaría saber que están planeando, ¿Por qué no nos han dejado?

— Alice… Alice ¿eres tú?- siento un cambio en el ambiente, algo distinto a la calma que hay fuera. Es temprano todavía, falta mucho para que amanezca. Un par de autos pasan a nuestro lado, se alejan y luego todo queda tranquilo otra vez. Incluso el sonido del agua y los pájaros deja de oírse— Alice, despierta, alguien viene—  una pesadilla. Me quedo mirando un punto, a unos pasos de los cazadores, solo unos segundos, y luego aparece una figura. Tchess.  Los cazadores se giran, listos para atacar. Iridian alza la mano, le escucho decir su nombre, un insulto y preguntarle donde estaba.

— ¿Hatt?

— ¡No, Iridian!- me desvanezco, aparezco justo para empujar a Iridian y evitar que las garras de Tchess le hagan pedazos.

— ¿Qué carajo…?

— no es él. Ya no es él— Las pesadillas no podemos saber quien se nos acerca, sabemos que hay otro de nosotros cerca y sabemos cuando estamos en peligro, al menos yo lo sé. Tchess ya no es él, por eso estaba sintiendo algo diferente. Es peligroso ahora. La puerta del coche se cierra, Alice corre hacia nosotros— si le matas, vas a morir también— le recuerdo.

— pero…

— ¡¿Qué es esto, Iridian?!- Tchess no se mueve, ahora es una enorme bestia que nos observa.

— tienen que contenerlo, noquearlo. O matarlo, pero sabes las consecuencias, y tienen que elegir rápido— murmuro, alejándome despacio. No luchare contra él.

— Hatt, vamos, al menos…-  empujo a Alice— ¿no podemos hacer nada? si yo lo pienso…

— No es nuestro asunto

— ¡Basta! Es también nuestro asunto, no puedes seguir pensando de esa manera. Si queremos que no nos traten así, tenemos que hacer algo. Ahora ayudaremos a Iridian— Los dos nos giramos cuando escuchamos los ruidos de la pelea. No me había equivocado cuando dije que era alguien de temer. Los cazadores apenas pueden herirle.

— Iridian no quiere herirlo.

— tenemos que ayudar…

— muy valiente, mi Alice— Tchess da un salto, alejándose de los cazadores. Conozco esa voz, la voz que hace que Alice tiemble,  que los dos nos quedemos sin movernos— pero me temo que has elegido mal.       

Notas finales:

 

Ayer publique por fin la nueva historia que  habia mencionado antes por aquí, por si les interesa darse una vuelta por esa historia pueden leerla Aquí 


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